|
Por Juan Carlos Bonilla
Número 35
La
locura es un espacio real de libre expresión, de sentimientos
válidos en todos lados, es una enfermedad que cura el alma
y libera nuestro propio ser, la locura es el don de soltar las riendas
de la imaginación y aventar al aire la creatividad. La locura
es un mundo separado de todos los demás, el loco es una persona
que juega a ser Dios, crea animales, plantas, reglas (las rompe),
personas y objetos producto de su imaginación, ¿qué
acaso no fue un loco el que escribió la canción de
imagine? Un loco podría escribir un libro y toda una historia
alrededor de su propio mundo, un loco no miente, ya que no siente
esa necesidad de engañarse a sí mismo.
Si
recordamos la película "El silencio de los inocentes",
veremos que la locura no siempre está llena de conejos rosas
flotando en un mar de azúcar y que los locos no son tan fantásticos.
Existen locos con mentes sádicas y maliciosas capaces de
crear las peores torturas, los mundos más infames y no sentir
ningún remordimiento. Un loco maligno puede crear un mundo
repleto de seres patológicos, egoístas y hostiles,
ya que el loco sabe que van a vivir en completa desigualdad y conflicto,
por que al loco le gusta ver como sus creaciones se destruyen entre
ellos, se violan, roban, insultan, declaran guerras, maldicen, escupen,
blasfeman e inventan armas que solamente un loco podría imaginar,
es mas, sólo un psicópata inventaría la propiedad
privada, el dinero y el capitalismo, un mundo de locos creado por
un loco.
A
ver si me explico a qué quiero llegar, vivimos en un mundo
donde los secuestros están a la orden del día, donde
las bombas atómicas no son imaginarias, son reales, recordemos
la cruz gamada, el racismo, fascismo, la guerra fría, la
inquisición, dos guerras mundiales, etc. En nuestro mundo
violan mujeres y prostituyen niños, venden personas como
esclavos, matan por unos cuantos pesos, mandan niños a la
guerra, mueren otros de hambre, la ecología es un valor en
peligro de extinción, los siete pecados capitales se quedan
cortos, se inventa el terrorismo y hay más odio flotando
en el aire que buenas intenciones.
¿A
poco no Dios es uno de los locos más sádicos? Solamente
una mente tan enferma podría crear un mundo como este y a
seres como el hombre, claro pues si estamos hechos a imagen y semejanza
de Dios. El hombre ya empieza a dudar de su supuesto creador, ¿o
será que el hombre inventó a Dios? Habría que
legalizar la eutanasia para personas como Dios y después
limpiar las huellas que dejaron sus pies llenos de lodo.
El
error está en sobrevalorar los buenos sentimientos y afirmar
que sólo lo bueno es bueno, hay que aceptar que todo en esta
vida lleva una carga positiva y una negativa y no hay que aferrarnos
a que tenemos que ser buenos por completo, hay que aprender del
equilibrio del "ying y el yang", hay que aceptar que somos
malos y locos, hay que valorar el egoísmo, hay que pensar
que hasta el sol tiene un lado obscuro.
Juan
Carlos Bonilla
Estudiante de Ciencias de la
Comunicación en el Tecnológico
de Monterrey, Campus Estado de México, México. |