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Abril - Mayo 2002

 

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Ciberperiodismo: entre el tiempo y las emociones
 

Por Jacqueline Fowks
Número 26

La semana pasada una colega me confesó que tuvo que telefonear a un ex jefe suyo para contarle que no sentía nada luego de unas horas cubriendo un grave accidente de carretera, cerca de los muertos. La respuesta fue lógica y buena: "Fíjate bien qué sientes, no dejes que las noticias te lleven". Después de unos minutos recordó lo que ambas experimentamos dos meses atrás, mientras cubríamos la primera exhumación de restos de campesinos asesinados -supuestamente- por el Ejército en los años de la violencia terrorista. Aprendimos una lección sencilla: lo más importante es el dolor profundo de los familiares, los deudos que nunca pudieron hacer luto ni enterrar el cuerpo de su ser querido. En su siguiente despacho en vivo sobre el accidente del omnibus, mencionó esta idea luego de entrevistar a personas sin dinero, abandonadas por la compañía de seguros que debía encargarse de trasladar los ataúdes con sus familiares, desde la morgue de Chincha hasta Lima.

¿Qué tiene que ver todo eso con el ciberperiodismo? Mucho. Todo. La mayoría de las 'breaking news'1 , las tragedias y los dramas son difundidos o publicados en la Internet tan pronto como ocurren, incluso simultáneamente2. Sólo eventualmente3 los periodistas se fijan en la audiencia cuando están preparando su material y reportan los 'hechos' olvidando el contexto, las implicancias, el significado de lo que ocurre en el momento. Suelen referirse al golpe de la noticia, pero no al eco ni la trascendencia. No planteamos 'proteger' al público de las imágenes violentas dado que éste tiene capacidad para elaborar al respecto4 , sino reconocerlas en su dimensión y entorno mayor antes de ponerlas al aire.

El 20 de marzo pasado un coche bomba explotó cerca de la Embajada de los EE.UU. en Lima, dos días antes de que el presidente George Bush llegara a Lima. Hubo nueve muertos. Esa vez, las radios noticiosas y sus ediciones de Internet emitieron la información inmediatamente. Pero el comportamiento de los periodistas estuvo fuera de control: ingresaron a los bancos y tiendas dañadas por la onda expansiva de la explosión, pisaron los pedazos de vidrio diseminados por el piso, no contemplaron que estaban borrando evidencias que la Policía necesitaba para investigar. Dos horas después un par de fiscales ordenaron a los hombres y mujeres de prensa que se retiraran del lugar: antes no habían respetado el cerco puesto por los bomberos y la policía. La información de la primera hora sólo sintetizaba y redundaba en los hechos evidentes, tal era la sorpresa ante el atentado que la misma se reflejaba a la hora de construir la información: poca disposición para ubicar el hecho, para entender qué estaba pasando. Los periodistas continuaron la cobertura informativa de esa madrugada buscando reacciones de rechazo y repudio al hecho, pero demoraron la búsqueda de explicaciones. ¿Qué significaba ese ataque, a quién le convenía?

En este artículo quisiera sugerir una tesis: desde el 11 de septiembre el mundo ha enfrentado importantes y consecutivas noticias basadas en la tragedia, los traumas y el drama humano.

Dado que el drama (individual o nacional) aparece frecuentemente en las noticias es posible que:
a) el público esté más sensible debido a su exposición al miedo, violencia e intolerancia; y,
b) los periodistas están endureciéndose al tener que reportar -repetidamente- acerca de situaciones inesperadas dramáticas, trágicas y acerca de eventos traumáticos.

Por esos motivos es necesario que los ciberperiodistas insistan no sólo en publicar las noticias tan rápido como las consiguen, sino tan completas y balanceadas como les sea posible. El equilibrio y la 'totalidad' son sinónimos para perspectiva, enfoque, contexto, implicancias, significado, antecedentes.

Para retratar este problema, además de los hechos lamentables del 11 de Septiembre, recordemos algunas otras noticias que han tenido especial atención de los medios. En Suiza, el accidente e incendio del Túnel Gotthard, la parálisis de un joven campeón nacional de ski, el asesinato con arma de fuego de 14 congresistas en el Parlamento de Zug a manos de un desequilibrado5. En Asia, las muertes de civiles afganos debido a la guerra entre fuerzas occidentales y las fuerzas del Talibán, la pobreza, desarraigo y enfermedad de los refugiados en Pakistán. En Sudamérica: Perú fue golpeado a mitad del año pasado por hechos menos 'políticos', los terremotos en Arequipa, Moquegua y Tacna, el incendio del centro comercial Mesa Redonda donde murieron más de 300 personas en la víspera del Año Nuevo, las muertes provocadas por huaicos en la sierra de Lima, los frecuentes accidentes fatales de carretera protagonizados por buses de transporte interprovincial, la matanza de colonos a manos de nativos Aguarunas debido a que sus tierras habían sido invadidas ilegalmente y no se cumplía una orden judicial de desalojo.

Otros casos de noticias cargadas de emociones fuertes aparecieron especialmente en Argentina después de Navidad y durante todo enero: la violencia criminal de la Policía contra civiles que marchaban pacíficamente por las calles de Buenos Aires contra la crisis económica y la corrupción política, luego la desesperación y rabia de la clase media que perdió su trabajo o sus ahorros6 y el hambre de ciudadanos empobrecidos que empezaron a saquear en diferentes ciudades. En La Paz, Bolivia hubo también muertes trágicas a causa de una tormenta que causó avalanchas o deslizamientos en febrero último. Y para concluir, Colombia: el secuestro de una candidata presidencial y la muerte del Arzobispo de Cali son los hechos más recientes pues todos los meses son trágicos en la prensa de dicho país. Si seguimos con otros países, la lista fácilmente no concluye: debido al conflicto del Medio Oriente, las personas 'continúan' muriendo cada día en territorios palestinos o israelíes y la rabia es la moneda corriente en cada lado. España sigue siendo atemorizada por el movimiento terrorista vasco ETA, que ataca ya sea a civiles o a servidores públicos.

¿Quiénes se hacen cargo del tema?
"Creo apasionadamente que con más sentido de alerta, entrenamiento y apoyo hacia el impacto emocional que la violencia -y el solo hecho de ser un reportero- puede tener en nuestras vidas, podemos ser mejores periodistas y más sanos". Tales fueron las palabras de Mark Brayne, editor regional para Europa de la BBC, durante la primera conferencia 'Emociones, Trauma y Buen Periodismo' realizada en Londres entre 60 profesionales estadounidenses y británicos (periodistas, terapeutas y profesores universitarios) en enero pasado7 .

La conferencia fue organizada por el Servicio Mundial de la BBC, el Centro Dart para Periodismo y Trauma de la Universidad Estatal de Washington y tuvo lugar en el West London Centre for Counselling and Psychotherapy Education.

Gill Tudor, entrenador senior en periodismo de la agencia de noticias Reuters refirió cómo los periodistas en Gran Bretaña -y no sólo los hombres- están aún atados a una cultura machista que supone inmunidad ante el impacto emocional. Varios ponentes notaron que es el mismo tipo de cultura con el cual el Ejército, los cuerpos de bomberos y policía británicos están intentando romper.

"Los gerentes y editores deben convencerse que, así como es una buena práctica, es parte de sus mejores intereses comerciales darle apoyo a sus propios periodistas", comentó Paul Eedle, un ex corresponsal de Reuters y veterano reportero de la Guerra civil de Líbano y la primera guerra del Golfo al inicio de los años 80.

La expositora Gabrielle Rifkind, una destacada psicoterapeuta del Instituto Análisis de Grupo (Londres), mencionó que la idea debe establecerse entre los periodistas, sus gerentes y editores: hablar sobre temas emocionales no va contra la cultura ni es un signo de debilidad, sino simplemente una 'buena práctica'. No es el nivel de trauma el problema -añadió Rifkind-. "La cuestión es cómo se procesa el trauma, y por qué el propio sentido de alerta se convierte en importante. Expresó sus reservas con respecto a las llamadas 'soluciones rápidas', y urgió a que se establezca una cultura de alfabetización emocional entre los periodistas. Una de las conclusiones de la conferencia en Londres fue el compromiso del Dart Center de colaborar con el inicio de un programa similar al suyo en Europa.

Por otro lado, aunque no relacionado con hechos violentos o trágicos solamente, el Instituto Poynter de Florida ha tocado el tema de modo indirecto. La 'caja de herramientas' de uno de sus seminarios8 sugiere algunos pasos para que un periodista maneje sus propias emociones: primer debe reconocerlas, luego tendrá que adoptar o 'tomar prestada' una postura emocional en ciertas situaciones adversas y, por último, sólo usarlas en las historias de modo que las acerquen a los lectores, a la audiencia en general. Si las emociones se usan con conocimiento y razonablemente, no se debe diluir el potencial racional de la noticia.

En realidad, la discusión sobre el tema de la cobertura informativa presionada por el tiempo y sin la obligación de explicación e interpretación es previa a la existencia del Periodismo Digital. Sin embargo, dado que son características inherentes al relato digital la facilidad de actualización y la posibilidad de desarrollar la información por capas, el debate es especialmente adecuado para este medio de comunicación: la Internet.

"En vez de la cobertura mesurada y precisa, el apuro en cubrir todas las cosas vagamente importantes para un incidente, en vivo y ¡al momento! puede traer crudeza, análisis precipitados e inexactitudes explosivas", adelantó Jim Upshaw, un profesor de periodismo de la Universidad de Oregon cuando se refirió a la manera de informar sobre un accidente de avión en el 2000. "Quizá lo más importante es que [esa manera de informar] puede distorsionar nuestra comprensión de lo que exactamente pasó, lo que significa y por qué nos interesa. Puede cambiar nuestra visión sobre cómo funciona el mundo"9.

Algunos ejemplos post 11-9
La cobertura informativa desarrollada por los principales sitios periodísticos digitales luego del atentado contra las Torres Gemelas podría ser otro parteaguas con respecto al relato periodístico en Internet10 , es decir, con las características que hemos reseñado líneas arriba: de proveer información de contexto, de análisis y también opinión. Por ejemplo, los diarios El País y The New York Times contaron casi a diario -luego del 11 de Septiembre- con los análisis y comentarios no sólo de expertos en temas de seguridad, relaciones internacionales y terrorismo, sino también con la posición de personajes, líderes políticos e intelectuales que no siempre escriben para los medios masivos, sino que suelen ser entrevistados11. Por otro lado, en Politics on Line, a pocos días del ataque, un análisis exhaustivo de Steven Clift señalaba las maneras en que los sitios web periodísticos (y otras páginas web en general) se valieron de la interactividad del soporte para colaborar con los familiares de los desaparecidos, especialmente informándoles sobre los lugares donde podían obtener ayuda o novedades acerca de los damnificados. Entre las iniciativas más interesantes en la red se encontraba el sitio web de la American Psychological Association <http://www.apa.org> que reaccionó rápidamente a los hechos y produjo material disponible en línea para que los profesionales pudieran aprovechar sus recursos y capacidades para ayudar a la comunidad. Gran cantidad de literatura 'práctica' y académica sobre cómo lidiar con situaciones de trauma y desastre a los pocos días estuvo a la mano oportunamente.

Otro sitio web estadounidense que colaboró con la cobertura informativa fue <http://www.profnet.com> que usualmente es un servicio parecido al de un relacionista público de expertos. Sin embargo, en las semanas posteriores al 11 de Septiembre se convirtió en una fuente desinteresada de información que orientaba a los profesionales del periodismo dándoles los correos electrónicos y teléfonos de decenas de expertos, académicos y trabajadores vinculados con casi cualquier item vinculado al ataque: desde paramédicos y equipos psicológicos que hubieran ayudado a las víctimas de la explosión de Oklahoma hasta embajadores, militares retirados e investigadores del mundo árabe.

Por último, vale la pena mencionar a Blue Ear Forum, un espacio en la red creado a mediados de 1999, "pionero como lista de discusión moderada atentamente" y que convirtió en formato legítimo esa forma periódica de expresión. Uno de sus miembros -Dorothy Mills- señaló que en la semana mencionada los mensajes "sirvieron como un curso de asuntos contemporáneos debido a la amplitud de información -imposible de obtener en alguna universidad- debido a la sorprendentemente amplia membresía entre personas inteligentes de todo el mundo"12 . Blue Ear cuenta con el respaldo del diario The Christian Science Monitor y se encargó de editar el libro '09/11 8:48 a.m.: Documenting America's Greatest Tragedy'.

En Latinoamérica
Los mayores esfuerzos latinoamericanos sobre el tema de cómo afrontar el reportaje y la cobertura de situaciones violentas se encuentran en Medios para la Paz, una ONG colombiana13 que realiza talleres de capacitación, debates, asesoría periodística y apoyo en caso de amenaza o riesgos del periodista y de sus familiares. La institución ha elaborado un diccionario en el que trata de explicar a los profesionales qué pueden estar generando sus textos cuando las palabras son utilizadas indistintamente, sin reparar en el significado exacto, quizá favoreciendo a alguna de las partes enfrentadas.

"¿Va a cubrir un tema relacionado con el conflicto armado colombiano o con los esfuerzos hacia la paz, y quisiera compartir inquietudes sobre cómo afrontarlo? ¿Quiere tener elementos que le permitan presentar de una manera diferente los hechos de la paz y de la guerra? ¿Desea ampliar sus fuentes informativas?", con estas preguntas un grupo de periodistas intenta encarar el tema de la guerra interna desde una visión más humana del problema.

Otro espacios de discusión sobre cómo cubrir informaciones es PFC (Periodistas frente a la corrupción) , una iniciativa surgida para Centroamérica con sede en San Salvador y que además desarrolló algo más de un año de trabajo (2001) en la región andina (con sede en Lima). Si bien el tema está definido por su nombre, la lista de correo electrónico se ha convertido ciertamente en un lugar confiable para debatir cómo mejorar la cobertura periodística de múltiples temas, estén o no directamente vinculados con la corrupción14.

Colofón
El día de los ataques del 11 de Septiembre, CNN reportó nueve millones de impresiones por hora, comparados con el promedio diario de once millones15. Si bien la mayoría16 de medios digitales en Latinoamérica aún distan en recursos y calidad de sus pares europeos y estadounidenses, el tipo de público que tienen es igualmente exigente: usualmente adultos jóvenes, de clase media o media alta, empleados, con posiciones de liderazgo en su entorno, con posibilidad de comparar con otros medios 'de referencia' en línea. Que el acceso a la red aún no sea masivo ni barato, ha detenido los esfuerzos de medios periodísticos digitales y esa tendencia debería consolidarse, especialmente en lo referente a la calidad de los contenidos.

El debate estadounidense sobre el etnocentrismo 'americano' y el hábito de cobertura periodística 'ahistórica' sobre la guerra contra Afganistán, la sensación de vulnerabilidad nacional y el incremento de la intolerancia étnica, debe llevarnos también a revisar los modos en que reportamos las noticias sobre antiguos conflictos o desastres que nos toman por sorpresa en Latinoamérica, y más aún en los medios digitales. La prioridad sigue siendo la búsqueda de una posición equilibrada, informada y sana cada vez que se desarrollan y presentan los contenidos.


Notas:

1 Con este nombre se conoce a las noticias de gran envergadura que irrumpen súbitamente en las salas de prensa y que no han sido previstas en los cuadros de comisiones o asignaciones.
2 Algunos casos prototípicos son la puesta en línea del Informe Starr, el rescate de los rehenes de la casa del embajador de Japón en Perú, la masacre en Columbine, el atentado contra las Torres Gemelas de NY.
3 O constantemente en los sitios digitales de sólida tradición periodística como la BBC, El País, The Christian Science Monitor, The Guardian, NYT, WSJ, entre otros.
4Especialmente si tiene una actitud 'crítica' con respecto a los medios o si es una persona 'mediáticamente' alfabetizada.
5 Según la periodista peruana residente en Suiza, Rosa Amelia Fierro, el 2001 fue un año negro en ese país; tanto así que el presidente Kaspar Villiger expresó: "¡Por Dios! ¿Cuándo va a acabar esto?".
6 Los cacerolazos o las manifestaciones pacíficas golpeando ollas en los barrios de clase media no fueron transmitidas por todos los canales de TV ni destacadas en la prensa escrita. Un mensaje de la lista argentina de interés 'Mediosmedios' relataba con detalle esta 'desinformación' en enero 2001.
7 "Journalists agree it's time to own up to emotions" en <http://www.cpc-online.co.uk/download>, tomado de la red el 26 de marzo de 2002.
8 <http://www.poynter.org/centerpiece/RemJ/Toolbox.htm>
9 Upshaw trabajó 30 años en periodismo impreso y televisivo. Su artículo "Crash coverage can put our emotions off course" fue publicado en The Oregonian en febrero del 2000.
10 Algunos autores refieren que la muerte de la Princesa Diana fue otro de los momentos clave en la producción periodística difundida en la red.
11 Algunos de estos casos fueron el profesor de Columbia Edward Said, el filósofo Noam Chomsky, el magistrado español Baltazar Garzón, el sociólogo Manuel Castells y el escritor Carlos Fuentes (en La Nación de Argentina, 23/9), entre muchos otros, expresaron sus opiniones y análisis oportunamente.
12 Las cursivas son de la autora. Pese a que puede sonar poco modesto por parte de los mismos integrantes del foro, es cierto que concentraron gran cantidad de información y criterio que colaboró a diario con periodistas latinoamericanos de secciones internacionales. Recibí un testimonio al respecto de Marcela Vélez del diario El Universo de Guayaquil, Ecuador.
13 <http://www.mediosparalapaz.org>
14 Otro espacio similar, aunque significativajmente menor debido al número menor de inscritos (40 personas) es Autofocus, una lista peruana de debate y propuesta sobre periodismo que se inauguró en la red en agosto de 2oo1, aunque existía como espacio quincenal de debate desde marzo del 2000.
15 Cifras difundidas por Steven Clift en <http://www.politicsonline.com>, Septiembre 2001.
16 Hay excepciones evidentemente.


Mtra. Jacqueline Fowks de la Flor
Periodista peruana, colaboradora de la Sección Internacional de Reforma
(México). Es profesora del Taller de Periodismo Digital en la Facultad de
Ciencias y Artes de la Comunicación de la Universidad Católica (Lima).
Coordina Autofocus, grupo de observación y debate sobre periodismo en el Perú.