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Comunicación y democracia: El tiempo libre como práctica colectiva
 
Por Elsie Mc Phail Fanger
Número 17

El tiempo libre como espacio democrático entre géneros:

Este trabajo es parte de una investigación más amplia sobre la manera como organizan su temporalidad hombres y mujeres urbanos en la ciudad de México y el tiempo libre como parte de dicha temporalidad. En ese contexto lo que se pretende es explorar la posibilidad de implementar políticas públicas con el objeto de que se impulse el tiempo libre como fenómeno colectivo.

Desde la perspectiva de género se vio la necesidad de comparar la experiencia del tiempo libre en ellos y ellas: su manera de organizar su tiempo así como la democratización de los espacios femeninos y masculinos que se dan a partir de un mayor o menor uso de tiempo libre. Este se define en principio como un tiempo elegido libremente, sin coerción en donde se hace lo que a uno le es grato, le reconforta, le recrea y que no está necesariamente sujeto a leyes del mercado. Puede ser un espacio solitario o un territorio comunicativo en el que interactuan dos o más personas o en el que no hay intercambio comunicativo alguno.

Puede convertirse en espacio de emancipación y de libertad en donde se ejerce la democracia en la familia, en la pareja, en el trabajo, en la vida cotidiana.

En ese sentido es especialmente útil la aportación de Habermas a la teoría de la acción comunicativa que ofrece la posibilidad de avanzar en el conocimiento acerca de los recientes desarrollos que ofrece la teoría crítica. Esta habla sobre la naturaleza política en la libertad inherente al concepto tiempo libre, misma que ha sufrido una deformación a causa de su creciente mercantilización y su vínculo cada vez más estrecho con el consumismo.(1989:15-68)

Esta transformación paulatina da fe de la instrumentalización que acompaña al proceso de modernización al tiempo que debilita la base cívica del tiempo libre íntimamente asociado al concepto de libertad.

Aquí se antoja necesario analizar la relación entre el potencial emancipatorio de una práctica a la luz de su contenido contemporáneo para explorar la existencia de diferencias de género. La emancipación, la define Habermas como el proceso de poner al descubierto y preparar el terreno para la eliminación de restricciones en el desarrollo de las capacidades humanas incrustadas en prácticas comunicativas existentes. Es un concepto clave en la relación comunicativa democrática que incluye el tiempo libre y pone en tela de juicio tanto el contenido como la justificación de las prácticas sociales de tiempo libre en su nombre.

Un análisis crítico de la "libertad" en el tiempo libre habrá de abordar las prácticas sociales del tiempo libre, particularmente su evolución histórica, permaneciendo atentas frente a rupturas entre principio y práctica.

Por ejemplo, demandas para lograr la "libertad" y las formas particulares del tiempo libre que de hecho registran libertad o la canalizan hacia prácticas de estrecho alcance.

Recientemente, algunos estudios sobre el género, en especial los de Benhabib y Cornell, se han unido a esta visión crítica, apuntando que el individuo fuera de su contexto como sujeto "autónomo" excluye precisamente perspectivas como ésta, que ayudan decisivamente a conformar el alcance y los límites de la "libertad" individual, concretizándola. (1987). La referencia hacia la experiencia "subjetiva" del tiempo libre ignora el hecho de que los individuos están situados en contextos específicos- de género, generación, clase social, etnia, ciclo vital- que dan forma a las experiencias y maneras de pensar así como a sus posibilidades.

Así mismo, la libertad no existe fuera del contexto que no sólo se define a partir de condiciones sociales y materiales concretas, sino que incluye formas de racionalidad que las mismas ofrecen.

Existe un juego dialéctico entre las condiciones sociales y materiales y las formas de racionalidad comunicativa que establece el rango de libertad que debe ser analizado para conocer su dinámica.

La articulación entre libertad/ tiempo libre/género supone un recuento histórico del desarrollo del tiempo libre, sus formas y su contenido pero también las formas de racionalidad que materializa. Es necesario detectar las reglas que gobiernan las diferentes razones por medio de las cuales se da sentido a las prácticas comunicativas de tiempo libre, ya que éstas les dan consistencia al moldear las prácticas sociales en las cuales participan mujeres y hombres como género, entendido éste como la construcción social del sexo.(Lamas,1986).

En clara relación con la teoría sociológica del pensamiento de Weber y Parsons las

sociedades se han caracterizado por formas específicas de racionalidad, que según

Habermas pueden clasificarse en cuatro tipos:

  1. instrumental y propositiva: confianza estratégica con base en medios utilitarios/cálculos
  2. sobre fines

  3. normativa o en cumplimiento con normas grupales
  4. presentación dramática o expresiva ante un público
  5. comunicativa o de intercambio entre dos o más sujetos, poniendo a prueba derechos sobre una situación definida intersubjetivamente (Habermas:197-281)

Sugiere que el proceso de modernización en occidente, está definido por el dominio incrementado de la racionalidad instrumentada, la colonización de cada vez mayor número de esferas de actividad humana por razonamientos instrumentales o propositivos con la consecuente deformación de aquellas esferas fundadas en racionalidades no instrumentales.

Los significados de la actividad humana cambian al tiempo en que las racionalidades que las fundan invaden modos instrumentales, razonamientos propositivos y utilitarios, que a su vez reflejan cambios en la organización material de la sociedad.

Estos cambios pueden ser concebidos en tanto roles sociales enraizados en una forma particular de racionalidad.

Reducción del potencial emancipatorio del tiempo libre

En la concepción clásica aristotélica el potencial emancipatorio del tiempo libre descansaba sobre una racionalidad comunicativa vinculando la oferta mutua. Actualmente el tiempo libre se ha reducido al ámbito de la mercantilización y el consumismo, mismos que orientan la interacción humana hacia la satisfacción del interés propio en situaciones predefinidas más que un acuerdo en torno a intereses comunes y espontáneos. Lo anterior plantea una pregunta central relacionada con la calidad de la práctica social:¿ qué tipo de libertad puede lograrse en las prácticas de tiempo libre contemporáneo?

Para contestarla pueden rastrearse una serie de desarrollos históricos a lo largo de los últimos dos siglos:

  1. los cambios en la estructura del trabajo
  2. el miedo a que la reducción de horas de trabajo ponga en riesgo la estabilidad económica
  3. la búsqueda de nuevas oportunidades de mercado
  4. el deseo de mantener los patrones existentes de dominio social, económico y político

Las respuestas a todas estas cuestiones contribuyeron a la mercantilización y al consumismo, aplicando una racionalidad instrumental que a su vez redujo el rango de roles sociales disponibles en las prácticas comunicativas de tiempo libre.

El cambio de una economía de mercado representó una modificación en el motor de la acción desde los miembros de la sociedad: al motor de subsistencia lo sustituyó el de la ganancia. (Polianyi en Hemingway,31)

El intercambio se volvió la forma dominante de la interacción en detrimento de los patrones previos de "reciprocidad y redistribución", espacio doméstico o una combinación de éstos. Separar trabajo de otras actividades vitales- vida cotidiana, tiempo libre, comunicación- y sujetarlo a las leyes de mercado, suponía aniquilar todas las formas orgánicas de existencia y sustituirlas por diferentes tipos de organización individualista y atomizada.

La transición hacia la economía de mercado no concibió de inmediato al ser humano como productor, ya que la naturaleza del intercambio era poco clara así como su rol económico.

Considerar al consumo como fuente de riqueza era asunto conflictivo por una serie de motivos y no fue sino hasta el siglo XVII que la economía de consumo se materializó.

Esta probó ser una fuerza económica poderosa a la que Alt se refiere como "una de las más grandes transformaciones históricas del siglo XX con sus raíces en el trabajo asalariado."(1976,55)...y ésta incluía al tiempo libre.(Hemingway, 29)

El trabajo redefinió las interacciones sociales, eliminando elementos consuetudinarios de obligación y comunicación social y transformándose en una relación de intercambio entre empleado y empleador. La administración e ingeniería industrial modernas también reforzaron la ruptura de relaciones sociales, separando espacialmente a trabajadores y reduciendo los intercambios comunicativos para asegurar una mínima interacción social y una máxima eficiencia por medio de incentivos.

La fragmentación del trabajador también contribuyó a la ruptura de los lazos sociales fuera del trabajo, que al no estar situado en un complejo de relaciones y obligaciones socialmente reconocidos, se consolidó cada vez más como espacio de remuneración monetaria.

Thompson por ejemplo, calificaba a la revolución industrial en Inglaterra como especialmente amarga porque los trabajadores no tenían un modelo de economía industrial madura frente al cual podían medir beneficios de estos desajustes que estaban sufriendo.(1967,65). No así en Estados Unidos de Norteamérica, cuya promesa de abundancia, mejores salarios y reducción de horas de trabajo tenía el efecto de amortizar los conflictos laborales. Goldman llamaba a este período la "transición entre una economía de dólar a una economía de placer."(en Hemingway,32.)

Este nuevo tipo de tiempo libre caracteriza el período de transición en que se define como "el tiempo liberado de la producción", percibido como "tiempo disponible para el consumo." Mead subraya la ambigüedad del tiempo libre tal como se forma en la sociedad norteamericana, centrado todavía en el trabajo y en el esfuerzo, considerado conquista que se disfruta después del "buen trabajo" y evocador del concepto de recreación de los antiguos romanos. Este condensa la idea de placer condicional, en el que las alegrías del trabajo y del juego se vinculan en un ritmo estrecho: "el hombre que está ocupado en el ejército, comercio, estado...-luego descansa y se re-crea," se vuelve a crear. (Cicerón en de Grazia:1966,10)

En este mismo sentido Mead describe a mediados del presente siglo un concepto que condensa un estado de placer condicional, en el que las alegrías del trabajo y el juego están mezcladas en la noción de "hobby", cuya traducción al español no es totalmente fiel, ya que pasatiempo no logra incluir el sincretismo que supone la palabra inglesa:

"el hobby es algo que no se hace en serio, no tiene valor monetario y no puede ser usado por nadie, excepto por uno mismo. Es algo que escapa al sistema de valor, que no es ni bueno ni malo, no participa del trabajo ni del ocio y por consiguiente procede del concepto de recreo, que puede ser definido como tiempo libre útil." (1957,82).

Confiriéndole utilidad al tiempo libre, la autora delimita algunas funciones del hobby o pasatiempo e invita enfáticamente a "arrebatar" a la vida algunos placeres en forma de tiempo libre. Lo anterior parece implicar que la vida es obligación primordialmente y que la lucha deberá darse en sus territorios para aumentar el tiempo libre.

Lowenstein y Mead en un escrito anterior hablan de la modificación del concepto o el "nuevo tiempo libre" antes y después de la guerra, en donde incluyen el concepto de diversión normada por la moral::

"El desarrollo reciente de la cultura americana es la aparición de lo que podemos llamar fun morality, la moralidad de(en) la diversión. Aquí lejos de ser reprobado, tiende a convertirse en obligatorio. En vez de sentirse culpable por disfrutar de demasiado placer, la gente se siente avergonzada por no disponer de él. Las fronteras entre trabajo y disfrute tienden a desaparecer y la diversión se infiltra en la esfera del trabajo contradiciendo la antigua moral puritana. Aunque a decir verdad, uno y otro son solidarios: el disfrute no sólo se permite, sino que incluso se estimula."(1955,168)

De manera importante la afluencia de períodos más largos de tiempo libre no restauró el sentido de solidaridad social erosionado por la industrialización, sino que más bien se reportaban prácticas de tiempo libre, tanto en el trabajo como en la calle y en la familia con características individualistas que involucraban relaciones de intercambio más que lazos comunicativos. Incluso en EEUU se realizó un estudio durante los años veinte que reportaba el cine, la lectura de periódicos y revistas y escuchar la radio como prácticas preferenciales de tiempo libre. Sesenta años después México publicaba un trabajo sobre uso de tiempo libre en el cual se obtenían resultados similares: lectura de periódicos, escuchar radio y ver televisión, siendo esta última la actividad que consume la mitad del tiempo de hombres y mujeres urbanos. (Zazueta y Barojas:1981).

Una de las razones recurrentes que registraban estas preferencias era porque "pueden hacerse en soledad"; es un patrón que se observa en las grandes ciudades occidentales con fragmentación e individualización de la vida cotidiana, la suburbanización y el creciente anonimato en espacios sociales.

El tiempo libre reflejaba tanto la organización como la motivación en torno al trabajo en el intercambio de relaciones entre individuos que generalmente no implicaban mayor interacción y ajena al contenido comunicativo del mismo al tiempo que reducía su potencial emancipatorio.

Democracia, ciudadanía, tiempo libre:

Durante las últimas décadas el tiempo libre se desarrolló con el uso cada vez más generalizado de medios masivos de comunicación con la promesa de democratizar al usuario. Los modos de entretenimiento cultural se basaron en serialidad, aislamiento, experiencia individual y/o espectáculos masivos con una mínima interacción.

En un espectro más amplio el tiempo libre se instrumentalizó en dos maneras que se fortalecían mutuamente:

  1. la manipulación cada vez más creciente del mercado del tiempo libre, con la certeza de que era un mercado desaprovechado
  2. el uso del tiempo libre como control social (Monsivais,1986)

Como resultado de la mayor eficiencia industrial el tiempo libre circunstrito al concepto de industria cultural y dejando de lado los espacios comunicativos de interacción humana podría crear nuevas necesidades y nuevos y más amplios mercados. (Adorno en Habermas, 433-441). Hunnicut propone el surgimiento del "evangelio del consumo" que servía a un doble propósito, por un lado estimular la economía y por el otro atar a los trabajadores con mayor convicción al trabajo.(1988,34).Esto se vería reforzado con la creciente industria publicitaria- y su mayor refinamiento en estrategias manipulatorias con la promesa de una mayor "felicidad."

El tiempo libre como especie de anzuelo serviría para atraer a grandes poblaciones de hombres y mujeres para alejarlos de otras distracciones "nocivas." (Rudin,62;cfr.Mead,1955).

En ese marco los empresarios, líderes comunitarios y políticos en Europa, Canadá y EEUU principalmente trabajaron en el desarrollo de programas que servirían para mantener a los trabajadores lejos de las influencias que pondrían en peligro la productividad y la estabilidad.

Así el tiempo libre tendía los mismos controles impuestos al trabajo y a la eficiencia industrial; tanto la recreación comunitaria como la industrial recibieron una fuerte influencia a partir de estos postulados.

La idea de democracia estaba ausente de estas estrategias que orientaban hacia el individualismo y alejaban de uno de los roles sociales de mayor importancia, que es según Habermas el de la ciudadanía con uno de sus cimientos que es la comunicación en el entorno de la civilidad y el tiempo libre. Ellos ocurren precisamente en espacios públicos tales como cafés, restaurantes, parques, deportivos, centros comunitarios, sociedades de lectura, la calle, etc., y se pierden en el proceso de individualización y privatización de prácticas sociales de tiempo libre.

La opinión pública se concebía como un compromiso cívico de sujetos involucrados en la discusión abierta en comunidad y construido en el discurso comunicativo de la vida cotidiana. Los cambios en las prácticas de tiempo libre contribuyeron al colapso de la esfera pública y la interacción comunicativa expresada en ella cedió a un tiempo libre con bases instrumentales que imposibilitaron la conformación ciudadana en el seno de la vida democrática.

Con respecto al rol social del ciudadano/a el deterioro de la esfera pública emerge de los medios masivos de comunicación y aquellos espacios cuyo contenido ofrecen relajación y disfrute, pero eliminan la discusión ciudadanda y la retroalimentación en el debate y en el intercambio comunicativo. (Hemingway,36).

La tarea que se propone aquí es el logro de la emancipación y la ciudadanización por medio de la creación de espacios de tiempo libre.

Experiencias de tiempo libre emancipatorio en otros países:

El tiempo libre no puede ser emancipatorio si no está liberado. La tarea de una teoría crítica es entonces lograrlo. La recuperación del potencial emancipatorio del tiempo libre debe contribuir en la búsqueda de una renovación de la libertad en una sociedad democrática. Esta debe ocurrir en varios niveles para reforzar las habilidades comunicativas, recuperando el potencial emancipatorio- libertador, fomentando formas de tiempo libre que impulsen la interacción comunicativa para trascender el beneficio individual.

Existe evidencia empírica de que es posible construir una relación democrática sobre roles no instrumentales. El tiempo libre no instrumental ayuda considerablemente a moldear actitudes democráticas, tales como la cooperación, la solidaridad, entre otras.

Por ejemplo en Alberta, provincia de Canadá, el primer ministro proponía la siguiente política a principios de los noventa:

"Se gastarán 100 millones de dólares en canchas de futbol, pistas de patinar y otras instalaciones de tiempo libre para ayudar a mantener la cohesión. Esta suma se sustraerá del presupuesto de otros servicios, porque la gente que trabaja conjuntamente, juega conjuntamente y se divierte conjuntamente- está demostrado- tiende a mantener unida a la comunidad y sus familias en una vida más democrática."(Talbot, 1992:3)

También en lo que respecta a resultados, el estudio de Putnam en Italia en 1993 reporta que la participación en organizaciones voluntarias de tiempo libre tiene un efecto emancipador, aquellos que son "emancipados" en su tiempo libre, tienden a ser más democráticos.

El estudio de Mansbridge en Vermont en1996 también reporta que la acción comunicativa disminuye el contenido antagónico de las democracias. Al concebirse como miembros en un espacio definido comunicativamente, los miembros de la comunidad pudieron acrecentar su compromiso con normas y procesos democráticos.(Hemingway,38)

A pesar de la evidencia empírica, estos estudios generan no pocas veces respuestas hostiles bajo el argumento de la prioridad que está en otros rubros, como son alimentación, educación, salud, combate a la pobreza, vivienda etc.

Esta evidencia empírica muestra la presencia de elementos comunicativos en el tiempo libre que tienen elementos emancipadores y democratizantes en el sentido de una "vida más equitativa" entre géneros. Se trata de asociaciones voluntarias y asuntos cívicos en donde aumenta el compromiso de la ciudadanía con la democracia bajo la premisa de que ésta tiene un fundamento comunicacional.

La ciudadanía se define por sus actividades a partir del "habla democrática". No es "sobre el mundo, sino es "en" el mundo, es el que hace y rehace al mundo." El ciudadano habla acerca de sí mismo, es un desarrollo de la ciudadanía capaz de emitir un pensamiento público genuino y de un juicio político capaz de avisorar un futuro común en términos de bienes comunes. Este tipo de habla requiere de un espacio. Apunta que la red de asociaciones en la esfera pública, otrora soporte de discusiones democráticas, ha desaparecido.

Alguna evidencia que reclama la esfera pública para el "habla democrática" puede encontrarse en los llamados movimientos sociales, inspirados por el feminismo, recuperación de la comunidad, renovación ecológica y democracia participativa.

Es importante subrayar que éstos buscan la politización de la sociedad en formas no restringidas a las instituciones políticas y burocráticas. No embonan dentro del código binario de la acción social que caracteriza la sociedad democrática, ya que los asuntos que los agitan cruzan el espectro social y hacen converger a individuos de distintos ámbitos.

Existe un peligro que acecha la renovación democrática, que es la distribución limitada del tiempo libre, restringida a unos cuantos lo cual contradice su potencial democrático.

El desarrollo personal está en el corazón de la libertad y propone un principio de libertad positiva igualitaria., definida como el mismo derecho frente a condiciones de desarrollo incluyendo condiciones materiales y sociales agregadas a las libertades civiles y derechos políticos. El tiempo libre desempeña un doble papel extendiendo este principio:

  1. como espacio necesario para el desarrollo de capacidades que supone la provisión de las condiciones materiales que posibilitan el uso del tiempo libre. El tiempo libre está inmerso en una red de relaciones sociales cuya justificación es su contribución al desarrollo de capacidades humanas.
  2. Como ocasión para participar en actividades comunes. La disponibilidad del tiempo libre junto con las condiciones necesarias para su existencia y exploración en un rasgo para la expansión de capacidades humanas que están en el centro de la emancipación. El "tiempo libre emancipatorio" es un proceso por medio del cual se expanden las capacidades en su aplicación práctica y en el cual las decisiones individuales y actos son caminos para un mayor desarrollo .

Algunas estrategias para lograr un mayor tiempo libre emancipatorio

La consigna del Partido Democrático de Izquierda Italiano conocida como "Le Donne cambiano i tempi" y que en 1994 llegó a discutir el Parlamento Italiano como iniciativa legislativa gira en torno a diferencias genéricas en cuanto a la apreciación y ejercicio de la organización temporal:

"La razón que nos lleva a hacer de la cuestión del tiempo uno de los grandes problemas políticos y culturales de nuestro tiempo es sencillo: en tanto que las mujeres tenemos una experiencia del tiempo distinta de la de los hombres, pero el modo de pensar y la manera de organizarse la sociedad gira en torno a esta última experiencia, a la experiencia de los hombres." (Roma, 1989)

Es universal la incongruencia de horarios vacacionales, guarderías, centros educativos en general y centros comerciales con respecto a horarios laborales, ya que muchas veces los ciudadanos tienen que hacer uso de redes de colaboración para poder con horarios rígidos de trabajo.

No sólo esto, sino que las italianas señalan "el malestar en la emancipación", la no coincidencia entre el tiempo interior de las mujeres y el dominante, el sentir que deseos y capacidades quedan confinados en el marco de formas de pensar, acciones y relaciones que no forman parte de una proyección autónoma.

"El tiempo es un perro que muerde –sobretodo- a las mujeres" reza el lema de las italianas:

"el tiempo después del trabajo y finalmente la jubilación, está organizado en función del trabajador en el estado de bienestar que prácticamente ya no existe, pero además, el regirse en el tiempo productivo discrimina a las mujeres, niños, jóvenes y ancianos. No queda lugar para el ocio y la diversión, para la cultura y para la vida en sí."

Afirman que el tiempo citadino está pensado en función del horario laboral masculino, al mismo tiempo que éstos trabajan los comercios están abiertos así como los servicios administrativos...así mismo las mujeres deben encargarse de las compras y gestiones familiares. Si se regulan horarios de servicios municipales, los transportes, los comercios y empresas respetando por supuesto los derechos laborales, las mujeres y los hombres podrían combinar su vida entre el trabajo y otros quehaceres y responsabilidades familiares y sociales .

Sugieren ellas que se divida el tiempo entre el trabajo productivo y el reproductivo dando a ambos la misma importancia; así podrían combinarse dos partes integrales de la vida de una persona para "sentirse completa y desarrollarse" y de esta manera ambos trabajos podrían compartirse entre mujeres y hombres.

Lo que se logró fue realizar pruebas piloto en dos ciudades europeas, una en Italia y otra en España- Módena y Barcelona- ("A Barcelona les donnes camviem el temps.")Así como otros países que se han sumado a esta experiencia.

En Módena por ejemplo, la alcaldesa Rinaldi, puso en práctica el plan de la "regulación del tiempo", haciendo partícipes a los ciudadanos y los servicios, los comercios y las empresas. A las 7 horas las guarderías se abren para recibir a los niños y cierran hasta las 19 horas para dar tiempo a que las mujeres y hombres que trabajan acudan a recoger a los hijos y los ancianos. Las tiendas de autoservicio también se cierran a las 21 horas. (Fernández,1996:32)

"Hacernos dueñas del propio tiempo, dando el valor que tiene cada una de las fases de la vida, ampliar a todos la responsabilidad que supone el cuidado de los otros, dar cuerpo a una democracia de la vida cotidiana. Todo eso implica volver a pensar muchas de nuestras actividades consideradas naturales o propias de la mujer."

Esto implica transferir recursos y poderes a los individuos a cambio de una solidaridad humana y participativa, todo ello en nombre de una mayor libertad.(Fernández,32)

Democratización social/participación en el tiempo libre como fenómeno colectivo

Al plantear la posibilidad de que mujeres y hombres tengan más tiempo se plantea la pregunta: Más tiempo, ¿para qué? Tener más tiempo es la estrategia implementada por las italianas y las españolas para conscientizar a las mujeres a hacerse dueñas de su propio tiempo, disponer de él. La transición hacia una vida democrática está también en el uso consciente de nuestro tiempo, en el plano privado, traducido en un tiempo para sí y en el plano público en un tiempo colectivo de gratificación, disfrute y placer.

La cultura del tiempo libre se genera una vez haciendo consciente a la gente de que tiene tiempo que puede utilizar en algo que le es grato, que le reconforta, que le gratifica y que puede escoger el hombre y la mujer libremente, sin coerción.

Instituciones, planes y programas de fomento del tiempo libre en México: algunos datos para el análisis:

En México es necesario crear las condiciones necesarias para que a mujeres y hombres se les facilita la vida cotidiana y como resultado tengan más tiempo libre: guarderías, transporte más eficiente, gimnasios y deportivos en los centros de trabajo, o en lugares más accesibles- lugares "de paso obligado" como son los mercados, las guarderías, las iglesias-, horas destinadas al recreo en el trabajo, centros comerciales accesibles, merenderos, comedores populares, comedores en los centros de trabajo, todas ellas políticas públicas que facilitan el tiempo "de sobra", el tiempo "para uno", el tiempo libre.

Es necesarios revisar algunos documentos para tener completo el cuadro de servicios que facilitan (o imposibilitan. obstaculizan) el tiempo libre.

Entre otros sería necesario revisar:

a) Revisión del Informe Presidencial, Plan Nacional de Desarrollo, etc., sobre políticas públicas de tiempo libre para ubicar instituciones y lo que ofrecen

b) ubicación de inventarios

Es importante para el caso de México observar la articulación entre políticas públicas de tiempo libre y género por medio de la vinculación de las personas a las instituciones que proporcionan infraestructura y programas de tiempo libre y los resultados en cifras..

Se revisaron algunos trabajos recientes en donde existen resultados estadísticos sobre uso de tiempo libre en México, ya que es importante comparar el número de instalaciones e infraestructura de tiempo libre cruzada con número de usuarios a los que atiende.

Desglosados por género existen dos trabajos recientes sobre México en el que aparecen datos sobre tiempo libre:

  1. IV Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing-1996 bajo el rubro de deporte y recreación (20-97)
  2. Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 1996 en el módulo de Deporte, Turismo y uso del tiempo, publicada por Inegi.(589-736)

En ninguno de los dos informes aparece a primera vista acciones afirmativas para el estímulo del tiempo libre y su uso para la recreación individual y colectiva. Tampoco aparece una relación de la infraestructura recreativa, del número de instalaciones deportivas en razón al número de usuarios, de tal suerte que no puede saberse si es insuficiente o suficiente.

En la primera se trata más bien de cuadros en donde aparece el número de deportistas por actividad recreativas, el gasto ejercido en cultura y deporte, número de entrenadores deportivos, la demanda probable, espectáculos(cine, teatro, deporte, toros), obras autorizadas, número de participantes mujeres y hombres en cada olimpiada, etc.

Se trata de hogares y miembros de más de 15 años y su práctica deportiva a exclusión de otros tiempos llamados convencionalmente libres, por sexo y edad, por práctica deportiva, salarios, así como características sociodemográficas de la misma población, por parentesco con el jefe del hogar, en relación con el analfabetismo, nivel de instrucción, estado civil, ocupación, inactividad(en este rubro incluyen el trabajo doméstico, estudio, pensionados y jubilados, rentistas), tiempo dedicado al deporte .

En lo que respecta a viajes turísticos y tipo de viaje, aparecen relaciones con ingreso, transporte, lugar de hospedaje, duración, gasto corriente, gastos durante el viaje.

El uso de tiempo, trabajo, aportaciones se refiere a cuadros con cifras sobre miembros del hogar de ocho años y más y tiempo dedicado al trabajo y/o al estudio, a actividades recreativas, de esparcimiento, deportivas o culturales.

Así como no se encontraron censos de infraestructura deportiva en México, de relación con ésta y número de usuarios, tampoco se informó sobre ubicación estratégica de canchas deportivas, pistas de patinar, parques recreativos, albercas públicas, salones de baile, espacios delegacionales destinados para el tiempo libre, etc.

e) cambio de "tradiciones": introducción de una nueva cultura.

Como una política clara para lograr una mejor calidad de vida, en México se implementó el horario corrido de trabajo en el sector público, de tal suerte que ahora en el sector público salen los trabajadores a las 18 horas, horario que posibilita a tener más tiempo "propio y por ende la posibilidad de mayor tiempo libre.

Aunque esto supone un cambio en la tradición laboral mexicana, en donde hombres y mujeres trabajadores del sector público tenían hasta tres horas para comer entre las 15 y las 18 horas para luego regresar a cumplir un horario laboral hasta las 22 horas, existen muchas resistencias con respecto al nuevo plan, ya que supone que el trabajador no regresa a su hogar para comer, se elimina la costumbre de acudir a restoranes al medio día, tiene más tiempo para estar en su casa y luego no sabe qué hacer con él, etc. Como nueva disposición es difícil en principio cumplir con ella, pero a la larga redundará en beneficios también en lo que respecta a una cultura del tiempo libre.

Es importante al implementar una política pública como ésta crear condiciones apropiadas para su buen desempeño, como en este caso un comedor en el centro de trabajo para que la gente pueda hacerse de comer, etc......

Lo cierto es que en otros países se ha mostrado que el tiempo libre elicita un espacio de mayor convivencia familiar y ciudadana. El tiempo libre como fenómeno colectivo permite a hombres y mujeres participar como sujetos sociales, satisfaciendo necesidades privadas hasta las públicas.


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Elsie Mc Phail Fanger
Elsie Mc Phail Fanger, nacionalidad mexicana; desempeña desde 1980 el cargo de profesora investigadora titular de la Universidad Autónoma Metropolitana de Xochimilco en la ciudad de México. Imparte los módulos de periodismo y radio en la carrera de Comunicación de dicha universidad. Colaboró en El Colegio de México durante cinco años en el Programa Interdisciplinario de Estudios de la Mujer. Tiene dos hijos, Diego de 16 años y Sofía de 13.

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