|
Por Raymond Colle
Número 41
Introducción
Pitirim Sorokin es un sociólogo nacido en Rusia en 1889.
Fue el primer profesor de sociología en San Petersburgo.
Expulsado de la URSS en 1922, se radicó en Estados Unidos,
donde fundó el Departamento de Sociología de la Universidad
de Harvard. Publicó en 1947 la primera edición de
su obra magna "Sociedad, cultura y personalidad", seguida
de muchas otras. Falleció en 1968.
Sorokin no se aleja mucho de las
más modernas concepciones evolutivas y neuro-fisiológicas
cuando declara que el fenómeno sociocultural más genérico
lo constituye la comunicación.
El modelo más general de
fenómeno sociocultural lo constituye la interacción
dotada de sentido de dos o más individuos humanos. Por
"interacción" se entiende todo evento con que
se manifiesta en un grado tangible el influjo de una parte sobre
las acciones exteriores o los estados mentales de la otra. Donde
falta esa influencia tangible (unilateral y mútua), no
nos hallamos frente a un fenómeno sociocultural. Si la
interacción carece de significación (también)
deja de ser un fenómeno sociocultural: se convierte en
un fenómeno puramente fisico o biológico, objeto
propio del estudio de la física o de la biología,
y no de la sociología o de cualquier ciencia social (p.59).
Esta interacción no ocurre
"en el vacío": ocurre entre seres humanos que forman
parte del conjunto social. Ocurre a nivel "superorgánico",
es decir a un nivel caracterizado por el intercambio de significaciones.
(Lo orgánico es objeto de estudio de la biología;
lo superorgánico de las ciencias sociales). En otras pal
abras, ocurre en e1 "espacio sociocultural " que :
Difiere fundamentalmente de toda
variedad del espacio físico o geométrico. No es
espacio cuantitativo, uniforme, isotrópico, sino cualitativo,
no uniforme y no isotrópico. Es un compuesta peculiar y
múltiple que consta de tres "planos" principales
y de cierto número de "dimensiones". Tiene un
plano de significados, valores, normas; un plano de vehículos
(conductores de interacción); otro de agentes humanos.
Sus dimensiones se hallan formadas por los principales sistemas
culturales y por los principales grupos uni y multivinculados
(p. 574).
En consecuencia, el estudio de la
comunicación no puede ser aislado de una consideración
de la estructura del espacio sociocultural en el cual ocurre. En
particular ha de ajustarme a la consideración de los tres
planos de los signilicados o contenidos de la comunicación,
de los vehículos o medios y de los agentes.
La interacción humana
y su organización
Los componentes del proceso social genérico -la comunicación,
vista en la perspectiva culturalson básicamente tres: los
individuos, las significaciones y los vehículos. En las "significaciones"
incluimos todos los contenidos inmateriales como las significaciones
teóricas, los valores, las normas (jurídicas. éticas,
etc.) y reglamentos. Como ya lo señabamos, son los aspectos
que dan al fenómeno su típico carácter sociocultural
en contraposición con los aspectos o propiedades físicas,
químicas o biológicas del fenómeno, a tal punto
que el componente significativo puede afectar tanto la conducta
del individuo o la naturaleza de los vehículos que sus propiedades
biofísicas se vuelven irrelevantes. "Esto significa
que la aplicación de los principios de identidad y de diferencia
de acuerdo con las significaciones puestas de relieve por los objetos
materiales, acciones exteriores y personas, conduce frecuentemente
a resultados radicalmente distintos de los que se obtienen tomando
como base sus propiedades biofísicas. (p.75)
Por "vehículo"
se entiende todo elemento que sirva para la exteriorización,
objetivación y socialización de las significaciones.
"Todos los fenómenos materiales que llevan incorporados
en sí mismos los resultados de la interacción significativa
de los seres humanos son vehículos de los fenómenos
socioculturales (p.79). Estos vehículos son evidentemente
numerosos y diversos. Conviene distinguir los vehículos conductivistas
o simbólicos -que influyen sobro la otra parte más
por la significación que se les atribuye que por sus propiedades
físicas y los vehículos materiales o físicos
-cuyas propiedades físicas son utilizadas por una de las
partes para influir en la otra, sea a nivel de la conducta, sea
a nivel del estado mental-. El principal vehículo conductivista
es el lenguaje, como lo es también el comportamiento en general.
Son vehículos materiales las herramientas, las posesiones
materiales y objetos económicos, etc. (Cfr. p.19).
El origen de los vehículos
es doble: son frutos de las propiedades del sistema nervioso y de
los órganos del ser humano, cómo tambien de las propiedades
específicas de la mente, en sus actividades abstractiva,
relacionadora y creativa. La vida del grupo social, además,
debido a la constante interacción, condiciona la adquisición
y la pérdida de vehículos. La adquisición está
principalmente ligada a los fenómenos de reclutamiento y
preparación (formación o educación) de los
miembros del grupo social, mientras la pérdida de vehióculos
es fruto de la depreciación, del consumo o de la destrucción.
Existe por lo tanto una movilidad permanente en el conjunto de los
vehículos de que dispone un grupo social.
Los procesos de interacción
y las relaciones sociales -acabamos de hacer mención de ello-
están condicionados por la estructura u organización
de los grupos sociales, al mismo tiempo que dependen de ella. Obviamente
resultaría muy diferente, por ejemplo, la experiencia de
observar un centenar de músicos reunidos en una misma sala
pero tocando cada uno su instrumento y su partitura en forma independiente,
de la asistencia a un concierto, en que todos tocan juntos la misma
composición musical. La organización se transluce
en la armonía del resultado y se fundamenta en la asignación
de roles, la determinación de facultades y obligaciones,
la coordinación regulada de las acciones, etc.En ambos casos,
sin embargo, existía interacción. Pero ésta
no implica en absoluto que las personas que entran en contacto constituyan
un sistema organizado o verdadero grupo humano.
Un grupo social, como totalidad
de individuos en interacción, se halla efectivamente organizado
cuando su conjunto central de significaciones y valores, en su
calidad de motivos de interacción, es algo consecuente
consigo mismo y reviste la forma de normas jurídicas que
definen con precisión todas las acciones y reacciones de
importancia de los individuos, en sus relaciones recíprocas
y con respecto a los extraños y al mundo en general (p.107).
La existencia de normas, como factor
regulador y de control de la conducta, constituye por lo tanto una
característica central de la interacción organizada.
Consecuentemente, todo grupo organizado debe presentar un conjunto
de vehiculos que objetiven, socialicen y solidifiquen sus significados,
va lores y normas, permitiéndole así funcionar y realizar
sus finalidades. Estos "contenidos conductivistas" constituyen
el núcleo de la cultura que caracteriza al grupo.
Los procesos culturales
Surgimiento
El primer proceso universal, básico y siempre reiterado en
el campo de la dinámica cultural es el nacimiento de sistemas
o congeries culturales. Corresponde al nacimiento de grupos sociales
organizados o inorganizados, aunque no coincida enteramente con
este.
La uniformidad básica en
el nacimiento de los siste mas culturales corresponde a sus tres
fases fundamentales :
- La concepción (invención,
creación, unificación) de dos o mas significados,
valores y normas para formar un sistema congruente, una congerie.
- La objetivación de la
congerie o del sistema congruente en los vehículos.
- Su socialización entre
los seres humanos, ya solamente en su forma ideológica,
ya en sus formas conductivas y material. Un ejemplo sencillo:
Antes de que fueran compuestas las sinfonías de Beethoven,
fueron concebidas por su creador, luego fueron escritas (objetivación),
finalmente fueron socializadas gracias a la ejecución de
la música de Beethoven. (pp. 857-858)
Hay que tener presente que los principales
sistemas no nacieron en forma plenamente desarrollada. Una vez objetivado
y socializado un sistema cultural destaca como individualidad concreta.
Pero en el momento de su nacimiento, todo sistema cultural es infantil,
en todos sus componentes. Sus significados son aún relativamente
simples e indesarrollados; sus vehículos endebles e imperfectos;
sus agentes humanos poco numerosos. Para que se integre en un vasto
sistema ideológico se requieren muchos esfuerzos preparatorios
y un tiempo considerable.
Por ejemplo, en el caso de los sistemas
religiosos: ninguno nació en forma plenamente desarrollada.
Muchas décadas, y aún siglos de germinación
y generalización de varias ideas y prácticas religiosas
precedieron al nacimiento y crecimiento ideológico, conductivista
y material de esos sistemas.
Para llegar a ser un gran sistema,
todo sistema en cierne debe poseer tres características:
- Debe contener la potencialidad
de desenvolverse en un vasto sistema, importante significativa
y prácticamente -como la semilla de un árbol gigante-.
Conceptos como "alma", "Dios", "Amor",
"Justicia" etc. contienen las potencialidades de vastos
sistemas ideológicos y culturales.
- Un sistema ideológico
menor tiene que corresponder a alguna genuina necesidad de parte
de una población dada. Los sistemas ideológicos
que no sirvan de nada o no tengan alguna relación vital
con realidades y valores existentes, pueden obtener un éxito
momentáneo, pero no pueden transformarse en grandes sistemas
ni sobrevivir en la intensa competencia.
- Por último, para ser duradero
un sistema menor tiene que estar relacionado con alguna rea1idad
y valores perennes. (p.932).
Desarrollo (Etapas de vida)
Todo sistema, especialmente todo sistema sociocultural, por el hecho
de ser una "empresa en marcha" que funciona incesantemente,
cambia de modo inevitable mientras sigue existiendo y funcionando
aunque esté colocado en un ambiente completamente estático.
Si no desaparece prematuramente
y se desarrolla efectivamente como un gran sistema, podemos esperar
que pase por tres grandes fases o etapas, de crecimiento, culminación
y decadencia.
La socialización de un sistema
nuevo implica el aumento cuantitativo de los adherentes, acompañado
generalmente del desarrollo también cuantitativo de los vehículos
materiales. En otras palabras, se acelera, multiplica y hace más
compleja y más extensiva la comunicación. Pero si
no existe un crecimiento cualitativo simultáneo, -es decir
un perfeccionamiento ideológico expresado en los vehículos
conductivistas: normas, valores, contenidos de la comunicación-
el sistema está destinado a una pronta decadencia. Los grandes
sistemas culturales se caracterizan por un crecimiento cualitativo
simultáneo o anterior al desarrollo cuantitativo, ya que
de la fecundidad creadora (simbólica, o sea del área
"conductivista") depende la proyección histórica.
En estas condiciones favorables,
se podrá observar que algunos sistemas integran progresivamente
un amplio conjunto de principios fundamentales presentes en otros
sistemas, los generalizan y extienden, constituyéndose en
supersistemas que abarcan coherentemente a estos otros sistemas.
Se convierten así en la expresión cabal de una cultura
total, dotándola de una individualidad definida y un alto
grado de integración (aunque no en todos los casos ni con
la misma intensidad o profundidad en todos los grupos humanos cubiertos.)
El estudio de las culturas permite
descubrir la presencia de tres vastos supersistemas, el predominio
de uno u otro evolucionando sintomáticamente con el tiempo.
En una primera fase, la cultura se caracteriza por una concepción
ontológica basada en la creencia de que toda verdad y todo
valor residen en un Ser suprahumano -premisa de supersistemas llamados
"ideacionales" . Posteriormente, se descubre que realidad
y valor tienen diversidad, siendo en parte suprasensorial y superracional,
en parte racional y en parte sensorial, por lo cual se efectúa
una síntesis armoniosa de estos múltiples enfoques
-lo cual es la base de los sistemas "idealistas". Finalmente,
pierden importancia los componentes superracionales, otorgándose
relevancia solamente a la contrastación sensorial característica
de los sistemas "sensitivos".
Las formas ideacionales y las sensitivas
son esencialmente contradictorias. Mientras las primeras son comunes
en etapas de crecimiento, las segundas son comunes de los períodos
de decadencia. Una cultura evoluciona generalmente de las primeras
a las segundas pasando por un apogeo que corresponde al predominio
de un sistema idealista integrador, caracterizado por el gran desarollo
de las ciencias. Pero éste tiende a engendrar el auge de
la investigación científica, el desarrollo de la tecnología
y de la técnica, o sea el crecimiento simultáneo de
los vehiculos materiales al mismo tiempo que de los valores sensitivós,
orientando la cultura hacia un mayor materialismo, que es un indicio
de decadencia histórica. La cultura occidental, de
la cual formamos parte, ha pasado claramente por estas distintas
etapas y se encuentra en una fase de auge del supersistema sensitivo,
por lo cual Sorokin no vacila en predecir su decadencia.
Los gráficos anexos muestran algunos indicadores de esta
evolución, para el último milenio.
Las curvas indican la evolución
del porcentaje de obras características de una inspiración
sensitiva (trazo contínuo) y de una ideacional (punteado),
según Sorokin. Obsérvese la baja creciente del componente
ideacional con el pasar de los siglos, que corresponde a una pérdida
de "misticismo" y religiosidad, mientras crecen un arte
y una ética de tipo "sensitiva" y la ciencia se
desvincula también de lo ideacional.
Desplazamiento y transformación
En el período de socialización,
los fenómenos culturales se mueven de área en área,
de persona en persona, de grupo en grupo y de estrato en estrato.
Desde un epicentro inicial, son comunicados tanto aisladas congeries
culturales (o sea, pequeñas agrupaciones de elementos) como
sistemas simples, supersistemas y culturas totales. Es común
encontrar así elementos extraños insertos en un sistema
cultural. Así, en la cultura americana actual encontramos
palabras como "soviet" e "icono", comidas chinas,
vestidos hindúes, edificios góticos, etc, todos ellos
sacados de sus sistemas culturales originales. A su vez, la cultura
americana ha sido fuente de múltiples técnicas y artefactos
utilizados en numerosas otras regiones, culturalmente diferentes.
La transferencia de compuestos culturales
es particularmente evidente donde y cuando se desarrollan vehículos
materiales de comunicación, produciéndose una mayor
interacción entre grupos sociales. Este fenómeno conlleva
transformaciones tanto en la cultura emisora como en la receptora.
Un fenómeno cultual -al pasar de persona a persona o de grupo
a grupo- permanece invariable solamente si la cultura de partida
es idéntica a la de llegada y si existen medios mecánicos
de estandarización del fenómeno. Si existen interferencias
el fenómeno cambia proporcionalmente a la discrepancia. ¿Cuáles
son los factores que determi nan el éxito o el fracaso de
esta difusión, en este caso? Básicamente son seis:
- Referencia a necesidades urgentes
y universales
- Complejidad o refinamiento de
valores semejantes (mientras mas complejos son los valores, menos
se difunden).
- Idoneidad y economía en
la satisfacción de una determinada necesidad.
- Consonancia con la cultura receptora.
- Intervención de elementos
de fuerza y coacción (tanto el exceso de libertad cuanto
el exceso de restricción provocan la reacción opuesta,
compensatoria).
- Influencia de las líneas
de comunicación y de la interacción. (pp. 916 -922).
En las personas la movilidad cultural
es mayor que en los grupos culturales. En la cultura personal, en
la que el hombre cree, piensa, tiene, etc., se producen cambios
diarios, sin que esto altere la rutina de sus actividades. Estos
cambios se hacen más notables en personas que cambian de
"status" o posición sociocultural en breve tiempo,
que cambian de afiliación o adscripción grupal o que
ven alterado su ego biológico. La independencia del individuo
es por lo tanto muy relativa, y lo es aún más que
la de los grupos.
Cuando dos culturas completas se
ponen en contacto -cosa más frecuente en la actualidad que
en el pasado, "la más simple, más urgente, más
eficiente y más accesible tiende a pasar con mayor rapidez".
Y mientras los elementos de mayor consonancia se fundirán
con gran facilidad, "los elementos más discordantes
de las dos culturas tendrán pocas perspectivas de entremezclarse,
a menos que se haga presión de diversos modos". Añade
Sorokin:
Los valores más contradictorios
de las dos culturas chocarán entre sí. Durante algún
tiempo pueden coexistir a título de congeries, pero finalmente
entrarán en conflicto. Si son de la misma fuerza, se debilitarán
mútuamente, de suerte que para la reconciliación
es requisito previo que se produzca una transformación
fundamental. Pero si uno de ellos es más eficiente y más
idóneo que el otro, eliminará o subordinará
al más débil. Sin embargo, es probable también
que el valor victorioso sufra alguna modificación.
En condiciones favorables, de este choque de valores contradictorios
y del entreveramiento de los neutrales y consonantes, puede surgir
un invento o creación nuevos que resuelvan el conflicto
formando un sistema nuevo" (p.92)
Así, algunos sistemas culturales
pierden su identidad al ser absorbidos por otros: es una de las
posibles alternativas de desaparición. En otros casos las
energías creadoras se han agotado y se observa decadencia
cuantitativa y cualitativa. Esto no implica necesariamente la extinción
del sistema, ya que es frecuente que recupere vitalidad. La desaparición
sólo se hace efectiva cuando se desintegra totalmente la
ideología del sistema o cuando pierde todos sus miembros.
Y aunque en la mayoría de los casos las personas sobreviven,
transfiriéndose a otro sistema cultural, también se
han observado casos en que ciertos grupos (tribus o etnias) han
muerto bajo la influencia arrasadora de otro grupo cultural, aún
en caso de conquista "pacífica". Así, múltiples
tribus sudamericanas no sobrevivieron a la colonización aún
mas reciente (Ver, por ejemplo, las denuncias de R.Jaulin en su
libro "La paix blanche [La paz blanca]", Ed. du Seuil,
París, 1970.).
Conclusión
Si es correcta la visión de Sorokin, el auge de las ciencias
aplicadas y especialmente de las NTIC (Nuevas Tecnologías
de Información y Comunicación) significaría
también la aceleración en la senda que lleva nuestra
cultura hacia su decadencia. Es obviamente imposible predecir cuanto
tiempo habrá de pasar antes del colapso ni cómo se
producirá éste. Ninguna cultura se ha desarrollado
-que sepamos- en forma tan compleja como la nuestra, por lo cual
la caída de grandes culturas pasadas (como la egipcia, por
ejemplo) no resulta ilustrativa. Sólo nos queda esperar que
la etapa "sensitiva" se alargue, gracias a progresos más
"idealistas" de la ciencia ... o que el análisis
de Sorokin esté equivocado.
Referencias:
SOROKIN, P.: "Sociedad, cultura
y personalidad", Aguilar, Madrid, 3a Ed. 1973
Dr.
Raymond Colle
Universidad Diego Portales,
Chile. |