Por César Albarrán
Torres
Número 24
En su libro
Homo Videns, Giovanni Sartori habla de la "preponderancia de
lo visible sobre lo inteligible, lo cual nos lleva a un ver sin
entender" para referirse al proceso de cambio de una cultura
dominada por la lectura a una cultura subyugada por la imagen. Sartori
afirma además que productos comunicativos como los programas
televisivos suplantan a la letra y modifican los paradigmas cognoscitivos
del hombre, afectándolo en sus capacidades básicas
de simbolización. ¿Pero se está dando realmente
este proceso? Y de darse, ¿cuáles son las consecuencias?
Es precisamente esta preocupación
de Sartori lo que concierne al presente número de Razón
y Palabra. A esta sociedad imaginada o percibida por Sartori - dependiendo
de la postura que se asuma - la llamaremos la "sociedad postliteraria".
Se le identifica porque hace a un lado la configuración de
su realidad a través de la palabra escrita y lo hace a partir
de imágenes y sonidos. Según Sartori, el ser humano
se está mudando de una construcción conceptual del
mundo a una que cae en el plano de lo sensorial.
En este número nos abocaremos
principalmente a la imagen. No es menester de los colaboradores
desacreditarla o caer en una postura determinante como la de Sartori,
de blancos y negros, respecto a su validez. Tampoco lo es el de
mirar con melancolía la supuesta muerte de la palabra escrita,
sino esgrimir una suerte de descripción de lo que está
sucediendo respecto a los textos que se producen y realizar cuestionamientos
relativos a su naturaleza, sus posibilidades, sus diferencias, sus
relacionesque y las consecuencias de su utilización.
La imagen redimensiona la relación
entre la sustancia del mensaje y el destinatario: por un lado coarta
de manera considerable el esfuerzo imaginativo del que la observa
y por otro ofrece nuevas posibilidades de creación e interpretación.
Por supuesto que no se niega la existencia de textos audiovisuales
inteligentes y que exigen un esfuerzo de interpretación,
e incluso interacción, notable por parte del destinatario.
Pero es evidente que la palabra escrita, por el simple hecho de
que se puede recurrir a ella una y otra vez e invita a una mayor
abstracción del significante, otorga una mayor libertad en
cuanto a la aprehensión y posterior reflexión de los
contenidos (reflexión de la que surge después el conocimiento).
Es justamente la "sociedad
postliteraria" la que transita de un mundo ideado a partir
de la palabra escrita a un mundo concebido a partir de textos audiovisuales.
Este fenómeno lo podemos observar desde la creciente inclusión
de ilustraciones en libros de texto de todos los niveles hasta la
forma en que la historia es aprendida diariamente por medio de los
noticieros televisivos. El abaratamiento y sofisticación
de la tecnología para originar obras audiovisuales supone,
asimismo, que al menos en los países desarrollados se producirán
textos en los hogares, oficinas y escuelas que podrán ser
distribuidos casi a cualquier parte. El material de estudio es,
pues, abundante.
Podría decirse que lo que
vive esta "sociedad postliteraria" (que definimos en el
supuesto que la lectura de Sartori sea certera) es un proceso a
la inversa del que se dio con la proliferación de la imprenta.
En ese caso el grueso de la población pasó de una
configuración oral y visual del mundo a una configuración
escrita y conceptual. Las repercusiones variaron desde una difusión
mayor del conocimiento y la formación de una clase media
educada hasta el cisma que sacudió al cristianismo en Europa.
La transición que se vive hoy está definida por una
disminución en la lectura y la vuelta a la experiencia de
la tradición oral y visual.
Con el advenimiento de Internet
muchos suponían que se daría un auge del lenguaje
escrito, pero las tendencias tecnológicas y estéticas
dentro de la red hacen suponer que la imagen será la que
finalmente prevalezca. Es importante considerar también el
presupuesto de que en un futuro cercano los computadores personales
registren datos emitidos por al voz del usuario, ya que esto reduciría
aún más el fomento de la lecto-escritura.
Esto tiene repercusiones en la educación,
en el pensamiento, en la percepción de la Historia y del
tiempo, la política, la religión y prácticamente
todo ámbito de la vida humana. ¿Cómo se percibe
el tiempo en el texto postliterario? ¿Cómo se difunde
el conocimiento? ¿Cuáles son las formas de narración?
¿Es necesaria una alfabetización visual?
Bajo la perspectiva aquí
expuesta, estas son algunas de las preguntas que se abordan, enfrentan
y discuten en este número de Razón y Palabra.
Para cerrar el número, le
pedimos a Rafael Barrroso que en la parte gráfica, era necesario
desarrollar algo que lograra sintetizar y exponer la preferencia
de lo visual sobre la escritura, su prolífica imaginación
y, hay que decirlo, su excelente capacidad de abstracción,
dieron origen a lo que decidimos llamar las Sartorietas,
corolario de nuestro número 24.
Lic.
César Albarrán Torres
Licenciado en Ciencias de la Comunicación
por el ITESM-CEM.
Narrador, ha publicado cuentos en revistas como
ASIMOV y en el sitio
ficticia.com. Ha participado en diversos cursos y talleres
literarios en la Universidad del Claustro de
Sor Juana |