UNA PIEDRA EN EL CAMINO

Por: María Isabel Cerón Otoya

(Colombia)

Contamos los días, las horas, los minutos para la llegada del nuevo milenio. Extraños grupos religiosos planean suicidios colectivos. Los intelectuales se cuestionan. Nosotros los mortales pensamos en donde vamos a pasar la tan esperada noche vieja....hay otros que siguen en el debate acerca de si el cambio de siglo es este diciembre o el próximo (a esos podemos darlos por descontados de una vez).

Acá lo que nos estamos preguntando es ¿a dónde nos va a llevar tan esperado momento?... ¿será que una vez dadas las doce campanadas del próximo 31 de diciembre estaremos un paso más adelante en algo?

Es claro que con amanecer en el nuevo siglo no marcará ningún cambio tangible. Amaneceremos, como todos los años: unos con mas resaca que otros, unos habiendo comido bien, otros habiendo comido mal, otros sin haber comido, pero todo será básicamente como ha sido siempre. Tal vez este año gastemos mas dinero en paseos, fotos y videos familiares. Mas lágrimas. Mas promesas acerca del cigarrillo, la fidelidad, el trabajo. Mas de lo mismo.

Entonces, ¿qué significa el cambio de siglo?

Mas aún, ¿qué significa el cambio de siglo para nosotros como LATINOAMERICANOS?

Es claro que nuestra rumba será mas animada, pero ¿hay algo mas?

¿Acaso lo que implica es pensar en términos de futuro, mañana, porvenir, progreso, desarrollo?

Latinoamericanos. Somos Latinoamericanos. Así nos reconocemos, así nos sentimos y aunque el concepto haya sido inventado por otros (alguno mas poderoso que para confirmar su estatus nos enseña a ser lo que creemos que somos. En este caso fue Francia el responsable de la denominación, pero eso ya no importa).

Somos latinos. Música, caderas, sambas y mariachis. "Integración de los pueblos latinoamericanos". "Realizar el sueño de Bolívar (...) pero el Golfo es nuestro".

¿Y nos preguntamos qué reto nos plantea el Siglo XXI?

Parece que la respuesta no es tan difícil, en tanto que tengamos un sincero interés por lograr fortalecer a la región internacionalmente. Unirnos, buscarnos y encontrarnos, es en nuestro entender el reto que plantea a América Latina el nuevo siglo. De esta manera la integración pasará de ser el motivo de brindis, tanto de altos políticos en sus cumbres, como de los demás habitantes de la región, que encontramos en este sueño, una razón para celebrar y emocionarnos al reconocernos como hermanos a través de "pero sigo siendo el rey".

¿Latinoamérica para qué?. ¿Realmente queremos ser uno solo? ¿Y cómo haríamos entonces con el Golfo?

...depronto pensando así el brindis se eche a perder, pero parecería mejor sentarnos a pensar y como comunicadores, ser capaces de transmitir un discurso coherente a través de los distintos canales que están a nuestra disposición.

Solo así tendrá sentido nuestro brindis.

¡¡¡SALUD!!!