Por Marta de Arévalo
Número 35
BRINDIS
Hoy que estás
lejos en el tiempo
y en la vida - en la muerte y la alegría -hoy
que ya todos los secretos fueron dichos
y abiertos los sellos de la angustia
y la esperanza rota la
fuente del deseo
y derramado
el cristal
azul
de
l
a
s
h
o
r
a
s
aquellas
del amor y de las ansias,
hoy brindo por ti. Ya sin amargura.
PORQUÉ
...porque la vida a veces, nos trunca
los caminos... y andando en sendas de miel, nos trastorna el derrotero.
O quizás... no sabemos cuando
ni por qué...hay golpes (lo dijo Vallejo) donde se junta
el odio de otros ojos - ajenos que la envidia enciende - o tal vez
somos nosotros ... que no sabemos colocar la frente hacia la dicha.
Pero hay veces...golpes filosos,
centellantes, que nos hunden, nos desmayan y nos vencen.
Y ya jamás el hombre, la
mujer, nosotros, volvemos a habitar en la inocencia y la alegría.
Y así venimos caminando insomnes. Con amargo sabor de cosa
ida. Con sabor y gusto de lágrima candente o sequedad de
siglos en salitral de fuego que consume y muerde.
Y así se escribe como se
llora o se maldice. Así se escribe: "sueños"
como si se pudiera volver a soñar. Así el dolor, que
nos entró en lo hondo del hueso sin remedio, quiere escaparse
- ingenuo - hacia la comprensión del otro.
Y así venimos...andando.
En sueños y entre penas.
Marta de Arévalo
Poeta uruguaya |