Por Tatiana Millán
Número L

Las revistas electrónicas se están imponiendo desde hace ya unos años como una fórmula muy efectiva de transmisión de la investigación científica. Sin duda sus características aventajan a los tradicionales formatos pero paradójicamente existen aun ámbitos donde el reconocimiento curricular de los trabajos impresos está por encima de lo publicado de forma electrónica. Esta mentalidad ha de cambiar puesto que hoy por hoy las revistas electrónicas están presentes en todos los ámbitos de las ciencias y su uso está ampliamente generalizado. Casos como el de Razón y Palabra ayudan a que este cambio de mentalidad sea posible por su contribución a la imagen de calidad de las nuevas formas de publicación, por su eficaz organización y el haber conseguido ser un referente internacional en su campo.

Si en un principio las revistas electrónicas nacieron como complemento a las ediciones impresas, están ganando puntos sobre los soportes tradicionales. El abaratamiento de los costes, el nuevo concepto de hipermedios donde desaparece la diferencia entre medios impresos, sonoros y audiovisuales1 con una diversidad de formatos que permite tanto la utilización de textos como el audio y la imagen en movimiento, multiplica las posibilidades expresivas superando en mucho la capacidad de comunicación del medio impreso. La sencillez en la localización de la información, la posibilidad de consulta de informaciones anteriores, la interactividad como factor clave que permite unir otros negocios, están creando un nuevo concepto de "lector" que es a la vez participante.

Estamos ante la comunicación contínua2, donde la inmediatez, la personalización de la información, la capacidad de profundización, el multimedia como factor definidor de la nueva era, las tiradas infinitas y una fórmula de distribución sin limitaciones, marcan un antes y un después en las formas de intercambio de la comunidad científica.

Desde la imprenta a Internet, desde el uso del papel a los nuevos soportes, la evolución en las formas de comunicación ha estado determinada por elementos objetivos que influyeron tanto en la comunicación interpersonal como en la social. Las tecnologías de la comunicación, las formas de distribución y los soportes, han marcado a lo largo de la historia la evolución, el desarrollo y las capacidades que han tenido los medios. Las fórmulas electrónicas son una revolución sin precedentes, si hasta ahora el papel era el Talón de Aquiles de los medios impresos3 la era digital viene a marcar una superación de esa limitación básica.

Las ventajas por tanto son muchas, en el caso de Razón y Palabra podemos destacar sobre todo la cooperación e intercambio internacional que ha posibilitado a lo largo de estos años, una característica que si bien es posible partiendo del propio formato electrónico y las capacidades tecnológicas de la red, hubiera sido imposible sin un planteamiento de mentalidad abierta, multidisciplinar y del talante innovador y generoso de quienes en este tiempo han dirigido la publicación. Los temas de Razón y Palabra se caracterizan por la constante actualización, por estar muy centrados en la comunicación pero siempre desde un enfoque multidisciplinar y amplio. Un planteamiento del formato sencillo y eficaz que permite la rapidez en el proceso de localización y en la carga de la información, permitiendo el acceso a todos los contenidos que se han publicado hasta el día de hoy.

Desde España nuestro reconocimiento a las personas que forman este proyecto y nuestro agradecimiento por su labor y por habernos dejado formar parte de su equipo. Nuestro paso por Razón y Palabra ha sido enriquecedor, motivante y nos ha servido para establecer planes de futuro y contactos que esperamos que continúen por mucho tiempo.

Muchas gracias.

Notas:

1 Armentia Vizuete, José Ignacio; Caminos Marcet, José María; Elexgaray Arias, Jon; Martín Murillo, Flora, y Merchán Mota, Iker. (2000): El diario digital. Barcelona. Bosch.
2 Díaz Nosty, Bernardo (1999): "La difusión de la prensa diaria en lengua española" en Centro Virtual Cervantes.
3 Ratzke, Dietrich (1986): Manual de los nuevos medios. México. Gustavo Gili.