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Por Mario Alfredo Cantarero
Número 23
I. LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA
EN EL CAMPO PROFESIONAL
Así como
la práctica periodística en los medios de comunicación
es fundamental para el desarrollo de la sociedad salvadoreña,
y la docencia universitaria, necesaria para la formación
de profesionales, la investigación científica se constituye
en una dimensión sustancial en el campo profesional del periodismo.
En la actualidad las sociedades se han complejizado enormemente:
las estructuras económicas, políticas, sociales, culturales,
etc., se han convertido en procesos problemas extensos, diversos
y complejos, más cuando se desterritorializan para constituirse
en un espacio globalizado. Esta complejización de la sociedad
hace que los hechos coyunturales y estructurales se tornen cada
vez más multifactoriales, muchas veces difíciles de
entender.
En este contexto, a cada uno de los individuos que conformamos la
sociedad cada vez más se nos torna dificultoso acceder directamente
a la información que nos permita comprender qué es
lo que está pasando y qué es lo que pasará,
no sólo por las cantidades enormes cantidades de hechos,
por la ocurrencia permanente de los mismos y el paralelismo en que
ocurren, sino también la diversidad de espacios donde se
dan.
Aproximarse periodísticamente a los hechos trascendentes
e importantes para la nación, se torna difícil, si
no se disponen de las herramientas metodológicas y técnicas
pertinentes. Entender esos hechos, por ejemplo los políticos,
requiere de un abordaje necesariamente riguroso. Acceder a ellos
con el simple "olfato periodístico" o con la mera
intuición, en la actualidad es una quimera para los informadores
o un engaño para los usuarios de la información.
Teórica y prácticamente, la investigación científica
se constituye en una herramienta de trabajo insoslayable, especialmente
en el área informativa, cobra un carácter relevante
en todos los espacios del campo profesional de las comunicaciones.
Es más, su aportación es clave para el desarrollo
y consolidación de la comunicación social del país:
provee de contenidos concretos, eficientes y oportunos a la docencia,
y, principalmente, funciona como insumo para la confección
de productos comunicativos adecuados al contexto sociocultural y
preferidos para los públicos específicos.
Antes de caracterizar al periodismo de investigación en El
Salvador, se presentarán unas consideraciones sobre algunos
de rasgos más evidentes de la investigación en comunicación
en América Latina:
ESTILO DE INVESTIGAR, ATRAPADO
ENTRE LAS MODAS EPISTEMOLÓGICAS
Como en la mayoría de los países latinoamericanos,
aquí los estudios en comunicación han sido elaborados
a partir de cualquiera de las dos grandes modas existentes: el modelo
funcionalista de corte estadounidense o el modelo marxista de corte
soviético. No era había otra posibilidad: o se la
estudiaba la comunicación como instrumento o se la entendía
como pura ideología.
A finales de los años sesenta, en el marco de la modernización
desarrollista, enmarcada en "Alianza para el progreso",
la comunicación se convierte en punta para la "difusión
de innovaciones". Teóricamente: a) se reduce la sociedad
a comunicación -se la consideraba como motor y contenido
último de la acción social- y b) se reduce la comunicación
a los medios, a sus dispositivos tecnológicos, a sus lenguajes
y a sus saberes propios.
Todos los paradigmas analíticos se entendieron desde esa
dicotomía, especialmente desde la teoría crítica.
En el esfuerzo por entender los fenómenos comunicativos,
se leyeron en la escuela de Frankfurt los argumentos para denunciar
la complicidad intrínseca del desarrollo tecnológico
con la racionalidad mercantil. La perspectiva semiótica sirvió
para reforzar el modelo marxista: la ideología dominante
se constituye en el elemento que explicaba cualquier discurso en
los medios.
El interés de las investigaciones estaba en demostrar que
los medios son portadores de la ideología del "imperialismo
burgués" y de las clases "dominantes", que
su función era "alienar" a la población
o "transculturizarla". Operativamente, trataron de dar
respuesta a las preguntas: ¿ qué tipo de ideología
está inmerso en los medios de comunicación ¿)cómo
se incorpora la ideología dominante en los productos comunicativos?
En consecuencia, nunca se ocuparon de responder a las preguntas:)
¿Cómo son recibidos los mensajes de los medios? ¿
Cuáles son sus efectos concretos? ¿)Cómo y
cuándo influyen? ¿En qué públicos?)
¿Cómo los receptores se comunican con los medios?
DE LAS REDUCCIONES INTERNACIONALES
A LAS APROPIACIONES LATINOAMERICANAS
A mediados de los ochenta, la configuración de los estudios
de la comunicación muestra cambios de fondo en casi toda
Iberoamérica. En nuestro país, se inicia el cambio
metodológico en el segundo lustro de los noventa. A partir
de entonces se intenta abordar la comunicación como dimensión
constitutiva de la cultura y de la producción de la sociedad
Se aborda metodológicamente por medio de las apropiaciones.
Significa que desde la comunicación se trabajan procesos
y dimensiones, incorporando preguntas y saberes históricos,
antropológicos, estéticos, etc (Martín Barbero,
Jesús, 1992: 29). Esto posibilita reconocer a los medios
de comunicación, no como pura ideología o instrumento,
sino como procesos de producción y circulación de
la cultura, correspondientes no sólo a las innovaciones tecnológicas,
sino a las nuevas formas de sensibilidad y a nuevos tipos de disfrute
y apropiación cultural.
Desde esta perspectiva, se puede investigar al receptor como un
sujeto situado: perteneciente a un tiempo y a una cultura, con una
memoria, unos saberes y unas experiencias, que se ponen en juego
en situaciones particulares de recepción de mensajes.
POCOS AÑOS RECORRIDOS;
LIMITACIONES DE JUVENTUD
Por el limitado e injusto desarrollo económico y social de
este país en los últimos cuarenta y seis años,
la producción de investigaciones científicas en el
área de las comunicaciones ha sido escasa y limitada teórica
y metodológicamente.
En el campo universitario, se han elaborado aproximadamente unos
500 estudios, como requisitos para obtener el grado de licenciatura
en cualquiera de las especialidades de la comunicación social.
Aunque la producción ha sido pobre metodológicamente,
su desarrollo en cuantitativo ha ido en ascenso: a) en los sesenta,
1; en los setenta, 21; en los ochenta, 71; en lo que va de los noventa,
307.
Este aumento se debe al ritmo del crecimiento desmedido y desregulado
del número de universidades que ofrecen la especialidad,
a raíz de los cierres militares de la Universidad de El Salvador
en 1980 y 1989.(Alemán, Lilibeth, 1996). Además, la
demanda aumentó por la puesta en modo de la profesión
debido a la importancia que adquirió la información
de actualidad durante la guerra civil, y, consecuentemente, el respeto
y legitimidad de la profesión en la sociedad salvadoreña
En el ámbito de los medios de comunicación, por lo
que se sabe, la investigación de audiencias, desde la perspectiva
cuantitativa, se ha incorporado en sus rutinas, como una forma de
competir en el mercado de los anunciantes. Los resultados de las
investigaciones de raiting, más que utilidad para mejorar
o consolidar el contenido o la programación o diseño
de la oferta comunicativa, como ocurre en países más
desarrollados, cumplen en el mercado de los medios una función
legitimante en la relación medio de publicidad y anunciantes,
como resultado de la cual se establecen los precios de la publicidad
en el espacio mediático. Significa que la información
de los sondeos de opinión se utilizan como un argumento del
valor de compra del espacio publicitario, que se expresa en el principio
comercial: la posición del medio en las preferencias de los
salvadoreños supone un aumento o una rebaja en el costo del
espacio publicitario. Así mientras mejor es la clasificación,
mayor es el precio del espacio; mientras menor es la clasificación,
menor es el precio del espacio. Por esto, en muchos ocasiones, los
resultados de las encuestas se manipulan de tal modo que algunos
medios, especialmente los que patrocinan las pesquisas, aparecen
en los primeros lugares, y, la competencia, con porcentajes muy
bajos.
LA INVESTIGACIÓN, LIMITACIONES
Y RETOS PARA LA PROFESIÓN
En los últimos cuarenta y seis años, en el país
la producción de investigaciones científicas en el
área de las comunicaciones ha sido escasa, limitada teórica
y metodológicamente. Estos rasgos se evidencian en la falta
de rigor y precisión en el procedimiento, desde la selección
del tema hasta la formulación de recomendaciones. Tal limitación
no es fortuita, sino motivada por una serie de incompetencias o
por intenciones estrictamente mercantiles.
En las 14 universidades que ofrecen las carreras de periodismo o
afines, se utilizan métodos cuantitativos, específicamente
el psicosociológico, cuya característica principal
es el uso de la técnica de la encuesta y/o el análisis
de contenido. En la mayoría de los casos, presentan una serie
de inconsistencias metodológicas como: a) Sus delimitaciones
vagas del objeto de estudio, b) el forzamiento de la realidad comunicacional
investigada, c) el uso injustificado e impertinente de la encuesta,
d) las muestras o corpus de análisis mal diseñados,
e) el análisis e interpretación superficiales, f)
las conclusiones irreales e incoherentes con el objeto analizado.
En los medios de comunicación social o en otras instituciones
interesadas, se concretan estudios de audiencias, o de "opinión
pública", que en muchos casos forzan el diseño
del estudio, de los instrumentos o de los resultados para que los
patrocinadores aparezcan en los primeros lugares del raiting. Estas
investigaciones corresponden a estrategias mediológicas o
mercadológicas, con procedimientos fundamentados exclusivamente
en un análisis cuantitativo.
Tratan de encontrar un referente que les permita producir programas
que "peguen", con el fin de ganar lectores, audiencias
o televidentes y, prioritariamente, de recibir mayor demanda de
los anunciantes. Se busca convencerlos de que son escuchados, leídos
o vistos; por lo tanto, se convierten en sujetos de credibilidad
para la inversión publicitaria. Por eso, indagan el tamaño
de los públicos, los horarios de recepción y las preferencias
de medios o de partidos políticos o de temas.
Esta utilización desafortunada de los métodos en las
universidades tiene su origen en a) la incompetencia de los asesores
y b)la incompetencia de los alumnos que realizan los estudios. En
el primer caso, se debe al hecho de no haber sido formados en metodologías
de la investigación científica en el área de
la comunicación y, consecuentemente, por el desconocimiento,
algunas veces absoluto, de los métodos. En el segundo caso,
porque en los planes de estudio no se los contempla como eje temático
prioritario; más bien se aborda en una asignatura de "relleno",
con la de ser la última del proceso formativo. Esto se expresa
en el marco de un clima académico, donde difícilmente
se encuentra una política de investigación sólida,
que proyecte el desarrollo profesional eficiente de los estudiantes
y, consecuentemente, la potenciación del campo profesional.
En recientes medidas académico-administrativas, se evidencia
miopía, porque, en lugar de incorporarla en todo el proceso
de formación universitaria, se la margina haciéndola
incluso desaparecer de los planes de estudio o quitándola
como requisito para iniciar los trámites de graduación.
BUSCANDO NUEVOS HORIZONTES
Por las exigencias de la nueva situación generada por los
Acuerdos de Paz, aquellos medios que fueron de la ex-guerrilla,
específicamente Radio Venceremos y Radio Farabundo Martí,
tuvieron que reconvertirse para adaptarse y establecer un espacio
en el mercado comunicacional. Con el apoyo financiero de la Fundación
Bunstift, con la estrategia metodológica de la Asociación
Nueva Radio(ANR) y con la ejecución técnica del Instituto
Universitario de Opinión Pública(IUDOP) y del Centro
Nacional de Investigaciones Diversas(CENID), se realizaron en 1994
tres investigaciones de hábitos de recepción radial
en el país.
Unos propósitos metodológicos fueron obtener informaciones
valorativas y subjetivas, en las que se detectó no sólo
lo que hacen las personas con los medios, sino lo que opinan, desean
y demandan de ellos; además, se identificaron en detalle
situaciones concretas de recepción, hábitos y experiencias
que configuran los gustos con relación a los medios y la
manera de interactuar con ellos.
En el campo académico, específicamente en un inicio
en la Universidad de El Salvador y en algunos casos en la UCA, y
actualmente en la Universidad Dr. José Matías Delgado,
se ha iniciado también una política de investigación
científica caracterizada: a) por su apertura a la utilización
de diversos métodos(cuantitativos, cualitativos, híbridos),
b) por el abordaje de diferentes objetos( producción, distribución,
consumo de la comunicación social), c) por la búsqueda
de otros componentes( económicos, políticos, sociales,
tecnológicos, estéticos, etc) y d) por el tratamiento
variado en el análisis( descriptivo, explicativo, exploratorio,
sondeos de opinión, estudios de casos, etc)
PARA TOMARLA EN SERIO...
La formulación y ejecución de una política
de investigación científica rigurosa, flexible y pertinente
para nuestro contexto, tanto en los medios de comunicación
social como en las universidades que ofrecen la carrera, es fundamental,
entre otras razones, porque:
a) se identificaría no sólo el uso que los receptores
hacen de los medios, sino también las relaciones sociales,
sus imágenes, sus interacciones y su contexto general donde
se desarrollan las estructuras de comunicación e interacción;
b) sería insumo indispensable, para que el sistema de producción
social de la comunicación pueda concretar una propuesta novedosa,
natural y atrayente, con un manejo de temáticas(políticas,
sociales y cotidianas) con profundidad investigativa;
C) sintonizaría las metodologías de la investigación
con las características del desarrollo de la comunicación
y de la información en el país. Esto sin duda superaría
las dos hegemonías siempre de moda en los estudios de comunicación;
D) los resultados servirían de fuente documental, para el
desarrollo de la docencia, de la producción de comunicación,
y, consecuentemente, para ir fundamentando una aportación
nacional a las teorías de la comunicación social,
especialmente a la impulsada por el profesor Jesús Martín
Barbero.
MÉTODOS CIENTÍFICOS
EN EL TRABAJO PERIODÍSTICO
Al oír hablar de investigación científica,
comúnmente el término evoca la imagen del profesional
que la practica, como un hombre de edad avanzada, con pelo cano
y barba blanca, con lentes gruesos, con comportamiento excéntrico,
en un laboratorio o en una biblioteca rodeado de libros, casi sin
ningún contacto con el mundanal ruido de la vida cotidiana.
Esta evocación se reproduce y vive en el mundo de los medios
de comunicación social; pero es superable con la apropiación
adecuada de las herramientas metodológicas en la práctica
del periodismo.
En la práctica periodística o en las profesiones afines(publicidad,
comunicación institucional, comunicación política,
etc.), usualmente, por no decir constantemente, se asume, sin discusión
alguna, que la investigación científica es un asunto
"teórico". Se plantea que, por las características
de la producción de la información, los métodos
de las ciencias no guardan relación con ella. Significa,
entonces, que la construcción de la noticia es sustancialmente
empírica (práctica), cuya naturaleza está pautada
por "andar en el ajo", por "andar en la calle"
y por "el olfato periodístico"
Implícitamente se establece que la idoneidad, la eficiencia,
la inteligencia, la capacidad, la habilidad, únicamente está
dada por la rutina diaria del trabajo en la conferencia de prensa,
en la redacción, en ls y de las fichas amarillas para poder ganarse la vida, y,
por otra parte, amargarse la existencia para poder finalizar su
trabajo de investigación, con el propósito de poder
obtener el preciado título.
Además, su significado redunda en que es un lujo que sólo
se pueden darse los extranjeros, europeos o gringos; ellos vienen
a pasear un par de meses al país, días después
publican la historia de El Salvador, en cuatro tomos. En el fondo
se acepta que, por un lado, sólo los extranjeros tienen la
capacidad de investigar nuestra realidad, y, por el otro, contrariamente,
que nosotros no somos capaces de hacerlo ni igual ni mejor.
Se cree, en algunos casos, que una investigación científica
en raras ocasiones es útil para los propósitos informativos,
porque generalmente se refieren a tópicos que no son de actualidad.
Más bien, es una actividad, cuyo resultado tiene un único
hogar: los tesarios o las bibliotecas, cuyo destino está
marcado: empolvarse y empolvarse y ser un suculento bocado de las
termitas. Además de no atribuírsele actualidad periodística
o destinarla al mundo de los comejenes, se la califica de "aburrida"
o "difícil de leer."
Al reconocerla en todas sus dimensiones y bondades, se puede evidenciar
que la investigación científica no es patrimonio de
"nerds", sino una herramienta útil, cuyos aportes
pueden ser variados en la consolidación y desarrollo de un
periodismo mucho más profesional, preciso, profundo y objetivo,
requisitos establecidos por la transición política.
El Salvador no vive ya en la época de la bomba y de la matanza
de guerra, o de los rumores políticos, o de "la exclusiva",
propios del periodismo de escándalo, sino de la matanza ecológica
y de la bomba de la marginación de las mujeres y de los niños,
de la aterradora globalización y de la pérdida de
la nacionalidad salvadoreña, de la invasión de los
extranjeros mientras los salvadoreños nos quedamos en la
calle.
En esta perspectiva, el uso pertinente y adecuado de los métodos
de investigación en la práctica periodística
en los medios de comunicación social, puede posibilitar dos
cosas: a) efectivizar el trabajo periodístico y b) mejorar
el producto informativo.
En el primer caso, significa que el proceso de elaboración
de la información debe concretarse con criterios más
amplios y diversos, más pertinentes a las características
del presente social actual y a las necesidades de comunicativas
de la población salvadoreña.
En esta dirección, los acontecimientos noticiables a) no
sólo deben ser los de ahora ( los que genera únicamente
el sistema político, los de la conferencia de prensa, los
espectaculares o explosivos, los basados en el rumor), sino también
aquellos que tienen una duración más permanente y
duradera ( como los problemas del medio ambiente, de la violencia,
de la cultura, del arte, del proceso de globalización, de
la regionalización, de los medios de comunicación,
del sistema educativo, de la salud, de la vivienda, etc); b) no
sólo deben ser los que interesan a las élites de este
país ( los particulares de los organismos de gobierno,
los de los partidos políticos, de las relaciones entre ellos,
de los rumores entre ellos, etc), sino los que interesen a todos
los sectores( los permanentes problemas de los servicios públicos,
del tráfico, del deporte, de las amas de casa, de los niños,
etc); c) no sólo deben formularse con los datos proporcionados
por las fuentes oficiales ( el ministro tal, el director
tal, el jefe tal, etc), sino con los de fuentes expertas( sociólogos,
politólogos, comunicólogos, antropólogos, economistas,
médicos, lingüistas, etc.) y con los la gente que vive
y sufre los acontecimientos( el ama de casa, el joven, el anciano,
el niño, el profesor, el albañil, el maestro de obra,
el atleta, la secretaria, el periodista, etc); d) no sólo
deben presentarse en un relato frío ( la noticia
corta y la noticia larga), sino, además, en formas que permitan
el abordaje explicativo e interpretativo( el reportaje), el género
que incluya lo vivencial( como la crónica) o que posibilite
lo analítico( el artículo de fondo), etc.; y e) no
sólo deben tratar el tema general, sino también el
especializado ( el deporte, la comunicación, la política,
la cultura, lo educativo, lo medio ambiental, etc., en cualesquiera
de sus dimensiones).
En el segundo caso, se trata de ofertar un producto a la población,
propio para cada uno de los sectores sociales, según sus
características, problemas, expectativas, etc., no genérico
para "la masa", pues esta no existe en cuanto tal. Implica
esto no sólo especializar la oferta comunicativa, sino garantizar
que los sectores empaticen con ella, es decir, para que se interesen,
asuman, contradigan, polemicen, aporten, se expresen, sugieran con
relación a las temáticas que se aborden.
Sólo así el periodismo puede cumplir su función
fiscalizadora de la democracia, mediadora de los sectores sociales,
vigilante del entorno social del país, promotora del cambio,
del desarrollo y del beneficio para todos, no sólo para unos.
Supone, asimismo, ofertar un producto comunicativo, que satisfaga
las expectativas e intereses de los dueños de los medios
y de los anunciantes.
Al identificarla como una herramienta clave para la excelencia y
profesionalismo del trabajo informativo, en un contexto político
que exige la explicación y la propuesta, la investigación
científica se constituye en un procedimiento útil
no sólo en el manejo periodístico de los temas, sino
como una forma de indagar los gustos, las preferencias y los usos
que los diversos sectores de la población salvadoreña
con respecto de la información periodística.
Habrá que hacer algo para que el discurso informativo llegue
a otros sectores, y que no sólo tenga como destinatarios
a los señores políticos y a los que tienen más
de 30 años de edad. La democracia no es propiedad privada
del sistema político ni de los adultos masculinos, sino de
los jóvenes, de las mujeres, del pueblo en general.
Interesar a todos esos sectores marginados hasta ahora de la información
periodística, implica elaborar productos comunicacionales
naturales, atrayentes, novedosos e interesantes, no ficticios,"
aburridos" y " tradicionales", como dicen los sectores
jóvenes de la población. Significa que los medios
de comunicación tendrán que estar pulsando el consumo
de la información en toda la trama de las relaciones sociales.
La manera de hacerlo es por medio de investigaciones de recepción
permanentes y sinceras, que permitan obtener radiografías
aproximadas de las preferencias de todos los sectores, sus gustos,
sus críticas y sus propuestas sobre el presente social actual.
Esto es una condición indispensable para poder elaborar productos
comunicativos coherentes con la racionalidad y circunstancias de
los salvadoreños. No puede seguirse elaborando discursos
informativos a priori, fundamentados únicamente en lo que
nos enseñaron los abuelos del periodismo o la tradición
comunicativa de tantos y tantos años.
En síntesis, la investigación científica puede
utilizarse para: a) reconocer las prácticas informativas
y sus condiciones concretas, no como algo rígido y rutinario,
como lo mejor del mundo y como lo que a la gente por fuerza tiene
que interesarle, sino como algo flexible, que se puede innovar,
que es perfectible y que debe tomarle la palabra a la gente de a
pie; b) que a partir de ese reconocimiento se pueden crear y utilizar
nuevas formas de comunicación, para el nuevo contexto socio-político
del país.
Al identificarla como una herramienta para reconocer las prácticas
comunicativas y sus condiciones, y tomarla como insumo básico
para la creación y utilización de nuevas formas de
comunicación, para el nuevo contexto histórico, la
investigación científica nos posibilita dos cosas:
a) que el conocimiento objetivo sobre la sociedad salvadoreña
no es patrimonio de los extranjeros y b) que podemos construirlo
nosotros.
Sobre el primer caso, sin excluir o descalificar a los profesionales
o investigadores que se interesan por nuestra realidad, se puede
afirmar que las ciencias no son patrimonio de continentes o de razas,
sino de todos aquellos que quieren, necesitan y pueden usarla. Muchos
ejemplos de intelectuales y de periodistas compatriotas patentizan
que tenemos la capacidad y la habilidad para investigar con rigor
y novedad, como es el caso de Rodolfo Barón Castro, Ricardo
Sol Arriaza y Mauricio Funes.
Concretar la segunda posibilidad, nos permitirá reconocer
por nosotros mismos: 1) el funcionamiento de los medios de comunicación
social, tanto en su fundamento como en su trama, 2) las fortalezas
y debilidades de las ofertas comunicativas y de las rutinas de producción
periodística. Si este planteamiento se aplicara permanentemente
en dichas rutinas, la oferta de los medios no sólo sería
un aporte eficiente al desarrollo de la democracia del país,
sino un producto atrayente, novedoso y natural, gustado por la población
salvadoreña.
II. RASGOS DEL PERIODISMO DE
INVESTIGACIÓN
Al comparar el tipo de periodismo
de la década de los ochenta con el que se practica en la
actualidad, es evidente la diferencia. A partir de los acuerdos
de paz se da un mejoramiento del trabajo, manifiesto en la ampliación
del espectro de temas, en los tímidos intentos de utilizar
otros métodos y técnicas de recolección de
datos y en el permanente afán de mejorar la forma de presentación
de la noticia.
La transición: camino
a lo profesional
En medios de comunicación social que se están
modernizando, se patentizan estas orientaciones: Se trabajan
nuevos temas como el de las tortuguitas, el de la corrupción
en ciertas instancias públicas o privadas, el de la mala
administración de los fondos de la Federación Nacional
de Fútbol, el del pollo pelón, etc; se mencionan
más fuentes informativas( fmln, gobierno y, de vez
en cuando, otras más creíbles); aparecen con mayor
frecuencia nuevos géneros (la entrevista o el reportaje);
se busca la innovación en los accesos al hecho por
medio de la filtración o de la documentación especializada.
Los cambios citados son importantes
en la práctica periodística de este país, pues
muestra ya el paso de un periodismo rupestre y empírico a
un estado mucho más moderno y profesional; pero, en las condiciones
actuales del país, se requiere de un periodismo más
agresivo y riguroso, más tendiente a buscar la causalidad
de lo que ocurre, más propositivo. Aun cuando el contexto
sociopolítico lo exige, no se ha podido dar un giro esencial
hacia un periodismo de investigación pleno o a una investigación
periodística rigurosa.
Este paso no se da, porque se arrastra
una serie de limitaciones como: la persistencia, casi enfermiza,
en la pasividad del medio frente a las temibles figuras de los funcionarios
del gobierno o de los partidos políticos, traducida en la
dependencia casi exclusiva en la rutina periodística de la
mal llamada "conferencia de prensa", convocada por fuentes
informativas compulsivas, capaces de presionar subrepticiamente
para que sus temas, versiones, propuestas y chambres sean la o parte
de la noticia; el anclaje en el enfoque demasiado politizado de
los temas de actualidad. Al tratar los de carácter especializado
desde el debate e intencionalidad político-partidistas, como
suele ocurrir con noticias sobre el medioambiente, la educación,
la cultura, la historia, las políticas públicas, etc.;
y la propensión cotidiana de definir y caracterizar el acontecimiento
periodístico limitado a los hechos de cortísimo alcance(
entiéndase "hechos del día", de tipo coyuntural),
sin establecer el seguimiento permanente e integralidad de los hechos
de largo alcance ( hechos de tipo estructural).
Más allá de lo evidente: el actual trabajo periodístico
no es tan radicalmente diferente que el de la época de la
guerra: No ha cambiado al ritmo de las circunstancias políticas.
Ni los permanentes hacedores de acontecimientos políticos
han cambiado al ritmo que el periodismo moderno exige.
Las razones de este cambio lento se encuentran en diferentes órdenes,
especialmente en las mediaciones políticas, académicas
y organizacionales. Estas son las que limitan y posibilitan el desarrollo
o el estancamiento del quehacer periodístico en este país.
III. PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN
Antes de abordar estas razones,
es necesario dibujar las características más importantes
del periodismo de investigación.
Los autores más representativos de esta práctica periodística
sostienen que, en el marco sociopolítico, la investigación
periodística o el periodismo de investigación debe
caracterizarse por:
- La denuncia. Se trata de
revelar un problema que aqueja a la comunidad, en la que se revela
la causalidad estructural de los acontecimientos del presente, de
tal modo que busque inducir a la resolución del mismo. Como
sostiene Montserrat Quesada ( 1997: 38), en el periodismo de investigación
predominan dos objetivos principales: Explicar hechos ocultos que
han propiciado la existencia de los acontecimientos y sacarlos a
la luz pública con el fin de que en el futuro no se vuelvan
a repetir.
- La iniciativa propia. Frecuentemente, las investigaciones
periodísticas rigurosas no parten exclusivamente de la práctica
diaria en la sala de redacción, sino de la intuición
del periodista que, por iniciativa propia, busca, como resultado
de la observación reiterada, de la infiltración, de
los datos de informantes claves, etc., datos motivadores de un tema
revelador.
- El "desprecio" por la fuente oficial. Por considerarla
como demagógica o reticente, el periodismo de investigación
desprecia la utilización de esta fuente como referencia prioritaria
en la construcción de una información periodística;
esta se constituye en otra fuente más, pero no la única
ni la más importante. Se la consulta al final del proceso
de trabajo de investigación, después de consultar
y contrastar fuentes personales o documentales más confiables.
- Explicativo. En este tipo de práctica informativa,
no se busca sólo la descripción exacta del hecho de
actualidad manifiesta (quién, qué, cómo, por
qué inmediato), sino el porqué esencial. Se trata
de establecer la conexión entre la coyuntura del momento
inmediato y la situación estructural que caracteriza las
mediaciones de tipo histórico del hecho.
Esas características planteadas difícilmente se pueden
cumplir porque el sistema informativo se encuentra con muros, muchos
de los cuales son infranqueables a corto plazo, a pesar de que los
periodistas tengan la voluntad de investigar, descubrir, explicar
y denunciar oportunamente acontecimientos de carácter trascendente
para el país.
En nuestro país, como bien lo sostienen Mario Ernesto Morales
y otras(1999), en su trabajo de tesis de grado, el periodismo de
investigación se encuentra limitada por factores de carácter
formativo, político, organizativo y económico. Sin
duda, tratar caracterizar estos factores permite el reconocimiento
de las posibilidades y limitaciones del trabajo informativo en este
"país de la sonrisa". Revisemos estos factores.
De tipo político o de
los intereses ocultos
La independencia política de un medio es una condición
indispensable para que el trabajo periodístico profesional
pueda evidenciar lo oculto y explicar las causalidades de los hechos.
Significa que la labor periodística no debe estar atada a
las influencias político - partidistas, o ser dependiente
de las decisiones de los gobiernos o los grupos de poder, sino comprometida
con los públicos, con el noble fin de ofrecerles la ocurrencia
de los hechos lo más exactamente posible.
Esta independencia política se trata de aquella opción
y posibilidad real que se experimenta en las acciones concretas
de las rutinas informativas: Voluntad, decisión y condiciones
favorables en el trabajo operativo para planear, investigar, elaborar
y publicar un producto informativo de actualidad.
No quiere decir que debe existir una independencia absoluta, puesto
que cuando se describen o se explican sus motivaciones e incidencias,
muchos de los hechos noticiables comprenden e implican situaciones
políticas.
Asimismo, el trabajo informativo, casi en su totalidad, es una profesión
estrictamente política, pues media en espacio público
entre los diversos intereses de los grupos de presión y los
intereses de los receptores. Actualmente, los espacios informativos
son el lugar privilegiado donde circula y se da el debate político.
Es más, el proceso de selección y jerarquización
de los hechos de actualidad, su enfoque, su ubicación y su
amplitud en el espacio redaccional del medio es inherentemente político,
porque implica una serie de operaciones lógico-subjetivas
en donde los pensamientos y los sentimientos se conjugan.
Sin embargo, en nuestro país todavía privan las estructuras
de poder de manera directa, en el tejido del sistema de "compadrazgos",
sobre el compromiso de servir a la población con noticias
rigurosas. Tal como lo establecen Mario Ernesto Morales y otros(
1999:91), "cuando se realiza una investigación, en la
que se implica a sectores afines al medio de comunicación,
se cancela de inmediato". Así lo expresan muchos de
los colegas que han participado en investigaciones periodística
importantes recientemente.
Por ejemplo, uno de los que participó en la investigación
sobre los escándalos de FINSEPRO e INSEPRO y FOMI-EXPOR,
narra que, después de haber realizado una indagación
exhaustiva, con toda la documentación pertinente y muchas
de las fuentes involucradas, se descubrió que hubo muertes
de personas que investigaban esos hechos; por supuesto, asesinatos
pintados como homicidios. A pesar del esfuerzo realizado y de su
importancia para la sociedad, los artículos jamás
fueron publicados, por obra y gracia de la influencia política
de los sujetos involucrados.
Por este tipo de situaciones: a) no todos los medios de comunicación
nacionales retoman el periodismo de investigación como parte
de su política informativa, b) cuando lo concretan, lo hacen
en algunos casos por conveniencia política, y c) cuando les
conviene toman posiciones periodísticas bastante excluyentes
y reduccionistas, como se ha evidenciado con el tema de los casinos,
de los secuestros, el de la "ley seca" o el del Procurador
de Derechos Humanos.
De la formación o de la
saga universitaria
El trabajo de investigación en esta modalidad del periodismo
requiere una preparación especializada previa de los periodistas
en metodologías de investigación para la estrategia
y recogida de datos, y ineludiblemente para el análisis e
interpretación de resultados.
Establecer el sentido de los hechos requiere ineludiblemente la
preparación en el área de la investigación:
Esto porque desenmarañar el tejido de los indicios y de las
razones que caracterizan un hecho, requiere el manejo básico
de las técnicas que permitan seleccionar las fuentes pertinentes,
examinar los discursos de las mismas e identificar los datos adecuados
en los documentos. Además, los estudios básicos que
permitan identificar y caracterizar el origen, la estructura y el
funcionamiento del poder político, en contextos sociales
como el nuestro.
Sin embargo, aquí en el país los informadores que
han incursionado en este campo, lo han hecho sin tener una formación
científica previa, pues la mayoría de ellos solamente
se ha desarrollado en el periodismo de "actualidad", es
decir, en la elaboración de noticias del día. Por
esto es encomiable la intuición, voluntad, el valor, atrevimiento
y esfuerzo que han tenido al asumir muy bien estas investigaciones
espinosas, por medio de las cuales han favorecido enormemente a
nuestra nación.
Sin duda, para el desarrollo
de un periodismo más riguroso y exacto se requiere de periodistas
con formación especializada en el campo de la investigación.
Paradójicamente, tanto al interior de los medios de comunicación
social como en las universidades, se sigue creyendo que la profesión
periodística se reduce a las técnicas de redactar
rápidamente una noticia, cuando mucho, o en su defecto enseñarles
las reglas ortográficas del castellano.
Esta limitación teórica y práctica en la formación
profesional deviene porque: las escuelas de comunicación
del país no cuentan con especializaciones ni con plantas
de profesores especializados en la materia. No existen una política
de formación universitaria seria y responsable. Muchas veces
la actividad formativa cae en lo ridículo: Los alumnos pierden
el tiempo en recibir concepciones arcaicas o en preparar viajes
y banquetes en lugar de ahondar en las metodologías, técnicas,
las estrategias y las tácticas de investigación periodística,
que sí son conocimientos fundamentales en su formación.
Por su parte, los medios de comunicación social, con raras
excepciones, no se preocupan por invertir en la actualización
académica o en tener políticas formación profesional
de los periodistas. En algunos caso, se llega al extremo de tener
como política la no-formación profesional de los informadores:
Esto se evidencia en el constante impedimento para que los comunicadores
que están estudiando no puedan asistir a sus clases.
Así como los factores de tipo político y formativo,
tal y como se manifiestan actualmente en nuestro país, afectan
el desarrollo del periodismo de investigación, también
el económico y el jurídico son decisivos para determinar
su estado actual.
De tipo económico o del
cuanto tienes cuanto vales
El principio es indiscutible y evidente: Los medios de comunicación
social están determinados por la dimensión económica;
existen enormes presiones, precisamente por la orientación
exageradamente mercantil de los medios de comunicación masiva.
Esta característica resulta de la limitada concepción
del mercado de la información periodística, que reduce
el contenido del medio de comunicación a los tópicos
publicitarios de modo indiscriminado, y margina, consecuentemente,
los temas informativos a un segundo o tercer plano. Esta concepción
concede un enorme poder a las estructuras de comunicación
comercial y limita la capacidad informativa de la comunicación
periodística.
Además de convertir la noticia en mercancía de espectáculo
a través del amarillismo o sensacionalismo -como ocurre con
el telenoticiero CUATRO VISIÓN-, esta concepción amarra
al periodismo en todas sus fases (organización, investigación,
elaboración y presentación) a los criterios de selección
y difusión que tienen los anunciantes, lo cual evidentemente
tiene la finalidad de protegerles sus intereses, que en las circunstancias
os que pagan la canción de los medios",
se perturba y se censura. Contrariamente, aquellos contenidos que
favorezcan su poder político, su comercio o su imaginario,
se potencian y se promueven en el medio.
Aquí es necesario aclarar algunas cosas, a saber: No todos
los medios están conectados coherente y sistemáticamente
al mismo planteamiento ideológico-político-comercial;
tampoco todos los medios actúan de igual manera en todos
las circunstancias; no todos y cada uno de los contenidos de actualidad
periodística son limitados política, ideológica
y comercialmente. Pero sí es cierto que es un factor decisivo
que, en muchas ocasiones, limita el trabajo periodístico.
De tipo jurídico o de
la soga informativa
Contrario a lo que ocurre en otros países desarrollados,
donde están dadas las condiciones jurídicas mínimas
para que los periodistas puedan realizar su trabajo profesional,
aquí en El Salvador se está a "años luz
de distancia" de esas libertades esenciales. Situación
que evidencia la rusticidad del Estado de Derecho y en consecuentemente
de la enclenque democracia.
Por ejemplo: El contenido de la Constitución de la República
con respecto a la libertad de expresión es en sí mismo
contradictorio: a) en un sentido reconoce la libertad de expresar
y difundir libremente el pensamiento, b) en el otro, limita la posibilidad
de expresarse libremente, cuando condiciona al enunciado o a la
enunciación a no dañar la moral, la vida privada.
Peor aun: El texto constitucional es tan genérico que no
esclarece la especificidad del trabajo informativo y los contextos
específicos; consecuentemente, confunde libertad de expresión
con libertad información.
Por otra parte, aun cuando el Gobierno de la República ha
ratificado la Declaración de los Derechos Humanos, en la
que se contempla el derecho de informar y de ser informado ( Art.19),
aquí no se respeta política ni jurídicamente
la profesión. En lugar de respetar irrestrictamente el acceso
a las fuentes, con métodos honrados, para la elaboración
profesional de la información periodística, se lo
restringe con un Código Procesal que atenta contra la profesión,
arguyendo moralidad, seguridad nacional y las normas legales. La
crítica se centra especialmente en el artículo 327
(Código Procesal Penal, 1997:230), según el cual el
periodista no podrá acceder a los acontecimientos judiciales
cuando el tribunal decrete reserva del caso," cuando así
lo exijan razones de moral, de interés público, la
seguridad nacional o esté previsto por una norma específica".
Sin duda, tal y como está redactado, el artículo tiene
un contenido impreciso, que en la práctica puede dar lugar
a abusos de autoridad en contra del informador, o posibilitar arbitrariedades
en la determinación de reserva, en casos que los públicos
tienen derecho a saber. De hecho, con base a esta disposición
legal, se ha impedido arbitrariamente el trabajo de los periodistas.
Con este contenido posibilita por los menos dos acciones del órgano
judicial en contra del trabajo de los periodistas: Los tribunales
pueden establecer reserva sobre cualquier caso con base en criterios
estrictamente subjetivos, como las influencias de la "cherocracia",
los compadrazgos político-partidistas, el hábito de
esconder la verdad, el temor a lo público, las negligencias,
la mismísima residuos de intolerancia del sistema político
nacional; las autoridades pueden abusar de su poder en contra del
periodista, o les facilita la generación de una serie de
arbitrariedades para impedir el ejercicio profesional.
IV. LA MEDIACIÓN, EL PODER
DE LA INFORMACIÓN PERIODÍSTICA
Al preguntarnos por qué el
periodismo de investigación en El Salvador está amarrado
a esos factores políticos, económicos y legales planteados,
encontramos su explicación precisamente en la ubicación
de la práctica periodística en la dinámica
socio-política: En ese mundo de intereses ocultos.
Poder de la información
o el juez público de los acontecimientos
La esencial del periodismo profesional se encuentra en su función
de mediación, que consiste en su papel de intermediación,
de arbitraje en la estructura y dinámica social. Como resultado,
la práctica informativa permanentemente está implicando
a los diversos sectores de la sociedad, en una suerte de posibilidad
o limitación para sus funciones sociales o políticas.
Esto no significa que el periodismo sea el "cuarto poder",
ni mucho menos, como lo sostienen algunos que reducen los procesos
sociales a simplismos ideológicos o a reduccionismos teóricos.
Esto del "cuarto poder" no es tan real, porque la práctica
profesional del informador en nuestro país es demasiado frágil
políticamente frente a las demás instancias de poder
dentro de la sociedad hasta el extremo de estar todavía sumergido
en una serie de espejismos, contradicciones y limitaciones de todo
tipo.
Cuando hablamos de la implicación sociopolítica de
la información periodística, nos referimos a los siguientes
aspectos:
La afectación a los actores del poder. Cuando un periodista
hace público un hecho, cuando señala sujetos y cuando
describe su participación en el acontecimiento, está
juzgando públicamente las acciones de las personas involucradas.
Esto es: en su relato los está beneficiando o afectando,
en tanto que está construyendo una imagen negativa, positiva
o ecuánime de ellas en la opinión pública.
En nuestro país, como en muchos de América Latina,
la fragilidad democrática, los sistemas de "compadres
políticos", los reiterados actos de corrupción
gubernamental y las endémicas deficiencias en la administración
pública, hacen que la labor de un periodismo honesto, profesional
y riguroso se involucre en esa cancha donde se esconden muchísimos
intereses ( políticos, partidistas, económicos, sociales,
legales, ventajas personales, etc.)
Cuando los gobernantes o los demás actores identifican los
costos o beneficios políticos de la difusión pública
de esa información, reaccionan de diversas y variadas formas.
Esto ocurre así porque en el seno de las relaciones sociales
el tipo de imagen pública habilita o deshabilita el margen
de acción social y con ello posibilita o limita las ganancias
en el espacio público; el problema es más delicado
cuando los sujetos viven o se lucran de ese espacio público.
En este sentido, la afectación negativa de una información
periodística generalmente provoca en el funcionario o institución
involucrado reacciones de venganza contra el medio o el periodista,
que puede llevar al despliegue de estrategias destructivas de diferente
índole. Contrariamente, cuando la afectación de la
información es positiva, entonces, genera en el funcionario
o institución promovida reacciones de gratitud a favor del
medio o el periodista, que se manifiesta en comportamientos de cortesía
y retribuciones.
La implicación en los consumidores de la información.
Las personas que usan la información noticiosa -que son pocas
en comparación al resto que prefieren otro tipo de información-
al ser de su interés, evalúan los datos y se hacen
un juicio sobre el hecho (la forma cómo ocurrió, la
participación de los involucrados y las motivaciones) y establece,
si la noticia es relevante, una relación con sus intereses
ideológicos, políticos, emocionales, económicos
o culturales.
En esta perspectiva, los usuarios de la información, desde
su propia experiencia y condición, se constituyen en el tribunal
de los actores sociales y políticos. Con base en la información
recibida, los públicos adjetivan ecuánime o parcialmente
a los participantes del hecho, muchas de las veces desde concepciones
maniqueístas. Por ejemplo, según sea del caso pueden
juzgarlos como "pobrecitos", "tan buena gente que
era", "es que se vieron obligados a eso", "ladrones",
"aprovechados", "sinvergüenzas", "corruptos",
"incapaces", "asesinos", "mentirosos",
etc.
Estas valoraciones se llevan al campo de las acciones concretas:
Esa conciencia construida con base en sus experiencias cotidianas
y a la información recibida de los medios, en el momento
de actuar frente al sujeto de la noticia: lo admira o lo desprecia,
lo toma en cuenta o lo margina, lo elogia o lo denigra, lo ensalza
o lo vilipendia. Incluso, puede agredirlo, cuando ha sido afectado
personal y directamente.
Las incidencias en el desarrollo de los hechos. Con esa afectación
no sólo se está construyendo una imagen negativa o
positiva de las personas, sino que la palabra de las noticias está
incidiendo precisamente en el mismo desarrollo de los acontecimientos
sociopolíticos del país.
Por ejemplo, la cobertura informativa dada a las anomalías
financieras (como en FINSEPRO E INSEPRO), a los cuestionados manejos
de los fondos públicos (como el caso de la FEDEFUT), a los
sospechosos crímenes (caso del abominable crimen de la niña
Katya Miranda), la masiva compra de títulos falsos o amañados
(caso de los jueces y abogado imputados o señalados por fraude
material o ideológico, o el de los ex-comandantes del fmln
que de la noche a la mañana se convirtieron en Licenciados
en filosofía), ha variado el curso de los acontecimientos,
por ejemplo: ha deshabilitado política, moral y socialmente
a los funcionarios sospechosos y a los culpables, y ha provocado
una serie de reacciones correctivas y preventivas por parte de las
instancias de poder competentes, como la Asamblea Legislativa, el
Ejecutivo, el Ministerio de Educación, las universidades
involucradas, etc.
En el caso del bestial crimen de Katia Miranda, se evidencia el
poder de la palabra periodística en beneficio tanto de la
familia Jiménez, como de la ciudadanía salvadoreña.
Todas las instancias responsables de administrar justicia han actuado
no sólo porque sea su deber o por voluntad propia, sino porque
los medios informativo profesionalmente las han obligado ha agilizar
los procedimientos establecidos para esclarecer este crimen contra
la indefensa niña. En casos como este se explica por qué
muchas personas involucradas en actos atentatorios contra la democracia
y la justicia temen a la información periodística.
Periodistas, entre lisonjas y
garrotes
Por su papel de intermediario social, de árbitro o de juez
el trabajo periodístico se encuentra permanentemente entre
lisonjas y garrotes de los actores políticos.
Reconociendo el poder de la palabra informadora y evaluando el costo
o el beneficio de la información noticiosa, éstos
pueden actuar, de acuerdo a cómo aparezcan designados en
la noticia, generalmente en dos direcciones:
1) Mientras más negativa es la afectación de los funcionarios
públicos, mayores son las acciones de discordia que estos
pueden tomar en contra de los medios o de los periodistas. Esta
actitud puede tener varias expresiones, como la de no convocarlos
a las conferencias informativas, desprestigiar su trabajo, involucrarlos
en actos de corrupción, presionarlos política o laboralmente,
agredirlos físicamente, etc.
Frecuentemente, buscan intimidar al periodista o al medio para que
no se publique o se siga publicando la información. Si no
se pueden evitar la publicación que los desfavorece, haciendo
uso del poder que les da el compadrazgo en este país, tratan
de afectar la estabilidad laboral del periodista en el presente
o en el futuro.
2) Mientras más positiva es la afectación de los funcionarios
públicos, mayor las acciones de concordia que estos pueden
tomar en favor de los medios o de los periodistas. Esta actitud
puede expresarse de diversos modos, como concesiones de entrevistas
exclusivas, permanentes lisonjas, designaciones para becas o para
viajes al extranjero, subrepticias regalías monetarias o
en especie, concesión de trabajos mejor remunerados y más
estables, etc. Para posibilitar que los beneficie, sobornan o seducen
al medio informativo, por medio de diversas tácticas o dádivas.
Periodismo, en un mar de intimidaciones
Cuando saben que la información periodística los desfavorece,
buscan evitar que se publique o se siga publicando las noticias
donde se ven implicados. Como muy bien las clasifican los periodistas
e investigadores Montserrat Quesada (1997: 141-175) y José
María Caminos (1997:35-46), esta actitud la expresan a través
de variadas formas de intimidación del medio, del periodista
y de la fuente informativa. En este sentido, los poderosos implicados
presionan al medio: con la discriminación comercial, que
consiste en la búsqueda del rompimiento de relaciones comerciales
de empresas proveedoras con el medio, con la intención de
hacerlo colapsar económicamente.
Por ejemplo, las políticas que le aplicaron a Diario Co-Latino
durante todo el conflicto armado: le suspendieron la publicidad
gubernamental, le dificultaron la compra de papel y los anunciantes
se retiraron; con el regateo de la publicidad, que consiste en utilizar
como condicionante poderosa la suspención de la compra de
espacios en el medio con la publicación, si se publica la
información; con amenzas de procesos judiciales, que consisten
en una serie de advertencias sobre la puesta de demandas judiciales,
si no se suspende la publicación.
Al periodista, con el propósito de ocultar parcial o totalmente
los hechos investigados o de alterar una información, lo
presionan o lo seducen por medio de sobornos. Conocidos como "mentas",
esta costumbre de sobornar a los periodistas para que publiquen
o no publiquen información en el país tiene varias
modalidades, a saber: las monetarias, que consisten en una "gratificación"
líquida, con el pretexto de "reconocer" el trabajo
del informador; las especies, que consisten en regalías como
zapatos, relojes, licores, viajes, etc., y "los palancazos",
que se pueden definir como recomendaciones dadas al periodista para
que pueda obtener trabajos o puestos más estables y mejor
pagados en instituciones públicas o privadas.
Temores, victimarios de la profesión
Por esas acciones de los actores sociales, en el pensamiento y en
el comportamiento del periodista se evidencian una serie de temores
que inciden negativamente en el trabajo profesional, precisamente
porque está en juego su presente y su futuro, y, por supuesto,
el de su familia.
Ante el desamparo legal y laboral para los periodistas en El Salvador,
estos temen afectar con la información a las personas que
tienen poder en este país, cualquiera que sea su signo político,
porque: Pueden posibilitarles quedar en cesantía laboral
por sugerencia de una persona influyente; pueden cerrarles las puertas
en otras empresas (públicas o privadas) cuando busquen un
nuevo trabajo; pueden ser sujetos de amenazas tanto físicas
como jurídicas; se les pueden vetar el acceso a las fuentes
informativas como resultado del funcionamiento del sistema fundamentado
en la "cherocracia".
El periodismo de investigación en la actualidad está
altamente limitado por presiones de una concepción económica
anticuada de la información, de una formación universitaria
de la profesión generalista y primitiva, de un sistema jurídico
enredado y adverso, de un sistema político intolerante y
agresivo. Pero también al interior de los medios existen
muchos "peros" que limitan del desarrollo de esta práctica
informativa tan necesaria para el desarrollo de nuestra democracia.
Organización, entre la
anemia estructural y los míseros salarios
Para concretar eficiente y profesionalmente el periodismo de investigación
se requiere del cumplimiento de varias condiciones indispensables,
entre las que se encuentran una estructura pertinente y adecuada
que contemple un financiamiento óptimo, una segmentación
pertinente de los periodistas según el estilo y tratamiento
informativo de la actualidad y una asignación de salarios
ajustados al costo de la vida y un control de calidad en el funcionamiento
global en la producción periodística.
Sin embargo, en nuestro país se identifican características,
que en muchos casos distan de las condiciones indispensables aludidas
e imposibilitan, en consecuencia, el ejercicio de un periodismo
eficiente e investigativo:
- Desfinanciamiento y salarios
inadecuados. Para realizar cualquier acción humana, por
sencilla que sea, se necesita disponer de una de una asignación
presupuestaria. El monto de ésta está íntimamente
relacionada con la calidad que se le pretenda dar a la actividad.
En periodismo, planificar, recoger los datos, elaborar la noticia
y transmitirla supone un costo adecuado. En el país, exceptuando
pocas instituciones informativas (como La Prensa Gráfica,
El Diario de Hoy, Canal 12 y otros), los empresarios de los medios
de comunicación no invierten en lo más mínimo
en la producción de información eficiente. Mantienen
las unidades de periodistas en condiciones anémicas y destartaladas:
Pocos periodistas, salarios bajos, sobrecargo de funciones, recursos
materiales e infraestructura insuficientes. Frecuentemente, los
comunicadores se quejan del deficiente transporte, de que no tienen
baterías para sus grabadoras, de andar de la seca a la meca.
Con una situación así, difícilmente en un corto
plazo se puede desarrollar en todos los medios esta modalidad de
periodismo.
- Sólo periodistas de actualidad diaria. Abordar periodísticamente
la realidad del país con toda rigurosidad y profesionalismo,
implica hacer una diferenciación entre diferentes acontecimientos:
los de actualidad diaria y coyuntural (lo que ocurre todos los días
con la información proveniente de las conferencias de prensa
y de los accidentes de tránsito) y los de carácter
más estructurales y permanentes (lo que está ocurriendo
en el país, pero cuya información no proviene de las
fuentes oficiales, sino de la investigación más exhaustiva
de las causas de los fenómenos por medio de estrategias más
científicas).
Esta diferenciación supone una organización laboral
de los periodistas que contemple por lo menos dos unidades básicas:
La de los periodistas que traten los temas de actualidad diaria
y la de los informadores que aborden los temas de actualidad permanente.
Esto implica una diversificación de salarios y realización
de rutinas y ritmos de trabajo específicos para cada grupo
de profesionales.
Sin embargo, en nuestro país, se perciben constantes, expresadas
en una serie de costumbres que distan de una mínima organización
que permita un trabajo investigativo profesional: No existe una
política de remuneración diferenciada y adecuada para
los periodistas, de acuerdo a la importancia de sus funciones. Es
más, a la mayoría de ellos se los mantiene con salarios
muy por debajo del carácter de la profesión y de los
costos de la canasta básica. Contrariamente, en algunos casos,
personas, que no tienen ni la experiencia ni la formación
periodística, son los privilegiados que mejor ganan, quizá
por la afiliación política o puede ser por la "prominencia"
del sujeto. En otros casos, se toma sólo el criterio de la
ancianidad, para aumentarle el salario.
La organización de las instituciones informativas no establece
una diferenciación de funciones de acuerdo al tipo de acontecimiento
que aborda, sino que se expresa una duplicidad de tareas, al estilo
"Mil usos" de la información, e incluso que rozan
en lo ridículo como el que un periodista venda anuncios para
ganarse el salario mínimo (¢1,260.00 ó $144.00
al mes) o unos centavos extras. Además, generalmente, sólo
se cuenta con periodistas para atender las exigencias de la actualidad
diaria.
Difícilmente un periodista podrá cumplir con su obligación
de elaborar sus noticias diarias y la realización de una
investigación periodística de mayor envergadura y
profundidad, con esa duplicidad de funciones, con salarios de hambre
y sin estar formado y organizado para ello.
Quimeras, pero posibilidades
De acuerdo con la situación actual del periodismo de investigación
en nuestro país, abatido por las presiones de tipo económico,
político, jurídico, formativo y organizacional que
limitan enormemente el desarrollo de esta modalidad de información
periodística, y concientes de la necesidad de consolidarla
para beneficio de la institucionalidad democrática en general
y de los receptores de los medios de comunicación, considero
pertinente mencionar las siguiente sugerencias:
- (Re)conocimiento del papel del periodismo. Tanto los actores
políticos sociales, como los medios informativos y los mismísimos
periodistas deben revalorar la función del periodismo dentro
de nuestro naciente sistema democrático.
Los políticos deben dejar de considerar el espacio informativo
únicamente como medio para hacer espectáculo o para
promoverlos en su afán electoral o partidista; contrariamente,
deben potenciar y facilitar su papel fiscalizador del sistema político
social, que se constituye como piedra angular para el ejercicio
democrático y para el perfeccionamiento del sistema político,
por medio de la elaboración, ejecución y control de
una ley que garantice el derecho de información.
Los medios informativos deben reconocer que la práctica periodística
no es una mera excusa para hacer el negocio redondo por medio de
la publicidad indiscriminada, sino que la noticia tiene su propio
estatuto social y que se merece mayores y mejores condiciones para
un ejercicio honesto y profesional. En este sentido, a) deben abrirse
más a todos los sectores de la sociedad y dejar de ser promotores
asolapados de propaganda política partidista; b) deben superar
la visión simplista y reduccionista de los acontecimientos
que ocurren en este país en todos los órdenes sociales,
con el fin de diversificar los contenidos, los tratamientos y los
enfoques; c) deben reconocer el trabajo profesional del periodista
por medio de una remuneración ajustada a la importancia de
la profesión en la sociedad y al costo de vida en la actualidad,
con el propósito de dignificar la profesión y garantizar
un trabajo eficiente y rentable.
- Asunción ecuánime: Los cambios no se dan
"de la noche a la mañana"
Además del (re)conocimiento de los actores políticos
y de los mismos medios de comunicación del papel estratégico
que juega la información periodística en la instauración
y consolidación de la democracia en nuestro país,
el desarrollo del periodismo de investigación debe entenderse
y practicarse como proceso.
Comúnmente, al leer los textos de los teóricos estadounidenses
o de los europeos, y comparar esos conceptos con la metodología
y las técnicas utilizadas en la investigación periodística
en el país, además de las risas que provocan los resultados
de la comparación, generalmente se toma una actitud crítica
bastante dura en contra de la idiosincrasia de nuestro trabajo informativo.
De manera reduccionista y ahistórica se lo niega rotundamente
y se lo manda a la papelera como "un periodismo provinciano".
Sin embargo, para ser justos y optimistas, es necesario ser más
de manera lineal pero
sí de una forma dinámica en cada uno de los momentos
históricos. El estilo informativo depende del funcionamiento
de todo el sistema social de cada época. Por ejemplo las
características actuales del periodismo sólo son posibles
en y por la naturaleza del contexto histórico de este momento.
Durante el periodo de la guerra civil sus rasgos eran otros.
Aunque es común oír a periodistas "religiosos
del marxismo soviético" que este es un periodismo poco
profesional, anquilosado, provinciano y amarrado políticamente
por la derecha, no se puede forzar el paso de un estado a otro,
por la voluntad individual de un periodista o de un grupo de prometeos
encadenados que esgrimen la antorcha de la libertad informativa.
Contrariamente, por una parte, debe asumirse una postura crítica,
pero integral, que suponga un análisis estructural del asunto,
y, por la otra, elaborar propuestas viables que supongan la solución
de cada uno de los factores constituyentes de la problemática
que hemos caracterizado.
- Pone "los pies en la tierra"
Entendida como un proceso situado en circunstancias concretas, la
práctica periodística se adecua a las características
del contexto. Como hemos señala anteriormente, el contenido
de la constitución política de la república,
el intolerante sistema político y las estructuras de compadrazgo
imperantes imposibilita practicar un periodismo que cumpla todas
las características que establecen los expertos investigadores.
En países como los Estados Unidos se explica que los medios
informativos puedan investigar hasta el político más
pintado del Congreso o al mismo Presidente, como ocurrió
con los caso Watergate y Clinton, porque los profesionales de la
información se han ganado un espacio político y jurídico,
disponen de los recursos económicos y organizativos que los
protege y les posibilita investigar y publicar noticias importantes
donde se ven involucradas altas personalidades.
En este sentido, no basta que unos periodistas tengan buena voluntad,
que otros dispongan de una adecuada preparación profesional
o que muy pocos "Mesías del gremio" suelan criticar
irresponsablemente, para realizar investigaciones periodísticas
rigurosas que expliquen el hecho de actualidad y denuncien a los
involucrados en los actos de corrupción o negligencia, para
que no se vuelvan a repetir, y con esto contribuir a que la democracia
funcione apegada a derecho.
Se necesita indispensablemente de posibilidades reales para realizarlas:
una constitución propiciadora del derecho de informar y ser
informado, un sistema político moderno, personajes políticos
tolerantes y una organización periodística preparada
para asumir toda la responsabilidad.
Esto no significa que habrá que tener primero "todos
estos vientos" a su favor para poder ejercer un periodismo
más investigativo, y consecuentemente, conformarse con las
cosas así como están.
V. PARA MEJORAR LA CALIDAD DE
LAS INVESTIGACIONES PERIODÍSTICAS
Si se quieren mejorar las cosas,
habrá que tener en cuenta las siguientes consideraciones:
1. Realizar investigaciones con una profundidad que las condiciones
permitan. No se trata de realizar a toda costa investigaciones
periodísticas contra la corrupción de los políticos
y de los funcionarios públicos como las de Joseph Pulitzer,
la de Jacob Iris, las de Grahan Phillips y las de los españoles
Ricardo Arqués y Melchor Miralles. Con la agresividad de
los intolerantes funcionarios públicos, con el frágil
y anémico sistema judicial y con las potentes estructuras
de compadres políticos, difícilmente un medio o un
par de pobres periodista podrán realizar tremendas investigaciones
que enderecen el sistema político. Esto puede ser el estilo
de trabajo siempre y cuando el gremio de periodistas alcance nivel
de autonomía profesional y política que se lo permitan.
Mientras esto no llegue, habrá que aportar a la democracia
por medio de una investigación periodística "permitible"
en el actual sistema y sobre temas no menos importantes que los
referidos a ese mundo de los oscuros y no tan honrados intereses,
como pueden ser los temas medioambientales, culturales, históricos,
religiosos, educativos, profesionales, sociodemográficos,
morales, etc. Abordados con enfoques que permitan a la población
salvadoreña sensibilizarse sobre la necesidad de resolver
un sinfín de problemas que la aquejan.
2. Buscar la autonomía socioprofesional de los periodistas.
Se trata de la legitimidad y reconocimiento social de la profesión
periodística por parte de los sectores sociales; pero no
"del diente al labio", como suele aparecer en los acostumbrados
discursos demagógicos de los políticos, sino por medio
de acciones concretas: La elaboración y promoción
de una ley consistente que permita y garantice un trabajo profesional
riguroso apegado al derecho de información. Por otra parte,
a través de la consolidación no de un "profesional
de segunda", que hace los mandados de los políticos,
como propenden muchos "menteros" y "aprovechados",
sino de la obtención y fortalecimiento de una conciencia
de grupo social, con una organización fuerte, que se reconozca
como profesional digna y respetada en todos los ámbitos.
VI. ARBITRANDO EN EL JUEGO DE
LA DEMOCRACIA
En este sentido, en lugar de realizar
un periodismo de confrontación, que en nuestro país
se partidariza, en donde el perdedor anunciado es el periodista,
sugiero en estos momentos un estilo de trabajo que arbitre socialmente.
Como en una cancha de fútbol, el periodismo será el
réferi entre los equipos en contienda: teniendo de referencia
las reglas de la democracia, amonestará las faltas, reconocerá
las anotaciones, advertirá de las malas intenciones y dará
ventajas, desde cualquier lugar de la cancha; es decir, vigilará
y será responsable del cumplimiento de todas las normas durante
el juego. Dependiendo de las faltas, advertirá con la amarilla
y suspenderá con roja.
Se trata de una estrategia de trabajo informativo que tenga las
siguientes características:
- Que fiscalice el funcionamiento de las instituciones públicas
y privadas de carácter nacional o local en el marco de
su responsabilidad encomendada en la dinámica social. Esto
supone la vigilancia y el control no sólo del agotado y desprestigiado
mundo de los políticos y de los poderes del Estado, sino
de otras instituciones más cercanas a la vida cotidiana de
las personas, como pueden ser las que ofrecen todos los servicios
públicos: la telefonía, la salud, la educación,
la vivienda, el turismo, la seguridad, etc.
- Que sirva de mediador entre todos los sujetos sociales con
el propósito de construir un diálogo permanente entre
ellos con el fin de informarlos, sensibilizarlos e incitarlos
a que asuman su responsabilidad en la solución de los diversos
problemas que ocurren en todos los órdenes de la vida social.
Aunque cada institución de servicio público debería
estar investigando e informándose permanentemente del pulso
de lo que ocurre en la dimensión de la vida nacional en donde
la toca actuar, no lo hacen por razones de miopía, falta
de voluntad, invalidez en su funcionamiento y, en la generalidad
de los casos, por incapacidad operativa. Es aquí donde puede
aportar el periodismo, porque se constituiría en un intermediario
que investiga, registra, hace públicos los problemas y puede
darle seguimiento a las acciones de solución realizadas por
las instituciones competentes. Con esto estaría dinamizado
el funcionamiento de las instituciones de servicio público
y estaría aportando en la solución de problemas concretos
de la población.
- Que balancee la diversidad de signos de los acontecimientos
y la participación de los sectores sociales. Esto implica
señalar a los responsables del éxito o del fracaso
en el cumplimiento de las encomiendas sociales. La información
periodística, a mi juicio, debe dejar de sobredimensionar
los signos negativos de la administración pública
o del mundo de los políticos; debe también de potenciar
el reconocimiento de las acciones positivas de los individuos o
de los grupos sociales que evitan el Apocalipsis de la sociedad
salvadoreña.
- Que diversifique el registro de temas de su agenda informativa,
por el orden de importancia para la vida cotidiana de las personas.
Considerar los puntos anteriores en el trabajo informativo, supone
no sólo pasar metidos en la Asamblea Legislativa, en los
centros judiciales y a la espera de la conferencia de prensa, sino
insertarse en las diferentes esferas de la vida de los salvadoreños:
tradición, identidad, costumbres, habilidades, arte, en las
formas de comunicarse y de nombrar las cosas, convivencia diaria,
en el chiste, etc., etc.
- Que amplíe la libreta de fuentes informativas para construir
la información. Esto implica ampliar los criterios de
selección de las personas consultadas para elaborar la información.
Supone, además de considerar la declaración de los
"prominentes" o "representativos" políticos
cuando sea pertinente hacerlo, retomar el discurso o la historia
de las personas que viven, sufren y cantan diariamente, y considerar
la versión de las personas que desde su especialidad interpretan
técnicamente los fenómenos y los procesos sociales
en El Salvador.
Bibliografía
consultada:
Martín Barbero, Jesús
(1992): "Pensar la sociedad desde la comunicación"
en DIÁLOGOS DE LA COMUNICACIÓN, No.32, marzo,
Págs.28-33
Alemán, Lilibeth (1996):
Diagnóstico sobre el estado actual de la investigación
en el ámbito universitario y de los medios de comunicación
social, Tesis de grado, San Salvador, Departamento de Periodismo,
1996
Montserrat Quesada( 1997): Periodismo
de investigación o el derecho a denunciar, España,
Barcelona, Editorial CIMS.
Montserrat Quesada (1987): La
investigación periodística, España, Barcelona,
Editorial Ariel
Mario Ernesto Morales y otras(1999):
Periodismo de investigación en El Salvador, Tesis
de grado, San Salvador, Departamento de Periodismo
Caminos, José María
(1997): Periodismo de investigación y práctica,
España, Madrid, Proyecto Editorial Ciencias de la Información
Mario
Alfredo Cantarero
Investigador y Profesor de Metodología de
la investigación en comunicación, Escuela de Ciencias de la Comunicación,
Universidad "Dr. José Matías Delgado",El Salvador, Centro América. |