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Por Ma. del Rosario Fernández,
Ma. Antonia Hurtado y Diego Peral
Número
45
Resumen
El objeto de este artículo es realizar
una revisión de la información
sobre de la situación, evolución
y análisis del comercio electrónico
en la era digital en España. El análisis
de los datos obtenidos suponen un primer esfuerzo
para aunar clasificaciones y maneras de seleccionar
los datos, dado que no hay ningún criterio
aceptado por toda la comunidad científica.
Por ello se han especificado claramente la metodología
empleada en cada caso indicando el origen de
las fuentes y los criterios establecidos para
elaborar los trabajos. Los resultados muestran
como los internautas residentes en España,
han ido venciendo sus reticencias y se están
incorporando a la Red como usuarios de los servicios
que ésta ofrece, siendo uno de ellos el
comercio electrónico, aunque aún
queda mucho trabajo en este sentido. Finalmente,
la situación del comercio electrónico
en España muestra una clara tendencia
al alza y cabe señalar cierto gusto de
los usuarios residentes en este país por
realizar sus compras más caras en páginas
comerciales de otros países.
Introducción
En estos momentos
nos encontramos inmersos en la llamada era digital
de la que tanto se habla como (Hernando, 1999):
La concepción
de un mundo globalizado en el cual imperan las
relaciones comerciales sobre lo social, lo político
y lo cultural”. Internet es una herramienta
(Moore, 2001) que nos facilita muchas cosas
y muy variadas; una de ellas es la de eliminar
barreras al comercio. Por ello una empresa inaugurada
en “la Red puede alcanzar más rápidamente
un mercado mundial que una nueva acería.
Pero incluso la economía digital puede
sucumbir al papeleo y al proteccionismo. Los
gobiernos, independientemente de sus buenas
intenciones, pueden obstaculizar el desarrollo
mundial del comercio electrónico. El
éxito de Internet se debe, en mayor medida
de lo que en general se reconoce, a la libertad
de comercio establecida a través de las
negociaciones en la OMC (Organización
Mundial del Comercio).
No hay que olvidar
que:
Muchos servicios,
a diferencia de los productos físicos,
se pueden suministrar en forma digital; el suministro
de servicios representa la mayor parte de las
transacciones que se realizan a través
de Internet. Por ello los estados miembros de
la OMC se comprometen a promulgar y hacer observar
una legislación moderna sobre derechos
de autor, patentes y marcas de fábrica
o de comercio. Como la falta de protección
de la propiedad intelectual es un importante
desincentivo para la exportación de la
tecnología más avanzada, esto
favorece la inversión extranjera y la
difusión de nuevas tecnologías,
por ejemplo, y no en último lugar, en
el sector de los medios de comunicación
y en el de la tecnología de la información.
En este proyecto
de construcción de la llamada (Hernando,
1999) sociedad de la información o del
conocimiento, no todos los países acceden
a ella a la vez sino que países como Estados
Unidos y la Unión Europea van por delante,
de manera que a veces el resto se sienten considerados
como un potencial mercado para la comercialización
de sus instrumentos tecnológicos producidos
masivamente y que tienen un alto grado de obsolescencia,
a causa del voraz interés mercantil que
mueve el desarrollo de la ciencia y la tecnología.
Por ello los gobiernos podrían hacer aún
mucho más para promover el comercio electrónico
(Moore, 2001). Pues también deberían
pensar en facilitar la actuación de los
proveedores de servicios extranjeros en el exterior.
De ese modo, por ejemplo, “las empresas
de informática de los Estados Unidos podrían
emplear más programadores informáticos
de la India”
Internet puede
convertirse en la principal fuerza unificadora
jamás vista en el mundo, al hacer que
el conocimiento, base de todo progreso, quede
al alcance de todos. Pero la velocidad con la
que la revolución electrónica se
expande en el mundo rico crea paralelamente el
peligro de una marginalización todavía
mayor de los pobres. Una manera de contrarrestarlo
es eliminar las barreras entre los mercados,
las cuales perjudican sobre todo a los países
en desarrollo.
No hay que olvidar
que generalmente los consumidores realizan sus
compras desde sus hogares. Así que la
era digital llega a casa, y empresas como Microsoft
(Medina, 2005), se están tomando mucho
interés en desarrollar la tecnología
adecuada; por ello el propio Gates en una de
sus declaraciones mencionó que una de
las labores de su empresas es la de desarrollar
innovaciones que permitan a los fabricantes de
dispositivos y a las compañías
de equipos electrónicos de consumo crear
tecnología poderosa y atractiva para el
entretenimiento, la creatividad y la productividad
en el hogar.
El futuro
de españa on-line
Con esta revisión
se pretende poner de manifiesto el impacto que
ha sido y es Internet en las empresas españolas
(Andersen, 2000), independientemente del sector
al que pertenezcan. Y si bien es difícil
hacer previsiones, los datos (independientemente
de cómo se hayan tomado) muestran una
clara tendencia al alza tanto del número
de usuarios de la Red como del volumen de negocio
y transacciones. Por tanto, como bien indica
el informe de la Andersen consulting y el Banco
de Santander, “el crecimiento de este mercado
será exponencial, apoyado fundamentalmente
en la aparición de nuevos dispositivos
de acceso que aumentarán el alcance del
nuevo medio (telefonía móvil, televisión
interactiva digital, etc.)”.
Es cierto que
siguiendo los comentarios que se oyen en la calle,
en general parece existir aún una cierta
desconfianza, sobre todo en el usuario particular,
hacia el establecimiento de transacciones a través
de la red, motivada por la creencia en una falta
de seguridad en los mecanismos empleados. No
obstante, en ciertos sectores de la economía
parece, tal y como las estadísticas demuestran
en diferentes estudios, que estas reticencias
están pasando a mejor vida.
Tal y como se
cita en el informe de Andersen Consulting y el
Banco Central Hispano:
En lo que respecta
al negocio con particulares (B2C), podemos afirmar
que Internet tendrá un impacto notable
a corto plazo en la distribución de todo
tipo de bienes y servicios, pero especialmente
en aquellos que no requieren distribución
física (como la música, el software
o los servicios financieros.
Revisión
de las dificultades de la toma de datos relativos
al comercio electrónico
Debido a la magnitud y características
del comercio electrónico (Meseguer, 2003,
p.82) era difícil determinar la evolución
cuantitativa del mismo; de hecho uno de los problemas
al que nos hemos enfrentado al realizar este
estudio es que la información encontrada
no coincide numéricamente en todos los
casos: eso es debido a las distintas maneras
de tomar los datos. Así, hay datos basados
en:
- Determinar
la presencia de las empresas en la Red mediante
el número web Sites comerciales.
- Por el número
de transacciones comerciales realizadas.
- En función
del volumen de negocio: este dato puede hallarse
en función de la forma de pago (pago
contra reembolso y transferencia bancaria, pago
a través de tarjetas), de manera que
hay informes como el estudio de la Comisión
del mercado de las telecomunicaciones (CMT,
2005, p. 3) que determina este dato en base
al pago a través de tarjetas bancarias,
pues si bien no abarcan todo el volumen de negocio
al menos abarca una parte relevante del mismo.
De manera que
tal disparidad en la toma de datos nos ha llevado
a considerar los mismos en función de
la evolución, es decir si se produce un
aumento o una disminución. De todas formas
en los últimos años, debido a la
gran cantidad de fuentes y la diversidad en cuanto
a los sistemas de toma de datos, algunos institutos
de estadística y otros organismos oficiales
han propuesto que el dato a seguir sea el del
número de transacciones que se llevan
a cabo.
Si bien es cierto
que hay una gran cantidad de fuentes que aportan
información sobre el volumen de transferencias
en la Red (Meseguer, 2003, p.84), los datos suelen
variar entre otras causas debido a que parten
de definiciones distintas de transacciones comerciales:
así, hay quienes consideran que son “intercambios
realizados a través de redes de comunicación
asistidas por ordenador, que pueden ser distintas
de Internet, e incorporan las operaciones de
compra en las que la formulación del pedido,
los pagos y la distribución del producto
se han realizado a través de medios no
electrónicos”; y los que lo definen
como “las realizadas íntegra y exclusivamente
a través de la red Internet”. Por
ello, la OCDE recomienda que se establezca la
diferencia entre comercio electrónico
realizado a través de cualquier red telemática
de comunicaciones y el comercio electrónico
por Internet.
En el caso de
España, también nos encontramos
con este problema (Meseguer, 2003, p.85), pues
las dos fuentes principales de datos sobre comercio
electrónico, tal y como se pone de manifiesto
en este estudio, utilizan métodos muy
diferenciados.
La AECE, Asociación
Española de Comercio Electrónico,
se caracteriza porque elabora estudios frecuentes
y que repite cada ciertos intervalos de tiempo,
los realiza mediante encuestas por teléfono
a un número representativo de consumidores
y de empresas, y los resultados suelen ser algo
elevados debido a que la Asociación, en
el caso de los consumidores, incluye aquellas
transacciones cuya forma de pago no haya sido
a través de la Red. En el caso de las
empresas tiene en cuenta cualquier transacción
realizada independientemente de la red de comunicación
empleada.
La CMT, Comisión
del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT, 2005,
p. 3), evalúa el volumen de transacciones
electrónicas que se hayan realizado mediante
tarjetas bancarias exclusivamente, es decir,
considera aquellas transacciones realizadas entre
“sitios web de comercio electrónico
españoles que tengan instalado un terminal
de punto de venta virtual (TPV virtual) y personas
físicas o jurídicas que utilizan
como medio de pago tarjetas bancarias”.
De manera que
no sólo no considera aquellas transacciones
(Meseguer, 2003, p.85) donde el pago se ha hecho
fuera de la Red (contra reembolso, transferencia
o domiciliación bancaria) sino que tampoco
considera las realizadas a través de Internet,
pero en las que no se ha utilizado tarjeta bancaria.
Tampoco especifica cuales de estas transacciones
corresponden a empresas y cuales a particulares,
aunque el pago con tarjeta no es el habitual
entre empresas por lo tanto la mayoría
de los datos corresponden a particulares.
El estudio de
la comisión (CMT, 2005, p. 4), clasifica
los resultados en función de una serie
de variables, tales como el origen/destino geográfico,
y la rama de actividad económica afectada
por la transacción, clasificadas con la
CNAE: Clasificación Nacional de Actividades
Económicas:
Se utiliza
esta clasificación con el fin de que
los resultados sean homogéneos, de cara
a su comparación con otros estudios nacionales
e internacionales; se ha adoptado una clasificación
de bienes y servicios intercambiados estandarizada
a nivel de la UE (la NACE) o su correspondencia
en España (CNAE-93).
Así,
en función del origen/destino de la transmisión,
los datos se agrupan en los siguientes tipos
de transacciones comerciales:
Transacciones
comerciales de España con el exterior:
son operaciones de compra efectuadas con alguno
de los medios de pago de clientes de los firmantes
del convenio (España), en sitios web
de comercio electrónico que utilizan
un terminal punto de venta virtual de otro país.
Transacciones comerciales del exterior con España:
son operaciones de compras realizadas desde
el extranjero utilizando medios de pago en sitios
web de comercio electrónico que emplean
terminales de punto de venta virtuales de medios
de pago firmantes del convenio (España).
Transacciones dentro de España: son operaciones
de compra realizadas con medios de pago de clientes
de los firmantes del convenio (España)
en sitios web de comercio electrónico
que utilizan un terminal punto de venta virtual
de medios de pago firmantes del convenio (España).
Por lo que respecta
a nuestro trabajo hemos establecido una serie
de restricciones en diversos ámbitos;
así, desde el punto de vista geográfico
nos hemos centrado en España y en cuanto
al concepto de transmisión nos decidimos
por ambos porque aunque el número varíe
lo que queremos evaluar son las tendencias del
mercado, por tanto hemos utilizado todo tipo
de fuentes sin excluir ninguna.
Comercio
electrónico en España
Según
un informe de la OCDE sobre la economía
española y sus previsiones para el año
2005 (OCDE, 2005, p. 1) la economía española
en los últimos tiempos ha disfrutado de
una etapa de rápido crecimiento en su
intento de converger con las economías
de los países más avanzados de
la Unión Europea; y si bien se ha adelantado
mucho, aún no ha llegado a su nivel. Es
por ello que este informe plantea los puntos
fuertes y débiles así como las
medidas a tomar para que siga avanzando; una
de ellas es la adopción de nuevas tecnologías
(OCDE, 2005, p. 6), pues “la inversión
en equipos de TIC (tecnología de la información
y las comunicaciones), que es un potente motor
de las mejoras de productividad en el seno de
las empresas, es escasa, y otros indicadores
de TIC son también relativamente modestos.”
Por tanto el comercio electrónico como
aplicación directa de la TIC al sector
empresarial es básico para aumentar el
crecimiento del sector económico de una
economía como la Española, que
como se ha indicado antes se encuentra en una
situación de claro crecimiento. Este acceso
a las TIC por parte de las empresas españolas
(AECE, 2005, p.1), como pone de manifiesto el
presidente de la Asociación de Empresas
de Electrónica, Tecnologías de
la Información y Telecomunicaciones de
España (AETIC), José Luis Larrea,
debe ser iniciado y apoyado por las administraciones;
para ello debe poner en marcha un “programa
de convergencia en el campo de las tecnologías”,
parecido al que se puso en marcha para el cambio
de moneda (de la peseta al euro) e ir estudiando
como se va avanzando en este campo.
Como indica
Enrique Vázquez en su estudio de la situación
del comercio electrónico en España
(Vázquez, 1999), la OCDE establece las
siguientes líneas de actuación
en esta materia:
Confianza: Generar
confianza en las transacciones comerciales es
uno de los puntos de actuación de los
gobiernos. En ese sentido la OCDE elabora una
serie de actividades en el campo de la seguridad
y privacidad, así como en temas más
relacionados con el consumidor como son: “derechos
de renuncia o devolución de artículos
comprados electrónicamente, prevención
del fraude., información sobre contratos,
procedimientos de resolución de disputas
que no requieran acudir a los tribunales, etc”.
Legislación:
Propone igualar las leyes correspondientes al
comercio electrónico en todos los países,
incluyendo impuestos, aranceles y derechos de
la propiedad intelectual.
Acceso a Internet:
Con los diversos estudios realizados por esta
organización, ha llegado a la conclusión
de lo beneficioso que sería una infraestructura
global de información. De manera particular
“está analizando temas concretos
como los servicios de acceso condicional, interconexiones
de redes, tarifas de uso de Internet, nombres
de dominio y estándares para interoperabilidad”.
Impacto social
y económico: El comercio electrónico
ha supuesto un cambio en una serie de factores
sociales y económicos tales como “el
crecimiento, competitividad, empleo, impacto
por sectores económicos, reorganización
de sectores intermediarios (venta al por mayor
y al por menor, transporte, financiero) y nuevas
oportunidades de negocio”.
Finalmente
hay otra serie de problemas en la Red que también
han sido objeto de estudio: éstos son
en primer lugar los “problemas logísticos
ocasionados por los sistemas de pago electrónico,
transporte y entrega de mercancías”,
y en segundo lugar los relacionados con los contenidos
de la Red, si son legales, o pueden suscitar
controversia, y finalmente las necesidades específicas
de las PYMEs al enfrentarse al comercio electrónico,
tanto como usuario como empresa que utiliza Internet
con fines empresariales.
Por tanto el
estudio de la evolución del comercio electrónico
nos indicará su situación actual
y sus posibilidades de futuro. Esto se pone de
manifiesto en los estudios que elabora la AECE.
Estos trabajos se realizan con la intención
de analizar cuales son las características
e intereses del consumidor español en
la Red y así poder tomar medidas destinadas
a la promoción del uso comercial de Internet
por parte de los consumidores españoles,
mediante campañas (AECE, 2003) destinadas
a subsanar los problemas detectados a través
de sus estudios de consumidores: así,
cabe destacar la campaña “Estrenate.com”,
que se realizó con el apoyo del Ministerio
de Ciencia y Tecnología para interesar
a aquellos internautas indecisos a la hora de
realizar sus compras por Internet; también
se han realizado campañas de información,
etc.
Otra de las
barreras a eliminar es la de la desconfianza,
así que ganarse la confianza del comprador
es uno de los retos de la Asociación por
ello colaboró con la Asociación
para la Autorregulación de la Comunicación
Comercial en la elaboración del Código
Ético de Comercio Electrónico y
Publicidad Interactiva y apoyó al lanzamiento
del Sello “Confianza on line”.
Todas las campañas
antes indicadas van dirigidas a aumentar el número
de compradores. Por tanto se parte de un usuario
con unas característica determinadas,
en definitiva un internauta. La evolución
del número de usuarios de Internet ha
ido aumentando (Meseguer, 2003, p.91), caracterizándose
por ser un usuario urbano y con disponibilidad
de ordenador en el domicilio; es más,
un estudio de la Asociación (AECE, 2003)
considera que el perfil del internauta español
es el de varón en la mayoría de
las veces, con una edad comprendida entre 25
y 34 años, y residente principalmente
en Andalucía, Cataluña y Madrid.
El aumento del
número de usuarios va unido al aumento
del número de transacciones y en definitiva
del volumen de negocio. Así pues, según
datos de la Comisión del Mercado de las
Telecomunicaciones (CMT, 2005, p. 5), el comercio
electrónico a través de tarjetas
bancarias de pago en España en 2004 continúa
su evolución positiva y creciente: con
890 millones de euros ha duplicado los resultados
alcanzados en 2003.
Una de las razones
por las que han aumentado el número de
operaciones económicas por Internet es
el aumento de compradores, y esto es debido en
primer lugar a la comodidad (AECE, 2003) tanto
en las formas de pago, como en la flexibilidad
de horarios; además puede hacerlo desde
diferentes sitios, no es necesario hacer colas,
ni desplazamientos físicos al comercio;
en segundo lugar cuenta el precio del producto;
otras razones han sido que era el único
medio de que disponían, la rapidez, etc.
Y una de las características es que el
comprador normalmente se siente satisfecho con
la compra y con la entrega de los pedidos.
Pese a todos
estos buenos datos hay una serie de usuarios
que nunca han comprado en la Red. Normalmente
la razón que más alegan es
La falta de
motivación que les proporciona este medio”,
seguido de miedo a dar los datos personales,
desconfianza en el sistema de pago, en la presentación
del producto: en definitiva, que el usuario
no se siente seguro comprando en la Red. Pero
“el que no hayan hecho efectiva la compra
on-line, no significa que no se hayan servido
de este canal como fuente de información
para adquirir productos en otros medios: así,
tenemos más de un tercio de este grupo
de internautas que después de haber conseguido
información en Internet (una de las principales
funciones de la red) ha comprado fuera el producto
o servicio sobre el que obtuvo datos.
Estas son las
características que hemos observado sobre
la situación de los usuarios de la Red.
Pero para aumentar el volumen de ventas hay que
tener en cuenta también cual es la situación
de las empresas en la Red: para ello vemos los
cambios producidos en determinados parámetros,
tales como evolución del volumen de negocio
o el número de transacciones del comercio
electrónico en España.
Evolución
en cifras del comercio electrónico en
España
Como
ya hemos indicado con anterioridad, los datos
numéricos señalados en este trabajo
se han tomado del informe elaborado por la Comisión
del Mercado de las Telecomunicaciones titulado:
“Informe sobre el comercio electrónico
en España a través de entidades
de medios de pago: 4º Trimestre”.
En la grafica
siguiente se puede ver la evolución del
volumen de negocio del comercio electrónico
a través de tarjetas bancarias en España,
donde destaca la tendencia al alza del mismo
en estos cuatro años. Así, entre
el 2001 y el 2002 el volumen de negocio aumentó
en un 83,8% y entre 2002 y 2003 un 90,6%; en
el 2004 se ha duplicado la cifra del 2003 con
un aumento del 99,9%. Esto nos demuestra que
no sólo se incrementa la cifra absoluta
del volumen en sí, sino que también
lo hace el tanto por ciento de aumento de un
año a otro, indicativo de la rapidez de
crecimiento.
Otro
dato interesante es el del número de transacciones,
es decir, operaciones económicas en la
Red a través de tarjetas bancarias, lo
cual no implica necesariamente intercambio monetario,
por eso no se contemplan en los datos de volumen
de negocio.
Es
evidente en la siguiente gráfica la mayor
tasa de crecimiento del volumen de negocio frente
al número de operaciones (CMT, 2005, p.
7), lo que indica un aumento del valor medio
por operación, posiblemente debido a que
los usuarios están ganando confianza,
gracias quizás a medidas como la de aumentar
los sistemas de seguridad en la Red. Así,
observamos a continuación cómo
a lo largo de estos años el valor medio
interanual por transacción ha ido incrementándose.
Al
distribuir geográficamente los datos obtenidos
anteriormente se observan las tres posibilidades
previamente mencionadas: desde España
al exterior, que en el año 2004 representa
un 58,4% respecto del total negociado, del exterior
con España, con un 13,5%, y dentro de
España, con un 28,1%. Al observar la gráfica
comparativa de las tres posibilidades geográficas
se aprecia que, si bien el volumen de negocio
de España con el exterior ha sido mayor
que dentro de España y con menores resultados
se encuentran el del exterior con España,
en todos los casos, a través de estos
cuatro años, la tendencia al alza ha sido
la tónica general.
El
aumento del consumo en el extranjero (CMT, 2005,
p. 15), puede indicar que la oferta de sitos
web comerciales nacionales sea insuficiente,
poco interesante, o poco atractiva, por lo cual
el empresariado español debe intentar
subsanar estos puntos débiles y así
ser competitivos en la Red.
En
relación con el número de transacciones,
se da la circunstancia de que están prácticamente
a la par, en el caso de España con el
exterior con una proporción del 45,5%
y dentro de España con 44,7%. Luego, se
realizan muchas compras en las páginas
web comerciales españolas, casi tantas
como en páginas extranjeras, pero varía
el volumen de negocio en un 30% a favor del comercio
del exterior; quizá sea debido a que cuando
se visitan web comerciales nacionales se realizan
operaciones de valor económico inferior
a cuando se compra en el extranjero.
En
cuanto al volumen de negocio desde España
con el exterior (CMT, 2005, p. 21), y dado el
número de operaciones, no cabe duda de
que es el más importante del comercio
electrónico español a través
de tarjetas bancarias, y se aprecia claramente
cómo ha evolucionado al alza a través
de los años.
Respecto a la nomenclatura utilizada en la siguiente
gráfica (CMT, 2005, p. 5), CEMEA corresponde
a Países de Europa Central, Oriente Medio
y África, entre los que se incluyen los
diez nuevos países adheridos a la UE,
Suiza, Rusia, Sudáfrica, Turquía
y Arabia Saudita y en el caso del epígrafe
Restos incluye todos los países no citados
en los anteriores epígrafes.
Se
observa en la siguiente gráfica el reparto
geográfico del volumen de negocio destacando
que en el año 2001 era Estados Unidos
la que lideraba, pero a partir del 2002 y hasta
el 2004 es la Unión Europea la que presenta
mayor volumen de negocio, si bien tanto en el
caso de Estados Unidos como en el resto de los
países la evolución ha sido al
alza.
Al
comparar los porcentajes respecto al total del
volumen negociado desde España con el
exterior nos indica que en el año 2001
hasta el 2002 fueron la Unión Europea
con un 256,79%, seguida de los países
de Asia Pacífico (173,80) los destinos
comerciales que más aumentaron sus ganancias,
mientras que durante el 2002-2003 han sido la
Unión Europea (179,96%) delante de los
países de América Latina (175,44%)
y en el periodo del 2003-2004 ha vuelto a ser
la Unión Europea (133,27%) la que ocupa
el primer lugar seguida de Asia Pacífico
(89,61%). A la vista de estos datos no cabe duda
del éxito de las web comerciales de la
UE entre los compradores residentes en España.
En
cuanto al número de transacciones desde
España con el exterior a través
de tarjetas bancarias se observa el ascenso de
las mismas en estos cuatro años, aunque
presentan en el año 2003, salvo en el
caso de la Unión Europea, un descenso,
no muy brusco, pero que evidencia la disminución
del número de transacciones; aunque estos
datos difieren respecto al volumen de negocio,
lo cual indica que si bien en este año
disminuyeron el número de operaciones
económicas, el dinero gastado fue mayor
que en 2002. También se observa que en
2001 y 2002 es Estados Unidos el que se encuentra
en primer lugar, pero parece ser que la caída
del número de transacciones del 2003 le
ha afectado hasta el punto de no haber podido
remontar lo suficiente como para quitar el liderazgo
a la UE.
Al
observar la distribución por países
del número de transacciones, se ve que
durante 2001-2002 es la Unión Europea
(221,07%) la que presenta la mayor proporción
respecto al total de transacciones realizadas,
seguida de Asia Pacífico (219,42) y América
Latina (217,86). Durante 2002-2003 sólo
la UE (152,29%) aumenta su proporción
mientras que el resto muestra un descenso, siendo
Estados Unidos con un –9,23% el que menos
baja seguido de Asia Pacífico (-37,19)
y América Latina (-47,82). Finalmente
durante el periodo de tiempo que va del 2003
al 2004, el número de transacciones vuelve
a aumentar siendo la UE la que más aumenta
con un 108,42% seguido muy de cerca de América
Latina (104,91%), en tanto que Estados Unidos
queda el último con un 14,97%
En
el caso del comercio desde el exterior con España,
la Unión Europea además de ser
la región donde más compran los
españoles, es la zona que más dinero
gasta en las web comerciales españolas,
y muestra una tendencia claramente alcista. En
el caso de Estados Unidos, parece presentar una
situación mas estable, con tendencia a
aumentar, pero no tan rápidamente como
en la Unión Europea. América Latina
es la tercera región por su volumen de
negocio, seguida de Asia Pacífico y CEMEA.
En
la gráfica siguiente la evolución
a lo largo de los años ha sido claramente
al alza, aunque con distintas velocidades; si
bien entre el 2001 y 2002 aumenta el volumen
de negocio, es a partir del 2002 y sobre todo
en el 2003 donde el ascenso es mucho mayor.
El
intervalo de tiempo del 2001 al 2002 presenta
a la Unión Europea, con un 94,7% como
el primer país seguido de Asia Pacífico
(60,9) y Estados Unidos (55,8). Durante 2002-2003
sigue siendo la UE (81,9) y Asia Pacífico
(44,3) los primero y segundo respectivamente.
Y en 2003-2004 nos sorprende Estados Unidos con
un 125,4% por delante de la Unión Europea
con un 104,3%, con lo cual indica que si bien
el volumen de negocio sigue siendo mayor en la
UE, han sido los compradores residentes en Estados
Unidos, los que han aumentado en una proporción
mayor sus gastos.
En
cuanto al número de transacciones desde
el exterior con España la Unión
Europea lidera el sector seguida de Estados Unidos
y América Latina.
Respecto
a la variación anual, ésta es claramente
alcista: así, durante el periodo 2001-2002,
la Unión Europea con un 102,40% es la
que presenta mayor tanto por ciento respecto
al total, seguida de Estados Unidos (54,76%)
y Asia Pacífico (42,35%). Entre 2002-2003,
si bien la UE sigue siendo la primera con un
96,73%, muestra un descenso en su porcentaje
de crecimiento respecto al periodo de tiempo
anterior, al igual que Estados Unidos; sin embargo
Asia Pacífico sigue siendo el segundo
en proporción con un 68,41%. Finalmente
durante el 2003-2004 es América Latina
la que presenta un tanto por ciento mayor con
108,03%, seguida de Estados Unidos (105,70%)
y la Unión Europea (72,29%).
El
último sector clasificado ha sido el de
las compras realizadas dentro de España
por compradores residentes en territorio nacional.
Como hemos mencionado antes con respecto al volumen
de negocio, ocupa el segundo lugar. De manera
general (CMT, 2005, p. 43), se puede considerar
que desde el 2001 hasta el 2004 su crecimiento
ha mantenido una tendencia positiva, siendo su
variación anual de volumen de negocio,
desde el 2001-2002 hasta el 2003-2004 de 58,2%,
79,8% y 89,7% respectivamente.
Respecto
al número de transacciones económicas
dentro España, ha aumentado claramente
a lo largo de estos cuatro años con una
variación anual al alza que coincide con
el volumen de negocio obtenido durante este periodo
de tiempo.
Conclusiones
El volumen
de negocio y el número de transacciones
en la Red a través de tarjetas bancarias,
durante los años 2001 hasta el 2004 ha
aumentado.
El perfil del internauta español
se caracteriza por ser mayoritariamente varón,
con una edad comprendida entre 25 y 34 años
Los internautas que no han
comprado ningún producto por Internet,
proponen que la causa es la falta de motivación
que les proporciona este medio.
La mayor parte de los compradores
usuarios del comercio electrónico, realizan
sus compras desde casa.
La comodidad se encuentra entre
una de las principales razones por la que los
internautas deciden comprar por Internet.
En función del origen/destino,
los residentes en territorio Español suelen
adquirir sus productos en web Sites extranjeros
la mayoría de las veces.
La Unión
Europea es la región que más vende
a los usuarios españoles y además
es la que más les compra.
Referencias:
AECE, asociación
Española de Comercio Electrónico.
(2005). Empresas tecnológicas reclaman
a las administraciones que sean "motor"
en la incorporación de TICs. Noticias.com,
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Dra.
Ma. del Rosario Fernández Falero
Profesora-investigadora del área de Biblioteconomía
y Documentación en la Universidad
de Extremadura, España.
Dra. Mª Antonia Hurtado Guapo
Dr. Diego Peral Pacheco |