Diego Rivera, El Buen Gobierno

Internet...
Hacia una nueva comunicación

RAZÓN Y PALABRA, Número 3, Año 1, mayo-julio 1996


INTERNET COMO APOYO A LA INVESTIGACIÓN DE TELEVISIÓN INTERNACIONAL

Claudia Benassini Félix
Departamento de Comunicación,
Universidad Iberoamericana.

1.- Antecedentes.

Hace aproximadamente diez años escribí mi primera investigación sobre la televisión mexicana Televisa, obviamente - en Estados Unidos, específicamente los casos de Univisión y Galavisión. Parte de los resultados de la misma fue publicada en el periódico unomásuno de la Ciudad de México. Continué trabajando el tema durante algún tiempo, mismo que coincidió con la expansión del consorcio televisivo hacia Europa y el Norte de Africa. En principio, el material de que disponía eran algunos artículos de colegas interesados como yo en el tema, periódicos y materiales provenientes de revistas en su mayoría comerciales como TV World y Orbit entre otras publicaciones que privilegian la programación televisiva como temática central, que ocasionalmente se refieren a las condiciones industriales de la producción del medio y casi nunca tocan lo que tiene que ver con la recepción del mensaje televisivo. Completaban mis materiales el acceso sistemático a la programación de Cablevisión, el aprovechamiento eventual de la señal de antena parabólica cuando algún conocido me lo permitía y más adelante la suscripción a la televisión de señal restringida, conocida como Multivisión.

Cualquier investigador medianamente formado que me vaya siguiendo estará de acuerdo conmigo en que a partir de estos materiales lo único que uno puede producir son ensayos más o menos novedosos, dependiendo de la información de que se disponga y de la oportunidad para publicarlos en alguna revista, especializada o de divulgación general. El primer problema me alejó temporalmente del tema, pues de manera creciente se relacionaba con el segundo: cómo producir materiales publicables si la información de la que se disponía era cada vez más deficiente y limitada.

Actualmente he tenido oportunidad de recapacitar, debido fundamentalmente a dos razones; la primera, las nuevas modalidades mediante las cuales uno puede acceder a información sobre temáticas de comunicación internacional. La segunda, el haber encontrado nuevos apoyos teóricos que me permiten contextualizar los datos y trascender el ensayo; me refiero concretamente a las posibilidades abiertas a través del estudio del sistema mundial y la globalización de las comunicaciones. Dada la temática de este número de Razón y Palabra, hablaré del primer punto, dejando el otro para mejor ocasión.

2.- Nuevas modalidades de acceder a información.

Comencé mis primeros pasos como investigadora en la temática de la televisión internacional apoyada en una máquina mecánica, una Olivetti que todavía conservo en parte porque le tengo mucho cariño y en parte porque pienso que la necesitaré para alguna emergencia. El segundo momento, que consideré sería mi despegue como experta en el tema, coincidió con mis inicios en la computadora transcribiendo los borradores que previamente había escrito a mano, con lo que provoqué la hilaridad de más de un observador. Cuando regresé al tema desde la perspectiva del sistema mundial y la globalización de las comunicaciones, lo hice como una conocedora de las potencialidades que abre la computadora una vez que, limitando a un número creciente de colegas, me animé a utilizarla como algo más que un procesador de palabras. Sin embargo, todavía me faltaba incursionar en las posibilidades abiertas por Internet a la investigación de la comunicación internacional, particularmente la televisión.

Inicié mis pasos en Internet no con la seguridad de Carlos de la Guardia y Fernando Gutiérrez, quienes a juzgar por su artículo del número anterior (La industria televisiva desde el universo de Internet) sabían lo que podía obtenerse mediante lo que ellos denominan "el generoso intercambio de información entre todos los usuarios de la red". Más bien comencé a navegar sin rumbo y movida por la curiosidad de lo que gradualmente iba descubriendo. Aprendía a utilizar los mecanismos de búsqueda y con ello me adentré en los géneros televisivos, temática sobre la que actualmente investigo, particularmente lo que se refiere a los llamados géneros menores en contra posición a la telenovela: concurso, deporte, talk shows y espectáculos, entre otros.

Esta posibilidad me permitió tanto completar algunos huecos de mis trabajos sobre concursos y deportes, como acercarme a la discusión sobre los talk shows y sus implicaciones entre los distintos públicos. No obstante, me faltaba información sobre ciertas televisoras del mundo, su programación, ámbito de cobertura etc., a la que gradualmente me he acercado mediante TV Net, cuya dirección electrónica es:

http://tvnet.com/TVnet.html

Acceder a la información que he obtenido por esta vía ha ampliado mis perspectivas como investigadora, puesto que ahora dispongo de lo que de la Guardia y Gutiérrez consideran en su artículo como " información general sobre (algunas televisoras), sus antecedentes, historia, valores, programación, actividades culturales que realizan, servicios complementarios que prestan " etcétera. Sobra decir que esta información aumenta día tras día, visitando además la dirección electrónica de TV Internet Resource Guide, que los autores recomiendan en su ya citado artículo. Podría continuar hablando sobre mis incursiones en la red y sus implicaciones en la investigación televisiva. Por razones de espacio, abrevio mi experiencia sobre la incursión en Internet señalando que también he encontrado material importante sobre el lugar que ocupan algunos programas de la televisión mexicana en la prensa latinoamericana, así como las principales transacciones relacionadas con la televisión a través de la Prensa Latina, cuya dirección se encuentra enlazada a Razón y Palabra. A partir de esta experiencia, cotidianamente tengo contacto con información de utilidad para apoyar mis trabajos, en este caso sobre televisión internacional.

3.- Posibilidades abiertas por Internet a la Investigación televisiva.

Diego Rivera, Vendedora de Pinole La confesión narrada en los apartados anteriores es un ejemplo de cómo la computadora primero e Internet después han modificado la actividad del investigador de televisión.

Entre las posibilidades de la red en este campo cabe destacar:

a) Su constante actualización, misma que permite acceder a datos sobre la situación que atraviesan las televisoras de otros países. Sin embargo, debe tomarse en cuenta que dicha información está disponible a todo aquel que este conectado a la red, por lo que puede consultarse y citarse por un número ilimitado de interesados en el tema. A pesar de esta consideración, no por ello resultan desdeñables las opiniones que uno obtiene de quienes hacen la televisión en otros países, como productores y guionistas, así como sobre las características de las televisoras cuya programación incluye la que resulta de interés para el investigador. Dentro de la actualización, cabe añadir el hecho de que constantemente las televisoras de distintas partes del mundo están abriendo sus respectivas páginas en Internet - O Globo es una de las más recientes-, lo que permite contar con un número creciente de datos sobre el tema de nuestro interés.

b) La proliferación de las páginas en las que se debaten ciertos temas (como la violencia a través de la televisión y el interés que despiertan ciertos programas y/o temáticas abordadas por el medio, por ejemplo), abren al menos tres posibilidades: la primera, que el investigador acceda a opiniones directas sobre temas que son de su interés. La segunda - si dispone de los medios - que él mismo induzca a debate el o los temas que le interesan. La tercera, el intercambio de opiniones entre investigadores interesados en el o los temas que estamos trabajando, constituye un recurso invaluable para obtener adicionalmente información que permita contextualizar nuestros trabajos; con ello se abre la posibilidad de trascender el ensayo y acumular conocimientos sobre diversos temas. Antes de continuar, cabe señalar que la información proporcionada por los debates entre televidentes constituye en un indicador importante sobre la opinión que se tiene sobre tal o cual género televisivo. Sin embargo debe tomarse con reservas, pues de ninguna manera sustituye a los trabajos sobre recepción, mismos que suponen de manera obligatoria el levantamiento de datos entre televidentes, mediante encuestas o entrevistas abiertas.

c) Lo anterior no significa que Internet sea un sustituto de la información de primera mano que el investigador debe obtener como parte de su trabajo. Ciertamente, nada es igual a la experiencia del acceso directo a la información que uno requiere, ya sea mediante el recorrido, la observación, el cuestionarios y/o la entrevista directa. Esto no siempre es posible en el caso de la investigación sobre televisión internacional, dados los costos que ello implicaría, así como el tiempo que tomaría realizar este trabajo. Sin embargo, como se indicó en el apartado anterior, los datos que pueden obtenerse a través de Internet constituyen una fuente de información utilizable particularmente en cierto tipo de investigaciones.

d) Dado el giro que está tomando el fenómeno Internet entre los investigadores, no es aventurado afirmar que a mediano plazo asistiremos a un cambio en la forma en que está siendo coordinado por un investigador norteamericano, cuyo único contacto entre sus afiliados ha sido precisamente a través de Internet. Ello ha implicado una enorme reducción en costos, aunque en detrimento del debate interpersonal, mismo que a la fecha resulta insustituible a la vez que estimulante.

e) Y si bien asistimos a un cambio gradual en la forma en que se realiza la investigación, lo cierto es que también estamos frente a un cambio, quizá más rápido, en que se difunde la misma. ¿Qué mejor ejemplo que las revistas electrónicas como Razón y Palabra, que se han dado a la tarea de convertirse en nuevas difusoras de ideas y cuyas implicaciones todavía no hemos analizado a profundidad?

Finalmente, concluyo con un señalamiento. Yo ilustré las implicaciones en Internet en las investigaciones de la televisión internacional porque se trata del caso que conozco y al que me he enfrentado desde hace más de quince años. Sin embargo, siento que he ilustrado la experiencia de un número creciente de investigadores que realizan su trabajo sobre las temáticas más diversas. Un número que posiblemente se antoja creciente y que augura nuevas perspectivas a nuestro quehacer, parte de las cuales apenas comienzan a manifestarse. RAZÓN Y PALABRA


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