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ESTRAFALARIO

CUANDO LOS MEDIOS SE VOLVIERON TEMA DE CONVERSACIÓN

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Por Guadalupe Fernández

 

Si después de las elecciones primarias en Argentina, uno de los temas en boga (además de los resultados de la contienda) es el efecto que han tenido los medios en los votantes, quiere decir que algo ha cambiado en nuestra percepción como sociedad.

Los argentinos vivimos en los últimos años cambios bruscos que marcaron hitos en nuestra historia. A partir del istmo del 2001, el nuevo gobierno planteó temáticas de las cuales puede haber voces a favor y en contra, pero lo que no se puede es quedarse afuera, inmóvil o parcial.

¿Quién iba a imaginar que Doña Rosa, que mira la tele sólo para conversar con sus vecinas sobre programas de chimentos, hoy estaría al tanto de quién dirige o bajo que grupo económico está enmarcado un medio? Esto no implica una situación generalista, no todos tienen porqué estar al tanto de esta información, pero sin dudas esto ayuda a entender qué tipo de mensajes emiten los medios.

Este estado de situación comenzó cuando se puso en boga el debate por la nueva ley de medios sobre el cual  hay varias posturas: quienes piensan que es un tema que a la sociedad no le interesa o no es prioritario, los que creen que sólo un sector perteneciente al entorno de los medios y la política (quienes se ven afectados) son los que tienen inquietudes sobre esta temática, otros sectores plantean una guerra entre el gobierno y los multimedios. Y seguramente habrá más, miles de voces que aún no fueron escuchadas y  tendrán opiniones válidas en torno a un tema que nos afecta a todos: desde quienes están en el lugar del hecho (los cronistas), hasta quienes analizan la información (los analistas, columnistas, etc.), pasando por los dueños de los medios (empresarios), y el último eslabón de la cadena informativa: el ciudadano que en su casa recibe la información, la procesa y elabora un estado de situación.

En nuestro país, los medios empezaron a estar de moda. Hoy, cualquier adolescente habla sobre los principales medios y sabe a quiénes responden o al menos qué línea editorial tienen. No sabemos si realmente leen los diarios, o ven los noticieros, pero el tema está de moda.

Reflexionar sobre los medios es replantearse el mensaje. Es volver al inicio y pensar desde adentro. En Argentina, luego de las elecciones primarias se planteó desde los mismos medios que los candidatos que habían sido más “prensables” habían sacado muy austero porcentaje. Ellos mismos, desde su trinchera, planteaban la flaqueza de sus armas: los propios medios.

Hay un metamensaje que nos obliga a reflexionar. A empezar a comprender que el receptor nunca fue (y nunca será) pasivo, receptivo y autómata. Dejemos de subestimar al destinatario, trunquemos de una vez por toda la falacia de la aguja hipodérmica. Celebremos que hoy, hablar de los medios está de moda. Pero que no sea una moda pasajera y superficial, sino que sea el motor para una realidad superadora que nos invite a dar un paso más en la era del conocimiento.

 


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