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Por Manuel Frascaroli
Número
45
Resumen
Para hablar
de interactividad en los medios digitales se
puede apelar a diferentes definiciones, que consideran
de distinto modo los instrumentos y la relación
de la audiencia con el medio. Así se ha
planteado que esto debería inclusive permitir
seleccionar qué información desean
los lectores y en qué orden; interactuar
con miembros de la redacción y otros usuarios,
y hasta contribuir (aunque sea potencialmente)
en la generación de contenidos.
Potenciando
el uso de ciertas herramientas en un diario digital
Si
bien en los diarios digitales existen esbozos
de interactividad aún son limitados, como
en la selección de contenidos, el lector
puede optar por recibir por e-mail determinadas
secciones o suplementos del diario en función
de sus preferencias individuales, y en algunos
casos generar en los servicios de alerta como
el provee el New York Times, sobre algunos temas
en particular.
Respecto de
la interacción con los miembros de la
redacción y otros usuarios nuevamente
nos encontramos con ciertas variantes, aunque
siempre con limitaciones, como la publicación
de una o varias direcciones institucionales del
diario hasta la publicación del mail de
cada periodista en cada información, a
los chats y foros que constituyen puntos de encuentro
virtual entre los lectores y con los miembros
de la redacción que participen.
Boczkowki (1999)
nos señalaba ya algunas diferencias en
cuanto a modalidades de interacción con
los lectores a través de la experiencia
de un diario estadounidense donde se introdujo
un conjunto de dispositivos tecnológicos
tales como el intercambio de correos electrónicos
para recibir los comentarios de los lectores
y la exposición pública de esos
intercambios. Una sección que originalmente
se llamaba Mossberg’s Mailbox por el nombre
del periodista que la desarrollaba, pasó
a denominarse Question and Answer’ del
The Wall Street Journal Interactive Edition.
Inicialmente se citaba a los lectores anónimamente
y a veces se cambiaban la formulación
de las preguntas o se agrupaban varias inquietudes
en una pregunta reformulada, para luego modificar
esta mecánica y ahora reproducir los mensajes
identificando sus autores. En cambio otro periodista
que desarrollaba la columna The Front Lines Forum,
había respetado siempre la identidad del
lector y sin alterar el mensaje, dándole
un rol más importante y un tono más
conversacional.
Estas dos formas
de trabajo condujeron a dos resultados editoriales
diferentes como producto de la mediación
introducida por los cambios tecnológicos
y sociales. Pero, ambos columnistas reconocieron
que la comunicación fue mas fluída
con su audiencia vía e-mail en comparación
con otros intercambio anteriores mediados por
la tecnología tales como el teléfono
y las cartas postales, lo que influenció
sus practicas periodísticas, sin embargo
los dos periodistas eran conscientes que los
lectores con acceso a Internet no son una muestra
representativa de la audiencia del diario impreso,
aclara el autor.
A partir de
éste ejemplo Boczkowski plantea se pueden
ver dos cuestiones: que hay un contacto creciente
entre el periodismo y su audiencia que afectó
a los medios audiovisuales e impresos preexistentes.
Como sugiere la experiencia de Mossberg y Petzinger
Jr., el periodismo digital puede conducir a un
mayor conocimiento de las prácticas de
la audiencia, y hacia fuentes de contenido mas
variadas. A mayor escala varios analistas ya
se han cuestionado acerca de la capacidad que
tiene la publicación online para desafiar
las relación tradicional autor-lector
(Morris and Ogan, 1996; Newhagen, Cordes and
Levy, 1995)1.
Y que la tecnología ya juega un papel
importante en el trabajo de los periodistas y
directores periodísticos.
En cuanto a
la generación de contenidos, es aún
más acotada esta opción, ya que
todavía son más bien escasos los
diarios que han constituído su propio
weblog, o la implementación de foros (suelen
ser por temas puntuales siempre propuestos por
el medio), y unas pocas cartas al director, aunque
algunos medios nacidos en la web han instrumentado
la posibilidad de añadir comentarios a
continuación de la notas y un diario coreano
se redacta con la información enviada
por los lectores básicamente.
Pero la interactividad
como una de las características más
importante en la relación entre los lectores
y los medios de comunicación con presencia
en Internet puede presentarse en distintos estadios
y modelos de desarrollo, todos cercanos a un
incipiente nacimiento, aunque prácticamente
todo producto exitoso online debe necesariamente
contar con un buen desarrollo de esta característica
para crecer y captar el interés de los
usuarios.
Ann Light, de
la Universidad de Sussex, en Gran Bretaña,
distinguió dos modelos de interactividad
como resultado de su análisis a medios
británicos. En el primero, que llama "inclusivo",
existe una tendencia a colaborar con la audiencia
para crear el producto. La propuesta de participación
es concreta, de actualidad, sobre aspectos que
afectan al usuario directamente, basada en la
experiencia personal e influyente; es decir,
la contribución del usuario tiene un efecto
en el medio, ya sea en contenidos de la web o
de otros productos informativos.
Por contra,
en el segundo modelo, que denomina "autoritario",
la participación está desvinculada
del producto informativo y tiene una orientación
más de servicio. El medio persigue reforzar
su posición de referencia. Para ello,
ofrece herramientas útiles al lector,
como información personalizada y buscadores,
pero cuando incluye canales de comunicación
online (como buzones de correo electrónico)
lo hace para atender demandas, no para buscar
la colaboración del usuario, que se percibe
como una pérdida de su predominio.
El modelo colaborativo
"transforma a las audiencias en participantes
potenciales, productivos", mientras su contrario
"las transforma en consumidores individuales".
Ambas modalidades no son excluyentes y pueden
ser utilizadas por el mismo medio con objetivos
distintos, aclara Light, especialmente en un
momento en que los proveedores de información
no disponen de una fórmula clara.
La importancia
que los medios online dan a la interactividad
y al papel de sus lectores se comprueba no sólo
a través de sus opiniones e impresiones
sino desmenuzando metodológicamente sus
historias. ¿Son abiertas, es decir puede
el usuario interactuar con el contenido, o cerradas;
no puede? ¿El modelo de comunicación
es uno-hacia-uno, uno-hacia-muchos, muchos-hacia-uno,
muchos-hacia-muchos? ¿Moderada o sin control
de ningún tipo?
Sobre 30 páginas
principales de medios online considerados innovadores,
menos de un tercio permitían una interacción
con el contenido más allá de leer,
ver o escuchar, según el análisis
del lenguaje informativo en Internet que realizó
Nora Paul, directora del Institute for New Media
Studies de la Universidad de Minnesota. Otra
prospección sobre las 39 historias más
destacadas por su uso del medio en InsertTextHere
mostró que el 70% de ellas ofrecía
únicamente comunicación unidireccional2.
En otros casos,
Paul demuestra que las historias interactivas
interesan más a los lectores. La directora
asegura que Internet ha producido un cambio de
paradigma en el proceso de creación de
información, que pasa de ser controlado
por el productor de información a involucrar
al usuario. Y avisa: "la clave para entender
este cambio y utilizar con éxito el entorno
digital como un espacio para crear informaciones
es conocer a tu audiencia".
Pero parece
que los periodistas no están muy interesados
en conocer a su audiencia ni en tomar contacto
con ellos. Especialmente en Gran Bretaña,
donde Phil MacGregor, de la Universidad de Bournemouth,
entrevistó a responsables de los principales
medios con presencia online en ese país,
entre ellos The Guardian, AOL, CNN y BBC News
Online. Y posiblemente pueda tomarse aquella
muestra cómo útil para muchos mercados
como los occidentales donde las diferencias periodísticas
entre países no son tan abismales como
para no extrapolar los resultados.
Pese a que los
datos que se extraen son muchas veces "frustrantes"
y excesivamente "numéricos",
McGregor constata en su estudio que estos "no
siempre se buscan, no siempre se consultan, no
se utilizan con consistencia y se evalúan
junto con muchas otras variables invisibles en
práctica". La tradicional costumbre
de "trabajar por corazonadas, por valores
periodísticos conocidos, con ignorancia
de la audiencia, sigue viva", añade
MacGregor.
El periodismo
online sigue, a grandes rasgos, utilizando esquemas
de toda la vida, en los que la audiencia es una
masa uniforme y lejana. La interactividad como
herramienta de trabajo y esquema mental no forma
parte aún de la práctica periodística
diaria.
Aunque exista
cierta resistencia o desconocimiento por aprovechar
el potencial de la interactividad, ya se han
puesto en práctica algunas técnicas
que han resultado positivas, así una receta
válida es colocar al lector en el foco
de atención y hacer que interactúe
con el diario permanentemente. Como en “Amazon.com”,
uno de los negocios más renombrados de
Internet, donde se le pide al cliente que escriba
su opinión sobre los libros que leyó,
los diarios podrían seguir el ejemplo
y pedirles a sus lectores que participen en foros
de discusión o en encuestas de opinión,
votar por los artículos leídos
y recomendar, por qué no, otros vinculados
con el tema. El diario puede hacer transparente
esta participación y, por ejemplo, indicar
los artículos más leídos.
Un estudio de
la Universidad de Pennsylvania demuestra que,
de este modo, se desarrolla un fuerte efecto
de imitación y se produce una avalancha
de clics sobre los primeros puestos. Así
es que Clarín incorporó el listado
de las 10 notas más leídas del
día, tras La Nación que permite
conocer las primeras 15 notas más vistas
y revisar el ranking del día anterior
además del actual. Algo que los diarios
españoles El Mundo y El País venían
aplicando y que en éste último
tiene un desarrollo interesante, permite al lector
recomendar la nota, la posibilidad de ver a continuación
la escala de notas más recomendadas y
la lista de las más visitadas o conocer
las estadísticas de una nota individualmente,
mostrando la cantidad de visitas, el numero de
recomendaciones, de impresiones y de envíos
por “e-mail”.
Pero no todos
los medios y más bien pocos han asimilado
la posibilidad de feedback entre el medio y sus
lectores. No se ha superado esa casi única
instancia de participación como la Carta
al Director de las ediciones impresas, e inclusive
no se ha superado la limitación impuesta
al formato de papel por su extensión,
ya que la capacidad cuasi infinita para publicar
un mayor número de correspondencia no
se implementa y normalmente se traspone las mismas
cartas elegidas para la edición impresa.
Bien podrían
publicarse a la vez las mismas cartas en ambas
ediciones sumándole a la edición
digital el plus de contar con un número
importante de cartas de otros lectores que jamás
tendrían cabida en el papel. Facilitar
e implementar esta comunicación como con
los restantes mecanismos de participación
puestos a disposición del lector son las
vías adecuadas para construir y afianzar
la relación del lector con el medio y
promover su sentido de pertenencia y participación.
Frente a esto,
Albarrán de Alba también encuentra
que los diarios mexicanos mantienen un esquema
de comunicación unidireccional, condenando
al usuario como en las ediciones impresas a ser
un mero receptor, ya que son pocos los medios
que exponen algún tipo de interactividad.
Hay una gran
disparidad de formas de aplicar algunas herramientas
de interactividad y también en ello, se
percibe cómo los diarios entienden el
nuevo medio. En realidad la participación
del lector según la adecuación
de los sitios a esos lineamientos que más
se acercan a lo que considera una de las características
propias de Internet, la interactividad, permiten
determinadas opciones, tales como disponer para
foros de opinión, diversidad de encuestas,
chats, la carta de los lectores –sin la
limitación del papel- y hasta la publicación
de e-mails donde el lector puede comunicarse,
desde un listado de los integrantes de la redacción
en todo en parte de su extensión, o bien
en la inclusión del mail correspondiente
a la firma del periodista en cada nota, cuando
estas la incluyan, permitiendo que el lector
se ponga en contacto directamente con el periodista
y le acerque desde su impresión por la
información publicada hasta aspectos desconocidos
u aportes originales que jamás hubieran
podido estar accesibles a primera instancia para
el periodista de la redacción.
En esto no hay
reglas claras que sigan ni siquiera con cierta
homogeneidad un mismo medio, como Clarín
que luego de un tiempo deshabilitó la
opción de abrir una pequeña ventana
donde figuraban los nombres y los correos electrónicos
de los editores de algunas áreas informativas,
o La Nación que restringía esta
variante a una sola dirección de mail
a una dirección común para la redacción
de la versión digital. Por el contrario
“La Voz del Interior”, propiedad
de Cimeco y participada por las empresas editoras
de los dos diarios citados y por el Grupo Vocento,
en su momento Correo3,
incorporó la dirección de e-mail
del periodista a las notas firmadas y “La
Mañana de Córdoba” venía
de tener un “mail” general de la
redacción –única- en la barra
de navegación superior y una dirección
de mail de cada sección al pie de la nota
según corresponda ésta, para ofrecer
ahora todo ello en un listado de contactos con
las direcciones e-mail de cada sección
todas juntas.
Posteriormente,
tanto Clarín, La Nación, como La
Voz del Interior y una gran variedad de diarios
de todo el mundo, evolucionaron hacia lo que
se considera es la mejor opción, el correo
de cada periodista junto a su firma o bien que
el nombre del autor contenga un enlace velado
a su e-mail. Esta opción resulta satisfactoria
y eficaz aún en el caso de los periodistas
que poseen un weblog enlazado desde el medio,
ya que para éste caso será conveniente
diferenciarlo haciendo mención a que tipo
o categoría de link se refiere, como cuando
se aclara que son notas relacionadas, enlaces
externos, etc.
En éste
sentido, una investigación en el 2000
encontró que en la mayoría de los
casos las formas de comunicación propuestas
no hacen más que seguir el modelo de las
tradicionales cartas de lectores desarrollado
por los medios impresos4.
El uso del correo electrónico en ámbitos
que no hayan sido explorados anteriormente por
el diario impreso es bastante más escaso.
La comparación entre las versiones digitales
que ofrecían una dirección de correo
electrónico de los editores de secciones
o de los redactores del diario confirmaba esa
tendencia. Así mientras el 100 por ciento
de los diarios argentinos estudiados ofrecía
el primer servicio, tan sólo el 12 por
ciento facilitaba adicionalmente los correos
de los miembros de la redacción. Finalmente
en los últimos años la situación
ha comenzado a revertirse y en la actualidad
ya esta bastante generalizado la inclusión
del correo electrónico del autor de cada
nota.
Mediante la
sección llamada Newsroom de The Earth
Times, en la que el lector puede dar sus opiniones,
hacer preguntas y observaciones sobre el sitio
y sus contenidos, se ha pretendido crear una
cibercomunidad entre sus lectores. Los comentarios
que se realizan van dirigidos directamente a
los periodistas y editores, de los que se ofrece
el nombre y e-mail. Aparecen las fotos de todos
ellos, esta es una manera de involucrar al lector
pues conoce la cara de a quién se dirigen.
Según
George Shirk, editor en jefe de Wired News, para
que la prensa en Internet logre un lugar privilegiado
es una condición indispensable que interactúe
con su lector, a través de lo que él
denomina "periodismo de colaboración".
Por ese motivo, Wired News creó dentro
de la página un espacio en el cual los
navegantes pueden enviar sus propias experiencias
cotidianas para colaborar con las noticias del
día5.
Rob Fixmer,
editor tecnológico del New York Times,
ejemplificó cómo la edición
de un diario en Internet puede diferir de uno
impreso. “Si estamos dispuestos a ser exitosos
debemos hacer las cosas de una manera diferente”.
Esto incluye proveer para acompañar a
las notas, una calculadora de impuestos para
ver cómo se verán afectados por
el plan de impuestos propuestos por un candidato,
un cuestionario acerca del cáncer de mama
que permite a las mujeres darse cuenta si deberían
hacerse una mamografía, una simulación
por computadora de una teoría que habla
de cómo la gente se muda de barrios cuando
están compuestos por menos que un cierto
porcentaje de personas de su mismo grupo étnico6.
A diferencia
de los medios tradicionales, en los medios digitales
la línea de crédito o firma del
periodista, se convierte en un elemento de recuperación
de información según López,
Gago y Pereira, quienes sostienen además
que: “ya no son simplemente una información
de contexto, sino que se pueden convertir en
una entrada para llegar al resto del mensaje
periodístico”. Aunque
no es un link más en el sentido estricto,
ya que más que permitir recuperar información
posibilita la interactividad del lector con el
periodista.
Aunque si permite
la recuperación de información
para aquellos casos en que el enlace velado o
incrustado no remite a la dirección de
correo electrónico del autor de la nota
sino que enlaza a su weblog, tal como hicieron
aquellos medios que tuvieron por ejemplo corresponsales
o enviados especiales a conflictos armados como
la invasión estadounidense a Irak.
Una diferencia
conceptual e idiomática puede llevar a
la confusión cuando en los diarios argentinos
se le llama recomendar a la nota, lo que los
diarios españoles denominan como envío
de nota, ya que se reservan la “recomendación”
para la función de “valoración”.
El diario El Mundo así por ejemplo solicita
al lector la valoración que le merece
la noticia y al mismo tiempo ofrece la posibilidad
de conocer las notas más destacadas tanto
por la valoración como por el número
de las visitas.
En torno a la
interactividad con el servicio informativo online,
Pérez Luque y Perea señalan que
se genera una interacción en tiempo real
entre: fuente-redacción; redacción-lectores;
lectores-anunciantes; lectores-lectores. Uno
de sus efectos más interesantes es el
cambio que introduce en el proceso comunicativo,
especialmente en la relación entre el
periodista y aquellas personas sobre las que
informa7.
Respecto de
la interactividad con el servicio informativo
online algunos autores como Conniff8
entienden que los lectores, como resultado de
esta interactividad, comienzan a considerarse
miembros de la cibercomunidad que se crea en
torno al servicio informativo online. Esta circunstancia
se debe al nuevo concepto de localidad que los
medios online están generando. Ya no se
entiende como pertenencia a un mismo ámbito
geográfico sino como a un mismo ámbito
de interés.
Pero una cosa
es el potencial dialógico que ofrece la
Red y otra la realidad comunicativa de los medios
digitales. La mayor parte de los observadores
de distintas disciplinas llaman la atención
sobre la pobreza de las opciones interactivas
en los dos planos en los que debería sustanciarse
esta participación en los medios en la
Red: en la intervención hipertextual de
los usuarios, definiendo su propio recorrido
informativo, y en la interacción directa
con los periodistas o el medio a través
de los adecuados cauces y herramientas. En ambos
casos, según los más críticos,
los medios no ofrecen hoy más que ilusiones
de interactividad. Los instrumentos puestos a
colación son comunes a las web convencionales:
encuestas, foros –moderados o no–
chats, etc. y raramente se incorporan al discurso
periodístico: no se hacen resúmenes
de foros, ni se permite participación
alguna del lector en la noticia; menos aún
se investigan otras tareas colaborativas, salvo
el envío de preguntas para algunas entrevistas,
pero fuera de la corriente informativa principal.
Es más, según algunas encuestas,
los medios no disponen hoy de recursos tecnológicos
ni profesionales para atender siquiera a los
pocos que usan estas modestas opciones según
apunta acertadamente Bernal. Sin embargo, como
la mayoría de los portales, los medios
abusan del concepto de interactividad: suelen
estar llenos de enlaces, de zonas activas, de
elementos mal llamados interactivos para multiplicar
los accesos: confunden la interactividad con
la hiperactividad (Noth, 1996)9.
En una situación
casi ideal, y aunque todavía sin muchos
ejemplos al respecto, Pérez Luque y Perea
encuentran que la audiencia busca sobre todo
compartir sus experiencias, preocupaciones con
personas con las mismas problemáticas
sin importar su procedencia. De ahí que
los medios online creen secciones específicas
para generar lectores fieles englobados en las
diferentes comunidades que se originan (por pertenencia
a una misma área geográfica, por
compartir mismas inquietudes, etc.). El plato
fuerte de estas páginas es precisamente
el contenido o las secciones que se ponen a disposición
de la audiencia: información personalizada,
chats, juegos interactivos, foros de discusión,
etc.
Aún no
muy explotadas por los medios digitales, las
comunidades virtuales pueden ofrecer la oportunidad
de establecer ciertos vínculos con la
audiencia que faciliten su fidelización
y la familiarización con las herramientas
y servicios puestos a su disposición.
Por desconocimiento o por la complejidad en administrarlas,
sobre todo por ser necesario dedicar algún
tipo de recursos como cierto personal dedicado
al monitoreo y a las tareas de gestión/administración,
los diarios se han mostrado reacios y desinteresados
a implementarlas.
En Internet
casi cualquiera puede publicar algún contenido
–no necesariamente informativo-, pero eso
no significa que todo el mundo lo haga. Y aunque
así sea, no supone tampoco que los autores
tengan una vocación editorialista. La
naturaleza del medio ofrece esa capacidad, pero
pocos se transforman en informadores o columnistas.
Lo importante es que un buen número de
usuarios está habituado de una manera
u otra a ser proactivo online.
El centro investigador
Pew Internet & American Life Project publicó
un estudio sobre cómo los usuarios de
Internet norteamericanos contribuyen con contenidos
en la Red10.
Si bien el 44% de navegantes aportan información
a la web. Ello comprende desde subir fotografías
a la red a participar en una lista de correo.
Es decir, cualquier acción que implique
crear o compartir información. La actividad
de más éxito es colgar imágenes
en una web (21%), seguida por escribir (17%)
y la más minoritaria, la última
de la lista, mantener un weblog (2%). Entre ellas,
está mantener una web propia, participar
en grupos de noticias, escribir para la web de
la propia empresa y otras organizaciones, tener
conectada una webcam, o subir todo tipo de archivos.
La complejidad
dada también por lo novedoso del fenómeno
hace necesario poner de relieve un aspecto fundamental
que la caracteriza como el papel que reservan
a los usuarios otorgándoles un rol eminentemente
activo y participativo, y su éxito estará
atado en gran medida a éste factor. En
ésta cuestión también acuerda
Edo que considera que el interés del lector
aumenta cuando puede opinar, sobre todo si lo
puede hacer en tiempo real.
Si se realiza
un feedback efectivo y de calidad se facilitará
la implicación del usuario en el medio,
lo que a su vez proporciona una oportunidad única
de conocer a la audiencia y conduce a un servicio
informativo más ajustado a sus gustos.
Incluso los usuarios informan al medio de eventos
de interés informativo (sobre todo de
ámbito local) que el servicio no conoce,
gracias a la existencia de un feedback previamente
establecido que genera una comunicación
medio-lectores más rápida y sencilla
para ambas partes que en cualquier otro medio
de comunicación.
Aunque en general
no hay interactividad con la información
misma, y menos con la generación y publicación
de éstas. Vendría a ser una excepción
aquellos medios periodísticos que incluyen
foros adicionados a las notas y la inclusión
en las ediciones digitales de weblogs.
Es así
que más bien como excepción que
como regla, Ohmynews.com se elabora en un 70
a 80 por ciento con contenidos proporcionados
por los propios lectores. Unas 10 mil colaboraciones
diarias recibe el periódico digital surcoreano
de un total de 14 millones de visitas diarias
a marzo de 2003, y a un ritmo de entre 150 y
200 informaciones cada día elaboradas
por unos 33.000 ciudadanos colaboradores. Para
su creador, Oy Yeon Ho cada lector puede ser
un periodista. Aunque la mayor dificultad que
enfrenta es comprobar la veracidad y precisión
de las historias que deben hacer los verdaderos
periodistas del medio. Cada día el sitio
tiene varios millones de visitas y unos ingresos
por publicidad de medio millón de dólares,
lo que según el responsable de desarrollo
internacional de esta empresa, Jean K. Min -citado
por el diario Asia Times- reporta unos beneficios
mensuales de 27.000 dólares11.
La rentabilidad
económica –alcanzada en 2004, mucho
antes de lo previsto por la compañía-
y el éxito de visitas, así como
la creciente influencia de Ohmynews –publicó
la primera entrevista concedida por el actual
presidente surcoreano tras ser elegido- puede
deberse al modo en que se elaboran las noticias.
El modelo es similar al utilizado por la Wikipedia,
una enciclopedia colaborativa que ya cuenta con
ediciones en 75 idiomas que contienen más
de un millón de entradas. En la que se
utiliza un software conocido como ‘wiki’
en el que cada texto añade un botón
que permite a cualquier usuario editar los escritos.
Así, según los impulsores de la
Wikipedia, se logra que el tono y el contenido
de los artículos que contiene agraden
a un mayor número de usuarios.
El trabajo realizado
por la enciclopedia colaborativa en una noche
electoral de EE.UU., durante la cual se realizó
una cobertura al minuto del recuento y la jornada
de votación -con cientos de modificaciones
en pocas horas al artículo sobre el tema-,
llevó a los responsables de la fundación
que hay tras la Wikipedia a plantearse el lanzamiento
de un sitio específico de noticias. Como
resultado, ya ha sido publicada una versión
en pruebas de WikiNews en la dirección
demo.wikinews.org, y los usuarios ya han empezado
a publicar noticias.
En cuanto a
la posibilidad de introducir comentarios y opiniones
a continuación de una información
publicada por un medio, es algo más habitual
en los medios que no tienen un referente analógico
y han sido concebidos exclusivamente para Internet.
Como bien señala Cánovas (2003),
en la edición digital de los diarios convencionales
resulta más difícil expresar esa
opinión fuera de espacios concretos como
chats, foros o encuestas realizados especialmente
para la edición digital. Y tanto en diarios
como en radios y televisiones es bastante inusual
encontrar reproducciones o resúmenes de
las opiniones o las participaciones expuestas
por los lectores, oyentes o espectadores de su
homólogo digital. Las encuestas rápidas
son el único género cultivado en
algunos medios analógicos a partir de
los resultados obtenidos en el medio digital,
según destaca el autor. Esta misma tendencia
se puede apreciar en todas las herramientas de
participación que ganan mayor visibilidad
y relevancia en los medios nacidos en la Red
que en los que tienen una versión impresa
precedente.
Mientras que
algunos medios aún continúan reproduciendo
sus contenidos impresos en sus ediciones digitales,
otros buscan transformar también aquella
opinión inicialmente pensada para un medio
escrito y adaptarla al nuevo entorno, empezando
desde lo puramente formal o estético,
hasta en las herramientas que permitan una real
interactividad o en los contenidos que se va
viendo tienen mayor eco entre los lectores.
Esta adaptación
tiene que pasar necesariamente por la comprensión
de las características propias al nuevo
medio y su traslación o aplicación
a cada uno de los ítems presentes en la
edición digital, como venimos desarrollando.
Desde los titulares, enlaces a notas relacionadas
y dotados de elementos de interactividad como
de usabilidad: enviar la noticia a alguien, valorarla,
comentarla a continuación de la misma,
imprimirla, cambiar el tipo y tamaño de
la tipografía, y posibilidad de comunicarse
con el autor y el editor u opinar en los foros
y chats relativos a la misma temática.
Por otro lado,
también está la posibilidad de
interpretar los datos de esa interactividad pasiva,
marcada por cada paso, por el consumo en definitiva
que hace el usuario del sitio y cada una de sus
partes, instrumentos, páginas. ¿Qué
quiere la gente?" es la pregunta que se
hacen a diario los responsables de los medios
de comunicación, desde la prensa a los
medios digitales. La respuesta siempre es aproximada:
hay que buscarla en las cifras de venta, las
mediciones de rating o los sondeos de opinión.
Los llamados, correos electrónicos y las
cartas de lectores son una subcategoría
a tener en cuenta, pero que no se debe idolatrar.
Se sabe que los consumidores de medios que más
participan no siempre representan al total de
la audiencia.
Aunque en la
Web las exigencias son menores que en la gráfica
impresa y mucho menores que en la TV, los modos
de medir la respuesta de los usuarios y lectores
están algo mas desarrollados y accesibles
tanto a las pequeñas empresas periodísticas
como a las grandes. Las estadísticas de
un sitio web pueden medir, en tiempo real, la
cantidad de visitantes por hora y por pagina,
sitios de los que vinieron, países de
origen, el tiempo que se detuvieron en cada pagina
del sitio, el recorrido que hicieron, las palabras
claves que ingresaron en los buscadores para
encontrar el sitio, el navegador que usaron y
otros índices.
Estos datos
cuantitativos ya de por si permiten tener un
conocimiento acabado de la dinámica de
un sitio web y se vienen implementando desde
hace un tiempo. El paso siguiente es averiguar
datos cualitativos sobre el contenido. Para esto
hay que consultar a los visitantes, haciéndolos
participar en distintas propuestas. La más
común es la que los invita a escribir
una opinión sobre un artículo.
Un ejemplo de esta mecánica se puede ver
en TechSightings (techsightings.com), donde se
recomiendan sitios web y la gente opina sobre
el sitio recomendado y sobre el comentario que
lo recomendó. El problema de esta modalidad
es que demanda del visitante el tiempo que lleva
la redacción y que además tenga
un concepto para transmitir.
Otra modalidad
práctica de interactividad básica
y considerada por muchos como “exitosa”,
es la que se aplica por ejemplo en el MSNBC Top
1012, similar
a la que aplican algunos diarios como los españoles
El Mundo y El País. La gente entra al
sitio que tienen en conjunto Microsoft Network
y la NBC y vota, de 1 a 7, un puntaje para cada
nota. La tabla con las 10 notas mejor rankeadas
se actualiza cada 60 segundos. James Poniewozik,
editor de la sección “medios”
de Salon (salon.com), se queja del sistema. Por
las estadísticas de su sitio sabe que
entre sus notas mas populares siempre se encuentra
la poderosa combinación de noticias de
ultimo momento, sexo y política, pero
a la vez no ignora que "a temas apasionados,
respuestas apasionadas".
El último
escalón de esta serie es el del dejar
que sean los propios navegantes los que, con
su opinión, orienten el contenido. En
esta categoría están las votaciones
abiertas como las que hicieron las revistas People
y Time. En el primer caso se invito al público
a proponer las 50 personas más lindas.
El candidato oficial era Leonardo di Caprio,
pero la gente prefirió votar por Hank
the Ugly Drunken Dwarf (Hank, el repugnante enano
borracho), un personaje del programa de Howard
Stern. Los resultados finales fueron: Hank 42.688
votos, Di Caprio 5.285. Los editores de People
tuvieron que admitir al ganador, pero nunca publicaron
su foto en la tapa de la revista como hacen todos
los años con el triunfador. En el caso
de Time, se propuso a la gente elegir a la Persona
del Siglo13.
Y, como en el ejemplo anterior, los resultados
no fueron los esperados. En el primer lugar rápidamente
se ubicó Jesucristo. Aquí, a diferencia
del caso de People, los editores borraron todos
los votos y pusieron una nota aclaratoria14
explicando que la personalidad más importante
debe haber vivido entre 1900 y 1999.
Pero, justamente
en torno a la cuestión de la legitimidad
del lector para decidir qué y cómo
se debería publicar, sin ahondar en los
aspectos teóricos – ideológicos
por los que se podría discurrir largamente,
y considerando al menos la reflexión de
Cantalapiedra sobre el tema, parece a las claras
sobreestimado el fenómeno de la participación
o interacción del lector en autores como
García Villa al afirmar que: “en
los periódicos en línea, se manejan
secciones de noticias, finanzas, deportes, entretenimiento,
cultura y cómputo. Pero también
se han añadido contenidos sobre mujeres,
niños, esoterismo, sexualidad, salud,
tecnología y ecología, temas que
por lo regular no tienen tanta cobertura en la
prensa tradicional. La razón es sencilla:
son los usuarios los que van marcando la pauta
de lo que desean leer y le quitan al editor esa
fuerza autoritaria sobre qué y cómo
presentar. Si bien es importante la construcción
de la mejor navegación o funcionalidad
de los sistemas, un periódico en Internet
se hace día a día con una dinámica
en la que el usuario participa de los contenidos
que quiere encontrar.”
Y más
aún cuando presupone, posiblemente por
el condicionamiento ideológico del que
provienen estas ideas que:
El juicio editorial
tiende a transformarse y ese poder de decisión
con el que el editor cuenta en otro medio, se
ha visto reducido en Internet. Ahora tiene un
jefe más con quien debatir los temas
y encuentra una manera más cercana a
su lector. La información fluye tal y
como los usuarios quieren que sea, pues es el
mismo usuario quien interactúa con el
sistema y con otros usuarios a través
de las comunidades virtuales según sus
áreas específicas de interés
y sus intereses, por lo regular son más
sociales que políticos. Las noticias
políticas han perdido terreno frente
a la información relacionada con economía,
tecnología, salud, ecología y
sexualidad.
Por otro lado,
las malas noticias y la interactividad con los
lectores son buenas para el periodismo online.
Esto, al menos, surgió en la duodécima
edición de la Interactive Newspaper Conference,
en Dallas, Estados Unidos, donde participan algunos
de los principales editores, responsables de
sitios de información y periodistas que
trabajan online. Qué incidentes y acontecimientos
luctuosos excitan el mouse de los navegadores
es, así, un dato para tener en cuenta.
La pregunta
que se repite entre los editores suele converger
en ¿qué "contenidos",
que tipo de argumentos sirven para atraer a los
lectores a Internet? Las desgracias parecen ser
ante todo lo más eleva los flujos de tráfico
a los sitios informativos. "Muere en un
accidente un famoso piloto de la fórmula
Nascar", relataba Tim Stehle, del grupo
Knight Ridder, "y quienes acceden a los
sitios de automovilismo se impacientan. Es necesario
entonces seguir los grandes acontecimientos,
especialmente cuando son luctuosos"15.
Una confirmación
aún más trágica llega de
Israel: "Los accesos a nuestra página",
cuenta Derek Fattal, responsable de la versión
on line del Jerusalem Post, "pasaron de
7 a 17 millones de páginas vistas al mes
después que se reanudó la Intifada.
Y, además de las actualizaciones continuas
sobre los choques, lo que más se consulta
son las fotos". Y ni hablar del efecto que
puede tener en los sitios de información
la furia del clima: "Todos hablan del tiempo,
pero el mal tiempo puede convertirse en una obsesión,
toca miedos ancestrales", es la hipótesis
de Laureen Chambliss, del sitio especializado
Weather.com. "En Estados Unidos, por otra
parte, no es broma: saber la dirección
de un tornado puede ser una cuestión de
vida o muerte". Y así es que, durante
los meses en que se repitieron los fenómenos
climáticos extraordinarios, los clicks
se fueron a las nubes: se registró un
récord de 27 millones de páginas
vistas en un solo día, en el mes de diciembre,
justo cuando se producía un huracán
terrible.
Interés
similar despertaron en sus respectivas audiencias
las noticias en diarios españoles sobre
el 11 S o en los argentinos la renuncia del gobierno
de Fernando De la Rúa, donde se batieron
records de visitas y se alcanzaron números
de audiencia notables para las publicaciones
online, que se veían además muy
motivadas a expresar sus sentimientos y a realizar
comentarios en los foros, chats y encuestas provistas.
Además
hacer que, a través de la interactividad,
los lectores cada vez sean más productores
de información. Experiencia a la que recurrió
Ellen Kampinsky, redactora principal del mensuario
Talk, cuando propuso a los diarios aprender de
Amazon a "contar la historia". Induciendo
al cliente/lector, de la manera más simple
posible, a informarse o estimularlo, de alguna
manera, a interactuar con el sitio. Si en la
célebre librería electrónica
se le pide al cliente que escriba su opinión
sobre un libro que acaba de leer, en el diario
se intentará pedirle al lector que vote
los artículos, que participe en foros
relacionados y en encuestas en tiempo real, o
bien que marque otros artículos que traten
de manera interesante el mismo argumento. Los
consejos de los lectores, como confirma un reciente
estudio de la Universidad de Pennsylvania, son
muy valorados por sus pares. Así, como
ya hace Yahoo en su sección "News",
se pueden clasificar los diez artículos
más leídos del día o los
que más se enviaron por e-mail a amigos
y conocidos.
En otras palabras,
la idea es involucrar lo más posible a
los lectores y demostrarle al resto esta participación,
como hace, desde hace poco más de un mes,
el muy elogiado Plastic.com, que se limita a
hacer links a otros artículos (generalmente
indicados por los lectores) y luego promueve
los debates que se originan a continuación.
Kampinsky propone recompensar este empeño
de los usuarios con buenos premios para gastar
en sitios convencionales: un mensaje al foro
valdría 5 puntos, la indicación
de un buen artículo, 10, y así
sucesivamente, a la manera de cualquier club
o programa de fidelización de clientes.
Pero en definitiva
y al menos hasta ahora, poco se conoce del comportamiento
del lector de noticias en la web, no se ha analizado
profundamente toda la magnitud de su exploración
en la edición de un diario digital y los
pormenores de ese viaje. Las empresas aun no
han dedicado suficiente esfuerzo y recursos para
ahondar sobre estas cuestiones y poner la lupa
sobre las estadísticas de los sitios y
si fuera necesario desarrollar herramientas más
complejas para un completo análisis. Se
sabe que no todas las personas leen un periódico
tradicional de la misma forma Sánchez
de Diego, (2002) “los hay que lo hojean,
unos comienzan a leerlo desde la última
página, otros se limitan a leer la sección
de sucesos, hay quien sólo hace los crucigramas
o busca casa en la sección de anuncios
por palabras, quienes sólo leen los titulares,
quienes se limitan a dos o tres columnas de opinión...”,
igual ocurre con los lectores en Internet. Pero
en este caso se introduce dos factores nuevos,
como es la posible participación del usuario
en la comunicación y, que el propio medio
pueda conocer cuales son las pautas de navegación
de sus lectores: que páginas visita, cuando,
cuanto tiempo emplea por página, si participa
efectivamente en el chat, vota a favor o en contra
de una determinada noticia.
Algunos autores
creen que la interactividad presente en la prensa
online puede conllevar a una redefinición
del concepto de receptor como Canga Larequi (2000)
para quien la actitud del receptor ante el medio
“no es tan cómoda ni relajada como
ante la radio y la televisión (…)
requiere asimismo, del dominio previo de una
serie de habilidades y conocimientos técnicos
que no son exigibles en ninguno de los otros
medios”. Esta transformación de
la idea de lector provoca- en opinión
de Díaz Noci que “el concepto de
público – masa está siendo
sustituido por un intento de acercamiento a la
singularidad de cada individuo, y por tanto,
el producto informativo es cada vez más
personalizado.
En los servicios
de información electrónica, también
debe hablarse de diferentes niveles de acceso
a los contenidos. Existen, básicamente,
dos modos de iniciar la lectura de un "diario
electrónico": la página de
inicio (homepage) del medio, con sus características
diferenciadas en función de los modelos
que se comentarán más adelante;
o bien la suscripción, si el medio lo
permite, al servicio de titulares por e-mail.
En el primer caso, el lector puede optar también
- tras haber accedido a la página de inicio
-, por entrar en el enlace "índice"
o "titulares". En el segundo, ya es
posible, con la última generación
de teléfonos móviles (WAP) y los
de tecnología (GPRS y UMTS), obtener la
relación de títulos en el propio
celular.
Los modos de
acceso a la información de los diarios
electrónicos, pueden ser variados: acceso
a la portada vía web, acceso al índice
de titulares también en la web o a cualquiera
de ambos por RSS (Really Simple Syndication),
o en versión Palm, recepción de
titulares por e-mail y recepción de titulares
en el teléfono celular o móvil.
Los primeros
tipos se producen a través de la navegación
por la Red, en donde el usuario busca la información
(acceso activo) y últimos dos, de forma
personalizada en el buzón o el teléfono
personal, de modo que la información es
recibida por el usuario (acceso pasivo). Este
último puede dar lugar, posteriormente,
a una búsqueda activa por parte del receptor.
Por otro lado,
una de las herramientas habitualmente brindadas
al usuario es la búsqueda de información,
como parte de esos servicios que se fueron sumando
con la tendencia de seguir la estructura de los
portales generalistas que adoptaron los diarios
en una segunda etapa luego de superada la instancia
inicial donde sus ediciones eran totalmente chatas
y sin ninguna interactividad ni servicios adicionales.Pero
en la incorporación de éste servicio,
algunos, aún hoy no han logrado desarrollar
una herramienta potente de recuperación
de la información para todas las informaciones
y artículos publicados arrojando resultados
poco eficientes, sucediendo aún en los
periódicos más importantes tanto
de España como de la Argentina, sea El
Mundo, El País, Clarín o La Nación.
Paralelamente incorporaron también la
opción de búsqueda general asistida
por un gran motor de búsqueda para cualquier
otro tipo de páginas no publicadas en
sus ediciones impresas o digitales sino en la
WWW, bajo el modelo de extensión de sus
respectivas marcas y actividades aunque con cierta
personalización y adaptación al
entorno de la edición digital de cada
diario.
Los propios
buscadores fueron mejorando a lo largo de la
historia de Internet, desde aquellos que mostraban
el porcentaje de parecido a la referencia exacta
de la búsqueda hasta los que utilizan
una combinación entre la referencia de
búsqueda y la calidad de la información
ofertada por el buscador medida por el número
de hipervínculos que llevan a ella, como
lo hace Google.
En éste
tema debe establecerse un criterio editorial
e implementarse a través del diseño
de la arquitectura de la información,
previendo que quien lo ejecute contemple la posibilidad
de acceder a los contenidos informativos desde
varios ítems, permitiendo siempre las
mayores posibilidades o un acceso múltiple
a la información para que se puedan utilizar
todos los recursos que ofrece el soporte. Y éste
no es un aspecto menor ya que aún en la
actualidad los buscadores de los diarios no se
destacan por ser eficientes o traer resultados
pertinentes, tanto diarios argentinos o españoles
tienen mucho que hacer en ésta área.
Igualmente es
necesario y muy útil la creación
de un mapa web, una página o documento
que conceptualice de modo abstracto o esquemático
la estructura y todos los elementos de contenido
del medio online. Este mapa contiene la descripción
y enumeración de los contenidos, sus categorías
y hasta de los flujos de contenido, tablas y
las bases de datos que componen el sitio del
medio digital. No solo puede existir una versión
de este mapa para la publicación en el
sitio que sirva de guía a los usuarios
sino también otro más completo
y complejo que sea útil inclusive previamente
al diseño, la programación y la
producción del sitio para que permita
una mejor estructura y diseño, como en
la implementación de herramientas interactivas.
Por otro lado
es necesario explicarle al lector la forma de
acceder a las nuevas formas de distribución
de noticias como la propone el formato RSS, que
sirve para distribuir titulares de noticias y
contenidos por Internet de una forma totalmente
automatizada, permitiendo a los usuarios diseñar
la forma de acceder a los contenidos online que
haya seleccionado de entre los diversos canales
a los que puede optar. A través del RSS
se accede a un sumario de titulares que son automáticamente
actualizados cada vez que desde el generador
del sitio web se realizan modificaciones o agregados,
para poder recibir esas actualizaciones sólo
se necesita un tipo de programa conocido como
lector de noticias, de los distintos que se ofrecen
gratuitamente, y que corren tanto sobre Windows
como sobre Linux, al estar basado en el lenguaje
XML (Extensible Markup Language). Considerado
esto desde el enfoque empresarial, será
una forma más de distribuir un mismo contenido
re-empaquetándolo de una nueva forma,
una subclase de los productos de éste
soporte como lo serían las versiones para
Palm, o en formato PDF y en RSS.
De forma general
se sostiene que el periodismo digital permite
comunicar a los periodistas con una amplia gama
de fuentes de información ahora disponibles
en la red. Esto también ha permitido incorporar
algo difícilmente posible para la prensa
tradicional, realizar entrevistas o charlas online
con un personaje público con la participación
de los mismos lectores.
Algunos diarios
han apostado por la participación de los
lectores con chats con grandes personalidades
de la política, la cultura y la actualidad,
como El País con el escritor Mario Vargas
Llosa que participó durante una hora de
un foro digital en el que recibió más
de 300 preguntas en marzo de 2000 o con el candidato
socialista a la presidencia de Francia, Lionel
Jospin en marzo de 2002.
En el caso de
los chats con personajes reconocidos y de interés
para los lectores de la publicación, suelen
anunciarse con anticipación no solo para
promocionar el “evento” y dotarlo
de la trascendencia necesaria y así generar
cierto tráfico de audiencia hacia la sala
habilitada, sino también para que los
usuarios puedan ir enviando las preguntas que
estimen conveniente a través de la dirección
de correo que se disponga para el contacto y
feedback con los lectores.
No obstante,
en el inicio del chat suelen lanzarse el grueso
de las preguntas de forma simultanea por parte
de la audiencia, por lo que se evidencia ya la
necesaria intervención de un moderador,
que no deberá ser otro mas que un periodista
gestor de contenidos, también llamado
sysop u operador, que deberá contar con
ciertas habilidades y competencias profesionales
específicas ya que el caudal de preguntas
puede llegar a ser importante y si el sistema
las va cargando de forma automática y
libre, le requerirá algunas destrezas
como agudeza visual, agilidad mental, leer en
vertical y filtrar, relacionando, los diferentes
tópicos contenidos en las preguntas. Estas
mismas competencias suelen ser más difíciles
de ser exigidas a los entrevistados que no tienen
por qué tenerlas, por lo que será
necesario contar con un operador adicional para
transcriba las respuestas que el entrevistado
le vaya dictando o emitiendo libremente.
También
sucede que dichas entrevistas cuando son realizadas
inclusive a personajes importantes de la vida
social, política y cultural de un país
tampoco son aprovechadas por las propias compañías
de Internet como Terra o diarios como El País
que no constituyen con las mismas una propia
hemeroteca o archivo, conservando por el valor
histórico que puedan tener determinadas
entrevistas o charlas virtuales como reflejan
López y Bolaños (2003).
En síntesis,
el comunicador que esté a cargo de la
tarea de mediación en los chats o foros
tendrá que desarrollar distintas tareas,
desde ordenar y establecer la prioridad de las
intervenciones, censurar o rechazar las intervenciones
extemporáneas y realizar un filtrado cualitativo
que no hayan detectado el sistema de registración
de nick a través de boots (o robots informáticos)
para eliminar la activación de ciertos
nicks o apodos que puedan establecerse como inconvenientes.
De alguna forma hay que evitar que el papel del
periodista quede reducido a ser un mero mediador
o transcriptor de la preguntas y repuestas de
los otros y sea en todo momento quien conduzca
la entrevista, enriqueciendo el debate y el nivel
de la discusión, a la vez que permitiendo
y facilitando la máxima participación.
Asimismo hay que buscar reconducir a los espacios
apropiados las manifestaciones que pudieran aflorar
como quejas al medio periodístico, si
existiera la figura del defensor del lector a
ésta instancia o inclusive al departamento
de marketing que a su vez podría aprovechar
aquellos reclamos espontáneos.
Todo esto deberá
estar de alguna forma contenido y resuelto en
las normas y reglas que el medio fije como política,
a la forma de un manual de estilo si se quiere,
que además será propicio dar a
conocer a la audiencia en el inicio de la sesión,
inclusive como pre-requisito de necesaria u obligatoria
aceptación de las condiciones impuestas
para poder participar en las áreas de
interactividad habilitada y que permitirá
al medio tanto asegurar cierto ambiente de respeto
y dignidad como de de tomar medidas contra los
abusos y violaciones del código de conducta
establecido.
Se cree conveniente
por tanto potenciar el desarrollo de la participación
de los lectores en los foros y chats y particularmente
bajo ciertas condiciones que propicien un fructífero
encuentro para los lectores, el medio y otros
actores sociales. Estará en el diario
ofrecer las facilidades que hagan de ésta
experiencia algo atrayente para la audiencia
y anunciantes, como de disponer de los recursos
humanos suficientes.
Entre aquellas
medidas que facilitan esa participación
es la elaboración de una página
o portada para cada tipo de herramienta participativa
englobada opcionalmente en una gran portada de
participación o interactividad. En esa
portada de chats o foros se podrá no sólo
anunciar el cronograma de las próximas
charlas y entrevistas virtuales como temas habilitados
para opinar, sino también algunos enlaces
a los perfiles de los personajes que además
deberían elaborarse para la ocasión
y los demás vínculos a las notas
y fuentes relacionadas que pudieran enriquecer
el debate. Ese tipo de perspectiva es la que
le aporta valor al lector y es justamente la
que el lector percibe una diferencia cualitativa
importante que pueden brindarle los diarios y
ciertas empresas de comunicación de calidad
con respecto a otros que no le aportan mas que
las herramientas técnicas sin ese plus
de los contenidos y enlaces ya filtrados y elaborados.
En cada una de esas portadas o páginas
deberían habilitarse direcciones o cuentas
de correo electrónico donde de manera
explícita se invite a proponer temas o
nombres de personalidades a ser entrevistadas,
otra dirección o la misma para que se
envíen las preguntan por anticipado para
el próximo chat previsto, como para feedback
general donde el lector pueda comunicarse con
el editor de la sección.
Como señala
Canovas (2003), los medios de comunicación
digitales que tienen un referente analógico
disponen de chats y foros menos desarrollados
y con una participación más limitada.
Aunque sus consideraciones reparte responsabilidades
no sólo en el medio y la estrategia seguida
por la dirección, sino también
en el lector que navegaría de acuerdo
a las rutinas adquiridas en el medio analógico.
El usuario necesitaría unas cuantas horas
de navegación para aprender a moverse
en el entorno, y sobre todo, si los géneros
argumentativos participativos no han sido dimensionados
y potenciados estratégicamente en la web,
al lector le resultarán opacos.
Al parecer no
existiría un estilo unitario para los
géneros participativos y se observa mas
bien, que las restricciones estilísticas
son escasas, aunque tendrán posiblemente
un mayor éxito en la medida en que estén
en consonancia con las normas de estilo del medio
y tengan una mayor afinidad con la línea
editorial del medio, como para aparecer - primeramente
o destacado al menos- en cartas de lectores por
ejemplo o porque determina buena parte del éxito
o fracaso en la generación de opinión
en los foros.
El anonimato,
en lo que Boczkowski (1999), denomina CMC (Comunicación
mediada por computadora), ha jugado un rol importante
en por lo menos dos temas del desarrollo de los
diarios online: la caracterización del
contenido generado por la audiencia y la dinámica
de las prácticas de producción
de la información. El primer tema se manifiesta
más claramente en el comportamiento de
los usuarios en los foros y en las salas de chat
de los diarios online.
Como señala
el autor, un problema común en muchos
de estos contextos de CMC ha sido la aparición
frecuente de contenido agresivo enviado por algún
participante. Además en muchos diarios
se presenta una situación poco favorable
dado el gran volumen de mensajes y el número
limitado de horas disponibles del personal dedicado
a monitorearlos antes que vayan a ser publicados
online lo que dificulta la edición de
cada uno de esos mensajes. Por ejemplo un diario
impreso tiene la capacidad de analizar cada carta
dedicada al director. Los miembros de la redacción
de diferentes diarios online han implementado
una serie de estrategias para tratar este problema.
Algunas se basan fuertemente en el uso de tecnología,
tal como programas que seleccionan las palabras
en cada mensaje enviado al foro y automáticamente
suprimen los términos considerados inapropiados.
Otras estrategias se han centrado en la cuestión
del anonimato y han adoptado formas para reducirlo.
Por ejemplo algunos diarios online le han pedido
a sus usuarios que completen un formulario de
registración para poder intervenir en
los ámbitos abiertos a la participación,
así la redacción online puede vincular
un mensaje inapropiado con su autor si fuera
necesario.
Así como
ejemplo sobre los desafíos que implican
las herramientas de participación en los
foros, resulta pertinente citar alguna experiencia
como la de La Tercera Internet de Chile a finales
de 1997, que tras su lanzamiento se agregó
una sección de foro de los lectores, relacionado
con las noticias publicadas. La apertura de esa
posibilidad motivó la creación
de una comunidad “de facto” la cual
interactuaba habitualmente, generando una notable
adhesión al sitio. Esta se vio reflejada
en los buenos lugares conseguidos por La Tercera
en las primeras encuestas de uso de Internet
en el país trasandino16.
No obstante,
también esas comunidades generaron problemas
relacionados con la libertad que se les ofrecía
para escribir sin censura. La pregunta habitual
entre los periodistas de ese sitio, era sobre
el límite que debía usarse respecto
de lo que los lectores podían publicar.
¿Era admisible el lenguaje procaz en una
página web publicada bajo el sello editorial
del diario? ¿Se vulneraba el derecho de
expresión de sus autores cuando se editaba
o eliminaba su participación en razón
de sus contenidos?. La participación misma
generaba problemas. Por ejemplo, cuando con motivo
de la detención en Londres de Augusto
Pinochet, llegaron más de un millar de
opiniones al sitio en un par de días...
¿se debían publicar todas?. ¿Y
si no se publicaban, se vulneraba la confianza
que estaban teniendo esos lectores en el medio,
al enviar las comunicaciones? Discusiones de
este tipo se volvieron habituales en ese tiempo.
Las herramientas
web permiten que los lectores las utilicen de
diferente modo. El resultado no siempre es el
esperado. Basta echar una mirada por las páginas
de foros de medios digitales como El País,
El Mundo o Elcomercioperu para percatarse que
en los espacios de opinión de los lectores
no siempre estos cumplen con ingresar mensajes
serios relacionados con el tema que promueven
estas páginas. En el caso de Elcomercioperu
se ha llegado incluso a desarrollar un filtro
basado en casi centenar de palabras soeces que
suelen emplear los participantes en los foros.
El trabajo conjunto entre el área de Contenido
y el área Técnica ha permitido
desarrollar un aplicativo que impide a los usuarios
dejar mensajes cuando emplean algunos de estos
términos. Podría decirse que esto
es un obstáculo contra la libertad de
expresión en la red, sin embargo consideramos
que todo producto que se coloque en las páginas
de un medio debe cumplir ciertas normas y estándares
de calidad. Los filtros en los espacios de opinión
no son una novedad. Años atrás,
cuando en el mismo diario se ofrecía a
los usuarios la opción de cargar gráficos,
muchos de los usuarios empleaban este espacio
para colocar anuncios publicitarios gráficos
con contenido para adultos. Siempre habrá
usuarios que buscarán burlar las bondades
de la red. Los hackers, crackers y phreackers
son los mejores ejemplos.
Convertirse
en un usuario con ciertos conocimientos en informática
no es muy difícil en la actualidad. La
web está plagada de sitios que ofrecen
programas gratuitos para realizar algunas de
estas acciones por ello los medios deben estar
preparados para no sufrir ataques de hackers,
crackers y otros actores potencialmente nocivos.
Los medios digitales
deben estar preparados para afrontar este tipo
de ataques. Los malos usuarios no sólo
buscan alterar contenidos. También pretenden
sembrar polémicas innecesarias en espacios
de opinión, criticar todo lo que se publica
enviando mensajes a las direcciones de correo
de la empresa, remitiendo virus informáticos
o manipulando las encuestas en línea.
En éste último caso tener cierto
control y monitoreo constante ayuda a detectar
a tiempo los intentos de alteración de
resultados. El diario La Voz del Interior de
Córdoba, Argentina, detectó como
desde un servidor perteneciente al estado cordobés
se estaba procediendo a un intento de alterar
los resultados de una encuesta con un bombardeo
de votos, lo que permitió detectar la
maniobra de un especialista contratado para la
implementación de sistemas del gobierno
que estaba detrás para apartarlo de inmediato
de sus funciones.
Si bien las
herramientas web permiten que un medio digital
gane tráfico, también es cierto
que pone en riesgo las debilidades del sitio.
Habrá que optar por controlar los mensajes
que se reciben o confiar en la buena fe de los
usuarios.
El control del
contenido de los mensajes a los foros, como su
ajuste a las normas estilísticas que pudieran
requerir, necesita de dos momentos y la intermediación
del editor de la sección. Se pueden incluir
respuestas automáticas que se autoejecuten
en el momento en que un usuario envíe
un mensaje al foro y que le transmitan al lector
que su mensaje ha sido recibido correctamente
y que será revisado para su posterior
publicación como primera instancia. A
continuación se abre paso un segundo momento
en que se procederá a revisar la opinión
formulada, y aunque sea de una forma muy mínima,
adaptarla a las normas de estilo marcadas por
el medio, monitoreando que no contenga elementos
insultantes ni agresivos contra personas o grupos
y que la estructura este acorde a lo se ha establecido
como regla por el medio como extensión,
existencia de título o no, etc.
Como plantea
Boczkowski, las reconfiguraciones en las relaciones
de la comunidad en CMC surgieron en el desarrollo
de los diarios online en dos formas por lo menos,
1) Pueden ser vistas en el desplazamiento territorial
de la audiencia. Esto significa que los diarios
tradicionalmente impresos han tenido sus audiencias
unidas geográficamente, ya sea a nivel
local, metropolitano o nacional con algunos casos
excepcionales a nivel internacional. Esta ubicación
territorial de la audiencia ha sido crucial para
una amplia serie de cuestiones que afectan la
vida diaria de los diarios, desde la elección
del contenido noticioso hasta el modelo de negocio.
Sin embargo, la actividad editorial en Internet
logra un alcance global.”. Por ejemplo
el sitio del diario El País recibía
en 1997 el 55 por ciento de sus visitas desde
el extranjero.
La posibilidad
de tener una audiencia limitada en menor medida
por la geografía y por otros factores
tales como el idioma y los tema de interés
desafían los tema sociales que yacen en
el corazón de una empresa periodística.
Ese desafío conlleva ventajas y desventajas.
Por un lado, representa nuevos mercados. Por
otra parte disminuye la barrera de entrada geográfica
en mercados que anteriormente eran más
restringidos.
A la vez que
considera que la segunda manifestación
de las transformaciones en las asociaciones sociales
es consecuencia de la reubicación de las
comunidades en la diáspora en el ciberespacio.
Esto adquiere una importancia especial en el
caso de poblaciones de países del tercer
mundo que se encuentran en la diáspora
que constituyen a veces un mercado muy atractivo
dado su alto status financiero y social. Además
para apoyar los productos editoriales que apuntan
a la audiencia de la población emigrante
de los diarios online han tenido que empezar
a experimentar con nuevos modelos de ingresos.
Y tanto para España por su pasado como
para la Argentina por una nueva realidad en el
presente, hay una población en la diáspora
que seguramente tenga algún nivel de pertenencia
y que pueda constituirse en torno a comunidad
virtual.
Mientras que
Perazolo (2001) centrado en la construcción
y en la gestión de las comunidades virtuales,
sostiene que: "Para mi sorpresa, los periódicos
y revistas especializadas -dueños de una
comunidad preexistente basada en sus lectores
habituales- han hecho un pobre papel en esta
materia... y eso que se supone que son "expertos
en comunicación"' y según
su criterio las comunidades virtuales que tienen
grandes posibilidades de tener mayor éxito
son aquellas que parten de comunidades preexistentes
en el mundo real como la desarrollada por Gay.com
en torno a los intereses de los homosexuales.
Avanzando en
su clasificación, encontramos distintos
tipos de comunidades:S
A. Orientadas
a las Personas:
- Geográficas:
Basadas en cercanías físicas (a
nivel de ciudad, país o región).
- Temáticas:
Basadas en una especialidad o ambiente determinado
(música, profesión, deportes)
- Demográficas:
Se corresponden a grupos etarios, sexuales o
raciales (seniors, mujeres, latinos, etc.).
Tal el caso de "más de 40",
o bien MTV, Mujeres de Empresa, etc.
B. Orientadas
a las Empresas:
- Por Industrias:
Relacionadas con un segmento particular del
mercado (alimentación, automotriz, energía)
- Por Funciones:
Suele orientarse a aspectos funcionales generales
a varios sectores (Capacitación Corporativa,
Recursos Humanos, Finanzas)
Entre otros
criterios utilizados para categorizarlas, vemos
que éstas características pueden
encontrarse en todos los casos en el ámbito
de los diarios, y que de alguna forma son parámetros
aplicados para el desarrollo de suplementos y
secciones especiales en las ediciones impresas
de los diarios. En éste caso se trata
de adaptarlos al entorno digital con las herramientas
apropiadas.
Pero el administrar
una comunidad conlleva ciertas tareas y permite
el aprovechamiento de las mismas, entre otros
elementos descriptos por Perazolo en su modelo,
como a través del análisis de los
perfiles de uso, los datos personales, los perfiles
de transacción, el tiempo utilizado, las
preferencias individuales, las tendencias, etc.;
datos que deben ser seguidos, almacenados y analizados
por el organizador de la comunidad.
La administración
también requiere equilibrar las prestaciones,
herramientas, contenidos, ofertas y ámbito
de participación para cubrir de modo eficiente
estas necesidades es una tarea compleja y que
difícilmente puede ser planificada: es
orgánica, según Perazolo siguiendo
a John Hagel III. Dentro de la gestión
orgánica, resaltan las características
de escalabilidad (crecer en número de
miembros sin perder funcionalidad) y fractabilidad
(indica la posibilidad de subdividirse en comunidades
más especializadas). Lo que entiende como
que una comunidad para ser "escalable"
debe estar en condiciones de crear sub-comunidades
en un "esquema fractal".
Noción
que consideramos extrapolable igualmente al mundo
editorial, y específicamente al de los
diarios por cuanto es posible aplicarla a las
secciones, suplementos y otras segmentaciones
de tipo geográfico, socio-demográfico
o temático.
Las empresas
de comunicación deberán perfeccionar
las herramientas e instrumentos de interacción
como en el desarrollo de una comunidad virtual
en torno a sus sitios web para forma de potenciar
sus ediciones digitales y asegurar también
el futuro de las mismas y las posibilidades de
su rentabilización, y aunque todavía
no se hayan desarrollado en los diarios tanto
como en otro tipo de sitios digitales, el recupero
económico de las inversiones efectuadas
y el crecimiento de los proyectos web pasará
en gran medida por crear y explotar una comunidad
virtual a semejanza de otros sitios web que de
ésta forma crean un vínculo y fidelización
con sus visitantes.
Por otra parte,
las encuestas es una de las formas de participación
más básica y más extendida
en los medios de Internet. Permiten poner de
relieve ciertas tendencias de opinión
de los lectores frente a ciertos temas, pudiendo
ser útil inclusive para testear la sintonía
de la audiencia con respecto a la posición
del medio con respecto a ciertas temáticas
y hasta ayudar a ajustar y actualizar la línea
editorial al ritmo de los cambios sociales. No
obstante no cualquier encuesta concita la atención
de la audiencia, ya que según una consultora
argentina que realiza las encuestas de Clarín.com
revelaba que ciertos temas como los de política
o deportes son los que generan mayor participación.
Los usuarios
de Internet argentinos y uruguayos participaron,
al menos dos veces, en encuestas online, realizada
en simultaneo por los diarios Clarín.com
<http://www.clarin.com>
de la Argentina y El Observador <http://www.observa.com.uy>,
de Uruguay en torno a las elecciones presidenciales
de Brasil de 2002. Tanto en la Argentina como
en el Uruguay, más de la mitad de los
consultados, (53 por ciento) creía que
una victoria de Lula tendría repercusiones
favorables para ambos países17.
Previamente la experiencia se había realizado
ya ante los dichos ofensivos del presidente derechista
de Uruguay hacia la Argentina y sus ciudadanos,
ante lo cual los propios uruguayos se manifestaron
en contra en las respectivas encuestas de los
mismos diarios.
De las formas
más rudimentarias o menos sofisticadas
que ponían en duda el valor de las encuestas,
se fue avanzando de la mano de la evolución
de los lenguajes de programación web hasta
volverlas más fiables y estables y hasta
es probable que una empresa u organismo audite
los datos de participación como los de
audiencia.
En síntesis,
podemos afirmar que en la actualidad la interactividad
conocida en relación con la que potencialmente
podría ser es decepcionante y precaria.
Los escasos medios o recursos que los medios
han puesto a disposición de su desarrollo
hace que solo hayan llegado a un estadio un tanto
primitivo de desarrollo, no obstante existe un
potencial de crecimiento que se deja ver en los
indicios brindados por aquellos medios digitales
que han apostado por implementar algún
tipo de herramientas interactiva. También
habrá que superar condicionantes de distinta
naturaleza como los tecnológicos y de
mercado como que pueda generalizarse el acceso
de banda ancha a Internet y sobre todo, la visión
estratégica en el trazado de los objetivos
empresariales de una compañía de
comunicación incluya la interactividad
como una apuesta de futuro.
Notas:
1
En Boczkowski,
P., 1999, “Understanding the development
of online newspapers”, New Media &
Society, año 1, número 1.
2
En Dominguez Eva,"
Radiografía interactiva", La Vanguardia.es
<http://www.lavanguardia.es>
, 7 de julio de 2003.
3
El grupo luego
pasó a llamarse Correo-Prensa Española
, que adoptaron provisoriamente tras la fusión
de los Grupos Correo de Bilbao y Prensa Española,
en su momento y luego rebautizado como Vocento.
4
La investigación
de grado de Gabriela Natale de la Univ. S. Andrés,
incluyó 3 matutinos nacionales, 1 vespertino
gratuito local, 3 económicos, un deportivo
y 12 diarios provinciales de la Argentina, basándose
en el modelo de estudio desarrollado por Tanjev
Schultz (1999), en su trabajo “Interactive
Options in online journalism: a content analisys
of 100 U.S, Newspapers”.
5
En “La interacción
con el lector virtual es clave. El impacto de
la Red en el periodismo”, La Nación,
26 de octubre de 2001.
6
Halber Deborah,
“Newspapers and their readers are adapting
to digital age”, Mit, <http://www.mit.edu>,
noviembre 1998
7
Moeller, P. “The
Digitized Newsroom”. American Journalism
Review, (January/February, 1995), pp.43 en Pérez-Luque,
M. J.; Perea Foronda, M., 1998, "El reto
de crear noticias online. Análisis de
la comunicación online actual y perspectivas
de futuro", Cuadernos de Documentación
Multimedia, En <http://www.ucm.es/info/multidoc/multidoc/revista/cuad6-7/noticias.htm>
8
Conniff, M. “Local
is no longer where you live”. Editor &
Publisher, (27 May, 1995), pp. 3 en Pérez-Luque,
María José; Perea Foronda, Maider,
"El reto de crear noticias online .Análisis
de la comunicación online actual y perspectivas
de futuro", Cuadernos de Documentación
Multimedia, 1998. Accesible en <http://www.ucm.es/info/multidoc/multidoc/revista/cuad6-7/noticias.htm>
9
Cita en Bernal,
Obdulio Martín, "Introducción:
Periodismo en la Red. La dudosa fortuna de navegar
sin rumbo", Telos, N° 59, Segunda Epoca,
2004.
10
El estudio es
accesible en <http://www.pewinternet.org/reports/toc.asp?Report=113>
11
En "Los internautas
también colaboran para elaborar noticias",
Periodista Digital, <http://www.periodistadigital.com>
y en "Periódicos de todo el mundo
analizan en el 57º Congreso Mundial de Periódicos
cómo sacar más partido de Internet",
La Vanguardia, 31 de mayo de 2004. Fuentes directas:
Wikinews <http://demo.wikinews.org/wiki/Main_Page>
. OhmyNews <http://english.ohmynews.com>
12
En <http://www.msnbc.com/top10.asp>
13
En “The
Person of the Century Poll Results”
Time.com, <http://cgi.pathfinder.com/time/time100/poc/century.html>.
14
En «To Our
Readers”, Time.com, <http://cgi.pathfinder.com/time/time100/poc/editor_note.html>.
15
En “Las
malas noticias le hacen bien al periodismo on
line”, Clarín, <http://www.clarin.com>
, 27 de febrero de 2001
16
En Camus, J.C.,“El
rol del periodista en la era Internet",
<http://www.webjornalismo.com>,
21 de Abril de 2003
17
En "Argentinos
y uruguayos online, optimistas ante el posible
triunfo de Lula en Brasil", Clarín.com
<http://www.clarin.com>
, 2 de octubre de 2002
Referencias:
Boczkowski,
P., (1999), “Understanding the development
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Iberoamericano de Periodismo Digital. Noviembre
de 2004.
Manuel
Frascaroli
Editor/Director del Observatorio
de la Sociedad de la Información de la
República Argentina, consultor publicitario
y de comunicación institucional. Argentina. |