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Abril - Mayo 2003

 

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¿Cómo Enseñar Comunicación?: Una Propuesta
 

Por Nachyelli Buitrón
Número 32

Introducción
Al hablar de la vida, nos referimos no sólo a lo que ella nos aporta y que consideramos el más preciado regalo del ser humano, sino a lo que nosotros podemos hacer por ella para trascender en este mundo lleno de personas, de cosas, problemas y demás.

A lo largo de este ensayo, pretendo que el lector haga una introspección sobre mi propia concepción de la enseñanza, sobre la gran tarea a la que me he propuesto dedicar toda mi vida, pues es ahí donde creo que está uno de los grandes premios que nos otorga la vida y que demanda que nuestras relaciones con nuestros padres, con nuestros familiares, amigos y alumnos, sean lo suficientemente flexibles ante la volubilidad a la que estamos expuestos. Y es ahí, donde hago mi principal enfoque de enseñar "comunicación" y que recae primero en el conocimiento de nosotros mismos con nuestras virtudes y defectos, para que podamos estar dispuestos a conocer a los demás y a reconocer que son diferentes a uno, que piensan y actúan diferente. En esa medida, podré lograr que el curso que imparto actualmente no se quede sólo en información y en un cúmulo de conceptos que deben aprender mis alumnos, sino en la viva experiencia que cada uno haga y sepa relacionar con cada una de las cuestiones que abarca su vida en un ambiente de diálogo constante consigo mismos y dar las bases para que el diálogo sea conmigo también. Eso forma parte de mi tarea como profesora.

Desarollo
Cuando empecé a impartir clases, fue aterrador pensarme expuesta a la crítica y evaluación de mis alumnos, pues no me sentía segura de mí misma. Tal vez ahora ya he madurado este aspecto y siento que mis alumnos van a ser reflejo de lo que yo les pueda enseñar con mis actitudes y con aquellas que quiero que desarrollen no sólo para mi materia, sino para todos las materias a las que se enfrenten. Mucha de esta inseguridad recae en la poca capacitación de métodos de aprendizaje que puedo desarrollar con mis alumnos y que poco a poco con la práctica lo he hecho. Asimismo, considero que también este miedo se relacionó con lo que Elliot (1991) citado por Casarini (1999; pp. 23) establece: "… si el conocimiento generado adopta la forma de generalizaciones sobre las prácticas de los profesores, pueden reforzarse las sensaciones de amenaza… La generalización constituye la negación de la experiencia cotidiana de los prácticos" y en sí, al no conocer bien la edad y conocimiento previo al que me iba a enfrentar, fue fácil dejarme llevar por lo que todo mundo me decía sobre los adolescentes de la Preparatoria. Me decían que eran terribles, que no dejaban dar clase, que son personas muy conflictivas, etcétera, pero ahora los considero a ellos parte de mi vida y de mi motivación para vivir, pues siento que ellos me necesitan, necesitan el diálogo comunicativo que establezco con ellos, la motivación que les despierte y que sea ante todo una guía y facilitadora de su conocimiento, mas no su amenazadora maestra que a todo les dice que están mal y los castiga.

En esas mismas generalizaciones en las que caí como profesor novato, no le concedí la importancia que ahora le imprimo a que ahora la escuela no sólo funciona como el espacio donde se les transmite únicamente información, sino que es el espacio de intercambio continuo y de diálogo con las demás personas, que les ayuda a desarrollar y fortalecer sus habilidades, actitudes y valores. Es ahí donde encuentro que la enseñanza de la comunicación embona y engloba diferentes procesos sociales con los demás y por ende es trascendental para el desarrollo de los pueblos. Asimismo, no podemos negar que nuestra cultura necesita de la existencia de medios masivos de comunicación que le permitan establecer contacto con las demás culturas pero, al estar expuesta a diferentes medios de comunicación y al inminente proceso globalizador, está dejando a un lado su propia creatividad y su capacidad de tomar la iniciativa, pues ha sido más cómodo esperar el cambio a ir por él. En este aspecto, quisiera enfocar mi enseñanza de la Comunicación, en que sea una alternativa que permita a mis alumnos ser más creativos y desarrollar en ellos la capacidad de reflexión y conscientización sobre lo que son y lo que les rodea y de esa manera, poder ser libres.

No obstante, no se puede incluir todo lo que quisiera enseñar a mis alumnos en lo que nos establece el curriculum formal, entendido este como: "… el listado de contenidos, objetivos y actividades que se desarrollan en la institución escolar a un nivel determinado. Pero tomando el término en una acepción científica… se suele querer significar un marco de discusión para fundamentar y dar justificación a lo que se enseña y al cómo se hace" (Casarini: 1999; pp. 31), sino que se necesita del curriculum oculto y al que Casarini (op.cit., pp.28) establece: "su propósito (del curriculum oculto) es propagar los mitos sociales y las creencias que distinguen a una sociedad de otra y que la mantienen unida" y Guzmán (1978; pp. 128) citado por Casarini (1999; pp. 28) "enfatiza el elemento de arbitrario cultural como 'columna' del curriculum oculto" que sirve para mantener y reproducir la ideología dominante por medio del sistema de enseñanza".

Por ende, no sólo se necesita que los profesores tengan los conocimientos que les permitan impartir su cátedra, sino la sensibilidad para poder transmitir y hacer partícipes de su cultura a los alumnos. La teoría curricular tiene ese propósito principal donde se establece que: "La teoría del curriculum se ocupa de justificar la enseñanza intencional y por ello planificada de alguna manera, lo que se refiere plantearse qué contenidos se van a enseñar, por qué seleccionar esos contenidos y no otros, con qué criterios se seleccionan, al servicio de qué objetivos, con qué orden se enseña, por medio de qué actividades, de qué agentes puede uno servirse, con qué normas se regulará el proceso, y cómo se comprobará que las decisiones tomadas son adecuadas o no… La teoría del curriculum es una teoría práctica o aplicada que pretende dirigir la acción coherentemente con unos planteamientos teóricos previos" (Casarini: 1999; pp. 33)

Con ello, podemos establecer que para enseñar Comunicación Verbal, necesitamos entender que se sustenta en toda una investigación sobre el por qué, para qué y cómo enseñarlo y mucho de ello, nos lo da nuestra propia sensibilidad para entender a nuestro público principal: los jóvenes.

Pero ¿Cómo poder enseñarles o motivarlos a conocer todo lo que engloba la comunicación? Casarini (1999; pp.85) menciona que "Vigotsky tenía su concepción del aprendizaje como un proceso que siempre incluye relaciones entre individuos… de ahí la importancia de la dimensión sociohistórica… La interacción del sujeto con el mundo se establece por la mediación que realizan otros sujetos. Del mismo modo que el desarrollo no es un proceso espontáneo de maduración, el aprendizaje, no es sólo fruto de una interacción entre el individuo y el medio; la relación que se da en el aprendizaje es esencial para la definición de ese proceso, que nunca tiene lugar en el individuo aislado" , y es ahí donde no se puede pretender que nuestros alumnos sólo aprendan a través de lo que nosotros les transmitamos, sino de aquello que vivan, compartan, experimenten y sueñen con los demás seres que les rodean y eso ¿a qué le llamamos? A la comunicación. Por ende, enseñar comunicación demanda establecer un diálogo sano y fructífero entre los profesores, entre los alumnos y entre ellos, para que puedan VIVIR la comunicación. González Rey (1999; pp. 2) establece que "La base de la educación es precisamente la comunicación. A través de la comunicación se brinda la enseñanza y, a su vez, se ejerce una influencia educativa sobre el escolar en un medio participativo… La educación es un proceso orientado al desarrollo pleno de la persona, que estimula la expresión auténtica, franca e interesada del escolar dentro del cual este simultáneamente construye conocimientos y se desarrolla en planos diversos como persona".

En nuestro Modelo Educativo llamado Rediseño, se establece claramente la nueva relación que se desea establecer en beneficio de un proceso de enseñanza-aprendizaje fructífero y donde Casarini (1999; pp.86) sustenta:

El concepto de Vigotsky del proceso de enseñanza-aprendizaje incluye dos aspectos: por un lado, la idea de un proceso que no se refiere necesariamente a las situaciones en las que hay un educador físicamente presente… y la presencia del otro puede manifestarse por medio de los objetos, de la organización del ambiente, de los significados que impregnan los elementos del mundo cultural que rodea al individuo.

Este nuevo modelo nos permite crear consciencia y responsabilidad en nuestros alumnos de su propio aprendizaje y por ende, de aquellas relaciones de intercambio que establezcan entre ellos y entre el mundo circundante, aunque debemos considerar que las limitaciones tecnológicas existentes desgastan a veces esta relación. Hablamos de aquellas circunstancias en las que el alumno al querer tener acceso a la plataforma tecnológica donde se encuentra su materia, le es impedido el mismo por cuestiones de saturación en el "servidor" de la institución, hecho que a veces "rompe" con ese clima de confianza y de diálogo con el profesor, al no permitir éste impuntualidad en la entrega de tareas. Es necesario considerar este aspecto en nuestra estrategia de aprendizaje sobre la comunicación, ya que un profesor debe ser flexible ante aquellos problemas a los que se enfrentan los alumnos y no romper con ese diálogo. González Rey (1999; pp. 3) hace referencia a lo que los alumnos reciben a partir de la actitud del maestro y por ende establece que "La recepción inicial deberá transcurrir en forma de diálogo, en un ambiente emocional sano, participativo, disciplinado", y no por ello, significa que sea considerado "barco".

Si bien el maestro es quien sabe el cómo, "el alumno debe estar en condiciones de aclarar por sí mismo, los conceptos, de reconstruir su estructura y aplicarla, es decir, de poder relacionarlos con asuntos concretos y situaciones dadas, y de reconocer su estructura o producirla de nuevo" (Casarini; 1999: pp. 88). A eso le llamamos la capacidad de reflexión, la cual González Rey (1999; pp. 2) sustenta cuando escribe: "El desarrollo de la capacidad reflexiva y del intelecto del escolar están estrechamente relacionados con su implicación en la motivación del conocimiento. Ninguna información es desarrolladora si no implica de forma diferenciada al escolar en el proceso de su construcción".

Lo que deseamos enseñar y que aprendan nuestros estudiantes y nosotros mismos al hablar de comunicación, no lo podemos hacer ya desde un estilo de aprendizaje conductista donde se emita una "acción" y por ende se espere una "reacción", pues debemos considerar a nuestros alumnos como seres en continuo desarrollo, donde la motivación toma un papel muy importante y yo diría trascendental para provocar en ellos un aprendizaje significativo que se base en lo que Vigotsky establece en su teoría sociohistórica. Es así como podemos lograr lo que Gonzalez Rey (1999: pp. 6) sustenta: "La comunicación desarrolladora es precisamente aquella en que los sujetos implicados promueven motivos específicos hacia el proceso interactivo, lo que implica la capacidad de entrar en un contacto personalizado de profundo valor motivacional, y a través de esta motivación compartida, expresar los intereses personales que se integrarán en el vínculo interactivo […] los valores sociales son interrogados, cuestionados y hasta refutados por el individuo concreto, quien debe tener un espacio para ello dentro del proceso educativo, donde esta expresión debe encontrar un marco de referencia común en las relaciones con los otros y en las actividades asumidas por el sujeto. Sólo dentro de este marco será posible la construcción individual, real y auténtica de los valores sociales" (pp. 8).

Mucho hemos hablado del papel de la escuela y del maestro en la construcción del conocimiento a partir de la comunicación desarrolladora, pero ¿Dónde se encuentra la familia? Si consideramos a la familia como el centro socializador de todo ser humano, podemos entender que es ahí donde debemos considerar algunas acciones que ayuden a los padres involucrarse en esta acción desarrolladora, pues poco impacto podemos tener si sólo nos dedicamos a nuestros alumnos como seres en un espacio específico, ya que ellos interactúan también con otros espacios y donde el hogar es fundamental. González Rey (1999) lo enfatiza al decir "La comunicación con los padres, es un elemento esencial para un aprendizaje realmente interactivo y un importante factor dinamizador del desarrollo integral de los escolares. La escuela trasciende sus límites cuando es capaz de entrar en las casas con la cooperación y el compromiso de los padres" (pp. 24) y continúa… "La comunicación implica el reto de la diferenciación, de la individualización, de crear espacios diferenciados con los alumnos actuando flexiblemente en la expresión de nuestra propia representación" (pp. 26)

Por su parte, una vez que hemos creado el ambiente propicio y visualizado nuestra concepción de lo que queremos enseñar, debemos considerar el aspecto de la evaluación y este aspecto es muy delicado pues no podemos pretender lo que nos dice González Rey (1999) "… Al no estar las tareas sujetas a una evaluación inmediata, disminuirá la tensión asociada a la nota. La no utilización de notas en cada trabajo, prueba, seminario, pregunta, o ante cualquier otra forma concreta de evaluación, permitirá también una mayor reflexión en el desempeño de la tarea, así como una acertada orientación en la realización de la tarea en sí misma, más que en el resultado" (pp. 21), pues necesitamos primero crear una consciencia en ellos de su aprendizaje y de su desempeño individual y por ende, ayudarlos a madurar, para que conciban las tareas de aprendizaje como un espacio creativo de desarrollo personal y de equipo. Aquí se necesita más tiempo y la conjunción de este estilo de aprendizaje entre los demás maestros que imparten las otras materias de su programa de estudios y ahí, considero que sería más viable la propuesta de González Rey.

Propuesta (ver anexo 1)
Si deseamos enseñar una comunicación que sea desarrolladora, considero que podemos hacer lo siguiente:

  • Que la institución educativa genere en todos sus profesores, empleados y alumnos la necesidad e importancia de la comunicación como base de toda relación humana fructífera.
  • Hacer énfasis en la preparación y capacitación de los profesores para utilizar métodos de enseñanza tales como el aprendizaje basado en problemas y el aprendizaje basado en proyectos, que provoquen en el alumno la reflexión.
  • Fomentar la comunicación respetuosa y el diálogo constante entre profesor y alumno, que permita relaciones flexibles ante los problemas a los que se pueden enfrentar ambos, ya sea en el mismo salón de clase o bien afuera del mismo.
  • Hacer partícipes a los padres de los alumnos en la formación de sus hijos, pues uno de los aspectos que consideramos al identificar nuestros públicos, detectamos que en la etapa de la "adolescencia" que es entre los 15 y 17 años, los alumnos tienen una gran "sed" de independencia que los padres en su afán por respetarla, se desligan de todas aquellas actividades que involucran el apoyo de ellos en su formación integral.
  • Mayor comunicación e interdisciplinariedad entre los mismos profesores, que busquen alternativas conjuntas a problemas conjuntos, que fomenten la interacción y resolución de los problemas que aquejan a la población a la que nos enfrentamos. Sin embargo, cabe destacar que es imprescindible buscar los medios y lugares adecuados para realizar estas reuniones a fin de que no sean vistas como "simples juntas" sino como el compartir experiencias que ayuden a tomar mejores decisiones de la institución y de los maestros, para fomentar una "integración" que debe empezar por el "ser" mismo y de ahí, llevarlo al "deber ser" necesario para formar personas más íntegras.
  • Fomentar en el curriculum formal una evolución de los alumnos a partir de la práctica en instituciones gubernamentales y no gubernamentales, privadas y del sector público, para que ellos se "empapen" de aquello que están aprendiendo y que a veces lo perciben como "fuera de la realidad". Es importante fomentarles esta interacción con la realidad misma a los alumnos, no sin antes fomentarla en los profesores, que son aquellos que "transmiten" y fomentan una mayor reflexión en los estudiantes para que su conocimiento sea más amplio, duradero y aplicable a cualquier circunstancia.
  • Fomentar en los alumnos aquello que ellos mismos perciben del nuevo modelo educativo, el rediseño, y que establece el autoaprendizaje con un enfoque que más que fomentar la independencia y el egoísmo del conocimiento, fomente el trabajo colaborativo, que sólo se podrá llevar a cabo mediante el ejemplo que los interlocutores del proceso enseñanza-aprendizaje manifiesten y que impacta directamente en el curriculum real y oculto.


Conclusión
Nuevas posibilidades y alternativas se nos presentan al ser docentes y enseñar a "aprender" y a desenvolverse en diferentes espacios y medios a nuestros estudiantes, que requieren ser personas más creativas y conscientes de su entorno. Sin embargo, necesitamos de la capacitación adecuada y de una mejor intercomunicación entre los profesores para hacer un frente común que impacte en nuestro gran reto: formar mejores personas que sepan adaptarse adecuadamente a los diferentes contextos a los que se enfrentan cotidianamente.


Referencias bibliográficas :

CASARINI Ratto, Martha. (1999). Teoría y Diseño Curricular. Acercamiento al curriculum. México Trillas. (pp. 23 - 34).
CONTRERAS, José (1990). "La enseñanza como comunicación". Enseñanza, curriculum y profesorado. Madrid, Akal. (pp. 51-78).
GARCÍA Muriel, Loreto (1996). "Fundamentos. Concepción del Hombre". La Comunicación, una experiencia de Vida. Manual de Trabajo en grupos. México, Plaza y Valdés. (pp. 7-22).
GONZÁLEZ Rey, Fernando (1999). "La comunicación educativa: su importancia en el desarrollo integral de la personalidad". Comunicación, personalidad y desarrollo. La Habana, Pueblo y Educación. (pp. 1-27).


Mtra. Nachyelli Buitrón Morales
Profesora de planta del Departamento de Letras de la División de Profesional y Graduados, impartiendo la materia de Comunicación Ora del Tecnológico de Moterrey Campus Estado de México.