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Por Ana González
Número
45
Resumen
A pesar de que España
lideraba en el año 2002 el impulso de
la implantación de la Televisión
Digital Terrestre en Europa, actualmente, en
2005, ha sufrido un fuerte retroceso debido a
medidas arbitrarias de los distintos gobiernos,
a cambios de leyes y a un sector receloso del
terremoto que puede suponer este cambio. El debate
actual se centra en la necesidad de buscar un
sector que lidere el cambio tecnológico
de la transición de la televisión
analógica a la digital. El ente público
Radio Televisión Española se había
posicionado a principios del siglo XXI como el
motor para dinamizar este cambio, pero las dificultades
financieras que atraviesa le imposibilitan para
dirigir el esfuerzo necesario. El debate actual
se centra en si será la televisión
privada Canal +, filial de Sogecable, experta
en la oferta multicanal, quien será capaz
de tomar las riendas de este crucial proceso
tecnológico. Aunque el gobierno socialista
aprobaba en febrero de este años el Anteproyecto
de ley de medidas urgentes de liberalización
del sector audiovisual, surgen más dudas
e incertidumbres sobre la implantación
que se intenta sea para este mismo años.
De lo que nadie duda ya es de que el nuevo estándar
va a alterar definitivamente el mapa empresarial
de la televisión en España.
Dificultades
en la implantación de la Televisión
Digital Terrestre en España
La
entrada de la TDT (Televisión Digital
Terrestre) en España está plagada
de dificultades e incertidumbres cuyo cambio
de gobierno no ha ayudado ya que se han modificado
leyes aprobadas en la anterior legislatura cuando
gobernaba en nuestro país el Partido Popular.
Estos cambios, no sólo no están
ayudando a la implantación de esta nueva
tecnología sino, por el contrario, están
retrasando el llamado apagón analógico.
Previsto para 2012, se ha adelantado para 2010,
pero todavía hay muchos sectores incrédulos
ante esta posibilidad.
Antes de explicar
con detalle cuáles han sido esas dificultades,
es necesario exponer qué es la TDT, cuáles
son sus ventajas e, imprescindible, conocer el
coste económico de la implantación,
eje fundamental de los rechazos y trabas con
los que se está encontrando este nuevo
sistema. Aunque nadie duda ya de que este nuevo
estándar va a alterar definitivamente
el mapa empresarial de la televisión en
España, todavía ningún sector
en concreto ha sabido coger las riendas de este
gigante tecnológico que hará cambiar
nuestra concepción sobre la televisión
del futuro.
La TDT, Televisión
Digital Terrestre o Terrenal, es una nueva tecnología
que mantiene el envío de las cadenas desde
emisoras situadas en la tierra a través
del aire (ni por satélite ni por cable),
pero que en vez de enviar complicadas ondas parecidas
a las de los polígrafos, sólo envía
ceros y unos. Al enviar únicamente 0 y
1, el receptor, sólo tendrá que
decidir si lo que le llega es un cero o un uno,
por lo que será mucho más difícil
equivocarse, y la calidad de la imagen y del
sonido será casi siempre óptima
(similar a la del DVD). Además, cada cadena
ocupa menos ancho de banda, esto quiere decir
que en una única casilla de nuestro casillero
podremos meter ahora hasta 5 cadenas. Además,
en la televisión analógica, había
que reservar los casilleros contiguos a cada
cadena para evitar interferencias, y con la TDT
sí podremos usarlos.
La CMT (Comisión
del Mercado de las Telecomunicaciones) es el
organismo encargado de diseñar y distribuir
ese casillero limitado. Actualmente algunas casillas
las asigna el Estado para emisiones en todo el
país, otras son cedidas a las comunidades
autónomas, para que puedan emitir sus
cadenas autonómicas, y otras son otorgadas
a las regiones y ayuntamientos, para poder emitir
cadenas locales.
Desde hace unos
meses y por ley, todas las cadenas con un casillero
analógico disponen ya de un hueco en un
casillero digital (el casillero, esto es el espectro
radioeléctrico, es el mismo, sólo
que unos huecos se dedican a digital y otros
a analógico) para que puedan emitir su
programación también en esta nueva
tecnología, es más, están
obligadas a ello por ley. Además, se han
otorgado nuevos casilleros a otras empresas para
que comiencen a emitir programación (Net
TV de Vocento y Veo TV de Recoletos). Pese a
todo, en la actualidad aún quedan libres
muchos de estos casilleros, algunos dejados vacíos
tras la quiebra de Quiero TV, que emitía
a través de esta tecnología y que
aún no han sido reasignados.
Por ley, todas
las cadenas con derecho a emitir en digital lo
están haciendo ya. Estamos hablando de
las cadenas generalistas existentes (TVE, Telecinco,
Antena 3) y nuevas (Net TV, Veo TV), locales
y autonómicas (Telemadrid, por ejemplo,
emite La Otra, una segunda cadena en exclusiva
para digital o TVE el Canal 24 Horas). Sin embargo,
como ninguna cadena ni ningún gobierno
se ha molestado en promocionar todavía
esta tecnología, muchas de estas cadenas
deben de emitir por ley, pero sin tener público,
de esta forma TVE, Telecinco y Antena 3 opta
por emitir exactamente la misma programación
que emiten en analógico, y Net TV y Veo
TV se limitan a emitir vídeos musicales
o contenido de relleno a la espera de lanzar
una oferta atractiva.
Otro apartado
importante a tener en cuenta es la cobertura,
aunque aún faltan por digitalizar ciertas
zonas muy poco habitadas, el alcance de la TDT
se extiende casi al total del territorio español.
El apagón
analógico marca la fecha por ley en las
que las cadenas dejarán de emitir en analógico,
prevista para 2008 en el caso de las televisiones
locales y 2010 en las demás. Para entonces,
aquellas personas que no se hayan adaptado a
la nueva tecnología no podrán ver
la televisión. Otra consecuencia de este
apagón es que se quedarán libres
varias de estas "casillas", y podrán
surgir un buen número de nuevos canales.
Como cualquier
otro medio, la TDT permitirá emitir canales
tanto gratuitos como de pago. No obstante, y
tras la quiebra de la plataforma Quiero TV, de
toda la oferta de TDT disponible y prevista,
sólo Canal+ se mantendrá de pago.
Para poder ver
la TDT es necesario disponer de una televisión
digital. En su defecto, cualquier televisión
analógica reciente sirve, siempre y cuando
se adquiera un pequeño decodificador que
permita su recepción. Estos decodificadores
se pueden adquirir -de varias marcas- en los
comercios desde los 100€. En algunos casos
(antenas colectivas sin revisar desde antes de
los años 90), podría ser necesario
revisar la instalación de la antena de
la comunidad.
En sí,
la TDT no ofrece ningún servicio interactivo.
Dispone de atractivos menús, guías
de programación y teletextos mejorados.
No obstante, diversas televisiones y decodificadores
(los de gama alta, a partir de 250 €), sí
permitirán esta interacción, al
incluir en muchos de los casos discos duros internos
y un módem que se comunique con el exterior,
los denominados MHP. Con este tipo de aparatos,
que serán los más populares, sí
se permitirán los servicios interactivos,
como votar en nuestro reality favorito o participar
en chats.
La TDT es el
futuro, ya que será la única televisión
gratuita dentro de unos años. No obstante,
su implantación en todo el territorio
puede ser más rápida o más
lenta, dependiendo del interés que muestren
gobierno y cadenas por implantarlas. El espectador
no se siente apenas atraído por la nueva
tecnología, ya que el número de
cadenas es limitado, y ninguna empresa está
dispuesta a crear más cadenas para la
TDT, ya que de momento no tendrían espectadores.
A este respecto,
Telecinco y Antena 3 han dado un primer paso
para sensibilizar a la población de esta
nueva tecnología y esperan una respuesta
del Gobierno o de los ciudadanos para comenzar
a producir TDT. De los ciudadanos se espera un
número considerable de hogares con TDT
(actualmente hay 100.000 con decodificadores
instalados, en su mayoría antiguos usuarios
de Quiero TV) para empezar a crear nuevos canales.
Paolo Vasile, consejero delegado de Telecinco,
ya ha prometido que la primera apuesta de esta
cadena sería un canal infantil y juvenil.
Por su parte,
aunque Radio Televisión Española
no ha participado en esta campaña junto
a Antena 3 y Telecinco, ya ha ofrecido al Gobierno
la posibilidad de lanzar "de inmediato"
ocho canales en digital: TVE1, TVE2, Canal Clásico,
Grandes Documentales, Teledeporte, Canal 24 Horas,
TVE Internacional Europa y TVE Internacional
América. Actualmente, TVE1, TVE2 y Canal
24 Horas ya emiten en digital.
Tras el intento
fallido de la plataforma Quiero TV, por falta
de suscriptores y por la incapacidad de solucionar
los innumerables problemas técnicos que
ocasionaba la recepción de canales, muchos
usuarios se deshicieron de los decodificadores.
Aunque el sector implicado en su difusión
ya se ha lanzado al mercado con muchas ofertas,
el desconocimiento del público, la falta
de publicidad y el precio no han calado en los
usuarios con demasiada fuerza. La industria española
de equipos, que hizo hace varios años
un gran esfuerzo financiero y de I+D, ha tenido
que buscar en otros mercados la salida de sus
aparatos de emisión y transmisión
sin conseguir siquiera amortizar todas las inversiones
realizadas.
Hasta ahora,
tan sólo Antena 3 TV y Telecinco han sido
capaces de plantarles cara al mercado y la primera
iniciativa fue la de anunciar las ventajas de
la TDT a través de la publicidad o, como
el caso del periódico El Mundo, de vender
decodificadores tras adquirir el diario a un
precio mucho más bajo que el que podemos
encontrar en el mercado.
Por lo demás,
España ha perdido mucho tiempo en los
últimos cuatro años y el avance
tecnológico por el que apostó para
subirse al carro de la Sociedad de la Información
se ha frenado en seco después de haber
invertido centenares de millones de euros en
una red de transmisión que está
sin utilizar.
A finales de
los años 90, el gobierno del Partido Popular
decidió que era el momento de anticipar
la implantación de la TDT, ya que entendían
que esta nueva forma de transmisión suponía
un marco más liberal y plural para la
televisión. La intención era que
en España se creara un sector económico
fuerte vinculado a la industria de la televisión
y que tuviera perspectivas internacionales para
exportar nuestro modelo. Por ello se apostó
por la fabricación de equipos específicos
cuya salida ha sido muy limitada. El gobierno
de José María Aznar lanzó
la TDT de pago y obligó a Retevisión
(en aquel momento propiedad de Endesa y Unión
FENOSA) a fundar la plataforma Quiero TV, con,
supuestamente, el objetivo de plantarle cara
a Canal Satélite Digital (que posteriormente
se fusionaría con Vía Digital,
actualmente denominada Digital +, debido a que
en nuestro país no hay público
suficiente para rentabilizar dos plataformas
digitales de pago. Este fenómeno también
sucedió en Italia).
Pero las comparaciones
con una u otra oferta era clara: Canal Satélite
ofrecía más canales, con contenidos
más atractivos, sin problemas técnicos
y a un precio más bajo. Curiosamente,
en Gran Bretaña ocurría un caso
similar con On Tv, pero el gobierno de Tony Blair
supo rectificar a tiempo y plantarle cara al
problema con el lanzamiento de Freeview, que
emite en abierto y que está liderada por
la BBC junto con otras cadenas privadas emitiendo
27 canales. La diferencia es notable, allí,
cinco millones de hogares británicos reciben
hoy la TDT mientras que en España no llega
a los 100.000.
Aunque posteriormente
en España se han concedido dos licencias
de TDT en abierto a Veo TV y Net TV (con un canal
cada una) la discusión está quien
debe empezar primero, si las empresas a emitir
contenidos específicos o los hogares a
comprar los decodificadores y arriesgarse a gastarse
100 euros sin oferta alguna.
Esa escasez
de oferta, que debería haber iniciado
RTVE, se ha quedado en varios canales con contenidos
deportivos y el canal 24 horas, que deberían
ser la base de dicha oferta en TDT. Hasta el
momento ningún parlamentario ha sabido
responder a la pregunta que muchos se hacen ¿por
qué no se ha repartido el espectro que
Quiero TV dejó libre?. Por otro lado,
los miles de decodificadores que inundaron los
comercios en 2003 no tuvieron salida por falta
de publicidad de este nuevo avance y es ahora,
a principios de 2005, cuando se han empezado
a ver tímidamente en los vendedores de
electrodomésticos. Ya se ha a anunciado
que el regalo estrella de las navidades de este
año será un decodificador, esto
ya sucedió en Gran Bretaña hace
tan sólo dos navidades y en su caso tuvo
un éxito arrollador.
Por ello, la
improvisación con la que se actuó
en el gobierno anterior y la pasividad del actual
evidencia el fallo de la implantación
de la TDT.
Ante tal cúmulo
de errores y desatinos en la política
empresarial y gubernamental por implantar un
modelo televisivo de futuro se ha sumado un cambio
de gobierno en España. El pasado mes de
febrero el Tribunal Supremo de Justicia anulaba
el modelo de televisión digital terrestre
diseñado en 1998 por el anterior Ministerio
de Fomento. La Sala de lo Contencioso-Administrativo
ha dictado una sentencia –a raíz
de un recurso de casación de Sogecable
-en la que establece que dicho departamento carecía
de las competencias necesarias para regular los
aspectos jurídicos relacionados con la
nueva modalidad audiovisual. Dicha potestad sólo
puede tenerla el Consejo de Gobierno. El vacío
jurídico que deja la anulación
del Reglamento Técnico y de Prestación
del Servicio de Televisión Digital Terrenal
deberá cubrirla ahora el actual ejecutivo.
El Tribunal Supremo de Justicia reitera que la
doctrina considera el mismo servicio público
para la TDT que para la analógica. Esta
decisión judicial no invalida las concesiones
ya otorgadas por el Gobierno central pero si
provoca una incertidumbre jurídica.
Un día
después de conocer esta medida judicial,
el Consejo de Ministros presidido por el socialista
José Luis Rodríguez Zapatero, en
un intento de última hora por relanzar
la TDT, aprobaba el anteproyecto de ley de medidas
urgentes de liberalización del sector
audiovisual con el objetivo de impulsar la televisión
digital terrestre y ampliar la oferta de canales.
El contenido
de estas medidas eran las siguientes (entre otras)
(1):
El Plan incluye
un Anteproyecto de Ley de Medidas Urgentes con
el objetivo de disponer de un marco legal adecuado
que canalice el impulso de la Televisión
Digital Terrenal, liberalice el servicio de
difusión de radio y televisión
por cable y fomente el pluralismo.
El Plan Técnico Nacional de Televisión
Digital se modificará antes del verano
de 2005.
Se asignarán a la mayor brevedad las
frecuencias para nuevos programas en digital
terrestre de cobertura estatal (libres por la
desaparición de Quiero TV) que iniciarán
sus emisiones en otoño de 2005.
Se adelanta de 2012 a 2010 la fecha límite
del período de transición a la
Televisión Digital Terrestre (Apagón
analógico).
Se coordinarán las fechas de lanzamiento
de las televisiones de cobertura estatal con
las autonómicas y locales digitales.
El Gobierno y el sector acordarán el
impulso de la TDT en Es
Se modifica la Ley de Televisión Privada
que establecía el límite de tres
operadores de cobertura estatal, toda vez que
este número fue superado por las concesiones
de TV digital. De este modo, se favorece un
mayor pluralismo en el ámbito de la televisión
privada.
Se hace compatible la presencia accionarial
en sociedades concesionarias de televisiones
analógicas y digitales de cobertura estatal
para todo el período de transición
a la digital terrenal, a fin de facilitar las
inversiones en televisión digital de
cobertura nacional.
Coordinación de las fechas de lanzamiento
de las televisiones de ámbito
nacional con las autonómicas y locales
digitales.
Las fechas previstas son:
· Autonómicas: a partir de enero
de 2005
· Estatales: inicio 2002 y nuevos programas
en otoño de 2005
· Locales: Desde agosto de 2005 a 1 enero
de 2008
Con estas medidas,
se pretende que a finales de 2005, 22 programas
en TDT sean accesibles para los ciudadanos en
abierto y gratuitos.
Crisis
mediática
Estas
medidas, aunque en apariencia dan un segundo
impulso a la implantación de la TDT, ha
estado sacudida de críticas ya que el
ejecutivo, aunque ha adelantado el apagón
analógico del 2012 al 2010, también
pretende la liberalización de la televisión
por cable y abre la puerta a nuevos operadores
analógicos. De esta forma se abre la posibilidad
de que libere espectro radioeléctrico
analógico a Canal + y pueda convertirse
en una cadena privada en abierto más.
El debate sobre
este asunto ha levantado tantas ampollas que
los grandes grupos de comunicación Recoletos,
Vocento y Planeta (a excepción del grupo
PRISA –propietaria de Sogecable- y el Grupo
Godó) han mostrado sus garras de forma
fehaciente y lanzaron la voz de alarma ante esta
medida contra el otro gigante de la comunicación
audiovisual como es Sogecable. En un comunicado
conjunto denunciaban la “contradicción
flagrante” (El País 17 de febrero
de 2005) entre el programa del PSOE y sus primeras
iniciativas en el sector audiovisual.
El sector implicado
sospecha que el peligro no está en que
Canal + pueda emitir en abierto, si no que cuando
el Gobierno haga los repartos de frecuencias,
posiblemente en verano de 2005, pueda pasarse
también a la TDT. Muchos se estarán
preguntando qué dónde está
el peligro: en la capacidad de la privada dependiente
de Sogecable de convertirse ariete de la televisión
digital terrestre, perdiendo la posibilidad de
que lo haga RTVE. Además, puede ser un
rival importante teniendo en cuenta que Sogecable
es la empresa propietaria de Digital Plus, con
una amplia experiencia en canales temáticos.
No porque vaya a utilizar la oferta de pago que
ofrece actualmente a sus casi tres millones de
abonados a la privada de pago, si no por la capacidad
para gestionarlo y por sus contratos con las
grandes majors de Hollywood que están
suministrando de contenidos, programas y canales
temáticos a la plataforma digital.
Este aval que
ha hecho que por primera vez se enfrentaran unos
grupos mediáticos frente a otros, ha conmovido
los cimientos de los grandes, posicionados todos
ellos en distintos sectores, unos más
cercanos que otros a los intereses que acapara
la llegada de la TDT a España.
Ante la expectativa
generada por la iniciativa del Gobierno de sanear
la Radio Televisión Pública con
la consulta a un grupo de expertos denominados
Comité de sabios, y ante el escaso
éxito de sus deliberaciones, ya que se
les achaca que el resultado de sus reflexiones
no sacará al ente público de su
desorbitada deuda, otra incertidumbre recae sobre
este asunto que en nada ayuda a solucionar el
problema. La sensación que todos han mostrado
es que la solución va para largo y que
el gobierno socialista no es capaz de resolver
una deuda de 7.000 euros, que será de
8.000 para finales de 2005 y sanear una empresa
con casi 9.500 trabajadores.
A vueltas con
Canal +, ya nadie duda que la televisión
privada, que actualmente apenas si cuenta con
emisión de publicidad y que sólo
emite en abierto seis horas al día, está
ya sondeando el mercado publicitario que crece
un diez por ciento todos los años y que
ahora es el momento de iniciar los trámites
para lanzarse de lleno en un mercado convulso
y ávido de soluciones ante el vacío
dejado por el liderazgo de la televisión
pública.
Ante la perspectiva
de la transformación del actual mercado
el problema al que se enfrenta ahora el Gobierno
de Rodríguez Zapatero es que si se permite
emitir en abierto a Canal +, otras concesiones
de TDT de cobertura nacional como Veo TV y Net
TV ya han solicitado poder hacerlo también
en analógico y en abierto. Estas dos plataformas
están sufriendo más que ninguna
otra empresa el retraso de la aplicación
de la tecnología digital ya que hasta
ahora son invisibles para la mayoría de
los telespectadores debido a que en España
el número de receptores no alcanza la
cifra de 100.000, insignificante para poder rentabilizar
la puesta en marcha de cualquier televisión.
El ministro
de Industria, José Montilla, advertía,
ante las críticas de los grandes grupos
de comunicación de favorecer al grupo
Prisa, que quienes se oponen a la nueva ley “no
quieren repartir la tarta publicitaria (EL PAIS,
17 de febrero de 2005).
Fragmentación
de la audiencia
Otro
punto de interés que puede aclarar de
algún modo el desinterés que la
industria afectada ha mostrado por este nuevo
estándar es el hecho de cuando se ponga
en marcha un mayor número de canales la
audiencia se fragmentará aún más,
en un mercado de por sí muy competitivo.
En los últimos cinco años, RTVE
ha perdido el liderazgo a favor de Telecinco
y aunque Antena 3 Televisión ha aumentado
su presencia en la lista de los programas más
vistos, sus vaivenes en la programación
le ha impedido acercarse demasiado como para
resultar peligrosa.
Todo ello conlleva
un segundo inconveniente y será la posibilidad
que ofrece la TDT de descargar paquetes de software
muy concretos, que permitirán grabar programas
dejando de lado la publicidad. Este tema no sólo
preocupa a los directivos de las diferentes cadenas
televisivas, también a los publicitarios
si tenemos en cuenta que actualmente la tarta
publicitaria está dominada por las dos
generalistas privadas, Telecinco y Antena 3 TV,
seguidas de cerca por TVE 1. Esta situación
de bonanza que viven actualmente las privadas,
contrasta con la crisis sufrida hace tan sólo
cuatro años. Entre 2001 y 2003 los ingresos
publicitarios descendieron tanto que, en el caso
de Telecinco, tuvo que plantearse una situación
de ajuste. Para Antena 3 fue aún más
difícil después de atravesar una
venta de Telefónica a Planeta, con ajustes
drásticos de plantilla y pérdida
de cerca de 300 puestos de trabajo. Ante esta
situación de crisis no parecía
buen momento para que ambas tomaran las riendas
de este cambio.
Comparación
con Europa
Decía
Richard Lindsay-Davies (Diario HOY 14 de marzo
de 2005) director de relaciones institucionales,
marketing y comunicación del Digital Televisión
Group británica (DTG) que en España
no será posible la TDT mientras que no
se diseñe “un plan claro para saber
cómo se llegará; tener una fecha
establecida no es tan importante”. La apreciación
que tiene el experto británico de lo que
ocurre en España es que en nuestro país
no parece haber una estrategia clara de la implantación.
El principal desafío para la puesta en
marcha, al margen del puramente técnico,
es “dar una oferta que realmente interese
a los consumidores”. Considera que es imprescindible
que se implique a todos los sectores: los consumidores,
la industria de los contenidos, los fabricantes
de decodificadores, las empresas privadas y públicas
de televisión “para que trabajen
juntos y de este modo, todo el mundo gana”.
Coincide con
el experto inglés, Vaca Berdayes R. (2004,
El ojo digital) cuando afirma que habrá
que conquistar a cada espectador individualmente
“pues la televisión a la carta será
una realidad. Está claro que cambiará
la manera de producir y ver televisión”.
Prueba de ello es que desde que se creara el
foro de encuentro, estudio y discusión
británico de todo el sector implicado
y en el que confluyen todas las cadenas a las
empresas de red pasando por los fabricantes de
equipos y televisores han conseguido funcionar
en un grupo de trabajo que se autorresponsabiliza
de la adopción de estándares, normas
y homologaciones –con la ventaja de que
la Administración apenas si tiene que
intervenir- además de haber conseguido
exportar sus métodos y tecnología
a decenas de países del mundo.
A raíz
de los conflictos y ante las medidas tomadas
por el gobierno socialista se creaba en febrero
de este año la Comisión Técnica
de seguimiento de la transición a la Televisión
Digital Terrestre (Diario HOY, 23 de febrero
de 2005). Todos las propuestas para el desarrollo
de la TDT serán analizadas por la Secretaria
General de Telecomunicaciones, los operadores
de televisión, asociaciones de fabricantes,
colegios de ingenieros de telecomunicaciones,
asociaciones de representantes de cadenas de
distribución, asociaciones de anunciantes
y representantes de organizaciones de consumo.
Esta comisión será decisiva este
año para lanzar definitivamente este nuevo
sistema televisivo.
Otro aspecto
que tampoco ha ayudado a centrar el interés
del sector por esta nueva tecnología es
la falta de liderazgo de la televisión
pública española, hecho que sí
ha ocurrido en Gran Bretaña. La crisis
financiera de RTVE ha frenado el punto de partida
que si ha sabido tomar la BBC británica,
más saneada económicamente debido,
en parte, al canon que se cobra a los británicos.
El hecho de que el modelo público de televisión
en España dependa de los ingresos por
publicidad y la gran competencia que mantienen
con otras televisiones privadas hace que arrastre
un pérdidas millonarias que alcanzan los
7 millones de euros y que hacen difíciles
de compatibilizar con el esfuerzo que supone
la inversión en la TDT. Tampoco se ha
experimentado como en otras ciudades europeas
de Gran Bretaña o en la región
de Brandemburgo en Alemania donde de forma experimental
se ha llevado a cabo apagones analógicos
con gran éxito.
En el caso de
Francia, el proyecto definitivo prevé
encomendar el desarrollo de la TDT en parte a
los nuevos operadores entrantes en el mercado
televisivo, y en parte a los operadores tradiciones
de la televisión hertziana (France Televisión,
TF1, M6, etc.), y apostar en partes iguales sobre
los canales de pago y sobre los canales generalistas
(algunos financiados por publicidad y otros por
el canon). El pasado 31 de marzo de 2005 el Consejo
Superior del Audiovisual (CSA) anunciaba el arranque
de la televisión digital con 14 canales
gratuitos, seis de ellos públicos y cuatro
nuevos. El 35 % de la población (se espera
que el 98% en 2007) puede recibir 14 canales
en el nuevo sistema tecnológico. Los reciben
de forma gratuita sólo con comprar un
adaptador o descodificador de señales
cuyo precio oscila entre los 50 y los 500 euros.
Actualmente se han vendido ya 100.000 decodificadores
(datos de marzo de 2005), pero las estimaciones
es que en este mismo año se alcance la
cifra de un millón de aparatos.
De esos 14 canales,
siete ya se recibían por vía hertziana
y en tecnología analógica y tres
eran conocidos por los abonados al cable o al
satélite (W9, LCP y TMC). Los otros cuatro
son nuevos. Se trata de Direct8 dedicado a debates,
entrevistas en directo y boletines informativos.
La segunda novedad es France 4, de capital público,
centrada en redifusiones y en música y
deportes para jóvenes. La tercera es NT1
con planteamiento generalista modesto consistente
en películas mil veces vistas, telefilmes
amortizados, emisiones de telerrealidad y breves
noticiarios. El cuarto proyecto es NRJ12, especializado
en videoclips musicales y series para adolescentes.
Las siete que ya se recibían eran Arte
y France 5, las privadas TF1 y M6, las públicas
France 2 y France 3 y las horas sin codificar
de Canal+.
El presupuesto
de este proyecto oscila entre los 18 y los 30
millones de euros anuales. Se espera que en el
plazo de ocho meses se sumen a la oferta ocho
canales más, la mayor parte de ellos de
pago.
Según
un informe de la revista TELOS (Cuadernos de
comunicación, tecnología y sociedad
de 2003, publicado en enero de 2004), la TDT
italiana vivía un estadio de claro retraso
respecto a muchos de los países analizados.
Más destacable es esta tardía incorporación
si se tiene en cuenta que Italia estuvo entre
los territorios europeos interesados en la implantación
de este nuevo sistema de radiodifusión.
A pesar de que
Italia ha manifestado desde el primer momento
que los contenidos y servicios deben estar connotados
de un alto valor añadido y que esta premisa
básica es la que permitirá a la
TDT competir con la oferta de televisión
vía satélite, la realidad es que
actualmente la RAI aún está testando
esquemas piloto para la transmisión. Por
su parte, Mediaset (empresa de propiedad de la
familia Berlusconi) ha iniciado planes de inversión
para la oferta de TDT de pago y Tele + ha empezado
la conversión de licencias analógicas
en digitales.
El disparo de
salida para la TDT se ha marcado para 2006. Curiosamente,
estos datos extraídos de un informe de
2003, han cambiado radicalmente durante 2004
ya que tanto el gobierno italiano como la industria
de las telecomunicaciones y los medios de comunicación,
se han puesto de acuerdo para dar un gran impulso
a la TDT. Allí se ha pasado de 400.000
hogares que podían recibir la Televisión
digital a un millón en 2005, según
datos de la Secretaría de Estado de las
Telecomunicaciones.
En una campaña
sin precedentes, en Italia existen ya un millón
de descodificadores digitales, que permiten la
realización de pago por visión
con tarjetas similares a las de la telefonía
móvil. Son tarjetas monedero que se recargan
en el estanco. Mediaset, la cadena de Berlusconi,
y Telecom. Italia, cada uno de los cuales tiene
pago por visión opción no realizada
pro la RAI, que tiene ocho programas.
En Alemania,
como en el resto de los países europeos,
la migración hacia la televisión
digital ya está en marcha. Está
previsto el apagón analógico para
2010, se está haciendo de forma progresiva
y la transmisión preponderante es la analógica,
tan sólo el 5% de los hogares recibe la
tecnología digital. En regiones como Berlín-Brandemburgo
se emite sólo en digital desde 2003. Allí
reciben 26 canales, 50% generalistas (dentro
de este apartado con una gran atención
a lo regional) y el resto temáticas.
Alemania, que
comenzó sus emisiones digitales poco antes
que en España, alcanza ya una cobertura
del sesenta por ciento de la población.
Situación
en Europa (datos 2005)
|
Año
lanzamiento |
Nº
hogares decodificadores |
Fecha
desconexión |
Gran Bretaña
|
1998 |
5.000.000
|
2006 a 2010 |
Italia |
2004 |
1.000.000
|
2006 |
Francia |
2004 |
100.000 |
2006 |
Alemania |
2002 |
200.000
|
2010 |
Dinamarca
|
2002 |
|
2011 |
Portugal
|
2000 |
|
2010 |
Holanda |
2003 |
|
2005 |
Finlandia
|
2001 |
550.000 |
2007 |
Suecia |
1999 |
375.000 |
2008 |
Irlanda |
|
|
2010 |
Austria |
2005 |
|
2012 |
Suiza |
2004 |
|
2015 |
*La
mayoría de países no dispone de
datos del número de hogares con decodificadores
Conclusiones
A la vista de
lo que ha ocurrido en España en los últimos
años, donde un cambio de gobierno no ha
favorecido el impulso de la Televisión
Digital Terrestre, el actual ha removido los
cimientos de un sector receloso de cambios donde
no puedan intervenir directamente, se augura
un proceso lento y plagado de dificultades. Si
existe un sector olvidado por todos los implicados
es el público, los espectadores, los consumidores
y verdades artífices de que este cambio
se pueda llevar a cabo de forma rentable y acertada.
Si en los años setenta el cambio de la
televisión en blanco y negro a color supuso
una revolución imparable, ahora, que en
otros países como Gran Bretaña
el cambio se está produciendo de forma
fulgurante, hemos de preguntarnos si ha llegado
el momento de corregir errores y lanzar una campaña
efectiva de publicidad para que el público
deje de preguntarse que es eso de la TDT. Hasta
hace tan sólo cuatro meses, un altísimo
porcentaje de españoles se preguntaba
que significaban las siglas TDT. Hoy en día
todavía se lo preguntan la mayoría
cuando ven en las tiendas de electrodomésticos
los decodificadores. En definitiva, o se ponen
todos de acuerdo: gobierno, televisiones públicas
y privadas, sector de las telecomunicaciones
y los fabricantes de decodificadores, o estamos
abocados a continuar emitiendo en digital los
mismos canales que vemos en analógico.
Superar el actual
caos del sector audiovisual es tarea pendiente
en España. Al igual que otros países
europeos han sabido relanzar en poco tiempo la
TDT, desde nuestro país se espera impulso
un rápido y eficaz.
Referencias:
Delgado,
M y Larrègola, Gemma (2004). Análisis
de los planteamientos, propósitos y despropósitos.
Contendios y servicios de la TDT en Europa. Revista
Telos, 57, segunda época, 71- 82.
Diario HOY, 23 de febrero de 2005. Redacción.
Madrid.
Diario HOY, 14 de marzo de 2005. Colpisa. Madrid.
Ana
González Delgado
Jefa de Prensa del Consorcio
Teatro López de Ayala de Badajoz.
Profesora Asociada a Tiempo Parcial del área
de Comunicación Audiovisual de la Universidad
de Extremadura, España |