Razón y Palabra Bienvenidos a Razón y Palabra.
Primera Revista Electrónica especializada en Comunicación
Sobre la Revista Contribuciones Directorio Buzón Motor de búsqueda


Diciembre 2001 - Enero 2002

 

Número del mes
 
Números anteriores
 
Editorial
 
Sitios de Interés
 
Novedades Editoriales
 
Ediciones especiales



Proyecto Internet


Carr. Lago de Guadalupe Km. 3.5,
Atizapán de Zaragoza
Estado de México.

Tels. (52) 58 64 56 13
Fax. (52) 58 64 56 13

La reconfiguración psicocultural generada por las nuevas tecnologías
 
Por Carlos Franco
Número 24

En apenas unos cuantos lustros, las llamadas nuevas tecnologías de comunicación (nos centraremos en el Internet y el CD-ROM) ya han trastocado partes importantes de nuestra realidad. Aquí se reseñan algunos estudios con las primeras nociones del nuevo ambiente influido por dichos medios.

Marshall McLuhan, nombraba (y construía) funciones para medios como el reloj, los circuitos eléctricos, las computadoras o la ropa porque, entendiéndolos como extensiones del hombre, el teórico canadiense advertía en ellos factores psicoculturales. Según McLuhan, cada medio en el mundo le da un nuevo orden al ambiente y explica esto con su juego tetrádico: el nuevo medio actúa sobre, la realidad, acelerando alguna parte de ella, haciendo obsoleta otra y recuperando una más; también, al llevarlo al límite de su potencial, el medio cambia, junto con alguna dimensión de la realidad1.

Un ejemplo claro es el dinero en efectivo, el cual acelera las transacciones, hace obsoleto el ejercicio del trueque, recupera el consumo conspicuo y se transforma al límite para convertirse en no-dinero2 (como el crédito, dinero que aún no existe). El resultado de la invención del efectivo resulta entonces no solo en una herramienta que facilita las transacciones, sino que de facto es una invención que trastoca aspectos de la cultura, de la sociedad y de la realidad.

Desde luego, las nuevas tecnologías (como el Internet y sus aplicaciones y el CD-ROM) están lejos de ser un medio masivo de comunicación en la mayoría de los países. No es al caso de Estados Unidos, donde en 1998 el entonces vicepresidente Al Gore propuso (y después cumplió) la meta de que para el año 2000 el 100% de las aulas de su país estarían conectadas a Internet. E.U., como potencia tecnológica, dicta las tendencias y es previsible un desarrollo en la infraestrucura que da soporte a los nuevos medios en otras latitudes. Incluso algunos países superan los porcentajes estadounidenses de acceso al medio: Finlandia es el país con mayor número de usuarios de Internet (con 244.5 por cada mil habitantes), seguido de Noruega (231.1), Islandia (227.3) y Estados Unidos con 203.4; México se ubica a una gran distancia en la escala, en el lugar 37 con 3.2 usuarios en esa misma base3 .

Gianfranco Bettetini en el prefacio de su libro Las nuevas tecnologías de la comunicación señala que sus estudios parten de "una exigencia que parece hacerse cada vez más apremiante: la de efectuar una reflexión orgánica sobre la aportación al desarrollo [...] y la transformación de las vivencias sociales, sobre todo en las sociedades avanzadas"4 , porque es donde se puede registrar el fenómeno. Es claro que las audiencias en los países arriba listados tienen desiguales grados de exposición al medio, lo que se traduce en brechas entre los individuos con acceso a éste y aquellos que no lo tienen. De acuerdo a la teoría del knowledge gap5, las diferencias en la adquisición de la información tenderán a hacerse más grandes por esa disparidad en el acceso, lo que es evidente tanto en el ámbito entre naciones, cuanto internamente en cada país. Son esas diferencias cognoscitivas (y cognitivas, como veremos posteriormente) las que suponen los esbozos de lo que el ambiente de las nuevas tecnologías puede ser (está siendo). Tomaremos pues las experiencias de quienes están ya expuestos al medio con el fin de aproximarnos al fenómeno que eventualmente, según sus impulsores, llegará a ser masivo.

Este escrito pretende que la aproximación al nuevo ambiente no se reduzca a la posición maniquea de la inaceptable dicotomía "¿Apocalípticos o integrados?", con la cual Umberto Eco reprueba las posturas acríticas que optan ya por la conspiración intoxicante ante el pretendido "fin del mundo" acarreado por cada nuevo medio, ya por su aceptación irreflexiva.

Los problemas están mal planteados desde que se formulan del siguiente modo: ¿es bueno o malo que exista la cultura de masas? (entre otras razones porque la pregunta supone cierta desconfianza reaccionaria ante la ascensión de las masas, y quiere poner en duda la validez del progreso tecnológico, del sufragio universal...).

El problema, por el contrario es "Desde el momento en que la presente situación de una sociedad industrial convierte en ineliminable aquel tipo de relación comunicativa conocida como conjunto de los medios de masa, ¿qué acción cultural es posible para hacer que estos medios de masa puedan ser vehículo de valores culturales?".6

Las descripciones de esta reseña serán entonces presentadas considerando varias aristas y en el entendido de que los resultados son apenas aproximaciones al nuevo contexto.

La escuela como centro de los estudios en nuevas tecnologías

Hasta ahora, gran parte de los estudios sobre sectores con diferencias en la exposición al medio se realizan principalmente entre jóvenes universitarios y preuniversitarios. De acuerdo a David Tewsbury y Scott L. Althaus: "la ventaja más grande es que los estudiantes están relativamente familiarizados con el Internet, lo que sugiere que las diferencias entre grupos [en la medición de su ganancia de conocimiento a través de medios impresos o de sus versiones en línea] no están afectadas por la falta de contacto con el medio".7

El estudio de Tewsbury y Althaus, se enfoca al procesamiento de los flujos de información noticiosa en los niveles cognoscitivo (qué y cuánta información se recibe) y cognitivo (cómo se procesa). Realizado en una universidad del medio-oeste de los Estados Unidos de Norteamérica, en dicho estudio se analizaron las diferencias en la adquisición de conocimiento entre los lectores de las diferentes versiones (impresa y en-línea) de un diario de cobertura nacional, el New York Times. Sus conclusiones son en verdad ilustrativas de cómo los medios en-línea pueden influir en la percepción de la realidad.

En primer lugar el estudio demuestra que el tipo de información que de hecho llega a los lectores del impreso es sustancialmente distinta a la de su contraparte, la versión en-línea. Un punto que señalan los autores como fundamental es que las diferencias entre los formatos espaciales de los medios se traduce en cambios en la jerarquización de la información8 . El formato tipo menú (menu-based) de los diarios en Internet (u otra agencias noticiosas como la BBCi9) ofrece un listado general de los contenidos. Dicho menú, no tiene elementos considerados claves10 que guíen al lector en su consumo de la noticia. Las claves son parte de un proceso de estandarización en las rutinas productivas de los medios para jerarquizar la información por su noticeabilidad11 .

Un ejemplo de estas reglas relativamente reconocibles es la selección de historias y su prominencia dada por el layout (la disposición de los elementos textuales), ya que "ambas operaciones incorporan los valores y creencias de lo que los editores de noticias piensan que es importante reportar12 ".

Un encabezado que se distingue del resto por su tamaño, la ubicación de las noticias con respecto a la primera plana, el espacio total que ocupan, su repetición a lo largo de la publicación y el complemento de otros textos (gráficas, fotos) al escrito principal son parámetros usados para diferenciar los grados de importancia de una noticia en un diario impreso13 (su valor/noticia).

Según Tewkbury, esos modelos cambian en un medio con otras reglas como el Internet porque las restricciones de espacio son distintas: se puede ofrecer un menú y luego destinar todo el espacio de la página a la noticia seleccionada.

El punto central del estudio en cuestión es verificar si el traslado de las prácticas noticiosas tradicionales a aquellas mediadas por computadora podría cambiar la naturaleza de la relación entre editor y lector. De acuerdo a los resultados, esta diferencia en la distribución sí afecta al proceso cognitivo porque a pesar de que las versiones en-línea pretenden ser casi idénticas a las impresas, las diferencias en su selección cambiarían el papel tradicional de la prensa como gatekeeper.

La variante primordial al recibir información noticiosa en-línea es que su organización tipo menú confiere a la audiencia una habilidad sustancial para dar forma al flujo de información14. Al no tener las mismas limitaciones espaciales, se transforma la capacidad del medio impreso para realzar la información por medio de sus dimensiones en unidades cuadradas (y de las otras claves). El menú provee de una gama mucho más amplia de historias sobre cualquier tema. La estructura paralela de las publicaciones en línea

da a los consumidores substancialmente más capacidad de elección y mayor control. Los servicios en-línea proveen acceso fácil a información que frecuentemente está enterrada en las profundidades de los periódicos tradicionales, y además frecuentemente incorporan links entre ítems de información y sitios web. Estos elementos interactivos significan que sus editores podrían ejercer menos influencia sobre qué y cómo es que la gente aprende sobre los public affairs.15

Doris Grabber16 reporta que los dos criterios más importantes que los lectores de periódicos tradicionales aplican para elegir sus artículos son: en primer lugar, las ya mencionadas claves de importancia provistas por los editores y después, el apareamiento entre los tópicos y sus propios intereses.

Si el formato de menú de una edición digital permite una configuración personalizada del tipo de flujo informativo, los lectores usarán esa flexibilidad para modelar su consumo de información, desarticulando el concepto tradicional de comunicación de masas de la prensa escrita.

McLuhan también veía en los media el fuego de la aldea que reúne a la tribu, compartiendo historias que les dan cohesión. Algún día, pensaba, los medios darían forma a la sociedad de la "aldea global": el Pájaro madrugador como unificador de todas las antípodas; todos compartiendo la misma cultura. Pero de acuerdo a la forma en que se están sucediendo los hechos, la personalización de las nuevas tecnologías por los individuos (y con ello de lo que es importante o no) trastocaría incluso conceptos arraigados de la sociedad.

La función [de los periódicos] de dirigir la atención hacia los artículos que los editores consideren de mayor relevancia, tiende a dejar a las audiencias masivas con concepciones similares sobre la importancia de varios issues o eventos, como lo ha demostrado la literatura sobre el agenda-setting17

La capacidad de navegar por entre los textos mediante las ligas hipertextuales, pondría en las manos del usuario la decisión de seleccionar la información que recibe basándose en su idiosincrasia. Esto genera lectores más pobremente informados que sus contrapartes de impresos tradicionales, basándose en la lógica propuesta por los autores del estudio: se crearían issue publics18, segmentos pequeños de individuos dispersos que se especializan en información enfocada a ciertos sucesos públicos de interés.

El estudio demuestra que "los lectores de noticias en línea recordarán menos hechos acerca de tópicos de noticias internacionales, nacionales y políticas que los lectores de impresos" . Los tópicos preferidos por la idiosincrasia de los participantes en el estudio fueron "noticias de negocios", "deportivas", "arte y entretenimiento" y otras similares, que difieren con las que podrían considerarse "de primera plana". Los hallazgos de la investigación sugieren que "los sujetos del grupo en-línea habrían estado dispuestos en menor manera que sus contrapartes de la versión impresa a haber leído noticias internacionales, nacionales y políticas, todas ellas secciones frontales del Times"20

Durante algún tiempo se pensó que el Internet sería la enciclopedia revisitada, contenedora de todo el conocimiento humano y más aún, que sería capaz de vincular todas sus partes. Pero podría en realidad convertirse en un torrente enorme de información, tan desmesurado que resultaría muy improbable que hiciera un mismo sentido para todos los públicos. Otro argumento en contra de la aldea global.

Edwardson Kent y McConnel21, citados por Tewksbury, hallaron que los lectores de un texto con menú lo consideran "más apto para lecturas enfocadas a objetivos, mientras que el layout de los diarios tradicionales es mejor para el escaneo de encabezados"22.

En resumen, "la forma en que las fuentes noticiosas basadas en la WWW usan imágenes, gráficas, y elementos de interconectividad alienta a la gente a procesar las historias en-línea de forma distinta a como las procesan en artículos de periódicos tradicionales."23

Esto sugiere una forma distinta de encuentro con la información a través de la red o de otros medios con capacidad hipertextual, sujetando la importancia relativa de las historias a las preferencias personales. Lo anterior no es necesariamente despreciable, de acuerdo a nuestra aproximación. Tal fenómeno está basado en la idiosincrasia de individuos, la cual puede no ser afín con la de sus compatriotas o de los editores (como ha sucedido por décadas) pero sí con la de personas en otras partes del mundo, con sus issue groups.24

Internet como distractor

En el terreno de la educación, el uso del Internet goza de un respaldo cuasi-universal de estudiantes, padres, educadores e instituciones, incluido el gobierno de E.U., como vimos anteriormente. Quienes señalan el acceso a grandes cantidades de información y la capacidad de estar comunicados en cualquier parte del mundo, como las ventajas del medio. Pero el mismo ámbito académico ha sufrido un decremento en el desempeño de estudiantes de nivel licenciatura, relacionado con trastornos de interacción social y de falta de exposición a experiencias culturales deseables.

Lo anterior es demostrado en el estudio de Robert W. Kubey et al.25, quien afirma que entre el 5 y el 10% de los estudiantes de licenciatura en EU reportan padecer "efectos"26 como depresión, angustia, y trastornos en el sueño y hasta impulsos de dimisión de la escuela asociados con una exposición excesiva a permanecer en-línea27.

Kubey sostiene que existe una incidencia de problemas con el apetito desmedido por el Internet, que se traduce en una adicción a permanecer en-línea similar a los excesos en el apetito por el sexo, la comida, el amor, los regímenes alimenticios, el jogging o ver la televisión28 . Se relaciona a estos problemas con el uso desmedido de cualquier aplicación del Internet pero sobre todo con el uso de aquellas empleadas para la comunicación sincrónica (chat rooms o MUDs (Multiple User Dungeons, entre otras).

Las implicaciones de esta última afirmación songos o integrarse a una reunión de viejos ciber-conocidos en un MUD o chat room. Tal vez ningún otro medio ofrece esa oportunidad a las personas que experimentan soledad. El uso del teléfono aún requiere que los amigos o familiares llamen o sean llamados, con normas que limitan las horas adecuadas para hacerlo o la duración de las llamadas.29

Por otra parte, los MUDs o chat rooms operan las 24 horas del día, todo el año [...] El factor del acceso en horas avanzadas de la noche es perfectamente lógico porque es cuando el resto del mundo no está disponible y el sentimiento de soledad se agranda.

Los participantes en el estudio de Kubey que afirmaron estar en problemas académicos reportaron también que el uso de Internet los había mantenido despiertos hasta muy tarde, que muchas veces se sintieron cansados al día siguiente y que faltaron a clases. Aquellos sujetos que afirmaron emplear preferentemente el e-mail, los Usenet groups -u otras aplicaciones asincrónicas- tuvieron una incidencia más baja en estos trastornos académicos (8 veces menor, de acuerdo al estudio).

Los autores concluyen que es difícil saber si el Internet es la causa directa de los problemas de rendimiento ocasionadas por la dependencia a éste, o si solamente es una alternativa, la preferida entre muchas otras, para aliviar el stress y sobrecarga de trabajo de los estudiantes. Afirman también que el Internet provee oportunidades de comunicación donde antes no las había.

El "medio de medios"

Otro fenómeno paralelo que se puede observar en usuarios de nuevas tecnologías es la disolución de las fronteras entre trabajo y esparcimiento. Dichos medios reúnen otros tradicionalmente relacionados con las ocupaciones laborales (la máquina de escribir, el teléfono, las bases de datos) y además con el esparcimiento (los videojueos, el cine en video, la televisión o la radio) sin separaciones marcadas durante la operación. La convergencia supondría una cantidad grandísima de tiempo de exposición al "medio de medios". Además de esto, Paul Levinson30 afirma que el Internet es incluso mucho más seductor que la televisión, porque al mismo tiempo de ser un medio "light-through"31, provee la sensación de realmente viajar a través del ciberespacio.

A pesar de la crítica que hemos descrito, para Levinson los atributos de las nuevas tecnologías (principalmente del Internet) las convierten en la consecución de la aldea global macluhaniana porque un usuario en-línea puede "conectarse" con cualquier persona en el mundo con solo tener una computadora, un módem y una conexión. Las implicaciones positivas que apunta son las transformaciones que hemos descrito sobre el papel de gatekeepers ejercido por los sistemas de comunicación y los gobiernos. Levinson es muy optimista porque advierte la descentralización de la industria de la información (con cierta dosis subversiva), lo que es cierto solo si se tiene acceso al medio, desde luego.

El enfoque de muchos otros autores se especializa de forma similar en las transacciones comerciales (e-business) o en las ventajas de transmisibilidad que suponen los nuevos medios. Sus reflexiones no permean a las implicaciones sociales del medio, como podrían ser los paradigmas que impone las empresas que sólo existen en la red (Amazon.com, v.g.) y que cambian enteramente las nociones de compra-venta; o las diferencias palpables en algunos países sobre el acceso al medio. La investigación parece centrarse en el traslado de las capacidades del comercio, relaciones públicas y publicidad de un ámbito a otro.

No podemos quedarnos en un plano descriptivo, por lo que la investigación del tema debe complementarse con otras aportaciones e incluso valorar al resto de las nuevas tecnologías en su relación con el Internet. El italiano Gianfranco Bettetini, por ejemplo, ofrece una visión con mucho más volumen, ya que afirma que la creciente elaboración de productos comunicativos en formatos distintos a los impresos tradicionales cubre tres grandes ámbitos de la cultura humana: la representación, la comunicación y el conocimiento.32

En primer término, hablando de los nuevos lenguajes que provee el medio, Bettetini afirma que la nueva representación que proveen las jóvenes tecnologías se entiende como "la función esencial de cada lenguaje, de cada manifestación expresiva y, por tanto, de cada equipo técnicamente orientado a este fin que tienda a una intervención que reproduzca de la mejor forma posible la realidad"33. No se limita a decir que la comunicación es más rápida, sino que al redefinir el lenguaje, se transforman la realidad y el conocimiento.

Consideraciones sobre el CD-ROM

En referencia a los otros ámbitos propuesto por Bettetini, al integrar el CD-ROM e Internet, se cubre la comunicación a distancia, la búsqueda de información y el entretenimiento. "[El CD-ROM es un medio] con gran capacidad de memoria, interactividad y multimedialidad"34 que se despega del mensaje del libro porque en el libro, "la dimensión tecnológica del soporte ya está asimilada en la cultura y no es percibida como inoculante respecto del contenido, que, por el contrario, es considerado el elemento efectivamente caracterizador del medio"35

Por otro lado, el hecho de que el CD-ROM sea leíble desde el ordenador personal hace que el microentorno en el que se encuentra pueda estar conectado con bancos de datos externos a la posición del trabajo y por consiguiente las informaciones contenidas en discos pueden ser integradas también con fuentes externas o con informaciones provenientes de archivos personales construidos por el usuario.36


Tomás Maldonado añade: "por otro lado, empero, existe el ya discutido problema del limitado grado de libertad del CD-ROM y la sospecha [...] de connivencias con el conductismo skinneriano. Si se prescinde de la posibilidad, como hemos visto, de utilizarlo como obra abierta, se debe admitir que el CD-ROM ofrece al usuario un ámbito de participación activa muy restringido. Esto se explica porque, aunque sus fundamentos no sean los del conductismo más extremo, sigue siendo fiel, después de todo, a un planteamiento rígidamente programático del proceso didáctico."37

Pero eso no limitaría su uso, sino que lo especializaría porque ante la pregunta de si el libro tradicional desaparecerá, Maldonado asegura que el CD-ROM es un medio adecuado para enseñar álgebra o anatomía descriptiva, por ejemplo, pero que no funcionaría igual para "hacer accesible el pensamiento de Hegel o el papel de Wagner en la historia de la música. En el primer caso hay pocos aspectos que puedan ser objeto de interpretación personal, en el segundo, en cambio, son numerosísimos"38. Asegura entonces que se cambiará la "distribución de las funciones, dejando al CD-ROM para las obras de consulta (enciclopedias, diccionarios, anuarios estadísticos y demográficos, archivos de todo tipo), sacando provecho de su mayor capacidad de almacenaje, de su manipulación y de los diferentes formatos que permite registrar.

Conclusiones: La sociedad sintética.

En principio, el traslado de algunas de las funciones de los medios tradicionales a los nuevos, y el aumento en lenguajes visuales implicará adaptarse a la nueva cultura preponderante, la llamada sociedad sintética. A partir de estos argumentos elaboraremos las conclusiones.

Se aprecia un aumento en el empleo de signos icónicos (fotografías, pintura, cine, dibujo, Computer Graphics, etc.) en los nuevos medios y todos ellos recurren a la construcción sintética de las imágenes.

En los Computer Graphics [por ejemplo], el receptor es un usuario-operador que reúne en sí estos dos papeles: el operador crea concretamente el texto, en un proceso en el que se entrecruza la lectura (opciones potenciales prefiguradas en el equipo) y la construcción de la imagen. La textualidad producida por la tecnología informática no puede, por consiguiente, ser considerada como un sistema cerrado de signos, sino como una acción que se ha de realizar.39

Bettetini construye el concepto de la sociedad sintética con base en "la idea de que las vivencias tecnológicas a las que hemos llamado comunicación sintética pueden y deben ser exploradas sin distinguir demasiado entre las tecnologías y su uso social"40 (en el mismo tenor de lo propuesto por McLuhan).

Un factor que cambia dentro de este tipo de sociedad es el espacio comunicativo, "el espacio que es percibido, de vez en vez, como lugar de la comunicación"41, que se ve transformado en lo que Bettetini denomina el espacio sintético, planteando problemas de reestructuración de las normas y usos de la convivencia social:

En efecto, la idea de red comunicativa, incluso en las versiones más complejas, que la emparentan con el laberinto o el rizoma, siguen dando por sobreentendido un modelo mecánico, en el que el espacio comunicativo está representado como un recorrido fundamentalmente bidimensional, trazado por líneas geométricas.

Ahora bien, parece que tanto la difusión vía éter, como la extensión masiva de las terminales, en cambio, se inclinan por la utilidad de un modelo energético de representación, inspirado en el magnetismo o la gravitación42

Por lo tanto la percepción física de las extensiones de nuestro cuerpo se modifica al pasar del cable a la difusión por éter. Tal sería una de las principales diferencias cognitivas que suponen los nuevos medios: comunicamos y somos comunicados hacia todas las direcciones y no hay una restricción psicológica debida a los cables.

Con respecto al tiempo "hemos observado que sufre un proceso de contracción debido a la aceleración impuesta por las nuevas tecnologías [...] La instantaneidad siempre ha actuado no sólo en la eliminación de la percepción de las distancias, sino también en la de una mayor utilización de las horas de vigilia"43 . Esta idea refuerza la noción de los usos del Internet como sistema de comunicación a-toda-hora. Los paradigmas día-noche y disponibilidad de los actores comunicativos se alteran sustancialmente. Si a esto añadimos también la ya mencionada disolución de barreras entre trabajo y entretenimiento, tenemos más detalles del cuadro que tenemos enfrente.

Tal vez el principal cambio cognitivo en la integración de nuevas tecnologías está dado por "la difusión de la red comunicativa y de la transportabilidad de los instrumentos [que] incrementa la posibilidad de emplear un número cada vez mayor de ocasiones para fines comunicativos (se puede viajar y a la vez comunicarse o hacer trámites; es posible trasmitir vía fax durante las horas de sueño gracias a la programación y así, sucesivamente)44 .

La aceleración comporta, pues, no sólo la compresión de las duraciones, sino también una distinta percepción de los momentos propios de la comunicación. Lo que significa avanzar hacia una total cotidianidad de esta última, y por consiguiente de nuevo hacia una reducción a "ruido blanco", acompañamiento de todo instante de la jornada.45

Siguiendo el juego tetrádico de McLuhan, se podría pensar en las tecnologías llevadas hasta sus límites. Imaginemos un proceso donde las máquinas se convierten en no-máquinas: con componentes orgánicos o como partes fundamentales del ser humano. Pasarían de la categoría de extensiones a la de órganos, probablemente comunicándose con una Matriz todo el tiempo. La paradoja surge: si todo en todos comunica, nada en realidad se está comunicando.

Al respecto, Bettetini opina que "las tecnologías pueden usarse, simultánea y paradójicamente, para aislarnos de los vecinos y para conectarnos a los que están lejos, para entregarnos a un ruido que es soledad y a otro, perfectamente análogo en apariencia, que es, en cambio, relación; la noción de comunidad y de grupo tiende a modificarse".46

"McLuhan había anticipado, en la época de los mass media, la hipótesis de una conexión directa entre forma perceptiva y medio de comunicación, y algunas partes de su análisis aún parecen sorprendentemente actuales: [por ejemplo] la amplificación del cuerpo.

Sin embargo, hoy el impacto perceptivo, cognitivo y en última instancia cultural de los nuevos media sólo puede ser imaginado, aunque con algunos elementos de confirmación. A diferencia de los media tradicionales, como TV, radio y cine, los nuevos media presentan una diseminación personalizada de su uso [...] 47

Con estas nociones sobre la tendencia de los medios a ser ubicuos, a mantenernos comunicados todo el tiempo y a modificar los hábitos a los que estamos acostumbrados, se percibe una aculturación de la legendaria comunicación de masas. Ejemplos válidos son los mencionados sobre el traspaso de las funciones de los libros a otros medios y, de la misma forma, el traspaso de la escuela o el trabajo tradicionales hacia otros ámbitos.

Queda pues la pregunta (parafraseando a Eco): ¿qué acción cultural es posible para hacer que estos nuevos medios puedan ser vehículo de valores culturales?". De la respuesta surgirán otras pautas para describir los ambientes de las nuevas tecnologías. Sabemos hasta ahora que es necesario mirar de forma distinta la soledad, la elección de la información, las normas para comunicarnos; los paradigmas de día y noche, de los momentos para comunicar y el lenguaje. Con sólo ese último rubro bastaría para llenar todas las bibliotecas.


Notas:

1 MCLUHAN, Marshall. La aldea global. Gedisa, 1989.
2 Ibídem, p. 170
3 JULIUSSEN, Egil & PETSKA-JULIUSSEN ,Karen, Internet Industry Almanac, march 1998.
4 BETTETINI, Gianfranco, Las nuevas tecnologías de la comunicación, Paidós, 1995: 11
5 La teoría afirma que en tanto exista un incremento en la infusión informativa a través de los media hacia un sistema social, los segmentos de la población con un nivel socioeconómico superior tienden a adquirir dicha información a un paso más rápido que los segmentos bajos, por lo que la brecha cognoscitiva entre ellos tiende a incrementarse. Esta brecha es más frecuente en la información sobre los intereses públicos y de las noticias científicas. Entre los factores que intervienen en el proceso se cuentan las habilidades de comunicación de las audiencias, la exposición, aceptación y retención selectivas y la naturaleza del sistema mediático. En Donohue, Tichenor and Olien, 1970 se le añaden críticas a la teoría, como el factor de motivación individual.

6 ECO, Umberto, Apocalípticos e integrados, editorial Lumen, 1985. (58-59)
7 TEWKBURY, David, et al. Differences in Knowledge Acquisition among Readers of the Paper and Online Versions of a National Newspaper, Journalism an Mass Comunication Quarterly. Vol 77 No 3. Autumn 2000: 457-479.
8 Ibídem, p. 460
9 http://www.bbc.com
10 Cues, en el original.
11 Dichas rutinas incluyen la recolección, la selección y la presentación de los materiales informativos y responden a la pregunta: ¿Qué acontecimientos son considerados relevantes para ser transformados en noticia?
12 GANS, Herbert, Deciding What´s News (New york, NY, Pantheon books, 1979): 71-84
13 Tewkbury, p.458
14 HEETER, Carrie, et. Al. "Agenda setting by electronic text news" Journalism Quarterly 66 (spring 1989): 101-106
15 Tewsbury, 458
16 GRABBER, Doris, Procesing the News: How people Tame the Information Tide, (New York, NY: Longman, 1988)
17 MCCOMBS, SHAW and WEAVER, Communication and democracy: Exploring the intellectual frontiersin Agenda-Setting Theory. (Mahwah, NY: Erlbaum, 1997.
18 Tewksbury, p. 459
19 Ibídem, p. 467
20 Ib., p. 467
21 EDWARDSON, Mickie, Kurt Kent and Maeve McConnell, Television News Information Gain: Videotex Versus a Talking Head, Journal of Broadcasting & Electronic Media 29 (1985): 335-51
22 goal-directed, en el original
23 Tewksbury, 459
24 Esta es una cuestión que incluso los mercadólogos han contemplado ya, aunque nombrándolos targets, término que aplana la realidad comunicativa por considerar a las audiencias como cartones esperando a ser impactados.
25 KUBEY, Robert et al., Internet Use and Collegiate Academic performance Decrements: Early Findings. Journal of communication, June 2001: 366-381
26 Resulta inadecuado hablar de efectos porque ello supondría una causalidad estímulo-reacción. Debemos entender que si efectivamente hay efectos, se dan en el mediano o largo plazos, como sugiere la teoría del cultivo.
27 La mayor incidencia de este fenómeno se da en los estudiantes de las llamadas hard sciences.
28 Kubey, p. 368
29 Ibídem, p. 379
30 Digital McLuhan: A Guide to the Information Millennium, Journalism and Mass Communication Quarterly; Columbia; Spring 2000.
31 McLuhan nombraba así la característica de ciertos medios de proveer luz que antes brilló en la pantalla, lo que lo vuelve más atractivo sensorialmente.
32 Bettetini, p. 30
33 Ib., p. 30
34 Ib., p. 194
35 Ib., p. 199
36 Ib., p. 201
37 MALDONADO, Tomás, Crítica de la razón informática, Paidós Multimedia 9, 1997: 147
38 Ibídem, p. 148
39 Bettetini, p. 34
40 Ibídem, p. 252
41 Ib., p. 252
42 Ib.,p. 254
43 Ib.,p. 254-255
44 Ib.,p. 255
45 Ib.,p. 255
46 Ib.,p. 256
47
Bettetini, p. 38


Fuentes de información:

  • BETTETINI, Gianfranco. Las nuevas tecnologías de la comunicación. Paidós, 1995.
  • ECO, Umberto. Apocalípticos e integrados. Editorial Lumen 1985. (58-59)
  • GANS, Herbert. Deciding What´s News. New york, NY, Pantheon Books, 1979.
  • GRABBER, Doris. Procesing the News: How people Tame the Information Tide, (New York, NY: Longman, 1988)
  • LEVINSON, Paul. Digital McLuhan: A Guide to the Information Millennium. London, Routledge, 1999.
  • MCLUHAN, Marshall. La aldea Global. Gedisa, 1989.
  • MCCOMBS, et al. Communication and democracy: Exploring the intellectual frontiersin Agenda-Setting Theory. (Mahwah, NY: Erlbaum, 1997.
  • MALDONADO, Tomás. Crítica de la razón informática, Paidós Multimedia 9, 1997: p. 247
  • EDWARDSON, Mickie, Kurt Kent and Maeve McConnell, Television News Information Gain: Videotex Versus a Talking Head, Journal of Broadcasting & Electronic Media 29 (1985): 335-51
  • HEETER, Carrie, et. al. Agenda setting by electronic text news, Journalism Quarterly 66 (spring 1989): 101-106
  • KUBEY, Robert et al., Internet Use and Collegiate Academic performance Decrements: Early Findings. Journal of communication, June 2001: 366-381
  • TEWKBURY, David, et al. Differences in Knowledge Acquisition among Readers of the Paper and Online Versions of a National Newspaper, Journalism and Mass Comunication Quarterly. Vol 77 No 3. Autumn 2000: 457-479.

Lic. Carlos Franco
Licenciado en Ciencias de la Comunicación por el Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México. Ha sido parte diversos talleres literarios; actualmente es coordinador editorial de las revistas Complot y Libido.

.