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Octubre -Noviembre
2004

 

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Conectados a Internet: la Realidad Gay en línea
 

Por Daniel Cámara, Anallie Monroy, Héctor Navarro, Cecilia Real y Diana Santos
Número 41

Virtualidad; espacios no físicos que se concretan en un procesador
La rapidez con que se modifica nuestro entorno, la hazaña de descubrir algo nuevo, la curiosidad de vivir la experiencia, la necesidad de identificarse con algo o simplemente el impulso de conectarse a la red, son situaciones que han generado que el mundo virtual, aquél que llamamos Internet, se convierta en un medio de comunicación indispensable para la sociedad contemporánea. Pero este mundo no sólo está construido para comunicar, se erige también como un “portal” para millones de realidades; tantas como el número de individuos que acceden a él.

En este medio virtual el comercio de los signos y la prodigalidad del intercambio simbólico modifican el carácter y el comportamiento de las personas; creando así modelos implícitos en que todo y nada pueden ser la realidad más próxima. Sherry Turkle reconoce la naturaleza de estos intercambios y señala que “las experiencias en Internet nos ayudan a desarrollar modelos de bienestar psicológico que son posmodernos en un sentido significativo: admiten la multiplicidad y la flexibilidad”. (Turkle, 2000: 331) Con ello, Internet se atempera a la necesidad de los individuos para idealizarse en un mundo que, más allá de la pantalla de sus procesadores, no les pertenece.

El Internet ha evolucionado el lenguaje, ha modificado las nociones del individuo transformándolo en una “molécula perfectamente operacional pero abandonada a sí misma y abocada a asumirse por sí misma”. (Baudrillard, 2002: 68) Nos hallamos ante la realización de una tendencia hiperbólica que seduce al signo, lo objetiva y lo hace el lenguaje de la red. Por ello, la virtualidad es entonces “simple cuestión de puesta en información, de puesta en cálculo, de una computación generalizada en la que los efectos de lo real desaparecen” (Ibid, 2002: 49)

Las contraseñas de las redes han creado el espacio perfecto para “navegar” y objetivar el pensamiento y las necesidades individuales en un cosmos que no acepta discriminación alguna. Es entonces cuando las preferencias sexuales se hallan libres; en un ciberespacio que las deja fluir y que no les impone límites. Bajo este tejido de canales comunicativos y de procesadores, millones de personalidades que se confrontan, se buscan y se desean, adoptan identidades que en la libertad de lo real nunca podrían llegar a personificar.

Imagen y contenido
La primera vista de un portal gay
La libertad de elegir una personalidad virtual está ligada directamente con la libertad de elegir un espacio social virtual, en el que los agentes que comparten propiedades y se identifican entre sí, determinan la distancia de su relación. El lugar donde convergen esas propiedades marca definitivamente la retroalimentación informativa que pudiera existir. Dicho lugar es un portal de Internet, en el que se comparte un habitus, creando un sentido de pertenencia por parte de los individuos que entran al grupo social virtual.

La identificación y el sentido de pertenencia son generados principalmente dentro de los primeros nueve segundos en que un usuario contempla un portal. Por ello la primera vista de una página de Internet genera la crucial decisión de seguir viajando o no por el campo social que se ha descubierto. A pesar de estar en un espacio virtual, los individuos detrás de cada pantalla conservan experiencias, conocimientos, valores, un perfil psicológico único, etc., que en conjunto, permiten la creación de significaciones específicas para cada símbolo en la mente de cada usuario. Lo que crea la identificación, se visualiza en un portal por medio del lenguaje en equilibrio, que se transforma en un mensaje final para el usuario, interpretado de acuerdo a su capital cultural.

En el espacio virtual, como en el espacio real, los individuos tienen sensaciones expresadas por medio de los colores, las formas, las agrupaciones, el texto; que producen atracciones controladas por los creadores del portal. La principal atracción es la que crea la identificación durante la primera vista, donde la perspectiva del usuario interactúa con el espacio social virtual que le permite desenvolverse con su nueva personalidad creada para navegar en las redes libertadoras, permitiendo a un heterosexual entrar en la comunidad virtual homosexual, y viceversa o en cualquier otro campo.

Aventurándose el usuario, en un campo diferente al suyo, puede ingresar a <http://www.gay.com>, donde los elementos de atracción principales debido a su gran tamaño y colorido son las imágenes de personas comunes, de distintas razas y sexos, cada uno con un estilo y personalidad propios. De ellos se puede elegir alguno que concuerde con las preferencias personales, dando lugar a una auto clasificación, que Bourdieu ha justificado dentro de cualquier espacio social y que en este espacio virtual se encuentra liberada de presiones por parte de los demás miembros del campo. La clara visión de las fotografías es permitida por su calidad, que como primera sensación da seguridad y motiva al usuario a seleccionar sin prejuicios o recriminación. Los rostros que se observan en dichas imágenes muestran en general el modelo estético occidental de la actualidad, es decir personas atléticas, delgadas, sonrientes, de tez blanca y finalmente con un toque de sensualidad en los distintos estilos que ofrece cada persona. Entonces, cualquier usuario de Internet que entre a dicho portal, y siga el mismo modelo estético puede sentirse atraído por conocer a alguna persona presentada, aún si es heterosexual ya que no se muestra ninguna clasificación sexual.

Un individuo social busca inconscientemente un orden y estabilidad dentro de su grupo social así como en un portal de Internet, para que su navegación sea más sencilla y le permita disfrutar del viaje a través de las redes sociales y de información que se ofrecen. Así, <http://www.gay.com> da el equilibrio necesario para generar una sensación placentera al usuario, utilizando como medio principal de transmisión de información a las imágenes en lugar del lenguaje escrito. En conjunto los colores tenues y la ubicación de cada sección e imágenes provocan una sensación de tranquilidad, limpieza y sencillez que no se daría en un portal con colores agresivos o simplemente con el uso de los colores de la bandera gay. El individuo ya con la primera sensación de tranquilidad puede sentir la libertad de seguir navegando sin buscar una justificación frente al campo social, o ante sí mismo. <http://www.gay.com> es un campo que no se segrega así mismo de otros portales famosos o comúnmente usados por la mayoría de los miembros de la comunidad de Internet, ya que su estructura es similar a la de muchos otros, y en consecuencia no transmitirá un sentimiento de segregación a los miembros de su comunidad, siendo ésta una necesidad primordial del ser humano, y de la comunidad gay en estos días. Incluyendo aquí, a cualquier usuario que no comparta el habitus de la comunidad gay, la sutileza con la que se maneja el contenido sexual, da más libertad al individuo de observar, buscar, informarse, y posiblemente hacerse parte del grupo social del portal.

Ya como miembro de <http://www.gay.com>, el tránsito por el portal es mucho más cómodo, y ofrece la identificación con algunos problemas comunes de la comunidad, como las enfermedades de transmisión sexual, tratando el tema como algo normal, cotidiano y con una solución viable. Se muestra por ejemplo, un mensaje en colores tenues: “Think you´re the only one with genital herpes?”, que crea el presupuesto de que muchas personas sufren de esa enfermedad, creando así otro sentimiento de pertenencia y además de comprensión por parte del grupo al que se ha ingresado. La relación entre los miembros aunque aún en este punto no tienen contacto directo, es mucho más cercano debido a la identificación incluso en problemas íntimos. La relación que fuera de la vida virtual no es tan accesible, se crea aquí, donde la información que muchos miembros de la comunidad necesitan, es proporcionada sin crear juicios sobre el individuo, sin atentar contra su privacidad, en continuidad con la libertad de la red.

Aún, en el caso contrario, donde el usuario no padezca esa enfermedad, la información resulta interesante debido a su presentación, que no es agresiva a la vista ni a la mente. Se podría cambiar el mensaje, hablando de algún otro padecimiento como una simple gripe y no habría gran diferencia visualmente, respetando nuevamente la perspectiva de cualquier usuario aún si no es miembro del campo y no comparte el habitus del mismo.

El carácter racional de un individuo, genera la organización de todos los elementos que percibe en el campo visual de un portal en torno a conjuntos significativos, que le permiten jerarquizar la información recibida. Esta influencia persigue al usuario en su navegación, aumentando el valor comunicativo de algunos datos y disminuyendo el de otros. Pero todo esto es dirigido por la agrupación de información en los portales, que en <http://www.gay.com>, predice una única jerarquía, debido a la fácil identificación de los datos, su continuidad, coherencia y equilibrio lógico, donde cada sección tiene un título atractivo que refleja su contenido. Cada sección por la que se navega está enfocada a la información que el usuario requiere, datos útiles y serios, donde se citan fuentes legitimadoras del conocimiento que se ofrece.

Contemplado dentro del lenguaje del campo, se encuentra el idioma, que clasifica, divide y segrega a los grupos sociales, ya que sólo permite el ingreso a los usuarios que lo puedan entender. En <http://www.gay.com> el idioma que más se utiliza es el inglés (aunque el usuario tiene la opción de elegir entre 10 idiomas más), representando en él una comunidad internacional, ya que el inglés es uno de los idiomas más utilizados y conocidos en el mundo, pero a pesar de ello, no todos los individuos que tienen acceso a Internet lo dominan, por lo que al viajar por la red encuentran limitantes dentro de toda esa libertad de elegir, limitantes que existen en el ser detrás de la pantalla y no en la personalidad virtual creada con el fin específico de existir en una realidad alterna, el Internet. La división que se genera puede resultar en la generación de clases aún dentro de nuestro espacio virtual, donde los más afortunados económicamente en el espacio real, son los que tienen acceso a este portal que maneja un idioma diferente al propio, hablando en el caso específico de México.

Sin embargo, existen otras condiciones del portal que limitan a ciertos usuarios, como los servicios especiales, en donde se requiere de un pago para acceder y disfrutar de otros espacios de interacción entre los miembros de la comunidad, lo que asegura también que en estas áreas estarán solamente las personas que compartan un habitus, en este caso el de la comunidad gay de clase alta.

En una comparación visual entre las páginas <http://www.gay.com> y <http://www.sergay.com.mx>, es notoria la preferencia de cualquier usuario a la primera, ya que es un portal atractivo para leer y observar, en cambio en la segunda página, la alineación de los textos resulta confusa, difícil de leer, poco emotiva, produciendo sensación de desagrado, e incomodidad. En <http://www.sergay.com.mx>, como parte de la identificación que el creador del portal intenta transmitir, se encuentra el uso de los colores de la bandera gay que lejos de atraer a algún miembro de la comunidad gay, resulta visualmente agresivo. Dicha agresión que dentro de un campo puede ser llamada violencia simbólica y que se mantiene constante en todas las secciones de la página, cierra las puertas de la comunidad a nuevos usuarios, disminuyendo la población de la comunidad.

Por su contenido agresivamente sexual, los colores oscuros de fondo, contrastando con los del arcoiris y los mensajes constantes de imágenes XXX, generan más bien una comunidad de curiosos que no buscan ser parte de un grupo, sino simplemente observar algo ajeno a ellos, entonces desaparece cualquier sentido de pertenencia. Aunque pueden existir usuarios del portal que son miembros activos de la comunidad gay tanto virtual como real, esta población es limitada. La diferencia de los navegantes entre <http://www.gay.com> y <http://www.sergay.com.mx>, se presenta en los intereses de cada uno, en la primera página se busca la creación de una personalidad liberada de las presiones sociales que no existen en el mundo virtual, y en la segunda página el usuario no se preocupa por crearla, ni por interactuar con personas que comparten su habitus. Esto es visible en los chats de cada portal, en sergay no hay usuarios a ninguna hora del día, y en Gay.com, la mayor parte está enfocada en la comunicación entre los miembros, donde existen distintas clasificaciones por país, ciudad, región, gustos, preferencias sexuales, estilos, etc., y se encuentran siempre usuarios con el deseo de conocer a alguien de la comunidad.

En contraste con <http://www.gay.com>, el diseño de <http://www.sergay.com.mx>, crea la segregación tanto del portal como de sus usuarios, provocando en principio la auto-exclusión de cualquier visitante de ese grupo por sentirlo diferente a los demás, y es necesidad humana el pertenecer al grupo de los aceptados, de los ‘mejores’, o de los ‘buenos’, aún en el espacio virtual. La posible auto-aceptación dentro de la comunidad de sergay, genera un sentimiento de herejía frente a la sociedad que no tolera la homosexualidad, en contraste con la pasividad generada en la página <http://www.gay.com>

Un individuo miembro de un grupo que se siente rechazado por otro, puede llegar a identificarlo como el enemigo, y en el espacio virtual esto se repite, pero el ambiente visual creado influye aún más. En sergay, los colores que generan la violencia simbólica motivan en el usuario un sentimiento de agresividad que en conjunto con la constante carga ideológica del texto en donde se presentan como una comunidad víctima de la sociedad patriarcal, resultan en la auto-segregación del miembro del campo con respecto a otros campos y la identificación de estos como sus contrarios o enemigos.

El elevado nivel de concentración y tiempo que requiere un usuario para entender la mayor parte del texto, lleva la atención a las escasas imágenes de la pantalla principal, y a las letras que resaltan donde se muestran principalmente imágenes sexuales. La inmediata muestra del contenido sexual, además de segregar a la comunidad de este portal, genera rechazo en los usuarios que navegando por la red cayeron en una página con la que no comparten un habitus.

El rompimiento del equilibrio en la estructura sergay, hace que los contenidos útiles para los miembros de la comunidad pasen desapercibidos y la visión se dirija a los contenidos sexuales, provocando la creación de la imagen esteriotipo de la comunidad gay, en la que todo gira alrededor de las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, y que las comunidades externas rechazan por considerarlos anti-naturales y perversos.

La agresividad que ser gay provoca no sólo se manifiesta en las interpretaciones de los colores y el texto, sino también en los contenidos sexuales, en los que se describen situaciones tensas entre las comunidades homofóbicas y la comunidad gay, además de experiencias personales íntimas donde el morbo se desliza entre las palabras para generar interés.

La carga ideológica de esta página se enfoca en apoyar a la comunidad homosexual mexicana, que se muestra parcial ante los sucesos descritos en el portal, como ejemplo se da una narración donde un hombre heterosexual se siente hostigado sexualmente por un homosexual, a lo que respondió violentamente. Esta violencia narrada, puede generar incluso inconscientemente violencia en los lectores, ya que no sólo es una descripción detallada sino que utiliza un lenguaje coloquial también agresivo como: “sí yo lo golpeé, pero fue por que él me tortió y se me insinuó” o “ese maricon”. La parcialidad de la narración se concreta en lo que se describe como un atentado contra los derechos del individuo por homofobia, además de que el lector sólo puede crear su propio juicio a través de la versión creada desde una comunidad gay, en donde se juzga el posible hostigamiento sexual donde se violan los derechos y la esfera jurídica del individuo heterosexual. Estos espacios, satisfacen la necesidad de expresión y de reclamo de la comunidad virtual gay hacia las comunidades que los segregan y de las que se auto-segregan. El viaje a través de sergay es un constante bombardeo de agresividad que incluye palabras e imágenes, y donde la seriedad de Gay.com contrasta, disminuyendo la importancia de la información útil para los miembros de la comunidad.

En el mercado lingüístico que se maneja en sergay, es evidente la existencia de un grupo social más bajo que el de Gay.com, en frases como: “... en lugar de andar de argüenderas”, “de que ahí para la cosa”. Las palabras que caminan por dicho portal muestran una costumbre soez y vulgar, además de dar al usuario la imagen de un portal poco elaborado, no profesional, ni serio, donde lo más común es la burla, el morbo y la violencia, que no mejoran la condición de la comunidad gay ni virtual ni real, en la sociedad mexicana actual. Además del texto, las imágenes de miembros de la comunidad son de personas de tez morena, todos del sexo masculino, en contraste con las imágenes de Gay.com, aquí no se cumple con el modelo estético occidental, además de que excluye a la comunidad lésbica a pesar de que se escribe sobre ella.

Dentro de los contenidos sexuales no solamente se encuentran los explícitos sino los simbólicos como los que el usuario puede observar en el ‘Suplemento de la revista’, que en su división interna muestra botones distintos a los utilizados en otras secciones, los cuales tienen un significado fálico, no sólo por su apariencia sino por el movimiento que realizan al posicionar el mouse en ellos. Aunque algunos usuarios pueden sólo reír, otros pueden sentir nuevamente la violencia simbólica reflejada en una imagen, todo dependiendo de su capital cultural y habitus.
Los constantes conflictos generados en la estructura de la página sergay, no sólo transgreden el equilibrio de los elementos visuales, sino que en el lenguaje crea diferencias como el hecho de hablar de comunidad gay y lésbica, después hablar solo de la comunidad gay, posteriormente referirse a GLBT, etc. La navegación entre las secciones de la página es inconsistente, no cumple con un objetivo final, generando más dudas y problemas en la mente de los agentes, en vez de satisfacer alguna necesidad, el usuario termina confundido, y posiblemente con dudas acerca de su sexualidad, sea homosexual, heterosexual o bisexual, cuestionándose su interés en un portal que muestra preferencias sexuales diferentes a la suya o bien la confrontación con una realidad que no acepta su sexualidad.

La mezcla de estilos e imágenes, el exceso y la repetición de información, además de la evidente improvisación de la página, rompen con un estilo e identidad propia, provocando así un conflicto entre todos sus elementos, que se transmite a los usuarios. Es entonces, donde se observa que la creación de un espacio social virtual no es sólo cuestión de la existencia de una necesidad, sino de su correcta estructuración, diseño, y del estudio de los intereses de la comunidad.

El universo del Internet
Comunidad que se entrelaza
El mundo virtual es infinito en posibilidades, en lugares y en experiencias; a su vez es difícil establecer o distinguir en este mundo, la línea que separa la realidad de la fantasía, incluso es confuso conceptualizar la realidad en esta virtualidad que hace posible el Internet.

Adentrándonos en Internet podemos darnos cuenta que éste se conforma como un universo implícito que construye un espacio social, que de acuerdo con Bordieu, “es el lugar en que los agentes y las colectividades luchan para asegurar lo arbitrario de la dominación legítima”. (BORDIEU, 1999: 220) Un espacio al que podríamos incluirle el adjetivo virtual, y que a su vez está extendido y enriquecido por una multiplicidad de campos que se hacen visibles en él, donde cada uno muestra una complejidad propia, un habitus y unos ocupantes que complementariamente determinarán al campo. Es en este punto dónde se centra el interés del presente capítulo; en la focalización de un campo cuyas características lo hacen distinguirse inmediatamente, el campo de la comunidad gay, que a su vez da lugar a un espacio en el que esta comunidad se hace presente y establece una zona para dar origen a una interacción entre sus ocupantes y sus miembros.

A pesar de que el campo que hemos analizado tiene características muy peculiares, las dos páginas a las que hemos volcado nuestro análisis tienen entre sí diferencias que las identifican como subcampos, ya que cada una está enfocada y dirigida a cierto público homosexual, bisexual, lésbico, etc., que se diferencia por sus habitus cotidianos; entendiendo por habitus según la definición de Pierre Bordieu al “producto de los condicionamientos que tiende a reproducir la lógica de los mismos, aunque sometiéndola a una transformación” (BORDIEU, 1990: 155).

La página Gay.com está dirigida a un público cuyo capital económico los coloca en una clase social alta, privilegiada, esto lo podemos argumentar con base en ciertos datos y referencias que encontramos en la página, aparte de los ya referidos a la imagen. Entre ellos podemos mencionar la Sección de Viajes de la página, en ella encontramos que se dan como opciones y sugerencias para viajar, lugares a los que sólo personas que pertenecen a un estrato social de éstas características pueden ostentar, destinos como las playas de Miami, la ciudad de Buenos Aires o eventos como el Miami Gay and Lesbian Film Festival, San Francisco International Lesbian & Gay Film Festival y el OUTFEST de Los Ángeles; son lugares que sólo pueden ser tangibles fácilmente para una clase social alta si tomamos en cuenta la situación económica actual de México.
También en un espacio del ‘site’ con links ‘recomendados’, podemos encontrar a American Express, Trenes de Europa American Airlines, todos éstos dirigidos hacia una clase en específico que pueda tener acceso de alguna forma a este tipo de lujos o comodidades.

Por su parte y en este sentido, la página de Internet Sergay.com.mx se dirige hacia una clase social más baja, que a nuestro criterio responde a estratos sociales que van desde la clase baja, media baja y media. Esto lo afirmamos basándonos en el mismo principio de comparación que con la página anterior; ya que en ésta no se muestra una sección específica para viajes, y sin embargo sí tienen un apartado en el que podemos encontrar Puntos de Encuentro donde es posible conocer a personas con las mismas preferencias sexuales, mismos capitales económicos, sociales y culturales. Estos lugares son concurridos por las clases sociales que ya mencionamos y para ejemplificar podemos citar algunos párrafos del portal Sergay.com.mx.

- En la gran mayoría de los Sanborn´s de la ciudad hay ligue, además de en plazas comerciales como Perisur, Plaza Satélite, Plaza Universidad, Plaza Coyoacán o Plaza Santa Fe. -
- La parte que da a la Avenida Juárez de la Alameda es muy frecuentada por gente gay, así como la Plaza de la Solidaridad y la salida del Metro Hidalgo, donde está la plaza a José Martí. -

Por otro lado también se sugiere el tránsito en las líneas que van de: PANTITLAN-OBSERVATORIO, BARRANCA DEL MUERTO-ROSARIO, INDIOS VERDES -UNIVERSIDAD, MARTÍN CARRERA-SANTA ANITA, MARTÍN CARRERA-ROSARIO, GARIBALDI-CONSTITUCIÓN DE 1917; El tránsito en esta línea se recomienda principalmente después de las 10:00pm, en los últimos vagones donde seguramente encontrarás mucha acción. También recomendamos tomar medidas de precaución.

Lugares como el Metro y la Alameda son muy concurridos por los estratos sociales más bajos mientras que en Sanborn´s podemos encontrar a la clase media baja que ya habíamos mencionado y que accede al portal de Sergay.com.mx. Por otro lado, y en añadidura, en esta página no encontramos ninguna referencia a bancos, tarjetas de crédito y mucho menos líneas aéreas.
Otro punto importante que tenemos que destacar y que hace referencia a las diferencias que presentan los subcampos ya mencionados, es el capital cultural de cada público, mismo que va ligado al capital económico.

Mientras que en la página Gay.com podemos encontrar una sección donde se informa de artes y teatro, donde se avisa sobre los eventos más destacados y dirigidos a la comunidad gay, como es el caso de la presentación de un libro, cuya temática esta enfocada al tema de género, en especial a la homosexualidad; en la página Sergay.com.mx podemos encontrar una sección que anuncia los eventos también dirigidos para la comunidad gay, sin embargo éstos estas en función de procesos y capitales culturales distintos como lo son una fiesta o un convivio en algún antro de la ciudad (ubicados en zonas como el Centro, la Zona Rosa, entre otras). Esto es un claro ejemplo de la distinción sociocultural que se maneja entre ambas páginas.

Dentro de la comunidad que accede a cada página podemos diferenciar en su habitus los sistemas de valores, pues mientras que en Sergay.com.mx encontramos una focalización en la diversión, el entretenimiento, los ratos de ocio y el estar continuamente conociendo gente nueva; en la página Gay.com el enfoque es un tanto diferente, el habitus de sus visitantes es distinto ya que no hay tanta información sobre centros de diversión, ni como pasar un buen rato de ocio. Por el contrario, hay más opciones sobre cómo organizar actividades propias, administrar contactos ya establecidos, incluso hay una sección enfocada hacia empresarios que pudieran utilizar la página como medio para mejorar su presencia en el mercado, entre otras cosas también se ofrecen foros de discusión sobre temas cuyo enfoque sea el género, la política o el activismo.

Sin embargo algo destacable en ambos subcampos es la característica que comparten, por lo mismo es propia del mismo campo (Homosexual), y no puede obviarse en ninguna de las dos páginas, El caso del VIH/Sida en donde ambos portales dedican un apartado o sección especial a esta temática, con información para su prevención, tratamiento, así como intercambio de experiencias que puedan ser útiles para el resto de la comunidad.

Las dos páginas son parte de un campo, y por lo tanto, comparten características e intereses, como son la función de facilitar el contacto, acercamiento y comunicación entre personas con las mismas preferencias sexuales así como la publicación de todo lo referente al género y los temas que más les afectan o interesan, como puede ser el caso del SIDA y la discriminación. Sin embargo, no comparten el mismo público, es decir, cada página se enfoca a un sector de la sociedad en específico. Y podemos encontrar sectores con intereses comunes coincidentes en un capital cultural y económico y que a su vez dan muestra del habitus en el que viven, pero que no pueden compaginar en muchas ocasiones con las características de otro estrato social. Y es así como se marca la diferencia entre las páginas, donde cada una presta sus espacios para que personas con los mismos intereses y llamados por las propiedades del subcampo puedan encontrarse e interactuar en ellas.

Conectados a Internet
El sexo virtual en la era del chat

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LomasBoy en Gay.com


Las relaciones presenciales entre los individuos parecen haberse mimetizado con el ambiente virtual y convertido así en relaciones no presenciales de carácter meramente simbólico, es decir, lo que antes se mostraba en lo tangible de los encuentros cotidianos, ahora se puede visualizar en una carga de símbolos y valores virtuales de aquéllos que acceden a Internet con el afán de crearse una identidad en línea.

Estos procesos responden a distintos fenómenos sociales y culturales que poco a poco se han ido incrustando en ciertos campos a raíz del boom de Internet como un medio de comunicación, información, interacción personal, etc. Este último aspecto es el que se retomará en el presente capítulo para mostrar cómo las páginas Web que hemos analizado, plantean un paradigma en la comprensión de las relaciones e interacciones sociales de nuestra contemporaneidad. Así pues, el chat es el espacio y el lugar implícito en el que, además del “cambio de vestido virtual y de la creación de descripciones de personajes que deconstruyen el género, las personas que acceden a él se cambian de género como si fuesen agentes dobles” (TURKLE, 2002: 272).

Sherry Turkle, especialista en el medio del Internet, establece que el simple hecho de ‘conectarse a la red’ supone la creación de una identidad; la cual esta en función de nuestras necesidades y relaciones con la Web. Especialmente la página Gay.com se configura como un subcampo del medio, para conformar relaciones de tipo virtual que permitan, a los agentes que acceden a ellas, la creación de una doble identidad (lo que Sherry Turkle ha denominado “agentes dobles”) que cobre vida en la pantalla de los procesadores. Estos agentes dobles se manifiestan de manera muy peculiar en los chats de las páginas que hemos visitado, ya que el habitus de esa virtualidad invita a quienes se conectan tanto a la página Gay.com como a Sergay.com.mx al sexo explícito.

El campo sexual se ha desvirtuado en función de la red y con ello el lenguaje sexual también ha sido desacralizado; creando así diversos subcampos de la sexualidad que de manera explícita construyen lo que se conoce como cyber-sex o sexo virtual, e instituyendo igualmente un nuevo modo de acceder a éste. Y es que el sexo en la red es más que un campo, es también un tipo de identidad en línea que crea contraseñas como las que Jean Baudrillard ha identificado con el fenómeno del Internet. Con esto no pretendemos afirmar que el sexo en sí sea la identidad de una red; pero si queremos establecer que, en las páginas analizadas, éste juega un papel substancial como agente dominante de las relaciones no-personales (no-presenciales físicamente) y como carga simbólica de las necesidades de quienes lo buscan.

Vivir la experiencia del “chat” desde la otredad heterosexual resulta interesante, pues para todos ha sido necesaria la creación de una identidad falsa, apegada al habitus del servidor. En el chat Gay.com se puede vislumbrar una comunidad virtual internacional, seccionada por países, ciudades, municipios, etc., en la cual uno tiene opciones para ubicar la comunidad más cercana a su conveniencia.

Dentro de esta variedad de posibilidades, nuestro estudio se enfocó a la comunidad gay de México, la cual consta de una sección por país que agrupa salas para cada Estado de la República, además de que tiene salas temáticas y, en el caso de la ciudad de México, las áreas de conversación se subdividen en Zona Centro, Zona Norte, Zona Sur y Maduros. En estos habitus pudimos analizar el impacto directo que tiene la información de las páginas en sus usuarios, la manera en que ellos acceden a la misma y cómo la transforman y modifican en su beneficio individual. Pero chatear fue una doble experiencia, pues por una parte pudimos contactar directamente a los usuarios, y por otra, pudimos ser testigos de que el chat es un espacio virtual en el que el sexo juega un papel fundamental.

El campo de la sexualidad es, como ya hemos mencionado anteriormente, explícito; y es que no sólo se conversa, pues los usuarios tienen la posibilidad de acceder a sitios públicos o privados que muestran el habitus sexual de las páginas enfocadas a la comunidad gay. Desde las páginas personales hasta las páginas de pornografía temática, los chats plantean un intercambio de información sexual, sin precedentes en la historia de las comunicaciones, que permite a los usuarios acceder a todo tipo de material que satisfaga sus necesidades más inmediatas para su habitus sexual.

Ya sea desde las páginas meramente informativas, los sitios Web con sexo explícito y de libre acceso hasta los portales más renombrados y costosos de la pornografía, ambos sitios, Gay.com y Sergay.com.mx, son canales de acceso a todo este campo de la sexualidad y permiten que la información fluya entre sus usuarios; logrando así una comunicación en línea basada principalmente en el sexo. No obstante, como hemos manejado a lo largo de todo el proyecto, también existen otros campos que no tienen que ver con el sexual, pero que sí dependen de él para permanecer en línea y son auspiciados por algún servidor.

El área de cultura, viajes y esparcimiento de Gay.com o los puntos de encuentro y el área especializada en noticias gay de Sergay.com.mx dependen totalmente del enfoque sexual de las páginas, ya que éste resulta ser su principal atractivo. Así pues, pudimos constatar en un extenso monitoreo las 24 horas del día y las tres semanas de preparación del presente proyecto que, las personas que acceden a los chats de ambos portales, buscan en un primer instante los encuentros casuales, las relaciones sexuales, el sexo virtual o simplemente el chatear en línea; prevaleciendo de manera notoria los encuentros para fajes, sexo, tríos o el intercambio de páginas con acceso gratuito a la pornografía homosexual.

Estos canales de información evidencian el deseo lúbrico de quienes acceden a ellos, pero también ponen en manifiesto la existencia de un grupo minoritario que accede a los mismos para informarse, buscar personas que sólo deseen conversar y sostener una buena plática virtual o para pasar un rato de ocio sin necesidad de recurrir al libídine de los portales y la gran mayoría de los usuarios. Y es que una gran diferencia de Gay.com respecto a Sergay.com.mx es el hecho de que esta primera página no muestra de manera tan explícita (aunque en todo momento hay una carga erótica en la información de la pantalla) al sexo, mientras que Sergay.com.mx invita a que los sentidos eróticos despierten.

Indudablemente ambos portales logran el cometido de destapar un campo sexual antes restringido para un gran número de homosexuales, quienes sólo tenían acceso al mismo mediante ciertas publicaciones, puntos de encuentro específicos y aislados así como otros mecanismos de identificación en su comunidad. Por ello, éste tipo de páginas supone un canal masivo de información y comunicación para la comunidad gay de México, quienes acceden al chat para “hablar y conocer personas interesantes”, (iked en Gay.com) “buscar fajes sin compromiso”, (al_aaron en Gay.com) “un tercero para sexo en grupo”, (jacobo_xxx) o simplemente “un rato de chat para no aburrirse”. (toño_sat)

La importancia del análisis de las relaciones que se buscan y establecen en el chat residen en el estudio directo del espacio social de la página, de la manera en que circula la información entre los usuarios, el conocimiento del habitus de los agentes que acceden a ellas, entre otros factores que nos permiten observar la construcción simbólica de los portales gay.

El chat también marca una diferencia en los portales de Gay.com y Sergay.com.mx, ya que en la primera resulta ser la esencia de la página; mientras que en la segunda, es otra más de sus funciones para la comunidad. Algo destacable, y que ya hemos mencionado en el capítulo sobre imagen, es el hecho de que Sergay.com.mx tiene un enlace directo con la pornografía (Sección XXX), mientras que en Gay.com, éste enlace resulta a través de la entrada al chat. Es decir, en Gay.com sí hay pornografía pero para acceder a ella se requiere de una identidad y de un pago, mientras que en Sergay.com.mx basta con darle un ‘clic’ al apartado virtual de ‘anuncios clasificados’ y mirar las fotografías que sus miembros exhiben.

Con esto podemos afirmar que las dos páginas tienen una carga simbólica-sexual predominante en función del habitus de los agentes que a ellas acceden. Mientras que en Gay.com la pornografía circula en torno al chat (basta ver las imágenes que los miembros muestran en sus ‘nicks’ o que intercambian a manera de ‘páginas y portales porno’), en Sergay.com.mx la pornografía se encuentra a un ‘clic’ de distancia (en el apartado virtual de ‘Galerías de Internet’). La diferencia es que el acceso a la información sexual explícita en Gay.com se encuentra en función de una identidad que hay que crearse, y con ello se reafirma la pertenencia a una comunidad gay específica, (como ejemplo: México, Zona Norte); situación que en Sergay.com.mx no resulta necesaria, y por ello cualquiera puede dar un vistazo a las fotografías que ahí se muestran.

Es substancial que el lector comprenda que, para argumentar nuestro proyecto, tuvimos que adentrarnos a la totalidad de las páginas; y no sólo ello, pues a través de nuestro monitoreo y de nuestras identidades virtuales en el chat (especialmente en el aso de la página Gay.com) fuimos testigos de los espacios sociales y de los agentes involucrados con aquellas comunidades virtuales en función de una página de Internet.

El ambiente que en todo momento predominó fue el carnal, ya que es portentoso observar los fenómenos del campo sexual que se establecen a manera de sexo virtual, pornografía, prostitución (pues a través del chat Gay.com y de los anuncios clasificados en Sergay.com.mx una serie de ‘masajistas’ se promocionan) y otros aspectos de las páginas que señalan el estatus del sexo como parte de una comunidad. Pero más sorprendente fue el encontrarse con personajes virtuales cercanos a nuestros espacios sociales, que comparten con nosotros ciertos capitales culturales y sociales en busca de todo lo que ya hemos referido. Y por si ello fuese poco, imagine el lector a individuos bisexuales “casados y con hijos”, (Sherlock003 en Gay.com) “maduros que buscan menores de 20 años para sexo fuerte”, (mikecute en Gay.com), “esclavos sexuales que buscan ser sometidos” (culito_mojado en Gay.com) y hasta “masajistas que ofrecen un buen paquete de 20cm cut” (naked model en Gay.com) en el área de la ciudad de México conviviendo día a día en un espacio totalmente sexual encubierto por las páginas de Internet y por los servicios ‘estras’ que ellas ofertan.

Si bien no todo es sexo en las páginas analizadas y podemos buscar desde un viaje a las Bahamas hasta noticias sobre VIH/Sida, el chat nos confirmó que las páginas electrónicas sí son una manera en que la comunidad gay mexicana se relaciona e identifica y, fuera de toda crítica, quedará en los que acceden a ellas la última palabra para utilizarlas como portales del placer y de los instintos viriles o como simples mecanismos de información e identificación con la comunidad gay.

Los retos del Internet
Conclusiones
En el extraño mundo de las páginas analizadas, en ese preciso momento donde la otredad encuentra un brusco panorama de imágenes y colores que despiertan el asombro y la curiosidad de quienes por primera vez accedemos a un mundo virtual que no nos pertenece, la posibilidad de encontrarse con lo diferente nos muestra que la realidad de la comunidad gay esta más cerca que nunca.

En los portales de Internet, las personas homosexuales encuentran lugares que concretizan sus necesidades de identificación y cooperación con su comunidad, con aquellos agentes que tienen los mismos intereses y visiones compartidas y, sobre todo, les permiten ingresar a un mundo virtual donde no serán juzgados ni segregados de los espacios sociales.
El intentar estudiar éstos fenómenos resulta ser un reto para cualquiera que no pertenezca a la comunidad gay, pues se tendrá que aceptar una identidad que además de ser falsa no manifieste las tendencias y preferencias sexuales de los que se aproximan para observarla. Además, la presencia de imágenes y el manejo del lenguaje pueden resultar ser la violencia simbólica encarnada en una realidad sexual que no nos pertenece. En ningún momento pretendemos afirmar que, por ello, este mundo sea más o menos que aquél en el que nos desenvolvemos; simplemente queremos marcar esa diferencia mínima pero importante que nos distingue: nuestra preferencia sexual.

Y es que no estamos acostumbrados a vislumbrar las realidades que nos rodean, optamos por ignorarlas o simplemente silenciamos su existencia. Por ello, el presente proyecto responde a la necesidad de comunicar lo que muchos intentan eliminar de sus representaciones sociales: la existencia de una comunidad gay cada vez más abierta y con fuertes miras para incluirse activa y visiblemente en nuestro entorno, su entorno, la realidad misma.

Desde Gay.com hasta Sergay.com.mx, esta comunidad se ha concentrado en espacios Web que le permiten agrupar los intereses de los individuos gay en México; que establecen espacios virtuales que distinguen capitales culturales, sociales y económicos para aumentar las posibilidades de incluirse en el habitus correcto. Estos portales ponen en manifiesto la existencia de un espacio social dedicado a ellos; a su propia concepción de la vida. Pero, dentro de este mundo, la sexualidad abierta y la desacralización de este campo también revelan la lubricidad que se esconde en los constructos sociales del Internet.

Gay.com aparece como un estilo de vida; llena de consejos sobre belleza, moda, viajes, automóviles, lugares ‘chic’, etc. Esta página se enfoca a las clases medias y altas de México, a esos estratos privilegiados y educados de nuestro país y, aunque no es excluyente, sí reúne cierto tipo de capitales culturales, sociales y económicos. Se trata de un portal internacional que contempla el contexto de México y que oferta a sus usuarios mexicanos información clara sobre distintas temáticas, el acceso a una comunidad ‘en línea’ para establecer contactos y, sobre todo, construye un espacio simbólico en la pantalla de un chat.
Sergay.com.mx es la entrada al urbanismo mexicano, a las clases bajas y medias que necesitan buscar puntos de encuentro en la ciudad, que requieren de cierta información que agrupa temas de género y política, que les permite acceder a espacios simples y poco complicados. Es una página sencilla y cargada de un simbolismo sexual predominante, de rostros latinos y miradas de ‘macho’; en ella se construye un espacio implícito para que sus miembros estén al tanto de la situación gay en México.
Especialmente, es un portal que promueve la asistencia y participación activa en la ya conocida marcha del orgullo gay en nuestra capital; la cual, como podemos observar desde nuestros televisores, agrupa principalmente al rostro mestizo, al gay urbano.

En su conjunto, los dos sitios Web plantean un paradigma para comprender las relaciones virtuales que se establecen en Internet. Principalmente Gay.com se posiciona como el lugar idóneo para un buen rato de chat, tal vez un encuentro sexual o la utópica búsqueda del ideal de pareja; mientras que Sergay.com.mx descubre los lugares de encuentro de la capital mexicana y provee una sección “especializada” de anuncios clasificados donde uno puede encontrar desde la venta de algún producto o juguete sexual hasta un servicio de masaje que llegará directamente a la puerta de su domicilio.

Los colores de las páginas son contrastantes, tal y como lo son sus imágenes y recursos ‘online’, pues Gay.com tiene un aire minimalista, ordenado, tranquilo, sin esa violencia simbólica que contiene Sergay.com.mx; la cual se manifiesta en sus tonalidades oscuras y en los ‘banners’ que en ella aparecen. Es un llamado al sexo explícito y al desfogue de todas las necesidades seminales. En cuanto a las imágenes, nos encontramos con dos mundos: uno blanco, con rostros perfectos y sonrisas interminables; y con uno latino, de cuerpos fornidos y caras que despiertan un sabor a la fogosidad.

Desde los niños bonitos de Gay.com hasta los latinos de Sergay.com.mx, se muestra el deseo sexual de quienes entran a sus portales; ya sea en el chat Gay.com o en la sección de de fotografías de Sergay.com.mx, esa realidad se encuentra siempre presente. Y basta que el lector acceda a estos sitios y navegue en los mismos para darse cuenta del simbolismo sexual que en ellos se maneja.

Sin importar los habitus a quienes se dirigen estas páginas, la constante es la presencia del campo sexual y, ya sea en una o en la otra, se necesita del mismo para que estos sitios Web se mantengan vivos. La verdadera cara de las páginas analizadas va más allá de la información que ofrecen; se concreta en espacios físicos o en la intimidad de la pantalla, pero nunca dejará de ser una vía de acceso, un canal de comunicación no vetado para todos aquellos que necesiten sentirse parte de un mundo virtual.


Referencias:

Sitios web analizados:
<http://www.gay.com>
<http://www.sergay.com.mx>

BAUDRILLARD, Jean. Contraseñas, Editorial Anagrama – Colección Argumentos, Barcelona 2000, pp. 7-93
BOURDIEU, Pierre. (1981) La Reproducción: Elementos Para Una Teoría del Sistema de Enseñanza. Laia, Barcelona.
BOURDIEU, Pierre. ¿Qué Significa Hablar? Akal, España 1985, pp. 365-97
BOURDIEU, Pierre. Sociología y Cultura. Grijalbo, México 1990, pp. 156-345
BOURDIEU, Pierre. Meditaciones Pascalianas. Anagrama, Barcelona 1990, pp. 189-256
CAMACHO, David, Memoria del 1er Foro de Diversidad Sexual y Derechos Humanos, Nueva Generación Editores, México, 1999, P.- 44
CARRILLO, Castro Alejandro. El dragón y el Unicornio. México, 1996. PP. 290 – 314
DÍAZ, Enrique. “Homosexualidad: Prejuicios y realidades”. <http://mujeres.palabra.com/columnas/ProyectoFamilia/006934/> (Consulado el día 03 de Octubre de 2003)
DURÁN, Baza Valeria. “Homofobia = Violencia Política”. <http://www.tlalpan.uvmnet.edu/htm/VOZ2/Paginas/Enfoquehomo.htm> (Consultado el día 03 de Octubre de 2003)
GMÜNDER, Bruno. Internacional Web guide, Editorial Spartacus, Atenas 2003, pp. 3-456
LIZÁRRAGA Xavier: “Notas para la construcción de las semánticas homosexuales". Ponencia presentada en el Seminario de Masculinidad, PUEG-UNAM, 1994, (mimeo)
TURKLE, Sherry. La vida en pantalla, la construcción de la identidad en la era de Internet, Editorial Paidós 2002, pp. 264-338


Daniel Cámara Ávalos
Anallie Monroy Guadarrama
Héctor Navarro Azcarategui
Cecilia Real Rodríguez
Diana Bárbara Santos

Estudiantes del ITESM Campus estado de México, México