Por Silvio Waisbord*
Número 22
Durante la década
de 1970, los reporteros desempeñaron un papel decisivo en revelar
lo que llegó a ser el escándalo político más grave de Estados Unidos
del período posterior a la Segunda Guerra Mundial. Los periodistas
de Washington siguieron la pista de un hurto menor en el edificio
de oficinas de Watergate, hasta llegar a la Casa Blanca. Este reportaje
llevó a investigaciones en el Congreso y finalmente a la renuncia
del presidente Richard Nixon.
El desempeño de la prensa durante
el caso Watergate se consideró el espejo que refleja lo mejor que
el periodismo puede ofrecer a la democracia: hacer que el poder
rinda cuentas. Esta función se convirtió en una tendencia en las
redacciones de los periódicos de Estados Unidos. En los años siguientes
la profesión gozó de un alto grado de credibilidad y hubo un aumento
notable en el número de estudiantes de periodismo.
Ahora, casi tres décadas después,
la situación ha cambiado. El periodismo de investigación no parece
ser la estrella más brillante en del firmamento de la prensa estadounidense.
Si el tono de la prensa fue de alabanza a sí misma en los años posteriores
a Watergate, actualmente el pesimismo en cuanto al estado del periodismo
estadounidense es generalizado. Los observadores afirman a menudo
que la creciente concentración de la propiedad de los medios de
información en pocas manos y el apremio por el sensacionalismo en
el reportaje de las noticias han agotado el vigor que el periodismo
de investigación requiere. Las presiones comerciales también disuaden
del periodismo de investigación. Frecuentemente su necesidad de
una gran cantidad de tiempo y de recursos humanos y financieros
está en conflicto con las expectativas de ganancias y el control
de los costos de producción. Además, el hecho de que los artículos
pueden tener como resultado juicios costosos pone nerviosas a las
empresas propietarias de los medios de información cuando se trata
de apoyar investigaciones.
A pesar de estos factores, en la
última década no ha habido escasez de artículos producidos por el
periodismo de investigación. Los principales periódicos urbanos
de Estados Unidos han publicado artículos que revelan la corrupción,
la injusticia y la mala administración del medio ambiente. Los noticiarios
de televisión locales y de cadenas televisivas frecuentemente producen
reportajes de investigación que generalmente cubren diversos tipos
de fraude al consumidor, en terrenos como el cuidado de la salud,
los servicios sociales y las hipotecas residenciales.
¿En
qué consiste el periodismo de investigación?
El periodismo de investigación se
distingue en que publica información sobre infracciones que afectan
el interés del público. Las denuncias son el producto de la labor
de reporteros no el resultado de información secreta divulgada a
la redacción.
Aun cuando el periodismo de investigación
era antes tarea de reporteros solitarios independientes, con poco
o ningún apoyo de sus órganos de prensa, los ejemplos recientes
han demostrado que el trabajo en equipo es fundamental. Se necesitan
diferentes tipos de conocimiento para producir artículos bien documentados
y completos. Estas investigaciones requieren reporteros, jefes de
información, asesores jurídicos especializados, analistas de estadísticas,
bibliotecarios e investigadores de noticias. El conocimiento de
las leyes de acceso a la información pública es indispensable para
encontrar información potencialmente disponible y obtenible en virtud
de la legislación sobre "la libertad de información" y
para anticipar problemas legales que pueden surgir cuando se publica
información perjudicial. Las tecnologías nuevas son sumamente valiosas
para descubrir datos y familiarizar a los reporteros con cualquier
tema complejo. Gracias a la sistematización en formato electrónico
de los documentos gubernamentales y la disponibilidad de cantidades
extraordinarias de información en línea, el reportaje asistido por
computadora es de gran ayuda.
Democracia
y periodismo de investigación
El periodismo de investigación es
importante debido a su contribución múltiple al ejercicio del gobierno
democrático. Su función puede comprenderse en consonancia con el
modelo del Cuarto Poder de la prensa. Según este modelo, la prensa
debe hacer responsable al gobierno mediante la publicación de información
sobre asuntos de interés público, incluso cuando dicha información
revela abusos o delitos perpetrados por las autoridades. Desde esta
perspectiva, el reportaje producto de investigación es una de las
contribuciones más importantes de la prensa a la democracia; está
vinculado a la lógica de limitación y equilibrio de poderes de los
sistemas democráticos. Ofrece un mecanismo valioso para vigilar
el desempeño de las instituciones democráticas, en su definición
más amplia, la cual incluye entidades gubernamentales, organizaciones
cívicas y sociedades anónimas.
La posición central que ocupan los
medios de información en las democracias contemporáneas hace que
la élite política sea sensible a las noticias, en particular a las
"malas" noticias, que a menudo producen conmoción pública.
La publicación de noticias sobre fechorías políticas o económicas
puede provocar investigaciones en el congreso y los tribunales.
Cuando las instituciones gubernamentales
no hacen más averiguaciones o las investigaciones se ven plagadas
de problemas y sospecha, el periodismo puede contribuir al rendimiento
de cuentas mediante la vigilancia del funcionamiento de tales instituciones.
Puede examinar la forma en que realmente llenan su mandato constitucional
de gobernar responsablemente frente a informes de prensa que revelan
mal funcionamiento, falta de honradez o fechorías en el gobierno
y la sociedad. Cuando menos, el periodismo de investigación mantiene
influencia importante, ya que puede sentar la pauta de lo que debe
hacerse, al recordarles a los ciudadanos y la élite política la
existencia de determinadas cuestiones. Sin embargo, no hay garantía
de que la atención continua de la prensa dará como resultado que
el Congreso y el sistema judicial investiguen y procesen a los responsables
de las fechorías.
El periodismo de investigación también
contribuye a la democracia mediante el fomento de una ciudadanía
al tanto de los hechos. La información es un recurso vital para
habilitar a un público vigilante que, en última instancia, haga
responsable al gobierno mediante su voto y participación. En las
democracias contemporáneas, donde la política gira alrededor de
los medios de información, éstos han eclipsado otras instituciones
sociales como fuente principal de información sobre asuntos y procesos
que afectan la vida de los ciudadanos.
Acceso
público
El acceso a documentos públicos y
las leyes que garantizan que los asuntos públicos se ventilen en
sesiones abiertas son indispensables para la labor del periodista
investigador. Cuando censura previa o leyes de difamación se ciernen
en el horizonte, es poco probable que los órganos de información
aborden temas sujetos a controversia, debido a la probabilidad de
juicios costosos, Por consiguiente, las democracias deben reunir
ciertos requisitos para que el periodismo de investigación sea efectivo
y ofrezca información diversa y completa.
Etica
del periodismo de investigación
Cada equipo de reporteros investigadores
trabaja en un artículo en circunstancias diferentes, por tanto,
la preparación de un manual de normas éticas para uso en todos los
casos es problemática, aunque se han aceptado generalmente ciertas
pautas. Las implicaciones legales de las actividades de los reporteros
son, con mucho, más precisas que las cuestiones de ética. Si la
ley lo permite, es legal; si no, no lo es. La ética, en cambio,
trata de la forma de distinguir entre el bien y el mal, con principios
filosóficos que se emplean para justificar un curso de acción determinado.
Cualquier acción puede ser juzgada ética, dependiendo del marco
ético que se utilice para justificarla y de los valores que tienen
prioridad. Lo que los periodistas y los directores necesitan determinar
es quién se beneficia como resultado del reportaje.
Si el periodismo se compromete a
la responsabilidad democrática la interrogante que queda por formularse
es si el público se beneficia como resultado de los reportajes de
investigación. ¿Qué intereses promueve el periodismo de investigación
al publicar un determinado artículo? ¿Cumple la prensa con su responsabilidad
social al revelar la fechoría? ¿Qué intereses se afectan? ¿Qué derechos
se violan? ¿El asunto en cuestión es de legítimo interés público?
¿Se invade el derecho a la intimidad cuando no se trata de un asunto
de vital interés público?
La mayoría de los debates sobre ética
en el periodismo de investigación se ha concentrado en la metodología,
es decir, ¿es cualquier método válido para revelar una fechoría?
¿Es lícito el engaño cuando el objetivo del periodista es informar
sobre la verdad? ¿Es cualquier método justificable no importa las
condiciones de la tarea y las dificultades para conseguir información?
¿Pueden los reporteros de televisión utilizar cámaras ocultas a
fin de obtener material para un artículo? ¿Pueden los periodistas
utilizar identificación falsa para lograr acceso a la información?
A este respecto hay un factor importante
que debe considerarse, el público parece menos dispuesto que los
periodistas a aceptar cualquier método para revelar una fechoría.
Las encuestas indican que el público es receloso de la invasión
de la intimidad, no importa cual sea la importancia pública del
artículo. Generalmente el público parece menos inclinado a aceptar
la idea de que los periodistas deben utilizar cualquier método para
lograr la información. Dicha actitud es significativamente reveladora
en momentos en que la credibilidad de la prensa es baja en muchos
países. La prensa necesita ser digna de confianza a los ojos del
público. En ello consiste su capital principal, pero con demasiada
frecuencia sus acciones socavan más su credibilidad. Por tanto,
el hecho de que generalmente los ciudadanos creen que los periodistas
se proponen lograr material para un artículo a cualquier precio,
tiene que ser una consideración importante. Las revelaciones que
dependen de métodos dudosos para obtener la información pueden disminuir
aún más la legitimidad y el prestigio público del reportaje y el
periodista.
Las cuestiones de ética no se limitan
a los métodos. La corrupción es también otra cuestión de ética importante
en el periodismo de investigación. La corrupción incluye una variedad
de prácticas, que van desde el periodista que acepta soborno o reprime
una revelación hasta el que paga por información. También debe considerarse
el daño que puede causarse al ciudadano privado con el reportaje.
Generalmente las cuestiones que tienen que ver con la intimidad
pasan a primer plano, ya que frecuentemente el periodismo de investigación
debe cuidar de no sobrepasar el límite impreciso entre el derecho
a la intimidad y el derecho del público a la información. Generalmente
se presume que el derecho a la intimidad de una figura pública se
interpreta en forma diferente al de un ciudadano común.
No hay respuestas fáciles y específicas
a las cuestiones de ética. Los códigos de ética, a pesar de sus
méritos, no ofrecen soluciones bien definidas que puedan aplicarse
a todos los casos. La mayoría de los analistas están de acuerdo
en que los periodistas deben estar siempre conscientes de cuestiones
como la justicia, el equilibrio y la exactitud. Los reporteros tienen
que hacerse preguntas éticas continuamente, en todas las etapas
de una investigación, y deben estar preparados para justificar sus
decisiones ante directores, colegas y el público. Les es preciso
tener en cuenta los intereses que se afectan y realizar su tarea
de acuerdo con la normas de su profesión.
Periodismo
de investigación en América Latina
América Latina contemporánea ofrece
una variedad de ejemplos que explican por qué la democracia necesita
el periodismo de investigación, así como la forma en que éste contribuye
al ejercicio del gobierno democrático. Durante las dos últimas décadas,
el periodismo de investigación, sin excepciones, ha tomado fuerza
en todos los países a medida que se consolida la democracia en toda
la región. Relegado a publicaciones partidistas y marginales en
el pasado, últimamente ha ganado aceptación en los principales órganos
de prensa. Hay muchas razones por las cuales se ha afirmado el periodismo
de investigación, entre ellas principalmente la consolidación de
los gobiernos democráticos, la transformación fundamental del aspecto
económico de los medios de información, la existencia de publicaciones
comprometidas a revelar abusos específicos y los enfrentamientos
entre algunas compañías de noticias y algunos gobiernos.
Al igual que en otras regiones del
mundo, el valor principal del periodismo de investigación para las
democracias latinoamericanas es su contribución a una creciente
responsabilidad política. Esto es especialmente importante, ya que
se considera que la debilidad de los mecanismos de rendición de
cuentas es uno de los problemas más graves a que se enfrentan las
democracias de la región. El letargo, ineficacia e insensibilidad
institucionales a las necesidades públicas legítimas se citan con
frecuencia como una debilidad importante. La existencia de empresas
noticiosas comprometidas al periodismo de investigación ha llegado
a ser sumamente importante. Aun cuando otras instituciones no han
verificado las revelaciones de la prensa o no han realizado sus
propias investigaciones, la prensa ha mantenido vivas las alegaciones
de conducta ilegal o poco ética y, a la postre, en algunos casos,
ha forzado a los organismos legislativo y judicial a actuar.
El periodismo de investigación tiene
un poder inigualado para vincular a funcionarios con determinados
delitos, pero también puede crear en el público una percepción errónea
de la existencia de fechorías. Es una espada de doble filo. El reportaje
de fechorías llama la atención del público a supuestos delitos,
pero también puede llevar a juicios precipitados sobre la responsabilidad
de los individuos, sin que medien las instituciones constitucionalmente
designadas para investigar y llegar a un veredicto legal. En este
caso la responsabilidad ética, una vez más, es en extremo importante:
las acusaciones no respaldadas que hace la prensa pueden tener efectos
perjudiciales para la reputación de individuos e instituciones.
La corrupción gubernamental ha sido
el enfoque central de las investigaciones de la prensa en las democracias
latinoamericanas. Otros temas (por ejemplo la corruptibilidad y
prácticas laborales ilícitas de las corporaciones) han atraído atención
considerablemente menor. El hecho de que numerosas encuestas indican
que la corrupción figura constantemente entre las tres preocupaciones
mayores de la población en toda la región, puede ser un indicio
de la influencia del periodismo de investigación en hacer de las
fechorías gubernamentales una preocupación principal.
El caso de América Latina indica
entonces, que la existencia del periodismo de investigación es importante
por sí misma. El alcance y equilibrio de los proyectos de investigación
son también significativos. La prensa dirige la atención de ciudadanos
y legisladores a cuestiones específicas. Muchas esferas sociales
y gubernamentales necesitan atención en las democracias contemporáneas.
El periodismo de investigación es más eficaz cuando utiliza una
red amplia que cubre una variedad de asuntos.
* Silvio Waisbord
es profesor auxiliar del Departamento de Periodismo
y Medios de Información Públicos de la Universidad
Rutgers, en Nueva Jersey. Es colaborador de Sala
de Prensa. Este texto fue difundido por la Oficina de Programas
de Información Internacional del Departamento
de Estado de Estados Unidos, y se reproduce con la autorización
expresa del autor. Este texto fue publicado en Sala
de Prensa. (http://www.saladeprensa.org
No. 32, junio de 2001, Año III, Vol. 2). |