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Por Esther Duarte, Iris
Prieto y Héctor Salcedo
Número
49
Introducción
En este papel de trabajo se tocan dos puntos
claves para la radio contemporánea que
hace uso de la plataforma multimedia, con el
objetivo de mejorar los procesos de comunicación,
de producción, transmisión y recepción
de contenidos informativos, musicales y de entretenimiento,
a una audiencia interactiva y universal.
Es por esto
que el primer punto referido en este trabajo
tiende hacia la trascendencia de la radio multimedia;
y el segundo punto abarca las bondades y los
obstáculos que navega la radio en su formato
multimedia.
Trascendencia de la radio multimedia:
¿el monje cambia el hábito?
La revolución tecnológica
que ha experimentado la radio en los últimos
años representa no sólo un desafío
desde el punto de vista de la producción,
también lo es desde el punto de vista
de la transmisión y las formas de recepción.
Sin embargo, el éxito que ha logrado la
convivencia de varios sistemas en la radio actual,
confirman que ésta sigue siendo tan apasionante
como antes, con una función comunicativa
cada vez más sólida y fuerte, muy
lejos de ser un medio en extinción como
lo pensaron muchos, por allá por la década
de los 50, cuando salió a la palestra
otro medio también maravilloso como la
televisión.
La radio de hoy vive una paradoja: se nos presenta
como un medio convencional donde lo unidireccional,
lo unisensorial y lo unilateral siguen siendo
elementos fundamentales dentro del proceso de
emisión y recepción del mensaje
en las estaciones tradicionales, pero también
lo tenemos ante nosotros como un medio interactivo
donde el sonido es coprotagonista junto al texto
y la imagen. La revolución tecnológica
que experimenta la radio la obliga a romper con
los espacios habituales de trabajo para abrirse
a otros ámbitos que le eran desconocidos.
En esa apertura
que la radio tiene hacía otros ámbitos,
Internet juega un rol protagónico. Si
retrocedemos un poco y recordamos sus inicios,
anteriormente las emisoras en la Red, se limitaban
sólo a ofrecer publicidad para dar a conocer
sus programaciones, y esto era utilizado por
los oyentes simplemente como guía para
saber el horario de transmisión y de duración
de determinados programas.
Se puede decir
que hasta ahora Internet presenta la radio en
tres variantes: por un lado, con la posibilidad
del acceso directo a la programación tradicional
en tiempo real, lo cual es aprovechado por muchos
radiodifusores que ven en la red una nueva forma
de transmisión que les permite redistribuir
los contenidos que ya difundían a través
de las estaciones convencionales. Martínez-Costa
y Moreno Moreno (2004), le llaman una nueva forma
de simulcasting o rebroadcast
en tiempo real al que se le añade texto
complementario sobre el estilo, la programación,
los profesionales, los datos de audiencias y
las tarifas publicitarias de la emisora.
Otra de las
variantes, es la que permite al usuario seleccionar
los programas del menú que presenta la
emisora y hasta le posibilita diseñar
una programación personalizada en función
de sus intereses particulares, con la facilidad
de acceder a bancos de datos y archivos sonoros.
La tercera variante es lo que Martínez
Costa y Moreno Moreno (2004), califican como
radio from the web, for the web (radio
desde la web, para la web) que ofrece un producto
único, innovador e inusual que experimenta
tanto con formatos musicales especializados como
con programas de talk shows a la carta.
Éstas entraron en declive aproximadamente
en el 2001, pero después de un corto período
de crisis, empezaron a reaparecer en el escenario
como cyberradios. Más recientemente,
están las que se presentan bajo la modalidad
de portales, cuyo objetivo es fortalecer la marca
y la imagen del grupo comunicacional que está
por detrás de las emisoras tradicionales,
presentando una sinergia clara de informaciones
y servicios y facilitando el acceso directo a
los sitios de los otros medios que pertenecen
al grupo comunicacional. La última modalidad,
es la que en una única ventana en la red
presenta los contenidos over the air,
y se puede acceder a ellos bajo demanda, ofreciendo
también otros servicios de audio y textos
diferenciados.
Cebrián
Herreros (2001), plantea que las variantes que
se incorporan son tan grandes que es probable
que en unos años tengamos que hablar de
un nuevo medio o al menos de una variante importante
de la radio que pueda llevar incluso a otra denominación.
Lo significativo
de todo esto, es que los radiodifusores desarrollen
todas las posibilidades que les brinda la Red,
faciliten la convergencia de los contenidos y
pongan en práctica diferentes estrategias
de interactividad que les permita a los usuarios
mantener el permanente contacto con las emisoras,
bien sea a través del correo electrónico,
las conversaciones virtuales o los foros de debate
y las listas de distribución para solicitar
información, expresar opinión e
intercambiar información con sus pares.
Franquet (2003), expresa que las emisoras pueden
explotar la interactividad que permite ya conectar
a la audiencia entre sí e integrar estas
experiencias en el seno de la programación.
Nos parece interesante, lo que en este sentido
destaca Orihuela (2002) cuando plantea que Internet
ha trastocado gran parte de los paradigmas que
hasta ahora ayudaban a comprender los procesos
de comunicación pública en medios
masivos. El autor los sistematiza en siete paradigmas:
-Primer paradigma:
Interactividad.
Frente a la unidireccionalidad que presenta la
radio convencional, la interactividad permite
que los usuarios y los proveedores de contenidos
interactúen y a través de este
canal establezcan un vínculo bilateral,
con roles perfectamente intercambiables.
-Segundo paradigma:
Personalización.
Se modifica el modelo de comunicación
tradicional de la radio, haciéndolo personal
y a demanda. Esto tendería a eliminar
los referentes comunes, y conllevaría
a que si no hay agenda pública no hay
opinión pública.
-Tercer paradigma:
Multimedialidad.
La integración de todos los formatos de
información (texto, audio, vídeo,
gráficos, animaciones) en un mismo soporte
ha permitido la convergencia de los diversos
medios de comunicación en Internet, lo
que da lugar a la polémica de sí
Internet constituye un meta-medio o un nuevo
medio.
-Cuarto paradigma:
Hipertextualidad.
Frente al modelo lineal o secuencial que ordena
la estructura del discurso en los medios tradicionales
surge un nuevo paradigma discursivo en el cual
el modelo estructural funciona muy próximo
al del pensamiento por procesos asociativos y
no de modo lineal.
-Quinto paradigma:
Actualización.
El paradigma de la frecuencia periódica
en los medios, se ha visto superado por uno nuevo:
el del directo permanente. Esta nueva temporalidad
mediática caracterizada por la velocidad
y la obsesión de inmediatez, hace que
en muchas ocasiones quienes trabajan en los medios,
salten los mecanismos de control, verificación
y contraste de fuentes, sacrificados en aras
de ser los primeros, con el riesgo de ser manipulados
y difundir noticias falsas.
-Sexto paradigma:
Abundancia.
Es ilimitada la cantidad de medios que puedan
existir en la red, no hay límites tampoco
para la cantidad de información que cada
uno de ellos puede ofrecer al usuario. Además,
el diseño de servicios electrónicos
no requiere de grandes inversiones en infraestructura,
tampoco de permisos ni licencias, no tiene costos
de distribución y alcanza una audiencia
universal.
-Séptimo
paradigma: Mediación.
Lo que hasta ayer parecía facultad exclusiva
del comunicador, es decir buscar información,
filtrarla, contrastarla, editarla y publicarla
tomando en cuenta su relevancia e interés,
hoy parece la descripción de las funciones
de un portal de Internet. Se multiplica el número
de voces, pero a la vez se fractura el sistema
de control editorial previo a la difusión
pública de información.
Consideramos
necesario, agregar un octavo paradigma: la ruptura
en el orden y el tiempo. Lo sincrónico
en el aquí y ahora de la narración
radiofónica se rompe cuando el usuario
hace un consumo asincrónico y de forma
selectiva. Cebrián Herreros (2001) explica
que el sincronismo permite combinar los cuatro
tiempos esenciales de toda narración:
Presente del hecho, presente en el tratamiento,
presente en la difusión y presente en
la recepción. En el sistema asincrónico,
por el contrario, se modifica la situación.
La información se almacena. Se destruye
la fugacidad y se deja capacidad al usuario para
que recupere la información cuando lo
desee.
Este contexto
nos lleva a reflexionar sobre lo que está
sucediendo en torno a la apertura de nuevas rutas
comunicativas, nuevas formas de consumo y nuevos
comportamientos de las audiencias. Anteriormente,
el proceso de la información recaía
mayormente sobre el periodista, quien en nombre
de la audiencia, actuaba seleccionando y jerarquizando
las preguntas que debía hacer y el tratamiento
que debía dar a las entrevistas. Hoy día,
con las ofertas en Internet, el usuario autoprograma
la música que desea escuchar, participa
en la selección y jerarquización
de las noticias, decidiendo a cuáles y
en qué orden acceder. De allí nuestra
interrogante: ¿el monje cambia de hábito?
La red multimedia: bondades y obstáculos
para los usuarios radiofónicos
"La tecnología es la verdadera
religión de fines del siglo XX y principios
del siglo XXI", dice Monsiváis (2002),
y no deja de ser cierto. Monsiváis reafirma
nuestra idea al apuntar que la tecnología
substituye a las antiguas confianzas (amistades),
informa poderosamente, moviliza las mentalidades,
introduce nociones muy extensas de tolerancia
y se traduce, de manera alternativa, en un sistema
de inclusión y de exclusión. Así
nos globalizamos desde afuera, participamos como
elementos externos. Y es allí, también,
donde el sujeto -emisor y receptor- puede obrar
su magia al hacerse partícipe directo
de la producción local con visos de hacerla
glocal.
La tecnología
glocaliza la producción radiofónica,
es decir, hace cercano lo lejano, y universal
lo local. Esto queda plasmado en el desarrollo
telemático que ha reducido al máximo
las limitaciones técnicas para la difusión
del mensaje radiofónico; por ejemplo,
las transmisiones vía satélite
hacen posible una conexión permanente,
más nítida y con una amplia cobertura,
logrando que la onda radiofónica llegue
a puntos cada vez más equidistantes geográficamente,
según lo dice Prieto (1998), quien cita
a Ianni (1996) para refrendar que, a consecuencia
de las tecnologías oriundas de la electrónica
y la informática, los medios de comunicación
adquieren mayores recursos, son más dinámicos
y cuentan con mayor alcance.
El sujeto podría
demostrar también que sí puede
sentirse representado con un medio como el radiofónico,
que se apoya en la tecnología de punta
(señal satelital, vía microonda,
conexión telefónica móvil
o enlace digital) para brindarle compañía,
música, sonidos, información y
distracción las 24 horas del día,
pese a la ausencia corpórea y real del
perifoneador o locutor, pues éste se encuentra
al otro lado del aparato. La respuesta a una
duda o inquietud formulada sobre un hecho cotidiano
y actual, quizás pueda llegar a obtenerla
a la velocidad de la onda hertziana, del click
del ratón o la velocidad del MODEM con
su correspondiente software.
Ya lo refiere
Cebrián Herreros (2001) al afirmar que,
con la digitalización y ampliación
del ancho de las redes en la radio, también
llegó la capacidad interactiva y la posibilidad
de un cambio en el modelo comunicativo, y es
la audiencia quien toma decisiones y dirige la
orientación del tema escogido para desmenuzar
ese día de transmisión. El usuario,
entonces, es libre de buscar los contenidos de
la programación, una vez emitidos, dónde
y cuándo quiera.
Sin embargo,
quizás lo que deba enfrentar el usuario
de la radio multimedia es la contraparte del
uso de las TIC’s, no tanto por la ausencia
de destrezas en el manejo del equipo informático
o software empleado, sino por los factores inherentes
a la informática como tal, por ejemplo,
memoria RAM que se consume, disco duro utilizado,
programas abiertos, o desconfiguración
de la interfaz del usuario.
Seguimos la
línea de Cañada (2002) para reseñar
que si bien al principio, los primeros aparatos
de radio requerían el uso constante y
simultáneo de varios sentidos para ser
operados como el oído para escuchar, la
vista para identificar cada uno de los controles,
el tacto para operar diales y manecillas y el
olfato para advertir el calentamiento de alguna
válvula, ahora, usar un aparato de radio
sólo requiere el sentido de escuchar,
y el táctil para el que emplea plataforma
multimedia.
Avalamos a Cañada
cuando señala que cada posible uso de
la radio desembocó en un dispositivo distinto.
Así vemos que de los receptores convencionales
se pasó a los receptores multibanda; están
también los radio con auriculares, los
walkie-takies, los teléfonos inalámbricos
y los teléfonos móviles; en el
caso de la computadora, para interactuar con
Internet, el teclado necesitó un “mousse”
o “ratón”, y para el monitor
ahora se adaptó la TV, se puede escuchar
radio, se puede reproducir música y sonido
envolvente, contestar el teléfono, enviar
documentos por fax vía MODEM, todo esto
en una computadora portátil con funciones
añadidas y valores adicionales para una
mejor calidad de vida social, pero que probablemente
no será tan humanizada ni tan directa
con la otra persona al otro lado de la pantalla.
Como sentencia este sociólogo español,
primero fue el medio y luego, los aparatos; por
eso, la radio es omnipresente y universal. Sin
embargo, a los profesionales de los nuevos medios
les queda la tarea de llegar a quienes aún
no cuentan con servicios tecnológicos
informativos a la mano.
Se puede destacar,
por otra parte, que con el desarrollo de la plataforma
multimedia y el uso de Internet, se pensaba que
el consumo de otros medios de comunicación
iba a descender. La radio no escapaba a ello,
sin embargo, resurgió como siempre. Franquet
(2003) reseña que el 6% de los norteamericanos,
en 1998, (unos 16 millones de personas) escucharon
la radio a través de Internet, proporción
que se ha cuatriplicado pasando en 1998 del 6%,
al 23% en 2001, pese a que varias emisoras de
radio on line dejaron de emitir por el pago de
los derechos de emisión de música
on line.
La ventaja de
una emisora radial multimedia es contar con la
posibilidad de ofrecer servicios interactivos
de noticias, actualizadas periódicamente,
para satisfacer la demanda exigente de la audiencia
y los usuarios, distribuyendo la noticia con
plataforma Internet, telefonía móvil
con mensajería de texto, o computadoras
y agendas digitales portátiles. Así,
los contenidos informativos, musicales y de entretenimiento,
llegan a más sitios en el planeta, en
menos tiempo y con más velocidad, de forma
instantánea.
Si tomamos en
cuenta la conformación del espacio radiofónico
multimedia para la audiencia, de acuerdo a resultados
arrojados en una investigación realizada
por Durante, en el primer trimestre de 2004,
a los gerentes, recurso operativo y redactores
/ editores de un grupo de emisoras con plataforma
multimedia, localizadas en Caracas y Maracaibo
(Venezuela), la muestra arrojó como basamento
que, aún cuando es igual a la conformación
del espacio radiofónico clásico,
esto se lograría con interactividad y
participación continua de la audiencia;
con un reglamento concreto y directo; con un
estilo musical bien definido, con una buena producción
y programación, y con información
de último minuto.
También
se propuso el establecimiento de diferentes formatos
de programas; y de promover la idea de mercadear
las emisoras con páginas web. En ese sentido,
la licenciada Karima Urdaneta, gerente de producción
de La Mega (Caracas), reseña que esta
estación cuenta con su dominio que abarca
400 personas, que pueden escucharla simultáneamente
desde cualquier parte del mundo. Esto denota
que se amplía la audiencia, pero, a la
vez, se hace incontrolable, como la misma glocalización,
propia del contenido transmitido por este tipo
de emisoras multimedia. Se puede cotejar esto
con lo expuesto por Cebrián Herreros (2001)
quien señala que la globalidad es un fenómeno
suprarradiofónico, que concierne a la
economía, a la comunicación en
general y a cada uno de los medios en particular,
comparable al “Big Brother” (Gran
Hermano) por sus repercusiones inmediatas en
el control ideológico de las programaciones,
de las informaciones, del entretenimiento y,
en suma, de la cultura mediática.
La globalidad
podría verse, según Cebrián
Herreros, como el megapoder que trata de controlar
lo universal y lo local, situación que
fortalece al fuerte y debilita más al
débil. Sin embargo, debe sopesarse el
aspecto positivo de la glocalidad pues permite
contrastar formas de vida de unos países
con otros y fomentar la solidaridad entre las
naciones, según el uso que se haga de
ella, con sus respectivos controles y contrapoderes.
Por ejemplo, sería una glocalidad radiofónica
real si la tendencia se diera hacia una internacionalización
mediante el desarrollo tecnológico de
los satélites e Internet.
En torno a las
maneras de compartir con otros pares en la radio
multimedia, las muestras de Caracas y Maracaibo,
concordaron en que se puede hacer interactuando
por teléfono fijo y móvil celular
digital, por mensajería de texto, chateando,
e-mail, en remoto, con concursos participativos,
con la inclusión de programas como Real
Audio y Windows Media, así como mediante
la página web de la estación; es
decir, puede ser aprovechando el tiempo real
o el no presencial, así como el espacio
simultáneo y el infinito, que propicia
la propia tecnología.
Al trabajar
sobre las implicaciones de la radio multimedia,
la muestra de gerentes, operadores y productores,
seleccionada en Maracaibo, estado Zulia, afianza
la idea de que la globalización vuelve
difusa la cultura, la identidad y el sentimiento
nacional, pese a que las comunidades se agrupan
sin importar el idioma, el horario o la distancia
geográfica. Mientras que la respuesta
capitalina abre el panorama de la glocalización
y sus bondades. Por ejemplo, se considera que
la tecnología multimedia propicia un mayor
y mejor conocimiento entre los oyentes, en lo
cultural, económico y social. José
Losano, de Jazz 95.5 FM, en Caracas, ejemplifica
ésto al decir que algún oyente
en Maracaibo o Caracas, puede saber qué
piensa otro en Barcelona (España), sobre
alguna noticia o concurso.
Esto hace visible
la participación directa e instantánea
del público. Igualmente, con la tecnología
multimedia, el receptor se siente integrado al
mundo; se masifica la publicidad, que se hace
más rentable para la emisora; se crea
una mejor calidad de sonido al aire y más
interacción con distintas culturas; finalmente
se crea una imagen y proyección superior
de la estación, junto a una mayor cercanía
del medio con la comunidad, situación
que redundará en un mayor compromiso social
con el usuario por la ausencia de barreras horarias
y/o espaciales.
Apreciaciones
finales
1. La programación, producción
y transmisión de las emisoras que transmiten,
vía éter, cambió para dar
paso a una oferta informativa, musical y de entretenimiento
más amplia, ofreciendo nuevos formatos
fundamentados en contenidos concretos como la
salud, deporte, medio ambiente, cultura, entre
otros tópicos. La diversificación
del público se hizo notar, extendiendo
a otros puntos demográficos el tipo de
programas a difundir. Obviamente, la calidad
del sonido y de la imagen, como valor agregado
en la radio multimedia, también mejoró.
No obstante, la radio multimedia, especialmente
en aquellos países donde no se desarrollado
por completo este sistema, se presenta como repetidora
de contenidos musicales e informativos, de las
emisoras tradicionales hertzianas, aún
cuando actualizan las noticias con frecuencia
diaria, y respetan la programación y producción
local de las emisoras que forman parte de un
circuito radial nacional.
2. La audiencia de la radio, vía Internet,
podría seleccionar los programas de acuerdo
al carisma del productor-locutor, la calidad
del programa, la empatía con el público,
y la edad del oyente-usuario, que determina su
preferencia musical.
3. La relación cercana e inmediata de
la audiencia con el personal de la radio multimedia
es infinita y universal; no importa el idioma,
la distancia geográfica o el huso horario.
Notas:
*Este
es un avance de investigación desarrollado
en el marco de un proyecto CONDES-LUZ, en proceso
de aprobación, donde está como
Coinvestigadora auxiliar, la doctora Migdalia
Pineda de Alcázar. Fue presentado en la
V Bienal Iberoamericana de la Comunicación
efectuada en el Tecnológico de Monterrey,
Campus Estado de México, el 20.21 y 22
de septiembre de 2005, en la Mesa 3: Radio y
Música en Internet, coordinada por la
maestra Elizabeth Rodríguez.
Mg.
Esther Durante Rincón
Docente investigadora adscrita al área
de Radio del Departamento Audiovisual de la Escuela
de Comunicación Social de LUZ, y
a la Unidad de Investigación del Centro
Audiovisual de FHE- LUZ,
Venezuela.
Mg. Iris Prieto de Ramos
Docente investigadora adscrita al área
de Radio del Departamento Audiovisual de la Escuela
de Comunicación Social
de LUZ, y a la Unidad de Investigación
del Centro Audiovisual de FHE-LUZ
CONABA-LUZ, Venezuela.
Lic.
Héctor Salcedo A.
Docente investigador adscrito al Centro de Estudios
de la Empresa, Facultad de
Ciencias Económicas y Sociales de LUZ,
Venezuela. |