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Por Antonio Gómez
Aguilar
Número 27
"Somos los últimos
ciudadanos de una ciudad imposible. El ágora ya no reúne
a nadie, pues ha sido destopificada, sustituida por su simulacro,
el espacio simbólico de la comunicación televisiva
e informática."
(VÁZQUEZ MEDEL, "El poder del mito/El mito del poder")
1. Un paseo por la noosfera
El artículo que
tienen frente a ustedes forma parte de un trabajo de investigación
sobre el fenómeno de la comunicación en red y los
cambios cualitativos que ello supone para los seres humanos. Para
que el lector no se pierda por los senderos que trazaremos en esta
reflexión intentaremos desde el principio ofrecer una visión
panorámica del camino que recorreremos. Partiremos de un
planteamiento general sobre la emergente sociedad red. A continuación
retrocederemos hasta los orígenes del pensamiento humano
y de la organización de la mente. Ya señalaremos,
desde este mismo instante, las diferencias básicas entre
conceptos que hoy por hoy parecen sinónimos y que no lo son,
como es el caso de información y conocimiento.
Para ello nos centraremos en el significado mismo de estos conceptos
y en el uso que hoy día se hace de ellos. Seguiremos con
el cambio en los conceptos de espacio y tiempo en la red y como
este cambio afecta al concepto de poder. Y finalmente apuntaremos
algunos de los temores y realidades que hoy nos afectan a todos
y frente a los que no podemos escapar si queremos seguir viviendo
en sociedad, para abrir líneas de debate, más que
para dar respuestas terminantes a estos problemas.
2. De la inteligencia individual
a la conectividad
"La centralidad de Internet en muchas áreas de la actividad
social, economía y política se convierte en marginalidad
para aquellos que no tienen o que tienen un acceso limitado a la
red, así como para los que no son capaces de sacarle partido."
(CASTELLS, 2001:275)
En la realidad social actual Internet
es un hecho. La red ha llegado a la mayor parte de las áreas
de la actividad social. Quien quiera seguir viviendo en sociedad
en nuestro tiempo tendrá que tratar con la sociedad red.
De una u otra manera todos nos vemos afectados por la red.
El mundo está tomando una
nueva forma en los últimos años. Para Manuel Castells
(1997:370) esto se debe a la coincidencia histórica, hacia
finales de los años sesenta y mediados de los setenta, de
tres procesos independientes: la revolución de la tecnología
de la información; la crisis económica tanto del capitalismo
como del estatismo y sus restructuraciones subsiguientes; el florecimiento
de movimientos sociales y culturales, como el antiautarquismo, la
defensa de los derechos humanos, el feminismo y el ecologismo. Castells
afirma que "la interacción de estos procesos y las reacciones
que desencadenaron crearon una nueva estructura social dominante,
la sociedad red; una nueva economía, la economía informacional/global;
y una nueva cultura, la cultura de la virtualidad real."
Parece inevitable que nuestro futuro
pase por la informatización y por la comunicación
global en red. Esta lógica de redes transforma todos los
ámbitos de la vida social y económica, e implica cambios
que van a afectar al ser humano en todos los niveles y dimensiones
de su existencia. La comunicación en red y las tecnologías
de la instantaneidad afectan a nuestra experiencia del tiempo y
del espacio, produciendo en los seres humanos sensaciones de deslocalización
y destemporalización que nos obligan a replantearnos nuestras
nociones de tiempo y espacio. Hasta la propia imagen del yo y de
nosotros mismos se ve afectada por la comunicación global,
encontrándonos ante problemas para afirmar nuestra identidad
en la red. Aunque algunos de nosotros no quisiéramos relacionarnos
con las redes, las redes sí se relacionarán con nosotros.
Vivir en sociedad pasa por vivir conectados. Pero aunque todos nos
veamos afectados por ella, no todos participamos activamente en
la red. Los usuarios de Internet son muchos si se miran desde las
expectativas de mercado y de negocio, pero son muy pocos si se miran
desde el punto de vista del acceso masivo de la población
mundial a estas tecnologías. Las barreras estructurales tales
como la pobreza, el desarrollo económico desigual, el idioma,
la tecnofobia aumentan aun más esta situación.
El acceso a la red está reservado
a unos pocos e incluso, como matiza Castells, muchos de estos tienen
el acceso limitado o no son capaces de sacarle partido. Esta disparidad
entre quienes están conectados y los que no crea una brecha
social que Castells llama la "divisoria digital". Esta
divisoria no se ciñe solamente al acceso o no a Internet,
ya que en sí mismo no es una solución. Las tendencias
de desarrollo tecnológico parecen apuntar hacia la desaparición
de esta diferencia y de las diferentes formas de acceso hasta una,
al parecer, futura igualación. Pero aunque deje de ser algo
diferenciador el problema de la divisoria digital podría
perdurar fundamentalmente por dos motivos. El primero de ellos es
que el avance de la tecnología será un hecho para
todos, lo cual hará que para cuando el acceso a Internet
por la vía telefónica sea una realidad para todo el
mundo, las élites globales, como dice Castells, escaparán
ya a un círculo superior del ciberespacio, con lo cual generarán
una nueva divisoria tecnológica.
La revolución de las telecomunicaciones
obliga a la sociedad entera a adaptarse a una nueva estructura de
ámbito cultural, social y laboral. Sin embargo, no todos
nos adaptaremos por igual a estas transformaciones. El otro motivo
de la permanencia de la divisoria digital es con seguridad el más
grave. Castells habla de la "brecha del conocimiento"
cuando hace referencia a esas personas que tienen acceso a la red
pero que no sacan partido de ella. Hablamos de brecha del conocimiento
y no de brecha de información. Y es que, aunque hablemos
de sociedad de la información y de sociedad del conocimiento,
información y conocimiento no son sinónimos.
Internet no transmite una corriente
inerte, sino información, es decir, poder. Habermas en su
libro Ciencia y Técnica como "ideología",
citando a Marcuse en su crítica a Max Weber (HABERMAS,1968:
55), explica como "la técnica es siempre un proyecto
histórico-social y en él se proyecta lo que una sociedad
y los intereses en ella dominantes tienen el propósito de
hacer con los hombres y con las cosas". Este interés
de dominio material está reflejado en el poder que conlleva
la información que fluye por la red. Circula mucha información,
pero el conocimiento es el resultado del tratamiento y asimilación
de esa información. El cerebro humano antes de poder utilizar
la información necesita asimilarla, acomodarla, procesarla
enfrentándola con las informaciones que ya posee. Por eso
podemos afirmar que lo que almacenan los cerebros humanos no es
información sino conocimiento. (CANDEIRA, 2001:88) Como recoge
Castells, "el nuevo aprendizaje está orientado hacia
el desarrollo de la capacidad educativa que permite transformar
la información en conocimiento y el conocimiento en acción."
(CASTELLS, 2001:287) Y es que el aprendizaje basado en Internet
no es una cuestión meramente tecnológica. Para poder
trabajar en Internet es necesario desarrollar la capacidad de trabajar
en red. Para trabajar en red no necesitamos información,
ya que la información está en su mayor parte en la
red. Lo que prima como dice Castells es la habilidad para discernir
qué buscar, cómo obtenerlo, cómo procesarlo
y cómo utilizarlo. El conocimiento a través del lenguaje,
fluyendo por el medio o elemento de trabajo que hoy utilizamos,
internet. El conocimiento como fuente de poder. Habermas en su tercera
tesis dentro de Conocimiento e interés, en Ciencia y Técnica
como "ideología", decía que "los
intereses que guían al conocimiento se constituyen en el
medio o elemento del trabajo, el lenguaje y la dominación."
Así pues, los intereses que guían al conocimiento
según Habermas se adhieren a las funciones de un yo, mediante
procesos culturales en un mundo de vida social; y se construye una
identidad en el conflicto entre las solicitudes de instinto y las
coerciones sociales. Para Habermas, estas realizaciones inciden,
a su vez, en las fuerzas de producción que una sociedad acumula;
en la tradición cultural merced a la cual una sociedad se
interpreta a sí misma; y en las legitimaciones que una sociedad
adopta o critica.
Sobre su extendida declaración
general de que el conocimiento se acompaña de intereses,
establece Habermas la distinción entre interés
técnico, interés práctico e interés
emancipativo. El primero de ellos habita en el trabajo, a través
del cual el hombre ejerce su imperio sobre la naturaleza; tiene
que ver, pues, con las fuerzas productivas, y da fe de existencia
en las ciencias empíricas. El lenguaje es el 'locus' del
interés práctico, a cuyo través se desnuda
la tradición cultural, requerida por las ciencias hermenéuticas,
ocupadas de la relación entre el hombre y la sociedad. Razón
instrumental y comprensión hermeneútica aúnan
sus esfuerzos hacia la liberación del hombre, auspiciada
por el interés emancipativo que enraíza en el medio
social del dominio y tiene su aplicación en el orden de las
legitimaciones. El saber crítico, a cuyo modelo atiende la
teoría crítica de la sociedad, satisface al
impulso del interés emancipativo.
El problema de la divisoria digital
que expone Castells es algo que no se mide en el número de
conexiones sino en las consecuencias que comportan tanto la conexión
como la falta de conexión. Internet es más que una
tecnología, es una forma organizada que distribuye el poder
de la información, la generación de conocimientos
y capacidad de conectarse en red en cualquier ámbito de la
sociedad humana. (CASTELLS,2001:297-298) Por tanto, conviene insistir
una vez más con ella, lo importante no es el acceso ni la
información en sí misma, sino la cantidad y clase
de conocimiento que ésta contiene.
Pero, ¿dónde está
el conocimiento? Vivimos en la era de la información, pero
también en la era de la fragmentación y de la complejidad.
Teilhard de Chardín en su
visión del hombre se basaba, entre otras, en la Ley de
la Complejidad para explicar el desarrollo y la evolución
de la vida. Teilhard observó como en la evolución
los seres han ido integrándose en unidades superiores. Estas
transformaciones han ido ascendiendo a formas más perfectas,
más organizadas. En la evolución del hombre Teilhard
hablaba primero de población de la tierra por los pre-homínidos,
después la civilización, donde encontramos una gran
heterogeneidad de culturas y caracteres. Donde pronto emergen varios
focos de cultura. Con esto, entre el hombre y todo lo que le precedió,
existe un cambio de estado, una ruptura. Desde la aparición
del Homo-Sapiens, apenas hemos observado una mayor cefalización.
El cerebro parece haber llegado a un volumen no susceptible de aumento.
Sin embargo, las conexiones en la sociedad, ya económicas,
ya físicas, ya afectivas, han facilitado todo el progreso
cultural. De Chardin observa en la evolución contemporánea
un particular aumento de la socialización, entendida como
multiplicación progresiva de las relaciones sociales. Siguiendo
la Ley de la Complejidad, ¿no parece lógica
la integración de personas en un ser social, en una sociedad
personal? "Desde sus orígenes hasta nuestros días,
la Humanidad... ha pasado un periodo de establecimiento geográfico,
en el curso del cual se trataba para ella, en primer lugar, de multiplicarse
y de ocupar la Tierra. Y sólo muy últimamente.. han
aparecido en el mundo los primeros síntomas de un repliegue
definitivo y global de la masa pensante en el interior de un hemisferio
superior, en el que sólo podrá irse contrayendo y
concentrando por efectos del tiempo." (DE CHARDIN,1964:97)
Esta parte del mundo vivo que es
creada por el pensamiento y la cultura del hombre es lo que Tielhard
denominó la noosfera. Lotman acuñó el concepto
de semiosfera para referirse a esa atmósfera significativa
en la que la cultura fluye a lo largo del tiempo. Para Vázquez
Medel, la semiosfera de Lotman está "sujeta a
procesos azarosos, caóticos, impredecibles... A turbulencias,
atractores extraños y concatenaciones que van más
allá de los procesos lineales de causalidad inmediata, al
modo de los "efectos mariposa".(VÁZQUEZ MEDEL,
2002b)
El papel de la cultura siempre ha
sido organizar los elementos y las relaciones que se constituyen
en nuestro entorno. Es una acción informativa y por tanto
necesariamente de-formativa. Pero siempre una acción dinámica
y constantemente adaptativa. Pero en la noosfera no sólo
circula información, cultura, sino que al haberse convertido
la información en la mayor fuente de poder, lo que fluye
también es poder. En el nuevo orden económico mundial,
el intercambio de capitales y conocimientos científicos (ambos
convertidos en mercancías transables en el mercado) se realiza
dentro de un mercado único, sin fronteras, de todos los países
del mundo que tengan algo que ofrecer en el mercado mundial (de
libre competencia).
Se ha producido un cambio en las
estructuras de poder, el modelo de la sociedad industrial se ha
transformado. El modelo de la sociedad industrial se caracterizaba
por la centralización de los medios de producción,
la distribución masiva de objetos estandarizados, la especialización
de tareas y su control jerarquizado. Así, en la búsqueda
del control sobre la producción y el aumento de productividad
aparece el taylorismo y el fordismo, que logran la producción
de mercancías estandarizadas en grandes series, la reducción
de los costos de fabricación y un aumento del ritmo de trabajo,
pero consigue esto despojando al obrero del control sobre los modos
operatorios al despojarlo de su saber profesional y fragmentar este
en las fases de que se compone confinándolo a una máquina
especializada y al regular mecánicamente el ritmo de trabajo
de manera exterior al obrero por medio de la línea de montaje
y el cronómetro, prolongando la duración efectiva
de la jornada de trabajo. Este modelo está basado en la geometría
o la mecánica, es una pirámide, un engranaje, y los
tres pilares en que se basa el contrato de trabajo en el seno de
la empresa son las unidades de lugar, tiempo y función.
Castells ve en la crisis de los
modelos de desarrollo económico tanto capitalista como estatista
el impulso para su reestructuración paralela a partir de
mediados de los años setenta. Los valores clásicos
han cambiado con la llegada de las tecnologías de la instantaneidad:
"Con el advenimiento del tratamiento electrónico de
la información, la digitalización de los datos y el
desarrollo de redes interactivas de comunicación, las referencias
clásicas han volado hechas trizas. A esas tres unidades (de
lugar, tiempo y función) se oponen la descentralización
de las tareas, la desincronización de las actividades y la
desmaterialización de los intercambios. La sociedad naciente
se organiza en redes más que en pirámides de poder,
en células interdependientes más que en engranajes
jerarquizados, en un "ecosistema informacional", más
que en hileras industriales lineales." (DE ROSNAY, 1998: 93-94)
En la década de 1990, la
tecnología de la información (telecomunicaciones,
computadores en red, etc) ha permitido desarrollar nuevas formas
de organización del trabajo al hacer posible la flexibilización
de los tipos de contrato, de la localización del trabajo
y el horario de trabajo con lo que se ejercen nuevas formas de control
dentro de la producción y un incremento de la productividad
ahora independiente de la expansión de las horas de aportación
de trabajo y centrado ya, no como el taylorismo en la producción
masiva de objetos estandarizados mediante la extrema división
del trabajo en tareas especializadas, sino en la calidad y la innovación
tecnológica por medio de reunificación de funciones
en los niveles superiores.
Este modelo de trabajo en la nueva
economía basada en la información es el de una mano
de obra nuclear, formada por profesionales que se basan en la información,
que aunque mejor pagada y más estable, está sometida
a la movilidad por la reducción del período de vida
laboral en el que los profesionales son reclutados para formar parte
del núcleo de la empresa, y por otra parte una mano de obra
que trabaja a tiempo parcial, que puede ser contratada, despedida
o externalizada según la demanda del mercado y los costes
laborales y que no goza de seguridad laboral, prestaciones de jubilación
o recompensas por buen desempeño.
Así, este sistema de subempleo
permitido por la tecnología informacional, aumenta la productividad
también a costa de los trabajadores ya que las ventajas están
en que la empresa se ahorra los riesgos de producir más de
lo que la demanda exige al comprar a los contratistas sólo
lo necesario, sustituye puestos de trabajo de manera más
fácil para cumplir con las nuevas exigencias tecnológicas,
y las instalaciones productivas son usadas de un modo más
compacto, intensivo y prolongado lo que ahorra costos de mantenimiento.
(BECK, 1986)
En este nuevo sistema económico
mundial, el desarrollo tecnológico y científico, especialmente
-pero no únicamente- en lo relativo a comunicaciones e informática,
permite la formación de un mercado mundial que se salta los
límites de las fronteras nacionales, es decir, donde los
Estados y los gobiernos ya no pueden intervenir fijando precios,
cuotas de producción, estilos de administración, favoreciendo
sectores político-económicos o favoreciendo un tipo
de empresas sobre otras (las nacionales por ejemplo), porque es
el mercado mundial el que regula, y los gobiernos que intentan regular
su mercado por su cuenta, ponen en riesgo su economía con
bajas en su producto bruto nacional, alteraciones bursátiles
y altas tasas de inflación, debido a los mecanismos del gigantesco
mercado mundial de oferta y demanda que es lo que lo convierte,
más que en un sistema, en un nuevo orden económico
mundial.
La lógica de la cooperación
y la fuente abierta abarca a los sectores económicos de Internet.
Los portales de Internet venden información y obtienen otras
informaciones de sus clientes que luego serán reutilizadas
por ellos. Por tanto los clientes son también productores.
Esta intercambio comunicativo entre productores y consumidores-productores
ayuda a los portales a modificar constantemente sus productos y
servicios. Es una práctica empresarial orientada hacia el
consumidor en la que la capacidad para interactuar con los consumidores
como fuente de información se convierte en un elemento fundamental
del modelo de empresa. Castells habla de este proceso e insiste
en que "La interacción entre productores y consumidores-productores
en un proceso compartido de rendimientos crecientes beneficia a
todos aquellos que participan en la red."(CASTELLS, 2001:121)
Es por tanto un intercambio de información que se traduce
en beneficio económico: en poder. El poder se ha vuelto algo
inmaterial. Para Manuel Castells en una sociedad informacional el
poder queda inscrito en los códigos culturales mediante los
cuales las personas y las instituciones conciben la vida y toman
decisiones, incluidas las políticas. La revolución
de la tecnología, la restructuración de la economía
y la crítica de la cultura convergieron hacia una redefinición
histórica de las relaciones de producción, poder y
experiencia sobre las que se basan las sociedades.
Javier Candeira afirma, que "si
el mundo está como vislumbra Tielhard de Chardin, recubierto
de una noosfera, una capa de materia pensante con una conciencia
propia, Internet es el sistema nervioso artificial que nos permite
pensar como una comunidad, con facultades que superan a las de cada
una de las partes, sea cualitativa o cuantitativamente." (CANDEIRA,2001:89)
Las partes a las que se hace referencia somos nosotros, o mejor
dicho somos las personas que estamos conectadas, los que estamos
activamente dentro de la sociedad red.
3. La comunicación al
principio era oral
Desde la prehistoria el ser humano ha plasmado sus impresiones visuales
en los relieves de las rocas, y más tarde de los metales.
Antes de la invención de la escritura, el hombre se servía
de símbolos para expresar sus impresiones. La acumulación
de vivencias del hombre se transmitió de forma oral a lo
largo de generaciones. Cuando el hombre logró fijar los conceptos
y tuvo capacidad para expresar y plasmar sus ideas y sus vivencias
mediante ideogramas o pictogramas, el ser humano logró dar
un paso enorme en el conocimiento. Con la apropiación e interiorización
del lenguaje el sujeto se separaba del mundo.
El origen de la escritura fue casi
simultáneo en Egipto y Mesopotania. Sobre tablillas de arcilla
húmeda se trazaban en ellas signos de aspectos cuneiformes.
No obstante el paso decisivo en la historia de la escritura probablemente
fue el que dio el pueblo fenicio. Hacia el año 1100 a.C.
crearon el Alifat, conjunto de signos que fue la base de
todas las lenguas occidentales y que tomaron los griegos para inventar
posteriormente el Alfabeto. Con el Alfabeto como transcripción
de la palabra oral se consiguió el control total de la palabra
oral. Hablar, sentir, leer, escribir y pensar. Hablar representa
el poder de la voz. Leer es el poder de "mi" voz interior
y pensar es el poder de la mente: el silencio de la lectura, el
pensamiento.
"La relación entre el
pensamiento, la forma en que conocemos el pensamiento, la forma
en que lo practicamos, y la práctica de la escritura es central,
determinada; no es un accidente. No estoy diciendo que los humanos
no podamos pensar sin aprender a leer o escribir, pero el tipo de
pensamiento que se ha desarrollado en las culturas de occidente
se basa por completo en la forma en que tratamos la información
al escribir y, claro está, al leer." (KERCKHOVE,1997:126)
A partir de Gutenberg, la evolución
de la imprenta iría estrechamente unida a los avances técnicos
y a los movimientos culturales de cada época.
Los avances de la tecnología
tienen otro punto de inflexión en el descubrimiento de la
electricidad. La electricidad tras la posibilidad de llegar la energía
eléctrica a todos los hogares y supuso un nuevo avance cualitativo
para el ser humano.
La última gran revolución
ha sido probablemente el matrimonio entre lenguaje y electricidad.
El texto, el libro se ha unido a la electricidad en la pantalla
del ordenador. Esto ha provocado cambios en muchos aspectos.
Se ha pasado de la página
del libro a la pantalla del ordenador. De la imagen analógica
del libro a la imagen digital del ordenador. Del texto estático
del libro al texto dinámico del ordenador. De un texto actualizado
en el libro a un texto virtualizado en la pantalla. De un nivel
de abstracción en el libro a un nivel de concreción
en la pantalla. De un soporte desensioralizado en el libro a un
soporte multimedia en la pantalla. De iconos meramente representativos
en el libro a iconos como acto en la pantalla. De un entorno interiorizado
en el libro a un entorno interactivo en la pantalla. Es el paso
del texto físico al hipertexto electrónico.
El texto, el libro y sobre todo
la revolución que causó la imprenta supusieron el
paso de la tradición oral a la tradición escrita,
y lo que es más importante, del pensamiento único
al pensamiento privado. El paso no fue tarea fácil; al principio
los textos no ofrecían seguridad para las tradiciones eternas
y las verdades absolutas; "Lo eterno requiere alimentación
puntualmente continua; no puede congelarse en códigos de
geometría variable." (BLATT, 2001: 55) El libro abrió
la puerta del espacio mental, de la imaginación personal
privada, aunque frente a los primeros escritos seguía prevaleciendo
la tradición oral y el pensamiento único establecido:
"Ante la duda, se solía consultar a una autoridad, un
referente reconocido formal o informalmente por la comunidad por
ser el depositario de la memoria colectiva, o bien se le atribuía
una interpretación a una autoridad lejana en el tiempo o
en el espacio". (BLATT, 2001: 56)
El contexto es la relación
del sujeto con el exterior, con su entorno. La cultura oral estableció
un espacio cognitivo, una organización mental. Esta estructura
mental era colectiva e intolerante. La oralidad no era autónoma.
No era personal. Era un pensamiento único, unívoco,
que transmitían sin ponerlo en tela de juicio. Era un pensamiento
que imponían en el espacio físico donde habitaba el
hombre. Los libros terminaron convertidos en los refugios del saber,
el los lugares donde ubicar el conocimiento.
Como sostiene Kerckhove, Levy y
Castells, quizá la línea de pensamiento más
innovadora sobre la transformación cultural de la era de
la información sea la que gira en torno al concepto de hipertexto
y la promesa de los multimedia, en su sentido original.
La principal innovación que
aporta el hipertexto no es el método de organización
en sí, fiel reflejo de la estructura asociativa empleada
por la mente humana para relacionar conceptos, sino su automatización.
Es una tecnología cuya característica principal es
su capacidad para emular la organización asociativa de la
mente humana. Este sistema puede aplicarse a toda clase de actividades
relacionadas con el procesamiento de información o con el
pensamiento. Es información de un modo no secuencial. Un
documento electrónico en el que la información está
estructurada en bloques discretos de contenido llamados nodos. El
nodo es la unidad de información de un hipertexto, conectados
a través de enlaces o links, que son la conexión entre
esos nodos, cuya selección provoca la inmediata recuperación
de la información de destino. Exige del usuario una cierta
actividad. La interactividad del usuario se denomina metafóricamente
navegación, exploración de un hipertexto. Permite
enlazar información relacionada, con lo que se puede navegar
a través de este entramado de nodos, de acuerdo con las preferencias
o las necesidades de adquisición de información que
se tengan en cada momento. Pero el hipertexto no es en sí
la tecnología; como dice Castells (2001:230) "el hipertexto
no es producido por el sistema multimedia, utilizando Internet como
medio de llegar a todos nosotros; más bien es algo que nosotros
mismos producimos al utilizar Internet para absorber la expresión
cultural en el mundo multimedia y más allá. Sin duda,
ese era el sentido del Xanadú ideado por Ted Nelson, y eso
es lo que deberíamos haber entendido." O como decía
ya en 1945 Vanneaver Busch en su celebérrimo artículo
As we may think, "el proceso de enlazar dos elementos
distintos entre sí es lo que le otorga su verdadera importancia."
(BUSCH, 2001:45)
Esto nos lleva a una reflexión
que Gordon Graham expresa muy claramente cuando nos recuerda que
al referirnos a Internet y hablar de la red como un inmenso depósito
de información se le da al término información
un uso técnico. "En la expresión "información
digital", la palabra información está utilizada
en su sentido más simple y no es más que un conjunto
de impulsos electrónicos capaces de producir texto e imágenes
en una pantalla. La información en tal sentido carece de
implicaciones epistemológicas: no implica que dicha información
transmita ningún conocimiento genuino." (GRAHAM,2001:95)
Por tanto no todo lo que fluye por la red es información
y mucho menos conocimiento. Graham insiste en que tener una nueva
información implica que ahora sabemos algo que antes no sabíamos
y que si en Internet también se puede almacenar desinformación
en el sentido ordinario, esta mezcla puede llegar a producir creencias
erróneas en vez de conocimiento. Paul Virilio dice que "con
el desarrollo de las autopistas de la información, nos encontramos
ante un fenómeno nuevo: la desorientación." (VIRILIO,1998:156)
Sin embargo Internet nos provee también de mecanismos para
extraer conocimiento válido de esa enorme y ruidosa confusión.
Para ello muchas comunidades de usuarios en Internet ponen en práctica
sistemas de filtrado colaborativo de información. Este método
es una relectura mejorada del tradicional método Delphi.
Este sistema es un método prospectivo para recabar y refinar
las opiniones de un grupo de personas, normalmente un comité
de expertos, comenzó a utilizarse en los años sesenta
por parte de los gobiernos, instituciones internacionales y grandes
empresas. Pero, como apunta Javier Candeira (2001: 92) "El
método Delphi, sin embargo, tiene un grave defecto: exige
que los expertos estén informados del problema en cuestión,
requiere que les sea repartido un cuestionario, y sólo es
fiable si los expertos están dispuestos a colaborar."
Todo parece indicar que en Internet pese al gran elemento diferenciador
que es ya el propio acceso a la red, no todos los usuarios cumplen
estos requisitos. No todos son expertos, no todos dicen la verdad,
y la mitad de ellos tiende a contradecir a la otra mitad. Como dice
Graham "esto demuestra que debemos tener cuidado para no confundir
el poder de Internet como forma de comunicación con su valor
como transportador de información epistemológicamente
importante." (GRAHAM,2001:96) Pero entre los usuarios de Internet,
no sólo siempre hay una persona que sabe más que nadie
de un tema en concreto, sino que como dice Javier Candeira (2001:93)
"Internet nos provee de mecanismos para extraer conocimiento
válido de esa grande y ruidosa confusión." Por
tanto el valor de Internet no reside en él mismo, ni tampoco
en la información que fluye por la red; como dice Castells
"son nuestras mentes -y no nuestras máquinas- las que
procesan la cultura, sobre la base de nuestra propia existencia."
(CASTELLS,2001:229)
Información y desinformación,
conocimiento y creencias erróneas, un poderoso instrumento
de conocimiento y aprendizaje pero también un poderoso instrumento
de mentira y desinformación. ¿A quién corresponde
la tarea de separar el grano de la paja? En cuestiones de información
probablemente esta sea la tarea de los nuevos periodistas que trabajan
en y para internet. Periodistas que ya no podrán ser sólo
eso; que tendrán que completar su formación con nuevos
protocolos de redacción (de la pirámide invertida
al hipertexto), de construcción de noticias (de estructuras
lineales a fragmentarias), de relación con sus públicos,
de tratamiento de la información. Una figura nueva aparece
bajo el nombre de "comunicador digital". Su perfil está
aún por definir, pero si retomamos a Vanneaver Bush podemos
encontrar en él aportes importantes: "Aparecerá
una nueva profesión, la de los trazadores de senderos, es
decir, aquellas personas que encuentran placer en la tarea de crear
senderos de información útiles que transcurran a través
de la inmensa masa del archivo común de la humanidad."
(BUSH,2001:49)
Volvamos a echar una última
ojeada a la evolución. Como hemos dicho, los seres han ido
integrándose en unidades de superiores, en seres nuevos,
y desde la aparición del Homo-Sapiens, apenas se ha observado
una mayor cefalización. Todo proceso cultural se ha visto
facilitado por las conexiones dentro de la sociedad. Conexiones
que hoy en día podemos sintetizar en la idea de "sociedad
red" de Castells. Es curiosa la influencia de las redes sobre
Internet en una sociedad en red. Pero no nos equivoquemos, las redes
han existido siempre. Redes de distribución, redes de contactos,
redes de personas, redes institucionales... y no nos olvidemos que
la comunicación en red no se reduce sólo a Internet.
Esto es una muestra de la importancia de la conectividad.
La noosfera, como esfera de ideas,
mitos, ideologías, productos culturales, emerge a partir
de la interrelación de los individuos dentro de una sociedad.
Para Kerckhove, "la conectividad es un estado humano casi igual
que lo es la colectividad o la individualidad", y "la
red, el medio conectado por excelencia, es la tecnología
que hace explícita y tangible esta condición natural
de la interacción humana." (KERCKHOVE,1997:25) Si como
decíamos antes, el concepto de hipertexto es algo realmente
perteneciente al individuo, a la mente, y por tanto hablamos de
mi hipertexto y de su hipertexto y no de "EL" hipertexto;
si se trata de un hipertexto individual, si la globalidad está
en uno mismo y como decía De Chardin, la cefalización
del ser humano ha llegado al límite y la única posibilidad
de complejidad está en la sociedad, entonces la respuesta
a la evolución es la conectividad.
Durkheim (1996;21) dotaba de una
gran importancia a la conciencia colectiva dándole un escaso
valor a la conciencia individual. Ya que según él,
la conciencia colectiva anulaba al individuo. Weber (1993;45) por
el contrario, afirmaba que la conciencia está en el individuo
y que la sociología es el estudio de las actividades de los
individuos orientados a fines; pero limitaba su exploración
al nivel de la conciencia individual.
Cuando Kerckhove habla de conectividad habla del incremento de interacciones
humanas a través de las redes integradas y de cómo
este incremento de interacciones está concentrando y multiplicando
la energía mental humana. Pero esta noosfera retroactúa
sobre los individuos. La esfera individual, la social y la noológica
se nutren recursivamente entre ellas. Son producto y productoras
de la relación. Como afirma Pierre Levy, la inteligencia
colectiva "no es la fusión de las inteligencias individuales
en una especie de magma comunitario sino, por el contrario, la valoración
e impulso mutuo de las particularidades de cada uno." (LEVY,1998:103)
Con la expresión inteligencia
colectiva, Levy alude a una inteligencia variada, distribuida por
todos los nodos conectados a la red, siempre valorativa y puesta
en sinergia en tiempo real.
La base, el presupuesto teórico,
es el principio de que todo el mundo sabe algo. Por tanto se pretende
un acceso de todos al saber de todos: un intercambio de saberes.
Fernando R. Contreras nos dice que "el individuo es un "trabajador
del saber". Reciclamos el principio capital-trabajo y lo convertimos
en información-conocimiento; el factor de producción
es el saber del individuo en la nueva economía de la información."
(CONTRERAS, 2000: 52) Cada ser humano se convierte en fuente de
saber, y este saber fluye a través de las relaciones sociales
en la red. El poder reside en ese intercambio de información,
en el flujo de datos, en el límite entre un individuo y otro:"Los
individuos no viven en la sociedad como individuos aislados con
límites bien delimitados; existen como individuos interrelacionados
en una red de relaciones de poder y dominio. En este sentido, el
poder reside en la zona de contacto entre los individuos, en límites
ambiguos." (LEACH, 1993:85-86)
Por tanto se mantiene una independencia
entre las mentes conectadas. Una independencia relativa ya que nuestra
autonomía está en la dependencia intelectual de una
determinada sociedad y cultura, con lo cual nunca podemos estar
seguros de ser nosotros los que pensamos por nosotros mismos y no
es la sociedad la que por medio de su noosfera piensa por nosotros.
Pero esa independencia relativa es la que permite que las identidades
privadas individuales se desarrollen dentro de un nuevo espacio
de comunicación, Internet, que rompe con el espacio de los
medios que es otro muy distinto.
Frente a la estructura de los medios
de comunicación clásicos, en la que hay una relación
de uno a muchos y una separación entre los centros emisores
y los receptores pasivos y aislados entre sí, aparece un
nuevo dispositivo comunicativo, una nueva estructura basada en la
relación de muchos a muchos. "En el ciberespacio cada
uno es potencialmente emisor y receptor, en un espacio cualitativamente
diferenciado, no fijo, moldeado por los participantes, explorable."
(LEVY,1998:104)
El Internet actual no parece que
sea la forma definitiva de conectividad, pero sí es el nuevo
espacio de comunicación en el que nos movemos. "Se trata,
pues, de un instrumento al servicio de la cohesión social
mediante el intercambio de conocimientos y el empleo de las capacidades."
(LEVY,1998:106) Un nuevo espacio de comunicación que implica
también un nuevo concepto de espacio y de tiempo donde se
está produciendo una redistribución del poder y donde
están apareciendo nuevas tendencias cismáticas dentro
de la sociedad red.
4. De los lugares de poder al
flujo de poderes
"La era Internet ha sido anunciada como el fin de la geografía.
De hecho, Internet tiene una geografía propia, una geografía
hecha de redes y nodos que procesan flujos de información
generados y controlados desde determinados lugares. La unidad es
la red, por lo que la arquitectura y la dinámica de varias
redes constituyen las fuentes de significado y de función
de cada lugar. El espacio de flujos resultante es una nueva forma
de espacio: establece conexiones entre lugares mediante redes informáticas
telecomunicadas y sistemas de transporte informatizados. Redefine
la distancia pero no suprime la geografía." (CASTELLS,
2001:235)
Los propietarios de la tierra, los
sectores productivos primarios, los que controlan los medios de
producción industrial y de transformación ya no son
los que detentan el poder. Los nuevos poderes están en manos
de quienes poseen las claves de las innovaciones tecnológicas,
de quienes regulan los procesos de información y de comunicación.
Como afirman mucho teóricos, tener poder ahora es tener información.
Buena información, antes que otros y saber utilizarla. Por
eso como dice De Rosnay (1998: 96), los razonamientos basados en
el antiguo modelo de económico, social y cultural no resultan
válidos para un a análisis del nuevo espacio inmaterial
al que llamamos ciberespacio dadas sus características.
Como nos recuerda Vázquez
Medel (2002a), "nuestra concepción del mundo y de la
realidad es esencialmente topológica; que topológicos
son los fundamentos del lenguaje y que incluso el tiempo es captado
desde dicha topología ontológica. Analizar la realidad
humana es, de alguna manera, realizar una cartografía del
ser y de sus acciones (y pasiones), a través del lenguaje."
Pero hablar de espacio y tiempo, ya sea en internet como en cualquier
otra dimensión, plantea otro problema básico que también
nos recuerda Vázquez Medel (2002b): "Si espacio y tiempo
son formantes de nuestra experiencia -formas a priori del entendimiento,
las llamaba Kant- será prácticamente imposible pensarlos
en su propia raíz, ya que esa raíz debe quedar activada
para permitir nuestro pensamiento y, por tanto, queda oculta a él:
es su condición misma y sólo puede ser reflexionada
-reflejada- desde su simulacro."
Castells habla de una geografía
propia de internet formada por "lugares" conectados a
través de redes. Marc Augé define el lugar antropológico
como "el lugar de la "propia casa", el lugar de la
identidad compartida, el lugar común para aquellos que, habitándolo
juntos, son identificados como tales por aquellos que no lo habitan."
(AUGÉ, 1996:98) Lo que nos indica que hay una relación
entre espacio y alteridad. La identidad, las relaciones y la historia
de los que habitan un lugar se inscribe en el espacio, según
Augé.
"El ser humano no puede experimentar
su existencia fuera del espacio y del tiempo. Pero espacio y tiempo
son categorías que vivimos no sólo en su objetividad,
sino que quedan configuradas simbólicamente, transformadas
en topicalizaciones, en marcadores cronológicos (en cronotopos).
Espacio y tiempo se nos han de ofrecer, pues significativamente.
Al igual que nuestro acontecer se nos revela desde un dispositivo
genético que hemos denominado "realidad ontológica",
que actúa como fundamento de toda construcción narrativa."
(VÁZQUEZ MEDEL, 2002b)
Por tanto no es una cuestión
sólo del individuo sino también de las sociedades,
ya que "todas las sociedades para definirse como tales, han
simbolizado, marcado, normativizado el espacio que pretendían
ocupar -del mismo modo que han simbolizado el tiempo, observado
las irregularidades del calendario, el ciclo estacional e intentado
dominar intelectualmente los azares de la meteorología"
(AUGÉ,1996:99). Pero el propio cuerpo individual es un espacio.
Augé decía que el hombre en la dialéctica entre
el cuerpo y el territorio es donde instala las señas de identidad,
de relación y de historia, y que ahí es donde nos
reconocemos. En internet, en el ciberespacio, cuando los hombres
formamos comunidades, buscamos los mismos parámetros para
afirmarnos, para reconocernos. La conexión de mentes en el
ciberespacio es en cierta medida una renuncia a la corporeidad.
Kerckhove al respecto expone cuatro de los impactos que la tecnóloga
interactiva puede producir sobre la imagen del cuerpo y de lo que
él denomina, el envoltorio físico: la telecepción,
la expansión, la múltiple personalidad y
la propiocepción. La telecepción hace referencia
al alcance sensorial que nos proporcionan las tecnologías
interactivas y que añade añade una nueva dimensión
a nuestra vida sensorial biológica. La expansión,
es un fenómeno que se produce al mismo tiempo y que se basa
en cómo las tecnologías interactivas nos producen
un sentido de pérdida de los propios límites corporales
concretos. La múltiple personalidad se refiere a cómo
la pérdida de un sentido claro de nuestros límites
físicos, la expansión de nuestros marcos mentales,
la redistribución en línea de nuestros poderes de
acción, todo ello contribuye a crearnos una imagen confusa
del cuerpo. Por tanto ya no podemos estar seguros de dónde
empezamos y de dónde terminamos. Por último, la propiocepción,
es una respuesta del ser humano a esa duda sobre su corporeidad.
La necesidad de saber que el propio cuerpo sigue ahí lleva
a los hombres a realizar actividades que les permitan volver a entrar
en contacto con su propio cuerpo, para así aumentar su acceso
a sensaciones físicas, sólo para saber cuál
es su situación.
La sobremodernidad es, según
Augé, la situación en la que nos encontramos, y en
ella es donde aparecen los nuevos espacios. Augé acuña
el término de los no-lugares para la situación de
sobremodernidad. Situación que él decía que
procedía de tres figuras del exceso: exceso de tiempo, exceso
de espacio y exceso de individualismo. Estas tres figuras del exceso
se manifiestan claramente en los medios de comunicación y
también en internet.
El exceso de tiempo es un fenómeno
que acontece cuando la historia deviene actualidad. La aceleración
de la historia la acerca a nosotros. La mediatización de
los hechos acelera nuestra vida convirtiendo nuestro pasado más
inmediato y el de los otros en historia. La vivencia del tiempo
se contrae. Paul Virilio destaca que "Por primera vez, la historia
se va a desarrollar en un tiempo único: el tiempo mundial."
(VIRILIO,1998:157) Virilio destaca como hasta hoy los acontecimientos
tenían lugar en en tiempos y espacios locales y como la mundialización
y la virtualización instauran en cierto modo un tiempo mundial,
y como éste prefigura una tipo nuevo de tiranía. Para
Virilio la riqueza de la historia tenía su base en la diversidad
de lo local, y ahora la historia se va a desarrollar ese tiempo
único universal que lo instantáneo.
"No es pues extraño
que, a fin de cuentas, hoy día nos cueste pensar en el espacio
y en la alteridad. El espacio es la evidencia. Vivimos en una época
donde se crean grandes espacios económicos, donde se esbozan
grandes agrupaciones políticas, donde las multinacionales
y el capital transgreden las fronteras con una alegría capaz
de preocupar a más de un marxista nostálgico y donde,
simultáneamente, los imperios se hunden, los nacionalismos
se exacerban y, a una escala más reducida, donde se multiplican
los museos locales, la referencia a las identidades locales más
minúsculas, la reivindicación del derecho a trabajar
en el país." (AUGÉ,1996b:107-108)
Contreras afirma que "los canales
de difusión de los símbolos presentan un bipolaridad
emergente: el espacio de los flujos y el espacio de los lugares.
El primero corresponde al territorio de la función, del poder
de unos pocos: las grandes empresas financieras, industrias de alta
tecnología, de los medios de comunicación, de las
redes criminales, del mercado negro de armas; es en resumidas cuentas,
la dimensión global de la sociedad humana. Por el contrario
el espacio de los lugares es un espacio local reservado a la identidad
propia de individuos o grupos donde se manifiestan naturalezas primarias:
religiones, razas o nacionalidades." (CONTRERAS, 2000:56)
El exceso de espacio se produce
cuando el espacio deviene imagen. La posibilidad de ver y vivir
hechos que ocurren en otras partes del mundo en tiempo real a través
de los medios hace que la aldea global de Mc Luhan sea una realidad
que las tecnologías de la instantaneidad nos actualizan constantemente.
Las distancias parecen haber desaparecido, y el exceso de individualismo
que ocurre cuando el individuo deviene en mirada. Desde nuestros
televisores somos mirados por todo el que asoma desde los medios.
Kerckhove decía que "tú no miras a la televisión,
ella te mira a ti." (KERCKHOVE,1999:41) Tendemos a individualizar
los métodos. El cambio en nuestra realización con
el mundo hace que también varíe nuestra relación
con nosotros mismos. Todo, según Augé, tendemos a
hacerlo "a nuestra manera".
Estos conceptos Augé los
enmarca dentro de la sobremodernidad, que es el momento actual
donde se produce la convergencia de las historias, la desterritorialización
de los espacios y la liberación de los individuos. En este
momento, en la sobremodernidad, se da una paradoja: según
Augé es una época de apertura del individuo a la presencia
de los demás, ya que hay una circulación más
fácil de los seres, de las cosas y de las imágenes.
Pero también el individuo sufre un repliegue de estas figuras
sobre sí mismo, sobre todo en lo que Augé llama los
no-lugares.
Augé aplica el concepto de
no-lugar a espacios físico, pero también es
aplicable a los espacios virtuales, al ciberespacio. Recoge la presencia
de las tres figuras de la sobremodernidad en los no-lugares:
el tiempo (la historia), el espacio y la individualidad.
La historia se reduce a información.
Información que fluye por todas partes en los no-lugares
físicos y también en el ciberespacio. En el ciberespacio,
el ritmo de la historia se acelera y pierde sus marcas. "El
flujo temporal biológico de la experiencia física
es continuo; simplemente envejecemos más y más todo
el tiempo. Pero para dar una dimensión a este tiempo de la
experiencia hemos debido idear relojes y calendarios que fragmentan
el continuo en segmentos: segundos, minutos, horas, días,
semanas. Cada segmento tiene su duración, pero teóricamente
los intervalos entre los segmentos, como la pauta en una partitura
musical, no tienen duración. Sin embargo, cuando llegamos
a convertir este tiempo teórico en un tiempo social, representándolo,
cada intervalo sin duración ocupa un tiempo." (LEACH,1993:46)
Una de las marcas del paso del tiempo que ofrecían los medios
de comunicación era la información periódica.
Con las tecnologías de la instantaneidad, la periodicidad
ya no tiene sentido. De hecho uno de los problemas que se les plantean
a los responsables de las publicaciones on-line es marcar la frecuencia
de actualización de sus páginas, en un espacio de
comunicación que no ofrece ninguna resistencia al flujo continuo
de información. El problema para muchos medios reside en
la rentabilización de las informaciones y en el cambio que
supone el flujo continuo de información en los hábitos
de consumo mediático de sus consumidores.
El estrechamiento del espacio físico
a través de la globalización de usos de tarjetas de
crédito, de presencia de productos, etc. Esto es aún
más evidente en el ciberespacio, ya que desde cualquier punto
tenemos acceso instantáneo a cualquier sitio en la red.
Por último, quien utiliza
los no-lugares, reduciendo su figura a su función
(consumidor o usuario), experimenta en ello una forma particular
de soledad. En el caso de internet, la figura del usuario, del navegante,
es ya casi un sinónimo de soledad. En muchas ocasiones se
alude al aislamiento que provoca internet y a la (discutible) soledad
de sus consumidores.
"Definido por su destino, la
cuantía de sus compras o el estado de su cuenta de crédito,
quien utiliza los no-lugares pasa junto a millones de otros individuos
pero se encuentra sólo, y son sólo los textos (carteles,
discos, pantallas) lo que se interpone entre él y el mundo
exterior." (AUGÉ,1996b:105)
Este fenómeno también
se da en internet, ya que miles de personas pueden estar conectadas
a una misma página web, o compartir un foro de discusión
o un chat sin establecer relación entre ellos; sólo
el interface de la página, los textos se interponen entre
él y el mundo exterior. Como dice Vázquez Medel, "El
único camino que nos queda para afirmar nuestra presencia
en el mundo es entrar en el espacio de la re-presentación,
en la sociedad del espectáculo. En ella, lo técnico
acaba por anular lo político, que debería fundamentarse
en el sentido de la sociabilidad, en la cesión libre y voluntaria
de esa parte de violencia que nos corresponde para que sea administrada
conforme a principios convenidos y pactados." (VÁZQUEZ
MEDEL,1997)
El punto más álgido
de la paradoja de la sobremodernidad según Augé es
el hecho de que "en los no-lugares nadie se siente en su propia
casa, pero tampoco en la de los demás." (AUGÉ,1996b:105)
En este punto la teoría de Augé no es aplicable al
ciberespacio, ya que en internet el usuario sí puede crear
su espacio propio, su página web que él mismo gestiona
y donde puede sentirse "como en su casa". Pero tengamos
en cuenta algunos matices que el propio Augé hace sobre las
nociones de lugar y de no-lugar.
"En primer lugar, las nociones
de lugar y de no-lugar son, evidentemente, nociones límite.
Existe un no-lugar en todo lugar, del mismo modo que en todos los
no-lugares pueden recomponerse algunos lugares. Dicho de otra forma:
lugares y no-lugares corresponden a espacios muy concretos, pero
también a actitudes, a posturas, a la relación que
los individuos mantienen con los espacios que habitan o recorren."
(AUGÉ, 1996b:105) Desde este punto de vista la navegación
por internet puede ser constitutiva de no-lugar: el que navega
por internet no hace más que pasar de un lugar a otro; esta
pluralidad se encuentra más tarde en el historial de su navegador,
donde se muestra el relato de "su" viaje.
"El no-lugar es el espacio
de los otros sin la presencia de los otros, el espacio constituido
en espectáculo, espectáculo ya tomado en las palabras
y los estereotipos que lo comentan por adelantado en el lenguaje
convenido del folclore, de los pintoresco o de la erudición."
(AUGÉ, 1996b:105)
La navegación por internet
no es más que un ejemplo particular de aquello a lo que tiende
a convertirse nuestra relación con el otro en el mundo contemporáneo:
una relación abstracta, en la medida en que pasa por la espectacularización
del otro; espectacularización mediática a través
de todos los mensajes y todas las imágenes que nos dan tanto
la sensación de estar tan cerca de los grandes de este mundo
como de los condenados de la tierra, porque precisamente estamos
ligados a ellos por palabras e imágenes cuya experiencia
y dominio no poseemos. "La experiencia del no-lugar está
ligada igualmente a fenómenos contemporáneos de gran
alcance, que afectan a una parte importante de la humanidad y que
poseen la aureola de prestigio de la libre iniciativa individual."
(AUGÉ, 1996b:106)
6. A modo de conclusión
Todas las áreas de la actividad humana están siendo
modificadas por la intersticialidad de los usos de internet y esto
que no indica Castells hace que se esté generando una nueva
clase social, unos nuevos marginados: los desinformados. El miedo
al frenético cambio social que produce la sociedad red hace
que muchas personas se resistan a la aceleración de sus vidas
y a la sensación de pérdida de control que trae consigo
esta nueva sociedad. Pero este miedo lleva a otro problema aún
peor: el problema de la exclusión de las redes. "Quedarse
desconectado equivale a estar sentenciado a la marginalidad"
(CASTELLS, 2001:307) o, como sostienen algunos, no estar bajo ideologías
dominantes. Pero en cierto sentido, el sistema político se
está vaciando de poder y el sentido del poder aunque real,
se ha vuelto inmaterial. Se está creando una división
social entre los que están conectados a la red y los que
no lo están; entre los que usan la red y los que no son capaces
de sacarle partido. Una consecuencia (no esperada) de esta visión
del mundo, radica en que al verlo así se aprecia que ya no
se trata de si un país es del tercer mundo, o subdesarrollado
o de segunda o tercera clase. Lo que tenemos hoy sería un
mundo único, donde la parte del mundo o de cualquier país
que pertenece al nuevo orden mundial es una parte desarrollada y
moderna, mientras que la parte que queda al margen o excluida de
él tendrá lo que podríamos llamar una sociedad
de desarrollo atrasado o de pobreza, donde el extremo máximo
será la de los excluidos o miserables, que encontramos lo
mismo en Nueva York, Washington, Londres, ciudades de Suecia, Europa
del Este, África, Asia o cualquier país del mundo.
En otras palabras, según este punto de vista, no hay un país
atrasado o "en desarrollo" respecto de los países
desarrollados, sino que países con sectores nacionales de
distinto tamaño, en que unos participan del desarrollo con
estándares internacionales y otra parte de su población
permanece excluida. Hoy por hoy nos vemos obligados a asumir la
acción que la red ejerce sobre nosotros; a asumir que la
sociedad actual es una sociedad que se gestiona y que se desarrolla
en un entorno de redes y que hoy por hoy vivir en sociedad es vivir
conectados.
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