Razón y Palabra Bienvenidos a Razón y Palabra.
Primera Revista Electrónica especializada en Comunicación
Sobre la Revista Contribuciones Directorio Buzón Motor de búsqueda


Agosto - Septiembre 2003

 

Número actual
 
Números anteriores
 
Editorial
 
Sitios de Interés
 
Novedades Editoriales
 
Ediciones especiales



Proyecto Internet


Carr. Lago de Guadalupe Km. 3.5,
Atizapán de Zaragoza
Estado de México.

Tels. (52)(55) 58645613
Fax. (52)(55) 58645613

Numerología en el Primero Sueño de Sor Juana
 

Por Susana Arroyo
Número 34

Tras el recuento léxico-semántico de la totalidad del poema Primero Sueño que efectué en trabajos anteriores (El Primero Sueño de Sor Juana: estudio semántico y retórico, UNAM/ITESM-CEM, 1993; Aplicación de la Lingüística Computacional al Primero Sueño de Sor Juana, ITESM-CEM, 1994), así como diversos planteamientos que he realizado en distintos foros en torno del majestuoso poema de nuestra monja virreinal, me permito presentar en este homenaje a Sor Juana, una aproximación a la numerología en el poema Primero Sueño y su relación con la totalidad del universo significativo dentro de la espléndida silva de 975 versos.

El poema Primero Sueño fue escrito por Sor Juana Inés de la Cruz, según palabras de su confesor, el Padre Calleja y de acuerdo con la primera publicación del mismo -1692, en Sevilla-, hacia la madurez y plenitud de la existencia de la jerónima. Es sabido por todos los amantes de Sor Juana que éste fue su poema preferido, el más rico y ambicioso, a él han dedicado muchas horas de estudio tanto contemporáneos de la monja como hombres y mujeres en todo el mundo a lo largo de tres y medio siglos.

De los 5,008 términos -palabras- que comprende el poema, existen 1,508 vocablos, es decir, entradas léxicas; de esta manera se puede observar la riqueza léxica del poema, además de su riqueza en todos los niveles de la lengua. Sintácticamente, en el poema se construyen imágenes mediante el empleo del hipérbaton que superan las expectativas del lector. Ésa es una de las razones por las cuales el poema es de una belleza inusitada.

Los campos semánticos
La organización de elementos que comparten algunas características o rasgos de significado común, es la base de la teoría del campo semántico. Cada uno de los campos semánticos representa una parte importante de la concepción del mundo que se "narra". Cabe resaltar que los campos semánticos que se han agrupado pertenecen a las diferentes zonas de significación que comprenden la naturaleza significativa del poema, es decir, se basan en sus significados esenciales proporcionados por los diferentes significantes que la autora ha propuesto en distintos momentos de la obra. De ahí que exista un campo de la religiosidad, otro de la mitología, otro de la naturaleza, otro de la navegación, de los animales, del arte, del orden, del movimiento, y otros más en oposición, por ejemplo de la luz y la obscuridad, o de la vida y la muerte. De los 55 campos semánticos del poema, son 34 los vocablos que se encuentran comprendidos en el llamado campo: 'dimensión'.

En el trabajo antes mencionado -sobre la semántica y la retórica del poema-, se descubre el campo semántico del 'movimiento', el cual es el más numeroso tanto por los términos que tienen que ver con el movimiento, (verbos, sustantivos o adjetivos), como por la idea de movimiento que permea el poema, ya que desde el acto mismo de soñar, de pensar, de descubrir, de conocer, etc., se encuentra implícito el rasgo mencionado.

El manejo de la numerología en la época barroca es singular. Los números y su alusión o recreación se encuentran contenidos en un lenguaje críptico, emblemático, el cual me propongo discutir en esta comunicación.

En este campo referido -el de la 'dimensión'- se puede observar la importancia de los números, los cuantificadores, los términos que aluden a un proceso que se realiza por medio de la adición de cantidades o, en otros casos, el contexto permite reconocer la existencia de una propuesta significativa en este tenor.

El campo de la 'dimensión' contiene los siguientes vocablos: aparatoso, cantidad, cinco, contar, craso, cuantidad, cuatro, dimensión, dos, madeja, medir, mensura, mil, multiplicado, multiplicar, número, numeroso, peso, poco, presupuesto, primero, proporción, proporcionado, quilo, segundo, tamaño, tanto, tres, triplicado, último, uno, varios, vasto, vez.

Algunos de los términos contenidos en el campo mencionado son, en apariencia, distantes de la dimensión, sin embargo, forman parte de este pequeño repertorio de acuerdo con los usos de la época o las condiciones en la que se manejaron, así se observa el ejemplo de 'craso' cuyo significado tiene que ver con 'grueso'; el poema señala:

faroles sacros de perenne llama,
que extingue, si no infama,
en licor claro la materia crasa
consumiendo, que el árbol de Minerva
de su fruto, de prensas agravado,

Otro ejemplo sería 'madeja' que, desde luego, tiene que ver con cantidad. En el poema se lee.

mientras nuestro Hemisferio la dorada
ilustraba del Sol madeja hermosa,
que con luz judiciosa
de orden distributivo, repartiendo
a las cosas visibles sus colores

Para evitar la redundancia y la información tal vez innecesaria en este foro, agruparé los términos en esferas semánticas, es decir, en pequeñas zonas de significación.

La distribución de los vocablos
Los vocablos que componen el campo de la 'dimensión' se encuentran distribuidos a lo largo del poema con diferentes frecuencias: 13 vocablos aparecen una vez cada uno, 8 vocablos aparecen 2 veces; 2, se encuentran 3 veces, 2, se encuentran 4 veces; 3 de ellos aparecen 5 veces; uno, 6 veces; 2, se encuentran 7 veces; 1 vocablo se encuentra 11 veces y un vocablo, 12 veces. La relación que existe entre el vocablo que se encuentra mayor cantidad de ocasiones -que es la palabra 'vez'- tienen una proporción, en relación con la que se encuentra más veces en el poema -que es la preposición 'de' con 215 frecuencias-, de .055%, es decir, aparentemente no se maneja en una alta frecuencia. Sin embargo, considerando que la palabra más empleada por Sor Juana es una palabra sinsemántica, esto es, sin contenido nocional, y siguiendo de cerca el recuento lexicométrico del poema en el cual las palabras con sentido nocional en número de frecuencias son 'bien' (14); 'mal' (13), y si agrupamos las ocurrencias de 'vez' (6) y 'veces' (6), formando así la siguiente palabra autosemántica, con sentido nocional, en el tercer lugar en importancia de acuerdo con la cantidad de apariciones en el texto, es decir, 12. La siguiente palabra de mayor frecuencia en el poema es viento (11), luego se encuentran 6 términos con 10 frecuencias; posteriormente hay 6 con 9 frecuencias, después 8 con 8 y la frecuencia 7 es representada por 10 elementos léxicos, dos tienen que ver con el campo de la dimensión, se trata de los números 'dos' y 'tres'; por lo tanto, podríamos atevernos a decir que el campo 'dimensión' es de una gran trascendencia en el texto pues en él se encuentra contenido el vocablo -insisto, de contenido nocional- cuyo número de apariciones es del 85% al de mayor incidencia y tras las frecuencias 10, 9 y 8, se encuentran dos vocablos cuya frecuencia es, en relación con la totalidad del poema, de .13, sumadas las frecuencias de los dos vocablos relacionados con la 'dimensión', existe una relación de .26, es decir, la cuarta parte de la totalidad léxica del poema se encuentra contenida en vocablos cuyo sentido nocional remite a la numerología.

Dentro del campo de la 'dimensión' se encuentran los términos 'tanto' con 11 ocurrencias, seguido de 'dos' con 7 ocurrencias y 'tres', con 7. Al efectuar un análisis semántico, Greimas (Semántica estructural, 1966) propone dos procedimientos: el de eliminación y el de extracción. Para presentar este trabajo he elegido el segundo procedimiento, es decir, el de extracción, por así requerirlo la interpretación que me propongo. Ya anteriormente (op. cit.) he desarrollado el método de eliminación en la presentación de la totalidad de los campos semánticos del poema de manera enumerativa, trabajo que funciona a guisa de índex de esta comunicación; se mostró la agrupación excluida por no pertenecer semánticamente a ningún campo significativo del Primero Sueño.

He llevado a cabo la labor de exclusión, de acuerdo con la teoría planteada por A. J. Greimas (ibíd.), en relación con la presentación de familias y esferas semánticas dentro del campo en estudio. Esta consideración se debe a la necesidad de plantear una hipótesis que permita esclarecer el dominio propuesto, que es la numerología. Para ello, he resuelto considerar los semas específicos dentro de una isotopía connotada. Esto es que de acuerdo con los rasgos pertinentes de cada uno de los elementos en estudio, es decir, los vocablos 'dos' y 'tres', cuyas principales cualidades están relacionadas con la numerología, me propongo plantear una propuesta de sentido axiológico basada en la importancia de estos términos.

Aparición e importancia de los números en el poema Primero Sueño

'Dos', ocurre hacia la primera parte del poema. Si dividimos el compendio artístico de la obra en nueve partes, de manera azarosa, nos encontraremos con la aparición del término en el verso 92:

en los lechos lamosos
de sus obscuros senos cavernosos,
mudos eran dos veces;

hacia la tercera parte, se da la siguiente aparición del término 'dos' en el verso 337:

más que nunca el impulso, ya batiendo
las dos plumadas velas, ya peinando
con las garras el aire, ha pretendido

después, en esa misma tercera parte, en el verso 340:

Las Pirámides dos -ostentaciones
de Menfis vano y de la Arquitectura
último esmero, si ya no pendones

una incidencia más ocurre hacia la carta parte, en el verso 413:

éstos, pues, Montes dos artificiales
(bien maravillas, bien milagros sean),
y aun aquella blasfema altiva Torre

posteriormente, al final de la quinta parte, en el verso 583:

que vienen a ceñirse
en las que artificiosas
dos veces cinco son Categorías:

y, finalmente, hacia la mitad de la séptima parte, en el verso 755:

de industria femenil que el más activo
veneno, hace dos veces ser nocivo
en el velo aparente
de la que finge tez resplandeciente.

Por otra parte, el término 'tres' surge de la siguiente manera:
En la primera parte del poema, en los versos 14 y 15 aparecen las dos primeras incidencias del término:

del orbe de la Diosa
que tres veces hermosa
con tres hermosos rostros ser ostenta

Después, hacia el verso 47, esto es en la segunda mitad de la primera parte, leemos:

aves sin pluma aladas:
aquellas tres oficïosas, digo,
atrevidas Hermanas,

Tras esas tres incidencias en la primera parte, se encuentra, a finales de la primera mitad, en el verso 183:

desde la de a quien tres forman coronas
soberana tiara,
hasta la que pajiza vive choza;

La siguiente ocasión en la cual se encuentra el numeral es después de la tercera parte, en el verso 330:

A la región primera de su altura,
(ínfima parte, digo, dividiendo
en tres su continuado cuerpo horrendo),

Posteriormente, hacia la sexta parte del poema, en el verso 657, y luego en el verso 668, leemos:

de tres acordes líneas ordenado
y de las formas todas inferiores
compendio misterioso:

mas de las interiores
que tres rectrices son, ennoblecida,
--que para ser señora
de las demás, no en vano
la adornó Sabia Poderosa Mano--:

Es en esta última parte en la que aparece una gran concentración de elementos que forman el campo 'dimensión' con la incidencia de términos como: compendio, círculo y cinco.
De esta manera, observamos que la mayor incidencia de los elementos más representativos, por su frecuencia en el poema, se da en la primera y también en la tercera parte. El incio del poema, por lo tanto, contiene la mayor fuerza de la dimensión en relación con los números 'dos' y 'tres'. Simbólicamente, (Diccionario de Símbolos, Jean Chevalier y Alain Gheerbrant, 1969), el número dos es un símbolo de oposición, de conflicto, de reflexión. Es la primera y más radical de las divisiones: el creador y la criatura, lo blanco y lo negro, el día y la noche, lo masculino y lo femenino. Designa, además, el principio femenino; el número dos simboliza el dualismo, es aquél donde reposa toda dialéctica, todo esfuerzo, todo combate, todo movimiento. Para los chinos, el yin y el yang. Aritméticamente, es el número de la diferenciación relativa, de la reciprocidad antagonista. Es el origen de todo pensamiento.

En relación con el número 3 empezaremos señalando que en la manera como da inicio el poema: Piramidal, funesta…, se observa que la erección de las pirámides en una convergencia ascencional une el reencuentro de dos mundos: un mundo mágico ligado a los ritos funerarios para retener indefinidamente la vida o el pasaje a una vida supratemporal, y un mundo racional que evoca la geometría y los modos de construcción. Se atribuye a Hermes Trismegisto la idea del símbolo de la pirámide como el verbo demiúrgico que, emergido del Padre (aunque sin haberlo éste engendrado) y gobernando toda cosa creada, es totalmente perfecto y fecundo. El nombre de Hermes Trismegisto tiene que ver con el número tres, Hermes, es considerado el padre de la alquimia, de él se ha tomado el nombre de hermetismo. Trismegisto significa tres veces grande, porque fue el gran filósofo, gran sacerdote y gran rey, dicen los historiadores y los mitólogos, poseía las tres partes de la sabiduría o filosofía del mundo universal. Para Chevalier, el número tres, expresa un orden intelectual y espiritual, en Dios, dentro del cosmos o dentro del hombre. Resulta de la unión del uno y el dos, es producto de la Unión del Cielo y de la Tierra. El hombre, hijo del cielo y de la tierra completa la gran triada. Dios es uno en tres personas. La cantidad de las interpretaciones en relación con el término 'tres' rebasaría cualquier posibilidad de análisis en un espacio tan breve como éste. Los estudios emblemáticos, simbólicos y crípticos sobre este numeral, serían de gran auxilio para demostrar la preponderancia del 'tres' sobre casi cualquier término empleado por Sor Juana no sólo en el PS sino en cualquiera de sus obras y en la mayor parte de la literatura tanto occidental como oriental. Su significado ha sido estudiado por filósofos, literatos, psicólogos y hermeneutas en general mostrando singularidades en relación con diversos ámbitos del saber humano.

En el PS, Sor Juana emplea, como ya mencionamos, una variedad de términos contenidos en el campo de la 'dimensión'. De entre ellos sobresalen los cuantificadores 'dos' y 'tres'. Ambos elementos léxicos empleados por la autora inciden de manera predominante en una relación metatextual que forma parte tanto de la literatura novohispana por la herencia latina como en la literatura universal.

De esta manera, podemos comprender una faceta más de la imaginería de una numérica monja virreinal.


Notas:

1 Comunicación presentada en el Congreso Internacional "Aproximaciones a Sor Juana a 350 años de su nacimiento". Cátedra Extraordinaria. Universidad Claustro de Sor Juana. 12 al 16 de noviembre de 2001.


Referencias:

Arroyo, Susana. (1993). El Primero Sueño de Sor Juana: estudio semántico y retórico. México: UNAM-ITESM, CEM.
Arroyo, Susana. (1994). Aplicación de la Lingüística Computacional al Primero Sueño de Sor Juana. México: ITESM-CEM.
Greimas, A. J. (1966) Semántica estructural. Madrid:Gredos.
Dictionnaire des symboles. (1966). Chevalier, Jean y Alan Gheerbrant. Paris:Robert Laffont/Jupiter.
Diccionario Mito-Hermético. (1993). Pernety, Dom Antoine-Joseph. Barcelona:Índigo.


Dra. Susana Arroyo-Furphy
Departamento de Letras,Tecnológico de Monterrey,Campus Estado de México, México.