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Por Javier Esteinou
Número 36
I.-
Presentación
La
rápida e intensiva evolución que ha experimentado
Internet en las sociedades contemporáneas del último
cuarto del siglo XX y de principios del XXI, ha producido abundantes
reflexiones sobre el carácter cuantitativo, las aplicaciones
comerciales, los aprovechamientos tecnológicos, los estudios
de caso, las condiciones de mejor adaptabilidad en las comunidades,
la convergencia tecnológica, sus consecuencias en la productividad,
las alianzas empresariales, etc. de Internet y sus fenómenos
interactivos derivados; pero no se han producido análisis
sobre el impacto que ha ocasionado sobre transformación del
espacio público y la estructura del Estado. De aquí,
la importancia de realizar algunas consideraciones conceptuales
preliminares sobre como Internet ha modificado los espacios de acción
social y la estructura del Estado tradicional dando origen a una
nueva zona de acción pública y a nueva faceta del
Estado Ampliado moderno transformando las formas de ejercer el poder
económico, político y cultural en las sociedades contemporáneas.
Con ello, descubriremos nuevas realidades que ha generado Internet
en las actuales sociedades y enfrentaremos la necesidad de construir
nuevas categorías teorías analíticas para entender
dicho ciberfenómeno.
II.-La
Sociedad de la Información
La
incorporación de nuevas tecnologías de información
a nuestras vidas cotidianas (computadoras, banco de datos, videotextos,
lenguajes digitales, satélites, telecomunicaciones, fibras
ópticas, Internet, antenas parabólicas, cibermemoria,
convergencia tecnológica, telemática, telefonía
inalámbrica, etc.), no es una simple modernización
más de los productos electrónicos que circulan en
el mercado. Este fenómeno contiene los gérmenes de
la radical transformación global del último tercio
del siglo XX, que repercute profundamente en la estructura de las
raíces económicas, políticas, sociales y culturales
de las sociedades que se han conformado como naciones a lo largo
de muchas décadas.
Aunque
su existencia en el mundo contemporáneo ha dado pie a un
fenómeno histórico nuevo denominado de varias maneras
como son sociedad de la información, fase electrónica
o aldea global, era electrónica, desarrollo postindustrial,
sociedad del ocio, mundo postimperialista, comunidad de servicios,
etapa espacial, etc.; lo que en realidad está emergiendo
es un cambio tecnológico mayúsculo que señala
una nueva etapa de la historia de desarrollo de los hombres.
Con
el surgimiento de estas tecnologías de información,
la Tercera Revolución Industrial impacta en la historia de
las sociedades modernas. Si la Primera Revolución Industrial
introdujo en la segunda mitad del siglo XVIII al carbón que
dio origen a la máquina de vapor como fuerza motriz del proceso
productivo de la nación, y la Segunda Revolución Industrial
incorporó en el último cuarto del siglo XIX al petróleo
y la electricidad para introducir al motor eléctrico y de
explosión al sistema económico; la Tercera
Revolución Industrial añade entre las décadas
de 1970 y 1990 la electrónica, la inteligencia artificial
y la convergencia tecnológica para incorporar las máquinas
electrónicas y todos sus derivados en los ámbitos
nacionales.
Así,
surge una nueva fase de crecimiento caracterizada, por una lado,
por el agotamiento del viejo modelo clásico de industrialización
que maduró luego de la Segunda Guerra Mundial, y por el otro,
por la emergencia de un nuevo "modelo biológico de economía"
impulsado por la informática, la robótica, la biogenética
1 la microelectrónica,
la fisión nuclear, las telecomunicaciones y la conquista
espacial 2. Enfrentamos, pues,
el paso de una economía de energía a una de información
que a su vez ha transformado radicalmente a la humanidad: La
Sociedad de la Información 3.
Este
cambio tecnológico e industrial se caracteriza por ser un
modelo de producción que, en lugar de exigir el consumo de
grandes volúmenes de energéticos, finca su éxito
en la generación, difusión y consumo de grandes inputs
de información. Su característica central es que su
estructura descansa en el procesamiento de la información
y no en la producción industrial. Es decir, "en la era
industrial, el hombre podía usar su poder de procesamiento
de información para diseñar máquinas que aumentaran
enormemente su capacidad física. Esto es, el hombre suministraba
la información necesaria para construir y controlar a las
tecnologías que acrecentaran en gran parte su capacidad productiva
y sustituyeron a la vez a la energía física humana".
"En
la era de la información, a la que estamos entrando, las
nuevas máquinas son las que procesan la información,
no ya para aumentar la energía física humana, sino
para incrementar el procesamiento de la información humana.
Esta diferencia es muy significativa porque revoluciona todos los
antecedentes productivos, pues la energía utilizada se canaliza
para manipular símbolos en lugar de objetos físicos
y el consumo de energía y materiales puede reducirse arbitrariamente
utilizando representaciones físicas de símbolos cada
vez más pequeños en las máquinas de información".
Esto
significa, que "en la era de la información, es teóricamente
posible tener un crecimiento económico ilimitado, aun cuando
lleguemos a un estado constante de crecimiento-cero, en lo que se
refiere a la energía y a las materias primas"4.
En
este sentido, es importante destacar que el input que alimenta la
fuerte dinámica de desarrollo de éste nuevo modelo
de economía no se sustenta en las fuentes de energía
tradicionales (electricidad, petróleo, vapor, carbón,
minerales, etc.), sino en la información. Esto explica que
"el tipo de empresas que surgen en el sector terciario (pero
también en el cuaternario y quinario) experimentan una mutación,
pues se convierten en sede de actividades industriales basadas,
prioritariamente, en el conocimiento científico y en el manejo
de datos. En ellas, lo fundamentalmente decisivo es el carácter
central del conocimiento teórico, pues éste último
es el principio o la institución axial de la sociedad postindustrial.
Es decir, el cuerpo económico produce una multitud de empresas,
grandes y pequeñas, en las que el insumo por excelencia es
de carácter científico" 5.
Esta
nueva economía revoluciona aceleradamente el desarrollo de
las fuerzas productivas hacia la fase de la cibernetización.
Ello, provoca el desplazamiento del antiguo modelo industrial (que
emplea al músculo humano y al motor mecánico, como
fuerza motriz del sistema productivo) por un sistema de fabricación
nuevo, donde la mano de obra se traslada al sector de los servicios
y la automatización y la cibernética reemplazan al
personal que maneja las máquinas.
Emerge,
así, la reestructuración inaplazable de los modelos
económicos occidentales, donde el impulso dinamizador de
la economía no proviene ya de los fatigados sectores primarios
(agricultura y sectores extractivos) y secundarios (industria de
transformación) de la economía, sino del versátil
sector terciario (los servicios). Dicho sector, se "convierte
en la base material de la revolución tecnológica que
tiene como sustrato fundamental la tendencia a la simplificación
de procesos complejos de automatización industrial y de manejo
de información. Todo esto, con el fin de reducir los costos
de operación de las empresas, a través del incremento
de la productividad del trabajo comandado por el capital" 6.
Es
por ello, que las actividades de la "Industria de la Información"
constituyen cada vez más una parte sustancial y creciente
en la elaboración del Producto Interno Bruto (PIB) de las
naciones altamente desarrolladas 7.
Por esta razón, se observa que la industria de la electrónica
es el puntal en torno al cual se reestructurar la capacidad de inversión
y de producción de la economía internacional, 8
e incluso siguiendo la tendencia de pensamiento prospectivo del
monopolio transnacional International Telephone and Telegraph (ITT),
podemos decir que "en el siglo XXI, la creación del
producto nacional bruto de un país dependerá en gran
medida de su capacidad de producir y comunicar informaciones 9.
De
hecho, observamos que "los adelantos más recientes en
la microelectrónica han conducido a una convergencia tecnológica
creciente entre la información, la comunicación y
el control. Esto, a su vez, ha abierto nuevas posibilidades para
que las empresas transnacionales instalen redes cautivas de información
en todo el mundo, con las cuales se unen las instalaciones fabriles
de diferentes lugares como si fuesen meras divisiones de una misma
fábrica".
"Debido
a estos adelantos tecnológicos, ha sido posible sincronizar
en escala mundial la producción descentralizada, con un control
estrictamente centralizado de las decisiones estratégicas,
como son la administración global del efectivo, la coordinación
logística, el control oportuno de la información y
de los servicios complementarios de apoyo, particularmente, en el
manejo de existencia y de la comercialización de bienes.
Al mismo tiempo, esas redes de información abren nuevas posibilidades
para que la dirección central presione a las filiales y a
los países receptores, si es necesario, y aún los
fuerce a una despiadada competencia mutua. Por ejemplo, se pueden
transmitir por radio o por satélite, a miles de kilómetros
y en pocos segundos resultados de las operaciones, informaciones
de retroalimentación y cifras de control de cualquier empresa
afiliada, para que aparezcan en gráficas y cuadros en las
oficinas centrales o en las filiales competidoras" 10.
Por
este motivo, la creación, manejo, transmisión y difusión
de información, en sus múltiples formas, se ha constituido
en uno de los sectores más dinámicos de la economía
transnacional; y el incremento del porcentaje de la población
económicamente activa dedicada a dicha industria se ha convertido
en la nueva tendencia que marca las pautas del empleo en el primer
mundo.
Esto
explica, por una parte, la brusca caída de los precios del
petróleo, los metales y casi todos los energéticos
11 y, por otra, la demanda marcadamente
ascendente de tecnología y bienes informáticos. Dicha
realidad, hoy nos obliga a reflexionar seriamente sobre esta reciente
alteración histórica, pues si la primera y la segunda
transformaciones tecnológicas ocasionaron sustanciales trastornos
estructurales en el modelo de desarrollo seguido por el país
en tales periodos y que 140 años después no han sido
superados; ahora, de igual forma, se puede pensar que el nuevo cambio
industrial repercute bruscamente sobre los sectores humanos que
componen nuestra sociedad. Esto es, generada primero en los centros
capitalistas de los Estados Unidos de América (EUA), Japón,
Alemania Federal y la Gran Bretaña, y posteriormente exportada
a la periferia dependiente, el nuevo cambio industrial produce alteraciones
económicas, políticas e ideológicas profundas
que exigen un dramático reordenamiento del mundo.
III.-
La expansión del poder
La
emergencia de los medios de comunicación y de las nuevas
tecnologías de información en las sociedades modernas,
no sólo representa la maduración del modelo de Sociedad
de la Información y la radical transformación de las
superestructuras culturales de las comunidades; sino que básicamente,
el fenómeno más relevante que produce, es la expansión
intensiva de la dimensión ideológica de la sociedad.
Esto es, en términos generales, puede pensarse que con la
presencia de los medios de comunicación la sociedad en su
conjunto sufre una gran dilatación cultural, desde el momento
en que las instituciones, los grupos o los individuos pueden extender
la realización de sus tareas o funciones específicas
a través de las tecnologías de información
y comunicación 12.
Con
ello, el espacio publico comprendido como el territorio libre, abierto
y autónomo donde participan los individuos, los grupos y
las instituciones según sus intereses y necesidades, se transforma
con la existencia de los medios de información dando origen
a nuevos espacios públicos, según sean las características
y el impacto social que produce cada nueva tecnología de
comunicación que emerge. Si no es abierto a la acción
de todos los sectores, no se convierte en espacio público,
sino que se mantiene como privado. Así, con la introducción
de las innovaciones tecnológico comunicativas, aparecen nuevos
espacios públicos dedicados a la economía, la política,
la gobernabilidad, los servicios, la educación, la salud,
el comercio, la cultura, el entretenimiento, los deportes, la religión,
el amor, etc. La sociedad entra entonces en la fase de producir
nuevos procesos culturales de consecuencias sociales amplificadas
e insospechadas.
Es
por ello, que con la presencia de los medios de comunicación
lo que se transforma, a corto plazo, es el esqueleto ideológico
de la sociedad en su conjunto y a largo plazo, el del Estado. De
esta manera, con la acción de las tecnologías de información
el Estado experimenta una gran transformación al interior
de su estructura, económica, política, social, cultural,
pues las tareas de construcción, dirección y cohesión
ideológica que realiza, entran en una nueva fase de extensión
geométrica que da origen a una nueva faceta del poder: el
moderno Estado Ampliado 13.
De
esta forma, el Estado entendido como el conjunto de recursos administrativos,
jurídicos, ideológicos, educativos, etc. que se destinan
para gobernar y dirigir ala sociedad y para conservar y reproducir
el poder, se transforman con el surgimiento y la acción de
cada nueva tecnología de información que impacta sobre
la sociedad. Históricamente esta dilatación del Estado
no se inicia con la presencia de las tecnologías de información,
sino con la aparición de expansión material de la
infraestructura propia de las primeras instituciones ideológicas
como son la familia, la iglesia, las organizaciones culturales,
la escuela, etc., que posibilitan las primeras ampliaciones culturales
del gobierno. Sin embargo, especialmente, durante el siglo XX, con
el desarrollo de estas nuevas herramientas intelectuales productoras
de conciencia, los aparatos de hegemonía tradicionales sufren
un desplazamiento sustancial del lugar central que ocupan, para
dar paso al surgimiento de una nueva ampliación del bloque
en el poder, vía las modernas tecnologías de comunicación
14.
Por este motivo, el nacimiento de esta nueva zona del Estado Ampliado
se encuentra en íntima correspondencia con la evolución
y organización que adopta cada nuevo sistema y proceso de
comunicación que aparece: a mayor producción de máquinas
culturales, mayor expansión del Estado Ampliado; y a menor
desarrollo de las tecnologías de comunicación, menor
ampliación del Estado extenso. Así, observamos que
la emergencia y desarrollo de todo medio de difusión o tecnología
de información, a mediano y largo plazo, provoca una nueva
transformación o desdoblamiento del Estado Ampliado y de
la sociedad; y adquiere las características que le son propia
se cada uno de éstos apoyos técnicos. En efecto, analizando
a groso modo, la expansión de los medios electrónicos,
encontramos cuatro grandes rasgos de evolución histórica
que ha presentado el espacio público y el Estado Ampliado,
según ha sido el grado de perfeccionamiento material e institucional
que ha alcanzado cada una de éstas infraestructuras tecnológicas
y las repercusiones sociales que han ocasionado.
Así,
con el germinar de la primera generación
de aparatos de comunicación entre 1907 y 1930 (radio de amplitud
modulada, reducida cobertura radiofónica, bajo consumo radioeléctrico,
etc.), aparece una primera cara embrionaria del Estado Ampliado
que se caracteriza por el refuerzo aislado y burocrático
de las principales instituciones privadas y gubernamentales a través
de éstos. En éste período, los medios son empleados
como meros portavoces de las tareas que ejerce cada aparato estatal
de regulación social, sin cristalizar el la elaboración
de proyectos de cohesión nacional, sino simplemente de unión
y extensión ministerial.
Con
la presencia de la segunda generación de
medios de comunicación electrónicos entre 1940 y 1950
(Televisión color, aparatos portátiles, radio en frecuencia
modulada, mayor cobertura radiodifusora, aumento del tiempo de exposición
a los medios, cambios en los contenidos de programación,
etc.), surge un segundo rostro del Estado Ampliado que se distingue
por producir programas de integración y conducción
nacional a través de estos. Con ello, se amplía la
base social de los regímenes democráticos o de otro
corte, al proveer de mayor difusión de información
a todos los sectores sociales, lo que se traduce en una mayor participación
social. En esta etapa las tecnologías de información
entran en estrecha coordinación con las industrias nacionales,
a fin de consolidar sus proyectos de concentración y acumulación
económica. Así, se elabora una nueva identidad del
Estado basada en los proyectos de homogeneización y masificación
cultural de la población.
Con
el nacimiento de la tercera generación de
medios de comunicación de 1950 a 1990 (cablevisión,
satélites, videodisco, teletexto, computadoras, sistemas
de video con enorme cobertura y gran rating de audiencia, rápido
flujo de programación, gran versatilidad de ubicación,
etc.), aparece una nueva faceta del Estado Ampliado nacional que
entra en oposición con el Estado Ampliado transnacional.
Se da así una cara híbrida del Estado provocado por
la lucha y yuxtaposición cultural que libra el proyecto multinacional
y el proyecto nacional, a través de los medios de comunicación.
En
éste sentido, hasta la tercera generación de medios
de información el modelo de comunicación que se construye
con la sociedad se basa en el clásico proceso compuesto por
el emisor-mensaje-receptor y produce una relación masiva,
vertical, monopólica, fuertemente cerrado, muy concentrado
y altamente costoso.
Finalmente,
con la cuarta generación de tecnologías
de información de 1990 al siglo XXI, particularmente con
el surgimiento de Internet y su fenómenos interactivos derivados,
gradualmente transforma la estructura cultural y comunicativa anterior
de la sociedad dando origen a un nuevo modelo de comunicación
virtual que produce nuevas facetas del Estado Ampliado: El ciberespacio.
IV.-
Nuevas Tareas Orgánicas del Estado Ampliado
La
especificidad de este flamante Estado Ampliado que surge con la
presencia y expansión de las tecnologías de información,
se caracteriza porque, a través del nuevo tejido tecnológico
que construyen los medios de comunicación en la superestructura
social, especialmente cultural, estos alcanzan una nueva inserción
orgánica con la sociedad más profunda que la que obtiene
la iglesia, la escuela, los partidos políticos, etc. como
aparatos de hegemonía. Con estas nuevas herramientas culturales
el Estado riega, abona y cultiva permanentemente el tejido social
con las ideologías coyunturales que cotidianamente produce
desde su base material. Con ello, en algunos casos fortalece y vitamina
las células económicas y políticas que le dan
vida; y en otros, "cura" o "restituye" aquellos
órganos que entran en fase de "descomposición
social".
Esta
nueva articulación estructural se efectúa de manera
más integrada con los aparatos de comunicación que
con las tradicionales instituciones de hegemonía, debido
a las nuevas capacidades orgánicas que estos conquistan para
cohesionar a la población, y que son su alto grado de penetración
ideológica, su gran versatilidad de ubicación y difusión,
su contacto permanente que establecen con el auditorio y la saturación
constante que alcanzan sobre los campo de conciencia de la mayoría
de los grupos sociales. De esta forma, mediante los apoyos tecnológicos
que le brindan los medios de comunicación, el Estado conquista
una nueva capacidad orgánica para realizar de manera más
competente las funciones culturales que debe ejecutar como instancia
rectora de la sociedad. Es decir, las funciones ideológicas
que antaño ejercía el Estado a través de pesados
y burocráticos aparatos administrativos, jurídicos,
fiscales, pedagógicos, económicos, etc., ahora son
realizados con mayor eficacia y rapidez por medio de las tecnologías
de información; sin que por ello, la infraestructura organizativa
de los primeros desaparezca, sino que simplemente se reforma desplazándose
a lugares secundarios.
De
esta manera, se observa que de cada nueva tecnología que
aparece históricamente se deriva la formación de un
nuevo tejido cultural que articula a las comunidades dando origen
a nuevas facetas del Estado Ampliado.
Sin
embargo, debido a que hasta la tercera generación de medios
de información, éstos no operan como entidades "autónomas"
o "neutrales" como lo presentan las versiones funcionalistas
de la comunicación 15,
sino que son intermediarios técnico-industriales de las relaciones
sociales que se dan al interior de la sociedad, solamente pueden
participar a través de estos aquellos grupos que tienen acceso
al control y dirección de los mismos.
Por
consiguiente, siendo que en la sociedad moderna las grandes tecnologías
de información (prensa, cine, radio, televisión, cablevisión,
satélites, computadoras, redes de datos, etc.) están
subordinados por las fracciones gobernantes, mediante factores primarios
(propiedad de los medios, desempeño como industrias culturales,
financiamiento institucional y marco jurídico) y factores
secundarios de poder (control de la producción, circulación
e infusión del sentido), únicamente pueden actuar
a través de estos los estratos dirigentes 16.
Estas fracciones de grupos dominantes son quienes forman en esencia
al Estado en sentido amplio y lo controlan. En consecuencia, quien
puede intervenir socialmente vía estos aparatos de información,
no son todos los sectores de la sociedad, sino el Estado en sentido
extenso.
Dichas
funciones son múltiples y varían según las
coyunturas y los ciclos históricos por los que atraviesan;
e impactan, dependiendo de lo anterior, en distintos procesos y
sectores de la sociedad. Así, por un lado, a través
de sus prácticas ideológicas las tecnologías
de información, influyen en las áreas políticas,
económicas, morales, psíquicas, sexuales, etc., del
cuerpo social. Por otro, mediante éstas se realizan operaciones
financieras, de modernización cultural, de reproducción
de la energía laboral, de mutación de hábitos
alimenticios, de control natal, de liberación de instintos
lúdicos, de reordenamiento político, de secularización
o desecularización masiva de la cultura, de participación
o narcotización social, de organización económica,
de concentración de valor, etc. que construyen parte esencial
de la dinámica social.
Dentro
de esta última gama, destacan por su importancia la realización
de las siguientes 10 actividades ideológicas básicas
para la reproducción de la sociedad, que a través
de las tecnologías de información, se llevan a acabo
de manera más rápida, eficiente, extensa y continua:
a.-
La socialización e internacionalización de los valores
y normas que fundamentan y posibilitan la producción y
reproducción de el sistema y el cambio del mismo.
b.-
La conservación y transmisión del acervo histórico
(tradición, cultura, formas organizativas y operativas),
como factor de cohesión, equilibrio y continuidad de la
sociedad.
c.- La incorporación de las nuevas generaciones a la sociedad
establecida por medio de la asimilación colectiva de la
tradición heredada, de sistemas de valores predominantes,
de la enseñanza de solidaridades entre individuos y grupos,
y de éstos con la sociedad y el Estado.
d.-
La integración y cohesión cultural de la población
alrededor de up programa de identificación nacional.
e.-
La educación y organización política de la
sociedad según los requerimientos de cada coyuntura social.
f.-
La regulación ideológica de los conflictos que amenazan
la renovación hegemónica de la sociedad.
g.-
La elevación de la gran masa de la población a un
determinado nivel de educación técnico, cultural
y moral que corresponda a las necesidades de desarrollo del sistema
y a los intereses de la fracción hegemónica.
h.-
La movilización colectiva de la sociedad en función
a las necesidades económicas, políticas y culturales
que exige cada coyuntura social.
i.-
La creación y consolidación del conformismo general,
como modo de refuerzo de la legitimidad y del consenso en favor
del Estado, y de la aceptación de la hegemonía de
ciertas fracciones y clases sobre otras.
j.-
La contribución a la emergencia y mantenimiento de un prototipo
de personalidad básica 17.
A
través de la ejecución de estas actividades ideológicas,
el Estado efectúa distintas tareas culturales de carácter
orgánico con el conjunto de población. Dentro de las
misiones orgánicas, es decir, aquellas que contribuyen a
reproducir la estructura principal del proyecto de desarrollo establecido,
figuran, entre otras, la contribución al proceso de acumulación
económica, la renovación de la capacitación
de la mano de obra, la producción cultural de la identidad
nacional, la extensión del código lingüístico
de relación básica entre los habitantes, la centralización
del poder de la federación sobre las regiones y municipios,
la reproducción psíquica de la fuerza de trabajo,
la planificación de la natalidad, la educación política
cotidiana, etc.
Dentro
de las funciones no orgánicas, es decir, aquellas que no
inciden relevantemente en la reproducción del esqueleto del
proyecto histórico de sociedad, sino que simplemente contribuyen
resolver problemas aislados y coyunturales de la convivencia social,
destacan los servicios urbanos de información múltiple,
la asistencia civil para urgencias, la orientación vial,
las campañas de prevención médica, los programas
de racionalización del uso del agua y la energía,
etc.
Mediante
la realización más eficiente de sus funciones estructurales,
las tecnologías de información se convierten en las
principales instituciones productoras de hegemonía. Esta
nueva posición estructural que conquistan la obtienen a partir
de las actividades sociales que ejercen por vía de las ideologías
que producen, circulan e inculcan.
Sin embargo, la primacía de las tecnologías de información
en la articulación y consolidación de esta relación
estructural, básicamente la observamos, entre otras, por
la múltiple inserción orgánica que efectúan
estas en el proceso de reproducción fundamental de la sociedad
moderna. Es decir, a través de las prácticas simbólicas
culturales que operan las instituciones de difusión de masas,
se realizan simultáneamente, entre otras, las siguientes
cinco funciones vertebrales que requiere la estructura global del
sistema moderno, para existir y reinstalarse como relación
dominante dentro del conjunto de relaciones sociales que comprenden
la formación económico social.
a.- La aceleración del proceso de circulación material
de las mercancías, b.- La inculcación de la ideología
dominante, c.- Su contribución a la reproducción
de la cualificación de la fuerza de trabajo, d.- La formación
cultural del Estado nación, y finalmente, e.- La expansión
de la lengua, y otras más.
Con
la realización amplificada de estas tareas culturales a través
de las más modernas tecnologías de información,
el Estado queda facultado para organizar y cohesionar a la población
en función al proyecto de desarrollo que instaura desde sus
relaciones sociales de producción. Mediante ello, se amplían
sus bases de legalidad y se incrementa su poder para coordinar y
cohesionar coyunturalmente a la población.
Con
esto, se obtiene de forma más segura el consentimiento activo
o pasivo que requiere la conducción del conjunto social.
Así, con la intervención de las tecnologías
de comunicación se reduce la distancia existente entre cúpula
dirigente, intelectuales orgánicos y masa de individuos,
lo que a su vez, repercute en la creación de un Estado más
cohesionado y sólido. En una idea, conquista la dirección
intelectual y moral del conjunto social vía los medios de
comunicación.
De
esta forma, con la adquisición de estos modernos brazos tecnológicos,
el Estado Ampliado alcanza una nueva capacidad para ordenar y restaurar
permanentemente el tejido social. Así, realiza de manera
más eficiente dos grandes articulaciones culturales de la
sociedad. Por una parte, realiza diariamente, en forma masiva y
casi intangible, la articulación consensual de la base económica
de la formación histórica, con su superestructura
política e ideológica de organización y regulación
social.
Por
otra, cohesiona culturalmente a la sociedad política con
la sociedad civil, es decir, vincula los aparatos de coerción
(policía, fuerzas armadas, burocracia, tribunales, etc.),
con los aparatos de hegemonía (escuelas, familia, iglesias,
partidos políticos, sindicatos, órganos culturales,
medios de comunicación, etc.) y viceversa. Estas dos articulaciones
o direcciones del Estado se distinguen porque a diferencia de la
conducción represiva que es clara y brutalmente coercitiva,
estas nuevas direcciones son sutilmente pedagógicas y persuasivas.
Desde
el momento en que los aparatos de información se incorporan
al campo de acción del Estado, se produce la proyección
y ampliación de éste sobre la trama "privada
de la sociedad" y se da la expansión molecular de la
clase dominante sobre el conjunto de la vida social 18.
Con
éste fenómeno se incrementan notablemente las facultades
prácticas del Estado para integrar culturalmente a los distintos
grupos sociales alrededor del programa de desarrollo que requiere
dirigir. En una idea, con la incorporación de los medios
de comunicación y las nuevas tecnologías de información
al aparato gubernamental, aumenta sustancialmente el potencial del
Estado para producir y conservar su hegemonía.
V.-
Internet y la Construccion del Nuevo Espacio Publico: El Ciberespacio
Con
la introducción de Internet en la historia humana moderna
emerge un nuevo sistema nervioso tecnológico planetario que
produce gradualmente, a nivel nacional y mundial, una novísima
capa de neocorteza tecnológica en la estructura de los diversos
cerebros colectivos que articulan a las múltiples naciones
y comunidades que existen en el mundo. Así, en los últimos
40,000 millones de años de existencia de la infraestructura
material de construcción de la conciencia humana en el globo
terráqueo, Internet surge, paulatina y silenciosamente, en
el último tercio del siglo XX como la más reciente
estructura cerebral artificial que cubre al Planeta Tierra mediante
un nuevo sistema tecnológico-cerebral que construyen los
hombres y que conecta con todos los puntos cardinales de nuestro
hábitat. Con ello, se gesta una nueva extensión material
de los sentidos del hombre que prolongan geométricamente
las facultades cerebrales (racional, visual, auditiva, cognitiva,
etc.) y emocionales (sentimientos, deseos, placeres, etc.) de los
individuos, creando una nueva megared neurotecnológica, a
través del cual, cada vez más, los individuos y las
instituciones teleinteractúan colectivamente en el última
década del siglo XX y principios del siglo XXI 19.
De
ésta forma, Internet se introduce en las sociedades contemporáneas
como un nuevo intermediario técnico-cultural entre las relaciones
sociales, que modifica las estructuras informativas, comunicativas
e interactivas anteriores y da origen a nuevos fenómenos
de comunicación, relación, información y participación
grupal. En este sentido, podemos decir que hasta antes
del surgimiento de Internet las sociedades del siglo XX funcionaron
con un modelo de comunicación colectiva predominantemente
vertical, unidireccional, rígido, concentrado y monopolizado.
Sin embargo, con la presencia de Internet y su rápida expansión
en la sociedad del nuevo milenio se interrumpe el modelo unilateral
anterior y a partir de la formación de un gran complejo de
redes interactivas que introduce, surge un nuevo modelo de información-comunicación
autónomo, flexible, libre, multidireccional, desconcentrado,
abierto y plural (Cuadro No. 1).
Así, Internet actúa como una tecnología de
convergencia que integra y ordena todas las tecnologías tradicionales
con nuevos medios de punta desatando avanzados procesos económicos,
políticos y sociales no calculados en el pasado. De ésta
forma, se puede decir que los sistemas de comunicación se
deben entender antes y después de Internet, ya que ésta
última tecnología “rompe con el esquema clásico
emisor-mensaje-receptor y se pasa a un mapa donde proliferan una
multiplicidad de fuentes emisoras de mensajes” 20.
Con ello, se transforma radicalmente el proceso de interacción
y respuesta entre emisor y auditorio: El emisor se convierte en
receptor y el receptor en emisor, creándose a partir del
acceso a la Red condiciones de mayor apertura e igualdad comunicativa.
Esto permite el surgimiento de un nuevo orden nacional e internacional
de comunicación que lenta y silenciosamente adquiere forma
y dirección social, a través de la World Wide Web
(WWW).
Cuadro No. 1.
Características de los Modelos de Comunicación-Información
Antes y Después de Internet
NIVELES
DE REALIDAD
|
MODELO
DE COMUNICACIÓN-INFORMACIÓN ANTES DE INTERNET
|
MODELO
DE COMUNICACIÓN-INFRMACIÓN DESPUES DE INTERNET
|
Propiedad
|
Concentrada
y monopólica
|
Desconcentrada,
múltiple y plural
|
Inversión
y financiamiento
|
Muy
alto
|
Reducido
|
Control
|
Rígido
y hermético
|
Sin
control, abierto, desrregulado y autónomo
|
Supervisión
del Estado
|
Autorización
de concesión o permiso oficial y marco jurídico
de regulación
|
Sin
concesión o permiso, independiente y sin normatividad
jurídica
|
Dinámica
de comunicación
|
Unidireccional,
vertical, rígida y autoritaria
|
Multidireccional,
abierto y plural, libre, interactivo y flexible (Estructura
de telaraña).
|
Tipos
de mensajes
|
Masivos
y uniformadores
|
Colectivos,
sectorializados y personalizados
|
Participación
social
|
Cerrada,
rígida o muy elitista, discrecional y censurada
|
Abierta,
independiente, diversificada, dinámica e interactiva
|
Relación
con el poder
|
Tiende
a reforzar el poder tradicional
|
Independiente
y hasta contestatario al poder
|
Infraestructura
tecnológica
|
Tecnologías
avanzadas
|
Tecnologías
de super punta y convergencia
|
Ubicación
|
Territorial
|
Desterritorializado
y supra nacional
|
Tipo
de cultura que domina
|
Cultura
audiovisual.
|
Cultura
del ciberespacio
|
Público
dominante
|
Todo
público
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Generaciones
jóvenes.
|
Seguridad
|
Niveles
altos de seguridad.
|
Frágiles
y vulnerables (Epidemias de virus, haktivismo y delitos
informáticos)
|
Velocidad
de evolución
|
Rápida
y dinámica
|
Vertiginosa
y exponencial (Promedio de Velocidad Punto.Com)
|
Con
ello, Internet construye un nuevo tejido social, construido por
redes tecnológico-sociales de intercambio, que da origen
a un nuevo espacio público de interacción social
que se caracteriza por ser una zona libre donde, cada vez más,
se realizan un porcentaje creciente de las relaciones humanas
e institucionales de intercambio simbólico o informativo:
El Ciberespacio. Este nuevo espacio público
es tan distinto a las estructuras y dinámicas de los espacios
públicos anteriores que se puede decir que existe un espacio
público antes y después del Internet. Con ello,
se modifican las reglas de la interacción social tradicional
produciéndose nuevas formas virtuales de socialización
y de participación grupal.
La
naturaleza específica de este nuevo espacio social se
distingue porque las realidades o procesos que suceden en
este terreno son virtuales, es decir, no son experiencias directas
que se viven, sino representaciones de la realidad que se construyen
a partir de informaciones, códigos, símbolos e imágenes.
Lo propio de la “experiencia virtual es que todo se desarrolla
en un terreno esencialmente simbólico. Allí la vida
son sólo intercambios signos y códigos que los habitantes
de cada comunidad poseen para interactuar en los espacios significantes
del universo de sentidos en el que suceden acontecimientos, ideas,
valores que llegan a ser compartidos en el ámbito de la
comunidad virtual” 21.
Así,
en el ciberespacio surge un mundo simbolizado en el que las relaciones
sociales y la interacción sociocultural son simuladas a
través de la construcción metafórica de un
mundo simbólico en el que empieza a ser predominante el
mundo de la imagen sobre el objeto físico y en el que todo
ocurre como si 22.
Se trata de un “campo cultural en donde nos enfrentamos
a nuevos productores simbólicos y nuevas maneras de construir
el sentido y de encontrarnos con los otros, en un contexto de
difracción del sentido en donde el juego de metáforas
analógicas y metonímicas se hace predominante y
crea la impresión de estar desenvolviéndose en un
espacio sin fronteras entre lo real y lo imaginario” 23.
Dicha
zona de acción colectiva surge con las mismas propiedades
de autonomía, libertad, multidireccionalidad, apertura,
desregulación, flexibilidad y pluralidad que posee el modelo
de comunicación que introduce Internet; y también
con las mismas limitaciones de elitismo inicial, fragilidad y
vulnerabilidad que conlleva su arquitectura.
La
interacción colectiva que se ha dado vía el nuevo
espacio público que ha creado Internet, ha generado profundos
cambios en las relaciones individuales, ciudadanas, grupales e
institucionales, privadas y públicas, nacionales e internacionales,
produciendo nuevos fenómenos de prolongación de
dichos ámbitos a través de ésta tecnología.
Como nuevo mediador técnico, Internet modifica la forma
de interacción humana, dando origen progresivamente a nuevas
culturas, mentalidades, hábitos y comportamientos, personales
y grupales, que cristalizan en la nueva naturaleza del
homo ciberespacial.
Esta
realidad genera nuevos espacios públicos y privados de
vinculación y acción social y transforma los anteriores.
Así, desde el punto de vista político, cada vez
más, la esfera pública que introduce Internet en
la sociedad substituye a la antigua Plaza Pública o al
Ágora y en el nuevo espacio abierto que produce se discuten
y razonan las ideas y los problemas colectivos de la ciudad, de
lo común y de lo “público”, y se organiza
a la población a partir de grupos de opinión 24.
Con
la revolución tecnológica de Internet y la introducción
de su nuevo modelo de información-comunicación en
la base de interacción social, se transforma una porción
fundamental de la base material de operación del Estado
tradicional A partir de ello, el Estado, entendido como el conjunto
de recursos administrativos, jurídicos, ideológicos,
educativos, etc. que se destinan para dirigir y gobernar a la
sociedad y conservar y reproducir el poder, se transforma dando
origen a una nueva expansión del Estado Ampliado
que impacta sustancialmente sobre la forma de operar de la sociedad.
Contrariamente a las anteriores expansiones históricas
del Estado caracterizadas por su verticalidad, su rigidez, su
unidireccionalidad y su monopolización, ésta nueva
ampliación se caracteriza por ser abierto, multidireccional,
autónomo, desterritorializado, plural, sin identidad rígida,
interactivo, flexible, sin censura, desregulado, inteligente,
supra territorial, global e incluso vulnerable en su seguridad
y control. En éste sentido, Internet se convierte en una
zona de emergencia de un nuevo Estado Ampliado que oscila desde
la capacidad para reproducir ágilmente la estrategia para
gobernar y conservar el poder, hasta al mismo tiempo también
permitir el surgimiento de otro Estado Ampliado más civil,
más participativo, más interactivo, más flexible
y más contestatario ante el poder tradicional. Así,
paulatinamente el Estado tradicional se reconfigura y redirecciona
con la acción de Internet adquiriendo nuevas capacidades
de acción orgánica sobre la sociedad.
De
ésta forma, a principios del siglo XXI el campo económico,
político, administrativo y cultural del Estado tradicional
gradualmente queda rebasado por la autonomía del ciberespacio,
surgiendo una nueva gama de fenómenos colectivos que permanecen
fuera del terreno de influencia y control del poder tradicional.
Con ello, se modifican realidades y conceptos como Nación,
soberanía, identidad nacional, rectoría del Estado-Nación,
espacio público, hegemonía, geografía política,
seguridad nacional, territorio cultural, políticas culturales,
mapas de conocimientos, legislaciones locales, otorgamiento de
concesiones o permisos, transmisión directa, censura, participación
social, etc. Así, con Internet y “las Nuevas Tecnologías
de Información (NTIC) se impulsa un carácter global
diferente al que conocíamos a través de los modos
tradicionales de transporte y comunicación, en donde la
movilización de objetos y sujetos estaban circunscritos
a los marcos definidos por los límites de un Estado Nación.
Las NTIC desbordan los límites jurídicos, políticos
y territoriales del Estado nación y relativizan la distinción
entre lo próximo y lo lejano, acercando las distancias
y desdibujando las fronteras de las culturas nacionales. La cultura
nacional pierde en el ciberespacio el lazo orgánico con
el territorio y con la lengua y, de hecho, se alteran las formas
tradicionales de entender las identificaciones nacionales. El
“ciberespacio da lugar a una representación cultural
distinta a la representación geográfica del espacio
territorial en el mundo real. Todo está dominado por la
desterritorialización de los lugares, por la existencia
de los no lugares” 25.
En
éste sentido, frente a las narices de los Estados nacionales
aparecen nuevos espacios públicos supraterritoriales, desconcentrados,
autónomos e hiperdinámicos que funcionan con total
independencia ante los poderes locales y que, con la convergencia
tecnológica entre informática y telecomunicaciones,
avanzan, a gran velocidad (Velocidad Punto.com), hacia horizontes
insospechados. La velocidad con que “ocurren los cambios
en la red va provocando un mundo signado por la complejidad y
la incertidumbre que constantemente nos ocasiona la perdida de
referentes. Las experiencias colectivas en épocas y espacios
del territorio nacional van cediendo paso al territorio virtual
en el cual predomina la desagregación de un nosotros,
para la reconfiguración de otro nosotros que habita,
siente, se comunica e interactúa en el ciberespacio 26.
En
dicho territorio pueden accionar según sus intereses todos
los sectores sociales que cuentan con las condiciones tecnológicas,
financieras y culturales de acceso a la red, produciendo una nueva
zona de multi acción social. Este último rasgo de
flexibilidad ha dado origen a una nueva forma de organización,
participación y expansión de la colectividad en
general y de su vertiente de sociedad civil, nacional e internacional,
que permite el fortalecimiento de la participación ciudadana
frente al rígido Estado tradicional centralizador, vertical
y autoritario; y refuerza la construcción de otro tejido
social más abierto, dinámico, desconcentrado e interactivo
que el que existía antes. Así, en nuestro nuevo
“espacio de referencia no hay centros ni periferias. No
hay verticalidad (inferior ni superior). Cada uno exactamente
como en la red es capaz de comunicarse con cualquier otro punto
sin someterse a jerarquías ni a mediaciones. Aquí
la innovación, la ruptura, la propuesta puede provenir
de cualquier lugar geográfico que no reconoce
áreas privilegiadas, puntos de excelencia, escalafones...”
27.
Con
ello, se puede contribuir a quebrar la prepotente centralidad
del viejo Estado monopolizador, que absorbía para sí
cada aspecto de lo público, cada fragmento de
la dimensión colectiva para generar la regla de la existencia
de la no-ciudadanía 28.
En suma, la existencia de la red esta aportando embriones para
la construcción de un nueva estructura de sociedad y de
Estado.
La
gama de expansión de la sociedad y del Estado ampliado
vía Internet ha sido tan intensa que da origen a la
Era Internet, con su correspondiente generación
Nasdaq o Punto.Com. De esta forma, observamos que el conjunto
de las instituciones y procesos sociales tradicionales de la antigua
sociedad en transición hacia la Tercera Revolución
Industrial o la Sociedad de la Información, se prolongan
por el tejido que construye la red de Internet produciendo la
sociedad de redes. Así la educación, la política,
la administración gubernamental, la atención a salud,
los servicios financieros, el comercio, las iglesias, el entretenimiento,
la participación civil, el ejercito, la industria, la economía,
la difusión del conocimiento, el trabajo, las empresas,
los medios de comunicación, etc. se prolongan vía
Internet para ofrecer sus servicios y realizar sus funciones.
La
concretización de esta expansión oscila desde el
boom de la nueva economía digital 29,
la construcción de la banca electrónica 30,
el comercio virtual 31, el
gobierno digital, el impulso notable a la sociedad del información,
las nuevas alianzas tecnológicas, la ciber comunicación,
la democracia digital, el incremento de la productividad, la reingeniería
empresarial 32, el reforzamiento
del teletrabajo, la promoción de las campañas políticas
33, la transparencia estatal,
la formación de ciber comunidades, la ciberdiversión,
los cafés cibernéticos, el cambio industrial; hasta
los ataques informáticos 34,
la presencia social de las guerrillas vía Internet 35,
el asalto a los portales del Estado, la contra política
virtual, la piratería informática, la ciber pornografía
36, el terrorismo cibernético,
el boicot a los procesos electorales, el delito informativo, etc.
Con esta inserción cada vez más orgánica
de Internet con todos los espacios de acción de las comunidades,
se logra atenuar parcialmente las crisis modernas de eficiencia,
representación y organicidad que ha experimentado el Estado
contemporáneo con la sociedad que intenta representar y
dirigir.
Aunque
en su etapa inicial Internet todavía opera como una herramienta
elitista y privilegiada que produce exclusión de grandes
grupos sociales 37, debido
al fuerte costo de los equipos técnicos básicos,
los conocimientos especializado para su manejo (Alfabetización
tecnológica), el uso predominante del idioma inglés
y los altos precios de operación; rápidamente a
partir de su vertiginosa superación tecnológica
y del avance de la revolución informática, éste
ha incrementado su expansión en la sociedad, especialmente,
en la medida en que han descendido sustancialmente los costos
de adquisición de los equipos computacionales 38,
que se han lanzado al mercado las conexiones gratuitas con algunos
servidores 39, que se han
desarrollado nuevos accesos tecnológico a Internet vía
la televisión interactiva 40,
que se han aplicado los sistemas automáticos de traducción
idiomática 41, que
se ha introducido la simplificación de los softwers y que
se ha eficientado el acceso a Internet vía satélite
(Internet Móvil), eliminando la conexión telefónica
42.
En
éste sentido, aunque inició selectivamente, como
ha sido la historia del origen todos los medios de comunicación
anteriores (teléfono, prensa, radio, televisión,
etc.) y las nuevas tecnologías de información (fax,
cable, parabólicas, computadoras, telecomunicaciones, convergencia
tecnológica, etc.), en el menor tiempo histórico
de la evolución de los medios de información, la
presencia embrionaria de Internet está logrando el rápido
acceso de la población al mismo, produciendo su vertiginosa
expansión masiva. Hasta el año 2000 algunos rasgos
de la evolución mundial de Internet reflejan que “existen
40 millones por día conectados a la red, se transmiten
5 millones de correos electrónicos por minuto, 35 millones
de correos de voz cada hora y se duplica el numero de personas
conectadas a Internet cada 100 días. En los últimos
100 años se instalaron 700 millones de líneas telefónicas
y en sólo en los próximos 15 años, para el
2015, habrá instaladas 1,700 millones de líneas”
43. Siguiendo esta tendencia,
Internet tendrá un crecimiento exponencial en los próximos
15 años en el mundo, especialmente en América Latina
44.
Con ello, aunque sea de manera anárquica e inicialmente
elitista, Internet y sus derivados interactivos, están
contribuyendo, velozmente, a crear el ciberespacio como un nuevo
espacio público, aumentar la conectividad social, reducir
el tiempo y la velocidad de intercambio de datos y de comunicación,
aumentar la capacidad de los teleprocesos, incrementar la interactividad
social, generar nuevas relaciones sistémicas entre las
personas, grupos e instituciones, transformar las estructuras
de información establecidas, horizontalizar el acceso y
distribución de la información, modificar los procesos
de trabajo, democratizar la distribución del conocimiento,
potenciar las conductas contestatarias, entre otros fenómenos
sociales. Así, podemos decir que las consecuencias que
está produciendo y seguirá innovando la presencia
de Internet, serán equivalentes a las transformaciones
históricas que introdujo el nacimiento de la imprenta en
el siglo XIV 45.
Sin embargo, no obstante que es necesario reconocer objetivamente
el avance exponencial que ha experimentado el desarrollo material
del sistema Internet en los últimos años, debemos
evitar caer en las concepciones tecnocráticas o libertarias
que plantean algunas ideologías frívolas de la modernidad
o del fin de la historia, señalando que vía
el acceso a las técnicas más avanzadas se resolverán
por si mismos todos los problemas sociales, especialmente, el
de la democracia, la movilidad social, la participación,
el progreso y la eficiencia. Son los modelos y las políticas
de desarrollo globales las herramientas capaces de resolver dichas
problemáticas complejas.
Por
ello, podemos decir que en las sociedades modernas contemporáneas,
Internet y sus derivados tecnológicos interactivos, se
han convertido en los principales instrumentos que crean y mantienen
la más reciente faceta de construcción del nuevo
espacio público y de expansión histórica
del Estado Ampliado. De aquí, la enorme importancia de
descubrir cómo y hacia dónde evoluciona dicha realidad,
pues determinarlo será comprender las características,
la dinámica, la dirección y las posibilidades que
existen, vía Internet, para construir un nuevo y superior
modelo de comunicación e interacción en la reciente
sociedad participativa de redes que está naciendo en el
siglo XXI.
Notas:
1
Para tener una idea de cómo la ingeniería genética
producirá una revolución biológica que transformará
la especie animal y humana, consultar los documentos La Moderna
Técnica Genética Será la Industria del Futuro,
Excelsior, 19 de diciembre de 1983; Los Capítulos del
Código Genético, Excelsior, 15 de diciembre de
1983; Nueva Tecnología: Diez Fórmulas Diferentes
para la Concepción, Excelsior, 19 de septiembre de 1984;
y Más Control de la Ingeniería Genética,
Excelsior, 12 de febrero de 1985.
2 Drucker
F. Peter, En Ciernes Una Nueva Época, Excelsior,
18 de enero de 1985, Sección Financiera; y Cultural, José
M., Desarrollo y Tecnología: Tendencia del Tercer Mundo,
Excelsior, 12 de febrero de 1985.
Un modelo de economía con energía mecánica
se distingue porque su "progreso" se da en base al incremento
de tamaño, velocidades, temperaturas y presiones. Esto significa,
de acuerdo con todas las leyes de la física, que la entrada
de energía en un modelo mecánico siempre debe avanzar
más rápidamente que la salida de ésta. En otros
términos, en dicho modelo el consumo de materias primas debe
también elevarse más rápidamente que la población,
los ingresos o la producción industrial. Normalmente este
se eleva de forma exponencial.
Sin embargo, en 1940 llegamos al límite del modelo mecánico
cuando la fusión y la fisión nuclear imitaron los
procesos de producción de energía dentro de una estrella.
Surge así el nuevo modelo biológico organizado en
torno al consumo intensivo de información y no de energía.
Para este sistema de producción el "progreso" no
significa mayor gasto de energía o materias primas, sino
sustituir ambos elementos por el aprovechamiento de información.
Para ello, estos últimos modelos miniaturizan su tamaño,
la energía y los materiales, pero explotan la información.
Por ejemplo, el cerebro humano es un ejemplo de este modelo, pues
comparado con la primera computadora que surgió en 1940 que
fue un monstruo de dos pisos con una capacidad de miniaturización
de 10 a la quinta potencia, este maneja mil millones de veces más
de información con una capacidad de miniaturización
del orden de 10 a la novena potencia.
No obstante estos avances, todavía hay muchas tecnologías
que siguen utilizando el modelo mecánico tradicional en el
que la energía y los materiales crecen más rápidamente
que la producción, como, por ejemplo, lo muestran los programas
espaciales. Empero, las áreas que se consideran de alta tecnología
son cada vez más de información intensiva y no de
energía intensiva o materiales intensivos.
Esto no sólo se da en el terreno de procesamientos de datos
y manejo de la información, sino también en telecomunicaciones,
electrónica, biogenética, procesos químicos
de baja energía (como la ósmosis reversible), la robótica
y la automatización. Ver, Drucker F. Peter, obra citada,
página 1.
3
Escobar Salomón, Ramón, Modelo Industrial Agotado,
Excelsior, 24 de enero de 1985; y Barragán Valencia, Héctor,
¿ A Nueva Delhi, Por Qué ?, Excelsior, 21
de enero de 1985.
4 Parker,
Edwin, Información es Poder. Las Implicaciones Sociales
de los Sistemas de Computadoras y Telecomunicaciones, Cuadernos
ININCO Número 2, Instituto de Investigaciones sobre la Comunicación,
Facultad de Humanidades y Educación, Universidad Central
de Venezuela, noviembre 1977, Caracas, Venezuela, páginas
2 y 3.
5 Calvillo,
Rodrigo, Malditos Gremlins: Cazafantasmas, Excelsior, 19
de febrero de 1985.
6
López Díaz, Pedro, Fase Monopólica: Transnacionalización
de Capital 1947-1968, Excelsior, 12 de mayo de 1979, página
20 A; y Calvillo, Rodrigo, Ínfima Tecnología,
Excelsior, 15 de febrero de 1985.
La presencia de este nuevo sistema económico es sumamente
importante tenerlo en cuenta para comprender desde otra perspectiva
el origen de las actuales crisis de acumulación del capitalismo
contemporáneo. En efecto, nos indica E. B. Parker que bajo
esta óptica de explicación, por ejemplo, la crisis
económica de mediados de la década de los 70, más
que pensarla como otra fase de desarreglos económicos, puede
pensarse hipotéticamente como el síntoma de una transición
social de los principales países del occidente que están
oscilando de ser economías industriales a ser nuevas economías
postindustriales. Edwin B. Parker, obra citada, página 3.
7
Considerando que una sociedad puede ser descrita por lo que hacen
la mayoría de sus miembros y que una economía se puede
describir mediante las principales actividades económicas
que contribuyen a su ingreso nacional, podemos analizar cómo
una sociedad pasa de la etapa de la industrialización a la
fase de la informatización. Este es el caso, por ejemplo,
de los Estados Unidos que en 1860, era una sociedad predominante
agrícola, porque la mayoría de los trabajadores del
potencial laboral del país estaban dedicados a los trabajos
agrícolas y no a las actividades industriales o de servicios.
La agricultura contribuía significativamente a los ingresos
nacionales.
Sin embargo, hacia la mitad del siglo veinte los Estados Unidos
pasaron a ser una sociedad predominantemente industrial, porque
un porcentaje mayor del potencial laboral estaba dedicado a las
manufacturas. Esto ordena productivamente a la sociedad norteamericana
alrededor de la economía de la energía.
Finalmente, siguiendo el esquema de clasificación convencional
de sectores económicos primarios, secundarios y terciarios,
observamos que desde 1950 la estructura económica de los
EUA oscila entre ser una sociedad industrial a ser una nueva sociedad
post-industrial de información. Es decir, en los últimos
años el sector terciario o de servicios es el que más
se ha desarrollado y el que ha dinamizado la expansión de
la economía estadounidense.
8
Sauvant,
Karl P., El Papel de las Empresas Transnacionales en las Corrientes
Transfronterisas de Datos: Análisis de Políticas e
Investigaciones, Comisión de Empresas Transnacionales,
Organización de las Naciones Unidas, N.Y., EUA, 24 de enero
de 1984, página 6; y Roncagliolo, Rafael, Documento de
Presentación al Seminario Tecnologías de Información
y Políticas Culturales, Centro de Estudios sobre Cultura
Transnacional, Lima, Perú, 28 al 31 enero de 1985, página
1.
9
Parker,
Edwin, obra citada; y Nuevas Fronteras del Desarrollo: Informática
y Telemática, Informe Especial, Número 3,
ALTERCOM, Unidad de Documentación para Prensa Alternativa,
Instituto Latinoamericano de Estudios Transnacionales (ILET), Tercer
Trimestre 1983, página 17.
10
Dieter, Ernest, Los Efectos de la Microelectrónica en
la Reestructuración Mundial de la Industria Electrónica:
Consecuencias para el Tercer Mundo, Comercio Exterior, Volumen
35, número 1, México D.F., enero de 1985, páginas
37 a 48.
11 Es
importante aclarar que aunque la causa fundamental que ha ocasionado
la baja de los precios del petróleo ha sido la contracción
industrial de las economías occidentales, que ha provocado
enormes pérdidas a las compañías explotadoras
y la creciente oferta de hidrocarburos por parte de los países
productores, otra razón que, cada vez más contribuye
con mayor fuerza a la depreciación del energético
es la consolidación de la economía de la información
en las industrias de punta del primer mundo.
12
Una concepción intuitiva pero también idealista sobre
la forma como la sociedad se modifica con la presencia de las tecnologías
informativas, la encontramos de manera embrionaria en el pensamiento
de Marshall Mc Luhan, Consultar La Comprensión de los
Medios como las Extensiones del Hombre, Editorial Diana, S.A.,
México D.F., 1979. Una Crítica moderada al pensamiento
de Mc Luhan puede consultarse en Gianpiero Gauraleri, La Galaxia
de Mc Luhan, Editorial ATE, España, 1981.
Para un panorama general sobre la línea de evolución
que han seguido las tecnologías de información desde
el telégrafo en 1840 hasta la comercialización de
los cristales de silicio, consultar Un Sólo Mundo. Voces
Múltiples Comunicación e Información en Nuestro
Tiempo, obra cit., página 31 a 36.
13
Pensamos
que es debido a este tipo de inserción altamente orgánica
que han alcanzado los medios de comunicación dentro del Estado
y el funcionamiento estructural de la sociedad, que es muy difícil
su transformación profunda. Los intentos frustrados más
recientes que pretendían modificar la estructura global de
los medios de comunicación, los encontramos en el proyecto
RETELVE de Venezuela en 1977 y en los proyectos de Derecho a la
Información en 1981 y de Democratización de la Comunicación
en 1983 en México. Para ampliar este último, consultar
de Javier Solórzano Zinser, Comunicación Social
y Voluntad Política, El Día, 18 de junio de 1983.
14 El
concepto del Estado Ampliado es una categoría analítica
totalmente abandonada por la reflexión crítica de
la comunicación europea y latinoamericana. La única
disciplina que la ha retomado y desarrollado ha sido la Ciencia
Política a través de la teoría de los aparatos
de hegemonía, representada, especialmente, por los brillantes
trabajos de Christine Buci-Glucksmann.
Nuestro esfuerzo consiste en recuperar dicho arsenal teórico
olvidado para enriquecerlo y expandirlo con las aportaciones que
ha ofrecido la evolución material de los medios de comunicación
y de las tecnologías de información sobre la trama
de los aparatos de hegemonía tradicionales. Estamos convencidos
que esta matriz teórica es una de las principales vetas y
directrices conceptuales que nos permiten comprender las funciones
y transformaciones que ejercen las tecnologías de comunicación
dentro del actual ámbito del poder.
15
Consultar muestra trabajo El Estudio Materialista de la Comunicación
de Masas, Cuadernos del TICOM No. 1, Departamento de Educación
y Comunicación, Universidad Autónoma Metropolitana,
Unidad Xochimilco, México D.F., marzo 1979.
16 Debemos
recordar que "con el fin de conservar el equilibrio que requiere
el imperio del capital, los dirigentes criollos o foráneos,
a través de sus acciones directas o mediante la intervención
del Estado que los representa, se ven permanentemente obligados
a dominar y a organizar alrededor de su proyecto histórico,
al sistema global de comunicación e información, y
muy en particular, a los medios de difusión colectiva. De
éstos últimos, prioritariamente monopoliza a los de
tecnología más avanzada, puesto que son los que les
ofrecen mayor poder de creación de consenso y de subordinación
colectiva". Consultar nuestro trabajo, El Condicionamiento
Social de los Medios de Comunicación de Masas, en Seminario
de Comunicación Social, Serie Ensayos No. 10, Universidad
Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco, México D.F.,
1983, página 19 a 20.
17 Para
ampliar este panorama consultar de Marcos Kaplan, Estado y Sociedad,
Editorial Universidad Nacional Autónoma de México,
México D.F., 1980, páginas 213 a 214.
18
Para
profundizar en éste punto consultar de Mabel Piccini, Sobre
la Producción Discursiva, la Comunicación y las Ideologías,
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, versión
mimeografiada, México D.F., agosto de 1981, página
24 a 26.
19
La Tierra se Pondrá una Piel Electrónica,
Reforma, México, D.F., 16 de agosto de 1999 y Una Nueva
Teoría Neurobiológica de la Conciencia y Sus Trastornos,
Rodolfo Linás, Jefe de Fisiología y Biofísica
de la Universidad de Nueva York., conferencia presentada en el Instituto
Mexicano de Psiquiatría, México, D.F., 16 de junio
del 2000.
20
Smith,
Anthony, La Tecnología de la Información y el
Mito de la Abundancia, citado por Carmen Gómez Mont,
Los Nuevos Paradigmas de la Sociedad, XI Encuentro de Investigadores
de la Comunicación: “Nuevos Espacios y Problemáticas
en Comunicación”, Asociación Mexicana de Investigadores
de la Comunicación (AMIC), Estudios de Posgrado, Facultad
de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM), México, D.F. 11 al 13 de mayo del
2000.
21
Los
Estudios Culturales en la Era del Ciberespacio, sin autor,
versión fotocopiada, México, D.F., enero del 2001,
pagina 8.
22Los
Estudios Culturales en la Era del Ciberespacio, sin autor,
versión fotocopiada, México, D.F., enero del 2001,
pagina 3 y 16.
23Los
Estudios Culturales en la Era del Ciberespacio, sin autor,
versión fotocopiada, México, D.F., enero del 2001,
pagina 5.
24
Strikovsky
Vestel, Sandra, La Conformación del Internet Como Un
Nuevo Modelo de Esfera Pública Global: El caso de Chiapas,
Tesis de Licenciatura en Relaciones Internacionales, Carrera de
Relaciones Internacionales, Departamento de Relaciones Internacionales,
Universidad Iberoamericana, México, D.F., 27 de agosto de
1999, paginas 16 a 19.
25
Los
Estudios Culturales en la Era del Ciberespacio, sin autor,
versión fotocopiada, México, D.F., enero del 2001,
pagina 3.
26
Los
Estudios Culturales en la Era del Ciberespacio, sin autor,
versión fotocopiada, México, D.F., enero del 2001,
pagina 6.
27El
Nuevo Espacio Público. Los Talleres Sociales, la Comunicación
y las Periferias, Marcos Revelli, Revista Memoria No. 148,
Revista Mensual de Política y Cultura, Centro de Estudios
del Movimiento Obrero y Socialista (CEMOS), México, D.F.,
junio del 2001, pagina 3, <http://www.memoria.com.mx/134/Revelli/>
28
El
Nuevo Espacio Público. Los Talleres Sociales, la Comunicación
y las Periferias, Marcos Revelli, Revista Memoria No. 148,
Revista Mensual de Política y Cultura, Centro de Estudios
del Movimiento Obrero y Socialista (CEMOS), México, D.F.,
junio del 2001, pagina 3, <http://www.memoria.com.mx/134/Revelli/>
29
Opalin,
León, Economía Digital: Una Etapa Superior de
la Globalización, Uno Más Uno, 26 de junio del
2000; La Era Internet Hace Temblar a Acer, El Financiero,
13 de enero del 2000.
30
Banorte
Atenderá por Internet a 5 Mil Compañías,
El Financiero, 22 de mayo del 2000.
31
Acelerado
Crecimiento del Comercio en Línea, El Financiero, 17
de febrero del 2000; En Puerta Boom del Comercio Electrónico,
El Financiero 1 de junio del 2000.
32
Xerox
se Reinventa Ante el Boom de Internet, El Financiero, 14 de
febrero del 2000.
33
El
papel de Internet en las Elecciones, Uno Más Uno, 5
de julio del 2000.
34 Clinton
Tomará Medidas Contra los Ataques Cibernéticos,
CNN Noticias en Español, 11 de febrero del 2000.
35 Para
comprender como el movimiento zapatista utilizó la tecnología
de Internet para apoyar su causa revisar Notas Sobre la Política
Informativa del Gobierno de la República en Internet,
Fernando Gutiérrez Cortés y Octavio Islas, Proyecto
Internet, Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de
Monterrey (ITESM), Campus Estado de México, Estado de México,
México, 1999 y Sandra Strikovsky Vestel, La Conformación
del Internet Como Un Nuevo Modelo de Esfera Pública Global:
El caso de Chiapas, Tesis de Licenciatura en Relaciones Internacionales,
Carrera de Relaciones Internacionales, Departamento de Relaciones
Internacionales, Universidad Iberoamericana, México, D.F.,
27 de agosto de 1999.
36
Sexo en la Red, Ma. De los Ángeles Sánchez
G, Uno Más Uno, 21 de mayo del 2000.
37
Internet,
Nueva Forma de Exclusión, Semanario de la UAM, Boletín
dela Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad, Xochimilco,
México, D.F., 17 de enero del 2000.
38
Golpea
a Fabricantes Caída de Precios de Computadoras, el Financiero,
8 de marzo del 2000.
39
En
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40
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