Por Citlalic Peralta
Número 39
En años
recientes la imagen pública se ha convertido en un área
de oportunidades para académicos, investigadores y profesionales
de las Ciencias de la Comunicación. Para las personas, personajes,
empresas, instituciones, partidos, organizaciones es muy importante
reparar en la importancia de su imagen pública, ya que ésta
representa un aspecto fundamental de las comunicaciones estratégicas
que los actores comunicativos establecen, de forma consciente o
no, con los actores-destinatarios de sus mensajes.
Podemos definir a la imagen pública de la
siguiente manera: “la percepción dominante que una
colectividad establece respecto de un actor, institución
o referente cultural, con base en las impresiones y la información
pública que recibe”. Para evitar contradicciones en
la lógica y circulación de los mensajes de los actores,
instituciones o referentes culturales que son objeto de nuestra
intervención comunicativa como consultores en imagen pública,
es necesario emprender la rigurosa planeación, coordinación
y producción de los estímulos comunicativos, que de
forma consciente deberá procurar observar el actor comunicativo
objeto de nuestra intervención.
Sobre el concepto de imagen pública que
hemos referido, es indispensable tener presente tres aspectos. El
primero, entender que la imagen representa un efecto interno en
el cual intervienen algunos factores externos que condicionan el
sentido de la expresividad. El segundo, que la imagen pública
representa un juicio de valor cultural. Y por último, que
el desarrollo de una imagen pública involucra un proceso
de comunicación dirigido.
El concepto de imagen pública puede ser
utilizado en dos escenarios posibles: imagen personal e imagen institucional.
La intervención en imagen pública nos obliga a reparar
en seis ámbitos fundamentales de expresividad: imagen física,
imagen profesional, imagen verbal, imagen visual, imagen audiovisual
e imagen ambiental.
Imagen Personal
Es aquella imagen
que es confeccionada o desarrollada para publicitar positivamente
a una persona o algún personaje (puede ser ficticio). Para
ello es indispensable reparar en dos aspectos fundamentales: definición
del personaje y, esencia- estilo.
La imagen personal de ninguna manera puede ser
improvisada por el consultor o interventor. Deducir cuál
es la imagen pública que mejor conviene a una persona o personaje,
implica realizar rigurosas auditorías, cuyo propósito
es:
• El consultor verdaderamente debe conocer
a la persona o al personaje.
• El consultor debe reconocer la “esencia
del personaje”. La esencia no debe ser alterada por el consultor.
El personaje perdería sus convicciones y podría incurrir
en contradicciones que le restarían credibilidad.
• A partir de la definición del personaje
real, el consultor podrá sugerir la imagen personal que resulte
congruente con las posibilidades expresivas de la persona real y,
evitar incurrir en un esfuerzo cosmético.
• Gracias al reconocimiento de las anteriores
premisas será posible determinar el estilo que manejará
el personaje.
• Por último, definir las acciones
comunicativas a realizar para facilitar la proyección del
personaje público.
Imagen Institucional
La identidad institucional
representa el fundamento último de la imagen institucional
La imagen institucional comprende el conjunto de acciones comunicativas
que debe realizar una organización para expresar su identidad
y fincar una positiva reputación pública. El desarrollo
de una positiva imagen institucional comprende: relaciones públicas,
investigación, publicidad corporativa, relaciones con los
inversionistas, fusiones, cambio de nombre de la compañía,
selección de nuevas agencias, así como estrategias
para enfrentar el desastre noticioso. Para establecer la situación
imagen punto de partida –imagen pública inmediata-
con que cuenta alguna organización, es necesario realizar
las auditorías de imagen que resulten pertinentes.
La imagen institucional de ninguna manera se agota
en el esfuerzo publicitario, propagandístico o promocional
de alguna organización. Una imagen fincada en la publicidad,
la promoción y la propaganda resulta extremadamente volátil.
Ámbitos fundamentales
de la expresividad
Tanto en la “ingeniería
de imagen personal” como en la “ingeniería de
imagen institucional” es necesario considerar seis factores
que definen el sentido de la imagen pública.
Imagen Profesional
En la imagen profesional personal
debemos tomar en consideración los protocolos que supone
el desarrollo de las actividades profesionales que definen la normalidad
del comportamiento a observar en un determinado gremio o sector.
Dichos protocolos tienen que ver con las formas, tiempos, lugares,
prácticas y ritos que han sido sancionados como culturalmente
normales en la actividad profesional de quienes integran un gremio
o profesión.
La imagen profesional también
comprende las habilidades ejecutivas, ya que éstas en buena
medida sintetizan las posibilidades de desarrollo de la imagen profesional
de quienes integran un gremio o profesión.
El comportamiento en una sala de espera, la forma
de saludar y presentarse, el manejo de juntas, son ejemplos de protocolos
que distinguen la imagen profesional de un gremio u ocupación.
Asimismo, dichos protocolos deben ser utilizados y revisados en
el manejo de crisis, el cual cuestiona la identidad y los valores
de las personas.
En la imagen profesional de una organización,
el sentido de la reputación profesional definitivamente desborda
las posibilidades de la propaganda, la publicidad y la promoción.
Imagen Visual
La imagen visual
puede ser definida como la representación que de una persona
o personaje han establecido grupos objetivo, con base en la información
visual y la pertinencia de los estímulos comunicativos verbales
y no verbales que produce la persona o que son atribuidas al personaje.
Para evaluar, establecer o desarrollar la imagen
visual de una persona o personaje es necesario tomar en consideración
fotografías, imágenes, formas, colores, rasgos o indicadores
culturales de la comunicación no verbal. Entre las formas
posibles de comunicación que debemos atender, destacan:
• Comunicación intrapersonal,
que es aquella comunicación que cada persona establece consigo
mismo.
• Comunicación interpersonal,
que es la comunicación que se mantienen dos personas.
• Pequeños grupos,
en este nivel de comunicación se supone la participación
de tres o más personas, a partir de un claro encuentro visual.
• Comunicación pública,
que es la comunicación que se establece con amplias audiencias.
La comunicación es masiva y poco personalizada.
• Comunicación organizacional,
es la comunicación que establece la organización consigo
misma.
• Comunicación en el
ciberespacio. La comunicación que establece un actor con
las ciberaudiencias meta.
Imagen audiovisual
La imagen audiovisual
es la percepción que se tiene de una persona o institución
por parte de sus grupos objetivos, como consecuencia del uso de
estímulos dirigidos al sentido de la vista o del oído,
simultáneamente o por separado.
Imagen ambiental
La imagen ambiental
es la percepción que producen, consciente o inconscientemente,
los escenarios básicos de nuestros actores comunicativos.
Entendemos por escenario comunicativo al conjunto de estímulos
que establecen la comunicabilidad del espacio funcional.
Los ambientes proporcionan una gran cantidad de
información sobre las personas y las instituciones. Sólo
basta observar atentamente. Sin embargo, desafortunadamente reparamos
muy poco en la comunicabilidad de los ambientes en los cuales realizamos
nuestras actividades diarias.
Imagen Física
La imagen física
es la percepción que resulta de la apariencia y lenguaje
corporal –si se trata de una persona o personaje-, y el lenguaje
institucional –si se trata de una organización-. En
la imagen física debemos ocuparnos de la apariencia física,
el vestuario, los accesorios y el lenguaje corporal. Puede parecer
vanidoso el darle tanta importancia a la imagen física, sin
embargo, ésta adquiere gran trascendencia cuando pretendemos
establecer un estímulo comunicativo preciso con nuestras
audiencias meta. La Imagen física recurre a la antropometría,
antropomorfología, carametría, caramorfología
e implementación de estilos.
Imagen verbal
La imagen verbal
comprende la percepción que produce una persona o institución
a sus grupos objetivo, a partir de la palabra.
Conclusión
El desarrollo estratégico
de la imagen pública abre nuevas oportunidades de desarrollo
a profesionales de la comunicación. Es indispensable recuperar
este campo de oportunidades. Sólo podremos hacerlo si incorporamos
las asignaturas necesarios en los programas de estudios de la Licenciatura
en Ciencias de la Comunicación y en los programas de posgrado
que así lo ameriten.
Lic.
Citlalic Peralta
Consultora en imagen y relaciones públicas. Colaboradora de
la Cátedra de Investigación en Comunicación Estratégica
y Cibercultura del ITESM Campus Estado de México,
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