Por Enriqueta Rivera
Número
50
Razón
y Palabra es un espacio de reflexión,
de intercambio académico, profesional
pero sobre todo es una recreación de la
capacidad de asombro de quienes participamos
de sus artículos como lectores y escritores,
de otra forma no se podría entender la
necesidad de escribir y ser leído siendo.
Ser leído es la
mayor pretensión de quien escribe, ser
parte de las visión de mundo del otro,
sin importar si se coincide o no con las ideas
propuestas, lo clave es existir en el pensamiento
del “otro”, porque sólo de
esa forma es posible reconstruir las ideas, concepciones,
teorías, paradigmas y conocimiento cotidiano.
Razón y Palabra,
es muestra de los esfuerzos por permanecer en
un espacio virtual que pudo ser devorado por
el paso del tiempo pero las inquietudes y hambre
de conocimiento o la simple necesidad de ver
de que se está hablando hacen que más
de uno se pasee por esta Revista.
Para el caso
de En-Sueño Publicitario ha sido
la posibilidad de construir una estructura conceptual
con las aportaciones de especialistas y consumidores
cautivos de publicidad. A partir de la estructura
conceptual presentada en los primeros números
de la columna mensual se han analizado desde
anuncios publicitarios hasta pautas de comportamiento
representadas en diferentes medios de comunicación,
desde los parabúses hasta postales del
gobierno federal, la riqueza publicitaria es
inmensa en cantidad aunque en ocasiones se haga
uso de estereotipos que ya no corresponden al
contexto actual o que descalifican al preceptor
como sujeto inteligente.
Y ese es el
punto central de En-Sueño Publicitario,
pues cada ejercicio de análisis es una
invitación a formar parte de la comunidad
de Publiconsumidores Inteligentes que re-conozcamos
a la publicidad como un factor fundamental en
la construcción, reafirmación y
recreación de visiones de mundo que median
toda interacción de la Humanidad, por
eso se sigue trabajando sobre la idea de hacer
a la publicidad pertinente a la opinión
pública y no solamente por cuestiones
ideológicas.
El objetivo es pretencioso
pero cuál no lo es, como el objetivo de
Razón y Palabra que ha venido complejizando
las temáticas abordadas no para convertirse
en un espacio exclusivo y excluyen sino para
responder a las inquietudes de los actores comunicativos
especialistas o no que formamos parte de los
grupos que han sido cautivados por la comunicación
en la más rica y extensa de sus concepciones.
El reto es cada vez mayor,
ya que el lector dialoga con el texto, se familiariza
con propuestas y al mismo tiempo aplica y amplia
sus recursos para analizar las reflexiones propuestas
en Razón y Palabra, esto es, no puede
pensarse que “se ilustra a los lectores
que quedarán mágicamente complacidos
y convencidos” al contrario un lector que
se socializa con cierto campo de conocimiento
lo hace suyo con todos los beneficios de la experiencia,
del razonamiento, de la información compartida
y sobretodo de su capacidad de cuestionarse,
de observar, de preguntar, de afirmar categóricamente
“No estoy de Acuerdo”, y si esas
ideas son posibles significa que Razón
y Palabra está cumpliendo con sus objetivos,
de otra forma afirmar que “todo está
muy bien, excelente, bonito“ puede llevarnos
a una mediocridad y autocomplacencia perdiendo
la capacidad de asombro y de raciocinio. Es esta
misma lógica que me gustaría en
Razón y Palabra un espacio donde se presentaran
las diferentes opiniones vertidas por los lectores,
porque en el reconocimiento del “otro”
se conoce uno mismo como constructor de imágenes
del mundo.
Sea pues una felicitación
para todos los que formamos parte de esta comunidad
virtual viciosa y virtuosa de la comunicación
así como una invitación a no dejar
de proponer formas de ver el mundo y de actuar
en él, reconociendo que nada es totalmente
nuevo y que la realidad en su constante movimiento
no deja de darnos pre-textos para recrearnos
en ella.
Mtra.
Enriqueta Rivera
Catedrática del
ITESM, Campus Estado de México y
de la UNAM, México. |