Por Alejandro Ocampo A.
Número 26
La Cumbre de Monterrey termino y
de aquello no queda sino el engruesado cada día más,
escándalo de la visita repentina de Fidel Castro y de su
aseveración sobre lo incómodo de su presencia.
"Todo a su tiempo" dice
el caudillo cubano cuando se le piden explicaciones de su visita
de entrada por salida del importante cónclave regiomontano.
A partir de ahí, las especulaciones, inferencias, corazonadas
y una larga lista de etcéteras más de buena y mala
fe han sido comunicadas en medios nacionales y extranjeros. La opinión
pública se divide pues entre los que apoyan a Castro en sus
observaciones contra Fox-Bush y el canciller Castañeda -que
hasta guerrillero nos salió- y los que apuntan hacia la imposibilidad
ególatra de Castro por pasar desapercibido ante un reflector
tan importante. Pero más allá de eso y hasta de la
publicidad gubernamental en la que se grita a los cuatro vientos
el éxito del evento y el extraodinario papel de México
como organizador ¿Cuáles fueron los acuerdos más
importantes de la Cumbre?
Semanas de vavivén han sido
las recientes. Cierto personaje que amenaza con regresar sigue dando
pasos firmes y preparando el terreno para su entrada triunfal al
más puro estilo del que Enrique Semo llama "El seductor
de la Patria", Antonio López de Santa Anna. Carlos Salinas
vía El Universal publica ya señalamientos directos
contra el que fuera su sucesor, Ernesto Zedillo. La cuestión
se torna interesante si se tiene presente que, como se hacía
en el viejo régimen, fue precisamente Salinas quien a falta
de Colosio, señaló a Zedillo como el siguiente presidente
de México. Para estos días Salinas ha pedido disculpas
públicas por su elección ¿Quién es el
responsable entonces?. Formado a imagen y semejanza de Salinas,
esto es en prestigiadas Universidades norteamericanas para después
ocupar importantes cargos públicos, la historia de la relación
Salinas-Zedillo es tan compleja y polivalente como la que más.
El presente para ambos es muy diferente,
uno se encuentra asesorando nada más que a la ONU y empresas
multinacionales, otro busca limpiar su nombre por todos los medios
posibles. ¿Cuál será el desenlace? Nadie lo
sabe, probablemente ni ellos, sin embargo, existe una pieza clave
en esta intrincada historia: Fox, quien emanado del nuevo regímen
se encuentra ante la inmejorable oportunidad de cimentar fuertemente
la democracia no solamente en los sufragios, sino en las instituciones
que deben vigilar y sancionar a quienes traicionaron la confianza
de los mexicanos.
En resumen. Comunicación,
eficiencia y congruencia son el nombre del juego. ¿Quién
dice yo?
Pues bien, para este número
26, Carlos del Valle nos presenta desde la entrañable República
de Chile un profundo análisis de la Comunicación.
Los conflictos entre identidad y lenguaje en Chile, son analizados
detenidamente en esta edición. Ya sea mediante a Semiótica,
el análisis del discurso, el Derecho o la salud, el tema
de los mapuches trae otra vez a la mesa la discusión sobre
las comunidades indígenas y su integración a la vida
globalizada de cada país.
Así pues, sólo queda
agradecer a Carlos del Valle y a todos los colaboradores de este
número. Gracias hermanos chilenos, desde acá una saludo
y una felicitación por su trabajo.
Un Abrazo
Alejandro
Ocampo A
Director de Razón y Palabra |