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Por Jacqueline Fowks
Número 26
La semana pasada una colega
me confesó que tuvo que telefonear a un ex jefe suyo para
contarle que no sentía nada luego de unas horas cubriendo
un grave accidente de carretera, cerca de los muertos. La respuesta
fue lógica y buena: "Fíjate bien qué sientes,
no dejes que las noticias te lleven". Después de unos
minutos recordó lo que ambas experimentamos dos meses atrás,
mientras cubríamos la primera exhumación de restos
de campesinos asesinados -supuestamente- por el Ejército
en los años de la violencia terrorista. Aprendimos una lección
sencilla: lo más importante es el dolor profundo de los familiares,
los deudos que nunca pudieron hacer luto ni enterrar el cuerpo de
su ser querido. En su siguiente despacho en vivo sobre el accidente
del omnibus, mencionó esta idea luego de entrevistar a personas
sin dinero, abandonadas por la compañía de seguros
que debía encargarse de trasladar los ataúdes con
sus familiares, desde la morgue de Chincha hasta Lima.
¿Qué tiene que ver
todo eso con el ciberperiodismo? Mucho. Todo. La mayoría
de las 'breaking news'1 , las
tragedias y los dramas son difundidos o publicados en la Internet
tan pronto como ocurren, incluso simultáneamente2.
Sólo eventualmente3 los
periodistas se fijan en la audiencia cuando están preparando
su material y reportan los 'hechos' olvidando el contexto, las implicancias,
el significado de lo que ocurre en el momento. Suelen referirse
al golpe de la noticia, pero no al eco ni la trascendencia. No planteamos
'proteger' al público de las imágenes violentas dado
que éste tiene capacidad para elaborar al respecto4
, sino reconocerlas en su dimensión y entorno mayor antes
de ponerlas al aire.
El 20 de marzo pasado un coche bomba
explotó cerca de la Embajada de los EE.UU. en Lima, dos días
antes de que el presidente George Bush llegara a Lima. Hubo nueve
muertos. Esa vez, las radios noticiosas y sus ediciones de Internet
emitieron la información inmediatamente. Pero el comportamiento
de los periodistas estuvo fuera de control: ingresaron a los bancos
y tiendas dañadas por la onda expansiva de la explosión,
pisaron los pedazos de vidrio diseminados por el piso, no contemplaron
que estaban borrando evidencias que la Policía necesitaba
para investigar. Dos horas después un par de fiscales ordenaron
a los hombres y mujeres de prensa que se retiraran del lugar: antes
no habían respetado el cerco puesto por los bomberos y la
policía. La información de la primera hora sólo
sintetizaba y redundaba en los hechos evidentes, tal era la sorpresa
ante el atentado que la misma se reflejaba a la hora de construir
la información: poca disposición para ubicar el hecho,
para entender qué estaba pasando. Los periodistas continuaron
la cobertura informativa de esa madrugada buscando reacciones de
rechazo y repudio al hecho, pero demoraron la búsqueda de
explicaciones. ¿Qué significaba ese ataque, a quién
le convenía?
En este artículo quisiera
sugerir una tesis: desde el 11 de septiembre el mundo ha enfrentado
importantes y consecutivas noticias basadas en la tragedia, los
traumas y el drama humano.
Dado que el drama (individual o
nacional) aparece frecuentemente en las noticias es posible que:
a) el público esté más sensible debido a su
exposición al miedo, violencia e intolerancia; y,
b) los periodistas están endureciéndose al tener que
reportar -repetidamente- acerca de situaciones inesperadas dramáticas,
trágicas y acerca de eventos traumáticos.
Por esos motivos es necesario que
los ciberperiodistas insistan no sólo en publicar las noticias
tan rápido como las consiguen, sino tan completas y balanceadas
como les sea posible. El equilibrio y la 'totalidad' son sinónimos
para perspectiva, enfoque, contexto, implicancias, significado,
antecedentes.
Para retratar este problema, además
de los hechos lamentables del 11 de Septiembre, recordemos algunas
otras noticias que han tenido especial atención de los medios.
En Suiza, el accidente e incendio del Túnel Gotthard, la
parálisis de un joven campeón nacional de ski, el
asesinato con arma de fuego de 14 congresistas en el Parlamento
de Zug a manos de un desequilibrado5.
En Asia, las muertes de civiles afganos debido a la guerra entre
fuerzas occidentales y las fuerzas del Talibán, la pobreza,
desarraigo y enfermedad de los refugiados en Pakistán. En
Sudamérica: Perú fue golpeado a mitad del año
pasado por hechos menos 'políticos', los terremotos en Arequipa,
Moquegua y Tacna, el incendio del centro comercial Mesa Redonda
donde murieron más de 300 personas en la víspera del
Año Nuevo, las muertes provocadas por huaicos en la sierra
de Lima, los frecuentes accidentes fatales de carretera protagonizados
por buses de transporte interprovincial, la matanza de colonos a
manos de nativos Aguarunas debido a que sus tierras habían
sido invadidas ilegalmente y no se cumplía una orden judicial
de desalojo.
Otros casos de noticias cargadas
de emociones fuertes aparecieron especialmente en Argentina después
de Navidad y durante todo enero: la violencia criminal de la Policía
contra civiles que marchaban pacíficamente por las calles
de Buenos Aires contra la crisis económica y la corrupción
política, luego la desesperación y rabia de la clase
media que perdió su trabajo o sus ahorros6
y el hambre de ciudadanos empobrecidos que empezaron a saquear en
diferentes ciudades. En La Paz, Bolivia hubo también muertes
trágicas a causa de una tormenta que causó avalanchas
o deslizamientos en febrero último. Y para concluir, Colombia:
el secuestro de una candidata presidencial y la muerte del Arzobispo
de Cali son los hechos más recientes pues todos los meses
son trágicos en la prensa de dicho país. Si seguimos
con otros países, la lista fácilmente no concluye:
debido al conflicto del Medio Oriente, las personas 'continúan'
muriendo cada día en territorios palestinos o israelíes
y la rabia es la moneda corriente en cada lado. España sigue
siendo atemorizada por el movimiento terrorista vasco ETA, que ataca
ya sea a civiles o a servidores públicos.
¿Quiénes se hacen
cargo del tema?
"Creo apasionadamente que con más sentido de alerta,
entrenamiento y apoyo hacia el impacto emocional que la violencia
-y el solo hecho de ser un reportero- puede tener en nuestras vidas,
podemos ser mejores periodistas y más sanos". Tales
fueron las palabras de Mark Brayne, editor regional para Europa
de la BBC, durante la primera conferencia 'Emociones, Trauma y Buen
Periodismo' realizada en Londres entre 60 profesionales estadounidenses
y británicos (periodistas, terapeutas y profesores universitarios)
en enero pasado7 .
La conferencia fue organizada por
el Servicio Mundial de la BBC, el Centro Dart para Periodismo y
Trauma de la Universidad Estatal de Washington y tuvo lugar en el
West London Centre for Counselling and Psychotherapy Education.
Gill Tudor, entrenador senior en
periodismo de la agencia de noticias Reuters refirió cómo
los periodistas en Gran Bretaña -y no sólo los hombres-
están aún atados a una cultura machista que supone
inmunidad ante el impacto emocional. Varios ponentes notaron que
es el mismo tipo de cultura con el cual el Ejército, los
cuerpos de bomberos y policía británicos están
intentando romper.
"Los gerentes y editores deben
convencerse que, así como es una buena práctica, es
parte de sus mejores intereses comerciales darle apoyo a sus propios
periodistas", comentó Paul Eedle, un ex corresponsal
de Reuters y veterano reportero de la Guerra civil de Líbano
y la primera guerra del Golfo al inicio de los años 80.
La expositora Gabrielle Rifkind,
una destacada psicoterapeuta del Instituto Análisis de Grupo
(Londres), mencionó que la idea debe establecerse entre los
periodistas, sus gerentes y editores: hablar sobre temas emocionales
no va contra la cultura ni es un signo de debilidad, sino simplemente
una 'buena práctica'. No es el nivel de trauma el problema
-añadió Rifkind-. "La cuestión es cómo
se procesa el trauma, y por qué el propio sentido de alerta
se convierte en importante. Expresó sus reservas con respecto
a las llamadas 'soluciones rápidas', y urgió a que
se establezca una cultura de alfabetización emocional entre
los periodistas. Una de las conclusiones de la conferencia en Londres
fue el compromiso del Dart Center de colaborar con el inicio de
un programa similar al suyo en Europa.
Por otro lado, aunque no relacionado
con hechos violentos o trágicos solamente, el Instituto Poynter
de Florida ha tocado el tema de modo indirecto. La 'caja de herramientas'
de uno de sus seminarios8 sugiere
algunos pasos para que un periodista maneje sus propias emociones:
primer debe reconocerlas, luego tendrá que adoptar o 'tomar
prestada' una postura emocional en ciertas situaciones adversas
y, por último, sólo usarlas en las historias de modo
que las acerquen a los lectores, a la audiencia en general. Si las
emociones se usan con conocimiento y razonablemente, no se debe
diluir el potencial racional de la noticia.
En realidad, la discusión
sobre el tema de la cobertura informativa presionada por el tiempo
y sin la obligación de explicación e interpretación
es previa a la existencia del Periodismo Digital. Sin embargo, dado
que son características inherentes al relato digital la facilidad
de actualización y la posibilidad de desarrollar la información
por capas, el debate es especialmente adecuado para este medio de
comunicación: la Internet.
"En vez de la cobertura mesurada
y precisa, el apuro en cubrir todas las cosas vagamente importantes
para un incidente, en vivo y ¡al momento! puede traer crudeza,
análisis precipitados e inexactitudes explosivas", adelantó
Jim Upshaw, un profesor de periodismo de la Universidad de Oregon
cuando se refirió a la manera de informar sobre un accidente
de avión en el 2000. "Quizá lo más importante
es que [esa manera de informar] puede distorsionar nuestra comprensión
de lo que exactamente pasó, lo que significa y por qué
nos interesa. Puede cambiar nuestra visión sobre cómo
funciona el mundo"9.
Algunos ejemplos post 11-9
La cobertura informativa desarrollada por los principales sitios
periodísticos digitales luego del atentado contra las Torres
Gemelas podría ser otro parteaguas con respecto al relato
periodístico en Internet10
, es decir, con las características que hemos reseñado
líneas arriba: de proveer información de contexto,
de análisis y también opinión. Por ejemplo,
los diarios El País y The New York Times contaron casi a
diario -luego del 11 de Septiembre- con los análisis y comentarios
no sólo de expertos en temas de seguridad, relaciones internacionales
y terrorismo, sino también con la posición de personajes,
líderes políticos e intelectuales que no siempre escriben
para los medios masivos, sino que suelen ser entrevistados11.
Por otro lado, en Politics on Line, a pocos días del ataque,
un análisis exhaustivo de Steven Clift señalaba las
maneras en que los sitios web periodísticos (y otras páginas
web en general) se valieron de la interactividad del soporte para
colaborar con los familiares de los desaparecidos, especialmente
informándoles sobre los lugares donde podían obtener
ayuda o novedades acerca de los damnificados. Entre las iniciativas
más interesantes en la red se encontraba el sitio web de
la American Psychological Association <http://www.apa.org>
que reaccionó rápidamente a los hechos y produjo material
disponible en línea para que los profesionales pudieran aprovechar
sus recursos y capacidades para ayudar a la comunidad. Gran cantidad
de literatura 'práctica' y académica sobre cómo
lidiar con situaciones de trauma y desastre a los pocos días
estuvo a la mano oportunamente.
Otro sitio web estadounidense que
colaboró con la cobertura informativa fue <http://www.profnet.com>
que usualmente es un servicio parecido al de un relacionista público
de expertos. Sin embargo, en las semanas posteriores al 11 de Septiembre
se convirtió en una fuente desinteresada de información
que orientaba a los profesionales del periodismo dándoles
los correos electrónicos y teléfonos de decenas de
expertos, académicos y trabajadores vinculados con casi cualquier
item vinculado al ataque: desde paramédicos y equipos psicológicos
que hubieran ayudado a las víctimas de la explosión
de Oklahoma hasta embajadores, militares retirados e investigadores
del mundo árabe.
Por último, vale la pena
mencionar a Blue Ear Forum, un espacio en la red creado a mediados
de 1999, "pionero como lista de discusión moderada atentamente"
y que convirtió en formato legítimo esa forma periódica
de expresión. Uno de sus miembros -Dorothy Mills- señaló
que en la semana mencionada los mensajes "sirvieron como un
curso de asuntos contemporáneos debido a la amplitud de información
-imposible de obtener en alguna universidad- debido a la sorprendentemente
amplia membresía entre personas inteligentes de todo el mundo"12
. Blue Ear cuenta con el respaldo del diario The Christian Science
Monitor y se encargó de editar el libro '09/11 8:48 a.m.:
Documenting America's Greatest Tragedy'.
En Latinoamérica
Los mayores esfuerzos latinoamericanos sobre el tema de cómo
afrontar el reportaje y la cobertura de situaciones violentas se
encuentran en Medios para la Paz, una ONG colombiana13
que realiza talleres de capacitación, debates, asesoría
periodística y apoyo en caso de amenaza o riesgos del periodista
y de sus familiares. La institución ha elaborado un diccionario
en el que trata de explicar a los profesionales qué pueden
estar generando sus textos cuando las palabras son utilizadas indistintamente,
sin reparar en el significado exacto, quizá favoreciendo
a alguna de las partes enfrentadas.
"¿Va a cubrir un tema
relacionado con el conflicto armado colombiano o con los esfuerzos
hacia la paz, y quisiera compartir inquietudes sobre cómo
afrontarlo? ¿Quiere tener elementos que le permitan presentar
de una manera diferente los hechos de la paz y de la guerra? ¿Desea
ampliar sus fuentes informativas?", con estas preguntas un
grupo de periodistas intenta encarar el tema de la guerra interna
desde una visión más humana del problema.
Otro espacios de discusión
sobre cómo cubrir informaciones es PFC (Periodistas frente
a la corrupción) , una iniciativa surgida para Centroamérica
con sede en San Salvador y que además desarrolló algo
más de un año de trabajo (2001) en la región
andina (con sede en Lima). Si bien el tema está definido
por su nombre, la lista de correo electrónico se ha convertido
ciertamente en un lugar confiable para debatir cómo mejorar
la cobertura periodística de múltiples temas, estén
o no directamente vinculados con la corrupción14.
Colofón
El día de los ataques
del 11 de Septiembre, CNN reportó nueve millones de impresiones
por hora, comparados con el promedio diario de once millones15.
Si bien la mayoría16
de medios digitales en Latinoamérica aún distan en
recursos y calidad de sus pares europeos y estadounidenses, el tipo
de público que tienen es igualmente exigente: usualmente
adultos jóvenes, de clase media o media alta, empleados,
con posiciones de liderazgo en su entorno, con posibilidad de comparar
con otros medios 'de referencia' en línea. Que el acceso
a la red aún no sea masivo ni barato, ha detenido los esfuerzos
de medios periodísticos digitales y esa tendencia debería
consolidarse, especialmente en lo referente a la calidad de los
contenidos.
El debate estadounidense sobre el
etnocentrismo 'americano' y el hábito de cobertura periodística
'ahistórica' sobre la guerra contra Afganistán, la
sensación de vulnerabilidad nacional y el incremento de la
intolerancia étnica, debe llevarnos también a revisar
los modos en que reportamos las noticias sobre antiguos conflictos
o desastres que nos toman por sorpresa en Latinoamérica,
y más aún en los medios digitales. La prioridad sigue
siendo la búsqueda de una posición equilibrada, informada
y sana cada vez que se desarrollan y presentan los contenidos.
Notas:
1
Con este nombre se conoce a las noticias de gran envergadura que
irrumpen súbitamente en las salas de prensa y que no han
sido previstas en los cuadros de comisiones o asignaciones.
2 Algunos casos prototípicos
son la puesta en línea del Informe Starr, el rescate de los
rehenes de la casa del embajador de Japón en Perú,
la masacre en Columbine, el atentado contra las Torres Gemelas de
NY.
3 O constantemente en los sitios
digitales de sólida tradición periodística
como la BBC, El País, The Christian Science Monitor, The
Guardian, NYT, WSJ, entre otros.
4Especialmente si tiene una actitud
'crítica' con respecto a los medios o si es una persona 'mediáticamente'
alfabetizada.
5 Según la periodista peruana
residente en Suiza, Rosa Amelia Fierro, el 2001 fue un año
negro en ese país; tanto así que el presidente Kaspar
Villiger expresó: "¡Por Dios! ¿Cuándo
va a acabar esto?".
6 Los cacerolazos o las manifestaciones
pacíficas golpeando ollas en los barrios de clase media no
fueron transmitidas por todos los canales de TV ni destacadas en
la prensa escrita. Un mensaje de la lista argentina de interés
'Mediosmedios' relataba con detalle esta 'desinformación'
en enero 2001.
7 "Journalists agree it's
time to own up to emotions" en <http://www.cpc-online.co.uk/download>,
tomado de la red el 26 de marzo de 2002.
8 <http://www.poynter.org/centerpiece/RemJ/Toolbox.htm>
9 Upshaw trabajó 30 años
en periodismo impreso y televisivo. Su artículo "Crash
coverage can put our emotions off course" fue publicado en
The Oregonian en febrero del 2000.
10 Algunos autores refieren
que la muerte de la Princesa Diana fue otro de los momentos clave
en la producción periodística difundida en la red.
11 Algunos de estos casos fueron
el profesor de Columbia Edward Said, el filósofo Noam Chomsky,
el magistrado español Baltazar Garzón, el sociólogo
Manuel Castells y el escritor Carlos Fuentes (en La Nación
de Argentina, 23/9), entre muchos otros, expresaron sus opiniones
y análisis oportunamente.
12 Las cursivas son de la autora.
Pese a que puede sonar poco modesto por parte de los mismos integrantes
del foro, es cierto que concentraron gran cantidad de información
y criterio que colaboró a diario con periodistas latinoamericanos
de secciones internacionales. Recibí un testimonio al respecto
de Marcela Vélez del diario El Universo de Guayaquil, Ecuador.
13 <http://www.mediosparalapaz.org>
14 Otro espacio similar, aunque
significativajmente menor debido al número menor de inscritos
(40 personas) es Autofocus, una lista peruana de debate y propuesta
sobre periodismo que se inauguró en la red en agosto de 2oo1,
aunque existía como espacio quincenal de debate desde marzo
del 2000.
15 Cifras difundidas por Steven
Clift en <http://www.politicsonline.com>,
Septiembre 2001.
16 Hay excepciones evidentemente.
Mtra.
Jacqueline Fowks de la Flor
Periodista peruana, colaboradora de la Sección
Internacional de Reforma
(México). Es profesora del Taller de Periodismo Digital en
la Facultad de
Ciencias y Artes de la Comunicación de la Universidad
Católica (Lima).
Coordina Autofocus, grupo de observación
y debate sobre periodismo en el Perú. |