Número 12, Año 3, octubre 1998 - enero 1999


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PERIÓDICOS Y ELECCIONES EN VERACRUZ, ¿TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA?

 

Juan Enrique Huerta Wong
 

INTRODUCCIÓN

  México se encuentra en medio de una vorágine de cambios históricos y económicos, como muchos autores se dedican escudriñar cotidianamente.  Diría que la transformación se remonta a poco más de una década y que está a la par de la evolución mundial que data del fin de la guerra fría y el triunfo del modelo económico de la concentración, que en nuestro país toma forma en el paso del neoliberalismo por sobre la substitución de importaciones.  Porque esto es consecuencia y no causa, también muchos autores contemplan como irremediable la muerte del sistema político mexicano que posibilitó la permanencia de un proyecto social -cumplido o no- y la suma de factores -sistema de partido dominante, corporativismo, presidencialismo de facto no constitucional, autoritarismo moderado, éxito financiero mediante un modelo de protección al mercado interno, la substitución de importaciones, y algunos de tipo cultural como el culto aparente a la educación, el machismo, etc.- que dieron origen a múltiples estudios de nuestra forma de sociedad.  A esto le llaman transición a la democracia.

 Esta vorágine de acontecimientos lleva a mi juicio el riesgo de absortarse en las generalizaciones y dejar de lado los datos menores que son los que considero nos otorgan las más de las veces, una visión más cercana a nuestra realidad.  Desde ese acercamiento a lo ìpequeñoî, se me ocurre proponer que dado que una de las características inefables de nuestro sistema político fue su curiosa gran capacidad de flexibilidad para amoldarse a situaciones de crisis internas y a las presiones de cambio en el interior, se puede ser muy escéptico con el concepto de transición a la democracia.

 Hablo de que la democracia tiene que ir  más allá de sus raíces etimológicas y tomar forma en un tipo de sociedad en la cual la mayoría de sus componentes tome noción de la existencia del otro y en que su bienestar es el propio.  Esto no existe en la mayor parte del mundo desarrollado y por lo demás, ese no es un parámetro conceptual de democracia.  Lo acepto de antemano.  Pero creo que lo que si puede haber, por donde, si es preciso, debemos replantear entonces este concepto, son visos de transformación hacia esa parte más racional de sobrevivencia humana.  Para ello, es obvio, son precisas condiciones sociales de mayor apertura, de las que, ahí si, la transición política es un primer paso.

Los medios de comunicación masiva (MCM) cumplen un rol importante en la canalización de un cambio en la cultura política.  Ello sin embargo se dificulta en nuestro país debido a la tradición de sujeción de los MCM al proyecto político dominante durante todo el siglo veinte mexicano.

 Para estudiar cómo los MCM dan cuenta de su visión del mundo que les rodea existe una categoría fundamental:  el conflicto.  En el caso específico a estudiar, este conflicto tomó forma cuando los partidos, después de procesos internos sumamente desgastantes, iniciaron campañas rumbo a la elección de 1997 a la presidencia municipal de Veracruz, principal ayuntamiento de este estado, que lleva el mismo nombre.

 Por razones de economización de espacio y demás recursos, tomaré solo en cuenta en el estudios a los tres partidos políticos que más representación tienen entre el electorado veracruzano y a los demás sólo como parámetros o testigos para evaluar el grado de exclusión que los periódicos en análisis hicieron de las organizaciones que si consideré.

SUPUESTOS

 Observo que dado que el subsistema de los medios de comunicación es toral para la construcción íntegra del sistema político dado su papel vehicular de mecanismos de transmisión simbólica como amalgamaje social, es posible estudiar desde el análisis de su contenido manifiesto, el grado de desarrollo del sistema político.  Con la premisa de que el conflicto es el mejor escenario de actores, estrategias y visiones de mundo políticos y tomando como muestra los periódicos, podremos dar cuenta de la manera en que el subsistema de comunicación media la realidad política e inferir así su imaginario acerca del sistema político en un momento histórico determinado. Si los medios de comunicación intentaron, en el conflicto político que nos ocupa (la elección local durante el segundo semestre de 1997), salvaguardar los intereses que significan la postergación del sistema político dominante a todo lo largo del siglo 20, entonces habrá motivos para desconfiar de la transición democrática.

El análisis de contenido, según lo asumo, es una propuesta metodológica que tomada desde la perspectiva de la teoría crítica permite, a partir de la cuantificación de unidades de análisis tomadas de las características de cada medio de comunicación, cualificar el tipo de sociedad que producen los mensajes en estudio.  Supone cuatro pasos sustanciales, a saber, a) la definición de categorías que tratará el análisis, b) el establecimiento de preguntas a contestar y/o la elaboración de un manual, c) la cuantificación de las unidades de análisis, d) la valoración de los datos obtenidos partiendo de un modelo previamente establecido.

Por razones de espacio en la redacción del presente documento  se sigue el primer paso, el segundo y el cuarto, únicamente.  Las variables a analizar son género, medida, inclusión de fotografías, mención del nombre de candidatos, adjetivación, fuentes, citas textuales, textos sin firma, actividades
proselitistas que en unos periódicos se incluyeron y en otros no.  Se hace énfasis en los textos y se menciona porqué no se analizaron las imágenes más que de manera superficial.  Esta revisión, de la que se debe admitir como primer término que no es exhaustiva, considero si es suficiente para tener una idea clara de cuál fue el comportamiento de los periódicos locales en Veracruz durante el reciente proceso electoral de 1997 para decidir quien gobernaría el municipio.
 

DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN.

La muestra.

El tiempo de las campañas se dividió en tres partes a su vez, correspondientes a tiempos naturales de quince días, de acuerdo con la categorización explícita que el PRI en la entidad dio a conocer en el marco de su programa Cien Días por Veracruz. La intensidad aumentó a medida que la jornada electoral se acercó, según lo programado.

 Para efectos del estudio, opté por un muestreo de etapas múltiples  discrecional, tomando en cuenta la clasificación de Krippendorff al respecto (1990: 97-100).  Estratifiqué los periódicos tomando en cuenta solamente aquellos de mayor tiraje, circulación diaria y matutina y consideré de los mismos a su vez las superficies redaccional y publicitaria, según veremos más adelante.  Consideré asimismo esta calendarización de tres etapas y aquellas fechas que mostraron situaciones límite en la campaña, es decir, donde  el conflicto mostró sus crestas álgidas.  Tomé así una fecha por cada periodo de quince días, observando una relación muestral de 1/15, donde 1 es la muestra y 15  el universo de días campaña/publicaciones.

 La muestra, que se completa con las publicaciones del día de la elección se aplicó en cada uno de los tres principales periódicos de la ciudad de Veracruz, a saber, Notiver, El Dictamen y Sur -en orden de capacidad de circulación y tiraje-.  Importante para la consideración de la muestra fueron los días donde ya sea sincrónica o diacrónicamente, supusieron hechos que darían igual relevancia a las campañas de los tres principales candidatos.

 En primer lugar, se consideró el primer debate entre los candidatos, que tuvo como escenario la radiodifusora XEU, que en Veracruz aporta el mayor número de radioescuchas de acuerdo con cifras del Instituto Mexicano de Radiodifusión -Imra-.  Otro criterio para la muestra fue la visita a la ciudad de Veracruz de los dirigentes nacionales de los tres partidos involucrados en el estudio con la finalidad explícita de apoyar a sus candidatos a la presidencia municipal.

 Puesto que se trataba de personajes de similar envergadura, consideré que el tratamiento para la información de las giras de trabajo declaradas debió haber sido también similar, o cuando menos acorde, como lo afirman Aguayo y Acosta (1997), a la proporción de simpatizantes de cada partido o candidato entre los lectores de cada periódico, tomando en cuenta los resultados de las votaciones de los últimos tres procesos electorales en Veracruz .  De este modo, los días seleccionados fueron el 9 y 25 de septiembre, así como el 12 y 19 de octubre.  En el primer día tuvo lugar el debate, el segundo fue el marco para la visita del presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido de la Revolución Democrática, Andrés Manuel López Obrador; los también dirigentes nacionales del PRI y PAN, Mariano Palacios Alcocer y Felipe Calderón Hinojosa presidieron giras de trabajo con sus candidatos locales en el tercer caso y, como antes se dijo, el cuarto día muestra fue escenario de la jornada electoral.

Los periódicos.

De los tres periódicos independientes en estudio  analizo solo la primera sección, escenario privilegiado de la política noticiable, siendo esta a la vez el escenario ideal del conflicto civilizado.  No paso por alto que noticias con voluntad de influencia política pueden ocupar otras secciones de un periódico (sobre todo en forma de new news), sin embargo, parto del supuesto que una supervisión a este espacio será suficiente para determinar las estrategias específicas que cada periódico en la ciudad de Veracruz tuvo durante las campañas a la elección municipal de 1997 y por tanto su visión de la realidad política en cuanto social.

 Ahora bien, de esta primera sección excluí al mismo tiempo las planas que al lado de su número de paginación anunciaron su carácter exclusiva como divulgadoras de información de orden  nacional, internacional, policiaca  o de finanzas.

 Tampoco paso por alto que el análisis de estas planas pudo arrojar resultados interesantes que permitieran observar las inclusiones, exclusiones y jerarquizaciones de cada partido en escala nacional (en el caso de las páginas nacionales) o de partidos con filiación similar a la de los participantes aquí, que mantengan actividades en otros países (el PSOE y el PP españoles como los símiles del PRD y PAN locales, por ejemplo); sin embargo, como en el caso anterior, consideré que si una noticia generada en otro lugar de cualquier partido y transmitida al periódico mediante agencias informativas era suficientemente relevante bajo los criterios editoriales de cada empresa, sería incluida en las páginas locales.

Temarios.

 Para su estudio, el periódico se puede dividir en dos superficies.  Borrat las denomina redaccional y publicitaria (1989: 149). El temario global del periódico combina las voces de los narradores y de los comentaristas en sus dos superficies.

El análisis se concentra en narraciones de textos publicados en la superficie redaccional.
 
UNIDADES DE ANÁLISIS.

 En la superficie redaccional, el periódico organiza sus estrategias distribuyendo a las voces de sus redactores y colaboradores, así como a los mensajes icónicos que las acompañan (fotografías, caricaturas), por los diversos escenarios que la componen:  portada, secciones de información  política, social, económica, cultural,  etc.  Espacios privilegiados son la portada y las primeras páginas impares, sobre todo la 3.  En los periódicos designados para el análisis se detectó la relevancia otorgada a las contraportadas en dos de los casos y en otros dos, la página 2 destacó noticias, diseñando una agenda para la lectura del ejemplar.
 

NARRACIONES.

El periódico tiene un discurso propio: como narrador de lo que ocurre en la escena política, se enfrenta con pocos pero poderosos competidores, pugna en el subsistema de los medios contra sus pares de la misma o de distinta periodicidad y contra los otros medios de comunicación de masas.

Este narrador ñagrega Borrat- cuenta sus historias de diversas maneras:  dejando implícita o explicitando su interpretación de los temas que relata; mediante estructuras rígidamente codificadas -las noticias- o estructuras más libres -las crónicas, los reportajes, las entrevistas.

Narraciones.

De las narraciones fueron considerados:

-   su jerarquización en los diferentes espacios del periódico.
- la extensión es otro punto a considerar para conocer la importancia que se da al hecho;
- identifiqué en su caso las notas sin firma, haciendo las consideraciones al respecto.  En cada caso y siguiendo la sugerencia de Aguayo y Acosta (1997:89) identifiqué al actor político que trata la nota.

 Para el caso de notas informativas o de cualquier subgénero narrativo, se numeran y para ejemplificar algunas veces se citan, aquellas ideas en donde el autor adjetiva.  Según Aguayo y Acosta, los periodistas que cubren el hecho destacan los aspectos que consideran relevantes y utilizan para ello adjetivos que califican la acción que describen; esta práctica -dicen- no es censurable salvo que haya un patrón reiterado de apoyo o condena, lo que me propuse encontrar.

 
RESULTADOS.
 
Número, medida, fotografías.

Consideremos el tamaño de las noticias que cada medio concedió a los actores en estudio.

 La muestra de Notiver arrojó como resultado la publicación de tres noticias para la difusión de actividades del candidato del PAN o del partido donde se destacó la figura del mismo personaje. Con el mismo criterio de análisis se encontraron siete narraciones acerca del PRI y cuatro para el PRD. Como parámetro, se puede apuntar que este periódico publicó en la misma muestra cuatro noticias acerca del PVEM, que es la quinta fuerza electoral en este puerto con solo lo suficiente para no perder el registro de electores.

 De los textos encontrados con información acerca de actividades donde participó el candidato de Acción Nacional, se encontró que en todos los casos fueron destacadas por el periódico:  dos merecieron la publicación en la primera plana y una más en la contraportada, si bien no alcanzó la privilegiada parte superior de la primera página más que en la narración de un enfrentamiento entre panistas y priístas ocurrido en la zona conurbada fuera de la ciudad, una de las noticias principales del día de la elección.  De las noticias acerca del PRI cinco de las siete merecieron su inclusión en la primera plana y una más en la contraportada, en tanto que el PRD fue jerarquizado como digno de la primera plana en dos ocasiones y dos veces más se incluyó en la contraportada.  Es de enfatizar que en ningún caso los textos que destacaron actividades relacionadas directamente con los candidatos del PAN y PRD fueron excluidos de las páginas de mayor jerarquización en este periódico.

Se encontraron en total 14 narraciones referentes a los candidatos y 25 a otros miembros en estudio, haciendo un universo de 39 textos, de los que ocho destacaron información acerca del PAN, sumando apenas un 20.51 por ciento de la superficie total de estas narraciones, en tanto que 21 fueron para el PRI con un 53.84 del total y diez para el PRD, que rebasó el 25.64 por ciento; la suma de los dos principales partidos opositores no igualó la cantidad de narraciones que Notiver consideró oportuno difundir a sus lectores de las actividades priístas en el marco de la campaña.

 El contraste es aún más radical en cuanto al tamaño que estas narraciones ocuparon en la superficie redaccional.  El PAN suma una plana completa de información y un añadido superior a media página, correspondiente a 40 centímetros por seis columnas, mientras que el PRI supera fácilmente las seis planas y el PRD apenas alcanza una superficie inferior a media página. Es decir que mientras el PRI apenas supera el 50 por ciento en cuanto al número de narraciones publicadas, esto le es suficiente para hacerse de más del 75 por ciento de la superficie narrativa analizada, lo que significa que el tamaño unitario de estos textos es casi siempre mayor a los que trataron información de otros partidos.

 Este mismo contraste está presente en la cantidad de fotografías que se publicaron en los temarios que comprende la muestra, correspondiendo tres a color para el candidato del PAN, 6 para el PRI y 3 para el PRD, en tanto que en blanco y negro aparecieron dos  con imágenes de actividades de campaña del PAN, 3 del PRI y  2 del PRD.  Si bien a simple vista parece que la inequidad no es muy profunda, porcentualmente el PRI es apenas superado por la suma de ambos partidos, que rebasa levemente el orden del 50 por ciento.  Se observa mejor cuando agregamos que por cuanto corresponde a dirigentes y funcionarios de los partidos que presidieron actividades de campaña, el principal periódico de la ciudad publicó en los temarios que comprende el estudio una fotografía a color del PAN, siete del PRI y tres del PRD en primera plana, mientras que en interiores aparecieron tres gráficas más del PRI y dos del PRD.  Como parámetro, podemos agregar que cuatro imágenes del PVE aparecieron a todo color en la primera plana de estos temarios, mientras que en blanco y negro fueron publicadas tres imágenes más del PRI y cuatro del PRD, haciendo un total, solo en este rubro, de tan solo una fotografía de actividades de campaña del PAN a color, por 13 del PRI y 9 del PRD.  Nuevamente la suma de la difusión gráfica de las actividades de ambos partidos no igualó siquiera a la  cantidad de imágenes alusivas a la campaña priísta.

 Un total de 19 narraciones en El Dictamen resultaron de los temarios de la muestra para este estudio,  siete refieren actividades de candidatos y doce más de dirigentes o funcionarios públicos que presidieron actividades de partidos.  De entrada, la desproporcionalidad es evidente, pues tan solo una de la segunda categoría no corresponde a información acerca del PRI.  De hecho, El Dictamen fue el único periódico que en calidad de empresa y organización se pronunció abiertamente a favor de un candidato y un partido.
 
 A diferencia de Notiver, que concedió realmente poco espacio en ese privilegiado escenario que constituye la parte superior de la primera plana, en El Dictamen tres de los cuatro ejemplares de muestra observan noticias de ocho columnas abiertamente favorecedoras al PRI, mientras que en dos de las mismas publicaciones aparecen titulares de cintillo destacando actividades de campaña.   De sus 18 narraciones analizadas, El Dictamen concedió en 10 ocasiones la primera plana, ocho veces en la parte superior, marcando una notable diferencia con el otro estándar, Notiver, que como vimos casi siempre permitió las publicaciones en su primera página pero en muy pocas ocasiones y nunca en el titular principal, admitiendo información relativa a las campañas cuidando siempre de evitar hacer explícita su tendencia.  El total de textos acerca del PRI sumó un total de seis planas y un agregado de 19.5 centímetros x 8 columnas, sobre la información procedente del Partido Acción Nacional, cuya superficie redaccional en El Dictamen solo llegó a sumar 29 centímetros por 6 columnas sin ocupar nunca la primera página.  Esta medición, como en el caso anterior, incluye dos fotografías a color y tres en blanco y negro que los temarios de la muestra incluyeron con la imagen del candidato, así como cuatro que ilustraron las actividades que en apoyo al representante priísta llevaron a cabo dirigentes y funcionarios públicos que se ostentaron como militantes de ese mismo partido.

 Cabe apuntar que si bien la información en este periódico excluyó abiertamente al PRD y al PAN, la suma de inclusiones a la información procedente del PRI es apenas superior a la de Notiver, lo que constituye un rasgo a partir del cual podemos observar las jerarquizaciones del primer periódico en estudio.

  El caso de Sur es curioso.  Este periódico, cuya aparente filiación abiertamente perredista le ha concedido curules para los miembros de la familia propietaria en el Congreso federal, como antes se dijo, dio cabida a 23 narraciones que tocaron el tema electoral, 13 de las cuales merecieron espacios privilegiados, solo una de las cuales apareció en contraportada y el resto en la portada.  De estas 13, 10 describieron actividades del PRI en el marco de la campaña (tres del candidato), dos del PAN y una del PRD,  mientras que de 10 más que se incluyeron en páginas interiores, seis fueron del PRI, tres del PAN y una del PRD (del candidato).  Sur nunca incluyó en su primera página, durante los temarios de la muestra, narración alguna de actividades donde se destacara específicamente los eventos, discursos o declaraciones protagonizadas por el representante del PAN en la elección, lo que puede explicarse desde una lógica económica, como veremos más adelante.

 La suma de las narraciones alcanzó en el caso de Acción Nacional tres planas con 36.5 centímetros por 5 columnas, es decir, casi cuatro planas completas, considerando que este periódico se edita en formato tabloide, por lo que una página mide 38 centímetros por cinco columnas.

 Sur publicó de las actividades de campaña del PRI un total en su superficie redaccional de cinco planas con un sobrante de 32.5 centímetros por cinco columnas.  El caso del PRD fue más pobre, alcanzando sus actividades de campaña un total de dos planas y 21.5 centímetros por cinco columnas.  En cualquier caso, es el periódico que mayor equidad en el tamaño dio a la información procedente de los partidos políticos, debido quizá a la pugna que durante los últimos cinco años protagonizó con el PRI y con la administración estatal en Veracruz.  Sin embargo, encontró otras vías para canalizar sus preferencias, como destacó en la variable anterior.  Esto fue evidente sobre todo en la jornada del 12 de octubre, una semana antes a la elección, cuando Sur llenó prácticamente su portada y contraportada con un amplio despliegue de cobertura a la reunión que el dirigente nacional priísta tuvo con el candidato a la presidencia municipal de Veracruz en impresionante mitin, lo que valió además la inclusión de seis textos en su superficie narrativa.  Es significativa por su proximidad a la jornada electoral.  Este periódico fue asimismo el único que se abstuvo de emitir casi cualquier información alusiva al tema electoral el día de los comicios.
 

Citas, menciones, fuentes.

 Notiver rescató a lo largo de la muestra solo seis citas textuales en contra del PAN, mientras que a favor del PRI fueron 29, con las mismas seis en contra y cinco de autoelogio.  Otra vez de forma negativa reprodujo dos citas alusivas al candidato del PRD.  Destaca el que nueve de esas 29 citas reproducidas a favor del PRI fueron en la narración que da cuenta del debate aparentemente ganado por el representante priísta, mientras que en la misma situación de homogeneidad se reprodujeron dos citas que evidenciaban aspectos negativos del abanderado panista.  Particularmente en esta narración ocurre esta frecuencia en la variable Citas debido a que todos los periódicos reprodujeron sólo el discurso y propuestas del candidato priísta, pese a que suponía la relación de una situación tan homogénea como puede ser un debate.

 Un solo renglón de equidad destaca en el tratamiento a la información electoral, correspondiente al número de veces que el periódico citó el nombre de los candidatos contendientes, donde el representante de Acción Nacional alcanzó 15 menciones por 16 de los abanderados priísta y perredista.  En ninguno de los casos la repetición de las figuras semánticas de nombres completos de los candidatos, elaboradas por el diseño propagandístico de los partidos,  fue suficiente para considerarlo una tendencia.  Esta equidad fue sin embargo quizá el producto del diseño propagandístico del PRI, que pretendió vender en todo momento al electorado una fórmula de tres hombres, aprovechando el renombre que entre la ciudadanía alcanzan las figuras del candidato suplente a la presidencia municipal y a la sindicatura única, el primero un conocido empresario y el segundo el ganador del récord Guiness a la persona que más casamientos civiles ha llevado a cabo en el mundo.  En este caso, diré para ejemplificar que la figura del candidato a la sindicatura fue mencionada diez veces a lo largo de los temarios.

  La frecuencia con que los candidatos de cada partido fue utilizado como fuente por Notiver fue también más o menos equitativa, con dos ocasiones para el PAN y PRI en cada caso y cuatro veces para el representante del PRD, mientras que dirigentes del PAN no fueron nunca consultados, contra siete veces en que lo fueron líderes priístas y dos por parte del PRD.  Nuevamente funcionarios del PRI y PRD recibieron en esta línea un tratamiento más o menos equitativo con tres narraciones en que se tomó como fuente actores políticos que se pronunciaron abiertamente como priístas y dos más para los perredistas, en tanto que los funcionarios panistas no fueron consultados en este carácter.

ocasiones para el PAN y PRI en cada caso y cuatro veces para el representante del PRD, mientras que dirigentes del PAN no fueron nunca consultados, contra siete veces en que lo fueron líderes priístas y dos por parte del PRD.  Nuevamente funcionarios del PRI y PRD recibieron en esta línea un tratamiento más o menos equitativo con tres narraciones en que se tomó como fuente actores políticos que se pronunciaron abiertamente como priístas y dos más para los perredistas, en tanto que los funcionarios panistas no fueron consultados en este carácter.

 El Dictamen jamás citó actores ajenos al PRI, que sumó en esta variable nueve positivas y tres de autoelogio.  Como antes mencionamos, el papel del gobernador, citado como fuente en cuatro ocasiones,  contra siete del candidato y solo dos de los dirigentes del partido, evidencia por una parte el importante papel que como jefe de facto del partido oficial sigue aún ocupando el jefe del Poder Ejecutivo a todos niveles, y por otro,  la cercanía de este periódico con el poder local.  De igual modo, salvo tres menciones divididas entre los representantes panista y perredista, las figuras priístas abarcan la totalidad de la realidad electoral que El Dictamen reflejó en sus temarios, con 39 menciones, 33 para el candidato del PRI a la presidencia municipal, que en 18 ocasiones coincidió con el nombre proyectado por el partido en su estrategia propagandística.

  Utilizando como fuente en dos ocasiones al candidato del PAN y en seis ocasiones al abanderado del PRD, Sur excluyó en cambio al representante priísta en la contienda como declarante, abriéndose por otra parte a los dirigentes de ese partido, que fueron consultados en cinco ocasiones, contra dos del PAN y solo una del PRD.  Funcionarios participaron en entrevistas que se utilizaron con fines proselitistas en tres ocasiones para el PAN, 7 para el PRI y solo dos en el caso del PRD, aunque esto puede ser proporcional a la forma en que los partidos están representados en el aparato gubernamental, donde el PRI conforma aún una amplia mayoría.

El candidato del PAN fue excluido en Sur, que publicó sólo una vez su nombre y eso fue el día del debate entre los principales actores en conflicto, citado en una nota sin firma que remarcó la figura del representante del PRI.  En contraste, esa misma publicación mencionó 13 veces de diferentes formas el nombre del postulante priísta, que alcanzó en toda la muestra 16 menciones, contra 19 del representante perredista que además encabezó el número de ocasiones en que los productores de textos noticiosos se apegaron a la fórmula proporcionada por esa organización, en    14 ocasiones.

Adjetivos

 En Notiver se encontraron cuatro adjetivos positivos para el candidato del PAN y cuatro para el del PRI, en tanto que ocho negativos fueron para el mismo abanderado priísta y dos para el PRD.  En cuanto a las narraciones donde se destaca la figura de dirigentes y funcionarios que se ostentaron militantes en actividades de campaña, destacaron tres adjetivos positivos para los miembros del PAN, 3 para el PRI y 2 para el PRD (como parámetro, se publicó asimismo una para el PPS) en narraciones de primera plana, lo que parece un dato equitativo, si no es porque el total detectado en la muestra suma cuatro adjetivos positivos para el PAN, 14 para el PRI y dos para el PRD; así como 12 negativos  para las actividades de campaña del PRI y 1 para el PRD.

 Otro rasgo significativo son los 13 adjetivos positivos con que narraciones de El Dictamen hicieron encomio de la figura del candidato del tricolor.  Sin el menor recato, este periódico sumó a esta cifra 41 adjetivos que destacaron cualidades positivas de dirigentes del partido, en especial del líder estatal priísta y de funcionarios públicos que se ostentaron en algún momento de la campaña como militantes, privilegiando la figura del gobernador al presidir eventos proselitistas.

 Por su parte, Sur también privilegió sobre actores de otros partidos en conflicto, las características de los personajes priístas al estructurar sus narraciones, de tal manera que el análisis de la muestra reveló una suma de ocho adjetivos positivos para el candidato del PRI a la presidencia municipal por uno del PRD, en tanto que en tres ocasiones el representante tricolor recibió adjetivaciones negativas.

En el renglón de adjetivaciones a otros miembros de los partidos en estudio este periódico benefició al PRI, partido que alcanza un total de siete calificativos positivos y cuatro negativos, contra dos y tres en el caso del PAN y solo uno positivo en la suma de narraciones de actores principales del PRD, pese a que como antes vimos, este periódico habría concedido una mayor importancia, por ejemplo, a la visita del dirigente nacional perredista.  Es significativo que sólo en las narraciones respecto a la visita del líder nacional del PRI se detecten cinco adjetivos positivos, lo que se suma a la mayor jerarquización hacia las actividades de esa organización que esta empresa periodística le concedió apenas una semana antes a la jornada electoral.  Estas cifras también destacan, como también se mencionó antes, el tratamiento generalmente desfavorable que se dio a Acción Nacional.
 

De las omisiones y textos sin firma

  No se registraron tendencias en las exclusiones a candidatos, aunque si con otros actores de los partidos que participaron en actividades de campaña: El Dictamen y   Notiver prácticamente no dieron cobertura a la información resultante de la visita de dirigentes nacionales de Acción Nacional.  El Dictamen decidió no editar asimismo una información abiertamente adversa hacia algunos actores principales de ese partido, como el candidato suplente a regidor Roger Pavón Espinoza y el coordinador de la campaña, José Luis Lagunes López, quien de acuerdo con textos publicados en Notiver y Sur el 12 de octubre, se habrían impuesto como dirigentes de la sección local del sindicato petrolero.
 
 La información de noticias publicadas sin firma proporciona datos sobre inserciones pagadas que son incluidas a manera de información, buscando engañar a los lectores para conseguir impactos más positivos que los de la publicidad convencional en medios impresos.  En este caso, puesto que el candidato del PAN fue el único que no registró este tipo de inclusiones en el periódico Sur, único MCM de los que componen el estudio que decidió dar cabida a este tipo de textos, es posible predecir desde ahí que hubo directamente una posición de chantaje con ese partido en conflicto, al que pareció nunca ceder el ahora presidente municipal de esta ciudad, a juzgar por el trato siempre adverso en la superficie redaccional de esta publicación.

 A lo largo de la muestra fueron localizados tres textos sin firma dando difusión a actividades del PRD y dos más del PRI, entre los cuales destaca la relación del debate entre candidatos, que bajo el título Contundente Triunfo del Candidato Priísta a la Alcaldía da cabida a una narración que idéntica, es editada a  su vez por El Dictamen intitulada Chantiri gana Debate, texto aparentemente armado en la oficina de comunicación social de la campaña e introducido como información recogida y producida por los periódicos, agrediendo así a los lectores de dichos MCM, lo que a mi juicio revela cómo opera una empresa periodística aparentemente partícipe de la democracia, afanada en reflejarse en los lectores y alejada en su discurso del binomio PRI-gobierno como es la Compañía Editora del Istmo.  Curiosamente, la visión de Notiver acerca del debate es, como antes se mencionó, la misma de estos dos periódicos, para lo cual recogió únicamente ideas del supuesto actor ganador del debate.

DISCUSIÓN

La cobertura informativa de Notiver, Sur y El Dictamen tendió a ser favorable al PRI, su candidato y su oferta política en el municipio de Veracruz, durante el proceso electoral del segundo semestre de 1997, por sobre el resto de partidos analizados.

Estos medios no cumplieron con su objetivo social de proporcionar una información objetiva  del proceso electoral, equilibrada para los principales participantes.  Puesto que el resultado de la elección fue adverso a su objetivo latente de influir a favor del PRI, deslegitimados ante la sociedad, corren el riesgo de ver disminuido drásticamente su número de lectores, con lo que verían amenazado su principal propósito, que es lucrar con su producto primero, la información.

Asimismo, no indican que varias de sus informaciones corresponden a transcripciones casi íntegras de boletines de prensa.

Con base en el análisis de contenido realizado podemos también inferir que el resultado de la manera como los periódicos locales en Veracruz cubrieron el proceso electoral, tendió a que los electores veracruzanos tuvieran información abundante sobre el PRI y su candidato, intentando influir sobre su acción al no proporcionar elementos similares que permitieran a sus lectores conocer la oferta política del resto de los partidos en el conflicto.

Los periódicos locales en Veracruz asumieron una posición en el conflicto, en dos de los casos, inclinando la balanza frecuentemente a favor del PRI pero sin tomar partido abiertamente.  El Dictamen asumió por su parte un rol de involucración en el conflicto de lado del PRI.

 Asumo entonces que los periódicos locales en la ciudad de Veracruz mediaron estructural y cognitivamente la realidad del conflicto dando mayor y mejor difusión a las actividades del PRI, incluso aquellos que abiertamente tienen intereses con otros partidos políticos, debido a que la alternancia en el poder les es completamente ajena a su visión de mundo.

Puesto que el subsistema de MCM es parte fundamental del sistema político, podemos asegurar que al menos una parte de éste, una muy importante, no está cambiando sino solo adaptándose a nuevas reglas de aparente equidad que no soportan un análisis más o menos concienzudo.

Cuestionar algo que se asienta por hecho es muy difícil, sobre todo cuando eso, como en el caso de la transición a la democracia, es observado desde una multiplicidad de autores, perspectivas teóricas, escuelas, corrientes, solo para citar la parte académica, pues los periódicos, la televisión, los actores políticos, participan también de esta convención.  Sobre todo cuando, como es mi caso, se intenta enfrentar esa proliferación de voces con herramientas epistemológicas e instrumentales limitadas.

 Al término de este trabajo no llego a la comprobación de que la transición a la democracia, entendida inicialmente como el paso de un sistema político autócrata a uno más horizontal, esté mucho más lejos de lo que creamos.  Es  tan compleja la realidad nacional en México, tan diferentes los problemas culturales vividos región a región, que no parece serio llevar a la generalización un ejemplo tan estrecho geográficamente como puede ser el puerto de Veracruz.  Es más, esto ni siquiera puede llevarse a cabo estudiando el grado de democratización de los medios de comunicación a todo lo largo de la entidad, tal como no es posible entender, por ejemplo, el proceso histórico de la Revolución Mexicana desde el corte tangencial de una sola región.

 Del mismo modo, aún cuando se pudieran alcanzar generalizaciones del grado de democratización de los periódicos de todo el país, aún quedaría la duda de si esto alcanza a todos los medios de comunicación y si no será necesario estudiar etnográficamente, por ejemplo, la cultura de los actores políticos para llegar a generalizaciones más puntuales del sistema en el que se desenvuelven.  Volando un poco y toda vez que he propuesto que la democracia no puede parar en lo político, como frecuentemente se ha hecho creer al tocar el tema de la transición, tocaría a otro tipo de estudiantes estudiar aspectos disímiles pero básicos para la comprensión del fenómeno como la profundización de la evolución democrática en la cotidianidad por un lado para llegar al plano más micro y por otro, modelos de economía alternativos de desarrollo que permitan plantear matemáticamente, que es posible el acceso a la democracia.  Entonces, las preguntas son demasiadas y muy difíciles de contestar desde el estudio de la comunicación.

 Ante este alud de preguntas no hechas, cabe decir que este trabajo no sobra.  Plantea algunas dudas, lo cual siempre es importante.

 Este trabajo pretendió encontrar algunas líneas de interpretación, no de opinión, de la realidad de la evolución democrática de la sociedad mexicana desde la óptica del sistema político, analizando para ello su relación con su principal subsistema legitimador, los MCM, utilizando el contenido explícito de los periódicos en un sitio y un conflicto específicos.  Para ello es preciso mencionar con Calvillo (1998) que la interpretación no es una opinión sino darle un significado a un pasaje a partir de los elementos que lo conformaron.  Opinar ya es desaprobar o acreditar moralmente un hecho.

 Quedan pues muchas más dudas que al principio.  Esta, finalmente, es solo una mirada desde el interior del país, de la relación MCM-sistema político, de alguien que pretende aportar a la discusión de la transición democrática desde la modestísima figura del estudiante de comunicación en provincia. Si alguien 1) la lee  y 2) enriquece con ello su visión de la sociedad mexicana, este trabajo habrá valido la pena.
 
 

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