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Por Rafael Furlong
Número
45
Muy
buenos días! Agradezco a la UAEM y al
comité organizador la oportunidad que
me brindan de compartir con ustedes estos momentos.
En especial al Dr. Luis Quintana Tejera y al
Mtro. Gerardo Meza.
Ustedes se preguntarán
¿por qué elegir el tema del cautiverio?
La respuesta es que la elección se debe
al hecho innegable de que es un tema muy cercano
a todos, o ¿no acaso habrá alguien
que no se haya sentido cautivado por el corazón
de la persona amada, por su querida escuela,
por sus padres o la sociedad? Más aún,
la inseguridad que prevalece en las grandes ciudades
promueve los “ghettos” y el correspondiente
cautiverio voluntario; ¿no es verdad que
muchas familias se encierran los fines de semana
a ver videos en lugar de ir al cine, a un museo
o a una sala de conciertos? Algunos dirán
que por economía, otros por no arriesgarse
a que les roben el auto o los asalten. La Tierra
es un planeta en el que se aprisionan unos a
otros por razones de orden económico,
político, social y por la inseguridad.
Ya en los años
ochenta se vendían semanalmente 500 niños
en la estación de trenes de Bangkok; en
Hong Kong se ponían a la venta un indeterminado
número de adolescentes, para ser empleadas
de por vida, como prostitutas; INTERPOL1
reportaba en aquel entonces, un intenso tráfico
de sexoservidoras latinoamericanas de Argentina
hacia Puerto Rico, el sur de Europa y el Medio
Oriente; y en México, -hoy en día-
las jóvenes obreras de Ciudad Juárez,
Chihuahua son frecuentemente privadas de su libertad
y de su vida2.
Si no es por trabajo, prefieren “atrincherarse”
en sus casas.
Y finalmente,
la elección del tema fue porque para Cervantes
–motivo de esta reunión- es un asunto
muy cercano a su propia vida y a su obra. No
es posible olvidar que él estuvo cinco
años preso en Argelia y luego otros más
en su propia tierra y porque además, él
aborda el tema en su obra dramática y
en su narrativa.
Es pertinente
aclarar que el tema del cautiverio, en la literatura
occidental, no es producto de la imaginación
cervantina; surge de dos fuentes de inspiración,
principalmente: La novela bizantina y la propia
realidad. Las etiópicas de Heliodoro,
basada en una tragedia desaparecida de Sófocles
(Los cautivos), es la novela bizantina
que mejor desarrolla el tema en cuestión;
su influencia se advierte ya en La comedia
Armelina de Lope de Rueda que sigue el patrón
narrativo característico de este tipo
de novela, a saber: rapto, separación
y anagnórisis o reconocimiento.
Asimismo, La
comedia llamada de los cautivos, escrita
a mediados del siglo XVI, responde a las características
de la novela griega, y su anécdota es
muy parecida a la de la trama secundaria de La
gran sultana de Cervantes: una pareja de
enamorados huyen de sus padres para casarse,
son raptados, vendidos y llevados a Cartago.
A diferencia
de lo que ocurre en la de Cervantes, no es el
protagonista sino la protagonista
quien se trasviste y en ambas obras ocurre la
anagnórisis o reconocimiento.
En cuanto a
la realidad histórica, como fuente de
inspiración literaria sobre el tema del
cautiverio, es preciso referirse a la lucha por
el dominio del Mediterráneo que trajo
consigo el aumento en el número de cautivos,
tanto en Europa como en Argelia.
El cautiverio
que los europeos padecían en Argelia sirve
de motivo literario. Corresponde a Cervantes
el mérito de haber sido el primero que
presenta de una manera relativamente fidedigna,
el tema del cautiverio en el teatro. Y en cuanto
a la novela, su mérito es mayor ya que
la narración intercalada en el Quijote
llamada “El Capitán Cautivo”,
constituye el antecedente directo del género
de la novela histórica moderna, según
ha señalado con acierto Georges Camamis3.
En la literatura
de los Siglos de Oro, el cautiverio en Argelia
se contempla de dos maneras, ya sea como un crisol
para la virtud, un purgatorio o un infierno.
Es decir, Argelia representa un lugar en donde
la virtud de los cautivos se pone a prueba, y
en otros casos, el sitio en donde podrán
ser redimidos o no de sus pecados, mediante el
sufrimiento. Así, en La Selva de Aventuras
(1565) de Jerónimo de Contreras, el protagonista
Luzmán –noble caballero sevillano-
sufre pacientemente el cautiverio y da muestras
de su virtud.
Por su parte,
Cervantes presenta ambas perspectivas; en El
trato de Argel, por ejemplo, un sacerdote
valenciano sufre virtuosa y cristianamente su
injusta ejecución en las llamas; y en
la misma obra, Aurelio y Silvia padecen el cautiverio
como justo castigo a su desobediencia filial,
para ser luego redimidos de su pecado –simbólicamente-
al recuperar su libertad, gracias al rey de Argelia.
Ahora bien,
los dos autores de mayor influencia en la novelística
del siglo XVII que trataban el tema del cautiverio,
son Diego de Haedo y Cervantes. A través
de la célebre Topographia e historia
general de Argel, Haedo proporciona a los
novelistas la historia, geografía y costumbres
de Argelia. Cervantes transmite la tradición
bizantina mezclada con elementos históricos.
La obra El Español Gerardo
de Gonzalo de Céspedes, ejemplifica la
influencia de Haedo y Cervantes, incluso hasta
el punto de considerar sus textos plagiados por
Céspedes. Más aún, la novela
El Marcos de Obregón de Espinel
es otra prueba de la influencia de Cervantes
y Haedo. Respecto a Lope de Vega, Georges Camamis
afirma: “Menos original que Espinel, Lope
de Vega repite motivos que habían aparecido
en
Timoneda (Patraña nueva), Cervantes
y Haedo”.
Sin embargo,
hay que recordar que para Lope de Vega, el cautiverio
no es más que una experiencia literaria,
mientras que en el caso de Cervantes se trata
de autobiografismo.
J.B. Avalle-Arce
califica el autobiografismo de Cervantes como
“sereno, recatado y pudoroso”4.
Avalle-Arce opina así porque Cervantes
no asume el papel de protagonista en sus comedias,
salvo en El gallardo español.
Cervantes no permite que la verdad histórica
sustituya a la imaginación creadora, ya
se trate de su obra dramática o de su
novelística, aunque en ocasiones pretenda
mayor fidelidad histórica, como en Los
baños de Argel, en la que expresa
tal intención, por medio de un personaje
secundario, al final de la obra:
Don Lope.
No de la imaginación
Este trato se sacó
Bien lejos de la ficción.
Dura en Argel este cuento
De amor y dulce memoria,
Y es bien que verdad e historia
Alegre al entendimiento.
Y aún hoy se hallarán en él
La ventana y el jardín.
Y aquí da este trato fin,
Que no le tiene el de Argel5.
A través
del personaje Don Lope, Cervantes expresa una
preocupación por reflejar una verdad histórica,
mas no dice que su intención sea autobiográfica.
La biografía de Cervantes no se transparenta
en su obra, sólo se transluce; a la manera
de una figura que por encontrarse detrás
de un cristal opaco, no se distingue su contorno
aunque sí los vivos colores que la cubren.
El autobiografismo de Cervantes enriquece sus
textos puesto que a través de otros personajes
refleja intensamente sus vivencias.
Cervantes sufre
el cautiverio en Argel de 1575 a 1580; y en España,
durante 1592, 1597 y 1605. Además, durante
su infancia, Cervantes hubo de enfrentarse a
una de las más persistentes formas de
cautiverio que haya, esto es, la pobreza.
Cervantes padece tanto el cautiverio que se convierte
en un apasionado amante de la libertad, acaso
eso explique sus fallidas relaciones conyugales.
Reflexionemos
pues sobre el teatro cervantino en relación
al tema del cautiverio: ¿Sabían
ustedes que el gobierno de Franco en España
prohibió la puesta en escena de El
cerco de Numancia? La verdad es que parece
imposible de creer. Sin embargo, cuando uno reflexiona
se da cuenta de la razón. Hay una herida
en el corazón de España que la
escenificación del Cerco de Numancia
habría reabierto, esa herida se llama
Guernica, ciudad española sitiada y bombardeada
por las tropas nazis y franquistas el 27 de abril
de 1937. Y a eso es a lo que le tuvo miedo el
Generalísimo Franco.
La elección
de Cervantes no pudo haber sido mejor porque
La ciudad numantina es un paradigma de lucha
por la libertad. Recordemos que Numancia fue
la última ciudad
española en caer ante el imperio romano.
Sólo el genio militar de Escipión
“El Africano” fue capaz de conquistarla,
luego de sembrar el terror en las comunidades
cercanas, de establecer un doble cerco alrededor
de la ciudad y de emplear un sistema de vigilancia
que implicó diseñar el antecedente
de la guerra de guerrillas a cargo de sus mejores
hombres integrados en patrullas de reacción
inmediata.
Es indudable
que La Numancia trasciende su realidad
histórica y cobra vigencia, en tanto haya
pueblos invasores y pueblos invadidos. No es
posible dejar de mencionar aquí a los
norteamericanos y a la milenaria ciudad de Bagdad
en donde la gran paradoja es que los soldados
norteamericanos están siendo acribillados
con armas compradas con el dinero resultado de
la venta de los tesoros arqueológicos
que los soldados de Bush se negaron a proteger.
Por otra parte,
las comedias cervantinas El trato de Argel
y Los baños de Argel, reflejan
la brutalidad que ha caracterizado a todo gobierno
imperialista. En cambio, Las comedias El capitán
gallardo y La gran sultana Doña
Catalina de Oviedo exponen, principalmente,
el cautiverio más antiguo que existe,
el del amor. La narración intercalada
en el Quijote, “El capitán
cautivo” parece estar más dedicada
a contar las peripecias de los cautivos en su
lucha por liberarse que el enamoramiento de Zoraida
y el capitán cautivo.
Por lo tanto,
Cervantes plantea al menos dos tipos de cautiverio,
el físico (cuerpo) y el del alma (corazón);
el primero es el que priva al individuo de su
libertad de acción y ubicación;
el segundo, implica la pérdida de la propia
voluntad en el aspecto afectivo. A lo largo de
la producción dramática cervantina
se observa una evolución: en las primeras
obras el nivel de angustia de los personajes,
a causa del cautiverio del cuerpo, es intenso;
en cambio, en las últimas obras, ya no
es motivo de angustia. En su lugar, se encuentra
el cautiverio amoroso y no en tono de tragedia,
como en La Numancia y El trato de
Argel, sino en tono de comedia.
Sin duda, el
estudio del tema del cautiverio en Cervantes
ha demostrado una vez más la eterna vigencia
de su obra.
¡Muchas gracias, por
su atención!
Notas:
*
Ponencia presentada el primero de julio de 2005
en el Séptimo Encuentro Internacional
de Literatura organizado por la Univ. Autónoma
del Edo. de México.
1
World Paper, suplemento mensual del
“Mexico City The News”. Mayo de 1984,
p.p. 10-11
2
Rubén Amador.
Las muertas de Ciudad Juárez.
S/F
<http://www.sepiensa.org.mx/contenidos/l_lasmuertas/muerta1.htm>
28/06/05
3
Georges
Camamis. Estudios sobre el Cautiverio en
el Siglo de Oro. S.A. Madrid: Ed. Gredos,
Col. Biblioteca Románica Hispánica.,
p. 58
4
J.B. Avalle-Arce.
Nuevos deslindes cervantinos. Barcelona:
Ed. Ariel, col. Letras e Ideas. 1975., p. 324
5
Miguel de Cervantes
Saavedra. Obras Completas. Madrid: Ed.
Aguilar S.A. de Ediciones. 1970., vol. 1, p.
385
Referencias:
AMADOR,
Rubén. Las muertas de Ciudad Juárez.
S/F
<http://www.sepiensa.org.mx/contenidos/l_lasmuertas/muerta1.htm>
28/06/05
AVALLE-ARCE, J.B.. Nuevos deslindes cervantinos.
Barcelona: Ed. Ariel, col. Letras e Ideas. 1975.
CAMAMIS, Georges. Estudios sobre el Cautiverio
en el Siglo de Oro. S.A. Madrid: Ed. Gredos,
Col. Biblioteca Románica Hispánica.
CASTRO, Américo. El pensamiento de
Cervantes. Madrid: Librería y Casa
Editorial Hernando S.A. 1925.
CERVANTES Saavedra, Miguel de. Obras Completas.
Madrid: Ed. Aguilar S.A. de Ediciones. 1970.,
vol. 1, p. 385
FURLONG, De La Garza, Rafael. El tema del
cautiverio en el teatro de Cervantes. México:
UNAM (Tesis no publicada) 1986.
GARCÍA Martín, Manuel. Cervantes
y la comedia española en el Siglo XVII.
España: Ed. Universidad de Salamanca.
1980.
OSTERC B., Lúdovic. El Pensamiento
social y político del Quijote. México:
FFYL UNAM. 1975.
World Paper, suplemento mensual del
“Mexico City The News”. Mayo de 1984,
p.p. 10-11
Dr.
Rafael Furlong de la Garza
Profesor-investigador del Departamento de Letras
del ITESM, Campus Estado
de México, México. |