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2007

 

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Enseñar Comunicación Institucional en los albores del Siglo XXI

 

Por Analia Umpierrez
Número 56

Introducción
La enseñanza de la Comunicación Social y, en particular, la enseñanza de la Comunicación Institucional en la formación de grado, han tenido en los últimos 20 años énfasis diferentes en enfoques y demarcación de contenidos. Este movimiento debe atenderse teniendo en cuenta las diferentes posiciones que las carreras tomaron, los sentidos que le asignaron a sus perfiles profesionales y a su participación e implicación social, en consonancia con los procesos sociohistóricos que las involucraron y atravesaron, procesos que, por supuesto, se siguen dando.

La propuesta de poner en análisis estas consideraciones se afinca en la necesidad de focalizar la enseñanza de la Comunicación Institucional sin perder como punto de mira a los procesos sociales epocales, buscando comprender las configuraciones sociales en las que las propuestas de formación se debaten y consolidan. Esta perspectiva permite hacer visible la trama sobre las que determinados proyectos se constituyen en exitosos y otros quedan “en los bordes”. En este sentido, se trata de revisar algunas señales que muestren el derrotero que la disciplina ha seguido. Por otro lado, atender a los sujetos, sus posibilidades y necesidades, al tiempo que se tiene presente a la institución formadora y la enseñanza que allí se imparte como mirada de lo singular. El propósito es, en primer término, capturar el entramado singular1 en el que se da la formación de jóvenes, en la carrera de Comunicación Social y en la orientación Institucional, en una Facultad de una Universidad Pública, del interior de la Provincia de Buenos Aires, Argentina, en este tiempo socio-histórico. Para ello, se presenta como instancia preliminar realizar un reconocimiento a modo de apuntalamiento, de los supuestos de los que se parte. En este esclarecimiento, hace falta poder iluminar algunos conceptos que, como “caja de herramientas”2 permitan comprender para intervenir3. .

A partir de este esclarecimiento, se allanan y se aclaran las directrices que orientan el propósito final, la toma de decisiones respecto del para qué, el qué y el cómo enseñar.
Para ello, el camino definido en el presente artículo propone realizar un breve reconocimiento de las propuestas de las carreras en vinculación en estos últimos veinte años. En segundo término poner en la mira a los jóvenes, los estudiantes, y los modos en que ser estudiante universitario de la carrera de comunicación es parte de su constitución identitaria. Por último, una reflexión en torno del lugar de la Universidad y más específicamente, el modo en que la enseñanza de la Comunicación Institucional podría constituirse en un nexo que fortalezca las transformaciones sociales en un sentido más inclusivo e igualitario.

Esta reflexión se nutre de trabajos de colegas y sus investigaciones realizadas sobre los planes de estudios de la carrera de Comunicación Social en diferentes Universidades4; análisis de los trabajos presentados en encuentros científicos iberoamericanos – Alaic5, Felafacs, que reúnen a investigadores preocupados en la temática,- así como la experiencia de participar en el dictado de la asignatura Comunicación Institucional en una Universidad Pública, desde 1997. La necesidad de realizar planteos oportunos en la formación de grado, que ofrezca a los estudiantes una mirada compleja y a la vez organizadora en este campo de conocimientos y de inserción laboral, llevan a una revisión respecto de para qué y cómo enseñar Comunicación Institucional en los albores del Siglo XXI.

El planteo de la disciplina
Los vientos de reconquista de la democracia movilizaron a la sociedad civil y a las instituciones en el camino de reconstruir aquello arrebatado, destruido, en la Argentina de los 80. Desde las Facultades de Ciencias Sociales se identificó y se abrazó el desafío. La Facultad de Ciencias Sociales de la UNICEN inicia sus actividades en 1988, con las carreras de Comunicación Social y Antropología – orientaciones Social y Arqueológica- con el claro mandato fundacional de participar en la reconstrucción de la sociedad en su retorno a la vida en democracia.

En la reinstauración democrática argentina, durante los años 80, la prioridad de la oposición democracia Vs. dictadura y la reapropiación del Estado por parte de la sociedad civil dominaba el ánimo de la sociedad e incidió marcadamente en el diseño o modificación de los planes de estudio de comunicación en Argentina. Hasta ese momento, en las Universidades donde había subsistido la carrera, el perfil predominante se dirigía hacia el ejercicio profesional en medios de comunicación masivos. Los primeros cambios se orientaron hacia la formación en comunicación social con un sentido más amplio que la comunicación masiva, vinculado a iniciativas sociales, políticas, comunitarias y educativas (si bien no necesariamente, esos cambios fueron acompañados de una puesta en cuestión de los paradigmas de comunicación dominantes). Entre ellas, la orientación hacia comunicación institucional comienza a instalarse parcialmente. (Baccin, 2003)

Los 90 llegaron de la mano de la imposición del modelo neoliberal, la flexibilización de la economía y por ende su impacto en las definiciones de la educación. El papel de los organismos internacionales, en la definición de las agendas políticas y educativas marcó claramente una tendencia que se reflejó en las prácticas educativas y sociales. La Universidad, impactada por los aires de privatización, comenzó a vincularse con el ámbito privado de otro modo, ahora visto como fuente externa de financiamiento. La tendencia en la bibliografía y las investigaciones en el campo se restringen casi exclusivamente al ámbito empresarial.

Las corrientes provenientes del campo de la Administración llevaron la propensión a ocupar espacios en el ámbito privado empresarial. La imagen corporativa, el manejo de Recursos Humanos, las Relaciones Públicas capitalizan los espacios formativos de grado y postgrado. La comunicación institucional como ámbito y palanca de cambio para la gestión de proyectos comunitarios, participativos, democratizadores, quedó en un plano de alternatividad, prácticamente excluido de la formación académica.

Los estudiantes y su formación
¿Quienes eligen esta carrera? ¿Quienes son los jóvenes que optan por esta profesión? ¿Cómo pensar e indagar la identidad en tiempos de transformación social, donde los relatos y las construcciones modernas entran en crisis, no alcanzan, son insuficientes?

En estas búsquedas, las preguntas por las relaciones entre sujeto / mundo se inscriben en la necesidad de repensar ambos términos sin perder de vista la relación, visualizando que más que una relación es esta implicación mutua el eje del debate.

Este punto de partida nos lleva a pensar entonces en la identidad como proceso, en vinculación con una trama que no es ya el soporte sino que la constituye entrelazándose6.

La emergencia de nuevas identidades sociales nos enfrenta al reconocimiento de las transformaciones y con ello la necesidad de revisar los modos en que se mira, se analiza y se explica la sociedad, sus movimientos, su cosmovisión. Es decir, se ponen en tensión los modos en que se piensan y se abordan las problemáticas y en particular, la posibilidad de reconstruir desde los actores los procesos en que esta nueva sociedad es vivida, percibida, actuada por los mismos, en el foco de nuestro interés, los estudiantes de Comunicación Social y su formación de grado. Este reconocimiento inicial conduce a pensar que los estudiantes de este siglo XXI necesitarían un acercamiento a la disciplina tal vez diferente al que tradicionalmente se ha utilizado.

Ahora bien, la necesidad de aproximarnos al reconocimiento de quiénes son los que eligen la formación en Comunicación Institucional, permitirá en algún punto esclarecer en primer término que los jóvenes tienen condiciones y disposiciones singulares.

La noción de juventud, en la medida en que remite a un colectivo extremadamente susceptible a los cambios históricos, a sectores siempre nuevos, siempre cambiantes, a una condición que atraviesa géneros, etnias y capas sociales, no puede ser definida con un enfoque positivista: como si fuera una entidad acabada y preparada para ser considerada foco objetivo de una relación de conocimiento. Por lo contrario, "juventud" como concepto útil, debe contener entre sus capas de sentido las condiciones históricas que determinan su especificidad en cuanto objeto de estudio. (Margulis, 2004)

Poder identificar los motivos por los que opten por una carrera, tiene como contrapartida la posibilidad de resignificar experiencias, orientar aquellas búsquedas que los motivan y provocar nuevas búsquedas; instalar conflictos cognitivos que pongan en tensión supuestos y representaciones sociales, que se actualizan como estereotipos; construir nuevas estructuras de pensamiento que les desafíen a otros búsquedas.

En esta necesidad de saber quiénes son los jóvenes, urge acometer en la comprensión, respecto de cómo es la vida cotidiana en este tiempo histórico, con la clara finalidad de intervención desde la formación académica.

En estos tiempos, la vida se presenta como algo que es vivido sin ser vivida experiencialmente. La “disección” del sujeto – de su pensamiento, emociones, sentimientos, imaginación - para vivir una vida que se adueña del sujeto, la vida vive al sujeto (haciendo una alegoría al personaje de Cortázar que es regalado en su cumpleaños al reloj). La construcción de identidades juveniles está atravesada por el consumo, el exitismo, la rapidez, la obsolescencia. Los jóvenes miran sin tocar7, sin hacer cuerpo los modos de actuar que fueron llevados adelante por otros de igual condición en otros períodos históricos. La confianza en la posibilidad de intervenir en el cambio de la historia parecería estar, al menos, en suspenso. La condición de “ser joven y utópico” parecería haber quedado en un tiempo congelado que se mira en la vitrina de la historia. ¿Es este modo encarnado de ser joven, una única posibilidad? Es parte de la construcción biopolítica que ha conducido a la población a la renuncia de la participación, a la naturalización de la mirada al mundo desde la ventana, la vitrina de la vida.

Bajo este tipo de racionalidad, la posibilidad de pensarse y actuar valorando su propio cúmulo de experiencias vividas, que lo constituyen como sujeto, se ve desprovisto de sentido. ¿Cómo significan los jóvenes que han elegido ser comunicadores, esta profesión? ¿Qué tipo de lugares imaginan como posibles ámbitos de inserción? ¿Qué esperan y que buscan allí? ¿Hacen de este ámbito un lugar de experimentación o es experiencial?8

Por otro lado, cabe interrogarnos respecto de cuál es el papel de la formación de grado en esta construcción identitaria. ¿Se toma como parte de la formación, o sólo se vislumbra la formación teórica y se supone un “efecto derrame” que provocará un sujeto socialmente comprometido?

El papel de la Universidad en la formación de grado. Reflexiones a partir de la Cátedra de Comunicación Institucional de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNICEN
Las prácticas de la enseñanza son prácticas sociales, situadas, históricas, impredecibles, complejas. Sus múltiples atravesamientos, en particular, el institucional, impactan en el día a día que se resignifica en cada clase.

Las tradiciones y culturas institucionales universitarias se constituyen, en muchos casos, un obstáculo/un límite para una formación centrada en la dupla articulada teoría/práctica, ya que la clase magistral, el modelo de enseñanza centrado en un docente que dispone de la disciplina (en sus dos acepciones, como campo de conocimiento pero también como conducción de la población), no hablita explícitamente el diálogo pedagógico, la construcción compartida del conocimiento, la transferencia de saberes.

La asignatura Comunicación Institucional, que se dicta en la Facultad de Ciencias Sociales, se constituye en la puerta de entrada a una de las orientaciones que ofrece la titulación en Comunicación Social. En este sentido, se abre un horizonte de formación profesional que el estudiante comienza a construir en la etapa de formación inicial –que concluye con un Trabajo de Integración Final9- y tomará cuerpo en su inserción profesional.

Las transformaciones acaecidas en la sociedad presentan al ámbito privado empresarial como el espacio privilegiado – cuando no el único – para la inserción profesional, tal como se presentó en el apartado 2.

Desde este reconocimiento, se busca recuperar desde esta asignatura, identificar a los organismos estatales, las ONGs, y otras organizaciones que no pueden ubicarse en esta clasificación, como por ejemplo, los partidos políticos, como espacios laborales tanto como los ámbitos privados. Es nuestra pretensión, presentar un recorrido que permita al graduado optar, a sabiendas del compromiso social y ético que le demanda su profesión. Para ello, se propone un desarrollo teórico que ofrezca elementos de análisis de la realidad como construcción social compleja, atravesada por múltiples tensiones. A partir de este punto, ingresar a la comprensión de las organizaciones y sus tramas para, desde allí, poder analizar, comprender e intervenir desde el plano comunicacional.

Las diferentes perspectivas teóricas y metodológicas que se dirimen en el campo de las Ciencias Sociales no son ajenas a las discusiones en la construcción de conocimientos de la Comunicación Institucional. Los estudios organizacionales están engarzados en distintas perspectivas filosóficas y sociológicas. Sobre esta base, una adecuada comprensión exige que se las examine en el contexto global del pensamiento filosófico y sociológico. En paralelo, la diversidad de matrices teóricas y referentes en las ciencias sociales, humanísticas, de la administración y no pocos puntos coincidentes con la teoría de la comunicación social la hacen un área con vocación transdisciplinar que no significa, en lo más mínimo, la disolución de sus objetos en los de las disciplinas que la bordean y atraviesan, sino más bien la construcción de articulaciones – mediaciones e intertextualidades - (en palabras de Barbero, 1992) para diseñar su especificidad.

La propuesta metodológica de la cátedra esta afincada en la enseñanza a partir de casos10. Desde esta perspectiva, se busca involucrar a los estudiantes con situaciones que los confronten a partir de sus propias experiencias para, progresivamente, cuestionar y revisar en sucesivas aproximaciones, las diferentes resoluciones que fueron realizando frente al caso. Las propuestas de clases y producciones domiciliarias apuestan fuertemente a la consolidación de los grupos de trabajo. Esta decisión responde a una perspectiva metodológica de la cátedra desde un doble propósito: por un lado, apoyar el desarrollo conceptual y procedimental de los estudiantes con sus pares y, por otro, aprender/ desarrollar una competencia central en el perfil profesional que implica la capacidad de trabajar en equipo multidisciplinares. Se va construyendo explícitamente un diálogo con los estudiantes y se les insta a valorar el espacio grupal, en primer lugar como encuentro y sostén a partir de lo vincular. De este modo se revaloriza un nivel que queda expulsado en casi la totalidad de las clases (en especial a medida que los estudiantes crecen en edad), el nivel vincular y emotivo. Así, se hace énfasis en buscar un encuentro en este plano donde los estudiantes puedan reconocerse en otros que pasan por las mismas dificultades, desafíos y logros.

También se inicia a los estudiantes en prácticas profesionales más rutinarias (redacción de cartas, materiales, presentaciones) que merecen ser atendidas dado el carácter central que asumirán en una tarea profesional. No sólo el éxito de la tarea estará en diseñar un excelente proyecto comunicacional. Debe poder estar en consonancia con sus públicos, la viabilidad, el alcance pretendido y, lo que es más nodal, no ser contradictorio con la perspectiva comunicacional que el estudiante enuncia. Es muy frecuente encontrar serias contradicciones entre los saberes teóricos que los estudiantes presentan discursivamente y las prácticas comunicacionales que diseñan o ejecutan.

Desde esta perspectiva, el desafío es que la Universidad Pública asuma y encarne la tarea de generar una articulación más estrecha con la sociedad civil a través de la participación activa de los estudiantes en escenarios sociales reales que los involucren, los movilicen, les demanden acciones que impacten en una mejora sustancial en la calidad de vida de la población. Este desafío implica desarrollar modos oportunos y viables de transferencia de saberes, de inserción en las organizaciones de base, de participación social autogestionada, desde una reconstrucción dialógica de las tramas sociales. Estos ámbitos de inclusión del Comunicador, no invalidan la incorporación al ámbito privado. Las experiencias en uno y otro espacio capitalizan las posibilidades de transferencia de saberes, sin perder de vista las diferentes intencionalidades y finalidades que persigue cada espacio.

Yo creo que es muy importante el “lugar” desde donde se piensa, conceptual y geográficamente. No hay dudas que “desde donde uno piensa” marca a fuego las categorías conceptuales con que uno piensa: está la experiencia que le permite a uno pensar y está la capacidad o incapacidad del desarrollo intelectual o moral desde donde los intelectuales mismos desarrollan sus propias teorías. (Torres, C.,1996: 40).

Este papel de formar intelectuales críticos, situados en ciudades reales, en países que demandan la intervención social desde todos los ámbitos y campos del saber para su diseño y gestión, es tarea que la Universidad tiene la responsabilidad de realizar.

Sin una tarea de enseñanza que involucre la alfabetización política11 de los jóvenes la tarea de enseñanza es incompleta o, más bien, condenatoria a seguir creyendo en un discurso único.


Notas:

1 Esta mirada sobre lo singular no se restringe a lo particular. Intenta colocar la mirada del investigador superando la antinomia individuo vs. sociedad. Al respecto, explica Bauman a propósito del libro de Norbert Elias Society of individuals, “el título logra captar la esencia del problema que ha atormentado la teoría social desde sus albores. (...) Elias reemplaza el y o el versus por el de; y al hacerlo logra correr el discurso desde el plano del imaginaire de dos fuerzas trabadas en combate mortal pero interminable de la liberación o de la dependencia hacia el plano de la “concepción recíproca”: la sociedad que da forma a la individualidad de sus miembros, y los individuos que dan forma a la sociedad con los propios actos de sus vidas poniendo en práctica estrategias posibles y viables dentro del tejido social de sus interdependencias”. Bauman , 2003: 35-36
2 “Una teoría es una caja de herramientas. Ninguna relación con el significante . . . es preciso que sirva, que funcione. Y no para uno mismo. Si no hay personas para utilizarla, comenzando por el teórico mismo que deja entonces de ser teórico, no vale nada, o que el momento no llegó aún. No se vuelve sobre una teoría, se hacen otras, hay otras a hacer.” M. Foucault, 1992: 85-86.
3 Umpierrez, Analia Cambiar la imagen de la escuela. Una lectura institucional de una escuela suburbana, a partir de las representaciones y las prácticas de los docentes Revista Questions. Universidad Nacional de La Plata. Nro. 12. Primavera 2006. ISSN 1669-6581
(http://www.perio.unlp.edu.ar/question/nivel2/informe_de_investigacion.htm)
4 Xosé López García, Xosé Pereira Fariñas, Tatiana Hernández Soto Planes de estudios de comunicación en América Latina, Estudio de caso en Argentina, Colombia, Chile, México y Venezuela. Revista Latinoamericana de Comunicación Chasqui 95. Edición web. ISSN 13901079
(http://chasqui.comunica.org/content/view/466/1/)
5 Msc. Hilda Saladrigas Medina (2006) Comunicación organizacional: Matrices teóricas y enfoques comunicativos. Revista Latina de Comunicación Social número 61. Enero - Diciembre de 2006.
ISSN 1138-5820
6 Umpierrez, A.(2006 B:1-2)
7 En este sentido, las NTI yC juegan un papel central en la construcción de subjetividades a partir del tipo de encuentros que los jóvenes construyen a través de las redes de Internet y las conexiones por telefonía celular.
8 Agamben,G. (2001: 13).
9 El TFI de la orientación Comunicación Institucional consiste en realizar un diagnóstico y un proyecto de Comunicación Institucional para una organización particular.
10 Wasserman, S El estudio de casos como método de enseñanza. Amorrortu, Bs As 2000
11 Freire, P (1990: 13)


Referencias:

Agamben, Giorgio (2001) Infancia e historia. Adriana Hidalgo editora. 3ra. Edición aumentada.
Baccin, C. (2003) Comunicación institucional en Argentina: organizaciones gravitantes y opciones para el campo de conocimiento.
(http://www.eca.usp.br/alaic/boletin11/cristina_bacin.htm)
Bauman, Z. (2003) Modernidad líquida. F.C.E. Bs. As. Argentina 2da. Reimpresión.
Foucault, Michel (1992) Microfísica del poder. Ediciones de La Piqueta. 3ra edición
Freire, P (1990) La naturaleza política de la educación. Cultura poder y liberación. Paidós.
Margulis, M. "Cambios en los códigos culturales relativos a la afectividad y la sexualidad". Ponencia presentada en VII Congreso de Argentino de Antropología Social, Villa Giardino, Córdoba, mayo 2004. (En CD)
Saladrigas Medina, Hilda (2006) "Comunicación organizacional: Matrices teóricas y enfoques comunicativos". Revista Latina de Comunicación Social
número 61. Enero - Diciembre de 2006. ISSN 1138-5820
(http://www.ull.es/publicaciones/latina/latina2006.htm)
López García, Xosé; Pereira Fariñas, Xosé; Hernández Soto, Tatiana. "Planes de estudios de comunicación en América Latina, Estudio de caso en Argentina, Colombia, Chile, México y Venezuela". Revista Latinoamericana de Comunicación Chasqui 95. Edición Web. (http://chasqui.comunica.org/content/view/466/1/) ISSN 1390-1079
Schvarstein, L. (1997) Psicología social de las organizaciones. Nuevos aportes. Paidós
Torres, Carlos (1996) Las secretas aventuras del orden. Estado y educación. Miño y Dávila editores. Buenos Aires
Umpierrez, Analia (2006A) "Cambiar la imagen de la escuela. Una lectura institucional de una escuela suburbana, a partir de las representaciones y las prácticas de los docentes". Revista Questions. Universidad Nacional de La Plata. Primavera 2006. ISSN 1669-6581
(http://www.perio.unlp.edu.ar/question/nivel2/informe_de_investigacion.htm)
Umpierrez, A. (2006 B) Actores de instituciones. Campo de juego en la construcción de identidades docentes. Facultad de Ciencias Sociales. UNICEN. Mimeo (en prensa)


Lic. Analia Umpierrez
Profesora Adjunta en la cátedra Comunicación Institucional en la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. (UNICEN). Argentina.