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Agosto - Septiembre 2002

 

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Hacia un nuevo perfil de educando y educador en la comunicación
 

Por Nachyelli Buitrón Morales
Número 28

La vida en sí misma es una oportunidad que día con día nos permite abrir los ojos ante aquello que desconocemos o bien que tenemos al lado, y que no apreciamos. La educación es uno de los aspectos que se encuentran en el segundo rubro, puesto que gran parte del tiempo, nos hemos dedicado a concebirla como un proceso de transmisión única de información, sin importarnos el Ser mismo, un ser que ante todo es primero ser humano, con valores y habilidades que si son bien dirigidos, provocan actitudes positivas para el desarrollo de los pueblos. Este ensayo, pretende representar la evolución que existe en la concepción y puesta en marcha del proceso educativo que debe imperar en una sociedad como la nuestra, con necesidades cambiantes, donde no podemos concebir a la comunicación como sólo un aspecto que nos informa, sino como un proceso de intercambio de ideas, sentimientos y experiencias entre personas, las cuales necesitan encontrar el sentido a todo aquello que perciben y viven a través del cuestionamiento y conscientización y lograr con ello, uno de los valores más deseados y que tanto miedo tiene de ejercer: la libertad.

Hemos escuchado decir que todo es comunicación: la educación, la política, la religión, etc., y en verdad lo que se quiere decir es que todo engloba al proceso comunicativo, pues ha sido el Ser Humano que gracias a su poder de palabra y su consciencia ha logrado entablar relaciones entre otros seres humanos, seres vivos, tanto animales como plantas y ha creado y desarrollado su propia cultura. García Muriel (1996: pp. 10) establece "El hombre se hizo hombre por la consciencia, es decir por la capacidad no sólo de percibir, sino de percibirse a sí mismo percibiendo", y es ahí donde parte la capacidad de diálogo y de comunicación que lo han hecho ser de las especies más evolucionadas.

Decimos que el hombre gracias al lenguaje ha dejado huella, ya sea de forma escrita o bien aquella que se retoma en cada historia que cuentan los abuelos y que forma parte de su cultura, pero lo más importante aún es que ha logrado ser consciente de su propia consciencia. Y nos preguntamos ¿de dónde ha partido para lograr este metaconocimiento? Podemos decir que la "mayéutica", entendido este concepto como "el arte de preguntar" (Poniatowska, 1996; pp. 1), ha sido y es en la actualidad uno de los mecanismos más eficientes que nos adentra a construir paso a paso, todo el bagaje cultural que nos hace ser mejores y nos incita a la trascendencia, bajo la construcción del conocimiento, teniendo como base primordial el conocimiento, en primera instancia, de nosotros mismos como seres humanos cambiantes, transformadores y con la necesidad imperiosa del progreso. García Muriel (1996: 9) nos establece "Ser persona, diríamos, es ser persona en crecimiento ininterrumpido mediante la acción creadora. Este crecimiento y creatividad van dirigidos a la plenificación del ser". Sin embargo, nos damos cuenta que en la realidad no todo ser humano existente en este mundo tiene la misma concepción de desarrollo, pues todos somos y pensamos distinto; mas existen parámetros elaborados por él mismo para medirlo y alcanzarlo y a esos nos queremos dirigir, pues si hablamos de la concepción de cada uno de los que habitamos la Tierra para hacer un consenso sobre qué es para ellos el desarrollo, nunca terminaríamos, ya que empezando por las diferencias de estratos sociales en nuestro país nada más, tenemos un gran hueco que no podríamos llenar. Establecido lo anterior, decimos que para alcanzar el desarrollo que a veces no todos tenemos bien vislumbrado, necesitamos de la educación, entendida ésta como "la alternativa para construir un mundo mejor" (García Muriel: 1996; pp. 23).

Si consideramos que el ser humano se ha enfrentado a varias incógnitas y preguntas, las cuales algunas tendrán una solución, pero tal vez muchas se queden en el tintero sin saber el por qué de su origen, podemos decir que a través de la educación, puede darle sentido al mundo en el que vive y que él mismo ha creado. Ahora la pregunta ¿cómo se inicia el proceso educativo? Aprecio que la base de todo proceso educativo es el mismo arte de la entrevista, donde el gran filósofo Sócrates es considerado "el primer entrevistador... pues sabía obtener por medio de preguntas, la verdad de la boca de los hombres" (Ibidem; pp. 1). Pero ¿por qué decimos que obtenía la verdad? En su artículo "La Canción del Espíritu" del escritor David Huerta, nos describe al mayeuta, estableciendo: "…figura paradigmática del Maestro en la antigüedad, era el especialista en el parto de las ideas innatas. Mayeutica quiere decir eso, ni más ni menos: "el arte de la partera". Lo que el mayeuta ayuda a dar a luz son las ideas que todos poseemos, según la doctrina platónica.... El mayeuta consigue, pues, que el discípulo aprenda de sí mismo: el maestro sólo se limita a esa extraña y exacta sabiduría: la formulacón de las preguntas necesarias" (Huerta:1985; pp.1). De esta manera, nos damos cuenta que desde tiempos remotos, la educación tiene su objetivo principal de enseñar a aprender a partir de lo que el mismo alumno tiene dentro de sí.

Es el maestro, quien puede lograr esa introspección en el alumno, pero lo debe hacer de forma que "atrape" su atención, que lo "enamore" y es ahí, donde considero, que se encuentra una de las más maravillosas oportunidades que tiene: "el persuadir a la acción". El gran filósofo griego, Aristóteles, diseñó lo que es considerado el Primer Modelo Comunicativo, el cual establece sólo tres elementos: "quién (emisor), qué (el mensaje) y a quién (receptor)". Fournier (2000: pp. 114) hace mención a este modelo, estableciendo: "Todo modelo va de acuerdo con la época. Para ese entonces, sólo era necesario que alguien dijera algo y a quien se lo dijera. No había la posibilidad de contar con medios técnicos y tampoco había la posibilidad de la retroalimentación, tomando en cuenta que los discursos se hacían en las plazas públicas". Este modelo representaba lo que vivía la época y sin duda, ha sido nuestro cimiento para evolucionar la comunicación y poder educar. Aquí hacemos referencia a la relación intrínseca que existe entre la comunicación-educación-conocimiento-aprendizaje. En esta línea podemos decir, que este modelo como el ser humano, están en continuo movimiento, progreso y evolución, y por ende, el proceso educativo, el maestro, la institución educativa, los padres y en general, la sociedad, ha cambiado y se está transformando constantemente. Ahora, nos podemos dar cuenta que no basta con saber que alguien nos dijo algo, sino que necesitamos saber por qué medio o canal, qué código utiliza, si existe interferencia o no, si podemos controlarla para generar una realimentación que nos genere respuestas. Modelos como el de Lasswell y Berlo fueron transcendentales en nuestra actual concepción del proceso comunicativo, aquel que nos genera respuestas ante las preguntas que constantemente nos hacemos los seres humanos, sobre nuestra identidad, nuestro porvenir, nuestro pasado, etc. Es ahí, donde existen grandes oportunidades para ser mayormente exploradas y explotadas por todas las instituciones educativas, todas las familias, todas las empresas, como contextos que requieren de procesos comunicativos diferentes, pero con un mismo objetivo: generar, crecer, desarrollarnos, trascender.

Paralelamente a este modelo comunicativo, Aristóteles hizo referencia al poder de persuadir en las personas, como un elemento crucial para el proceso educativo que lleva inmerso el diálogo y la comunicación que se daba en las mismas plazas públicas, siempre y cuando se utilizaran las siguientes categorías: "Ethos, pathos y logos. El Ethos es la credibilidad del orador ante su público, es la imagen que el auditorio percibe del expositor. Pathos, apela al sentimiento de los oyentes; los envuelve con las emociones y hace uso de las necesidades, valores y deseos de la audiencia. El Logos, es la persuasión por la argumentación lógica y directa; va dirigida al razonamiento de los receptores" (Fournier: 2000; pp. 51). Estos elementos o categorías nos ubican en una mejor posición como educadores, como personas, como padres de familia, como jefes, etc., pues inevitablemente nuestro "ser" y "deber ser" son indivisibles.

A lo largo de mi práctica como educadora, facilitadora, me he encontrado con un gran placer al querer lograr todos los días, en cada una de mis clases, ese poder de la persuasión, el adentrar a mis alumnos en su propio conocimiento, que logren ser más críticos de aquello que perciben, escuchan y que invariablemente los va formando como seres humanos. El problema radica en que aquello negativo o bien que perciben y viven de otras culturas como la norteamericana, no lo han sabido discernir, ni cuestionar pues el modelo educativo que imperó en ellos durante mucho tiempo, fue el de memorizar las cosas, de aprenderse conceptos que ni siquiera entienden y que tienen que repetir, sin hacer un esfuerzo por entenderlos. Ahí esta uno de los grandes retos que me he propuesto lograr: el motivar a mis alumnos y persuadirlos a que se conozcan más a sí mismos. González Rey (1999; pp. 8) hace mención a uno de los grandes problemas de la educación y que emana "de la separación entre el proceso comunicativo y las necesidades auténticas de la persona... Desde muy pequeño enseñamos al niño a expresar lo que debe y no lo que siente y aunque sin dudas, la socialización implica asumir normas, valores y otros elementos esenciales, la cuestión está en el cómo se desarrolla la educación de estos elementos". Continúa "Los valores sociales son interrogados, cuestionados y hasta refutados por el individuo concreto, quien debe tener un espacio para ello dentro del proceso educativo... sólo dentro de este marco será posible la construcción individual, real y auténtica de los valores sociales". Con ello, nos damos cuenta que los educandos, tenemos un nuevo rol de "facilitadores" del conocimiento, donde debemos impulsar al alumno a encontrar sus propias respuestas a las variadas cuestionantes que implica vivir en un mundo tan contradictorio y tan cambiante.

Es así, como en el Tecnológico de Monterrey donde actualmente imparto la asignatura de "Comunicación Oral", se tiene un Nuevo Modelo Educativo que surgió a partir de la gran necesidad detectada de hacer de nuestros alumnos responsables de su propio aprendizaje, hecho que les permitirá ser libres y por ende, tendrán mayor oportunidad de elegir el mejor camino, y no sólo hacer lo que "deben", sino lo que "sienten" y "quieren". Este Nuevo Modelo Educativo, funciona a través de plataformas tecnológicas como Lotus Notes, BlackBoard y Web Tec, que buscan entre otras cosas, la construcción del conocimiento, a partir del trabajo individual y colaborativo, en un espacio donde el diálogo entre alumno-alumno y alumno-profesor es simultáneo y realimenta la percepción de uno mismo y del grupo. Se trata de un aprendizaje cooperativo que entre otras cosas, busca que las habilidades individuales de cada miembro del grupo se combinen en aras de fomentar el aprendizaje propio. Esto engloba uno de los componentes primordiales del aprendizaje cooperativo: la responsabilidad individual, la cual "busca lograr que cada integrante se convierta en un individuo más fuerte" (Johnson & Johnson: 1995; pp.6). Por su parte, González Rey (1999: pp. 17) hace referencia a lo que consideramos la base del proceso de enseñanza-aprendizaje bajo este nuevo modelo educativo: la construcción del conocimiento, "la construcción del conocimiento a través del diálogo no significa la ausencia absoluta de momentos expositivos por parte del profesor. El profesor será siempre, en nuestra concepción, la figura central en la organización y desarrollo del proceso educativo, pues sin su experiencia, su motivación y su inclusión en la actividad se corre el riesgo de convertir el aula en un caos anárquico". Hago referencia a esto, puesto que bajo este nuevo modelo han surgido diferentes concepciones y malestares por parte de alumnos y padres de familia, que piensan que al utilizar la computadora como medio de enlace coordinado entre las actividades de aprendizaje entre el alumno, entre alumnos y entre alumno-profesor, se hacía a un lado el papel del profesor como principal formador y guía de la educación de los estudiantes. Ahora, el profesor, con este mismo modelo se ha enseñado a aprender de sí mismo, como parte del mismo proceso de enseñanza-aprendizaje en donde no sólo se encuentra al profesor, al alumno y a la institución educativa, sino a uno de los elementos que considero cruciales: los padres de familia. Esta trilogía "Padres, alumno, profesor" es indivisible, pues para que se logre con éxito la construcción del conocimiento y la preservación de los valores inherentes en cada uno de los seres humanos, es necesario que participen en conjunto. Tanto el profesor, el alumno, la institución educativa como los padres, somos responsables de la buena educación que se desea lograr, pues estamos inmersos en una sociedad que nos demanda constantemente ser mejores, pero sobre todo cuidar, preservar, acrecentar y trascender nuestra cultura.

Si nos damos cuenta, el proceso comunicativo es la base para lograr que toda aquella información que recibimos al estar dentro de una sociedad con una pluricultura, la convirtamos en un conocimiento que va construyendo nuevas expectativas, nuevos sueños, pero sobre todo, mejores seres humanos. Sí, aquellos que a través de la buena educación e instrucción, fomento a una introspección, lograrán ser libres, como lo establece Emmanuel Mounnier, filósofo francés citado por García Muriel (1996; pp.13) "La libertad de la persona consiste en descubrir por sí misma su vocación y adoptar libremente los medios para realizarla… es propio de la persona construir su propio destino". Pero, ¿cómo podemos darle forma a esa libertad para evitar la confusión misma que le produce? Considero que es con base a la responsabilidad, entendida ésta por el autor de la obra "El hombre Doliente" Víctor Frankl, citado por García Muriel (1996; pp. 13) como "la habilidad de cada persona para responder al sentido que cada nueva situación le ofrece…". En otro libro del mismo autor, Frankl, titulado "El Hombre en Busca de Sentido", citado por García Muriel (Ibidem; pp. 12) establece: "En última instancia, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a los problemas que ello plantea y cumplir las tareas que la vida asigna continuamente a cada individuo". Grandes retos y a la vez grandes sueños se unen en cada ser humano que encuentra en la docencia - a través de un profesor o bien a través de un padre - la gran oportunidad de hacer de la Mayéutica un proceso continuo que fomente el desarrollo de todos los involucrados en este gran Mar de posibilidades: La vida.

CONCLUSIÓN
Preguntas y respuestas, palabras que se unen para informar y que éstas a su vez son el legado cultural de conocimiento de quienes nos suceden en este camino y en donde, nosotros, los docentes, somos privilegiados y tenemos la gran oportunidad día a día de despertar. Nuevas posibilidades, nuevas respuestas, pero ante todo, lo que se necesita es lograr formar mejores personas en su totalidad y eso, sólo se puede lograr con la consciencia de que todos y cada uno de los que estamos en este mundo, como emisores y receptores en un ir y venir constante, somos responsables de aquello que transmitimos, hacemos, prometemos y de lo que dejamos de hacer. Sócrates y Aristóteles nos han dejado una gran enseñanza que yo interpreto: ¿Qué necesitamos los seres humanos para lograr ser libres de nuestras propias cadenas?


Referencias bibliográficas:

· Casarini Ratto, Martha. (1999). "Teoría y Diseño Curricular". Acercamiento al curriculum. Ed. Trillas. México, D.F. (pp. 23 - 34)
· Casarini Ratto, Martha. (1999). "Teoría y Diseño Curricular". Las Fuentes del curriculum. Ed. Trillas. México, D.F. (pp. 76 - 86)
· Contreras, José (1990). "La enseñanza como comunicación". Enseñanza, curriculum y profesorado. Ed. Akal. España, (pp. 51-78)
· Fournier, Celinda (2000). Comunicación Verbal. Instituto Tecnológico y de Estudios Superores de Monterrey, Campus Ciudad de México. (pp. 111-119)
· García Muriel, Loreto (1996). "Fundamentos. Concepción del Hombre". La Comunicación, una experiencia de Vida. Manual de Trabajo en grupos. Ed. Plaza y Valdés. México, D.F. (pp. 7-22)
· García Muriel, Loreto (1996). "Algunos Principios". La Comunicación, una experiencia de Vida. Manual de Trabajo en grupos. Ed. Plaza y Valdés. México, D.F. (pp. 23- 36)
· González Rey, Fernando (1999). "La comunicación educativa: su importancia en el desarrollo integral de la personalidad". Comunicación, personalidad y desarrollo. Ed. Pueblo y Educación. La Habana, Cuba. (pp. 1 - 27)
· Huerta, David (1985) "La Canción del Espíritu". Revista Proceso. México, D.F. Documento de Infolatina. (pp. 1 y 2)
· Johnson & Johnson (1995). Los Nuevos Círculos de Aprendizaje. Cooperación en el Salón de Clases y en la Escuela. Association for Supervision and Curriculum Development. E.U.A. (pp. 1 -13)
· Poniatowska, Elena (1996). "La Entrevista: Una vía de acceso al mundo, su propósito: ahondar en el ser de la persona". Revista Mexicana de Comunicación. México, D.F. Documento de Infolatina. (pp. 1 - 6)


Mtra. Nachyelli Buitrón Morales
Catadrática del Departamento de Letras, ITESM Campus Estado de México, México