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Por Daniel Cámara, Anallie Monroy, Héctor
Navarro, Cecilia Real y Diana Santos
Número 41
Virtualidad;
espacios no físicos que se concretan en un procesador
La rapidez con que
se modifica nuestro entorno, la hazaña de descubrir algo
nuevo, la curiosidad de vivir la experiencia, la necesidad de identificarse
con algo o simplemente el impulso de conectarse a la red, son situaciones
que han generado que el mundo virtual, aquél que llamamos
Internet, se convierta en un medio de comunicación indispensable
para la sociedad contemporánea. Pero este mundo no sólo
está construido para comunicar, se erige también como
un “portal” para millones de realidades; tantas como
el número de individuos que acceden a él.
En este medio virtual
el comercio de los signos y la prodigalidad del intercambio simbólico
modifican el carácter y el comportamiento de las personas;
creando así modelos implícitos en que todo y nada
pueden ser la realidad más próxima. Sherry Turkle
reconoce la naturaleza de estos intercambios y señala que
“las experiencias en Internet nos ayudan a desarrollar modelos
de bienestar psicológico que son posmodernos en un sentido
significativo: admiten la multiplicidad y la flexibilidad”.
(Turkle, 2000: 331) Con ello, Internet se atempera a la necesidad
de los individuos para idealizarse en un mundo que, más allá
de la pantalla de sus procesadores, no les pertenece.
El Internet ha evolucionado
el lenguaje, ha modificado las nociones del individuo transformándolo
en una “molécula perfectamente operacional pero abandonada
a sí misma y abocada a asumirse por sí misma”.
(Baudrillard, 2002: 68) Nos hallamos ante la realización
de una tendencia hiperbólica que seduce al signo, lo objetiva
y lo hace el lenguaje de la red. Por ello, la virtualidad es entonces
“simple cuestión de puesta en información, de
puesta en cálculo, de una computación generalizada
en la que los efectos de lo real desaparecen” (Ibid, 2002:
49)
Las contraseñas
de las redes han creado el espacio perfecto para “navegar”
y objetivar el pensamiento y las necesidades individuales en un
cosmos que no acepta discriminación alguna. Es entonces cuando
las preferencias sexuales se hallan libres; en un ciberespacio que
las deja fluir y que no les impone límites. Bajo este tejido
de canales comunicativos y de procesadores, millones de personalidades
que se confrontan, se buscan y se desean, adoptan identidades que
en la libertad de lo real nunca podrían llegar a personificar.
Imagen y contenido
La primera vista de un portal gay
La libertad de elegir una personalidad virtual está
ligada directamente con la libertad de elegir un espacio social
virtual, en el que los agentes que comparten propiedades y se identifican
entre sí, determinan la distancia de su relación.
El lugar donde convergen esas propiedades marca definitivamente
la retroalimentación informativa que pudiera existir. Dicho
lugar es un portal de Internet, en el que se comparte un habitus,
creando un sentido de pertenencia por parte de los individuos que
entran al grupo social virtual.
La identificación
y el sentido de pertenencia son generados principalmente dentro
de los primeros nueve segundos en que un usuario contempla un portal.
Por ello la primera vista de una página de Internet genera
la crucial decisión de seguir viajando o no por el campo
social que se ha descubierto. A pesar de estar en un espacio virtual,
los individuos detrás de cada pantalla conservan experiencias,
conocimientos, valores, un perfil psicológico único,
etc., que en conjunto, permiten la creación de significaciones
específicas para cada símbolo en la mente de cada
usuario. Lo que crea la identificación, se visualiza en un
portal por medio del lenguaje en equilibrio, que se transforma en
un mensaje final para el usuario, interpretado de acuerdo a su capital
cultural.
En el espacio virtual,
como en el espacio real, los individuos tienen sensaciones expresadas
por medio de los colores, las formas, las agrupaciones, el texto;
que producen atracciones controladas por los creadores del portal.
La principal atracción es la que crea la identificación
durante la primera vista, donde la perspectiva del usuario interactúa
con el espacio social virtual que le permite desenvolverse con su
nueva personalidad creada para navegar en las redes libertadoras,
permitiendo a un heterosexual entrar en la comunidad virtual homosexual,
y viceversa o en cualquier otro campo.
Aventurándose
el usuario, en un campo diferente al suyo, puede ingresar a <http://www.gay.com>,
donde los elementos de atracción principales debido a su
gran tamaño y colorido son las imágenes de personas
comunes, de distintas razas y sexos, cada uno con un estilo y personalidad
propios. De ellos se puede elegir alguno que concuerde con las preferencias
personales, dando lugar a una auto clasificación, que Bourdieu
ha justificado dentro de cualquier espacio social y que en este
espacio virtual se encuentra liberada de presiones por parte de
los demás miembros del campo. La clara visión de las
fotografías es permitida por su calidad, que como primera
sensación da seguridad y motiva al usuario a seleccionar
sin prejuicios o recriminación. Los rostros que se observan
en dichas imágenes muestran en general el modelo estético
occidental de la actualidad, es decir personas atléticas,
delgadas, sonrientes, de tez blanca y finalmente con un toque de
sensualidad en los distintos estilos que ofrece cada persona. Entonces,
cualquier usuario de Internet que entre a dicho portal, y siga el
mismo modelo estético puede sentirse atraído por conocer
a alguna persona presentada, aún si es heterosexual ya que
no se muestra ninguna clasificación sexual.
Un individuo social
busca inconscientemente un orden y estabilidad dentro de su grupo
social así como en un portal de Internet, para que su navegación
sea más sencilla y le permita disfrutar del viaje a través
de las redes sociales y de información que se ofrecen. Así,
<http://www.gay.com>
da el equilibrio necesario para generar una sensación placentera
al usuario, utilizando como medio principal de transmisión
de información a las imágenes en lugar del lenguaje
escrito. En conjunto los colores tenues y la ubicación de
cada sección e imágenes provocan una sensación
de tranquilidad, limpieza y sencillez que no se daría en
un portal con colores agresivos o simplemente con el uso de los
colores de la bandera gay. El individuo ya con la primera sensación
de tranquilidad puede sentir la libertad de seguir navegando sin
buscar una justificación frente al campo social, o ante sí
mismo. <http://www.gay.com>
es un campo que no se segrega así mismo de otros portales
famosos o comúnmente usados por la mayoría de los
miembros de la comunidad de Internet, ya que su estructura es similar
a la de muchos otros, y en consecuencia no transmitirá un
sentimiento de segregación a los miembros de su comunidad,
siendo ésta una necesidad primordial del ser humano, y de
la comunidad gay en estos días. Incluyendo aquí, a
cualquier usuario que no comparta el habitus de la comunidad gay,
la sutileza con la que se maneja el contenido sexual, da más
libertad al individuo de observar, buscar, informarse, y posiblemente
hacerse parte del grupo social del portal.
Ya como miembro de
<http://www.gay.com>,
el tránsito por el portal es mucho más cómodo,
y ofrece la identificación con algunos problemas comunes
de la comunidad, como las enfermedades de transmisión sexual,
tratando el tema como algo normal, cotidiano y con una solución
viable. Se muestra por ejemplo, un mensaje en colores tenues: “Think
you´re the only one with genital herpes?”, que crea
el presupuesto de que muchas personas sufren de esa enfermedad,
creando así otro sentimiento de pertenencia y además
de comprensión por parte del grupo al que se ha ingresado.
La relación entre los miembros aunque aún en este
punto no tienen contacto directo, es mucho más cercano debido
a la identificación incluso en problemas íntimos.
La relación que fuera de la vida virtual no es tan accesible,
se crea aquí, donde la información que muchos miembros
de la comunidad necesitan, es proporcionada sin crear juicios sobre
el individuo, sin atentar contra su privacidad, en continuidad con
la libertad de la red.
Aún, en el caso
contrario, donde el usuario no padezca esa enfermedad, la información
resulta interesante debido a su presentación, que no es agresiva
a la vista ni a la mente. Se podría cambiar el mensaje, hablando
de algún otro padecimiento como una simple gripe y no habría
gran diferencia visualmente, respetando nuevamente la perspectiva
de cualquier usuario aún si no es miembro del campo y no
comparte el habitus del mismo.
El carácter
racional de un individuo, genera la organización de todos
los elementos que percibe en el campo visual de un portal en torno
a conjuntos significativos, que le permiten jerarquizar la información
recibida. Esta influencia persigue al usuario en su navegación,
aumentando el valor comunicativo de algunos datos y disminuyendo
el de otros. Pero todo esto es dirigido por la agrupación
de información en los portales, que en <http://www.gay.com>,
predice una única jerarquía, debido a la fácil
identificación de los datos, su continuidad, coherencia y
equilibrio lógico, donde cada sección tiene un título
atractivo que refleja su contenido. Cada sección por la que
se navega está enfocada a la información que el usuario
requiere, datos útiles y serios, donde se citan fuentes legitimadoras
del conocimiento que se ofrece.
Contemplado dentro
del lenguaje del campo, se encuentra el idioma, que clasifica, divide
y segrega a los grupos sociales, ya que sólo permite el ingreso
a los usuarios que lo puedan entender. En <http://www.gay.com>
el idioma que más se utiliza es el inglés (aunque
el usuario tiene la opción de elegir entre 10 idiomas más),
representando en él una comunidad internacional, ya que el
inglés es uno de los idiomas más utilizados y conocidos
en el mundo, pero a pesar de ello, no todos los individuos que tienen
acceso a Internet lo dominan, por lo que al viajar por la red encuentran
limitantes dentro de toda esa libertad de elegir, limitantes que
existen en el ser detrás de la pantalla y no en la personalidad
virtual creada con el fin específico de existir en una realidad
alterna, el Internet. La división que se genera puede resultar
en la generación de clases aún dentro de nuestro espacio
virtual, donde los más afortunados económicamente
en el espacio real, son los que tienen acceso a este portal que
maneja un idioma diferente al propio, hablando en el caso específico
de México.
Sin embargo, existen
otras condiciones del portal que limitan a ciertos usuarios, como
los servicios especiales, en donde se requiere de un pago para acceder
y disfrutar de otros espacios de interacción entre los miembros
de la comunidad, lo que asegura también que en estas áreas
estarán solamente las personas que compartan un habitus,
en este caso el de la comunidad gay de clase alta.
En una comparación
visual entre las páginas <http://www.gay.com>
y <http://www.sergay.com.mx>,
es notoria la preferencia de cualquier usuario a la primera, ya
que es un portal atractivo para leer y observar, en cambio en la
segunda página, la alineación de los textos resulta
confusa, difícil de leer, poco emotiva, produciendo sensación
de desagrado, e incomodidad. En <http://www.sergay.com.mx>,
como parte de la identificación que el creador del portal
intenta transmitir, se encuentra el uso de los colores de la bandera
gay que lejos de atraer a algún miembro de la comunidad gay,
resulta visualmente agresivo. Dicha agresión que dentro de
un campo puede ser llamada violencia simbólica y que se mantiene
constante en todas las secciones de la página, cierra las
puertas de la comunidad a nuevos usuarios, disminuyendo la población
de la comunidad.
Por su contenido agresivamente
sexual, los colores oscuros de fondo, contrastando con los del arcoiris
y los mensajes constantes de imágenes XXX, generan más
bien una comunidad de curiosos que no buscan ser parte de un grupo,
sino simplemente observar algo ajeno a ellos, entonces desaparece
cualquier sentido de pertenencia. Aunque pueden existir usuarios
del portal que son miembros activos de la comunidad gay tanto virtual
como real, esta población es limitada. La diferencia de los
navegantes entre <http://www.gay.com>
y <http://www.sergay.com.mx>,
se presenta en los intereses de cada uno, en la primera página
se busca la creación de una personalidad liberada de las
presiones sociales que no existen en el mundo virtual, y en la segunda
página el usuario no se preocupa por crearla, ni por interactuar
con personas que comparten su habitus. Esto es visible en los chats
de cada portal, en sergay no hay usuarios a ninguna hora del día,
y en Gay.com, la mayor parte está enfocada en la comunicación
entre los miembros, donde existen distintas clasificaciones por
país, ciudad, región, gustos, preferencias sexuales,
estilos, etc., y se encuentran siempre usuarios con el deseo de
conocer a alguien de la comunidad.
En contraste con <http://www.gay.com>,
el diseño de <http://www.sergay.com.mx>,
crea la segregación tanto del portal como de sus usuarios,
provocando en principio la auto-exclusión de cualquier visitante
de ese grupo por sentirlo diferente a los demás, y es necesidad
humana el pertenecer al grupo de los aceptados, de los ‘mejores’,
o de los ‘buenos’, aún en el espacio virtual.
La posible auto-aceptación dentro de la comunidad de sergay,
genera un sentimiento de herejía frente a la sociedad que
no tolera la homosexualidad, en contraste con la pasividad generada
en la página <http://www.gay.com>
Un individuo miembro
de un grupo que se siente rechazado por otro, puede llegar a identificarlo
como el enemigo, y en el espacio virtual esto se repite, pero el
ambiente visual creado influye aún más. En sergay,
los colores que generan la violencia simbólica motivan en
el usuario un sentimiento de agresividad que en conjunto con la
constante carga ideológica del texto en donde se presentan
como una comunidad víctima de la sociedad patriarcal, resultan
en la auto-segregación del miembro del campo con respecto
a otros campos y la identificación de estos como sus contrarios
o enemigos.
El elevado nivel de
concentración y tiempo que requiere un usuario para entender
la mayor parte del texto, lleva la atención a las escasas
imágenes de la pantalla principal, y a las letras que resaltan
donde se muestran principalmente imágenes sexuales. La inmediata
muestra del contenido sexual, además de segregar a la comunidad
de este portal, genera rechazo en los usuarios que navegando por
la red cayeron en una página con la que no comparten un habitus.
El rompimiento del
equilibrio en la estructura sergay, hace que los contenidos útiles
para los miembros de la comunidad pasen desapercibidos y la visión
se dirija a los contenidos sexuales, provocando la creación
de la imagen esteriotipo de la comunidad gay, en la que todo gira
alrededor de las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo,
y que las comunidades externas rechazan por considerarlos anti-naturales
y perversos.
La agresividad que
ser gay provoca no sólo se manifiesta en las interpretaciones
de los colores y el texto, sino también en los contenidos
sexuales, en los que se describen situaciones tensas entre las comunidades
homofóbicas y la comunidad gay, además de experiencias
personales íntimas donde el morbo se desliza entre las palabras
para generar interés.
La carga ideológica
de esta página se enfoca en apoyar a la comunidad homosexual
mexicana, que se muestra parcial ante los sucesos descritos en el
portal, como ejemplo se da una narración donde un hombre
heterosexual se siente hostigado sexualmente por un homosexual,
a lo que respondió violentamente. Esta violencia narrada,
puede generar incluso inconscientemente violencia en los lectores,
ya que no sólo es una descripción detallada sino que
utiliza un lenguaje coloquial también agresivo como: “sí
yo lo golpeé, pero fue por que él me tortió
y se me insinuó” o “ese maricon”. La parcialidad
de la narración se concreta en lo que se describe como un
atentado contra los derechos del individuo por homofobia, además
de que el lector sólo puede crear su propio juicio a través
de la versión creada desde una comunidad gay, en donde se
juzga el posible hostigamiento sexual donde se violan los derechos
y la esfera jurídica del individuo heterosexual. Estos espacios,
satisfacen la necesidad de expresión y de reclamo de la comunidad
virtual gay hacia las comunidades que los segregan y de las que
se auto-segregan. El viaje a través de sergay es un constante
bombardeo de agresividad que incluye palabras e imágenes,
y donde la seriedad de Gay.com contrasta, disminuyendo la importancia
de la información útil para los miembros de la comunidad.
En el mercado lingüístico
que se maneja en sergay, es evidente la existencia de un grupo social
más bajo que el de Gay.com, en frases como: “... en
lugar de andar de argüenderas”, “de que ahí
para la cosa”. Las palabras que caminan por dicho portal muestran
una costumbre soez y vulgar, además de dar al usuario la
imagen de un portal poco elaborado, no profesional, ni serio, donde
lo más común es la burla, el morbo y la violencia,
que no mejoran la condición de la comunidad gay ni virtual
ni real, en la sociedad mexicana actual. Además del texto,
las imágenes de miembros de la comunidad son de personas
de tez morena, todos del sexo masculino, en contraste con las imágenes
de Gay.com, aquí no se cumple con el modelo estético
occidental, además de que excluye a la comunidad lésbica
a pesar de que se escribe sobre ella.
Dentro de los contenidos
sexuales no solamente se encuentran los explícitos sino los
simbólicos como los que el usuario puede observar en el ‘Suplemento
de la revista’, que en su división interna muestra
botones distintos a los utilizados en otras secciones, los cuales
tienen un significado fálico, no sólo por su apariencia
sino por el movimiento que realizan al posicionar el mouse en ellos.
Aunque algunos usuarios pueden sólo reír, otros pueden
sentir nuevamente la violencia simbólica reflejada en una
imagen, todo dependiendo de su capital cultural y habitus.
Los constantes conflictos generados en la estructura de la página
sergay, no sólo transgreden el equilibrio de los elementos
visuales, sino que en el lenguaje crea diferencias como el hecho
de hablar de comunidad gay y lésbica, después hablar
solo de la comunidad gay, posteriormente referirse a GLBT, etc.
La navegación entre las secciones de la página es
inconsistente, no cumple con un objetivo final, generando más
dudas y problemas en la mente de los agentes, en vez de satisfacer
alguna necesidad, el usuario termina confundido, y posiblemente
con dudas acerca de su sexualidad, sea homosexual, heterosexual
o bisexual, cuestionándose su interés en un portal
que muestra preferencias sexuales diferentes a la suya o bien la
confrontación con una realidad que no acepta su sexualidad.
La mezcla de estilos
e imágenes, el exceso y la repetición de información,
además de la evidente improvisación de la página,
rompen con un estilo e identidad propia, provocando así un
conflicto entre todos sus elementos, que se transmite a los usuarios.
Es entonces, donde se observa que la creación de un espacio
social virtual no es sólo cuestión de la existencia
de una necesidad, sino de su correcta estructuración, diseño,
y del estudio de los intereses de la comunidad.
El universo del Internet
Comunidad que se entrelaza
El mundo virtual es infinito
en posibilidades, en lugares y en experiencias; a su vez es difícil
establecer o distinguir en este mundo, la línea que separa
la realidad de la fantasía, incluso es confuso conceptualizar
la realidad en esta virtualidad que hace posible el Internet.
Adentrándonos en Internet
podemos darnos cuenta que éste se conforma como un universo
implícito que construye un espacio social, que de acuerdo
con Bordieu, “es el lugar en que los agentes y las colectividades
luchan para asegurar lo arbitrario de la dominación legítima”.
(BORDIEU, 1999: 220) Un espacio al que podríamos incluirle
el adjetivo virtual, y que a su vez está extendido y enriquecido
por una multiplicidad de campos que se hacen visibles en él,
donde cada uno muestra una complejidad propia, un habitus y unos
ocupantes que complementariamente determinarán al campo.
Es en este punto dónde se centra el interés del presente
capítulo; en la focalización de un campo cuyas características
lo hacen distinguirse inmediatamente, el campo de la comunidad gay,
que a su vez da lugar a un espacio en el que esta comunidad se hace
presente y establece una zona para dar origen a una interacción
entre sus ocupantes y sus miembros.
A pesar de que el campo que hemos
analizado tiene características muy peculiares, las dos páginas
a las que hemos volcado nuestro análisis tienen entre sí
diferencias que las identifican como subcampos, ya que cada una
está enfocada y dirigida a cierto público homosexual,
bisexual, lésbico, etc., que se diferencia por sus habitus
cotidianos; entendiendo por habitus según la definición
de Pierre Bordieu al “producto de los condicionamientos que
tiende a reproducir la lógica de los mismos, aunque sometiéndola
a una transformación” (BORDIEU, 1990: 155).
La página Gay.com está
dirigida a un público cuyo capital económico los coloca
en una clase social alta, privilegiada, esto lo podemos argumentar
con base en ciertos datos y referencias que encontramos en la página,
aparte de los ya referidos a la imagen. Entre ellos podemos mencionar
la Sección de Viajes de la página, en ella encontramos
que se dan como opciones y sugerencias para viajar, lugares a los
que sólo personas que pertenecen a un estrato social de éstas
características pueden ostentar, destinos como las playas
de Miami, la ciudad de Buenos Aires o eventos como el Miami Gay
and Lesbian Film Festival, San Francisco International Lesbian &
Gay Film Festival y el OUTFEST de Los Ángeles; son lugares
que sólo pueden ser tangibles fácilmente para una
clase social alta si tomamos en cuenta la situación económica
actual de México.
También en un espacio del ‘site’ con links ‘recomendados’,
podemos encontrar a American Express, Trenes de Europa American
Airlines, todos éstos dirigidos hacia una clase en específico
que pueda tener acceso de alguna forma a este tipo de lujos o comodidades.
Por su parte y en este sentido,
la página de Internet Sergay.com.mx se dirige hacia una clase
social más baja, que a nuestro criterio responde a estratos
sociales que van desde la clase baja, media baja y media. Esto lo
afirmamos basándonos en el mismo principio de comparación
que con la página anterior; ya que en ésta no se muestra
una sección específica para viajes, y sin embargo
sí tienen un apartado en el que podemos encontrar Puntos
de Encuentro donde es posible conocer a personas con las mismas
preferencias sexuales, mismos capitales económicos, sociales
y culturales. Estos lugares son concurridos por las clases sociales
que ya mencionamos y para ejemplificar podemos citar algunos párrafos
del portal Sergay.com.mx.
- En la gran mayoría de
los Sanborn´s de la ciudad hay ligue, además de en
plazas comerciales como Perisur, Plaza Satélite, Plaza
Universidad, Plaza Coyoacán o Plaza Santa Fe. -
- La parte que da a la Avenida Juárez de la Alameda es
muy frecuentada por gente gay, así como la Plaza de la
Solidaridad y la salida del Metro Hidalgo, donde está la
plaza a José Martí. -
Por otro lado también se
sugiere el tránsito en las líneas que van de: PANTITLAN-OBSERVATORIO,
BARRANCA DEL MUERTO-ROSARIO, INDIOS VERDES -UNIVERSIDAD, MARTÍN
CARRERA-SANTA ANITA, MARTÍN CARRERA-ROSARIO, GARIBALDI-CONSTITUCIÓN
DE 1917; El tránsito en esta línea se recomienda
principalmente después de las 10:00pm, en los últimos
vagones donde seguramente encontrarás mucha acción.
También recomendamos tomar medidas de precaución.
Lugares como el Metro y la Alameda
son muy concurridos por los estratos sociales más bajos mientras
que en Sanborn´s podemos encontrar a la clase media baja que
ya habíamos mencionado y que accede al portal de Sergay.com.mx.
Por otro lado, y en añadidura, en esta página no encontramos
ninguna referencia a bancos, tarjetas de crédito y mucho
menos líneas aéreas.
Otro punto importante que tenemos que destacar y que hace referencia
a las diferencias que presentan los subcampos ya mencionados, es
el capital cultural de cada público, mismo que va ligado
al capital económico.
Mientras que en la página
Gay.com podemos encontrar una sección donde se informa de
artes y teatro, donde se avisa sobre los eventos más destacados
y dirigidos a la comunidad gay, como es el caso de la presentación
de un libro, cuya temática esta enfocada al tema de género,
en especial a la homosexualidad; en la página Sergay.com.mx
podemos encontrar una sección que anuncia los eventos también
dirigidos para la comunidad gay, sin embargo éstos estas
en función de procesos y capitales culturales distintos como
lo son una fiesta o un convivio en algún antro de la ciudad
(ubicados en zonas como el Centro, la Zona Rosa, entre otras). Esto
es un claro ejemplo de la distinción sociocultural que se
maneja entre ambas páginas.
Dentro de la comunidad que accede
a cada página podemos diferenciar en su habitus los sistemas
de valores, pues mientras que en Sergay.com.mx encontramos una focalización
en la diversión, el entretenimiento, los ratos de ocio y
el estar continuamente conociendo gente nueva; en la página
Gay.com el enfoque es un tanto diferente, el habitus de sus visitantes
es distinto ya que no hay tanta información sobre centros
de diversión, ni como pasar un buen rato de ocio. Por el
contrario, hay más opciones sobre cómo organizar actividades
propias, administrar contactos ya establecidos, incluso hay una
sección enfocada hacia empresarios que pudieran utilizar
la página como medio para mejorar su presencia en el mercado,
entre otras cosas también se ofrecen foros de discusión
sobre temas cuyo enfoque sea el género, la política
o el activismo.
Sin embargo algo destacable en ambos
subcampos es la característica que comparten, por lo mismo
es propia del mismo campo (Homosexual), y no puede obviarse en ninguna
de las dos páginas, El caso del VIH/Sida en donde ambos portales
dedican un apartado o sección especial a esta temática,
con información para su prevención, tratamiento, así
como intercambio de experiencias que puedan ser útiles para
el resto de la comunidad.
Las dos páginas son parte
de un campo, y por lo tanto, comparten características e
intereses, como son la función de facilitar el contacto,
acercamiento y comunicación entre personas con las mismas
preferencias sexuales así como la publicación de todo
lo referente al género y los temas que más les afectan
o interesan, como puede ser el caso del SIDA y la discriminación.
Sin embargo, no comparten el mismo público, es decir, cada
página se enfoca a un sector de la sociedad en específico.
Y podemos encontrar sectores con intereses comunes coincidentes
en un capital cultural y económico y que a su vez dan muestra
del habitus en el que viven, pero que no pueden compaginar en muchas
ocasiones con las características de otro estrato social.
Y es así como se marca la diferencia entre las páginas,
donde cada una presta sus espacios para que personas con los mismos
intereses y llamados por las propiedades del subcampo puedan encontrarse
e interactuar en ellas.
Conectados a Internet
El sexo virtual en la era del chat
HOMBRE... GUAPO,
INTELIGENTE, COMPLETO, EXTREMADAMENTE VARONIL, 100% ACTIVO, YUPPIE,
BISEXUAL, CASADO, EXCELENTE NIVEL, BUEN AMANTE, BUSCANDO MUCHO MÁS
QUE SEXO. TU: MADURO, VARONIL, BUEN NIVEL, MUCHO CEREBRO Y BUENAS
NALGAS... SOLO CON FOTO
LomasBoy en Gay.com
Las relaciones presenciales entre los individuos parecen haberse
mimetizado con el ambiente virtual y convertido así en relaciones
no presenciales de carácter meramente simbólico, es
decir, lo que antes se mostraba en lo tangible de los encuentros
cotidianos, ahora se puede visualizar en una carga de símbolos
y valores virtuales de aquéllos que acceden a Internet con
el afán de crearse una identidad en línea.
Estos procesos responden a distintos
fenómenos sociales y culturales que poco a poco se han ido
incrustando en ciertos campos a raíz del boom de Internet
como un medio de comunicación, información, interacción
personal, etc. Este último aspecto es el que se retomará
en el presente capítulo para mostrar cómo las páginas
Web que hemos analizado, plantean un paradigma en la comprensión
de las relaciones e interacciones sociales de nuestra contemporaneidad.
Así pues, el chat es el espacio y el lugar implícito
en el que, además del “cambio de vestido virtual y
de la creación de descripciones de personajes que deconstruyen
el género, las personas que acceden a él se cambian
de género como si fuesen agentes dobles” (TURKLE, 2002:
272).
Sherry Turkle, especialista en el
medio del Internet, establece que el simple hecho de ‘conectarse
a la red’ supone la creación de una identidad; la cual
esta en función de nuestras necesidades y relaciones con
la Web. Especialmente la página Gay.com se configura como
un subcampo del medio, para conformar relaciones de tipo virtual
que permitan, a los agentes que acceden a ellas, la creación
de una doble identidad (lo que Sherry Turkle ha denominado “agentes
dobles”) que cobre vida en la pantalla de los procesadores.
Estos agentes dobles se manifiestan de manera muy peculiar en los
chats de las páginas que hemos visitado, ya que el habitus
de esa virtualidad invita a quienes se conectan tanto a la página
Gay.com como a Sergay.com.mx al sexo explícito.
El campo sexual se ha desvirtuado
en función de la red y con ello el lenguaje sexual también
ha sido desacralizado; creando así diversos subcampos de
la sexualidad que de manera explícita construyen lo que se
conoce como cyber-sex o sexo virtual, e instituyendo igualmente
un nuevo modo de acceder a éste. Y es que el sexo en la red
es más que un campo, es también un tipo de identidad
en línea que crea contraseñas como las que Jean Baudrillard
ha identificado con el fenómeno del Internet. Con esto no
pretendemos afirmar que el sexo en sí sea la identidad de
una red; pero si queremos establecer que, en las páginas
analizadas, éste juega un papel substancial como agente dominante
de las relaciones no-personales (no-presenciales físicamente)
y como carga simbólica de las necesidades de quienes lo buscan.
Vivir la experiencia del “chat”
desde la otredad heterosexual resulta interesante, pues para todos
ha sido necesaria la creación de una identidad falsa, apegada
al habitus del servidor. En el chat Gay.com se puede vislumbrar
una comunidad virtual internacional, seccionada por países,
ciudades, municipios, etc., en la cual uno tiene opciones para ubicar
la comunidad más cercana a su conveniencia.
Dentro de esta variedad de posibilidades,
nuestro estudio se enfocó a la comunidad gay de México,
la cual consta de una sección por país que agrupa
salas para cada Estado de la República, además de
que tiene salas temáticas y, en el caso de la ciudad de México,
las áreas de conversación se subdividen en Zona Centro,
Zona Norte, Zona Sur y Maduros. En estos habitus pudimos analizar
el impacto directo que tiene la información de las páginas
en sus usuarios, la manera en que ellos acceden a la misma y cómo
la transforman y modifican en su beneficio individual. Pero chatear
fue una doble experiencia, pues por una parte pudimos contactar
directamente a los usuarios, y por otra, pudimos ser testigos de
que el chat es un espacio virtual en el que el sexo juega un papel
fundamental.
El campo de la sexualidad es, como
ya hemos mencionado anteriormente, explícito; y es que no
sólo se conversa, pues los usuarios tienen la posibilidad
de acceder a sitios públicos o privados que muestran el habitus
sexual de las páginas enfocadas a la comunidad gay. Desde
las páginas personales hasta las páginas de pornografía
temática, los chats plantean un intercambio de información
sexual, sin precedentes en la historia de las comunicaciones, que
permite a los usuarios acceder a todo tipo de material que satisfaga
sus necesidades más inmediatas para su habitus sexual.
Ya sea desde las páginas
meramente informativas, los sitios Web con sexo explícito
y de libre acceso hasta los portales más renombrados y costosos
de la pornografía, ambos sitios, Gay.com y Sergay.com.mx, son
canales de acceso a todo este campo de la sexualidad y permiten
que la información fluya entre sus usuarios; logrando así
una comunicación en línea basada principalmente en
el sexo. No obstante, como hemos manejado a lo largo de todo el
proyecto, también existen otros campos que no tienen que
ver con el sexual, pero que sí dependen de él para
permanecer en línea y son auspiciados por algún servidor.
El área de cultura, viajes
y esparcimiento de Gay.com o los puntos de encuentro y el área
especializada en noticias gay de Sergay.com.mx dependen totalmente
del enfoque sexual de las páginas, ya que éste resulta
ser su principal atractivo. Así pues, pudimos constatar en
un extenso monitoreo las 24 horas del día y las tres semanas
de preparación del presente proyecto que, las personas que
acceden a los chats de ambos portales, buscan en un primer instante
los encuentros casuales, las relaciones sexuales, el sexo virtual
o simplemente el chatear en línea; prevaleciendo de manera
notoria los encuentros para fajes, sexo, tríos o el intercambio
de páginas con acceso gratuito a la pornografía homosexual.
Estos canales de información
evidencian el deseo lúbrico de quienes acceden a ellos, pero
también ponen en manifiesto la existencia de un grupo minoritario
que accede a los mismos para informarse, buscar personas que sólo
deseen conversar y sostener una buena plática virtual o para
pasar un rato de ocio sin necesidad de recurrir al libídine
de los portales y la gran mayoría de los usuarios. Y es que
una gran diferencia de Gay.com respecto a Sergay.com.mx es el hecho
de que esta primera página no muestra de manera tan explícita
(aunque en todo momento hay una carga erótica en la información
de la pantalla) al sexo, mientras que Sergay.com.mx invita a que los
sentidos eróticos despierten.
Indudablemente ambos portales logran
el cometido de destapar un campo sexual antes restringido para un
gran número de homosexuales, quienes sólo tenían
acceso al mismo mediante ciertas publicaciones, puntos de encuentro
específicos y aislados así como otros mecanismos de
identificación en su comunidad. Por ello, éste tipo
de páginas supone un canal masivo de información y
comunicación para la comunidad gay de México, quienes
acceden al chat para “hablar y conocer personas interesantes”,
(iked en Gay.com) “buscar fajes sin compromiso”, (al_aaron
en Gay.com) “un tercero para sexo en grupo”, (jacobo_xxx)
o simplemente “un rato de chat para no aburrirse”. (toño_sat)
La importancia del análisis
de las relaciones que se buscan y establecen en el chat residen
en el estudio directo del espacio social de la página, de
la manera en que circula la información entre los usuarios,
el conocimiento del habitus de los agentes que acceden a ellas,
entre otros factores que nos permiten observar la construcción
simbólica de los portales gay.
El chat también marca una
diferencia en los portales de Gay.com y Sergay.com.mx, ya que en la
primera resulta ser la esencia de la página; mientras que
en la segunda, es otra más de sus funciones para la comunidad.
Algo destacable, y que ya hemos mencionado en el capítulo
sobre imagen, es el hecho de que Sergay.com.mx tiene un enlace directo
con la pornografía (Sección XXX), mientras que en
Gay.com, éste enlace resulta a través de la entrada
al chat. Es decir, en Gay.com sí hay pornografía pero
para acceder a ella se requiere de una identidad y de un pago, mientras
que en Sergay.com.mx basta con darle un ‘clic’ al apartado
virtual de ‘anuncios clasificados’ y mirar las fotografías
que sus miembros exhiben.
Con esto podemos afirmar que las
dos páginas tienen una carga simbólica-sexual predominante
en función del habitus de los agentes que a ellas acceden.
Mientras que en Gay.com la pornografía circula en torno al
chat (basta ver las imágenes que los miembros muestran en
sus ‘nicks’ o que intercambian a manera de ‘páginas
y portales porno’), en Sergay.com.mx la pornografía se
encuentra a un ‘clic’ de distancia (en el apartado virtual
de ‘Galerías de Internet’). La diferencia es
que el acceso a la información sexual explícita en
Gay.com se encuentra en función de una identidad que hay
que crearse, y con ello se reafirma la pertenencia a una comunidad
gay específica, (como ejemplo: México, Zona Norte);
situación que en Sergay.com.mx no resulta necesaria, y por ello
cualquiera puede dar un vistazo a las fotografías que ahí
se muestran.
Es substancial que el lector comprenda
que, para argumentar nuestro proyecto, tuvimos que adentrarnos a
la totalidad de las páginas; y no sólo ello, pues
a través de nuestro monitoreo y de nuestras identidades virtuales
en el chat (especialmente en el aso de la página Gay.com)
fuimos testigos de los espacios sociales y de los agentes involucrados
con aquellas comunidades virtuales en función de una página
de Internet.
El ambiente que en todo momento
predominó fue el carnal, ya que es portentoso observar los
fenómenos del campo sexual que se establecen a manera de
sexo virtual, pornografía, prostitución (pues a través
del chat Gay.com y de los anuncios clasificados en Sergay.com.mx una
serie de ‘masajistas’ se promocionan) y otros aspectos
de las páginas que señalan el estatus del sexo como
parte de una comunidad. Pero más sorprendente fue el encontrarse
con personajes virtuales cercanos a nuestros espacios sociales,
que comparten con nosotros ciertos capitales culturales y sociales
en busca de todo lo que ya hemos referido. Y por si ello fuese poco,
imagine el lector a individuos bisexuales “casados y con hijos”,
(Sherlock003 en Gay.com) “maduros que buscan menores de 20
años para sexo fuerte”, (mikecute en Gay.com), “esclavos
sexuales que buscan ser sometidos” (culito_mojado en Gay.com)
y hasta “masajistas que ofrecen un buen paquete de 20cm cut”
(naked model en Gay.com) en el área de la ciudad de México
conviviendo día a día en un espacio totalmente sexual
encubierto por las páginas de Internet y por los servicios
‘estras’ que ellas ofertan.
Si bien no todo es sexo en las páginas
analizadas y podemos buscar desde un viaje a las Bahamas hasta noticias
sobre VIH/Sida, el chat nos confirmó que las páginas
electrónicas sí son una manera en que la comunidad
gay mexicana se relaciona e identifica y, fuera de toda crítica,
quedará en los que acceden a ellas la última palabra
para utilizarlas como portales del placer y de los instintos viriles
o como simples mecanismos de información e identificación
con la comunidad gay.
Los retos del Internet
Conclusiones
En el extraño mundo
de las páginas analizadas, en ese preciso momento donde la
otredad encuentra un brusco panorama de imágenes y colores
que despiertan el asombro y la curiosidad de quienes por primera
vez accedemos a un mundo virtual que no nos pertenece, la posibilidad
de encontrarse con lo diferente nos muestra que la realidad de la
comunidad gay esta más cerca que nunca.
En los portales de Internet, las
personas homosexuales encuentran lugares que concretizan sus necesidades
de identificación y cooperación con su comunidad,
con aquellos agentes que tienen los mismos intereses y visiones
compartidas y, sobre todo, les permiten ingresar a un mundo virtual
donde no serán juzgados ni segregados de los espacios sociales.
El intentar estudiar éstos fenómenos resulta ser un
reto para cualquiera que no pertenezca a la comunidad gay, pues
se tendrá que aceptar una identidad que además de
ser falsa no manifieste las tendencias y preferencias sexuales de
los que se aproximan para observarla. Además, la presencia
de imágenes y el manejo del lenguaje pueden resultar ser
la violencia simbólica encarnada en una realidad sexual que
no nos pertenece. En ningún momento pretendemos afirmar que,
por ello, este mundo sea más o menos que aquél en
el que nos desenvolvemos; simplemente queremos marcar esa diferencia
mínima pero importante que nos distingue: nuestra preferencia
sexual.
Y es que no estamos acostumbrados
a vislumbrar las realidades que nos rodean, optamos por ignorarlas
o simplemente silenciamos su existencia. Por ello, el presente proyecto
responde a la necesidad de comunicar lo que muchos intentan eliminar
de sus representaciones sociales: la existencia de una comunidad
gay cada vez más abierta y con fuertes miras para incluirse
activa y visiblemente en nuestro entorno, su entorno, la realidad
misma.
Desde Gay.com hasta Sergay.com.mx,
esta comunidad se ha concentrado en espacios Web que le permiten
agrupar los intereses de los individuos gay en México; que
establecen espacios virtuales que distinguen capitales culturales,
sociales y económicos para aumentar las posibilidades de
incluirse en el habitus correcto. Estos portales ponen en manifiesto
la existencia de un espacio social dedicado a ellos; a su propia
concepción de la vida. Pero, dentro de este mundo, la sexualidad
abierta y la desacralización de este campo también
revelan la lubricidad que se esconde en los constructos sociales
del Internet.
Gay.com aparece como un estilo de
vida; llena de consejos sobre belleza, moda, viajes, automóviles,
lugares ‘chic’, etc. Esta página se enfoca a
las clases medias y altas de México, a esos estratos privilegiados
y educados de nuestro país y, aunque no es excluyente, sí
reúne cierto tipo de capitales culturales, sociales y económicos.
Se trata de un portal internacional que contempla el contexto de
México y que oferta a sus usuarios mexicanos información
clara sobre distintas temáticas, el acceso a una comunidad
‘en línea’ para establecer contactos y, sobre
todo, construye un espacio simbólico en la pantalla de un
chat.
Sergay.com.mx es la entrada al urbanismo mexicano, a las clases bajas
y medias que necesitan buscar puntos de encuentro en la ciudad,
que requieren de cierta información que agrupa temas de género
y política, que les permite acceder a espacios simples y
poco complicados. Es una página sencilla y cargada de un
simbolismo sexual predominante, de rostros latinos y miradas de
‘macho’; en ella se construye un espacio implícito
para que sus miembros estén al tanto de la situación
gay en México. Especialmente,
es un portal que promueve la asistencia y participación activa
en la ya conocida marcha del orgullo gay en nuestra capital; la
cual, como podemos observar desde nuestros televisores, agrupa principalmente
al rostro mestizo, al gay urbano.
En su conjunto, los dos sitios Web
plantean un paradigma para comprender las relaciones virtuales que
se establecen en Internet. Principalmente Gay.com se posiciona como
el lugar idóneo para un buen rato de chat, tal vez un encuentro
sexual o la utópica búsqueda del ideal de pareja;
mientras que Sergay.com.mx descubre los lugares de encuentro de la
capital mexicana y provee una sección “especializada”
de anuncios clasificados donde uno puede encontrar desde la venta
de algún producto o juguete sexual hasta un servicio de masaje
que llegará directamente a la puerta de su domicilio.
Los colores de las páginas
son contrastantes, tal y como lo son sus imágenes y recursos
‘online’, pues Gay.com tiene un aire minimalista, ordenado,
tranquilo, sin esa violencia simbólica que contiene Sergay.com.mx;
la cual se manifiesta en sus tonalidades oscuras y en los ‘banners’
que en ella aparecen. Es un llamado al sexo explícito y al
desfogue de todas las necesidades seminales. En cuanto a las imágenes,
nos encontramos con dos mundos: uno blanco, con rostros perfectos
y sonrisas interminables; y con uno latino, de cuerpos fornidos
y caras que despiertan un sabor a la fogosidad.
Desde los niños bonitos de
Gay.com hasta los latinos de Sergay.com.mx, se muestra el deseo sexual
de quienes entran a sus portales; ya sea en el chat Gay.com o en
la sección de de fotografías de Sergay.com.mx, esa realidad
se encuentra siempre presente. Y basta que el lector acceda a estos
sitios y navegue en los mismos para darse cuenta del simbolismo
sexual que en ellos se maneja.
Sin importar los habitus a quienes
se dirigen estas páginas, la constante es la presencia del
campo sexual y, ya sea en una o en la otra, se necesita del mismo
para que estos sitios Web se mantengan vivos. La verdadera cara
de las páginas analizadas va más allá de la
información que ofrecen; se concreta en espacios físicos
o en la intimidad de la pantalla, pero nunca dejará de ser
una vía de acceso, un canal de comunicación no vetado
para todos aquellos que necesiten sentirse parte de un mundo virtual.
Referencias:
Sitios web analizados:
<http://www.gay.com>
<http://www.sergay.com.mx>
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2000, pp. 7-93
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TURKLE, Sherry. La vida en pantalla, la construcción
de la identidad en la era de Internet, Editorial Paidós
2002, pp. 264-338
Daniel
Cámara Ávalos
Anallie Monroy Guadarrama
Héctor Navarro Azcarategui
Cecilia Real Rodríguez
Diana Bárbara Santos
Estudiantes del ITESM Campus estado de México,
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