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Por Lorena Zaldívar
Bribiesca
Número 25
El imaginario social puede
ser el vehículo sugestivo de conocimiento y autoconocimiento
del universo cultural de individuos y grupos siempre y cuando haya
una comprensión compartida de este concepto.
Actualmente, "Imaginario social"
es un término muy utilizado para intentar explicar diversos
fenómenos relacionados con la comunicación, y con
las actividades de formación de profesionales en ese campo.
Al leer distintas publicaciones sobre el tema queda, sin embargo
la impresión de que dicho término se entiende de diversas
maneras y no hace referencia a un solo concepto. Por tal motivo,
nos surge la inquietud de presentar una pequeña muestra de
artículos que nos ayuden a reflexionar sobre la cuestión
planteada, de modo que podamos detectar si realmente "imaginario
social" es un término unívoco o si, por el contrario,
estamos ante una situación de diversidad de significados.
De encontrarnos, como parece, en esta segunda posibilidad, surge
la necesidad de una definición precisa del término
para que sea realmente un buen medio de comunicación. De
lo contrario, viviremos en la ilusión de nuestras coincidencias
o en los fantasmas de nuestros desacuerdos.
Un ejemplo de esta polisemia del
término imaginario social lo encontramos precisamente en
este número de Razón y Palabra. El lector encontrará
aquí una diversidad de aproximaciones y comprensiones sobre
el mismo, y una gama amplia de campos de análisis y reflexión,
que van desde la formación de imaginarios de la comunicación
en América Latina, la educación, la comunicación
interpersonal, el conocimiento, y el imaginario laboral del comunicador,
hasta la transición de un gobierno democrático. Creo
que en esta diversidad de textos notarán que cada autor tiene
su propio concepto de lo que es el imaginario social, reafirmando
con ello la necesidad de hacer explícito su significado cuando
lo utilicemos en nuestros trabajos, para que el término sea
realmente útil en los procesos de comunicación.
Se que cada uno de los autores y
autoras ha realizado un cuidadoso trabajo en la redacción
de su artículo. Me doy cuenta también de que les tocó
escribir en una época del año más dedicada
a los festejos y celebraciones que a la actividad académica
y que ello requirió un esfuerzo adicional. Por lo mismo,
les agradezco mucho las colaboraciones recibidas, principalmente
al Dr. Javier Esteinou Madrid quien cumplió con su compromiso
en una situación de consideración. Igualmente, agradezco
al Dr. Octavio Islas y al Lic. Alejandro Ocampo por la confianza
depositada en mí al invitarme a coordinar este número.
Mtra.
Lorena Zaldívar Bribiesca
Directora de la Licenciatura en Ciencias de
la Comunicación en la Universidad Latina
de América. |