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Carr. Lago de Guadalupe Km. 3.5, |
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| Por Leonardo Peralta Debido a las nuevas capacidades tecnológicas que a principios del siglo XXI conquistaron los medios de información colectivos, especialmente los electrónicos; estos incrementaron sustantivamente su eficacia de transmisión informativa y de persuasión extensa y se convirtieron en el centro del poder ideológico y político contemporáneo de nuestra nación. En este sentido, de haber sido instrumentos de difusión relevantes en 1960 en México, de transformarse en instituciones importantes de socialización en 1970 y de convertirse en el cuarto poder político a partir de 1980; desde principios del 2000 se transformaron en el vértice del poder actual. Es decir, ya no solo son simples instituciones importantes de información o el cuarto poder, sino que ahora se han convertido en el “Primer Poder" ideológico que existe en nuestra sociedad. Con la conquista de estas propiedades los medios de información se transformaron en las extensiones del hombre y de las instituciones, y en consecuencia construyeron una nueva zona de acción social: el espacio virtual. En este sentido, la emergencia de los medios de comunicación y de las nuevas tecnologías de información en México, no sólo representó la maduración del modelo de la Sociedad de la Información y la radical transformación de las superestructuras culturales de nuestras comunidades; sino que básicamente, el fenómeno más relevante que produjo, fue la expansión intensiva de la dimensión ideológica de la sociedad mexicana a una esfera más amplia y versátil. Esto es, en términos generales, con la presencia de los canales de difusión la sociedad mexicana en su conjunto sufrió una gran dilatación cultural, desde el momento en que las instituciones, los grupos o los individuos pudieron extender a distancia la realización de sus tareas o funciones específicas tradicionales, a través de las tecnologías de información y comunicación 1. Notas: 1
Una concepción
intuitiva pero también idealista sobre
la forma como la sociedad se modifica con la
presencia de las tecnologías informativas,
la encontramos de manera embrionaria en el pensamiento
de Marshall Mc. Luhan, Consultar La comprensión
de los medios como las extensiones del hombre,
Editorial Diana, S.A, México D.F, 1979.
Una Crítica moderada al pensamiento de
Mc Luhan puede consultarse en Gauraleri, Gianpiero,
La galaxia de Mc Luhan, Editorial ATE, España,
1981. Para un panorama general sobre la línea
de evolución que han seguido las tecnologías
de información desde el telégrafo
en 1840 hasta la comercialización de los
cristales de silicio, consultar McBride, Sean,
Un sólo mundo. Voces múltiples
Comunicación e información en nuestro
tiempo, Fondo de Cultura Económico, México,
D.F, 1985, páginas 31 a 36. Referencias: LIBROS Y REVISTAS Dra. Amaia Arribas Urrutia Cátedra de Comunicación Estratégica y Cibercultura, Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México, México. Por Leonardo Peralta ... pero permanecen las ideas en este concierto sin final que es el debate de las ideas al respecto de un hecho tan banal como hacerle saber al otro que dos mas dos son cuatro, es decir: la comunicación. Con estas palabras me despedí en agosto de 1999 de la labor como editor en Razón y Palabra, una labor que me permitió entrar con el pie derecho al mundo periodístico e iniciar un recorrido como el descrito por el enorme maestro Gabriel García Márquez: "empecé mi carrera como redactor de notas editoriales y fui subiendo poco a poco y con mucho trabajo por las escaleras de las diferentes secciones, hasta el máximo nivel de reportero raso". Pero ese verano no solamente marcaba el inicio de una carrera profesional. Numerosos cambios se avecinaban en el país y en el mundo. La alternancia política que cimbraría el año 2000 comenzaba a bosquejarse en la voz de un político heterodoxo llamado Vicente Fox, pero al mismo tiempo un texto titulado Homo Videns, escrito por el politólogo italiano Giovanni Sartori llamaba la atención sobre las profundas consecuencias de la introducción masiva de Internet, una herramienta tecnológica que en aquel año comenzaba a salir de los círculos de ingenieros y los laboratorios de cómputo donde habitaba contenido a la espera de derramarse en los más diversos sectores de la sociedad mexicana. Mil novecientos noventa y nueve fue también el año (simbólicamente postrero) del segundo milenio después del nacimiento de Cristo. En todas partes se hacían cortes de caja respecto de lo ocurrido en la última centuria y se conjeturaban pronósticos de la sociedad que vendría en el siglo por venir, quizá como una suerte de sortilegio para dilucidar el destino de cien años que dejaban más de 100 millones de muertos en multitud de guerras por todo el orbe. Al mismo tiempo, en una de las esquinas más salvajes del mundo, Afganistán, Osama Bin Laden preparaba a un evento que daría al siglo XXI un rumbo inesperado y le daría un sombrío amanecer a lo que parecía el definitivo ajuste de cuentas con la violencia posterior al final de las ideologías. Con tales augurios la revista Razón y Palabra ya rebasaba la decena de ediciones y en ellas había tocado temas como las implicaciones de Internet en la comunicación y el fenómeno internacional de la comunicación. Con el tiempo estos y otros temas tomarían un papel central en la construcción de panorama social de nuestro tiempo. Nuestra revista (como la considero aún) ha seguido de cerca estos y otros hechos, ofreciendo una ventana para que académicos e interesados en el análisis de las mil facetas de la comunicación puedan exponer sus análisis a través de una comunidad de escritores y lectores que se extiende por toda Hispanoamérica. En este bregar por comprender la comunicación, cuando apenas la década cumple su primera mitad, nos encontramos (quienes nos dedicamos al análisis y estudio de la comunicación) ante nuevas e incesantes preguntas en el vértice de profundos cambios que se suceden a velocidades alucinantes. El crecimiento del alcance y sofisticación de las redes de telecomunicación, su acelerada adopción en grandes estratos de la sociedad y el involucramiento de la tecnología con mayor intensidad y profundidad en una mayor cantidad de procesos sociales abre las puertas para nuevas interrogantes. Pero si además consideramos el panorama de un entorno social que no sólo se transforma sino que se convulsiona por el cuestionamiento de paradigmas que apenas ayer considerábamos inmutables (la pertinencia de la globalización, el destierro de la religión como razón de Estado) tenemos un panorama que apenas podemos entender y cuyas consecuencias se proyectan gravemente sobre nuestros destinos. La comunidad de personas que a lo largo de los años hemos participado en el proyecto Razón y Palabra ha evolucionado hacia diversos caminos: algunos han elegido la academia como su espacio de reflexión, otros se han concentrado en la edición de medios para crear espacios mediáticos mientras que algunos más (entre quienes me incluyo con indudable orgullo) se concentran en el retrato fiel que la noticia ofrece de la realidad que cambia a la velocidad de un segundo por segundo por medio de las herramientras del periodismo. Sin embargo, aunque los senderos son diversos, el ejercicio es el mismo: pensar y plasmar los elusivos reflejos del mundo vertiginoso desde los estantes infinitos de la biblioteca de Babel en la que nos hemos decidido a vivir. Muchos años más para Razón y Palabra y felicidades para todos. Ciudad
de México Lic. Leonardo Peralta Carmona Escritor y periodista, México. |