Por Dênis de Moraes
Número 37
Internet y las dinámicas
del mundo on line
La Internet está
cada vez más en el centro de la revolución digital.
Ya nos es posible subestimar sus fuertes impactos y efectos en los
distintos campos de la vida cotidiana. Con centenas de billones
de documentos disponibles, la megared precipita cambios de paradigmas.
La vehiculación inmediata y abundante no sólo delinea
modos singulares de producción y consumo de datos, imágenes
y sonidos, como propicia un realineamiento en las relaciones de
los individuos con los canales de comunicación. La imagen
clásica de los aparatos de divulgación en el ápice
de la pirámide y de los receptores confinados en la base
está rompiéndose en la arquitectura de los espacios
descentralizados de la Web.
La pragmática de la Internet
deshace la polaridad entre un centro emisor activo y receptores
pasivos. Las interfases tecnológicas instituyen un espacio
de transacción cuyo soporte técnico, en proceso constante,
proporciona comunicaciones intermitentes, precisas y ultrarrápidas
en una interacción entre todos y todos y no más entre
uno y todos. En el ciberespacio cada uno es potencialmente emisor
y receptor en un espacio cualitativamente distinto.
Por otro lado el carácter
descentralizado de la Internet generaliza la circulación
de contenidos sin sumisión a estructuras hierárquicas.
Antiguas intermediaciones presumiblemente válidas para todo
el tejido sociocultural no representan más escalas inevitables.
En el ambiente virtual, con un mínimo de competencia técnica,
los usuarios pueden actuar a un tiempo como productores, editores
y distribuidores de informaciones.
Los usuários de la red tienen
contacto directo en línea con redes de fuentes de información
y com muchos otros usuarios, en una dinâmica comunicacional
que supera las restricciones relativas a espacio geográfico,
tiempo, tamaño y extensión que han caracterizado el
acceso a los productos y servicios de información operados
en los límites físicos de las bibliotecas y centros
de investigación y documentación tradicionales. Cabe
a la capacidad cognitiva de los individuos determinar como se van
a articular las conexiones en los acervos digitales. Significa aumentar
radicalmente la capacidad individual y colectiva de tomar decisiones
con base en información actualizada.
El modelo comunicativo de la Internet
contribuye a reducir la dependencia de los canales tradicionales
de comunicación con su crónica desconfianza de los
movimientos comunitarios. La Web invierte la ley de los medios de
comunicación convencionales: el valor de uso se obtiene de
la relevancia de cada conexión y no por del consumo de denominadores
comunes indispensables a la cohesión de la audiencia en masa.
El mosaico de la Web refuerza así los campos de resistencia
a la concentración de los medios permitiendo que ideas humanistas
se expresen en el perímetro del espacio político desterritorializado.
El ciberespacio funda una ecología
comunicacional: todos comparten un colosal hipertexto formado por
interconexiones generalizadas que se autoorganiza y se retroalimenta
continuamente. Pero es importante resaltar que el ciberespacio no
es una esfera autónoma, divorciada de las realidades socioculturales.
Aunque la praxis virtual esté pautada por especificidades
hay una relación de complementaridad con lo real, viabilizada
por la progresiva convergencia tecnológica.
Marc Guillaume muestra las convergencias
posibles entre los padrones clásicos de interacción
social y las redes electrónicas: "La red social preexistente
puede mejorar su desempeño a través de la red técnica
pero esta última no puede por si misma crear una red social.
Está claro también que el buen uso de los medios conmutativos
pasa por complementaridades y hibridaciones permitiendo combinar
automatismos y inteligencia humana, rapidez de información
y vagar en la asimilación y formación."1.
Los procesos de significación
no se anudan, se añaden y muchas veces se mezclan. El periodismo
impreso coexiste con la televisión, los multimedia y la realidad
virtual, así como la prensa no suprimió los manuscritos.
El libro fue combatido por los epígonos de la cultura elitista
de la Edad Media. Los beneficios de la impresión mecánica
no se impusieron de inmediato. Durante mucho tiempo dividió
la escena con los pergaminos hasta que se consolidó como
medio que permite una circulación social rápida, barata
y amplia. Las sociedades usan distintas tecnologías al mismo
tiempo. Una forma de comunicación existente o emergente no
subsiste sin la otra: la tendencia es la covergencia de procesos
y prácticas a partir de innovaciones que desencadenan una
reorganización del sistema a fin de garantizar la sobrevivencia
en ambientes de constantes modificaciones y reciclajes.
Los soportes son empleados en función
de su uso social. La escritura manual se relaciona con la comunicación
personal, en cuanto el ordenador es utilizado con frecuencia en
el trabajo de diversas maneras y para la información y el
entretenimiento a través de las redes informáticas,
del CD-ROM y de juegos electrónicos. Para el contacto instantaneo
a distancia el teléfono fijo o desde un móvil continúa
insuperable. Otras circunstancias piden el fax o pager
o la carta registrada o, cada vez más, el correo electrónico.
A pesar de todo esta reorganización
tecnológica no necesitamos abandonar lel placer de la lectura
de páginas impresas para navegar por homepages y publicaciones
electrónicas - son viajes sensibles, distintos, cada cual
con sus recorridos y gozos, con la ventaja adicional de que una
complementa la otra. Podemos disfrutar simultaneamente de experiencias
en el ámbito de lo real y de lo virtual - experiencias, vale
insistir, que ninguna de las modalidades proporcionaría por
si sola.
Subrayar la posibilidad de hibridaciones
no significa que deseamos olvidar la lectura muy más agradable
del libro impreso. Leer una pantalla no es y nunca será lo
mismo que leer un libro. La argumentación de Umberto Eco
es precisa: "Después de haberme pasado doce horas ante
la computadora, mis ojos están como dos pelotas de tenis
y siento la necesidad de sentarme en mi confortable sillón
y leer un diario, o quizás un buen poema. Opino, por lo tanto,
que las computadoras están difundiendo una nueva forma de
instrucción, pero son incapaces de satisfacer todas aquellas
necesidades intelectuales que estimulan."2.
Debemos realzar que la cibercultura
no se superpone a las culturas preexistente ni las aniquila. La
dialéctica activa desdoblamientos y remisiones; en lugar
de divisiones y estacas demarcatorias se establecen los nexos, los
bricolajes y las hibridaciones. Es exactamente lo que testimoniamos
en la Internet. Su ecosistema multimedia revela alto grado de adaptación
a un tipo de comunicación que combinando modelos de la prensa
escrita (periódicos, revistas) con la dinámica audiovisual
(sonidos, dibujos, animaciones electrónicas), delinea configuraciones
peculiares. Un portal puede aunar y disponibilizar al mismo tiempo
televisión, radio, video, DVD, música, cine, noticiario
en tiempo real, archivos sonoros, juegos, libros, revistas, periódicos,
fotografias, arte interactiva, museos, postales en 3D, publicidad
on line y comercio electrónico. Practicamente todos
los medios de comunicación en una única plataforma
digital.
En el vértigo de los nudos,
un número cada vez mayor de informaciones será producido,
vehiculado, leído y analizado en una prueba elocuente de
las intersecciones posibles entre lo real y lo virtual, dentro de
un conjunto de ambientes integrados y autoajustables, bajo la primacía
de la inteligencia humana. ?Por qué aislar las variables
electrónicas de los tesoros impresos?
Sería al final un equívoco encarar la Internet como
un mercado paralelo y estanco, disociado de los demás medios
de comunicación y de las coyunturas sociales. No interligarla
a aquellas instancias equivalería a entenderla como el fin
y no como un medio para alcanzar metas mayores. Habría el
riesgo de, paulatinamente, perder significado histórico y
importancia cultural. Su pujanza proviene de cooperaciones de todo
tipo.
Internet, ciudadanía y democratización
Manuel Castells subraya la importancia estratégica de "utilizar
el enorme potencial de la Internet por ejemplo para revivir la democracia
no en cuanto substitución de la democracia representativa
por medio del voto y sí para organizar grupos de conversación,
plebiscitos indicativos y consultas sobre distintos temas diseminando
informaciones en la sociedad."3
Significa realzar la sociedad civil como espacio político
por excelencia haciéndola resurgir del declinio impuesto
por la hegemonía neoliberal.
En el proceso de consolidación
de la red como esfera pública de difusión descentralizadas,
necesitamos madurar proposiciones de comunicación electrónica
y conciliarlas con demandas del público blanco, con atención
para los hábitos culturales no siempre fáciles de
actualizar. Los usos y apropiaciones de la Web son diferenciados,
no forman un todo coheso y armónico por más que redes
y colectivos virtuales fortalezcan afinidades.
No se trata por consiguiente de
transformar la Internet en fuente de todas las virtudes, habilitada
a suplantar el poderio de los grandes medios de comunicación.
Seria tontería subestimar el predominio de las corporaciones
multimedias en el actual escenario de transnacionalización
y oligopolización de las industrias de información
y entretenimiento.
Al resaltar la consolidación
de la Internet queremos llamar la atención para las potencialidades
que se entreabren en el ambito virtual fundadas en prácticas
interctivas y no submetidas a los mecanismos de selección
de los medios de comunicación. Rapidez, disponibilidad ininterrumpida
y descentralizada, estímulo a la libertad de creación,
nuevos recorridos de lectura por los hipertextos, espacios cooperativos
en grupos de discusión, correo electrónico y salas
de conversación en tiempo real, accesos directos, contenidos
on line ilimitados - estos son algunas diferencias que caracterizan
la pragmática de expresión y difusión de la
Web. Como resalta Naomi Klein, en la red las movilizaciones ocurren
sin burocracia y con una hierarquía minima, por medio de
una cultura de cambio de informaciones constante, interactivo y
sin mayor complejidad operacional, que ayuda a reforzar los vínculos
entre los movimientos sociales contra-hegemónicos4.
Hay mucho que hacer para universalizar
las conexiones y los usos sociales de la Web. Otra exigencia es
combatir la infoexclusión de poblaciones de baja renta sobre
todo en los paises periféricos. Son esenciales políticas
públicas adecuadas y eficientes para ampliar los accesos
y los usos sociales, culturales, educativos y políticos de
de las tecnologías de comunicación. Hoy el acceso
permanece concentrado en capas de mayor poder adquisitivo y en los
paises más desarrollados - lo que extiende a la Internet
desigualdades sociales del mundo concreto.
Ignacio Ramonet adverte para el
riesgo grave de la concentración de las riquezas y de la
exclusión social repetirse en escala digital: "Dos cifras
resumen la injusticia: el 19% de los habitantes de la Tierra representa
el 91% de los usuarios de Internet. La brecha digital aumenta y
acentúa la tradicional brecha Norte-Sur como asimismo la
desigualdad entre ricos y pobres (recordemos que el 20% de la población
de los países ricos dispone del 85% del ingreso mundial).
Si nada se hace, la explosión de las nuevas tecnologías
cibernéticas desconectará definitivamente a los habitantes
de los países menos adelantados, especialmente los del África
negra (apenas un 1% de los usuarios de Internet, entre ellos muy
pocas mujereres)."5.
El avance en la cobertura de Internet
requiere políticas públicas, incluyendo especialmente
inversiones significativas en infraestructura de tecnologías
de información y comunicación y en el establecimiento
y operación de redes de provisión y de acceso a contenidos
locales, regionales e internacionales, bajo la supervisión
de organismos públicos.
Es urgente movilizar la sociedad
civil mundial en formación para la necesidad de establecer
políticas públicas que contengan la onda de mercantilización
desenfrenada que alcanza la Internet. No será nada fácil
teniendo en cuenta: a) el poderío de los conglomerados que
explotan la economia digital y sus fortísimos lobbies; b)
la hegemonia del discurso neoliberal que implica como contrapartida
no declarada la sistemática deslegitimación ideológica
de formulaciones alternativas o contestatarias, a la supremacia
del mercado en la regulamentación de la vida contemporanea;
c) la dificultad de establecer marcos reguladores democráticos
en un medio fluido y multifacético como la Web.
Otro gran desafio es tornar determinados
websites más conocidos de los internautas lo que implica
expandir alianzas y intercambios; divulgar intensivamente las páginas
junto a sectores de la sociedad tanto por medios convencionales
como por boletines y eventos electrónicos; realizar conferencias
y seminarios sobre estratégias comunicacionales para la Internet;
y aprimorar los programas de busca y los árboles de links
para simplificar la localización de las informaciones deseadas.
Así, superar la exclusión digital no se resume en
proveer acceso a las fuentes de información internacionales.
La inserción digital significa contar con capacidad local
de operar fuentes de información basadas en contextos locales
y que estén conectados a los flujos internacionales de corriente
principal.
Además de una mayor percepción
pública de las páginas por lo menos tres desafíos
tendrán que ser enfrentados: 1) la definición de estrategias
de comunicación que aprovechen las vertientes creativas y
interactivas de las tecnologías multimedias; 2) el aumento
substancial del número de usuarios lo que depende de la superación
de travas económico-financieras (costes de ordenadores, modems,
líneas telefónicas, proveedores de acceso); 3) una
mejor formación para internautas y activistas con simplificación
de los procedimientos informáticos, cursos y entrenamientos.
Cabe aún destacar que el uso de software libre puede ayudar
a reducir la exclusión digital entre los propios países
y lo recomienda especialmente para aquellos que están en
vías de desarrollo y tienen dificultad de acceso a los softwares
más avanzados, de propriedad de corporaciones transnacionales
de informática. El software libre permite el desarrollo colaborativo
en la producción y la difusión de programas y amplia
lo conocimiento y la utilización de las redes virtuales para
el trabajo educativo, cultural y social.
Sin ignorar los obstáculos
que se interponen, pienso que la Internet, en el contexto digital
contemporáneo, tiende a afirmarse como uno de los principales
medios para la construcción de una cultura de solidaridad
social basada en una ética de reciprocidades entre los sujetos
comunicantes. Digo uno de los principales medios para reiterar
que no entiendo el ciberespacio como una esfera disociada de los
embates sociales concretos. ?Cómo pensar en transformaciones
radicales sin referencias objetivas a las tradiciones sociales?
Percibo una relación de confluencia,
de incremento y de sinergia entre lo concreto y lo virtual resultante
por un lado de la progresiva hibridación tecnológica
y por otro del sumatorio de posibilidades que ninguna de las partes
aisladamente alcanzaria. Juzgo perfectamente viable combinar los
instrumentos de acción políticocultural que ambos
ofrecen sin perder de vista que es en el territorio físico,
socialmente reconocido y vivenciado, que procesan las luchas por
la emancipación social y por la ampliación de los
derechos de la ciudadania en todo el planeta.
Notas:
1
Marc Guillaume. L'empire des réseaux. Paris: Descartes
& Cie., 1999, p. 72.
2 Umberto Eco. "¿Cambiará
Internet el modo en que leemos?". Página 12,
Buenos Aires, 7 de diciembre de 2003.
3 Manuel Castells en entrevista
a René Lefort, "El nuevo papel del ciudadano ante la
revolución de Internet", Correio da Unesco, octubre
de 1999.
4 Naomi Klein. Cercas e janelas:
na linha de frente do debate sobre globalização.
Rio de Janeiro: Record, 2003, p. 44.
5 Ignacio Ramonet. "Le nouvel
ordre Internet". Le Monde Diplomatique, enero de 2004,
p. 1.
Dr.
Dênis de Moraes
Profesor-investigador del Programa de Posgrado
de Comunicación de la Universidad
Federal Fluminense, Brasil |