Por Hildegard Allbrecht
Número 39
Quiero aprovechar
este hermoso atril para desearles desde aquí todo lo mejor
para este nuevo año. También desde aquí exhorto
- a los implicados- a agregar a sus buenos propósitos de
año nuevo uno que a continuación les voy a explicar.
Se trata del uso adecuado de un
sencillo vocablo que bien empleado nos es muy útil pero mal
pronunciado nos divide de un tajo entre cultos y no cultos.
Esa tan potente palabra es chiquita,
bonita, útil, de sonido agradable y de uso común Tiene
dos vocales y emplea tres consonantes. Curiosamente no es nada pretenciosa
-a pesar de que la tomamos directamente del latín. Suele
usarse con frecuencia y en forma repetitiva –lo cual es incorrecto,
pero muy usual.
La palabra en cuestión, desde
el momento en que sale de la cavidad bucal nos etiqueta a veces
para siempre.
Nuestro latinajo es ni más
ni menos que la palabra etcétera (de et
que significa “ y” y cetera que quiere decir “todo
lo que falta.” –de allí que es innecesario repetirla.
Comienza con las letras e
y t (nunca e y c)
Si tu dices ec-cetera como
en eclipse arrojarás una sombra total sobre tu fachada de
intelectual.
En cambio si dices correctamente
etcétera como en etnia haces bien ya que así estarás
formando parte de una agrupación natural de individuos de
igual idioma y cultura. (Definición de etnia).
Recuerden: eclipse NO, etnia SI
Et como en eterno,
ético, etimología, etiqueta etc, etc.
No Ec como en eclipse
o eco ( que por cierto se define como repetición de un sonido
reflejado por un cuerpo duro –en este caso por una cabeza
dura o persona ignorante.
Bien, ahora como maestra irremediable
que he sido por demasiados años ya, después de señalar
errores toca sugerir remedios. ¿Cómo poder erradicar
esta costumbre que nos define como ignorante.?
Sugiero lo siguiente: Consiga un
puño de piedritas. Lávelas con cuidado.
Séquelas y colóquelas
todas a la vez en la boca.
Párese frente al espejo repita
en voz alta- una vez al día por treinta días lo siguiente:
Yo, fulano de tal- soy persona culta, preparada, lúcida honesta,
pensante, capaz de corregir mis errores etc. Etc. Etc. Etc.
Si este ejercicio falla y no corrige
tu tartamudeo y mala pronunciación por lo menos levantará
tu autoestima....
Aparte.........., si ya eres de
los afortunados que siempre han sido “cultos, este año
se un poco más tolerante. Decir ec-cetera en vez
de etcétera puede atribuirse a una ligera discapacidad
auditiva... nada más.. Y no a la ignorancia total.
No quiero alarmar pero sé
que en nuestra Academia se han colado varias “eccéteras”,
me consta, los he oído con mis propios ojos.
Y para terminar –desde este
hermoso atril, mando una vez más a todos ustedes, un abrazo,
mi cariño, mis mejores deseos, etcétera, etcétera,
etcétera.
Hildegard
Allbrecht Vda. de Sotomayor
Escritora mexicana |