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Por José Luis Orihuela
Número
46
El
creciente protagonismo de los usuarios de la
Red en la producción y difusión
de contenidos informativos y de opinión,
al margen de los medios establecidos, constituye
un fenómeno global emergente que proyecta
luces y sombras sobre la identidad profesional
de los periodistas y sobre la función
social de la prensa.
Las
denominaciones
Como toda revolución mediática
que se precie, la que nos ocupa también
trae consigo nuevas expresiones sobre cuyo significado
es aún pronto para pretender un consenso
estable: periodismo participativo,
cívico, comunitario, personal, ciudadano,
público, de anotación, de código
abierto, de las bases, distribuido, ejercido
en medios abiertos, participativos,
sociales, etc. Si bien la denominación
de periodismo participativo parece generalizarse,
tal vez resulten mas ajustadas expresiones como:
“medios participativos” (participatory
media), “publicación en colaboración”
(collaborative publishing), “discusión
distribuida” (distributed discussion),
o la aquí propuesta de los medios de la
gente.
Los trabajos
pioneros de Dan Gillmor We the Media. Grassroots
Journalism by the People, for the People y
de Chris Willis y Shayne Bowman, We Media.
How audiences are shaping the future of news
and information, acertaron en subrayar el
factor central de este nuevo escenario: las audiencias,
el público, la gente, son los nuevos actores
en la obra de la comunicación pública,
que ya no está protagonizada exclusivamente
por los medios establecidos y los comunicadores
profesionales.
Los
rasgos
Las señas de identidad de esta revolución
definida por el protagonismo mediático
de las audiencias, pueden articularse en torno
a los siguientes puntos:
a. Se trata
de fenómenos protagonizados por los usuarios
de la Red, que se valen de los llamados medios
sociales, colaborativos o software social: herramientas
de publicación en línea y generación
de comunidades que funcionan de modo descentralizado
y a escala potencialmente universal. Inicialmente
los Bulletin Board Systems, los grupos
de noticias y las listas de distribución
de correo electrónico, posteriormente
los chats, los foros y la mensajería instantánea,
y en la actualidad los weblogs, los wikis y las
redes sociales, son las tecnologías que
han ido jalonando la democratización de
la Red y su transformación en un espacio
social.
b. Consiste
en acciones de recopilación, contraste,
análisis, opinión y generación
de información que se hacen públicos
en diversos formatos en línea, normalmente
al margen de los medios de comunicación
tradicionales. Aunque de modo creciente las versiones
electrónicas de algunos medios tradicionales
han comenzado a incorporar diversas manifestaciones
de “periodismo ciudadano”, lo cierto
es que se trata mayoritariamente de un movimiento
paralelo a los medios tradicionales y crítico
con sus postulados y procedimientos. En cuanto
a los contenidos, el género dominante
es la opinión (curiosamente basada en
gran parte en noticias, coberturas y opiniones
publicadas en los medios tradicionales), con
muy poca incidencia de las coberturas originales.
c. La comunicación
pública se entiende y se practica como
un diálogo: se plantea de forma horizontal
de los ciudadanos para los ciudadanos. La Red
ha aportado la arquitectura para un modelo de
comunicación bidireccional y simétrico
que contrasta radicalmente con el modelo unidireccional
y asimétrico de los medios tradicionales.
El ya citado Dan Gillmor suele incidir en la
importancia de dejar de entender al periodismo
como una conferencia y comenzar a entenderlo
como una conversación. Las dos paradojas
de este cambio consisten en la dificultad estructural
de los medios convencionales para gestionar la
interactividad y en la dificultad de los nuevos
medios para hacerse visibles en un entorno caracterizado
por la pluralidad de voces (8 mil millones de
páginas web indexadas por Google).
d. Hay un fuerte
componente de crítica al sistema de medios
tradicional: se asume que el saber colectivo
de una comunidad es siempre mayor que el de un
redactor, y que los medios obran condicionados
por múltiples factores, bajo la máscara
de la independencia y la objetividad. Al decir
de Ignacio Ramonet “muchos lectores prefieren
la subjetividad y la parcialidad asumidas de
los bloggers a la falsa objetividad y a la imparcialidad
hipócrita de la gran prensa”, algo
no muy distinto a lo planteado por la propia
revista Time en su primer reportaje
sobre weblogs “Why are more and more people
getting their news from amateur websites called
blogs? Because they're fast, funny and totally
biased”. Existe una influencia recíproca
entre la crisis de credibilidad de la prensa
y el auge de los medios sociales, que ha tenido
hitos tan relevantes como el movimiento de los
war-bloggers durante la segunda guerra
de Irak ante la estrategia de los embedded
reporters impuesta por el Pentágono:
la opinión pública crítica
con la guerra confiaba más en la cobertura
de los “periodistas ciudadanos” que
en la de los “periodistas militarizados”.
e. Se invierte
la secuencia tradicional: first filter then
publish por la nueva modalidad first
publish then filter. Es la propia comunidad
la que actúa como filtro a posteriori,
otorgando relevancia, corrigiendo y amplificando
las informaciones y opiniones que gozan de mayor
consenso. Las historias más enlazadas,
los medios más citados, la palabras clave
más frecuentes, son objeto de rankings
diarios, a veces incluso en tiempo real,
que acaban constituyendo una nueva modalidad
de la vieja función de establecimiento
de agenda (agenda setting), sólo
que ahora se realiza de forma distribuida y a
escala global. En este contexto cabe subrayar
el creciente poder de los buscadores y de sus
secretos algoritmos a la hora de valorar los
contenidos disponibles en la Red, así
como los renovados intentos de aportar valor
semántico a esos contenidos mediante sistemas
informales de etiquetado.
Las
lecciones
Los medios participativos no sustituyen a los
medios tradicionales, ni los nuevos productores
de contenido sustituyen a los periodistas, aunque
les están obligando a cambiar. Algunas
de las lecciones que están aprendiendo
los viejos medios de los nuevos:
- Entender
el Periodismo como una conversación:
seguramente “arrogancia” es uno
de los adjetivos usados con más frecuencia
para definir la actitud de la prensa hacia el
público. El cambio de esta actitud es
una condición necesaria para la redefinición
de las relaciones entre medios y audiencias.
Una conversación requiere interlocutores
que se escuchen y se respeten. Aprender a dialogar
con el público es una de las tareas pendientes
de los medios tradicionales.
- Aportar un
enfoque más personal a las noticias:
tal vez haya llegado la hora de que los medios
asuman que un punto de vista personal sobre
las noticias es una de las demandas del público
que no han sabido gestionar. Los internautas
que buscan información en la Red al margen
de los medios, muy especialmente el creciente
número de lectores de weblogs, encuentran
reconfortante reconocer una voz que no pretende
ser una narrador omnisciente y neutral, sino
que asume su carácter personal y subjetivo.
- Diversificar
las fuentes: los medios establecidos enfrentan
la exigencia de enriquecer el repertorio de
fuentes tradicionales incorporando a los nuevos
agentes de la comunicación pública.
La detección y el seguimiento de fuentes,
conversaciones y tendencias en la Red aporta
frescura a la oferta informativa convencional.
- Gestionar
mejor los errores: una de las especialidades
temáticas favoritas de los medios participativos
es la detección y denuncia de los errores
y manipulaciones de los medios convencionales.
Los medios participativos se han erigido en
una suerte de “quinto poder”, asumiendo
el control y la crítica de los medios
tradicionales. Iniciativas como la sección
de Rectificaciones de ElMundo.es <http://www.elmundo.es/elmundo/rectificaciones/>
apuntan en la dirección correcta.
- Cambiar el
ritmo: aunque ya no parece necesario insistir
en la exigencia de versiones electrónicas
de los medios tradicionales en la Red, sigue
siendo necesario insistir en que su frecuencia
de actualización no puede estar dictada
por la periodicidad de su referente analógico:
un medio en línea sólo puede funcionar
bajo el paradigma del tiempo real. Al igual
que ocurre con la interactividad, también
la gestión del tiempo real en las ediciones
en línea exige modificaciones estructurales
en los medios. La renovada web de Informativos
Telecinco es un ejemplo de estrategia correcta
<http://www.informativos.telecinco.es/>.
- Incorporar
nuevos formatos y nuevos temas: resulta sintomático
que los bloguers, como muchos otros internautas
y activistas de los medios sociales, siendo
consumidores compulsivos de información,
reconocen consumir muy poca información
de medios tradicionales. La prensa los bautizó
hace tiempo como light readers y la
estrategia correcta para recuperar a esos lectores
y captar nuevos entre los segmentos más
jóvenes de la población, pasa
en buena medida por ofrecer un producto informativo
más acorde con sus renovadas exigencias.
Los medios se
enfrentan (periódicamente) a la apremiante
tarea de reinventarse para sobrevivir. La profesión
periodística comparte hoy el espacio público
con ciudadanos que, valiéndose de los
medios sociales, hacen escuchar su voz, su crítica,
su opinión y sus intereses con una intensidad
que ya no puede disimularse. Las exigencias asociadas
a la formación académica de los
comunicadores se han redoblado y las dimensiones
éticas de su labor constituyen el andamiaje
de una identidad profesional que ha quedado definitivamente
desligada de los medios. Hoy los medios somos
todos, pero periodistas solamente algunos.
Los
casos
Una selección de fuentes, casos, iniciativas
y experiencias para seguir de cerca:
Referencias:
Gillmor, Dan,
We the Media. Grassroots Journalism by the
People, for the People, O'Reilly, julio
2004.
<http://www.oreilly.com/catalog/wemedia/>
Grossman, Lev, "Meet Joe Blog", Time
Magazine, 21 de junio de 2004.
<http://www.time.com/time/archive/preview/0,10987,650732,00.html>
Orihuela, José Luis, "Periodismo
participativo", eCuaderno, 21 de
octubre de 2004.
<http://www.ecuaderno.com/archives/000440.php>
Ramonet, Ignacio, "Medios de comunicación
en crisis", Le Monde Diplomatique,
enero 2005. <http://www.monde-diplomatique.es/2005/01/ramonet.html>
Willis, Chris y Shayne Bowman, We Media.
How audiences are shaping the future of news
and information (thinking paper), The Media
Center - American Press Institute, julio 2003.
<http://www.hypergene.net/wemedia/weblog.php>
Dr.
José Luis Orihuela
Profesor de la Universidad
de Navarra y autor del weblog eCuaderno.com,
España. |