Por Jorge Martínez
Número 33
Me piden que resuma lo que dice
Luhmann sobre el concepto de sistema. Pero yo creo que resumir un
texto es trabajo inútil: la experiencia enseña que
la probabilidad de reducirlo, tergiversarlo y aun traicionarlo no
es un simple riesgo sino la regla, lo que siempre ocurre. ¿A
quién le importa la novela reducida a su anécdota?
En materia de ciencia, la fórmula matemática no resume
a la teoría: la significa. ¿Quién se atrevería
a resumir Una temporada en el infierno? Lo único que
soporta el resumen es lo banal. Cualquiera sea la naturaleza de
un texto, resumirlo es destruirlo, si es que valía la pena.
Dime cuánto resumen es capaz de soportar un texto y te diré
cuánto vale.
Un camino más creativo para
relacionarse con un planteamiento es intentar conversar con él.
Como creo que el pensamiento de Luhmann vale la pena lo voy a confrontar
a través del personaje don Jorgen. A ver qué pasa.
No se me oculta el peligro de la esquizofrenia: ¿podrán
platicar un alemán y un tabasqueño, como es el personaje
referido? Lógica precisa, conciencia gélida, razonamiento
libre de las impurezas del deseo definen al contrincante alemán.
Versus pensamiento hecho de metáforas vegetales, argumentación
barroca, lógica columpiada en el humor y en la voluptuosidad,
atributos del tabasqueño.
Va a comenzar el juego con el tendido
del escenario. Quien ha tenido la fortuna de pasar la vida en algún
pequeño puerto de la cuenca del Caribe, ha hecho convivir
en su persona el mundillo provinciano de su pueblo tropical con
la rutinaria contemplación de un ancho horizonte marino que
le trae de vez en cuando retazos del mundo en forma de idiomas y
mercancías, barcos y su tripulación, auténticas
piezas de aventura (también intelectual) y amor (¿estamos
seguros que nada mas entre putas y marineros?). Supongamos que Luhmann
se encuentra en un burdel del puerto imaginario de Paraíso
con un borracho culto, nacido y vivido en ese puerto. Lugareños
y visitantes lo conocen bien, es don Jorgen.
-- La teoría de sistemas
es concepto unificador de diversidades analíticas, hace confluir
los significados de distantes enfoques de análisis y ofrece
espacios de comunión a las escalas interpretantes --suelta
de entrada Niklas Luhmann cuando avanza la tercera cerveza.
-- Por cuanto al asunto teórico
ya habré de escucharte y por lo que hace al término
sistema, sospecho que hay largo camino andado desde que Sexto Empírico
lo parió sumando premisa y conclusión, pero a lo mejor
tú lo usas nomás para aludir a la combinación
de partes que forman un conjunto.
-- Le diré don Jorgen que
me siento más cerca de Empírico que de la definición
positivista, pero de ambas miradas me distancio. Cuando tengo ante
mis ojos características que si las suprimo niegan el carácter
de objeto que da identidad a un conjunto, para usar su palabrilla,
estoy frente a un sistema.
El ceño de don Jorgen se
frunció. --Eres típicamente alemán, mi buen
Niklas, siempre al borde de la tautología. De acuerdo contigo,
para localizar un sistema tengo que intentar alterarlo suprimiéndole
una tras otra sus características. Si el conjunto logra subsistir
a condición de la permanencia de todas ellas entonces encontré
un sistema. Por ahora, sólo me estás hablando de los
componentes de un sistema, no de su lógica. Todo sistema,
vienes a decirme, está formado por lo que necesita y no por
partes cualquiera, lo que sobra no lo constituye, en rigor no es
parte de él.
-- No le escatimo méritos
a su comprensión, agrego que a veces también se llama
sistema a la suma de las características pues todos coinciden
en que su sometimiento a...
-- Momento Niklas, antes de que
sigas dime cuál es tu interés por este enredo de los
sistemas.
-- Se lo voy a decir don Jorgen
--Luhmann pronunció un sonoro eructo y se empujó otro
vaso de cerveza antes de que se calentara-- Estoy harto de la sociología,
está fuera de rumbo, se ha quedado entretenida con datos
imaginarios y, respecto a la teoría, con clásicos
autocreados. Esta runfla de jijueputas, si me permite usar una expresión
muy suya, don Jorgen, ha terminado por carecer de toda idea sobre
la realidad. Mas allá de sus aulas y sus disertaciones académicas
no perciben nada, no tienen ni la más puta idea del entorno,
en cambio la teoría general de sistemas puede meter un poco
de frescura y de luz para reformular el análisis de la sociedad.
-- Empiezo a intuir adónde
quieres llegar. Te me estás poniendo temerario. Qué
tal si explicas, Niklas lo que predicas --bromeó don Jorgen--.
Por lo pronto te diré, parafraseando al cubano Retamar, que
viene a tomar trago con nosotros de vez en cuando:
¿Vivir ahora en los textos
de Luhmann?
¿Quién conoció la guerra de clases contentarse
con la palabra sistema?
-- Usted sabe que yo no discuto
contra Marx, en todo caso mi diálogo incluye a su maestro
Hegel, pero no se apresure, antes que nada evitemos imaginar cada
quien algo distinto cuando hablemos de sistema. Verá usted,
con la teoría de sistemas, en general puedo dar cuenta de
máquinas, organismos biológicos, entidades sociales
e instancias psíquicas y en lo que hace a los sistemas sociales
en particular puedo pensar y explicar qué ocurre con las
interacciones que en ellos suceden, cómo se comportan las
organizaciones que los constituyen y conocer en suma a las sociedades
mismas.
-- Según tu teoría
todo conjunto es susceptible de pensarse en términos de sistema
incluida la sociedad y sus fenómenos esenciales, ¿es
así?
-- Exacto: así es.
--Y qué agrega además
de lo que uno ya disponía con Marx, Freud y Darwin.
--Bueno permite distinguir la diferencia
y la semejanza, el concepto de sistema sirve para producir abstracciones
de hechos que comparten su naturaleza y distinguirlos de algún
otro entramado de cuestiones de carácter distinto. El mérito,
la novedad es que introduce el procedimiento analítico igual-desigual,
es decir nos recuerda que existe el afuera. Descubre que observadores
desde el exterior del sistema tienen posibilidad de intervenir y
demuestra que los sistemas, los sociales al menos, son capaces de
generar autoabstracción es decir autoreflexión.
-- Caramba Niklas, supongo que el
calor y la cerveza están influyendo en mi comprensión
porque de otra manera tendría que decirte que lo único
nuevo de tu discurso es que has armado una jerga espantosa, indescifrable.
Que yo sepa Heráclito no era del todo original cuando miraba
el que tú llamarías sistema río y más
cerca de nuestro tiempo Hegel se explaya en la demostración
y análisis de la autoconciencia humana.
-- Permítame explicar don
Jorgen. Una tradición, que a juzgar por sus comentarios usted
conoce a la perfección, cuyos orígenes se remontan
a la antigüedad y que es, claro, más vieja que el empleo
del término sistema, pensaba a la totalidad simultáneamente
como tal y como unidad. De ahí nació el concepto de
individuo que en su condición de parte debía reconocerse
(y perderse) en el todo. Había nacido la primera versión
conocida de ser social con la protesta y la revuelta en las entrañas.
La condición social era una tarea realizable por el individuo
dominante, nunca por el resto de la sociedad.
-- Más despacio Niklas, que
las preguntan saltan por el camino de la conversación. Si
este antiguo planteamiento resulta insuficiente, entonces cuál
es la circunstancia y el modo social del ser humano. ¿Hay
un solo ser social mas allá de la historia, o cada sociedad
produce su ser social particular sujeto a sus determinaciones?
-- Es insuficiente para entender
a fondo el porqué de la condición social aunque llega
a desvelar lo sustancial y universal de esa condición. Tome
en cuenta que ya quedaba claro que los hombres debían ser
capaces de reconocer la totalidad a la que pertenecían y
estar dispuestos a orientar su vida conforme al conocimiento de
ese hecho.
-- Supongo que el paso siguiente
es el que sostiene la dialéctica hegeliana.
-- Como de costumbre está
en lo cierto, don Jorgen. La visión que examina la relación
parte-todo se transforma en esquema analítico que se expresa
en el camino que va de lo particular a lo general y a la inversa.
Ahora la totalidad se encarna en la humanidad que se presenta en
los hombres, como lo general que a su vez se pensaba como lo impecable,
lo carente de riesgo, lo que no necesita de ser compensado. La humanidad,
es decir lo general, tendría que realizarse material y espiritualmente
en lo particular o sea en el hombre.
--Encuentro, tú lo sabes
Niklas, una superioridad ética en la dialéctica de
Hegel que no han podido vencer los académicos y que es para
nosotros, gente criada en países tropicales, de importancia
decisiva. Todas las sociedades somos parte de la humanidad y todo
hombre, incluidos nosotros los tropicales que estamos al margen
de Europa, tiene la posibilidad de expresar la realización
espiritual del conjunto humano.
-- Para estar en condiciones de
replicarle, don Jorgen voy a cambiar la cerveza por un whisky.
Mientras don Jorgen orinaba copiosamente
en el patio exterior del burdel, el mesero colocó una botella
del mejor escocés recién desembarcado para alimentar
el comercio de contrabando. Niklas Luhmann ya se había empinado
el primer vaso cuando volvió su sabio y borracho compañero
de juerga.
-- No importa la ética, lo
que interesa es asegurar la eficiencia del método de conocimiento
y en esa línea avanza el nuevo paradigma de la teoría
de sistemas en relación con su aplicación a la sociedad.
Deje de manotear y escúcheme don Jorgen. La diferencia tradicional
entre parte y todo ha sido sustituida por la diferencia entre sistema
y entorno lo que inmediatamente permite el surgimiento de la diferencia
entre sistemas abiertos, autoreflexivos y autorganizables y sistemas
cerrados.
--Espero que tu fiebre eficientista
no te impida reconocer, cuando hablas de autorganización,
tu deuda con Bakunin y Kropotkin, que son, en su tradición
anarquista, de los primeros en postular y demostrar para lo que
tú llamas sistema social la capacidad del organismo de pensarse
por sí mismo, y antes de que tú sueltes el terminajo,
de actuar autopoiéticamente. La mención a los anarquistas
me recuerda que aún no respondes en los términos de
tu teoría a mi reclamo por las dimensiones éticas
que sí valían y mucho para los luchadores libertarios.
-Ya es tarde, don Jorgen. Mi barco
zarpa mañana temprano a Panamá. Me llevo sus cuestionamientos
para mi próxima visita a su paraíso.
Mtro.
Jorge Martínez Ruiz
Investigador titular en el Instituto Mexicano
de Tecnología del Agua. |