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COMUNICOLOGÍA, ETNOMETODOLOGÍA Y COMUNICOMETODOLOGÍA. LA COMUNICACIÓN COMO ACCIÓN Y COMO REPRESENTACIÓN REFLEXIVA CONSTRUCTIVA.

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Por Jesús Galindo
Número 67

Resumen


Primera parte.-  Comunicología y Comunicometodología. El programa de trabajo del GUCOM, Grupo hacia una Comunicología posible, tuvo su antecedente inmediato en un proyecto sobre Comunicometodología. La ciencia y la Ingeniería Social se complementan y necesitan mutuamente. Peculiar que la propuesta actual de posible ciencia de la comunicación iniciara su trayecto en una apuesta práctica. Si, práctica, pero sistemática y necesitada de una perspectiva científica que la apoyara en forma complementaria. El asunto es quizás cosmológico, pero también es forma estricta de necesidad teórica. Hoy, ambas perspectivas se mueven en un horizonte de desarrollo paralelo y complementario. Una ciencia de la comunicación social configurada en cinco dimensiones teórico-metodológicas, y una ingeniería de la comunicación social configurada en el espejo complementario de esas mismas cinco dimensiones, la difusión, la interacción, la expresión, la estructuración y la observación.

Segunda parte.- Etnometodología y Comunicometodología.- La Comunicometodología nace de la propuesta de la Etnometodología, la idea básica es que de forma semejante a como en la Etnometodología el actor social común reflexiona sobre las normas sociales que configuran su perfil dramático y perceptivo, explicitando y tomando consciencia de lo que en forma natural está implicado e inconsciente, en la Comunicometodología los actores sociales reflexionan sobre sus prácticas de comunicación haciéndolas evidentes por auto observación y diálogo. Esto permite identificar las rutas del conflicto y del consenso, de la reproducción y de la creación, por parte de los actores mismos que las viven en forma cotidiana. Y por tanto pueden resultar en guías de acción que sean útiles a otros actores en configuraciones similares. Todo ello complementado por las observaciones y análisis respectivos desde el exterior de las situaciones vividas por los actores, por parte de un científico en comunicación, un comunicólogo.

Tercera parte.- Ingeniería social, Ciencia social, y comunicación.- Aquí el punto es la reflexión sobre la relación entre las figuras de la ciencia y la ingeniería cuando el asunto es la vida social. Mucho se puede aprender de lo que la ciencia y la ingeniería han desarrollado en su mutua afectación en el mundo de las ciencias básicas y las ingenierías derivadas de ellas. En lo social se puede proceder en forma semejante, pero con la intervención lógica y reflexiva  de la situación de interacción intersubjetiva. Y ese es el punto lo intersubjetivo no modifica el sentido elemental de relación entre la ciencia y la ingeniería en lo social, sólo lo reconfigura en otro ámbito de complejidad. Es decir, para una ciencia y una ingeniería de la comunicación lo que se pone en juego es la propia comunicación, como objeto, pero también como sujeto, como estrategia, proceso y resultado, donde la comunicación misma se auto conoce, se auto analiza, y se auto mejora y complejiza.

Palabras Clave: Comunicología, Etnometodología, Comunicometodología, ciencia y comunicación.
      

  1. Primera parte.-  Comunicología y Comunicometodología.

El proyecto Hacia una Comunicología posible inició en el año 2003, teniendo antecedentes directos en otro proyecto, el de la Comunicometodología, que ha quedado un poco al margen ante el programa de trabajo básico del GUCOM, el grupo de estudio que tomó el compromiso de emprender el proyecto de la Comunicología posible. Ambas propuestas tuvieron su origen en el trabajo alrededor de los estudios de postgrado en la Universidad Veracruzana a principios de los años noventa. Todo empezó con la Comunicometodología, con una perspectiva de la comunicación más asentada en la acción que en la representación. Ambas visiones son dos caras de la misma moneda, pero pueden tener énfasis con resultados y prospectivas distintas. El proyecto empezó con un énfasis práctico, tomó después un camino teórico, pero todo empezó pensando a la comunicación.

              La comunicación es el nombre de muchos fenómenos que juntos configuran un espacio conceptual amplio y confuso. Con el mismo nombre se llama a las carreteras y a los puentes, a los automóviles, los barcos, los aviones y los trenes. A la radiodifusión, al cine, a los periódicos. Y también a las relaciones de pareja, familiares, vecinales y laborales. E incluso a un partido de fut-bol, a una reunión religiosa en un templo, a una fiesta, a una campaña política. Y más, a las relaciones sexuales, a las relaciones pedagógicas, interétnicas, a la historia. E incluso a las interacciones entre insectos, animales, y hasta a las relaciones químicas y entre planetas del sistema solar. Todo esto y más participa del espacio conceptual de la comunicación. Como se puede apreciar es necesario un perfil más claro de lo que es y no es, desde qué punto de vista, con qué implicaciones, y bajo que condiciones. En fin, algo más que una noción general compartida.

La historia de los antecedentes de una Comunicología posible se ha centrado en el campo académico de la comunicación en la dimensión social-humanística del espacio conceptual. Con ello las dimensiones que aluden a transporte y vías de comunicación han quedado al margen, igual que las que tienen connotaciones de orden físico, químico o biológico. Lo cual define cierto marco de acontecimientos discursivos, pero no ayuda por necesidad a su riqueza lógica y teórica. Como sea en los últimos veinte años la comunicación en el mundo académico ha sido la que hace referencia a lo social-psicológico-cultural. Con ello el lugar de cruce teórico es el que hace coincidir a la Psicología, la Sociología y la Antropología, por una parte, y a la Filosofía y las humanidades en general por otra.

Y ese ha sido el territorio de debate de la actual generación académica que cruzó del siglo veinte al siglo veintiuno. Como hipótesis se podría afirmar que la visión humanística y filosófica ha sido la que ha reinado en este debate, y la perspectiva científica se ha cargado hacia lo psicológico social, en términos generales, dejando de lado lo Antropológico, que no a la cultura (estamos aún en el auge de los llamados estudios culturales, a veces no tan científicos, pero si muy atractivos). Y a este grupo se ha unido la visión emergente sobre las llamadas nuevas tecnologías de información y comunicación, que tienen un fondo de pensamiento mecánico de la ingeniería. Y por otra parte la veta de la producción de mensajes ha acompañado todo el tiempo a los vectores conceptuales mencionados. Y ahí la creación artística y el dominio formal de los lenguajes y sus productos ha sido el centro. La comunicación académica oficial está dividida entre los científicos sociales con ideología humanística, y los creadores de mensajes con necesidades de dominio formal sobre los lenguajes y sus medios, y también sus públicos y receptores.

Ante este escenario en donde los medios de difusión masiva, la radiodifusión, el cine y la prensa, han sido el corazón de la trama académica, la síntesis de una Comunicología posible requiere de una inversión de energía grande en la inclusión de lo diverso a los medios con la centralidad de los medios, en un ejercicio conceptual que ordene desde lo general, siguiendo el patrón deductivo de la ciencia. No todo son medios, pero no hay Comunicología posible sin ellos. Esto supone la búsqueda de un marco organizador que permita la construcción de una perspectiva general que incluya lo diverso, y al tiempo sea consistente en su interior. Esa perspectiva puede ser la  Sistémica.

Pero el tema conceptual y teórico es sólo una parte del problema por enfrentar y resolver. También está todo el espacio constructivo, el de la acción, el de la creación. Aquí la lógica de las representaciones, de la teoría, no es suficiente. Y la misma perspectiva sistémica puede ser útil, pero en su versión constructivista, con un acento en lo que se entiende por ingeniería. De ahí surgirá otra sistematización de experiencias y visiones, la Comunicometodología.  En este caso como en el teórico será entonces la Sistémica la que permitirá poner orden y proponer. Quedando en un nivel de construcción superior, epistemológico-metodológico, tanto para la elaboración de una matriz conceptual comunicológica general, como para la configuración de una matriz tecnológica comunicometodológica.  Y esto completa el camino, por una parte la reconstrucción de la trayectoria del campo, el momento a posterior, por otra la propuesta de un sistema de organización general, la propuesta a priori. Con el encuentro coherente y dialógico de ambas perspectivas en una síntesis en movimiento.

Estamos ante el proyecto de construcción de una perspectiva de conocimiento científico, o por lo menos sistemático y coherente. Esto supone aplicar el sistema construido a una variedad heterogénea de textos y discursos, de objetos y puntos de vista. En un escenario radical de definición cerrada, la comunicación podría ser considerada sólo algo que excluyera a la mayor parte del contenido del corpus académico que se supone parte del tema. Eso ha sucedido sin una intención consensuada explícita con el tema de los medios de difusión masiva. Para muchos, dentro del campo académico de la comunicación, los medios son el único objeto legítimo y legal en el estudio de la comunicación. La interacción cara a cara y todo lo demás no mediático no es comunicación en un sentido oficial. Aquí se intenta ir más allá de esta limitación histórica, como ya se ha mencionado los medios son centrales para el campo académico, pero no son el único objeto de investigación posible ni ahora ni desde el principio del relato. Por tanto se necesita la propuesta de un espacio conceptual que incluya a la mayoría de los objetos nombrados como de comunicación, y que por otra parte sea reconocido por otras perspectivas, desde la Sociología hasta la Metafísica, como algo que se entiende como propio y  específico, construido con un punto de vista distinto a los existentes, y que permite cierta claridad y mejor comprensión del mundo.

En GUCOM entendemos por comunicación la acción que mueve a poner en común algo entre entidades que participan de esa intención, como una guía conceptual general, el siguiente paso es mirar al espacio conceptual vigente y ensayar una reorganización a partir de dimensiones generales que lo puedan ordenar casi por completo. Ese ensayo propone en este momento cinco dimensiones básicas para percibir y mejor entender al espacio conceptual actual sobre la comunicación. Cada una de esas dimensiones marca límites para lo que es y lo que no es, y en este momento requiere sintetizar con claridad los principios constructivos que hacen pertinente esa cualidad. Las cinco dimensiones son: la expresión, la difusión, la interacción, la estructuración y la observación.

El proyecto Hacia una Comunicología posible se propone la configuración de una ciencia de la comunicación, y en ese sentido hace falta un registro teórico de su perspectiva de percepción general del mundo, y en complemento una propuesta de operación en el mundo a la manera de una Ingeniería. Ahí se verifica un acto de creación, de síntesis constructiva. La guía que se propone es la de la Sistémica constructivista, y a partir de esta perspectiva epistemológica aparecen dos conceptos centrales, el de sistema de información y el de sistema de comunicación.

Con estos dos conceptos centrales la Comunicología propone cinco dimensiones constructivas de lo social en particular, y de la vida y el cosmos en general. Esas dimensiones se arman con la referencia a la configuración espacio-temporal de las dos formas sistema mencionadas. Las cinco dimensiones son: la expresión, la difusión, la interacción, la estructuración y la observación. La primera y la cuarta se mueven en un nivel de complejidad mediata, la segunda y la tercera en un nivel de complejidad inmediata, y la quinta en un tercer nivel de complejidad. Las cuatro primeras se configuran en un primer orden de organización sistémica-cibernética, la quinta en un segundo orden.

La interacción se refiere a la configuración de sistemas de comunicación, la difusión a sistemas de información, la expresión y la estructuración a los dos sistemas en distinto momento de configuración, en uno como resultado en apariencia estable y en otro como proceso hacia la estabilización. La observación propone la relación entre lo observado en un primer orden y el efecto de esa observación en el observador y en lo observado, y el efecto del observador sobre lo observado en su acto de observación.  Todo esto es abstracto, lógico, tiene un costo de comprensión, como todo lo teórico. En un nivel de divulgación el proyecto Hacia una Comunicología posible ha usado algunas imágenes que pretenden ser más sencillas. La expresión se asocia con lo dado discursivamente, con análisis de los productos discursivos, la lengua de los lingüistas, los objetos de los diseñadores, las formas sociales de los antropólogos y los sociólogos, con lo que aparece. Es la figura del dato, la información registrable y su orden, y en ese sentido la punta de un iceberg percibido sólo en su manifestación primaria. Por otra parte la difusión se asocia con el movimiento de la información de un lugar a otro, de una entidad social o cultural a otra, con los medios La interacción se asocia con la llamada comunicación interpersonal, con el diálogo, la charla, la mutua afectación discursiva-simbólica. La estructuración representa el proceso en que la acción de la difusión y la interacción se tornan en expresión. Y la observación se asocia al oficio mismo del investigador, del analista, del comentarista, que altera y es alterado en sus operaciones de receptor-constructor del mundo.

La Comunicología es una ciencia básica de nuevo cuño que tiene su complemento práctico y aplicado. Todo lo que aprendemos de las formas de composición y organización del mundo nos permite imaginarnos mundos alternativos, distintos, semejantes, que pueden llegar a ser bajo ciertas condiciones, con cierto gasto de energía y con la aplicación de ciertos principios constructivos eficientes. La Comunicometodología es esa perspectiva tecnológica de construcción de lo posible. Por una parte aprendemos cómo es que ponemos en común lo que nos configura como entidades socio-culturales, la Comunicología, y por otra a partir de ese aprendizaje podemos intervenir las formas de esa construcción y configurar otras, alterar las que tenemos, confirmar y reforzar nuestros procesos de configuración, la Comunicometodología.

El desarrollo teórico de la comunicación adquiere profundidad y sentido en la comprensión, en el entendimiento cosmológico del mundo que vivimos, pero también en su utilidad, en la apertura de posibilidades para actuar en ese mundo y transformarlo. De esta manera cada una de las dimensiones de la teoría es a la vez una dimensión de su aplicación práctica. Y de ahí surge un catálogo de asuntos que pueden apreciarse en el sentido y pueden modificarse en lo concreto. Esta sistematización compone la primera parte de un catálogo posible de problemas por resolver, problemas que derivan de la teoría. Pero existen otra serie de problemas, los que vienen del mundo práctico cotidiano. Esta parte complementaria del catálogo de problemas posibles es más viva, más real, más exigente, más urgente, la motivación básica de la existencia de la teoría y de la ingeniería que la acompaña, incluyendo el punto de vista del observador científico y el actor natural. En este punto podemos afirmar, que en esta relación de problemas y soluciones, y de preguntas y respuestas, un catálogo posible se desprende de la intención teórica, pero otro de la necesidad práctica. Y en un orden posible de jerarquía entre ambos ámbitos, que debieran ser siempre complementarios, el que más presiona, el que más condiciona es el que proviene del mundo práctico, del día a día.

Exploremos el concepto de Comunicometodología por un momento. Todas las prácticas de comunicación, las que pueden ser organizadas en una clasificación ideal en las dimensiones comunicológicas señaladas, tienen actores que las portan, que las ejercen. Esto sucede en forma individual y en forma supra-individual. La acción comunicativa tiene sujetos de diverso orden y complejidad. La comunicación es una actividad que en principio, según quedó apuntado en la noción general, involucra situaciones, es algo más allá de lo sólo  individual siempre. De ahí que su percepción cotidiana supone por lo menos la participación de dos entidades. Esto es la marca de su naturaleza, de su materialidad. Esos actores involucrados en esas situaciones tienen visiones individuales de lo que sucede, pero también visiones sistémicas, que provienen de los ámbitos de socialización que los han formado, de la historia de las situaciones en que han participado. Cada vez que se presenta un acontecimiento de comunicación, de puesta en común, hay varios niveles de organización perceptiva  involucrados, desde lo individual hasta lo social general. Y cada nivel supone la posibilidad de percepción de lo que sucede por parte de los participantes, y por tanto de una representación posible, y la posibilidad de modificar esa situación así representada. La Comunicología participa en el primer ejercicio, el de la construcción de representaciones, con el oficio de la ciencia. Y la Comunicometodología participa en el segundo ejercicio, el de la intervención en la situación representada en alguna dirección. Dependiendo de la magnitud de la situación representable según la complejidad de su composición y organización, será la magnitud de la participación posible en detectar un problema y su consiguiente ensayo de solución.  Esto implica que una representación será de un tipo u otro  dependiendo de la participación de los involucrados en el contexto situacional representado. Si sólo uno de los participantes construye la representación, esta y su campo problemático será de un tipo menos comunicacional, si en el otro extremo, todo los involucrados participan en la construcción de la representación y el perfil del campo problemático. Dependerá de la práctica en comunicación lo que suceda en el movimiento de un extremo a otro del gradiente de la participación. No es lo mismo un ego pensando en una estrategia para poner en común algo, que una comunidad interactuando para decidir o construir el espacio de puesta en común de algo. La dimensión de la comunicación en el caso más individual es más pequeña, en el caso comunitario es muy grande. La Comunicometodología se encargaría de recorrer ese gradiente con todas sus opciones, para llevar primero a los actores a la síntesis de la representación, y después a la búsqueda y resultado de una solución. Todo dentro del gran principio constructivo de la comunicación de la puesta en común. Mirando primero cómo ponemos en común lo que tenemos en común, y luego mirando cómo buscamos y hacemos para poner en común eso, y cómo podemos hacer para hacerlo mejor o de otra manera, o dejarlo de hacer o hacerlo menos.

Segunda parte.- Etnometodología y Comunicometodología.

De manera formal la Comunicometodología es parte en este momento del programa general de construcción de una perspectiva científica de la comunicación, la Comunicología.  Este status es temporal, con el tiempo irá adquiriendo independencia en todos sentidos. En un principio fue pensada como la parte práctica de un programa que pretendía construirse simultáneamente en una dimensión teórica y una práctica, a la manera de la organización del conocimiento en ciencia e ingeniería. Por una parte las preguntas y la búsqueda de sus respuestas, y por otra parte los problemas y la búsqueda de sus soluciones. Ambas visiones se alimentan una a la otra. El punto está en que alguna puede tomar la iniciativa en algún momento y con ello clarificar el camino para la otra. El proyecto pensaba que sería la Comunicometodología la primera, pero no fue así. Por lo menos no en parte.

Mirando el camino que habían seguido las otras ciencias sociales, la propuesta de una ciencia de la comunicación imaginó que sería posible la construcción conceptual por tres vías. Por una parte la reconstrucción del camino seguido por el concepto de comunicación en su vida multidisciplinaria, hasta encontrar formas de comunidad de sentido científico. Por otra parte apostando a una configuración a priori de ciencia general nacida en un impulso inicial con un cuerpo completo de premisas y perspectivas, a partir de una noción primaria y una epistemología constructiva poderosa, como la Sistémica, por ejemplo. Y en tercer lugar por vía de la reflexión de los actores sociales mismos sobre lo que nombran con esa palabra, comunicación, y por ese medio ir haciendo el catálogo de situaciones y problemas para una ciencia descriptiva-empírica, y por otra parte, en forma simultánea y a partir de lo anterior,  la construcción de un catálogo de asuntos por resolver y asuntos resueltos en operaciones prácticas sintetizadas en la vida cotidiana de la comunicación. Este tercer camino es el de la Comunicometodología.

La Comunicometodología de esta manera se propone como un camino paralelo al de la Etnometodología, buscando en el actor mismo la reflexividad sobre el asunto de la comunicación en sus diversos aspectos, poniendo al comunicólogo como un sistematizador de la experiencia, la vivencia, y el discurso sobre ellas, de individuos, grupos, y comunidades sociales. El proyecto es viable a largo plazo, y supone una gran empresa en trabajo de campo. La propuesta sigue ahí esperando su momento.
Por otra parte esta el mundo de la Ingeniería social, que en principio se propone como una ciencia aplicada de una perspectiva científica sociológica, la Sociocibernética, y después se asocia a la Comunicología. Es decir, la perspectiva de la Ingeniería social puede desarrollarse como ciencia aplicada de ambos desarrollos científicos y de otros, como la Sociología Fenomenológica, la Psicología social constructivista, u otros. En este contexto la primera apuesta fue desde la Sociocibernética, y la segunda desde la Comunicología. Ambas como apuntes de algo por desarrollar, ambas propuestas desde una perspectiva constructivista sistémica. Todo por hacer, todo por explicitar, las formas científicas, la perspectiva epistemológica, las ingenierías sociales posibles derivadas de ello. Todo el programa inicia a principios de los años noventa del siglo XX, y la Comunicología ha recibido la mayor atención por parte del promotor inicial de todas estas ideas en estos primeros años del siglo XXI, el GUCOM, Grupo hacia una Comunicología posible.

Tal y como se dispuso el proyecto en un principio, la Ingeniería social necesita que las ciencias sociales sistémicas se desarrollen, para a partir de ellas andar su propio camino de problemas y soluciones desde esa perspectiva. Así está la situación en principio, además del posible ajuste de todo el esquema según vayan apareciendo nuevos elementos para su diseño y creación en general. La Comunicología en ese sentido es un apoyo para una Ingeniería social con una perspectiva de comunicación, entendida, según el proyecto original, desde una epistemología sistémica constructivista. Y por otro lado el programa de Ingeniería social desde la visión de la comunicación, puede también ir avanzando en un catálogo de problemas según una noción elemental de comunicación sistémica. Estas dos situaciones suceden, las nociones elementales propuestas iniciaron su movimiento. Mientras el programa de las fuentes históricas hacia una Comunicología avanza y casi concluye en una primera etapa,  las notas sobre una Comunicología general también siguen acumulándose para su posterior sistematización, y la primera propuesta de una Comunicometodología aparece desde una perspectiva de intervención social.

Todos los proyectos tenderán a adquirir autonomía, la Ingeniería social, la Comunicometodología y la Comunicología. Y en el camino se irán alimentando unos a otros, al tiempo que se asocien y relacionen con otras trayectorias científicas y de ingeniería. El punto es que esto ya está sucediendo. El programa de la Comunicología posible avanza, el de una Ingeniería social basada en una Sociocibernética también, y el de una Ingeniería social asociada a una Comunicología posible ya tiene sus primeros esquemas de trabajo. Incluso aparecen nuevas propuestas que pueden aportar nuevos elementos a la situación, como es la de la Comuniconomía, que a la manera de la Economía, se propone identificar en forma normativa a la comunicación, apoyándose en la Comunicología y moviéndose hacia una Ingeniería social de la comunicación.

La Comunicometodología puede convertirse en una gran fuente básica de la Ingeniería social de la comunicación, como proveedora de los problemas percibidos por los actores mismos bajo el nombre genérico de comunicación. Y puede ser también una proveedora de la primera guía de soluciones a esos problemas, obtenida de la propia reflexividad operante de los actores sociales. Y al mismo tiempo puede ser la organizadora de base de las líneas de investigación de la Comunicología, en tanto identifica los marcos situacionales de la comunicación, así como sus rasgos característicos, desde el punto de vista del actor mismo, de las relaciones de comunicación mismas, percibiéndose y pensándose a sí mismas.
Lo que queda por aclarar es cómo sucederá todo esto. Se requieren programas metodológicos sólidos, un catálogo de técnicas de investigación abundante y flexible, una reflexividad tecnológica en investigación de primer nivel, una configuración clara constructiva de lo que es la ciencia, de lo que es la teoría, de lo que es el conocimiento científico y el conocimiento en otros órdenes. Y una serie de marcos de apoyo, que lo mismo vincularán al proyecto el pensamiento matemático, que el hermenéutico-fenomenológico, que el dialéctico, que a la retórica, la estética, la ética, la lógica. En fin, el proyecto general es exigente hoy, pero lo será aún más mañana. Muchos serán los recursos necesarios, pero muchos son los recursos a la mano en este momento. La comunidad académica universal está ahí, con todo su saber enciclopédico en movimiento, y la comunicación forma parte de ella.

Aquí toca por el momento pensar sobre el papel que tiene la Etnometodología  para imaginar a la  Comunicometodología, y reflexionar sobre los que viene a partir de esa configuración. Para ello basta sólo un pequeño apunte sobre las ideas básicas de la Etnometodología y algunas ideas más sobre puntos de convergencia con otras perspectivas que confluyen en el proyecto hasta aquí apuntado.
 
La idea de la Comunicometodología surge del conocimiento de la propuesta de la Etnometodología. La primera visión es la de la interacción observando a la propia interacción. Esta reflexividad de segundo orden funda la perspectiva de la Comunicometodología. Se trata de que la comunicación piense y observe a la comunicación, que la interacción misma aprenda de sí misma, se mejore a sí misma, se complejice a sí misma. El objeto de la Comunicometodología es la comunicación misma y sus métodos naturales de acción y reflexión, enriquecidos, mejorados, promovidos, por la propia comunicación y la ciencia y sus recursos.

La Etnometodología implica ante todo una ruptura con el pensamiento sociológico tradicional. De la ruptura de la Sociología con el sentido común, aquí se trata de recuperar al sentido común y a sus formas de expresarse. Todos somos sociólogos en estado práctico. El lenguaje ordinario expresa la realidad social, la describe y la construye al mismo tiempo. Todo grupo social es capaz de comprenderse a sí mismo, de comentarse, de analizarse. En este sentido puede afirmarse que esta perspectiva es una clara versión del constructivismo en una perspectiva social.

La Etnometodología se instituye sobre el reconocimiento de la capacidad reflexiva e interpretativa propia de todo actor social. La forma de conocimiento práctico es esa facultad que todo individuo, experto, o profano, posee y aplica en la rutina de sus actividades prácticas cotidianas. Procedimiento regido por el sentido común, la interpretación se plantea como algo indisociable de la acción, y al mismo tiempo algo compartido por el conjunto de los actores sociales. Si los actores producen objetivación, ello implica que el conocimiento científico no posee el monopolio de la objetivación.

La Etnometodología es la ciencia de los etnométodos. Los etnométodos son los procedimientos que constituyen el razonamiento sociológico práctico. Debido a esto la problemática entometodológica nos obliga, primero, a revisar las relaciones entre el conocimiento profano del mundo social por un lado, y por otro, el conocimiento científico construido por los sociólogos a partir de los conocimientos profanos. Segundo, a considerar al conocimiento profano como fuente de conocimiento que modifica y entiende al mundo sin necesidad del conocimiento científico de los científicos.

La Etnometodología tiene en general dos sentidos. Primer sentido. Como un tema de estudio, como asunto. Las metodologías, o razonamiento sociológico práctico, empleadas por los miembros de la sociedad, observadas durante la gestión normal de sus asuntos cotidianos. Segundo sentido. Como observación de los etnométodos que utilizan cotidianamente los actores, que permiten vivir juntos, incluyendo sus conflictos, y que rigen las relaciones sociales que mantienen. Esos etnométodos son locales, particulares a un grupo, y no son de entrada legibles para un extraño.

Para los etnometodólogos el corte epistemológico entre conocimiento práctico y conocimiento erudito no existe. La visibilidad de lo social no es monopolio de la actividad científica. El sociólogo erudito trata al actor social común como un idiota cultural, alguien desprovisto de juicio. Alguien que produce la estabilidad de la sociedad al actuar de acuerdo con las alternativas de acción preestablecidas y legítimas, que le proporciona la cultura. Para la Etnometodología el actor social común es portador de la constructividad social, no es el sistema normativo exterior el que determina, sino las opciones situacionales que el actor concreto toma al actuar.

El objetivismo aísla el objeto de la investigación, introduce una separación entre observadores y observados, relega al investigador a una posición exterior. Hay un orden preestablecido que se reproduce y es analizable. En el subjetivismo el objeto no es una entidad aislada, sino interrelacionada con aquél que lo estudia. Rehabilita lo transitorio, tendencial y singular. La gran pregunta es, ¿el actor hace o es hecho? No existe diferencia de naturaleza entre los métodos que emplean los miembros de una sociedad para comprender su mundo social, y los métodos de los sociólogos profesionales para llegar a un conocimiento científico del mundo, la separación objetivismo científico de primera y subjetivismo social natural de segunda es ideológica.

La Etnometodología se configura en un fondo de reflexividad sociológica, insiste en la observación de lo que une en relaciones sociales a los actores que en ellas intervienen. La Comunicometodología acepta esta perspectiva pero le hace un énfasis, no se trata sólo de la vida constructiva de las relaciones sociales  a través de etnométodos, sino de la vida constructiva de los sistemas de información y comunicación. La Comunicometodología entiende y asume la crítica constructivista a la Sociología tradicional, pero también asume y desarrolla la perspectiva sistémica del mundo social. La pregunta en el aire es si la información y la comunicación como nociones constructivas y sistémicas son superiores y suficientes, ante las nociones de la Sociología tradicional y la propia Etnometodología.

Tercera parte.- Ingeniería social, Ciencia social, y comunicación.

La perspectiva etnometodológica permite una visión constructivista de la vida social. Al no ser sociológica al cien por ciento, por aquello de la situación y su distancia crítica de la normatividad general de un sistema social supraindividual determinante, queda en un terreno más propio de la Psicología Social, al darle toda la importancia a las situaciones particulares, aquellas que la Sociología nombra como micro-sociología, y por otra parte se sale del programa sociológico al dejar de lado el mundo deductivo de la ciencia y los científicos por el mundo tal vez deductivo, tal vez inductivo, incluso abductivo, del sentido común del actor social común. Y en este sentido aparece como una fuente clara para desarrollar una perspectiva constructivista de la comunicación interactiva en la Comunicometodología directamente surgida de sus propuestas. El asunto así planteado es sólo el principio, quedan pendientes diversos elementos, algunos de ellos han tenido ensayos de convergencia sintética, los dos más interesantes son el de Bourdieu, desde la perspectiva sociológica que ensaya un punto de vista constructivista, y la propuesta del análisis institucional, que deriva en el Socioanálisis, de fuerte raíz constructivista, y más cercano de la veta de la Etnometodología y su inclinación a la acción reflexivo constructiva.

Pierre Bourdieu intenta una síntesis del nudo general entre lo particular y lo general, entre lo objetivo y lo subjetivo. Propone su trabajo como constructivismo estructuralismo, o estructuralismo constructivismo. Desde el Estructuralismo la propuesta es que existen en el mundo social, y no sólo en los sistemas simbólicos (lenguaje, mito, etc.), estructuras objetivas independientes de la conciencia y de la voluntad de los agentes. Desde el Constructivismo la propuesta es que hay una génesis, por un lado, de los esquemas de percepción, de pensamiento y de acción, que son constitutivos de lo que llama Habitus, y por otra parte, de las estructuras sociales, en particular lo que llama campos o grupos, sobre todo de lo que de nomina normalmente como clases sociales. La ciencia social oscila entre dos posiciones aparentemente irreconciliables, el objetivismo y el subjetivismo. Por un lado los hechos sociales como cosas (aquí estaría la Sociología positivista), y por el otro el mundo social como representaciones (aquí estaría la Etnometodología y la Sociología Fenomenológica). Pero no todo puede ser visto siempre de esa manera.

Existe una posible Síntesis. Por un lado, las estructuras objetivas que construye el sociólogo en el momento objetivista, dejando a un lado las representaciones subjetivistas de los agentes, son el fundamento de las representaciones subjetivas y constituyen los obstáculos estructurales que pesan sobre las interacciones,  pero, por otro lado, estas representaciones deben ser también retenidas si se quiere exponer especialmente las luchas cotidianas individuales o colectivas, que aspiran a transformar o a conservar estas estructuras. Bourdieu percibe con claridad que la subjetividad social es necesaria en una propuesta sociológica, además de la perspectiva emancipatoria de la desestructuración de la norma social en la interacción. Pero por otra parte pide un respeto al poder del sistema normativo. Y apunta a un sentido común sintético que permita mirar desde las dos partes para observar con mayor complejidad a la vida social. Esto significa que los dos momentos, objetivista y subjetivista, están en una relación dialéctica y que, aunque el momento subjetivista parezca muy próximo a los análisis interaccionistas o etnometodológicos, cuando es tomado separadamente se encuentra alejado de ellos por una diferencia radical, los puntos de vista son aprehendidos como tales referidos a las posiciones dentro de la estructura de los agentes correspondientes. Bourdieu no asume la radicalidad sólo la acepta. Así que deja aún abierto el asunto, aunque deja elementos para su configuración más compleja.

Por otra parte está la propuesta desde el lado radical del instituyente ordinario. Con Lapassade el análisis institucional encuentra su primer origen en una perturbación de las rutinas y en una puesta al día de un orden instituido construido, cuya construcción se había olvidado. Se negaban los sociólogos tradicionales a tomar en cuenta la sociedad instituyente presente, pero oculta, en los grupos. Para Garfinkel en lo instituido se olvida lo instituyente que lo ha producido. Cornelio Castoriadis, entre el marxismo y la fenomenología, opone a la sociedad instituyente a la sociedad instituida. René Lourau retoma a Castoriadis. Louis Quéré afirma que la Etnometodología también propone el trabajo de institución.  Lapassade lo nombra como instituyente ordinario. Este se opone y enfrenta al clásico instituyente extraordinario de las revoluciones. La Sociología tradicional ve en las instituciones el marco terminado de nuestras prácticas, la Etnometodología insiste en el instituyente ordinario operante en la vida cotidiana.

Garfinkel, en 1987 (celebrando los 20 años de Estudios en Etnometodología), hablando de Parsons (que cumplía 50 años con la Estructura de la acción) cita a Durkheim y su aforismo fundacional del pensamiento sociológico. La realidad objetiva  de los hechos sociales es el principio fundamental de la Sociología. La realidad objetiva de los hechos sociales es una realización continua y práctica, en cuanto que toda sociedad se produce localmente, está organizada naturalmente y es reflexivamente descriptible, esta realidad objetiva es el fenómeno fundamental de la Sociología en cuanto que dicha realidad es en todas partes, siempre, sólo, exacta, y enteramente el trabajo de los miembros, según la Etnometodología. Desde este punto de vista el slogan es en realidad un conjunto de instrucciones de investigación. El orden social se produce localmente e interaccionalmente. Esta organizado naturalmente y es reflexivamente descriptible. Los estudios etnometodólogicos se distinguen por su insistencia en la producción y la descriptibilidad del orden social. Muestran cómo los miembros de una sociedad producen y exhiben juntos, en su vida ordinaria, la coherencia, la fuerza, el carácter ordenado, la significación, la razón y los métodos del orden social.

Como puede apreciarse la Etnometodología se mueve hacia un lugar donde coincide con el Socioanálisis y otras perspectivas praxiológicas. Todo esto se mueve del lado de la práctica, de la acción social, entendida desde una perspectiva subjetiva y reflexiva, por tanto discursiva. En cierto sentido el movimiento de un pensamiento social que observa y reflexiona, en un sentido especulativo y racional, y sólo desde el punto de vista del investigador científico, revienta en esta perspectiva. Pero también la veta que se mueve desde un empirismo operacionalista, donde el investigador y su punto de vista serán lo único relevantes a la hora de formar juicios sobre lo social. Aquí el punto clave es el actor social y la misma vida social como una red de relaciones e interacciones, moviéndose a sí misma, existan o no sociólogos o Sociología con mayúsculas. El movimiento praxiológico es en definitiva una nueva forma de entender la vida social. Algo que el marxismo había apuntado pero no desarrollado, algo que la Comunicometodología puede retomar e impulsar. El constructivismo parece ser la clave en todo este espacio de opciones. Y la relación entre acción y representación uno de los primeros hilos conductores.

Un punto de tensión en el diálogo constructivo de las humanidades y las ciencias sociales es la posible perspectiva de una Ingeniería social. La dimensión práctica del conocimiento parece un asunto difícil de asimilar por el pensamiento tradicional. La tradición humanística ha bloqueado la información y la comunicación con la ciencia y la ingeniería. El espacio del diálogo sobre la comunicación puede retomar lo que la tradición humanística ha dejado fuera, además de retomar las rupturas interiores a las mismas ciencias sociales, como la Etnometodología, y las visiones de la praxis en todos sus frentes.

La propuesta de un programa de trabajo parte de la perspectiva de la construcción de sistemas de conocimiento de diverso orden, desde lo práctico y desde lo científico. A partir de sistemas de información y sistemas de comunicación, en un sentido sistémico y constructivista. Ahí se configura el horizonte de posibilidades según los desarrollos de una Comunicología posible, y de una Comunicometodología posible.
Hasta hoy la ciencia se ha desarrollado con un esquema pobre de comunicación, tanto en operación como en visión. El investigador es un individuo aislado, o casi, que observa al mundo, procesa lo observado a partir de algún sistema de información, y sintetiza una conclusión que refuerza o altera algún elemento del sistema de información, representación del mundo observable. Y eso es casi todo. La metodología de investigación consiste en un aparato de configuración de conocimiento a partir de grupos de sistemas de operaciones sobre la observación, el registro de observaciones, la sistematización de ellas, y la síntesis de conocimiento a partir de esa sistematización. Separación entre sujeto y objeto de la investigación. La ciencia social con el modelo de la ciencia del siglo XVIII, XIX y XX. La investigación puede llegar a condiciones de aislamientos extremas, las cuales incluso pueden ser consideradas como deseables o necesarias. El mundo occidental de la ciencia privilegia a la información sobre la comunicación. Los investigadores son islas, autistas, y parece haber un acuerdo para que así sea. De nuestra propia tradición y costumbre de investigar, la construcción de sistemas de información parece ser la estructura más evidente y central, casi única. En la ciencia tradicional todo es sistema de información.

La Ecología de investigación depende de las relaciones que existen entre los diversos investigadores y sus diversos niveles de organización y complejidad. Y también de las relaciones entre esos diversos nodos y sistema de vinculación interior, con el resto del mundo social, y el mundo en general. La matriz de esta imagen puede llegar a ser muy compleja y complicada. La pregunta básica es sobre la importancia de la comunicación en todo este conjunto de relaciones e interacciones, como concepción, como guía, como cosmovisión.

En principio el mundo de la investigación requiere niveles de comunicación mayores que el resto del sistema social. Sintetizar conocimiento supone que los investigadores aislados se configuren en redes de asociación para compartir información. La cultura de comunicación es parte fundamental de la cultura de investigación. Comunicación entre investigadores y entre investigadores y actores sociales comunes y especiales. Los investigadores trabajan, integrando redes, compartiendo los sistemas de información procesados, métodos, datos, conclusiones, operaciones para observar, entender, percibir en forma más compleja en comunidad. Sistema de comunicación en acción, vinculado actores procesadores de información de diversos tipos. En ese sentido el desarrollo de la ciencia es otro, social, colectivo, comunitario. La organización es más compleja, el conocimiento es más público y compartido, las condiciones de síntesis individuales y colectivas de información son de un acelerado metabolismo social y comunicacional. A esto agregamos la emergencia de la infraestructura de información y comunicación con desarrollos en informática, telemática, computación, ingeniería de sistemas. El resultado es una sociedad de información de alto desarrollo.

La comunidad de investigación en comunicación constante con el resto de la sociedad y dentro de sí misma promueve una nueva sociedad de comunicación. Aparece una cibercultura compleja general y generalizada de la información, la comunicación y el conocimiento, que promueve una comunidad de comunicación. En este movimiento de la Ciencia Información a la Ciencia Comunicación la enseñanza de la Etnometodología es clave. También el aprendizaje de las aproximaciones praxiológicas, como la Investigación Acción, el Análisis Institucional, la Intervención en desarrollo comunitario, y otras. La Comunicometodología retoma todos estos antecedentes e intenta una síntesis, desde la perspectiva de una cosmovisión Comunicológica.


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Jesús Galindo Cáceres

Doctor en Ciencias Sociales, maestro en Lingüística y licenciado en comunicación. Fundador del doctorado en comunicación de la Universidad Veracruzana (2001). Autor de 23 libros y más de doscientos artículos publicados en trece países de América y Europa. Profesor en Argentina, Brasil, Colombia, Perú, España y México. Miembro de la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación (AMIC) desde 1982. Miembro del Programa de Estudios sobre las Culturas Contemporáneas (Programa Cultura) desde 1985. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (SNI-CONACYT) desde 1987. Coordinador del Grupo de Acción en Cultura de Investigación (GACI) desde 1994. Miembro de la Red Cibercultura y Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (RECIBER) desde 2003. Promotor de la Red de estudios en teoría de la comunicación (REDECOM) y del Grupo hacia una Comunicología posible (GUCOM) desde 2003. http://www.geocities.com/comunicologia_posible

 

 

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