|
Por Dr. Javier Esteinou Madrid
Número 20
INDICE
I.- LOS ANTECEDENTES.
II.- LAS NUEVAS CONCEPCIONES.
III.- LOS MEDIOS DE COMUNICACION
COLECTIVOS Y LA MUTACION EDUCATIVA.
IV.- LA CAPACIDAD EDUCATIVA
DE LA TELEVISION.
V.- TELEVISION, CULTURA Y VIOLENCIA.
VI.- ¿ QUE HACER ?.
VII.- NOTAS.
VIII.- DOCUMENTACION CONSULTADA.
A.- LIBROS Y REVISTAS.
B.- HEMEROGRAFIA.
I.- Los antecedentes
Debido al retraso analítico
que durante muchos años ha sufrido la teoría del Materialismo
Histórico para elaborar una concepción amplia sobre
la superestructura cultural, los aparatos de hegemonía y
las puntas de la ideología; muchas facetas sobre la comprensión
del Estado Ampliado han quedado relegadas de ser reflexionadas y
desarrolladas como les correspondía, ya que son realidades
básicas de nuestras sociedades contemporáneas. Debido
a esto, poca claridad conceptual y política (1), ha alcanzado
el pensamiento materialista y las ciencias sociales críticas,
para comprender cuál ha sido la nueva transformación
cultural que ha provocado la emergencia de los medios de comunicación,
como aparatos de hegemonía al interior de la sociedad civil
del Estado capitalista moderno (2).
Sin embargo, si
bien es cierto que existen multitud de trabajos que han abordado
desde una perspectiva materialista el estudio de la propiedad de
los medios, el universo de discursos que transmiten, la evolución
tecnológica que experimentan, los efectos individuales y
nacionales que provocan, los patrones de consumo cultural que imponen,
la cobertura simbólica que alcanzan, las relaciones de poder
que reproducen, la transnacionalización de hábitos
ideológicos que fomentan, etc. (3); no existen ninguna reflexión
madura que examine el lugar histórico que ocupan los medios
de comunicación dentro del conjunto de aparatos de hegemonía,
y por consiguiente, dentro de la estructura cultural que ha construido
el Estado capitalista en la actual etapa transnacional (4).
Incluso, podemos
decir que no únicamente dentro de la concepción materialista
de la comunicación se ha conservado este anacronismo teórico,
sino también dentro de los postulados de las principales
corrientes de análisis de ésta disciplina se mantiene
este abandono epistemológico. Es decir, dichas escuelas de
comunicación tampoco han estudiado los cambios que han provocado
los aparatos de información dentro de la conformación
de la estructura del Estado y de la sociedad civil (5).
II.- LAS NUEVAS CONCEPCIONES.
No obstante la presencia
de este vacío teórico, existen algunas contribuciones
embrionarias de las ciencias sociales en general que nos ayudan
de forma muy valiosa, pero aún insuficiente a realizar un
primer acercamiento intuitivo al problema. Todas ellas, coinciden
en señalar que los medios de comunicación de masas,
se han convertido en aparatos hegemónicos sumamente importantes
del Estado capitalista avanzado, pero no desarrollan ni profundizan
los argumentos que podrían ayudar a construir una nueva teoría
de las puntas de la hegemonía.
Así, el primer
germen lo encontramos entre 1917 y 1937 en el pensamiento gramsciano.
Aunque con anterioridad dicha perspectiva ha señalado que
la escuela es el principal aparato ideológico de Estado,
su concepción no es rígida ni cerrada, pues reconoce
el valor y la importancia de otras fuentes de socialización
cultural, especialmente de los medios de comunicación. De
esta forma, al delimitar la función que cumple la escuela,
expresa que, "la actividad educativa directa es sólo un fragmento
de la vida del alumno, que entra en contacto, ya con la sociedad
humana, ya con la societas rerum. Mediante ello, se forma criterios
a partir de estas fuentes "extra escolares" que son mucho más
importantes de lo que comúnmente se cree" (6).
Madurando esta apreciación,
Gramsci aporta un avance teórico relevante cuando adelanta
una primera visión embrionaria sobre las futuras tendencias
evolutivas que presentan las nuevas puntas hegemónicas, y
el lugar estratégico que gradualmente conquistan al interior
de la sociedad civil. Esto es, sin haber vivido la época
de la gran explosión cultural que se produce con la reproducción
ampliada y la maduración de las nuevas tecnologías
de comunicación (radio y televisión de gran cobertura
simbólica), Gramsci ya prevé desde principios de siglo
que la prensa y la radio incipiente existentes en Italia, tienden
a convertirse en las principales instituciones productoras del consenso
social.
Así, señala
que "la prensa amarilla y la radio (donde están muy difundidas),
tienen la posibilidad de incitar extemporáneamente motivaciones
de pánico o de entusiasmo ficticio que permiten el cumplimiento
de objetivos determinados, en las elecciones, por ejemplo. Todo
esto está ligado al carácter de la soberanía
popular que se ejecuta una vez cada 3, 4 ó 5 años;
basta tener el predominio ideológico (o mejor emotivo) en
este día determinado, para poseer una mayoría que
dominará por 3, 4 ó 5 años, incluso si pasada
la emoción, la masa electoral se separa de su expresión
legal" (7).
Después de
esta amplísima aproximación transcurren más
de 30 años en que no se reflexiona críticamente sobre
el nuevo espacio estratégico que gradualmente conquistan
los aparatos de información de masas (8) en el terreno de
la formación del consentimiento coyuntural. Es hasta principios
de la década de los años `70s que diversos pronunciamientos,
provenientes de distintas ramas de las ciencias sociales, resucitan
este análisis sobre los medios de comunicación, e
intentan devolverles hipotéticamente el nuevo rango histórico
que le corresponde en el proceso de construcción del consenso
social.
Esta nueva tendencia
adquiere forma con diversos autores e instituciones aisladas y se
desarrolla cronológicamente de la siguiente manera: en 1971
aparece Ludovico Silva (9); en 1972 Fernando Carmona (10); en 1975
Maurice Duverger (11); en 1977 Rafael Roncagliolo (12); en 1978
Armand Mattelart (13), Fernando Reyes Matta y Rafael Roncagliolo
(14), Enrique Guinsberg (15), Juan Somavia (16); en 1980 Noreene
Janus y Rafael Roncagliolo (17), Ana María Fadul (18), Carlos
Monsivais (19), la Comisión Mac. Bride de la UNESCO (20);
y en 1982 Armando Labra (21) y muchas otras aproximaciones periodísticas
mas que constantemente destacan la relevancia de los medios de comunicación
como principales aparatos de hegemonía (22).
Sin embargo, pese
a que contamos con este conjunto de ricas aportaciones aisladas,
ninguna de ellas nos permite elaborar una teoría global sobre
la nueva tarea que ejercen los aparatos de comunicación como
puntas de la hegemonía. Todas ellas permanecen, en mayor
o menor grado, en un nivel intuitivo o hipotético de la formulación
epistemológica del problema; y por consiguiente, nos acercan
de manera muy útil, pero parcial e insuficiente a esta realidad.
De aquí,
que retomando estas contribuciones teóricas y otras más
provenientes de la economía política de la comunicación,
intentemos construir una nueva concepción sobre la reciente
transformación del Estado Ampliado que se realiza a través
de los fenómenos culturales que producen los medios de comunicación
de masas y de las modernas tecnologías de información.
III.- LOS
MEDIOS DE COMUNICACION DE MASAS Y LA MUTACION EDUCATIVA.
Teniendo en cuenta
que la tradición marxista ha señalado que el aparato
pedagógico es el principal soporte cultural creador de la
hegemonía, nosotros pensamos que, si bien es cierto, que
la doble función que ha desempeñado la escuela (reproducción
de la calificación de la fuerza de trabajo y reproducción
de la ideología dominante), ha sido fundamental para la reproducción
del consenso del modo de producción capitalista, en sus etapas
anteriores; en la actual fase de desarrollo por la que atraviesa
el capital monopólico, sin dejar de ser necesario, el aparato
escolar ha dejado de ocupar el papel dominante, para pasar a un
plano secundario de acción. De esta forma, desde 1930 en
adelante, fecha en que se consolida el primer desarrollo de los
medios de transmisión electrónica, la tarea de directriz
cultural que ejerce el sistema de enseñanza ha sido substituida
por las nuevas funciones ideológicas que realizan los aparatos
de difusión de masas y las nuevas tecnologías de comunicación.
Esto es, analizando
el desarrollo y la transición de los principales aparatos
de socialización en la historia del capitalismo, observamos
que, en un primer momento, con el desarrollo del mercantilismo,
la iglesia es la institución encargada de integrar orgánicamente
a la sociedad. Dicha conformación histórica se estructura
alrededor de los intereses de las clases terratenientes que mantienen
la sujeción de la fuerza de trabajo servil a las grandes
extensiones de tierra que se conservan como medios de producción
feudales. Frente a esta situación generadora de antagonismos
de clase, la iglesia construye un sistema de centralización
política mediante la implantación de relaciones verticales,
por medio de las cuales cada sujeto es relegado a la autoridad central.
Con ello, la iglesia
se ubica como el principal aparato hegemónico del momento
y dirige a la sociedad medieval y colonial, mediante su red de educación
clerical.
Sin embargo, esta
situación no se conserva permanentemente, pues en un segundo
momento, en la fase premonopolista, la evolución de las fuerzas
productivas y de otros procesos de organización social, obligan
a que los bastiones culturales del aparato religioso sean gradualmente
desplazados como centros hegemónicos a un plano accesorio,
por la emergencia de los modernos aparatos escolares. "Es más,
puede decirse que el relajamiento de las relaciones familiares y
la secularización general de la sociedad, debilitaron el
poder ideológico y la función socializadora de la
familia y la iglesia, desde los inicios mismos del capitalismo.
De ahí, la insistencia con que se ha redundado que la pareja
iglesia-familia ha sido reemplazada por la propia pareja escuela-familia
(23).
De esta forma, la
escuela emerge como el nuevo núcleo hegemónico que
difunde e impone las modernas formaciones de conciencia que requiere
el funcionamiento del nuevo proceso de producción y organización
capitalista en las ciudades. Por consiguiente, en esta época
la dinámica de la sociedad civil localiza su epicentro de
acción ideológica en los aparatos pedagógicos,
desde los cuales influye sobre el resto de los aparatos de hegemonía
que actúan en la sociedad.
Finalmente, en un
tercer momento del desarrollo capitalista, en la fase monopolista
o de industrialización avanzada, el nuevo desenvolvimiento
acelerado de las fuerzas productivas, el incremento del analfabetismo
funcional, la ampliación del mercado mundial, el aumento
de la población, el rápido avance de los procesos
de urbanización, la descomposición de las estructuras
agrarias tradicionales, y el gran avance de la revolución
científico tecnológica, especialmente de carácter
electrónico, provocaron el surgimiento de un nuevo cambio
radical en el ordenamiento jerárquico que ocupan los aparatos
de hegemonía. Así, aparece una nueva mutación
cultural que ocasiona que la escuela sea desplazada como el principal
brazo del Estado que contribuye a reproducir ideológicamente
las condiciones sociales de producción, y paulatinamente,
los medios de comunicación emergen como los nuevos aparatos
de hegemonía dominante que, prioritariamente, modelan y dirigen
la conciencia de la sociedad civil (24).
De esta manera,
la presencia de las tecnologías de información redefinen
los roles fundamentales que ejerce el sistema de enseñanza
y otros aparatos de hegemonía tradicionales; substituyéndolos,
en algunos casos, desplazándolos, en otros y complementándolos
en unos mas, especialmente, a aquellos que se encuentran en crisis
institucional y social.
A partir de esta
fase histórica, las tecnologías de información
se convierten en los principales aparatos de consenso, porque a
través de estos se produce un nuevo y amplio proceso de educación
cotidiana, sobre los individuos, que gradualmente reubica y reemplaza
el sólido lugar estructural, que hasta el momento, ocupaba
el tradicional sistema de educación formal que lentamente
construye la escuela. Así, emerge una nueva "escuela electrónica"
que educa cotidianamente a los individuos de forma repetitiva, sistemática,
acumulativa e informal (25).
Este proceso pedagógico
se caracteriza por convertir la información que transmiten
las tecnologías de comunicación en sedimentos culturales,
los cuales a su vez se traducen en valores históricos, que
se cristalizan en concepciones del mundo, los que se expresan como
sentidos comunes, de los cuales se derivan actitudes y conductas,
que a largo plazo se convierten en posiciones políticas,
que producen, para cada coyuntura específica, un determinado
proyecto de transformación de la naturaleza y de la sociedad.
En esta forma, la
construcción de la conciencia en el quehacer cotidiano y
en el tiempo libre de los individuos y de las organizaciones sociales,
aparece cada vez mas determinado por este nuevo proceso de educación
cotidiana que surge a la par del surgimiento de cada nueva tecnología
de información que aparece.
De esta manera,
aunque desde los orígenes del capitalismo los medios de comunicación
ya se encuentran inmersos, en un plano secundario y terciario en
la estructura de la sociedad civil desempeñando distintas
funciones ideológicas suplentes, según lo exigen las
distintas necesidades de cada fase histórica por la que atraviesa
el modo de producción; es hasta principios del siglo _X que
la evolución tecnológica de estos, reestructura el
interior de la esfera cultural de la sociedad y se instalan como
los principales aparatos del consenso.
Esta nueva mutación
superestructural de la instancia educativa como principal aparato
de hegemonía, no significa que los aparatos desplazados de
la zona hegemónica principal, como son la escuela, la familia,
la iglesia y otros mas, ya no existan o ejerzan sus funciones ideológicas
propias; sino que continúan permaneciendo y colaborando en
la formación del tejido hegemónico, pero de manera
reestructurada en planos secundarios y terciarios. De esta manera,
la conversión de un aparato ideológico o sistemas
de aparatos como instancias dirigentes, no excluye, en ningún
momento, la participación cultural del resto de aparatos
hegemónicos secundarios que también contribuyen a
afianzar el consenso local, regional o nacional, en otras áreas
mas particulares donde no penetra la tarea global de los primeros.
Ello quiere decir,
que la hegemonía no se produce por la acción de un
sólo aparato cultural, sino con el apoyo de un sistema complejo
y amalgamado de instituciones y redes ideológicas propias
de esa f al indicar que en la fase avanzada del modo de producción
capitalista los medios de comunicación y las nuevas tecnologías
de información, se han convertido en los principales aparatos
de hegemonía, no queremos privilegiar miope y arbitrariamente
al aparato de información en detrimento o negación
del funcionamiento de otros aparatos secundarios; sino simplemente
señalar que los primeros desempeñan las funciones
de punta o de vanguardia cultural de la sociedad industrializada.
Es decir, en la etapa del desarrollo transnacional, los medios de
comunicación ejercen una tarea cultural "dominante", no en
el simple sentido de ser instrumentos al servicio de la clase dominante,
sino en el sentido de ser las instituciones que construyen la principal
conciencia colectiva que relaciona la mente de los individuos con
la realidad. Los medios, simplemente, recogen las tendencias culturales
fundamentales de la sociedad y las amplifican proyectándolas
de forma masiva como los referentes básicos de vinculación
de los hombres con su sociedad.
En otros términos,
a partir de las nuevas facultades materiales que conquistan los
aparatos de comunicación como modernas tecnologías
culturales, se da un deslizamiento de las principales funciones
ideológicas orgánicas de los viejos aparatos de consenso,
hacia los nuevos medios de comunicación. Así, las
principales leyes de articulación de la sociedad, como son
la ley del mercado, la ley de realización del capital, la
ley de la dirección política, la ley de la reproducción
mental del sistema, la ley de la cristalización de la hegemonía,
etc., trasladan su foco central de realización del aparato
escolar y eclesiástico al aparato de la cultura de masas.
Pero esto, no significa
de ninguna forma que sean medios culturalmente "determinantes",
esto es, que subordinen avallasadoramente todo tipo de conciencias
con la información que distribuyen. Toda visión del
mundo que transmiten los aparatos de comunicación, siempre
es filtrada por la posición de clase, el grado cultural,
la situación económica, el origen étnico, la
vida cotidiana, el equilibrio afectivo, etc., que posee cada persona
que lo recibe. Este es en realidad el aspecto "determinante" del
proceso de formación de la hegemonía.
En esta forma, desde
la fase de la industrialización el Estado capitalista sufre
una reconversión en las modalidades como realiza sus tareas
hegemónicas. La escuela es reemplazada como el aparato que
produce la vanguardia ideológica y los medios de comunicación
ascienden como los nuevos intelectuales orgánicos de la sociedad
industrial. Por ello, los modelos culturales básicos que
organizan y conducen a la sociedad contemporánea ya no nacen
fundamentalmente de la escuela, sino ahora emergen del complejo
aparato de la cultura de masas.
Por consiguiente,
si bien son correctos los diagnósticos de Antonio Gramsci
y José Mariátegui sobre la función que desempeña
la escuela como punta hegemónica en los años veintes
(26); para la década 70-80 los planteamientos althusserianos
que nuevamente sitúan al sistema pedagógico como la
vanguardia institucional productora del consenso, son profundamente
incorrectos (27). Esto debido, a que en el transcurso de estos cincuenta
años, los soportes materiales que sustentan el proceso de
producción, distribución e inculcación de la
ideología, han evolucionado y se han transformado drásticamente
a partir de la introducción de la electrónica y las
nuevas tecnologías de información en el campo cultural.
Ello ha modificado sustancialmente la forma actual de producir la
ideología y el consenso, y por lo tanto, la estructura y
potencial del Estado Ampliado.
Pensar lo contrario,
es decir, afirmar que en la actualidad el aparato escolar sigue
siendo el principal soporte cultural del proyecto de legitimación
y conducción del Estado capitalista moderno, es encerrarse
nuevamente en un anacronismo histórico, que transplanta rígida
y mecánicamente, las particularidades de la superestructura
ideológica de la fase del capitalismo premonopolista, a la
superestructura de conciencia de la etapa del capitalismo monopolista
e imperialista. Es no reconocer, que a partir del surgimiento y
de la consolidación de los aparatos de difusión de
masas, la sociedad civil de la formación capitalista y su
bloque histórico correspondiente, han sido afectados, modificados
y refuncionalizados sustancialmente, por el impacto que ha provocado
la emergencia de la cultura de masas. Es imaginar que el Estado
capitalista nacional y multinacional ha seguido enfrentando sus
constantes crisis de legitimación, de subconsumo, de acumulación,
de reproducción de la calificación de fuerzas de trabajo,
de dirección política, de empobrecimiento del proletariado,
de creciente desempleo, etc., con la mismas técnicas y estrategias
consensuales que fueron empleadas a principios de siglo, sin generar
nuevos espacios y herramientas ideológicas de construcción
de la hegemonía.
En suma, adoptar
los postulados althusserianos para explicar el proceso contemporáneo
de producción de las crestas del consenso, es reincidir en
un desfase teórico e histórico que niega el desarrollo
cualitativo (especialmente tecnológico) , y cuantitativo
de los soportes ideológicos y su resonancia cultural en la
esfera de conciencia del capitalismo avanzado. Anacronismo conceptual
que en el fondo, llevado a sus últimas consecuencias, afirma
que la estructura y dinámica de la sociedad civil capitalista
del período 1970-1990, mantiene la misma conformación
y movimiento de la sociedad civil de la década 1910-1920.
Situación
que desemboca en una perspectiva lineal y acrítica sobre
la operación de los soportes culturales; que a su vez, provoca
una desviación política que impide progresar en la
labor estratégica de precisar cual es el aparato de hegemonía
que desempeña la función dominante al interior de
la sociedad civil. Se obstruye, por lo tanto, el conocimiento correcto
del bastión ideológico que ejerce la vanguardia cultural
en el proceso de cohesión y dirección de la sociedad
contemporánea.
En consecuencia,
podemos decir que en la historia presente, tanto en las zonas del
capitalismo central como en las áreas del capitalismo periférico,
especialmente de occidente, los aparatos de mayor potencial socializador
para realizar y consolidar cotidianamente al bloque histórico
dirigente, en función a las necesidades de existencia, reproducción
y transformación que presenta el capital en diversas coyunturas
de desarrollo, no son los aparatos ideológicos escolares;
sino los medios dominantes de difusión masivos (cine y prensa);
y muy en especial, los medios electrónicos de transmisión
colectiva (televisión y radio) y las nuevas tecnologías
de comunicación.
En suma, podemos
pensar que con el rápido desarrollo y perfeccionamiento físico
que alcanzan todas las tecnologías de comunicación,
el Estado capitalista estrena un nuevo sistema nervioso cultural
que transforme el interior de la estructura de la sociedad civil
tradicional. Con ello, el Estado entra en una nueva etapa cultural
que modifica todo el esqueleto y la organización de los aparatos
de hegemonía convencionales; y coloca a los medios de comunicación
como los principales aparatos ideológicos del capitalismo
avanzado.
Por ello, podemos
decir que en las formaciones capitalistas contemporáneas,
y en particular, en las formaciones dependientes de América
Latina, los medios de difusión colectiva y las nuevas tecnologías
de producción de símbolos y sentidos, se han convertido
en los principales instrumentos culturales que crea_ y mantienen
la hegemonía que reproduce ideológicamente al sistema.
De aquí, la enorme importancia de descubrir de donde parte
la lógica de producción y expansión de las
tecnologías de información. Determinarlo, será
comprender el punto de partida que le da vida a este nuevo Estado
Ampliado contemporáneo.
IV.- LA CAPACIDAD EDUCATIVA
DE LA TELEVISION.
Dentro del contexto
de transformación de las jerarquía de aparatos de
hegemonía en las sociedades modernas es necesario considerar
que la televisión se ha convertido en el principal medio
de comunicación colectiva de nuestra civilización,
ocupando un papel central en el desarrollo de las mentalidades y
sensibilidades; y por lo tanto, en el desarrollo del país.
Hoy día la televisión se ha convertido en el sistema
nervioso fundamental del avance o retroceso de nuestra cotidiana
cultura nacional (28).
Por ello, aunque
estamos conscientes que la televisión no produce efectos
automáticos sobre el auditorio. Que no es una aguja hipodérmica
que inyecta mecánicamente sus contenidos en los cambios de
la población. Que existen múltiples formas de interpretar
por parte del auditorio los mensajes televisivos que recibe. Que
por parte de los emisores no existen efectos acabados sobre los
auditorios como hemos creído en años anteriores. Que
no es omnipotente para producir procesos mágicos. Que normalmente
refuerza tendencias previamente ya existentes en el seno de las
comunidades. Que la conciencia humana no solamente se produce por
la acción simbólica de la televisión, sino
por un conjunto más amplio de relaciones sociales y de redes
culturales que impactan sobre la inteligencia y la sensibilidad
de los individuos. Que su efectividad de convencimiento no depende
totalmente de las imágenes que se transmiten sino de otros
procesos sociales complementarios, etc. También sabemos que,
a través de las propiedades físicas que ha conquistado
y de los hábitos educativo-culturales que ha formado, la
televisión cuenta con un alto margen de eficacia persuasiva
comprobada para crear y cambiar las formas de pensar y actuar en
México.
En la actualidad
debemos tener presente que en nuestro país, frente a la tradicional
acción del sistema escolar y religioso, la televisión
se ha convertido en la principal red educativa capaz de cambiar,
con mayor rapidez y agilidad, las cosmovisiones, los valores, los
sentimientos, las actitudes, los hábitos y las conductas
de los receptores. En una idea, dirige la cultura cotidiana en cada
sexenio de gobierno. Así, la televisión se ha convertido
en el principal mediador cultural, a través del cual el Estado
articula ideológicamente a nuestra sociedad, convirtiéndose
en la principal organizadora colectiva de la historia moderna de
México.
Sin embargo, esta
mediación central que ejerce la televisión entre gobierno
y sociedad, no significa, en ningún momento, que la capacidad
de persuasión que realiza sea omnipotentemente eficaz para
convertir en socialmente dominante cualquier mensaje transmitido
por ésta y mecánicamente doblegar las conciencias
y las acciones de todos los ciudadanos que son tocados por los mensajes
que transmite ésta. La fuerza de convencimiento de la televisión
tiene límites de competencia muy precisos, y los principales
son los tres siguientes:
Primero, las informaciones
televisivas que leen, decodifican e interiorizan los receptores
nunca se asimilan homogéneamente en todos ellos con el mismo
signo ideológico e intensidad personal con la que se emiten,
sino que varían según son sus situaciones históricas,
antropológicas, religiosas, económicas, familiares,
políticas, culturales, materiales, regionales, étnicas,
productivas, etc., que los determinan como seres humanos. No debemos
olvidar que los públicos no son pasivos, ni neutros, ni socialmente
vírgenes, sino que éstos practican sus propios procesamientos
del universo de sentidos que la televisión les ofrece de
acuerdo a sus propias experiencias de vida y sus inserciones sociales
(29).
Segundo, la habilidad
seductora de la televisión nunca puede rebasar el peso de
la realidad que enfrentan los espectadores, pues siempre las circunstancias
de sus vidas concretas son más fuertes que el poder que alcanza
la información y las imágenes audiovisuales que se
difunden. Es necesario subrayar que la televisión no sustituye
a la dinámica económica, política y social,
sino que la apoya o debilita con base en los proyectos globales
que existen detrás de ésta. De lo contrario, sobrevaloraríamos
el papel colectivo de la televisión al otorgarle fantasiosamente
una absoluta propiedad transformadora, cuando en verdad sólo
es una tecnología muy perfeccionada de promoción de
intereses o políticas precisas.
Tercero, cuando
la gama de discurso que transmite la televisión encuentra
las condiciones psicológicas favorables en los campos de
conciencia de los públicos, éstos son asimilados funcionalmente
en un alto porcentaje y viceversa.
Sin embargo, no
obstante la existencia de diversos límites reales en la tarea
de mediación social que realiza la televisión entre
pueblo y gobierno, su capacidad de persuasión y de movilización
de la población en el país ha sido tan eficiente en
diversos momentos, que ha generado fuertes fenómenos sociales
de signos contrarios. Así, por ejemplo, en un sentido positivo
constatamos cómo a través de las acciones promocionales
de la televisión, se colaboró a educar a la población
para reducir en la década de los ochentas la tasa de crecimiento
demográfico del 4.3% al 2% construyendo un nuevo modelo cultural
de familia basado en cuatro miembros: padre, madre y dos hijos.
De igual forma, se ha contribuido a alfabetizar y a otorgar instrucción
básica a través de la telesecundaria a miles de mexicanos,
a tal grado, que de 1983 a 1987 se redujo el índice de analfabetismo
en sujetos mayores de 15 años del 14 al 7.1 %, alfabetizando
a más de 3 millones 300 mil mexicanos. Esto significa que
hay 92 de cada 100 mexicanos adultos que ya saben leer y escribir
en el país (30).
De la misma manera,
ha promovido permanentemente la educación colectiva civil
para lograr la donación altruista de sangre a hospitales
y bancos de plasma (31). Asimismo, con apoyo de las campañas
de prevención médica vía televisión,
la acciones del sector salud, la participación de 600 mil
voluntarios y la instalación de 80 mil puestos de vacunación,
se pudo inmunizar en dos fines de semana de 1987 en todo el territorio
nacional a más de 12 millones de niños contra la poliomielitis,
a 10 millones de pequeños contra la difteria y la tosferina,
y a 2 millones de niños contra el sarampión, que en
conjunto han alcanzado reducir en más del 35 % las enfermedades
infantiles en la República (32).
También,
por la acción instructiva de la televisión y otros
medios de comunicación, se ha formado en los últimos
dos sexenios una nueva cultura financiera de masas que ha logrado
crear una base de educación económica que permite
que la clase media y algunos sectores de la clase popular sepan
cómo invertir sus ahorros en diversos instrumentos de capitalización,
como son los diversos plazos bancarios, en renta variable, cetes,
dólares, UDIS, papel comercial, petrobonos, acciones de empresas,
etc. En los mismos términos, en los spots televisivos transmitidos
de 1984 a 1985 consiguieron abarrotar los Registros Civiles del
país para regularizar las uniones libres de las parejas y
registrar oficialmente a sus hijos. En idéntico sentido,
la repetición publicitaria a través de la televisión
ha creado en las ciudades desde hace 15 años a la fecha una
cultura de uso de la toalla sanitaria que las mujeres urbanas, y
se nota cada vez más con marcada claridad, que también
ya empieza a surgir en el campo.
Igualmente, se logró
que los ciudadanos hicieran valer más sus derechos como compradores
mediante la educación televisiva que ha proporcionado el
Instituto Nacional del Consumidor y la Procuraduría Federal
del mismo en los últimos 12 años (33). De igual forma,
se obtuvo que a través de la promoción televisiva
más de 80 mil pedalistas participaran en 1987 en el Paseo
Ciclista de la Constitución, 15 mil atletas asistieran a
la Sexagésima Tercera Carrera de la Constitución en
el D.F. y 4 mil deportistas estuvieran presentes en el IV Maratón
Deportivo Guadalajara (34).
También a
partir de la difusión de la propaganda audiovisual sobre
la prevención de los accidentes de trabajo y la capacitación
de aproximadamente un millón de funcionarios públicos
por el Instituto Mexicano del Seguro Social, se obtuvo que los percances
de trabajo en las empresas se redujeran el año pasado en
57 % (35). En idéntico sentido, a través del incremento
de las campañas publicitarias, en 80% en prensa, 110 % en
revistas, 85 % en radio y 200 % en televisión, la iniciativa
privada pudo sostener la demanda de consumo de la población
en ciertos renglones excepto el sector textil, la industria zapatera
y la industria automotriz que fueron afectadas drásticamente
por la crisis económica de 1987 (36). Asimismo, mediante
la promoción televisiva y la preparación de 450 mil
promotores del voto por parte de la Federación de Trabajadores
al Servicio del Estado se logró que el 85 % de los ciudadanos
en edad de votar se registraran voluntariamente en el Padrón
Electoral para participar en las elecciones presidenciales de 1988
(37).
Igualmente, otro
caso sumamente meritorio de persuasión y movilización
de la sociedad mexicana ocurrió ante los terremotos de 1985,
donde a través de la televisión y otros medios de
comunicación, el conjunto social se sensibilizó de
la magnitud de la tragedia y logró vincular las urgentes
demandas de socorro con los ofrecimientos de ayuda voluntaria de
los ciudadanos, creando un movimiento de solidaridad civil que no
se había presenciado en las últimas cinco décadas
(38).
Mediante otras acciones
persuasivas la televisión nos ha reeducado cotidianamente
para sustituir en nuestro registro de domicilio la colonia por el
código postal. Para agregar otra cifra cabezal por zonas
cuando el número telefónico rebasó los seis
dígitos. Para aceptar las nuevas instalaciones en nuestro
hogar que permitieron el cambio de voltaje de 120 a 110 volts. Para
cambiar las placas al nuevo sistema de referencia permanente. Para
pagar los impuestos de las personas físicas y morales en
las fechas indicadas. Para obtener nuestras nuevas credenciales
de elector, etc.
Sin embargo, por
otro lado, en un sentido negativo presenciamos cómo la televisión
y otros medios electrónicos no ha educado para propiciar
a lo largo de los años un permanente ciclo consumista que
provoca el desperdicio de gran parte de la energía de nuestra
sociedad. A través de las imágenes que diariamente
se difunden, constatamos cómo la televisión reconstruye
en la pantalla otro país que no es México. De igual
forma, mediante los valores televisivos que se proyectan, observamos
como la televisión ha generado un fuerte corrimiento de la
frontera ideológica nacional que ha propiciado la desmedida
admiración por el estilo de vida y éxito norteamericanos
y el rechazo a los netamente local, etc.
V.- TELEVISION, CULTURA
Y VIOLENCIA.
El gran desarrollo
tecnológico que ha alcanzado la industria audiovisual en
México comprueba la gran capacidad transformadora de concepciones
y hábitos de los ciudadanos que posee la televisión
en nuestro país. Esta capacidad persuasiva se amplifica mas
cuando observamos, por una parte, que dicha institución audiovisual
se ha convertido para las colectividades en una fuente muy importante
de conocimiento y educación cotidiana de la realidad, especialmente
en las comunidades humanas urbanas; y que por otra parte, el promedio
de exposición de la familia mexicana a la televisión
es superior a 49.5 horas por semana y esta práctica va en
aumento con los nuevos sistemas de televisión por cable,
la suscripción a domicilio, la presencia de la televisión
directa y la expansión de las nuevas tecnologías de
información en nuestro país (39). Este poder real
que ha conquistado la televisión mexicana sobre los campos
de conciencia de los diversos auditorios nacionales, a largo plazo,
ha producido en el país múltiples fenómenos
culturales de diverso signo, entre los cuales, destacan la generación
de diversas clases de violencias sobre los telespectadores, como
son la violencia por exposición y la violencia por omisión.
En primer término,
en relación a la violencia por exposición constatamos
que la televisión a través de la difusión de
su enorme gama de programas agresivos ha contribuido a crear un
clima favorable para la expansión de la violencia al interior
de la sociedad. Por ejemplo, al terminar la enseñanza secundaria
un joven normal ha pasado frente al televisor el doble del tiempo
del que mantuvo como asistencia a la escuela, o sea nueve años.
En dicho lapso su cerebro habrá registrado las imágenes
de aproximadamente 150,000 episodios violentos y unas 25,000 muertes
(40).
Incluso, dicha realidad
se ha incrementado al grado que en los Estados Unidos se calcula
que actualmente las imágenes violentas aparecen a razón
de 25 veces por hora (41). Por ello, tenemos que preguntarnos e
investigar, si nuestra televisión nacional importa en un
alto porcentaje la programación norteamericana, especialmente
en esta fase de globalización e internacionalización
cultural en la que ha entrado el país, ¿ Cuántas escenas
violentas se están recibiendo en nuestros hogares mexicanos
que cuentan con una legislación y práctica normativa
macute;ses altamente industrializados
se ha comprobado que en la medida en que aumenta la exposición
de suicidios en las imágenes televisivas, también
se eleva el porcentaje de suicidios entre jóvenes y niños
de las comunidades humanas; o en la medida en que se incrementan
las exposiciones de contenidos con violaciones sexuales hacia el
sector femenino, se expande en la sociedad las agresiones sexuales
a las mujeres.
Por otra parte,
hay que considerar que "el impacto mental que el crimen televisado
provoca en cualquier espectador, constituye una simulación
peligrosa. Los adultos se pueden defender más de estas fantasías,
pero los niños y los jóvenes, dan por hecho que un
fuerte garrotazo en la cabeza de un contrincante le hace caer de
forma muy chistosa y además se repone fácilmente del
dolor. Por ello, es necesario que la escuela y los padres eduquen
a los hijos frente a este tipo de alteraciones de la realidad. Deben
explicarles, por ejemplo, que un golpe en la cabeza de un ser humano
puede provocarle un daño irreparable. Que el respeto a la
integridad física de los demás es un deber fundamental
y que la violencia es el estado más deplorable de la conducta
humana" (42).
En segundo término,
en relación a la violencia por omisión encontramos
que la televisión ha producido otro tipo de agresión
que ha sido la espiritual, pues ha impuesto gradualmente sobre la
conciencia del país otro proyecto cultural distinto al que
demandan nuestras bases psíquicas y culturales milenarias.
En este sentido, podemos decir que el Estado mexicano está
profundamente extraviado en su proyecto cultural, pues ha permitido
la construcción de un programa mental, que por medio de la
televisión y otros medios de información electrónicos,
está formando generaciones de hombres enanos, ya que nos
ha hecho creer profundamente que lo importante en la vida son los
valores intranscendentes de la frivolidad y el consumo, y no los
principios del reconocimiento, la autoestima, la aceptación
del otro y el crecimiento personal. La televisión ha colocado
el éxito del individuo en la capacidad que tiene para adquirir
y acumular bienes, y no en la facultad para desarrollar su interior
y aumentar su capacidad de amar.
Por todo lo anterior,
no obstante que en la actualidad contamos con una mucho mayor cantidad
de recursos tecnológico-comunicativos, sabemos cada vez menos
de nosotros como país y como seres humanos, y estamos perdiendo
nuestra identidad nacional. Hoy, la televisión reproduce
a colores y en tercera dimensión una nueva versión
de la conquista.
Esto significa,
que en la actualidad la principal fuerza educativa que guía
a nuestra sociedad ha sido desplazada del tradicional sistema educativo
a la red de los medios de comunicación de masas. Por esto,
hoy día la verdadera dirección ideológica de
nuestra sociedad ya no se construye cotidianamente desde el aula
u otras instituciones culturales, sino desde los canales colectivos
de información, y en particular desde el aparato televisivo.
De esta forma, el
modelo mental que los medios imponen, ha acelerado el rompimiento
de la relación trigeneracional que se establecía entre
hijos-padres-abuelos, principal sostén cultural de este país
en los últimos 400 años. Así, amparada por
la ideología de la modernidad y la globalización,
en menos de una generación, en nuestras conciencias grupales
se ha sembrado masivamente lo transnacional estadounidense, al grado
de que hoy podemos decir como lo señala Carlos Monsivais,
que en el territorio mexicano ya nació la primera generación
de estadounidenses. Hoy, ya hemos perdido la memoria de nuestro
proceso histórico y, en menos de cuatro decenios, hemos adquirido
la memoria de lo multinacional.
Todo lo anterior
se confirma cuando observamos que los niños mayores de seis
años conocen más la información televisiva
que la transmitida en la escuela primaria o otros órganos
culturales. Por ejemplo, en el terreno de la realidad nacional el
77% de los pequeños retienen más frases como "La chispa
de la vida" o "Recuérdame" y sólo el 49% conserva
otras como "¡Viva la Independencia!", "La solución somos
todos" o "El respeto al derecho ajeno es la paz". De igual manera,
mientras que casi la totalidad de los niños (92%) retiene
la imagen del Gansito Marinela, menos de dos terceras partes (64%)
identifica la Columna de nuestra Independencia o al cura Hidalgo.
El 63% de los niños asocia fácilmente el tema de la
tarjeta de crédito "Carnet" y sólo el 43% reconoce
la frase "El respeto al derecho ajeno es la paz". En resumen, observamos
que de cada diez personajes que los niños identifican, sólo
tres son de la historia de México.
En el campo de la
historia, el 67% de los niños identifican los días
y horarios en que se transmiten sus programas favoritos de televisión,
mientras que sólo el 19% enuncia las fechas en que ocurrieron
los acontecimientos más significativos de la historia nacional.
Los super héroes de la televisión como "La mujer maravilla",
son más conocidos por los pequeños (98%) que los héroes
de la Revolución mexicana (33%). "El Chapulín Colorado"
es más evocado por los infantes (96%) que los Niños
Héroes de Chapultepec (82%). "Supermán" está
más presente en la mente de los pequeños (97%) que
Don Benito Juárez.
En materia religiosa,
no obstante que nuestra sociedad es acentuadamente católica,
más de la mitad de los niños (56%) conoce el día
en que se transmitía "Hogar dulce hogar", mientras que sólo
el (86%) recuerda el día en que se celebra la Navidad. Mientras
el 55% de los niños puede decir qué día se
difundía el programa "Mis huéspedes", sólo
el 32% sabe la fecha en que se celebra la fiesta de la Virgen de
Guadalupe. Los pequeños identifican mejor el logotipo de
"Sabritas" (86%) que una ostia (46%).
En el área
cívica, el 87% de los infantes conoce los días en
que se transmiten los programas cómicos y sólo el
13% sabe la fecha en que toma posesión el Presidente de la
República. Sólo el 8% conoce la fecha en que el primer
mandatario rinde su informe anual, mientras que el 61% sí
puede decir el día y la hora en que aparecen las series fantásticas.
El 83% de los niños identifica el logotipo de los pastelitos
rellenos y sólo el 63% conoce el Calendario Azteca. Mientras
que el 81% de los pequeños evoca el logotipo de los productos
"Marinela", sólo el 66% identifica el escudo nacional. Las
tres cuartas partes (77%) de los niños identifican la imagen
de Chicles Adams y menos de una quinta parte (17%) reconoce el Monumento
a la Revolución. Finalmente, el logotipo de los chocolates
"Carlos V" es más reconocido (77%) que el Monumento del Angel
o la columna de la Independencia (40%) (43).
Incluso, este panorama
cultural está por agravarse aún más por la
apertura de nuestra economía al comercio internacional, dado
el ingreso de México al GATT, la firma del Tratado Norteamericano
de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá y el debilitamiento
de la política educativo-cultural del Estado Mexicano.
Si éstos
son sólo algunos de los rasgos del retroceso de la identidad
nacional que se experimenta en nuestro país, especialmente,
en los niños y jóvenes, nos preguntamos ¿ Por qué
el Estado mexicano ha permitido que la televisión concentre
diariamente de forma mayoritaria la energía mental de la
nación a través de sus horarios "Triple A" (7 a 10
de la noche) en hacer propaganda de cigarros, brandyes, rones, "alimentos
chatarra", perfumes, etcétera, y no en fortalecer nuestras
bases de reconocimiento e integración cultural como nación
y comunidades humanas ?.
Por otra parte,
si sabemos que cada niño que nace en México trae un
compromiso heredado de más de 750 millones de pesos por concepto
de deuda externa. Si cada vez más son los pequeños
que intentan cruzar el río Bravo para trabajar como braceros
en Estados Unidos. Si existen más de dos millones de chicos
que piden limosna en las calles del país. Si la crisis económica
ha obligado a que padre y madre trabajen y nuestros niños
cada vez son más amamantados por la televisión. Si
el 78% de las criaturas menores de cuatro años no alcanza
la estatura y el peso normales debido a la desnutrición.
Si antes de cumplir los cinco años, muere el 10% de la población
infantil. Si el síndrome del niño golpeado ha aumentado
un 30% en los últimos dos años. Si éste es
el cuadro de vida de una gran mayoría de la niñez
mexicana, cabe preguntar ¿ Por qué el proyecto de televisión
dirigido a los infantes concentra su atención prioritariamente
en las "televacaciones", las caricaturas agresivas, los programas
de concursos infantiles, los comerciales para favorecer el consumismo
y otras fantasías extranjeras, y no en impulsar el desarrollo
educativo y humano de los pequeños ? (44).
VI.- ¿ QUE HACER ?.
Dentro de este contexto
cultural modernizador de la sociedad mexicana podemos decir que
aunque el Estado nacional cada día se esfuerza por ser mejor
instancia rectora en el terreno de las relaciones económicas,
políticas, ecológicas, comerciales, internacionales,
laborales, productivas, etc; en el área cultural ha perdido
la capacidad de conducción moral de nuestra sociedad. En
este sentido, podemos decir que en los últimos decenios,
en términos culturales el sector privado del país
controlador los medios de comunicación y las corporaciones
multinacionales, han sido las verdaderas secretarías de Estado
que han influido en el intelecto y la emoción colectiva que
han cohesionado al país.
Por ello, para corregir
la dirección de nuestro espíritu nacional es fundamental
estudiar el papel que desempeñan los medios electrónicos
de comunicación, y particularmente la televisión,
para diseñar nuevas políticas culturales, pues son
esos canales los que están construyendo con mayor fuerza
el proyecto mental cotidiano de la República. Dada la
pérdida de la rectoría cultural de la sociedad mexicana
por parte del gobierno, actualmente es Razón de Estado el
planificar el funcionamiento social de los medios de información
masiva para el desarrollo del país. Siendo que el corazón
de la democracia hoy cruza por los medios de comunicación,
la reforma del Estado existirá sólo en la medida en
se reforme el funcionamiento social de los medios de comunicación
colectivos en nuestro país.
Tenemos que considerar
que debido a la aceleradísima transformación global
que vivimos, de nada servirá intentar corregir los pies económicos,
los brazos tecnológicos, las manos laborales, el estómago
agropecuario, los pulmones ecológicos del país, etc;
si no se modifica el alma mental que da vida a nuestra sociedad,
pues el cuerpo, tarde o temprano, se volverá a desmoronar
y cada vez mas con mayor profundidad.
VII.- NOTAS.
1.- Provocado por la ausencia de
una teoría crítica de los medios de comunicación,
los movimientos de cambio social de izquierda no han sabido canalizar
adecuadamente el nuevo uso político de estos, como lo demuestran
las experiencias de Chile, Argentina y otros países del tercer
mundo. Sobre el caso consultar, Jean Baudrillard, Réquiem
Por los Media, en Crítica a la Economía Política
del Signo, Editorial Siglo XXI, México D.F., 1ª. Edición,
1974 páginas 198 a 202; J. Martín Barbero, Apuntes
para una Historia de las Matrices Culturales de la Massmediación,
Primer Foro Internacional de la Comunicación Social: Comunicación
y Poder, Lima, Perú, 7 de junio de 1982, versión mimeografiada,
página 1 a 3; Heberto Castillo, Un Partido Revolucionario
Mexicano, Revista Proceso No. 295, 19 de octubre de 1981, página
32; Armand Mattelart, La Debilidad de la Izquierda ante las Nuevas
Tecnologías del Capitalismo, El Gallo Ilustrado No. 952,
14 de septiembre de 1980, página 9; Hernán Uribe O.,
Los Medios: Armas de la Guerra Encubierta, en: Argentina,
Cuba, Chile: Realidad Política y Medios Masivos, Cuadernos
del Centro de Estudios de la Comunicación No. 4 UNAM, México
D.F., 1979, páginas 60 a 64; Alicia Gordon Strasser, Chile:
Comunicación Masiva y Coyuntura Política (Comentario),
en: Argentina, Cuba, Chile: Realidad Política y Medios Masivos,
obra cit., páginas 71 a 75; Armand Mattelart, Los Medios
de Comunicación Masiva en una Situación Prerevolucionaria,
en: Revista Arte, Sociedad e Ideología No. 2 agosto - septiembre
de 1977, México D.F., página 86; Franz Hinkelammert,
Dialéctica del Desarrollo Desigual, Editorial Universitaria
de Valparaíso, Universidad Católica de Chile, Centro
de Estudios de la Realidad Nacional, Santiago de Chile, 1972, página
125; Armand Mattelart, La Comunicación Masiva en el Proceso
de Liberación, Editorial Siglo XXI, Buenos Aires, Argentina,
1973, páginas 11 a 13; Armand Mattelart, Fuentes Culturales
y Movilización de Masas, Editorial Anagrama, Colección
Elementos Críticos No. 3, Barcelona, España, 1977,
páginas 28 a 29 y Armand Mattelart, Transnacionales y
Mercaderías Culturales, Uno Mas Uno, 8 de julio de 1981,
página 17.
2.- Existe un amplio
consenso dentro de la incipiente teoría materialista y crítica
de la comunicación de masas que hasta 1983 ésta se
encuentra en un grado elemental de desarrollo. Al respecto consultar,
Hugo Assman, Las Necesidades Emotivo Utópicas de las Masas
y la Comunicación Masiva, en : Teología desde
la Praxis de la Liberación, Editorial Sígueme, Segunda
Edición, Salamanca, España, 1976, páginas 247
a 248; Armand Mattelart, La Debilidad de la Izquierda ante las
Nuevas Tecnologías del Capitalismo, Obra cit., página
9; Mabel Piccini, Sobre la Producción Discursiva, la Comunicación
y las Ideologías, Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad
Xochimilco, México D.F., 1981, versión mimeografiada,
páginas 24 a 26; Jesús Martín Barbero; Comunicación
Masiva: Discurso y Poder, Editorial Epoca, Colección
Intiga No. 7, Quito, Ecuador, 1978, página 13 a 15 y 37 a
39; Ana María Fadul, Carlos Eduardo Lins Da Silva y Luis
Fernando Santoro, Comunicacao, Hegemonía e Contra-Información.
(Documento Básico Do IV Ciclo de Estudios Interdisciplinares
Da Comunicacao), Cortez Editora, INTERCOM, Sao Paulo, Brasil,
1982, páginas 10 a 12; Jean Baudrillard, Réquiem
por los Media, obra cit. página 194 a 197; Daniel Prieto
Castillo, Elementos para una Teoría de la Comunicación,
Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILCE),
México D.F., 1978, páginas 6 y 7 ; Mabel Piccini,
La Investigación Sobre Medios de Comunicación en
América Latina , Simpósium Nacional de Comunicación:
La Experiencia de América Latina, Frente a la Experiencia
Norteamericana, Universidad Iberoamericana, abril de 1978, México,
D.F., página 10 a 16; Eliseo Verón, Ideología
y Comunicación de Masas: La Semantización de la Violencia
Política, en: Lenguaje y Comunicación Social,
Editorial Nueva Visión, Argentina, 1977, páginas 134
y 140; Armand Mattelart, Comunicación y Cultura de Masas,
en: Comunicación Masiva y Revolución Socialista, A.
Mattelart, Patricio Biedman y Santiago Funes, Editorial Diógenes,
México, 1972, páginas 11 a 13 ; J.M. Martínez,
Para Entender los Medios: Medios de Comunicación y Relaciones
Sociales, en Ideología y Medios de Comunicación,
Autores Varios, Editorial Amorrortu, Argentina, 1974, páginas
126 a 128; Mabel Piccini, La Situación de los Medios de
Comunicación en Argentina, Simpósium: Comunicación
y Dependencia en América Latina, Universidad Nacional Autónoma
de México, México D.F., 1978, páginas 13 y
14; Hans Magnus Enzezberger, Integrantes de Una Teoría
de los Medios Masivos de Comunicación, en: Los Medios
de Comunicación Colectiva, Jaime Goded (Compilador), UNAM,
FCPS, Serie Lecturas No. 1, 1976, páginas 60 a 65, 72 a 75
y 85 a 88; Hugo Assman, El Cristianismo, Su Plusvalía
Ideológica y el Costo Social de la Revolución Socialista,
en Teología Desde la Praxis de la liberación, Obra
Cit., página 172; Un Sólo Mundo Voces Múltiples.
Comunicación e Información en Nuestro Tiempo,
Comisión Mac. Bride, Fondo de Cultura Económica, México
1980, páginas 40 a 44; y La Izquierda no ha Considerando
Prioritario el Tema de la Comunicación Social: Monsivais,
Excelsior, 8 de mayo de 1983.
3.- Para una visión
panorámica sobre algunos de los principales tópicos
que el marxismo ha estudiado referente a los medios de comunicación,
consultar Marxism and the Mass Media: Towards a Basic Bibliography,
No. 1,2,3,4,5 y 6, International Mass Media Research Center, International
General, New York; Armand Mattelart y Seth Siegelaub, Comunication
and Class Struggle, Vol. 1, International Mass Media Researh
Center, International General, New York.
4.-Incluso, podemos
pensar que es poco lo que se sabe en torno al tema de la información
y la sociedad civil, y que raras veces se ha tratado la significación
de la comunicación como parte de la sociedad civil. Menos
aún ha sido estudiada en relación con el Estado y
en su vinculación con las nuevas tecnologías de información.
Por ello, creemos que, a pesar de que en América Latina apenas
empieza a surgir una actividad de investigación y reflexión,
existe una larga tradición en la región sobre los
temas tomados por separados, o sea, sobre la comunicación
y sobre la sociedad: Los puentes entre las dos áreas de análisis
están por construirse. Esta tarea significa, por un lado,
acabar con muchos de los estereotipos que existen sobre los procesos
de comunicación de la sociedad; y por otro, empezar a formular
nuevos interrogantes acerca de ello. Elizabeth Fox, Comunicación
y Sociedad Civil: Una Temática Incipiente, en Revista
Comunicación y Sociedad No. 7 Telemática y Sociedad,
Buenos Aires, Argentina, 1982, página 44.
5.- Nos referimos
a los principales textos clásicos de la comunicación
que en ninguno de sus apartados examinan esta realidad. Consultar
Mr. G. Thoveron, Sociologie Des Moyens de Communication Sociale,
Presses Universitaires de Bruxelles, 1ª. Editorial, París
1972; A Romero Rubio, Teoría General de la Información
y de la Comunicación, Editorial Pirámide, S.A.,
Madrid, España; G. Maletzke, Sociología de la Comunicación
Social, Editorial Epoca, Colección INTIYAN-CIESPAL ,
Quito, Ecuador, 1976; David K. Berlo, El Proceso de la Comunicación,
Editorial El Ateneo, Buenos Aires, Argentina, 5ª. Reimpresión,
1974; Sandra Hybels y Richard L. Weaver, La Comunicación,
Editorial Litton Educational Publishing, Inc., México D.F.,
1976; Horacio Guajardo, Teoría de la Comunicación
Social, Editorial Demoscopia, México D.F., 1970; Erich
Feldmann, Teoría de los Medios Masivos de Comunicación,
Editorial Kapelusz, Buenos Aires, 1977; Un Sólo Mundo
Voces Múltiples. Comunicación e Información
en Nuestro Tiempo, UNESCO, Fondo de Cultura Económica,
1ª. Edición, México, 1980; Denis Mc. Quail, Sociología
de los Medios Masivos de Comunicación, Editorial Paidos,
Argentina, 1972; Jorge H. Pole, Comunicación Social,
Editorial PROLAM, Argentina , 1974 ; Horst Halzer, Sociología
de la Comunicación, Editorial AKAL, Madrid, España,
1978; Antonio García, ¿ Comunicación Para la Dependencia
o Para el Desarrollo ?, CIESPAL, Colección INTIYAN, Quito,
Ecuador, 1980; y muchos otros más.
6.- Antonio Gramsci,
Problemas Escolares y Organización de la Cultura,
en: Los Intelectuales y la Organización de la Cultura, Obras
de Antonio Gramsci, Tomo 2, Editorial Juan Pablos, México
D.F. 1975, páginas 125 a 126.
7.-Antonio Gramsci,
La Opinión Pública, en : Pasado y Presente,
Editorial Granica, Buenos Aires, Argentina, 1ª. Edición,
1974, página 203.
8.- Por Aparatos
de Difusión de Masas (ADM) entendemos el conjunto de instituciones
e instrumentos culturales, que derivados del acelerado desarrollo
que alcanzan las fuerzas productivas con la Primera, Segunda y Tercera
Revolución Industrial (tecnologías especialmente de
carácter electrónico); son capaces de producir, distribuir
e inculcar las ideologías de la clase o fracciones de clases
que los detenta. Esto realizado en la proporción más
voluminosa, en la cobertura más amplia, y con la incidencia
más constante, sobre los campos de conciencia de los diversos
grupos sociales que componen la formación social donde se
inscriben.
9.- Ludovico Silva,
Teoría y Práctica de la Ideología, Editorial
Nuestro Tiempo, 1971, México D.F., páginas 153 y 181.
10.- Fernando Carmona,
El Subdesarrollo y la Apertura, en: Reforma Educativa y Apertura
Democrática, Editorial Nuestro Tiempo, Varios Autores, México
D.F., 1972, página 17 a 25.
11.- Maurice Duverger,
Carta Abierta a los Socialistas, tomado de Neocapitalismo
Contaminante, Excelsior, 22 de abril de 1981, página 6.
12.- Rafael Roncagliolo,
Comunicación: Cambio Social y Necesidad de un Nuevo Marco
Conceptual, Documentos ILET, septiembre de 1977, México
D.F., página 1 a 4 y 19 a 29; y Comunicación y
Culturas Transnacionales: Proposiciones Cr& mimeografiada, página 22 y 23; Comunicación y Nueva
Hegemonía, Editorial Comisión Evangélica
Latinoamericana de Educación Cristiana (CELADEC), Lima Perú
, 1981, página 40; y La Debilidad de la Izquierda ante
las Nuevas Tecnologías del Capitalismo, El Gallo Ilustrado
No. 952, 14 de septiembre de 1980, página 8.
14.- Fernando Reyes
Matta y Rafael Roncagliolo, Iglesia, Prensa y Militares: El Caso
Riobamba y los Obispos Latinoamericanos, Instituto Latinoamericano
de Estudios Transnacionales (ILET), México D.F., 1978, página
80.
15.- Enrique Guinsberg,
Los Medios Masivos de Comunicación y La Formación
Psicosocial, Instituto Latinoamericano de Estudios Transnacionales
(ILET) , México D.F., septiembre de 1978, versión
mimeografiada, página 8 a 17 y 48 a 51.
16.- Juan Somavia,
La Comunicación y el Modelo Transnacional de Desarrollo,
Revista Nueva Sociedad No. 38, septiembre-Octubre de 1978, Venezuela,
página 33 a 36.
17.- Noreene Janus
y Rafael Roncagliolo, Publicidad Transnacional, Medios de Comunicación
y Educación en los Países de Desarrollo, Instituto
Latinoamericano de Estudios Transnacionales (ILET), México
D.F., 1980, página 2 a 5.
18.-Ana María
Fadul, O Futuro No Presente. Perspectivas Para una Teoría
dos Meios de Comunicacao de Massa, Tese de Doutoramento, Departamento
de Filosofía, Facultade de Filosofía, Letras e Ciencias
Humanas, Universidad de Sao Paolo, Brasil 1980 página 27
a 30; Hegemonía e Contra-Informaçao: Por una Nova
Praxis de Comunicacao, en: Comunicacao, Hegemonía e Contra-informaçao,
Carlos Eduardo Lins da Silva, Coordenador, Cortez Editora, INTERCOM,
Sao Paulo, Brasil, 1982, página 33 y 34; y Meios de Comunicacao
de Massa e Educacao ne Brasil: Una Perspectiva Crítica,
Cuadernos INTERCOM, No. 4, Sociedad Brasileña de Estudios
Interdisciplinares de Comunicacao; Cortez Editora, outubro, 1982,
Sao Paolo, Brasil, página 39.
19.- Carlos Monsivais,
Los de Atrás se Quedarán ( Notas Sobre la Cultura
y Sociedad de Masas en los Setentas), Revista Nexos No. 26,
febrero de 1980, México D.F.
20.- Comisión
Internacional de_Estudios de la Comunicación Informe
Provisional Sobre los Problemas de la Comunicación en la
Sociedad Moderna, UNESCO, París, 1978, páginas 23,
49, 53, y 54; y Un Sólo Mundo Voces Múltiples.
Comunicación e Información en Nuestro Tiempo,
UNESCO, Editorial Fondo de Cultura Económica, México
D.F. , 1980, página 76 y 172.
21.- Raúl
Cremoux, La Legislación Mexicana de Radio y TV, Prólogo
de Armando Labra, Universidad Autónoma Metropolitana - Xochimilco,
México D.F., 1982, página 7.
22.- Nos referimos
a los artículos, La Comunicación Si_tema Nervioso
de la Sociedad, El Sol de México, 22 de octubre de 1974;
La Información y la Opinión, Excelsior, 12
de julio de 1976; La Guerra de La Información, Uno
Mas Uno, 7 de noviembre de 1978, página 18; El Nuevo Orden
Mundial de la Información, El Día, 23 de noviembre
de 1980; Incomunicación Social, Excelsior, 3 de febrero
de 1981; La Comunicación Colectiva, El Nacional, 8
de junio de 1981; El Periódico Misil del Siglo XXI,
El Heraldo, 10 de junio de 1981; Cultura y Comunicación,
La Semana de Bellas Artes, No. 198, 16 de septiembre de 1981; Efectos
de la Comunicación Social, El Día, 22 de abril
de 1982; Comunicación y Control, 21 de febrero de
1983.
23.- Rafael Roncagliolo,
Comunicación y Cultura Transnacionales: Proposiciones
Críticas, obra cit., página 12. Complementando
este aspecto Roncagliolo y Reyes Matta señalan que "la importancia
de la iglesia como aparato ideológico dominante se ha visto
desplazada, primero por el desarrollo del aparato de educación
formal ( y por el crecimiento de la educación laica), y más
recientemente por la expansión de los medios de comunicación
colectiva. Al lado del aparato escolar y de los medios de comunicación,
la influencia ideológica de la iglesia se ha minimizado.
Piénsese por ejemplo, en los magros resultados de sus campañas
contra el control de la natalidad. Rafael Roncagliolo y Fernando
Reyes Matta, Iglesia, Prensa y Militares, obra cit., página
80.
24.- Es muy importante
aclarar que cuando afirmamos que las tecnologías de información
se han convertido en los principales aparatos de hegemonía,
en ningún momento queremos reproducir la visión idealista
de la hegemonía que postula que ésta se produce sólo
y desde la esfera cultural desvinculada de las principales exigencias
y procesos económicos y políticos de la sociedad.
Al contrario, en todo momento reconocemos que el consenso que se
produce vía medios de comunicación no se reduce solamente
al momento superestructural del fenómeno; sino que como toda
relación de fuerza que es surge desde el corazón de
la infraestructura y de sus contradicciones materiales.
Sin embargo, por
necesidades metodológicas de recorte de nuestro objeto de
estudio, no examinaremos todo el recorrido macro social que acompaña
a los procesos de construcción de la hegemonía. En
esta ocasión, sólo analizaremos las vías de
salida de este reflejo ideológico a través de las
tecnologías de comunicación.
25.- Para ampliar
las características de la nueva educación que se da
a través de las tecnologías de información,
consultar de Alberto Montoya Martín del C. y Ma. Antonieta
Rebeil, El Impacto Educativo de la Televisión Comercial
en los Estudiantes del Sistema Nacional de Telesecundaria, en
Televisión y Enseñanza Media en México: El
Sistema Nacional de Telesecundaria, Vol. II, SEP, SHCP, SPP, México
D.F., 1981, página 170 y siguientes.; y Javier Esteinou Madrid,
Los Medios De Comunicación y la Capacitación de
la Fuerza del Trabajo, Cuadernos del TICOM, No. 23, Departamento
de Educación y Comunicación, Universidad Autónoma
Metropolitana - Xochimilco, México D.F., 1983.
26.- Es sumamente
importante aclarar que la posición de Antonio Gramsci y de
José Carlos Mariátegui respecto a la escuela como
aparato de hegemonía principal, son evaluaciones históricas
correctas para su época. Es decir, no debemos aplicarle a
este pensamiento la misma crítica correctiva que le dirigimos
a la corriente althuseriana, pues son fenómenos distintos.
Esto debido, a que
Gramsci formula esta concepción en Italia entre 1917 y 1923,
y Mariátegui en Perú en 1925, cuando objetivamente
los proyectos hegemónicos del Estado italiano y peruano,
descansan su peso de dirección consensual, fundamentalmente
sobre la acción cultural que ejerce la escuela y el aparato
político. Por lo tanto, debe reconocerse que ambas apreciaciones
conceptuales, parten de un nítido análisis objetivo
sobre el tipo de realidad cultural que viven dichas sociedades en
proceso de incorporación a la dinámica de industrialización
capitalista.
27.- Recordar los
argumentos de L. Althusser sobre la escuela como principal aparato
ideológico, en Ideología y Aparatos Ideológicos
del Estado, Comité de Publicaciones de la Escuela Nacional
de Antropología e Historia, México 1975, página
37 a 38.
28.- Para comprender
porqué la televisión se ha convertido en el principal
medio de comunicación en la sociedad contemporánea,
consultar nuestro trabajo: Los medios de comunicación
y la construcción de la hegemonía, Editorial Trillas,
México, D.F., 1992, 200 páginas.
29.- Por otra parte,
es alarmante y aleccionador para la sociología crítica
del estudio del receptor, que quienes con mayor exactitud, sutileza
y eficacia conocen el perfil de comportamiento del auditorio es
el sector dominante, que impulsado básicamente por el capital
industrial y comercial, se dedica, a través de las técnicas
de la mercadotecnia y publicidad, a radiografiar los diversos patrones
de aspiraciones, gustos, comportamientos, debilidades, actitudes,
preferencias, inclinaciones, etc., del receptor, con objeto de integrarlo
al _proyecto de desarrollo del capital nacional e internacional.
Javier Esteinou Madrid, El estudio materialista de la comunicación
de masas, Cuadernos del TICOM No. 1, Taller de Investigación
para la Comunicación Masiva, Departamento de Educación
y Comunicación, Universidad Autónoma Metropolitana,
Unidad Xochimilco, marzo de 1979, p. 9.
30.- Hoy 92 de
cada 100 adultos mexicanos saben leer y escribir, Excelsior,
13 de diciembre de 1986; Reconocimiento de la UNESCO al gobierno
mexicano por los resultados de programas de alfabetización,
Uno Más Uno, 9 de septiembre de 1987; Descendió
el analfabetismo a 7.6%, Uno Más Uno, 27 de marzo de
1987.
31.- Respuesta
al festival del donador altruista de sangre, Excelsior, 14 de
octubre de 1987.
32.- Las campañas
de vacunación han logrado reducir 35% las enfermedades infantiles,
Excelsior, 12 de marzo de 1986; El próximo sábado
la segunda jornada de vacunación antipolio, Excelsior,
22 de marzo de 1986; Serán inmunizados contra la polio
más de doce millones de niños, Excelsior, 14 de
enero de 1987; Millón y medio de niños serán
vacunados contra la polio en el D.F., Excelsior, 21 de enero
de 1987; Aplicarán hoy a 12 millones de infantes la vacuna
antipolio, Excelsior, 24 de enero de 1987; Se inmunizó
contra la polio a 12 millones de infantes, Excelsior, 25 de
enero de 1987; Aplicó la armada 75 mil dosis de vacuna
antipolio, Excelsior, 29 de enero de 1987; Vacunados más
de 10 millones de niños contra difteria y tosferina,
Excelsior, 23 de mayo de 1987; Del 26 al 30, vacunas contra el
sarampión: SSA, Uno más Uno, 20 de octubre de
1987.
33.- Cada vez
más consumidores hacen valer sus derechos: Pliego Montes,
Excelsior, 11 de febrero de 1987.
34.- Al maratón
de Guadalajara 4,000 corredores, Excelsior, 4 de febrero de
1987; 15,000 atletas en la carrera de la Constitución,
Excelsior, 8 de febrero de 1987; El paseo ciclista, un freno
a la contaminación, Excelsior, 5 de junio de 1987.
35.- Bajaron los
accidentes laborales en 57%: IMSS, Excelsior, 10 de febrero
de 1987.
36.- Reconoció
MMH el apoyo publicitario a las campañas del sector público,
Excelsior, 29 de septiembre de 1987.
37.- Está
preparando al FSTSE a 450,000 promotores del voto, Excelsior,
2 de julio de 1987.
38.- Esteinou Madrid,
Javier, La reconstrucción y los medios de comunicación,
El Búho, No. 15, suplemento cultural de Excelsior, 22 de
diciembre de 1985; Esteinou Madrid, Javier, Televisión
y memoria social (dos partes), El Búho, Nos. 35 y 36,
Excelsior, 11 y 18 de mayo de 1986.
39.- La violencia
televisada produce graves y prolongados daños síquicos
en los niños, Excelsior, 8 de agosto de 1992.
40.- La violencia
televisada produce graves y prolongados daños síquicos
en los niños, Excelsior, 8 de agosto de 1992.
41.- La televisión
sin cerillos quemó una casa, Excelsior, 7 de noviembre
de 1993.
42.- La violencia
televisada produce graves y prolongados daños síquicos
en los niños, Excelsior, 8 de agosto de 1992.
43.- La televisión
y los niños. Conocimiento de la realidad televisiva vs. conocimiento
de la realidad nacional, Cuadernos del Consumidor, Instituto
Nacional del Consumidor (INCO), México, D.F., noviembre de
1982.
44.- Usos comerciales
de la televisión infantil, Uno Más Uno, 9 de enero
de 1988; Diario 5 denuncias de maltrato de menores en Chihuahua:
Miranda G., Excelsior, 29 de octubre de 1992; En 6 meses
el DIF recibió 119 denuncias por maltrato infantil, El
Financiero, 13 de septiembre de 1993; Es inexistente en México
una política que contemple a los niños. Ni siquiera
ha sido planteada, Uno Mas Uno, 27 de octubre de 1993.
Simplemente en la
ciudad de León, Guanajuato, los casos de "violencia interfamiliar"
-maltrato a los hijos, la mujer y el anciano- aumentó tanto
que en 1993 se presentaron 30 denuncias mensuales como promedio
y en 1992 el Ministerio Público registró 203 casos
de denuncias por rapto, secuestro y tráfico de menores. Creciente
violencia intrafamiliar se registra en León: Alcántara
S, Excelsior, 22 de febrero de 1993.
VIII.- DOCUMENTACION
CONSULTADA.
A.- LIBROS Y REVISTAS.
- Alberto Montoya Martín del
C. y Ma. Antonieta Rebeil, El Impacto Educativo de la Televisión
Comercial en los Estudiantes del Sistema Nacional de Telesecundaria,
en Televisión y Enseñanza Media en México:
El Sistema Nacional de Telesecundaria, Vol. II, SEP, SHCP, SPP,
México D.F., 1981.
- Alicia Gordon Strasser,
Chile: Comunicación Masiva y Coyuntura Política
(Comentario), en: Argentina, Cuba, Chile: Realidad Política
y Medios Masivos, Cuadernos del Centro de Estudios de la Comunicación
No. 4 UNAM, México D.F., 1979.
- Ana María
Fadul, Carlos Eduardo Lins Da Silva y Luis Fernando Santoro, Comunicacao,
Hegemonía e Contra-Información. (Documento Básico
Do IV Ciclo de Estudios Interdisciplinares Da Comunicacao),
Cortez Editora, INTERCOM, Sao Paulo, Brasil, 1982.
- Ana María
Fadul, O Futuro No Presente. Perspectivas Para una Teoría
dos Meios de Comunicacao de Massa, Tese de Doutoramento, Departamento
de Filosofía, Facultade de Filosofía, Letras e Ciencias
Humanas, Universidad de Sao Paolo, Brasil, 1980.
- Antonio García,
¿ Comunicación Para la Dependencia o Para el Desarrollo
?, CIESPAL, Colección INTIYAN, Quito, Ecuador, 1980.
- Antonio Gramsci,
La Opinión Pública, en : Pasado y Presente,
Editorial Granica, Buenos Aires, Argentina, 1ª. Edición,
1974.
- Antonio Gramsci,
Problemas Escolares y Organización de la Cultura,
en: Los Intelectuales y la Organización de la Cultura, Obras
de Antonio Gramsci, Tomo 2, Editorial Juan Pablos, México
D.F. 1975.
- Armand Mattelart
y Seth Siegelaub, Comunication and Class Struggle, Vol. 1,
International Mass Media Researh Center, International General,
New York.
- Armand Mattelart,
Comunicación y Cultura de Masas, en: Comunicación
Masiva y Revolución Socialista, A. Mattelart, Patricio Biedman
y Santiago Funes, Editorial Diógenes, México, 1972.
- Armand Mattelart,
Fuentes Culturales y Movilización de Masas, Editorial
Anagrama, Colección Elementos Críticos No. 3, Barcelona,
España, 1977.
- Armand Mattelart,
La Comunicación de la Crisis, Primer Encuentro Latinoamericano
Sobre la Enseñanza de la Comunicación, Universidad
Autónoma Metropolitana - Xochimilco, Departamento de Educación
y Comunicación, México D.F., 1978, versión
mimeografiada.
- Armand Mattelart,
La Comunicación Masiva en el Proceso de Liberación,
Editorial Siglo XXI, Buenos Aires, Argentina, 1973.
- Armand Mattelart,
La Debilidad de la Izquierda ante las Nuevas Tecnologías
del Capitalismo, El Gallo Ilustrado No. 952, 14 de septiembre
de 1980.
- Armand Mattelart,
Los Medios de Comunicación Masiva en una Situación
Prerevolucionaria, en: Revista Arte, Sociedad e Ideología
No. 2 agosto - septiembre de 1977, México D.F.
- Armand Mattelart,
Transnacionales y Mercaderías Culturales, Uno Mas
Uno, 8 de julio de 1981.
- Baudrillard, Jean,
Réquiem Por los Media, en Crítica a la Economía
Política del Signo, Editorial Siglo XXI, México D.F.,
1ª. Edición, 1974
- Carlos Monsivais,
Los de Atrás se Quedarán ( Notas Sobre la Cultura
y Sociedad de Masas en los Setentas), Revista Nexos No. 26,
febrero de 1980, México D.F.
- Comisión
Internacional de Estudios de la Comunicación, Informe
Provisional Sobre los Problemas de la Comunicación en la
Sociedad Moderna, UNESCO, París, 1978.
- Comunicación
y Culturas Transnacionales: Proposiciones Críticas, Seminario
"Comunicación y Cultura Transnacionales", Universidad de
Texas e Instituto Latinoamericano de Estudios Transnacionales, Austin,
Texas, 2 a 5 de junio de 1982, versión mimeografiada.
- Comunicación
y Nueva Hegemonía, Editorial Comisión Evangélica
Latinoamericana de Educación Cristiana (CELADEC), Lima Perú,
1981.
- Cultura y Comunicación,
La Semana de Bellas Artes, 16 de septiembre de 1981.
- Daniel Prieto Castillo,
Elementos para una Teoría de la Comunicación,
Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILCE),
México D.F., 1978.
- David K. Berlo,
El Proceso de la Comunicación, Editorial El Ateneo,
Buenos Aires, Argentina, 5ª. Reimpresión, 1974.
- Denis Mc. Quail,
Sociología de los Medios Masivos de Comunicación,
Editorial Paidos, Argentina, 1972.
- Eliseo Verón,
Ideología y Comunicación de Masas: La Semantización
de la Violencia Política, en: Lenguaje y Comunicación
Social, Editorial Nueva Visión, Argentina, 1977.
- Elizabeth Fox,
Comunicación y Sociedad_Civil: Una Temática Incipiente,
en Revista Comunicación y Sociedad No. 7 Telemática
y Sociedad, Buenos Aires, Argentina, 1982, página 44.
- Enrique Guinsberg,
Los Medios Masivos de Comunicación y La Formación
Psicosocial, Instituto Latinoamericano de Estudios Transnacionales
(ILET), México D.F., septiembre de 1978, versión mimeografiada.
- Erich Feldmann,
Teoría de los Medios Masivos de Comunicación,
Editorial Kapelusz, Buenos Aires, 1977.
- Fernando Carmona,
El Subdesarrollo y la Apertura, en: Reforma Educativa y Apertura
Democrática, Editorial Nuestro Tiempo, Varios Autores, México
D.F., 1972.
- Fernando Reyes
Matta y Rafael Roncagliolo, Iglesia, Prensa y Militares: El Caso
Riobamba y los Obispos Latinoamericanos, Instituto Latinoamericano
de Estudios Transnacionales (ILET), México D.F., 1978.
- Franz Hinkelammert,
Dialéctica del Desarrollo Desigual, Editorial Universitaria
de Valparaíso, Universidad Católica de Chile, Centro
de Estudios de la Realidad Nacional, Santiago de Chile, 1972.
- Gerard Maletzke,
Sociología de la Comunicación Social, Editorial
Epoca, Colección INTIYAN-CIESPAL , Quito, Ecuador, 1976.
- Hans Magnus Enzezberger,
Integrantes de Una Teoría de los Medios Masivos de Comunicación,
en: Los Medios de Comunicación Colectiva, Jaime Goded (Compilador),
UNAM, FCPS, Serie Lecturas No. 1, 1976.
- Heberto Castillo,
Un Partido Revolucionario Mexicano, Revista Proceso No. 295,
19 de octubre de 1981.
- Hegemonía
e Contra-Informaçao: Por una Nova Praxis de Comunicacao,
en: Comunicacao, Hegemonía e Contra-informaçao, Carlos
Eduardo Lins da Silva, Coordenador, Cortez Editora, INTERCOM, Sao
Paulo, Brasil, 1982.
- Hernán Uribe
O., Los Medios: Armas de la Guerra Encubierta, en: Argentina,
Cuba, Chile: Realidad Política y Medios Masivos, Cuadernos
del Centro de Estudios de la Comunicación No. 4 UNAM, México
D.F., 1979.
- Horacio Guajardo,
Teoría de la Comunicación Social, Editorial
Demoscopia, México D.F., 1970.
- Horst Halzer, Sociología
de la Comunicación, Editorial AKAL, Madrid, España,
1978.
- Javier Esteinou
Madrid, La Reconstrucción y los Medios de Comunicación,
El Búho, No. 15, Suplemento Cultural de Excelsior, 22 de
diciembre de 1985.
- Javier Esteinou
Madrid, Los Medios De Comunicación y la Capacitación
de la Fuerza del Trabajo, Cuadernos del TICOM, No. 23, Departamento
de Educación y Comunicación, Universidad Autónoma
Metropolitana - Xochimilco, México D.F., 1983.
- Javier Esteinou
Madrid, Los Medios de Comunicación y la Construcción
de la Hegemonía, Editorial Trillas, México, D.F.,
1992, 20_ paginas.
- Javier Esteinou
Madrid, Televisión y Memoria Social (Dos partes),
El Búho, Nos. 35 y 36, Excelsior, 11 y 18 de mayo de 1986.
- Jesús M.
Martínez, Para Entender los Medios: Medios de Comunicación
y Relaciones Sociales, en Ideología y Medios de Comunicación,
Autores Varios, Editorial Amorrortu, Argentina, 1974.
- Jesús Martín
Barbero, Comunicación Masiva: Discurso y Poder, Editorial
Epoca, Colección Intiga No. 7, Quito, Ecuador, 1978.
- Jesús Martín,
Apuntes para una Historia de las Matrices Culturales de la Massmediación,
Primer Foro Internacional de la Comunicación Social: Comunicación
y Poder, Lima, Perú, 7 de junio de 1982.
- Jorge H. Pole,
Comunicación Social, Editorial PROLAM, Argentina,
1974.
- Juan Somavia, La
Comunicación y el Modelo Transnacional de Desarrollo,
Revista Nueva Sociedad No. 38, septiembre-Octubre de 1978, Venezuela.
- Louis, Althusser,
Ideología y Aparatos Ideológicos del Estado,
Comité de Publicaciones de la Escuela Nacional de Antropología
e Historia, México 1975.
- Ludovico Silva,
Teoría y Práctica de la Ideología, Editorial
Nuestro Tiempo, 1971, México D.F.
- Mabel Piccini,
La Investigación Sobre Medios de Comunicación en
América Latina , Simpósium Nacional de Comunicación:
La Experiencia de América Latina, Frente a la Experiencia
Norteamericana, Universidad Iberoamericana, abril de 1978, México,
D.F.
- Mabel Piccini,
La Situación de los Medios de Comunicación en Argentina,
Simpósium: Comunicación y Dependencia en América
Latina, Universidad Nacional Autónoma de México, México
D.F., 1978.
- Mabel Piccini,
Sobre la Producción Discursiva, la Comunicación
y las Ideologías, Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad
Xochimilco, México D.F., 1981.
- Marxism and
the Mass Media: Towards a Basic Bibliography, No. 1,2,3,4,5
y 6, International Mass Media Research Center, International General,
New York.
- Maurice Duverger,
Carta Abierta a los Socialistas, tomado de Neocapitalismo
Contaminante, Excelsior, 22 de abril de 1981.
- Meios de Comunicacao
de Massa e Educacao ne Brasil: Una Perspectiva Crítica,
Cuadernos INTERCOM, No. 4, Sociedad Brasileña de Estudios
Interdisciplinares de Comunicacao. Cortez Editora, outubro, 1982,
Sao Paolo, Brasil.
- Mr. G. Thoveron,
Sociologie Des Moyens de Communication Sociale, Presses Universitaires
de Bruxelles, 1ª. Editorial, París 1972.
- Noreene Janus y
Rafael Roncagliolo, Publicidad Transnacional, Medios de Comunicación
y Educación en los Países de Desarrollo, Instituto
Latinoamericano de Estudios Transnacionales (ILET), México
D.F., 1980.
- Rafael Roncagliolo,
Comunicación: Cambio Social y Necesidad de un Nuevo Marco
Conceptual, Documentos ILET, septiembre de 1977, México
D.F.
- Raúl Cremoux,
La Legislación Mexicana de Radio y TV, Prólogo
de Armando Labra, Universidad Autónoma Metropolitana - Xochimilco,
México D.F., 1982.
- Romero Rubio, Teoría
General de la Información y de la Comunicación,
Editorial Pirámide, S.A., Madrid, España.
- Sandra Hybels y
Richard L. Weber, La Comunicación, Editorial Litton
Educational Publishing, Inc., México D.F., 1976.
- Un Sólo
Mundo Voces Múltiples. Comunicación e Información
en Nuestro Tiempo, UNESCO, Fondo de Cultura Económica,
1ª. Edición, México, 1980.
- Un Sólo
Mundo Voces Múltiples. Comunicación e Información
en Nuestro Tiempo, Comisión Mac. Bride, Fondo de Cultura
Económica, México 1980.
- Un Sólo
Mundo Voces Múltiples. Comunicación e Información
en Nuestro Tiempo, UNESCO, Editorial Fondo de Cultura Económica,
México D.F. , 1980.
B.- HEMEROGRAFIA.
- Al Maratón
de Guadalajara 4,000 Corredores, Excelsior, 4 de febrero de
1987.
- Aplicarán
Hoy a 12 Millones de Infantes la Vacuna Antipolio, Excelsior,
24 de enero de 1987.
- Aplicó
la Armada 75 mil Dosis de Vacuna Antipolio, Excelsior, 29 de
enero de 1987.
- Bajaron los
accidentes laborales en 57%: IMSS, Excelsior, 10 de febrero
de 1987.
- Cada Vez Más
Consumidores Hacen Valer Sus Derechos: Pliego Montes, Excelsior,
11 de febrero de 1987.
- Comunicación
y Control, Excelsior, 21 de febrero de 1983.
- Creciente Violencia
Intrafamiliar se Registra en León: Alcántara S,
Excelsior, 22 de febrero de 1993.
- Del 26 al 30,
Vacunas Contra el Sarampión: SSA, Uno más Uno,
20 de octubre de 1987.
- Descendió
el Analfabetismo a 7.6%, Uno Más Uno, 27 de marzo de
1987.
- Diario 5 Denuncias
de Maltrato de Menores en Chihuahua: Miranda G., Excelsior,
29 de octubre de 1992.
- Efectos de la
Comunicación Social, El Día, 22 de abril de 1982.
- El Nuevo Orden
Mundial de la Información, El Día, 23 de noviembre
de 1980.
- El Paseo Ciclista,
Un Freno a la Contaminación, Excelsior, 5 de junio de
1987.
- El Periódico
Misil del Siglo XXI, El Heraldo, 10 de junio de 1981.
- El Próximo
Sábado la Segunda Jornada de Vacunación Antipolio,
Excelsior, 22 de marzo de 1986.
- En 6 Meses el
DIF recibió 119 Denuncias por Maltrato Infantil, El Financiero,
13 de septiembre de 1993.
- Es Inexistente
en México una Política que Contemple a los Niños.
Ni Siquiera ha Sido Planteada, Uno Mas Uno, 27 de octubre de
1993.
- Está
Preparando al FSTSE a 450,000 Promotores del Voto, Excelsior,
2 de julio de 1987.
- Hoy 92 de Cada
100 Adultos Mexicanos Saben Leer y Escribir, Excelsior, 13 de
diciembre de 1986.
- Incomunicación
Social, Excelsior, 3 de febrero de 1981.
- La Información
y la Opinión, Excelsior, 12 de julio de 1976.
- La Comunicación
Colectiva, El Nacional, 8 de junio de 1981.
- La Comunicación
Sistema Nervioso de la Sociedad, El Sol de México, 22
de octubre de 1974.
- La Debilidad
de la Izquierda ante las Nuevas Tecnologías del Capitalismo,
El Gallo Ilustrado No. 952, 14 de septiembre de 1980.
- La Guerra de
La Información, Uno Mas Uno, 7 de noviembre de 1978.
- La Izquierda
no ha Considerando Prioritario el Tema de la Comunicación
Social: Monsivais, Excelsior, 8 de mayo de 1983.
- La Televisión
Sin Cerillos Quemó Una Casa, Excelsior, 7 de noviembre
de 1993.
- La Televisión
y los Niños. Conocimiento de la Realidad Televisiva vs. Conocimiento
de la Realidad Nacional, Cuadernos del Consumidor, Instituto
Nacional del Consumidor (INCO), México, D.F., noviembre de
1982.
- La Violencia
Televisada Produce Graves y Prolongados Daños Síquicos
en los Niños, Excelsior, 8 de agosto de 1992.
- La Violencia
Televisada Produce Graves y Prolongados Daños Síquicos
en los Niños, Excelsior, 8 de agosto de 1992.
- La Violencia
Televisada Produce Graves y Prolongados Daños Síquicos
en los Niños, Excelsior, 8 de agosto de 1992.
- Las Campañas
de Vacunación Han Logrado Reducir 35% las Enfermedades Infantiles,
Excelsior, 12 de marzo de 1986.
- Millón
y Medio de Niños Serán Vacunados Contra la Polio en
el D.F., Excelsior, 21 de enero de 1987.
- Reconocimiento
de la UNESCO al Gobierno Mexicano por los Resultados de Programas
de Alfabetización, Uno Más Uno, 9 de septiembre
de 1987.
- Reconoció
MMH el Apoyo Publicitario a las Campañas del Sector Público,
Excelsior, 29 de septiembre de 1987.
- Respuesta al
Festival del Donador Altruista de Sangre, Excelsior, 14 de octubre
de 1987.
- Se Inmunizó
Contra la Polio a 12 Millones de Infantes, Excelsior, 25 de
enero de 1987.
- Serán
Inmunizados Contra la Polio Más de Doce Millones de Niños,
Excelsior, 14 de enero de 1987.
- Usos Comerciales
de la Televisión Infantil, Uno Más Uno, 9 de enero
de 1988.
- Vacunados Más
de 10 Millones de Niños Contra Difteria y Tosferina,
Excelsior, 23 de mayo de 1987.
- 15,000 Atletas
en la Carrera de la Constitución, Excélsior, 8
de febrero de 1987.
Dr. Javier Esteinou Madrid
Profesor-Investigador
del Departamento de Educación y Comunicación de la Universidad Autónoma
Metropolitana, Unidad Xochimilco, México, D.F. |