Número 12, Año 3, octubre 1998 - enero 1999

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EL CONOCIMIENTO Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN

Romeo Pardo
 
 

Es casi un lugar común decir que la información es el componente más importante del progreso de las sociedades modernas actuales. Las llamadas “sociedades post-industriales” y las culturas con un gran crecimiento del sector servicios atribuyen a la información un valor estratégico debido a que  la  eficacia en el logro de los objetivos de una empresa o institución depende, en gran medida, de la cantidad y la calidad de la información que manejan. En la cultura anglo sajona, la información ha pasado a ser un valor relativo, por lo que se considera que el conocimiento implica información, datos, imágenes e imaginación, así como actitudes, valores, y otros productos simbólicos de la sociedad, tanto si son ciertos, como aproximados e, incluso, falsos. (1)

No obstante, en nuestras culturas mesoamericanas todavía la matriz cultural fundamental que da sentido y utilidad última a la información, cualquiera que esta sea, es el núcleo familiar y comunitario, si bien esta arraigado a tradiciones, mantiene valores, de los cuales la información es un sinónimo de verdad y de objetividad.

Hoy en día se habla de una revolución en las comunicaciones y, por ende, en la cultura. La tecnología de la información está desarrollando grandes posibilidades de acceso a la información que antes sólo era privilegio de especialistas. El común de la gente, en sociedades desinformadas  conoce el 70 % de la información requerida para operar y sobrevivir en las sociedades urbanas -a través de la prensa, la radio y TV, entre otras formas colectivas e interpersonales de obtener información; sin embargo, para lograr conocer el 80%, el individuo debe formar parte de una élite profesional o gremial, y para tener acceso al 90% de la información disponible prácticamente debe pertenecer a un selecto grupo o una élite de especialistas o desempeñarse en altos puestos de dirección. El 10% del nivel más alto se considera información privilegiada, que sólo circula de cara a cara o de persona a persona, y representa la expresión de las decisiones y acuerdos que se toman a nivel de las cúpulas de las altas esferas de los gobiernos, las organizaciones empresariales y los organismos internacionales, entre otras organizaciones cuyos intereses normalmente trascienden las fronteras nacionales.

¿Será posible que la tecnología de la información logre dotar a las sociedades modernas de la cultura de la información trascendente a través de sistemas que permitan el acceso democrático al conocimiento?. Este es el núcleo de nuestra propuesta.

Si tomamos en cuenta que la información tiene valor en cuanto pone en acto su capacidad de establecer relaciones significativas entre hechos, argumentos, juicios de valor, demandas y propuestas,  para así tomar decisiones y llevarlas a cabo, es pertinente el esfuerzo que podamos hacer para desarrollar conscientemente una nueva cultura de la información con la ayuda de las llamadas tecnologías “blandas” o “software”adecuadas a nuestras necesidades.

El conocimiento en sí es poder. En la cultura contemporánea esta cualidad se ha transferido a la información. Pero es en nuestro siglo, en que la especulación con la información y su utilización para influir en las decisiones, es recurrente,  ha hecho de la información un componente indisociable del poder y de la capacidad de control, así como de la puesta en práctica de estrategias de dominación cultural de toda índole.

Los medios de comunicación e información representan la moderna síntesis del llamado “cuarto poder” y en determinados momentos históricos y culturas específicas han jugado el papel de verdaderos contrapesos del poder gubernamental, de manera que, en su rol más estricto, como representantes de la sociedad civil, la prensa y, en menor medida, los medios electrónicos (ahora cibernéticos) son los vigilantes de la tarea y responsabilidad de los gobiernos. Así también, como instrumentos de creación de consenso, representan la posibilidad de acelerar los procesos de información y toma de decisión con mayor apego al consenso de las grandes mayorías pues, querrámoslo o no, las culturas occidentales promueven cada vez más el uso de formas de democracia directa, como el referéndum o el plebiscito, que no esta ajeno a la llamada telecracia en la que, las telecomunicaciones y las formas de comunicación interactiva, podrán facilitar  el sondeo de las opiniones y tendencias mercadológicas y/o políticas, por lo que debemos alertarnos para no caer en la ilusión de formas participativas que anulen las formas tradicionales, grupales y comunitarias, de nuestras culturas.

La posibilidad de que la información se transforme en conocimiento depende de la posibilidad de transformación de las estructuras mentales, es decir, del cambio en la conciencia de la realidad (2). Esta será la verdadera revolución cultural. Cada nuevo conocimiento cambia la estructura de conocimiento, intensificándola y dotándola de nuevas posibilidades de interrelacionar hechos de la realidad aparentemente inconexos. Estas estructuras culturales procesarían  las nociones y los conceptos que se desarrollan en los procesos de percepción, aprendizaje y enunciación a través de los diversos lenguajes sonoros e icónicos.

Esta actividad simbólica es la base de un proceso cultural que al interrelacionar crea una nueva existencia, basada en una nueva, antes impensada, relación, esto es, desde nuestra perspectiva, una mayor conciencia de la realidad. Esta es una capacidad inherente al ser humano para establecer relaciones significativas entre datos de manera que éstos se transformen en inteligencia y ésta a decisiones plenamente conscientes.
 
La cultura de la información implica una comprensión de una compleja organización de sistemas y subsistemas (3). Esto representa la necesidad del conocimiento científico para estudiar la realidad como algo integrado, que se une articuladamente en un todo. La idea central de la comprensión de los sistemas es la noción de  “relación”. La relación implica la existencia de un vínculo entre dos o más entidades, el orden que existe entre ellas y también la causalidad que se da entre las entidades. Sin la idea de relación es imposible imaginar siquiera otra realidad. A partir del concepto de relación, y sólo a partir de él, podemos hablar de una totalidad y de una estructura. En estos términos es posible entender la realidad como un todo cuya existencia misma depende de sus partes y donde cada parte es tal gracias a las demás que integran la totalidad. Esto significa cambiar el sistema de entidades autosuficientes y separadas de las demás para pasar a una visión acerca de la realidad como algo que es relación, y que existe gracias a la interdependencia entre los seres que le rodean (4).

De tal manera, concebimos una realidad que se hace y se deshace, posiblemente una nueva dialéctica de la realidad, es decir, su visión cambiante y, por lo tanto, histórica. La realidad entonces es siempre mutante y se condensa en núcleos de relaciones. La relación, así entendida, no se limita a dos términos, sino que es múltiple, por lo que la existencia de un hecho se explica por numerosas relaciones o vinculaciones con otras cosas.
 

Por lo anterior, se requiere el desarrollo de un sistema para el desarrollo de una cultura de la información organizado por las instituciones públicas, privadas y sociales del país y operado por organismos autónomos como las Universidades entre otras instituciones de cultura.
 

El sistema que se propone  estructura con base en las siguientes etapas:

a) Almacenar información estratégica que es actualizada permanentemente en bases de datos relacionales;
 

b)Recuperar información precisa en el momento oportuno y adecuado para tomar decisiones concretas a nivel gobierno, empresas, organizaciones sociales y civiles e , incluso, usuarios individuales;
 

c)Interrelacionar y correlacionar la información estratégica a una alta velocidad, con el fin de maximizar el proceso que permita establecer criterios sólidos y veraces de  selección de cursos alternativos de acción, así como toma de decisiones previsoras y coherentes. Operado por especialistas e acuerdo con organismos plurales de la sociedad.
 

Para este fin se desarrollan actualmente elementos de registro y medición, así como parámetros específicos que indiquen tendencias y dinámicas en la evolución de procesos diversos en áreas económicas, políticas y sociales, entre otras que puedan ser desagregadas, tales como educación, agropecuaria, seguridad pública, sector industrial, ecología, etc,
 

Creación y Desarrollo Bases de Datos Relacionales

La relacionalidad de las bases nos permite generar información para otros sistemas de registro y seguimiento tales como:

1. Cronos:
Seguimiento diacrónico y sincrónico, es decir, a través del tiempo, con productos tales como cronologías, calendarios agrícolas, religiosos, políticos o cívicos, entre otras formas de estructuración de las actividades cíclicas de las sociedades. El análisis sincrónico permite comparar y evaluar los eventos que se dan en un mismo momento del tiempo.

2. Textos:
Conformación de conjuntos significativos de textos que sintetizan el pensamiento de personajes nacionales e internacionales. Los discursos, pronunciamientos, declaraciones programáticas y posturas ideológicas en ocasiones coyunturales, permiten desagregar, en campos significativos, la esencia pública del personaje.

3. Quién es quién:
Consiste en  un típico directorio de currícula de personajes nacionales e internacionales, correspondiente a los diferentes niveles de la administración de los gobiernos las empresas y consorcios, los organismos internacionales y las diversas cúpulas de instituciones diversas.   La posibilidad de conformar un curriculum dinámico para cada persona. La información sobre la movilidad política, el liderazgo, la capacidad de convocatoria y la pertenencia a redes es estratégica.

Las redes:
El conocimiento de la estructura de las redes, conformadas por  grupos primarios y secundarios, es sólo una de las ventajas relacionales que aporta este recurso de sistematización de información, las redes pueden ser enormemente útiles, flexibles y antiburocráticas. Algunos especialistas han  aplicado comparativamente el cálculo matricial a las redes mundiales y a los problemas mundiales y demostraron cómo estaban vinculadas las redes de ideas o  problemas, cómo se superponían las redes de organizaciones y cómo estaban relacionadas las ideas y las organizaciones  . Las redes como organización básica del futuro son una uniformidad similar a la estructura burocrática de principios de siglo, pero con mayor capacidad de incorporar las estructuras informales de relación, que permiten un nivel superior de organización más flexible y más libre.
 

Creación de acervos en bases de datos y multimedia
Es posible diseñar y desarrollar conjuntos de información significativa que sean de utilidad práctica para mantener actualizada la actividad profesional de los especialistas, por lo que podemos pensar en campos de la información  propios de disciplinas tales como:

Cultura jurídica:
Leyes, reglamentos y ordenamientos, que pueden abarcar desde cambios y enmiendas constitucionales hasta acuerdos internacionales, en materia legal; por otra parte, se puede generar un proyecto de seguimiento y concentración de información sobre programas y presupuestos nacionales, estatales o municipales; sectoriales o por rubro económico o rama de la producción, etc.

Cultura humanística:
El sistema puede mantener un registro de información referente a libros, novelas y textos literarios, archivo de imagen y audio (pintura y música) que representen interpretaciones sui generis de la realidad. De esta manera, el pensamiento que circula en las elites intelectuales y académicas puede ser sistematizado, agrupado en forma significativa y rearticulado a las formas nuevas de construcción del consenso.

Cultura geográfica:
La información tiene una mayor relevancia si esta asociada a la logística y a las formas territoriales de relación, por lo que la “geografía de la información” y la posibilidad de mapear los eventos, cualesquiera que estos sean, permite al tomador de decisiones diseñar estrategias acordes a las posibilidades de difusión de la información acopladas a los modernos sistemas de información e integración territorial y a sus determinantes geopolíticas, así como a las tácticas de los bloques económicos y los mercados regionales y globales. Este acervo es indispensable ante las modernas relaciones multinacionales de los bloques de América (TLC), Europa y Asia, entre otros.

Cultura agroecológica:
Una de las aplicaciones más importantes de los ordenadores y bases de datos es la relacionada con la adecuada administración y recreación de la riqueza biótica y el aprovechamiento de la biodiversidad para la restauración del equilibrio ecológico  mundial,  a través de la explotación racional de las riquezas naturales con la aplicación de tecnologías acordes Al desarrollo autosustentable.

Cultura interdisciplinaria:
Una vez integrados los diversos agrupamientos significativos por disciplina es posible simular los diversos escenarios posibles y deseables , así como los escenarios tendenciales e, incluso, escenarios pesimistas que hoy en día son utilizados sistemáticamente en disciplinas integrales como la prospectiva y la futurología.

Las nuevas formas de aprovechamiento de la energía, tales como las de la energia solar, así como las posibilidades de funcionamiento de la telemática (los sistemas de comunicación acoplados a los sistemas informáticos), y el desarrollo de las redes organizacionales, hacen posible, en el futuro inmediato, la desconcentración del trabajo y la producción, revolucionando los conceptos de fábrica, oficina y centros de trabajo y reubicándolos prácticamente en el hogar y la oficina personal.

Estas posibilidades permiten una opción de intercambio y de procesamiento de información más frecuente y acelerado, que abate el concepto de distancia en aras de la posibilidad de comunicación total . Consideramos que dado que muchas de sus anteriores funciones y operaciones pueden llevarlas a cabo pequeñas unidades de producción armadas con potentes tecnologías de la información , la gran empresa se esta viendo desposeida de alguna de sus tradicionales razones de ser. Estas organizaciones han reemplazado la organización burocrática del conocimiento por sistemas de libre flujo de información, con organizaciones, alianzas y equipos que bien pueden ser temporales y rearticularse coyunturalmente. La naturaleza de la interacción de sus componentes es siempre sobre una base creativa e innovadora, con capacidades tanto imaginativas como de acción pragmática. Las microtecnologías hacen posible, ahora, a nivel local, lo que antes era sólo posible a nivel nacional, de manera que con un sólo esfuerzo productivo es posible traspasar las fronteras y colocar resultados y productos a nivel internacional.

 
Notas bibliográficas

(1)Toffler, Alvin.
El Cambio del Poder
Plaza y Janes Editores
Barcelona, 1990.

(2)Goldmann, Lucien.
El Concepto de Información
en la Ciencia Contemporánea
Ed.Siglo XXI
México, 1972

(3)Van Gigch, John P.
Teoría General de Sistemas
Ed. Trillas, México, 1987.

(4)Sancen, Fernando.
“Reflexiones Acerca de la Inteligencia
Artificial”
en Configuraciones del Mundo Actual
Revista Política y Cultura, Año 1, No. 2.
Universidad Autónoma Metropolitana
México, 1993

 

 
 

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