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Octubre - Noviembre 2003

 

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El Lado Obscuro del Sol
 

Por Juan Carlos Bonilla
Número 35

La locura es un espacio real de libre expresión, de sentimientos válidos en todos lados, es una enfermedad que cura el alma y libera nuestro propio ser, la locura es el don de soltar las riendas de la imaginación y aventar al aire la creatividad. La locura es un mundo separado de todos los demás, el loco es una persona que juega a ser Dios, crea animales, plantas, reglas (las rompe), personas y objetos producto de su imaginación, ¿qué acaso no fue un loco el que escribió la canción de imagine? Un loco podría escribir un libro y toda una historia alrededor de su propio mundo, un loco no miente, ya que no siente esa necesidad de engañarse a sí mismo.

Si recordamos la película "El silencio de los inocentes", veremos que la locura no siempre está llena de conejos rosas flotando en un mar de azúcar y que los locos no son tan fantásticos. Existen locos con mentes sádicas y maliciosas capaces de crear las peores torturas, los mundos más infames y no sentir ningún remordimiento. Un loco maligno puede crear un mundo repleto de seres patológicos, egoístas y hostiles, ya que el loco sabe que van a vivir en completa desigualdad y conflicto, por que al loco le gusta ver como sus creaciones se destruyen entre ellos, se violan, roban, insultan, declaran guerras, maldicen, escupen, blasfeman e inventan armas que solamente un loco podría imaginar, es mas, sólo un psicópata inventaría la propiedad privada, el dinero y el capitalismo, un mundo de locos creado por un loco.

A ver si me explico a qué quiero llegar, vivimos en un mundo donde los secuestros están a la orden del día, donde las bombas atómicas no son imaginarias, son reales, recordemos la cruz gamada, el racismo, fascismo, la guerra fría, la inquisición, dos guerras mundiales, etc. En nuestro mundo violan mujeres y prostituyen niños, venden personas como esclavos, matan por unos cuantos pesos, mandan niños a la guerra, mueren otros de hambre, la ecología es un valor en peligro de extinción, los siete pecados capitales se quedan cortos, se inventa el terrorismo y hay más odio flotando en el aire que buenas intenciones.

¿A poco no Dios es uno de los locos más sádicos? Solamente una mente tan enferma podría crear un mundo como este y a seres como el hombre, claro pues si estamos hechos a imagen y semejanza de Dios. El hombre ya empieza a dudar de su supuesto creador, ¿o será que el hombre inventó a Dios? Habría que legalizar la eutanasia para personas como Dios y después limpiar las huellas que dejaron sus pies llenos de lodo.

El error está en sobrevalorar los buenos sentimientos y afirmar que sólo lo bueno es bueno, hay que aceptar que todo en esta vida lleva una carga positiva y una negativa y no hay que aferrarnos a que tenemos que ser buenos por completo, hay que aprender del equilibrio del "ying y el yang", hay que aceptar que somos malos y locos, hay que valorar el egoísmo, hay que pensar que hasta el sol tiene un lado obscuro.


Juan Carlos Bonilla
Estudiante de Ciencias de la Comunicación en el Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México, México.