Por Alejandro Ocampo A.
Número 23
Esto
debería ser sólo una presentación, sin embargo,
después de revisar todos -sí, todos- los números
de RyP y encontrar sentido, forma y estilo al trabajo que han hecho
quienes han estado antes de este que les escribe, una sensación
agridulce y fuerte invade mi pensamiento y me hace reflexionar si
realmente estaré lo suficientemente capacitado como para
continuar con ello.
Al escribir y en base a la experiencia
pienso que afortunadamente el idealismo continúa fuerte y
resistiendo estoicamente los embates de los pragmáticos,
que por momentos intentan reducir todo a factores tangibles y redituables,
confiaremos porque trabajaremos -¡qué paradoja!- en
que el equilibrio se mantenga y que como dijo Kant continúe
la lucha entre mis sentimientos y mi razón. Hasta nuestro
sistema solar vive en una relación tensión-equilibrio.
Son muchas las ideas que tengo,
muchas las ganas también. Pero como escribió alguien
por ahí "Es imposible dejar de agradecer" y comienzo
por darle las gracias a Octavio quien me acaba de dedicar su libro
que se integra a mi ya importante colección de trascendencias
escritas de mis profesores; un orgullo que de momento sólo
le encuentro explicación por medio de la fortuna, suertudo
de mi pues.
Agradezco de forma muy especial
a Sergio Bobadilla, amigo de toda la carrera -y me atrevo a pronosticar:
de toda la vida- con quien he vivido toda clase de experiencias
y me enseña que en verdad es posible trabajar con las pesadillas
para convertirlas en sueños. A Yessi, que desde su introversión
me brinda su amistad, a mi otrora asesora de imagen y relaciones
Norma Campo, al señor Fernando "Serenidad" Gutiérrez,
a Luis quien conocí accidentadamente y finalmente a Carlos,
pues como dijo Pedro María Anaya "Si hubiera parque
no estarían ustedes aquí", afortunadamente me
pasó lo que a los franceses, no hubo.
El tomar la dirección sé
que desempeño un función muy importante, nada más
ser el puente entre los que escriben y los que leen, y también
inicia una etapa importante para mi, ¡sorpresas te da la vida!
Me encuentro haciendo lo que siempre he querido en el lugar donde
menos me lo había imaginado.
En este, nuestro número veintitrés,
que cientos de imponderables retrasaron, ya está en línea;
Issa Luna se dio a la tarea de ahondar sobre la transición
democrática en los medios de comunicación y sus efectos.
Una reflexión seria, que abarca varias perspectivas, basada
en colaboradores de diversos países, y que toca puntos medulares
de la hoy tan multicitada y por momentos dificultosa y jaloneada
democracia mediática. Mi agradecimiento a Issa Luna por su
extraordinario trabajo.
Les recuerdo revisar nuestras dos
columnas de reciente apertura: Filosofía, Cultura y Sociedad
y Palabra TI. Estoy seguro que encontraran cosas de interés.
Ahora sí, me resta sólo
presentarme y quedar a disposición de esta mesa que vive
gracias a la palabra y a la razón, eso que llamamos comunicación.
Buen día
Alejandro
Ocampo A.
Director de Razón y Palabra |