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Por Alejandro Ocampo
Número 30
Pensar el Ciberperiodismo es, por
una parte regresar a donde todo comenzó y, por otra, aprovechar
las nuevas tecnologías y adaptarlas a las necesidades actuales.
Con la aparición del Internet,
la comunicación internacional dio un vuelco de 180 grados,
al margen de los avances en términos del derecho a la información,
a la confidencialidad de las fuentes y a la cláusula de conciencia,
hoy aún marginales en algunos países, Internet ofreció
a las periodistas un espacio sin más restricciones que su
ética y su interés por informar. Cuestiones no necesariamente
posibles al depender de un tercero con intereses y enfoques cambiantes
y a un nivel muy distinto.
Un ejemplo emblemático y
por demás destacable de la libertad en la red aplicada a
la profesión periodística es el sitio web Sala de
Prensa <http://www.saladeprensa.org>
de Gerardo Albarrán, colaborador también de Razón
y Palabra. En donde el escribir con plena conciencia y libertad
son las únicas premisas para poder colaborar. Y si en Internet
el aspecto de la confiabilidad de las fuentes constituye hoy en
día un dolor de cabeza para los usuarios e investigadores
de la red, Sala de Prensa se erige como una fuente por demás
confiable, incluyente y de alcance internacional.
Baste recordar que en el estudio
actual de las ciencias de la comunicación, el periodismo
fue definitivo como iniciador.
Así pues la concepción
tradicional del periodista, cargando una radiograbadora, corriendo
tras de la noticia, cuestionando al funcionario y regresando a la
redacción para redactar su nota, a la que finalmente su editor
decidirá si se imprime o no, llegando incluso al extremo
de despedirlo por su exacerbado sentido crítico y al mismo
tiempo ser perseguido por sus ideas; hoy se ha transformado, el
periodista de hoy apunta hacia el periodista multimedia, al que,
pese a la posible censura de los medios tradicionales, encuentra
el lugar correcto en la red, teniendo inclusive esto, una repercusión
mayor en la vida pública de una sociedad que el hacerlo en
medios tradicionales.
En Iberoamérica, es la Sociedad
Iberoamericana de Periodismo en Internet quien se ha tomado la guardia
de llevar el estado de arte de los periodistas en este medio. Hay
que recordar que el porvenir de Internet es aún hoy incierto,
la cantidad de nuevas prácticas comunicativas que se han
desarrollado en la red han sido tantas como la misma imaginación
ha dado y como seguramente dará. Los Ciberperiodistas que
se encuentran ejerciendo su profesión todos los días
y los investigadores y académicos que evalúan y vislumbran
áreas de oportunidad y de cambio, como Internet, han hecho
convergencia en los cuatro congresos de la Sociedad Iberoamericana
de Periodismo en Internet. Para este número 30, recogemos
las ponencias del último congreso, celebrado en noviembre
pasado en Lima, Perú.
Asimismo, presentamos y agradecemos
a nuestros nuevos Consejeros Editoriales: Lorena Zaldívar,
académica de la Universidad Latina de América en Morielia,
Mich.; Luis Núñez, director de FELAFACS y académico
de la Universidad Iberomericana; Francisco Chávez, abanderado
de la causa Menores Extraviados <http://www.menoresextraviados.org.mx>
y que tan extraordinariamente ha utilizado Internet para ayudar
a localizar a los niños desaparecidos -por favor ayuden a
esta causa visitándola y comentándola a todos sus
amigos, familiares y conocidos-; Marisa Avogadro, desatacada colaboradora
y académica argentina; Walter Napoli, director de la versión
electrónica del diario La Nación, en Argentina, así
como a Walter Neira, secretario de FELAFACS, en Perú. A todos
ellos nuestro más sincero agradecimiento, es un honor poder
contar con ustedes.
Con este número le decimos
adiós al 2002 y saludamos con agrado el 2003, que sea un
muy buen año para todos.
Felices fiestas
Un abrazo
Alejandro
Ocampo
Director de Razón y
Palabra |