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Por Gabriela Bernal
Número 40
Los nuevos modelo
s de las organizaciones están dando prioridad a los recursos
intangibles de las empresas. Se basan en diferentes formas de conocimiento
y los consideran un factor clave para aumentar la productividad.
Por tanto, la forma en que las empresas adquieren conocimientos,
los protegen, despliegan y renuevan con el fin de desarrollar nuevos
productos y servicios, sin duda constituirá el nuevo elemento
de gestión que las diferenciará dentro de un entorno
económico cada vez más competitivo.
La reciente publicación,
Interacción, conocimiento y cambio organizacionales.
Un enfoque sistémico para la intervención en las organizaciones,
(editada por el ITESM, Campus Toluca, 2003), profundiza en el estudio
de los recursos intangibles, basados en el conocimiento, establece
el marco conceptual, junto con la metodología práctica
necesaria, como propuesta para que en las organizaciones se reflexione
sobre el capital intelectual. El texto es una excelente herramienta
de consulta que pretende dar respuestas a numerosas dudas que se
plantean tanto en el ámbito académico como en el empresarial,
proporcionando pautas para potenciar los recursos y las capacidades
estratégicas.
La obra de Cuauhtémoc Olmedo Bustillo, doctor
en Administración por la Universidad de Austin, Texas, consta
de ocho capítulos. No pretende desarrollar una nueva teoría
acerca de las organizaciones; su objetivo es más bien pragmático,
al proponer un esquema que permita al consultor integrar diversas
teorías en el diseño de una intervención dentro
de una situación en particular. Una de las preocupaciones
del autor, es el desconocimiento, por parte de muchos autores de
textos sobre cambio organizacional, de los desarrollos teóricos
y empíricos en disciplinas distintas a dicho enfoque. A través
de este libro el lector encontrará referencias que provienen
de la psicología, la sociología, la antropología,
la ciencia política y la literatura. Sin pretender hacer
una exploración exhaustiva, ni profundizar en los fundamentos
de cada una, el autor inicia la reflexión sobre la diversidad
de disciplinas que pueden aportar y ampliar el conocimiento del
cambio organizacional.
Sin duda una de las contribuciones de esta obra
es el estudio de la cultura en los procesos de cambio. La organización
y su cambio son, en parte, productos de las culturas nacional y
regional; sin embargo, como hace notar el autor –salvo algunas
excepciones- la gran mayoría de las obras relacionadas estos
temas proceden de una cultura anglosajona. El libro de Olmedo Bustillo
aborda el papel protagonista de la cultura en las organizaciones
como componente psicosocial, cohesionador, identificativo y diferenciador
de las mismas.
La teoría de las organizaciones parte a
menudo de una visión de la cultura como una característica
indefinida e inmanente de todo sistema social, que influye en el
comportamiento organizacional como un poderoso factor de contingencia
que determina y condiciona su funcionamiento. Para hacer frente
a las condiciones cambiantes del entorno, la obra cuestiona tanto
el sistema organizativo como la cultura y motiva a su revisión,
de forma que se pueda mantener el equilibrio necesario para la supervivencia
y la integridad de la empresa. Con apoyo en una serie de modelos
de diferentes autores, se analizan todas las implicaciones que el
cambio cultural tiene para el desarrollo interno de la organización,
así como las acciones para afrontar un entorno complejo y
los retos del futuro.
Ciertamente, el fenómeno cultural se halla en el centro de
lo que se investiga y discute actualmente en la antropología,
la sociología y los estudios comunicacionales; de igual forma
ocupa a historiadores del arte y la literatura, que trascienden
el estilo habitual de las humanidades y, utilizando las herramientas
de las ciencias sociales, redefinen los objetos de sus disciplinas.
La cultura también es revalorada por la administración
cuando ésta se reconstruye, al reconocer la necesidad de
entender a la organización desde un punto de vista integral,
esto es, atender la mayor complejidad del fenómeno organizacional
apoyándose, para su comprensión, en los avances de
disciplinas como las antes citadas. Uno de los propósitos
centrales de esta obra es describir tanto la trascendencia de la
cultura en el análisis de las organizaciones, como la nueva
visión que del término cultura organizacional deberá
tener el administrador del próximo milenio. Para ello se
inicia con una breve exposición de los motivos por los cuales
debe hablarse de cultura en administración, para luego hacer
un recuento de la manera en que ésta se entiende, sobre todo
en el ámbito latinoamericano.
Posteriormente, se aborda la relación entre cultura y análisis
organizacional, para que el lector no perciba la cultura como una
variable más de la organización sino, más bien,
que aprecie que cualquier organización, en un grado mayor
o menor de madurez es, por sí misma, cultura; concebida como
una forma de manifestación de la conciencia humana, expresada
mediante aspectos simbólicos. Todo esto lleva a comprender,
finalmente, que el nuevo administrador deberá desarrollar
un tipo “especial de inteligencia” que trascienda el
pensamiento lineal y racionalista en favor de un enfoque integral
y humanista, de tal suerte que se evidencie una nueva cultura.
Otro aspecto que aborda Olmedo es el relacionado con el poder. Desde
el enfoque de las organizaciones, muchos consideran inadecuado reconocer
que ejercen el poder de manera no participativa; asimismo, los subordinados
no se atreven a hablar de las estructuras de poder prevalecientes
en las organizaciones pues las denuncias de usos y abusos de poder
puede tener consecuencias negativas para ellos. En este sentido,
el autor analiza las metodologías de investigación
inadecuadas en relación con las estructuras de poder en las
organizaciones y propone una alternativa metodológica al
respecto, la cual no puede basarse únicamente en “los
reportes de informantes” sino que debe considerar de manera
muy importante la observación en el campo de las prácticas
y situaciones donde se ejerce el poder.
Uno de los supuestos principales que sustentan este libro es que
el cambio organizacional puede entenderse a través de la
indagación en las características del conocimiento
en cada organización y de los procesos que lo afectan. A
lo largo del texto se discuten las más variadas formas de
conocimiento para demostrar que las concepciones rígidas
sobre él no son útiles para su estudio.
La obra presenta reflexiones acerca de distintas
intervenciones, realizadas por el autor y otros consultores en ciertas
organizaciones, con el objetivo de proveer un marco de análisis
dentro del cual puedan evaluarse distintos esquemas de intervención.
La cultura, el conocimiento y el poder son tres
dimensiones de las situaciones organizacionales que son atendidas
en esta obra. Este libro, lejos de simplificar el análisis
organizacional con categorías preestablecidas, busca ampliar
los conceptos e ir más allá de las acepciones coloquiales
o sujetas a intereses diversos que abundan en la literatura sobre
organizaciones. A partir de esta nueva visión, el autor empieza
a cuestionar la operación y los resultados organizacionales
que surgieron bajo los parámetros de la gestión funcional,
positivista y racional; a evidenciar que las maneras de operar de
las organizaciones, separadas de su entorno e incluso sin verdaderos
vínculos internos, son inadecuadas para el desarrollo integral
de las mismas.
Referencias:
Olmedo, C. (2003). Interacción,
conocimiento y cambio organizacionales. Un enfoque sistémico
para la intervención en las organizaciones. Toluca,
Edo de Méx.: ITESM, Campus Toluca.
Gabriela
Bernal
ITESM, Campus Toluca, Estado de México,
México |