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Por Tatiana Millán
Número
45
Introducción
Las
nuevas tecnologías digitales están
revolucionando el panorama mediático,
si antes todo el mundo sabía qué
era una televisión o un teléfono
y para qué se utilizaban, ya las cosas
no están tan claras. Las fronteras entre
los distintos medios se reducen cada vez más.
La televisión hoy en día puede
ser una vía de acceso no sólo a
productos audiovisuales de entretenimiento o
información, a través de ella nos
llegan otra serie de servicios que hasta ahora
no estaban asociados con la "pequeña
pantalla". Por otra parte podemos ver una
película a través de un móvil,
que deja de ser un elemento de comunicación
personal para convertirse en una vía de
acceso a la Sociedad de la Información1
y a todas sus posibilidades.
En este proceso
de "confluencia multimedia" que estamos
viviendo Internet tiene un papel protagonista.
Como "medio de medios" que invita y
obliga a "subirse al carro" de los
nuevos tiempos al resto y a la vez como un nuevo
modelo de comunicación que desarrolla
un lenguaje particular que influye en la estructura
y el propio contenido del mensaje. Siempre dentro
de una filosofía de participación
del usuario que se extiende al resto y está
obligando a hacer enfoques innovadores en los
planteamientos de relación con las audiencias,
nuevas formas de afrontar el negocio del sector
y la publicidad.
Las palabras
claves de todo este proceso de cambio son sin
duda “interactividad” y “multimedia”.
El mercado no tiene aún muy claras hasta
donde llegan sus posibilidades de participación
ni está familiarizado con los nuevos servicios.
La interactividad ha de ser aprendida y comprendida.
Las grandes expectativas tecnológicas
creadas han de ir acompañadas por la madurez
del sector. Por otra parte la convergencia de
las industrias de las telecomunicaciones, la
informática y los contenidos prometen
que esta sea la mayor revolución de la
historia. Pc, televisión digital y teléfonos
móviles, buscan su hueco en un mercado
que cada vez tiende más a centrarse en
contenidos y olvidarse de las propias tecnologías.
Todo apunta a que en breve cualquier terminal
sea susceptible de ofrecer cualquier servicio.
Televisión
digital
La
televisión digital sigue siendo la gran
desconocida por el público español
en general, muchos asocian su aparición
a la televisión satélite y hacen
de ambas un solo concepto. La mayor parte de
la audiencia desconoce las posibilidades de la
digitalización más allá
de la multiplicación de canales y no la
relaciona con otro tipo de servicios u oferta
que no sea la meramente televisiva. “No
sorprende que, en un principio, la mayoría
se abonara a una plataforma digital por la promesa
de mejor calidad de imagen y sonido, y por la
cantidad de canales disponibles, ya que éstos
eran los principales alicientes en las campañas
de promoción. En cambio, resulta llamativo
que un elevado número de usuarios todavía
no se hubiera informado de los servicios interactivos
disponibles, después de meses (o incluso
años) desde que se suscribieron a la plataforma”
(León y García Avilés, 2002
:105).
Pero la televisión
digital es más que una amplia oferta de
canales o una imagen de calidad mejorada, representa
un nuevo esquema de comunicación donde
el emisor no ocupa el papel prioritario al que
nos tenía acostumbrado. La balanza por
primera vez se inclina a favor de audiencias
y receptores a los que se da la opción
de elegir, seleccionar, ordenar y estructurar
de forma personalizada su programación.
"Frente al flujo continuo sometido a las
restricciones horarias y unidireccionales de
la parrilla clásica, la nueva modalidad
de consumo de imágenes ofrece posibilidades
casi infinitas de construir una programación
a la carta. Cada espectador soberano está
en condiciones de elaborar en tiempo real sus
sesiones particulares de visionado a través
de un simple mando a distancia" (Arnaz,
2002: 61-62). Este es uno de los elementos que
mayormente van a diferenciar la forma de recibir
y ver televisión en el nuevo milenio.
Podríamos
distinguir básicamente entre las grandes
ventajas que brindan a la televisión las
tecnologías digitales las siguientes:
- Un aprovechamiento
óptimo del espectro radioeléctrico
que permite la multiplicación sin precedentes
de canales y por tanto su especialización.
De esta forma es posible la atención
a las diferencias del público, la posibilidad
de segmentación de las audiencias en
función de gustos e intereses y como
consecuencia una información inestimable
para el mercado publicitario.
- La calidad
de recepción mejorada, tanto en audio
como en vídeo.
- La interactividad
y todo el valor añadido que implica,
dando una vía de entrada al receptor
en el proceso comunicativo, con grandes posibilidades
que se abren al comercio electrónico
y a la publicidad interactiva. Muchos se preguntan
hasta que punto quiere el espectador ser activo
en un medio frente al cual se ha situado tradicionalmente
de forma pasiva (Stewart, 1999: 255), la respuesta
la dan las nuevas generaciones que se han socializado
interactuando con la pantalla del ordenador
que por primera vez compite con la televisión,
jóvenes acostumbrados a buscar y organizar
sus propios contenidos.
- Además
"tenemos la ventaja que brinda la tecnología
digital de mezclar señales digitales
con señales de otro tipo, posibilitando
ello el suministro de nuevos servicios a través
de una misma red así como aplicaciones
multimedia" (Millán, 2002:39).
Televisión
por ondas hertzianas, cable o satélite,
tienen cada una de ellas un papel a desempeñar
en el futuro digital. Si el satélite a
corto plazo ha sido en España y en otros
países europeos el primero en adoptar
las nuevas tecnologías, no hay duda de
que el cable y sus posibilidades interactivas
asociadas a un canal retorno de gran capacidad,
juegan un papel clave en la adopción de
servicios añadidos, compra electrónica,
publicidad interactiva, telefonía, Internet,
etc.
El desarrollo
del cable en nuestro país ha sido lento
y lleno de obstáculos. Problemas legislativos,
creación de infraestructuras, el boom
del satélite, etc. complicaron lo que
en principio podría haber sido la vía
más beneficiosa de entrada en la sociedad
digital. Cuando el panorama empieza a aclararse
y a resolverse la incertidumbre que creaba el
vacío legislativo existente, Telefónica
se desmarca de sus prerrogativas en este mercado
y crea Imagenio2
como posibilidad de televisión, Internet
y audio digital a través ADSL, dando un
giro radical al sector.
La televisión
digital terrestre (TDT), la última en
aparecer en este panorama de cambio, puede ser
sin embargo la gran protagonista a la hora de
dar a conocer las nuevas opciones que oferta
la televisión digital gracias a su alta
penetración. Con ello está llamada
a servir de impulso a un mercado donde la falta
de motivación del público por opciones
que desconoce y con las que no está familiarizado
ha sido una traba fundamental. Los comienzos
de la TDT en España no apuntaron grandes
expectativas, estuvieron marcados por la lentitud
y por fracasos de iniciativas pioneras como Quiero
TV. La TDT carece del ancho de banda del cable
o de la universalidad del satélite, pero
puede ser recibida de forma portátil y
móvil, tiene una cobertura de casi el
100% y su coste de adaptación es mínimo.
Pese a sus limitaciones en interactividad se
observa hoy en día como el único
proyecto capaz de agilizar la penetración
en el mercado de la televisión digital.
En Madrid el último Consejo de Ministros
de 2004 aprobó el "Anteproyecto de
Ley de medidas urgentes para el impulso de la
televisión digital terrestre, de la liberalización
de la televisión por cable y fomento del
pluralismo"3,
adelantando el apagón digital y abriendo
la polémica entre los distintos sectores
afectados4.
En un estudio
realizado por Corporación Multimedia,
Carat y la ATV, un centenar de expertos opinaba
sobre el futuro reparto de mercado entre los
distintos servicios de acceso a la televisión
de pago en 2010. El satélite ocupaba el
porcentaje más alto (38 %) seguido del
cable (24.2 %) y de la TDT (22.3%) donde se apreciaban
pocas diferencias, y en último lugar Internet,
Banda Ancha y otros5.
Sin embargo parece que el móvil de tercera
generación (UMTS) y sus posibilidades
multimedia recupera puestos como terminal y amplía
sus capacidades a velocidad no prevista. El futuro
no deja de ser un interrogante sometido a las
incertidumbres del mercado.
PC
El
ordenador ha sido un referente de la Sociedad
de la Información, un terminal interactivo
que nos ha traído en un primer momento
Internet y que ha revolucionado el mundo en el
que vivimos. En España a finales de 2004
hay un millón más de ordenadores
que en 2003, el 48,1% de las viviendas disponen
ya de uno y seis de cada diez viviendas tienen
al mismo tiempo acceso a Internet. El 45,5% de
la población de 15 años en adelante
lo ha utilizado y más del 37% ha navegado
por la Red6.
Estas cifras se sitúan aún lejos
de la media Europea y sobre todo de la Norteamericana
pero reflejan ya una evolución rápida
del mercado que en pocos años nos ofrece
una imagen muy diferente.
Pero navegar
por Internet no es prerrogativa única
del ordenador, la tendencia es a que el resto
de terminales tenga la capacidad técnica
de ofrecer este servicio de forma rápida
y competitiva. Hoy en día ningún
terminal puede desarrollarse de espaldas a la
Red, ésta aglutina todos los medios de
comunicación, impone la interactividad
en tiempo real, es muy aceptada entre las nuevas
generaciones y por todo ello se coloca en un
lugar preferente en las perspectivas de medios
para el siglo XXI.
Internet por
su parte también necesita también
de la televisión y se une a ella para
beneficio mutuo. "La unión de televisión
interactiva e Internet no sólo será
la suma de ambos, sino algo completamente nuevo
y diferente" (Pérez de Silva, 2000:
46). Para la televisión supone la ampliación
de sus posibilidades comunicativas y de relación
con el usuario, para Internet la posibilidad
de entrar en un mercado donde sus limitaciones
de expansión vienen dadas por el desconocimiento
técnico, trabas de tipo generacional,
etc. La televisión es un electrodoméstico
familiar en los hogares con un índice
de penetración cercano al 100% y todo
lo que nos llegue a través de ella tendrá
más posibilidades de aceptación
y contara con un público potencial muy
amplio.
El móvil
de tercera generación
La entrada
del móvil en el panorama mediático
no ha podido ser más exitosa, a principios
del 2002 ya había superado sin mayores
dificultades el índice de penetración
de la telefonía fija en el mundo según
datos de la UIT7.
Casi el 90% de los españoles es usuario
de móvil, con esta cifra del Ministerio
de Ciencia y tecnología España
se sitúa como uno de los países
con mayor índice de penetración
de móviles de Europa, muy por encima de
la penetración de Internet o de la televisión
digital8. Esto
ha hecho que este terminal al que en sus inicios
no se prestó mucha atención sea
uno de los puntos claves de lo que puede ser
a medio plazo el desarrollo de la nueva Sociedad
de la Información. Por otra parte hay
que destacar el alto grado de satisfacción
de los usuarios por los servicios de telefonía
móvil, mayor que el mostrado por la telefonía
fija o por la televisión de pago.
El móvil
pasa de ser interactivo a ser también
multimedia, la tecnología WAP consigue
unir los términos telefonía móvil
e Internet representando ya un gran avance, este
estándar es como un navegador adaptado
a las características de capacidad de
un terminal móvil. Pero la velocidad de
transmisión y las características
de los móviles de tercera generación
(UMTS) trastocan las predicciones que años
atrás se hacían del futuro de los
medios y el papel al que quedaban abocados cada
uno de ellos con el desarrollo de las tecnologías
digitales. Ya el móvil no es sólo
un elemento de comunicación interpersonal,
sus posibilidades se amplían. Si todo
apunta a que el terminal del futuro sea capaz
de atender cualquier necesidad de comunicación
e información, desde cualquier lugar,
a cualquier hora, de forma personalizada y también
en grupo, es lógico pensar que este terminal
pequeño, móvil, interactivo y multimedia
tenga mucho que decir.
Habría
que analizar la incidencia que tendrá
el desarrollo de esta nueva generación
de móviles en la industria de contenidos
y su relación con formatos hasta ahora
asociados a prensa, radio, televisión
o Internet. La portabilidad del teléfono
móvil y su uso individualizado lo hacen
muy apropiado para la descarga de archivos de
audio, también la industria del videojuego
encuentra un terminal idóneo para su expansión,
la posibilidad de entretenimiento en cualquier
lugar y en cualquier momento. No parece tan idóneo
para adaptarse a contenidos puramente televisivos
o de cine por su pequeña pantalla, pero
tampoco se auguraba el éxito de los mensajes
de texto por lo lento y complicado de su escritura
y sin embargo todas las predicciones han quedado
superadas. Probablemente los nuevos servicios
que nos puede ofrecer el móvil provoquen
cambios en su estructura y aspecto externo que
lo hagan más idóneo.
Conclusiones: nuevas tendencias del mercado
¿Cuál
será el terminal del futuro?: Cada uno
de estos terminales presenta sus capacidades
y carencias, el mercado y la diferente introducción
de las tecnologías decidirán hacía
donde se inclina la balanza. La tendencia que
se impone es conseguir prestar cualquier servicio
desde cualquier terminal, que desaparezcan las
vinculaciones entre medios y servicios. PC, Televisión
Digital y terminales móviles, serán
con mayor frecuencia complementos que sustitutos.
Todo apunta a la posibilidad de fusionar la pantalla
del ordenador con la de televisión, tecnológicamente
las ventajas son enormes pero quizá habría
que analizar la actitud que adopta el usuario
frente a un medio y otro, las necesidades de
tamaño, distancia a la que ha de situarse,
interactividad que pide o admite en función
de los diferentes usos y su capacidad de promoción
en el mercado. Por su parte el teléfono
móvil tiene una pantalla de dimensiones
limitadas pero sus ventajas de portabilidad y
autonomía son muy competitivas y con él
observamos como están desapareciendo las
fronteras entre medios de comunicación
de masas y medios de comunicación interpersonales,
todos parecen dirigirse al mismo objetivo.
De lo que no
cabe duda es de que el negocio del siglo XXI
ya es el de la producción de contenidos
susceptibles de ser transportados por un terminal
digital. “Hoy día, cuando las industrias
se pregunten por su futuro en un mundo digital,
deben tener en cuenta que ese futuro lo decidirán,
casi al 100%, las posibilidades que tengan sus
productos o servicios de presentarse en forma
digital” (Negroponte, 2000: 31). Los grandes
espacios que han abierto las actuales técnicas
de comprensión de la señal colocan
a la industria de contenidos como la asignatura
pendiente en toda esta revolución tecnológica
(Millán, 2002). Hoy la “clave de
la comunicación se ha desplazado desde
la transmisión de información,
característica de la era analógica,
hacia la producción de contenidos, propia
de la era digital. El foco de los procesos de
comunicación pública está
ahora centrado en los contenidos, no en los medios;
en los usuarios, no en los editores; y tiende
a centrarse más en los servicios que en
la tecnología que los hace posibles”
(Orihuela, 2000).
Podemos distinguir
tres sectores diferenciados que sufren modificaciones
con la digitalización de los procesos:
- El proveedor
de contenidos y servicios adaptados que se encuentra
con un amplio abanico de posibilidades y la
necesidad de cubrirlas a corto plazo, dado que
la velocidad con que la tecnología se
ha desarrollado no ha sido la misma que ha adoptado
la industria de creación de contenidos.
El mercado se ha encontrado por un lado con
las grandes expectativas que creaba por ejemplo
la televisión digital y a la vez con
la decepción de ver que la multiplicación
sin precedentes de canales de televisión
muchas veces estaba basada en la repetición,
contenidos no adaptados culturalmente ni en
idioma al país de recepción y
la baja calidad de la programación. El
reto es importante y a la vez una de las claves
del éxito e introducción de las
nuevas tecnologías digitales.
- El programador
que agrupa esos contenidos y gestiona su venta
por paquetes.
- Los operadores
que distribuyen contenidos y servicios.
De alguna manera
cada uno de estos sectores influye y depende
de los otros dos. Más allá de ellos
la renovación imperiosa de los terminales
analógicos a otros digitales presenta
nuevas perspectivas a los fabricantes que a medio
plazo tendrán que atender a la necesidad
imperiosa de renovación rápida
de equipos que quedarán obsoletos. La
duda es a quién corresponderá sufrir
el coste de este cambio. Si a priori es el propio
usuario el que necesita cambiar su receptor analógico
o adaptarlo a las necesidades de la transmisión
digital, no cabe duda de que los operadores son
los más interesados en que el cambio sea
rápido y las iniciativas puedan verse
rentabilizadas. El interés de la audiencia
por los nuevos servicios, con la necesidad de
conocimiento sobre ellos que implica, la proliferación
y calidad de contenidos y servicios adaptados,
unido a la lógica premura del operador,
definirán a medio plazo la dirección
que tome el mercado.
Notas:
1
La Sociedad
de la Información es “un estadio
de desarrollo social caracterizado por la capacidad
de sus miembros (ciudadanos, empresas y administraciones
públicas) para obtener y compartir cualquier
información, instantáneamente,
desde cualquier lugar y en la forma que prefiera”.
Informes Telefónica: “La Sociedad
de la información en España. Perspectiva
2001-2005”. Disponible en <http://www.telefonica.es/sociedaddelainformacion/>
2
<http://www.telefonica.es/tol/imagenio.html>
3
<http://www.setsi.mcyt.es/sgcinfor/notas_inf/impulso_tdt.htm>
4
<http://www.abc.es/abc/pg050310/actualidad/comunicacion
/200503/10/television_digital_terretre_europa.asp>
5
VVAA (2002): La
Nueva Era de la Televisión, ATV.
Madrid: Carat España.
6
Instituto Nacional
de Estadística: Encuesta sobre equipamiento
y uso de tecnologías de la información
y comunicación en los hogares. Segundo
Trimestre de 2004. Disponible en<http://www.ine.es>
7
Unión Internacional
de Telecomunicaciones: Informe sobre el desarrollo
mundial de las Telecomunicaciones 2002. Reinvención
de las telecomunicaciones. Disponible en <http://www.uit.int/ITU-D/ict>
8
Disponible en
<http://www.mcyt.es/asp/ministerio_informa/notasprensa.htm>
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Transformaciones del valor en el modelo digital.
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El consumo televisivo: Discursos y estrategias.
Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas.
Informes Telefónica: La Sociedad de la
información en España. Perspectiva
2001-2005. Disponible en <http://www.telefonica.es/sociedaddelainformacion/>
Instituto Nacional de Estadística: Encuesta
sobre equipamiento y uso de tecnologías
de la información y comunicación
en los hogares. Segundo Trimestre de 2004. Disponible
en <http://www.ine.es>
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J.A. (2002): Los retos de la implantación
de la televisión interactiva a la luz
de su propia historia, en Zer, número
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Negroponte, N. (2000): El mundo digital.
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/comunicacion/200503/10/television_digital_terretre_europa.asp>
<http://www.mcyt.es/asp/ministerio_informa/notasprensa.htm>
Dra.
Tatiana Millán Paredes
Profesora Titular Interina, Área de Comunicación
Audiovisual, Universidad
de Extremadura, España |