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Por Elena Galán
Número
56
Introducción
La televisión, más allá
de ser uno de los medios de comunicación
con más trascendencia social, es también
una gran transmisora de relatos, capaz de acaparar
el interés de un elevado número
de telespectadores en un momento determinado1.
Sus contenidos, con independencia del formato,
se convierten a menudo en una radiografía
a pequeña escala de la sociedad y las
costumbres de una época. Por ello, se
transforman a medida que evolucionan los gustos
y costumbres de la sociedad. Al mismo tiempo
a través de la televisión se pueden
narrar relatos ocurridos en períodos históricos
más o menos lejanos, con el fin de dar
a conocer las costumbres e imperativos sociales
de esos contextos, que pueden estar ubicados,
a modo de ejemplo, en 1745, en 1890, en 1900,
o en los años cuarenta, tras la finalización
de la guerra civil española. Comprender
por qué en un determinado momento se crean
historias acaecidas en lugares y tiempos diferentes
y alejados al “ahora” del autor,
es sin duda un aspecto relevante, y está
relacionado con la investigación que se
propone.
Las revisiones
del pasado suelen actualizarse con elementos
procedentes del contexto en que la obra es creada,
con la consecuente aportación de un enfoque
novedoso o un punto de vista diferente. Éste
es el caso de numerosas adaptaciones cinematográficas
y televisivas que usan como excusa un material
de origen, para hablar sobre cuestiones del presente:
George Orwell en su novela 1984 expresa, en realidad,
preocupaciones apocalípticas propias de
su época (1948); Ridley Scott, mediante
la adaptación de la novela de Philip K.
Dick, Sueñan los androides con ovejas
eléctricas (Blade Runner, en su versión
cinematográfica), crea una metáfora
no sólo del futuro sino también
del momento en que es rodada, subrayando las
preocupaciones ecologistas ante los avances tecnológicos
y sus posibles consecuencias; o Francis Ford
Coppola, que traslada el ambiente post-colonial
de la novela de Joseph Conrad, El corazón
de las tinieblas, al terrible y dramático
contexto de la guerra de Vietnam en Apocalypse
Now.
Estos son sólo
algunos modelos que sirven para ilustrar cómo
el tiempo del autor puede influir en el tiempo
de la enunciación y del enunciado, bien
se trate de un relato histórico o ficticio,
o de un híbrido entre ambos (una ficción
histórica), en el caso que nos ataña.
La investigación
que se propone se centra en el relato televisivo
Amar en tiempos revueltos, que transcurre
durante la posguerra española2,
y que es emitida por la primera cadena de Televisión
Española, durante los años 2005
y 2006. Se parte de un estudio previo: un análisis
de contenido de los modelos femeninos y masculinos
representados en la ficción citada. Tras
esta primera aproximación, se obtienen
una serie de conclusiones relacionadas con los
modelos caracterizados y los temas más
relevantes desarrollados en el enunciado o diégesis.
El punto de vista del autor a la hora de narrar
los hechos acaecidos, proporciona una novedosa
revisión del pasado pues, a pesar de tratarse
de un relato de ficción y, por tanto,
con una serie de licencias intrínsecas
que no posee el relato histórico, pretende
mantenerse fiel a unos hechos, tal y como apuntan
la mayoría de sus protagonistas y creadores:
Ana Turpin (Andrea,
protagonista de la historia): “No es una
telenovela al uso. Yo no la llamaría así.
Hay una historia de amor que es la columna vertebral,
pero tiene mucho de documento, de serie, de telenovela.
Es un poco la mezcla de todo eso”3.
Pilar Bardem
(Elpidia): “Yo detecto por la calle que
la serie está gustando. Hay a quien le
recuerda su juventud, porque queda gente de aquella
etapa, y a otros les interesa saber lo que pudo
pasar. No sé si se puede extremar rigurosamente
el tratamiento que se da a la guerra, pero me
ilusionó que en ese horario y en una telenovela
se muestre parte de nuestra historia. Por lo
demás, España tuvo un tabú
de 40 años de dictadura”.
Joan Bas (productor):
“No es una reconstrucción histórica,
aunque en cada capítulo se mezclan las
escenas con imágenes reales –procedentes
del archivo de RTVE-. No trata de ser un análisis
exhaustivo de la época, se trata de ser
fiel”4.
José
Ramón Vázquez (director del Área
de Programas de Ficción de TVE): “Es
una apuesta distinta, ya que hacer una serie
diaria, de época y de calidad, no es común
en España”.
Nos encontramos, según lo anterior, ante
un relato de ficción basado en hechos
históricos y ante una telenovela diaria.
Dos acepciones que sin duda influirán
en su contenido e idiosincrasia. Las palabras
de Humanes (2003:42) resumen a la perfección
el propósito planteado en este artículo:
La elaboración
de la memoria colectiva se basa en la recuperación
selectiva de todos los elementos que formarán
parte del discurso. El recuerdo de los hechos
rememorados simplifica la historia reduciendo
la realidad a algunos detalles que se ponen
de relieve y que se articulan coherentemente.
Al final del proceso, la reconstrucción
simbólica permite que lo recordado esté
de acuerdo con los estereotipos y valores del
presente. De ahí que hablemos de una
visión presentista del pasado.
Con la intención
de desarrollar la premisa anterior (la relación
entre presente y pasado), el análisis
narratológico que se propone se centrará
en dos planos:
-El tiempo del
autor o tiempo externo al relato.
-El plano de la enunciación y del enunciado,
o tiempos internos al relato.
La memoria
histórica de la posguerra en la ficción
televisiva española
La guerra civil y la posguerra españolas
han sido y siguen siendo argumentos poco frecuentes
en la ficción televisiva para la pequeña
pantalla. Precisamente por esta escasez de títulos,
aquellos formatos que se han atrevido a profundizar
en un período tan importante de la historia
de España, pero al mismo tiempo tan controvertido,
resultan de especial relevancia. Tan esenciales
son sus contenidos como el contexto histórico
en el que se crean y emiten.
Respondiendo
a la necesidad de renovar los valores de la dictadura
y reflejar la situación social del momento,
las estrategias diseñadas para la producción
de series de ficción durante la democracia
se modifican, con la intención de “elaborar
una política pedagógica de los
nuevos valores democráticos a partir de
la producción de series” (Palacio,
2002:2,3). Ésta es la justificación
que mejor explica la proliferación de
numerosas adaptaciones literarias para televisión
y la importancia que “tuvo el imaginario
de la guerra civil en los años de la transición
democrática”.
Las primeras
producciones, tal y como recoge el autor citado,
responden a iniciativas individuales (Curro
Jiménez, Cañas y barro,
Los desastres de la guerra, La Barraca…)
Más adelante, surgen nuevas series como:
Los gozos y las sombras, La Plaza
del diamante, Crónica del alba
o La colmena. De todas las ubicadas
entre 1976 y 1982, sólo una está
ambientada en la contemporaneidad.
Durante los
años noventa, la guerra civil y la posguerra,
recreadas a través de series históricas
que exigen amplios presupuestos, pierden la batalla
frente a producciones más rentables y
de menores costes. Las comedias de situación
de producción nacional, que inician su
auge con la irrupción de las televisiones
privadas, empiezan a adquirir protagonismo a
principios de esa década. No encontramos
rastro de narraciones ubicadas en este período
histórico hasta la llegada de Cuéntame
cómo pasó, que verifica cómo
una serie de estas características puede
interesar al gran público; aún
más si sus argumentos se presentan bajo
ciertas dosis de humor y nostalgia. Con posterioridad
se estrena el serial Amar en tiempos revueltos
que, a pesar de tener un tratamiento diferente
al anterior, emitirse diariamente y caracterizarse
por un tono más dramático que cómico,
consigue atrapar la atención del público;
un público mayoritariamente femenino.
No obstante, ambas destacan por un importante
trabajo y esfuerzo de documentación a
través de entrevistas personales, realizadas
a aquellos que vivieron los hechos en primera
persona, así como por la búsqueda
de imágenes que ilustren visualmente la
época, dotándola de mayor realismo.
La diferencia con las series históricas
de los ochenta es que las primeras se alejan
de la base literaria, aunque intentan aproximarse
a la realidad a través de un intenso trabajo
de hemeroteca.
Al igual que
ocurrió con Cuéntame cómo
pasó y tras esperar durante varios años
una respuesta afirmativa, Amar en tiempos revueltos
comienza a emitirse, con demora, en el año
2005, convirtiéndose en el primer serial
de producción nacional diario, ubicado
en el período histórico de la posguerra.
La serie arranca en 1936 y narra la historia
de Andrea, hija de un empresario suministrador
de granito y materiales de construcción,
que acaba de cumplir 18 años y se dispone
a emprender estudios de pintura. En este entorno
conoce a Antonio, un republicano convencido y
situado ideológicamente en las antípodas
de Rodrigo (hermano de Andrea), que milita activamente
en la Falange. Andrea y Antonio se enamoran.
Con la guerra, los dos conocen la cárcel
y tienen un hijo que, poco después, desaparece.
Para salvar a Antonio de la muerte, Andrea se
casa con un abogado de derechas, Mario. Andrea
y Antonio rehacen sus vidas después de
la guerra, cada uno por su lado, hasta que la
aparición de su hijo vuelve a reunirles
(Diario de Navarra, 14, Junio, 2005).
Tras una primera
experiencia realizada en la televisión
catalana (TV-3,) bajo el título Temps
de silenci y con una excelente acogida por
parte del público, la productora Diagonal
TV presenta un proyecto para Televisión
Española modificando el título
y manteniendo algunos vínculos con su
predecesora, pero marcando también importantes
diferencias: la acción se traslada de
Barcelona a Madrid y la estructura se aleja de
las grandes elipsis narrativas existentes en
Temps de silenci. Así mismo,
en esta última se tratan algunos temas
referentes a la sociedad catalana, como el conflicto
de la lengua o la transformación de la
sociedad a lo largo del tiempo. Amar en tiempos
revueltos sigue un sistema narrativo más
lineal que la anterior pues, a pesar de iniciarse
en los albores de la guerra civil, ésta
es relatada con una extrema brevedad, ya que
no interesa el conflicto bélico sino sus
repercusiones sociales: “Contar una novela
en esa época tiene todos los argumentos
y potenciales dramáticos que no da el
tiempo moderno”, comenta Jaume Banacoloche,
productor ejecutivo de la serie.
Amar en
tiempos revueltos obtiene cada tarde una
audiencia de al menos dos millones de telespectadores.
Dirigida por Lluís Mª Guell y Orestes
Lara, con guión de Josep M. Benet i Jornet,
Rodolf Sirera y Antoni Oneti y producción
de Eugeni Margalló, con un ritmo de rodaje
frenético, escaso presupuesto y basando
sus historias no sólo en fuentes documentales
escritas y audiovisuales sino también
en testimonios orales, Amar en tiempos revueltos
pretende recorrer rincones del pasado para
ofrecer una visión de la posguerra diferente,
desde el punto de vista de los vencidos.
La concepción
“presentista” del pasado
Edy (1999:45) establece una tipología
en la que se detectan varias estrategias empleadas
por los periodistas cuando “recuerdan”
el pasado y traducen ese recuerdo en un texto
noticioso:
1. Las historias conmemorativas: el proceso por
el cual se eligen los acontecimientos que se
reviven no es único.
2. Las analogías históricas: conectan
la actualidad con el pasado con fines predictores.
Se trata de la noción de la historia que
se repite y no permiten reexaminar el pasado,
puesto que son sólo un ilustrador o un
modelo del presente.
3. El contexto histórico: consiste en
recoger del pasado una porción que parece
relevante en las circunstancias presentes.
Para ello, debemos tener en cuenta la permanente
reescritura de la historia y el constante diálogo
que se produce entre presente y pasado. En ocasiones,
los cambios en la percepción del pasado
responden al esfuerzo de los historiadores por
desentrañar aspectos o interpretaciones
novedosas o desconocidas. En las propias palabras
de la autora:
El territorio
de la memoria está constituido por la
interacción y la dialéctica entre
el pasado y el presente, pues sólo estudiando
esas interrelaciones podremos detectar cómo
el presente condiciona la visión y percepción
del pasado, en qué medida exige revisiones
históricas, y de qué manera está
influido por el pasado.
Resulta especialmente
interesante analizar por qué en el arco
temporal que comprende desde el año 2000
al 2006 (contexto en el que nos centraremos a
lo largo de este artículo), sólo
dos series analizan el período posterior
a la guerra civil española y los años
de la dictadura. La primera (Cuéntame
cómo pasó), ubicada en los
años sesenta y la posterior llegada de
la democracia, con un tono más ligero
y nostálgico, y la segunda (Amar en
tiempos revueltos), situada en los años
inmediatamente posteriores a la guerra civil.
No sólo es interesante el contexto en
que estas producciones se producen sino también
cómo los temas sociales que preocupan
a la sociedad en este momento se ven reflejados
en ambas series, sobre todo en el segundo caso,
en cuyo análisis nos centramos a continuación.
El esquema “Yo, aquí y ahora”
propugnado por Benveniste, tiene en este estudio
un relevante significado:
Las manifestaciones
de tiempo y lugar tienen una manifestación
gramatical variada (deícticos), siendo
su característica principal su significado
variable: “yo”, “aquí”
y “ahora” cambian su significado
denotativo en cada enunciación (Jiménez
Cano, 2004).
Así mismo,
hay que tener en cuenta la reflexión y
categorización realizada por Garrido (1996:29-32)
sobre los mundos posibles y sus representaciones
en la ficción, al hablar del texto narrativo.
Para él:
La ficción
constituye, pues, una forma de representación
gracias a la cual el autor plasma en el texto
mundos que, globalmente considerados, no tienen
existencia en la realidad objetiva, ya que su
existencia es puramente intencional. Mundos
que, por tanto, escapan a los criterios habituales
de verdad/falsedad y responden a la lógica
del como o del como si; mundos en suma, a los
que cabe exigir únicamente coherencia
interna.
Todo es ficción
en el ámbito del relato, pues el arte
transforma y convierte la realidad efectiva.
Distingue distintos modelos de mundo: el de la
realidad efectiva (constituido por reglas del
mundo real, con lo cual su contenido puede ser
demostrado empíricamente, como en el caso
de los textos de carácter histórico,
periodístico o científico), el
de lo ficcional verosímil (tienden a parecerse
al mundo objetivo, pues son mundos posibles contados
a través de relatos realistas), y el de
lo ficcional no verosímil (cuya existencia
es sólo posible en ámbito mental,
aunque deben seguir respondiendo a reglas de
verosimilitud dentro del relato). Los tres modelos
no tienen que darse de forma aislada sino que
pueden convivir. Es precisamente lo que sucede
en el serial Amar en tiempos revueltos,
donde coexisten dos tipos de relatos: el de lo
ficcional verosímil (el argumento de la
serie está basado en hechos reales que
ocurrieron en España en los años
cuarenta) y, al mismo tiempo, el de la realidad
efectiva (con la introducción de imágenes
reales del NO-DO de la sociedad española
en 1940)5.
Tiempos
externos y tiempos internos al relato: Yo, aquí
y ahora
Según Blanco y Bueno (1980:14), “la
instancia del discurso designa el conjunto de
operaciones, de operadores y de parámetros
que controlan el discurso. Ese término
genérico permite evitar la introducción
prematura de la noción de sujeto. El acto
es primero, y los componentes de su instancia
son segundos, puesto que emergen del acto mismo”.
Al producirse la función semiótica,
la instancia del discurso opera un reparto entre
el mundo exteroceptivo (plano de la expresión)
y el mundo interoceptivo (plano del contenido),
con lo cual este reparto adquiere la forma de
una toma de posición, al igual que establecen
otros autores desde disciplinas dispares.
Las palabras
de Benveniste (en Dehennin, 1983) en relación
a la enunciación y al enunciado resultan,
si cabe, más reveladoras: “El discurso
es toda enunciación que supone un locutor
y un auditor, y en aquel, la intención
de influir en éste de alguna manera”.
Desde este punto de vista, los lingüistas
definen la enunciación como la distancia
que el locutor adopta frente a su enunciado y
su adhesión a éste más allá
del sistema verbal.
Los semióticos
utilizan para ello dos conceptos: embrague y
desembrague. El desembrague consiste en la operación
mediante la cual el sujeto empírico de
una enunciación y sus circunstancias espacio-temporales
se transforman en signos implícitos en
el enunciado (“yo”, “aquí”,
“ahora”)-, vinculados y a la vez
desconectados de aquéllos. En la serie,
estos signos se manifiestan del siguiente modo:
- “Yo”:
equipo creativo que da origen a la serie.
- “Aquí”: España, adaptación
de la obra TV catalana Temps de Silenci,
rodada en Barcelona y Madrid.
- “Ahora”: años 2005/06, gobierno
socialista en el poder desde 2004, cambios en
la dirección de RTVE donde se emite la
serie.
Genette (2004),
por el contrario, propone los tiempos de la historia
(material o significado), el tiempo del relato
(historia configurada formalmente) y el de la
narración-enunciación (Garrido,
1986). Por otro lado, emplea el concepto denominado
“metalepsis del autor” cuando el
narrador extra-diegético (el que está
fuera de la historia que se cuenta, o sea, el
autor implícito de la novela), rompe el
flujo de la narración y apela al personaje
o al narratario, a quien el narrador dirige su
discurso. De este modo, estaría refiriéndose
también a las huellas del autor en el
texto. Prince (1987) define esta figura como
la intrusión de una diégesis de
un ente en otra diégesis.
Tal y como indica
Sánchez Noriega (2000:90-98): “El
modo narrativo o punto de vista considera al
narrador en tanto que perceptor de la historia.
Es decir, se plantea la distancia o perspectiva
que regula la información del mundo ficcional.
Independientemente de quien adopte el punto de
vista del narrador, el modo narrativo relaciona
al narrador con los personajes y es un mecanismo
de construcción del relato por el que
la historia es contada según una perspectiva
determinada, privilegiando un punto de vista
sobre los otros, restringiendo la información,
omitiendo unos datos o sobre-valorando otros”.
Según
Bal (1985), es narrado todo lo que se sitúa
en un nivel inmediatamente inferior al nivel
en que se produce el acto de la enunciación;
o sea, el narrador mantiene con su objeto una
relación jerárquica de superioridad.
Puede intervenir en ella como un narrador puro
o, normalmente como narrador diegeta,
instancia con escasa enunciación lingüística
propia pero con marcada focalización diegética.
Metodología
Tras la delimitación del marco teórico,
procedemos a explicar cuál es el objeto
de estudio, el por qué de su elección
y en último lugar, el método.
El objeto de
análisis de esta investigación
es la ficción televisiva Amar en tiempos
revueltos. La muestra analizada comprende
los 140 primeros capítulos (TVE-1, desde
octubre de 2005 a octubre de 2006), ubicados
en el período posterior a la guerra civil:
los años cuarenta.
La selección
de la muestra obedece al interés que despierta
el tema tratado así como a la escasez
de títulos ubicados en este período
histórico en la ficción televisiva
española.
Fichas de análisis:
surgen después de leer y examinar investigaciones
similares sobre caracterización de personajes
y construcción de género en medios
de comunicación de masas6:
la primera analiza los personajes femeninos y
la construcción de género, mientras
que la segunda se centra en el análisis
de los argumentos y estereotipos. Se divide en:
1. Datos de
identificación básicos: número
del capítulo, código de tiempo…
2. Análisis de los argumentos expuestos
en la serie.
3. Análisis de la relación entre
el tiempo del autor y el tiempo del enunciado.
|
Relato
Televisivo
Amar en tiempos revueltos
|
|
Tiempo del
autor
(2005/06) |
<--------------------------> |
Tiempo del
enunciado
(1939/54) |
Figura 1. Tiempo del autor y
tiempo del enunciado en Amar en tiempos revueltos
El tiempo externo
al relato, según la figura 1, está
constituido por el tiempo del autor y por el
tiempo del receptor. El tiempo del autor comprende
las coordenadas espacio-temporales en las que
el autor real vive y el contexto en el cual crea
el relato. El tiempo del receptor es el tiempo
en el cual ese relato es percibido. Éste
no tiene por qué coincidir con el tiempo
del autor. Esto sucedería, por ejemplo,
en aquellos casos donde la recepción se
produjese con posterioridad a la escritura de
la obra o tiempo del autor y es fundamental en
su comprensión, pues disminuirá
o aumentará en función de que autor
y receptor compartan o no las mismas coordenadas
espacio-temporales.
El tiempo interno
al relato está formado por el tiempo de
la enunciación narrativa, que puede o
no coincidir con el tiempo del autor, y el enunciado
narrativo, constituido por las coordenadas espacio-temporales
en que se desarrolla la diégesis.
Según
la figura 2, la realidad estaría constituida
por el espacio y tiempo históricos y,
en el plano del discurso poético, destacarían
el autor, el acto del habla y el lector.
(Realidad)
|
Discurso
poético |
Espacio y
tiempo históricos |
Autor-Acto
del habla poético-lector |
|| |
|| |
||
V |
||
V |
Espacio y
Tiempo |
Hablante
lírico-Modalización lírica-“Tú
lírico” |
Ficticios |
|
(Ficción) |
Enunciación
Poética |
Figura 2. Realidad y discurso
poético
Pero donde mejor
se aprecia la relación entre el tiempo
externo al relato y el tiempo interno, es en
el siguiente cuadro (figura 3), elaborado por
Sánchez Noriega (2000) y basado en las
teorías de Todorov. En él nos basaremos
para analizar la relación entre los siguientes
niveles: el tiempo del autor (tiempos externos
al relato) y el tiempo de la enunciación
y del enunciado narrativo (tiempos internos al
relato).
A. Tiempo
externo al relato |
A.1. Tiempo
del autor |
A. Tiempo
externo al relato |
A.2. Tiempo
del receptor |
B. Tiempo
interno al relato |
B.1. Tiempo
de la enunciación narrativa |
B. Tiempo
interno al relato |
B.2. Tiempo
del enunciado narrativo |
Figura
3. El texto poético
La historia
narrada puede situarse en una época anterior
o coetánea a la del autor. En el caso
de ubicarse en la misma época, éste
participará de los valores y visiones
del mundo ficcional. En caso contrario, la distancia
hará que ese relato se pueda ver modificado
por la visión desde el tiempo presente.
Resultados.
La correspondencia entre el tiempo del autor
y el tiempo del enunciado
Considerando
los principios expuestos y tras un análisis
pormenorizado del contenido de la serie, llegamos
a una serie de resultados que evidencian la relación
que existe entre el tiempo del autor y de la
escritura (2000/06) y el tiempo del enunciado
(1939/45).
Tiempo del autor
y tiempo de la escritura (2000/06) Tiempo del
enunciado (1939/45)
Tiempo
del autor
y tiempo de la escritura (2000/06)
|
Tiempo
del enunciado (1939/45) |
1. Proyecto de Ley para la recuperación
de la memoria histórica.
|
1. Consecuencias
de la guerra civil. Represión de los
vencidos. |
2. Reforma del Código Civil de 28 de
noviembre de 2004, para agilizar y simplificar
los trámites de las rupturas matrimoniales
(el denominado “divorcio expres”)
|
2. Prohibición
del divorcio, una vez finalizada la Guerra
Civil, con la victoria del bando nacional y
el desmoronamiento de la II República. |
3. Ley 39/1999, de 5 de noviembre, para promover
la conciliación de la vida familiar
y laboral de las personas trabajadoras.
|
3. Educación
femenina en la posguerra: dificultad y prohibición
de la incorporación de las mujeres al
mundo laboral. |
4. Ley Orgánica
1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección
Integral contra la Violencia de Género
y debate en Cataluña en torno a la prostitución
|
4. La violencia
de género es algo que afecta exclusivamente
a la vida privada e intimidad de las personas.
En esa época, la ley podía condenar
a las mujeres adúlteras a penas de hasta
6 años de cárcel. |
5. Ley 13/2005, de 1 de julio, por la que se
modifica el Código Civil en materia
de derecho a contraer matrimonio entre personas
del mismo sexo.
|
5. Prohibición
y rechazo de la homosexualidad masculina y
femenina |
Figura
4. Relación entre el tiempo del autor
y tiempo del enunciado
1. Proyecto
de Ley por el que se reconocen, se amplían
derechos y se establecen medidas en favor de
quienes padecieron persecución o violencia
durante la guerra civil y la dictadura8.
A través de él se pretende:
Promover su
reparación moral y la recuperación
de su memoria personal y familiar, y adoptar
medidas complementarias destinadas a suprimir
elementos de división entre los ciudadanos,
todo ello con el fin de fomentar la cohesión
y solidaridad entre las diversas generaciones
de españoles en torno a los principios,
valores y libertades constitucionales.
En definitiva,
la presente ley desea contribuir al cierre de
heridas todavía abiertas en los españoles
y dar satisfacción a los ciudadanos que
sufrieron, directamente o a través de
sus familiares, las trágicas consecuencias
de la Guerra Civil o la represión de la
Dictadura9.
En la entrevista
realizada a uno de los creadores de la serie
(Rodolf Sirera), éste comenta que Amar
en tiempos revueltos no se inscribe en ninguna
de las medidas del gobierno socialista para la
recuperación de la memoria histórica.
A pesar de no formar parte de ninguna iniciativa
concreta, sí es cierto que coincide en
el tiempo con la elaboración del Proyecto
Ley y la reclamación, por parte de distintas
asociaciones de ex?combatientes del bando republicano,
de su recuperación.
2. Reforma del
Código Civil, de 28 de noviembre de 2004,
para agilizar y simplificar los trámites
de las rupturas sentimentales (el denominado
“divorcio expres”).
Con la nueva
reforma ya no será necesaria la separación
previa para iniciar el proceso de divorcio, con
el consiguiente ahorro económico y procesal.
A partir de este momento, las parejas tendrán
que esperar tres meses desde el día en
que contrajeron matrimonio. Sólo se podrá
evitar este plazo si se acredita "un riesgo
para la vida, la integridad física, la
libertad, la integridad moral o la libertad e
indemnidad sexual del cónyuge demandante
o hijos que conviven con ambos"10.
El resultado es que las parejas que lo deseen
podrán conseguir el divorcio en un plazo
menor a seis meses (en la mitad de tiempo que
antes de la reforma).
Otro aspecto
importante es que ya no será necesario
alegar causas para la disolución del matrimonio11
y además se podrá solicitar la
custodia compartida de los hijos (solicitada
por uno de los cónyuges o por los dos),
siempre en beneficio del menor y cuando estén
de mutuo acuerdo:
Con esta reforma,
se estima el respeto al libre desarrollo de
la persona, se justifica la voluntad del individuo
cuando ya no desea seguir vinculado con su cónyuge.
Así se establece el ejercicio de su derecho
a no continuar casado no debe hacerse depender
ni de una previa e ineludible situación
de separación, ni de la demostración
de la concurrencia de causa alguna, pues la
causa determinante no es más que el fin
de esa voluntad expresada en su solicitud.
En la ficción
aparece en varias ocasiones el tema de las rupturas
matrimoniales. Es el caso de Pura que, al no
aceptar que su marido se haya marchado con otra
mujer, finge ser viuda. Otro ejemplo es el de
Andrea que, enamorada de Antonio, quiere separarse
de Mario, pero éste prefiere, a pesar
de la infidelidad de su mujer, representar ante
la sociedad la apariencia de un matrimonio feliz.
Por ello, amenaza con denunciarla por adulterio
y abandono del hogar si decide dejarle, con lo
que perdería todos los derechos sobre
su hijo.
El divorcio,
instaurado legalmente durante la República,
como se recoge en el artículo 43 de la
Constitución Española de 1931 (Nueva
Enciclopedia Jurídica, 1995:658-665),
fue derogado en el franquismo12:
La familia
está bajo la salvaguardia especial del
Estado. El matrimonio se funda en la igualdad
de derechos para ambos sexos, y podrá
disolverse por mutuo disenso o a petición
de cualquiera de los cónyuges, con alegación
en este caso de justa causa.
Al no existir
el divorcio, los problemas conyugales (según
se muestra en la serie), derivaban frecuentemente
en adulterio o violencia de género. La
mujer, que debía fidelidad y sumisión
a su marido, era la más perjudicada. Las
infidelidades cometidas por los maridos y padecidas
por las esposas, con indiferencia o impotencia,
son bastante usuales en los capítulos
analizados. Aunque el adulterio también
es cometido por algunos personajes femeninos,
éste es menos habitual teniendo en cuenta
que las consecuencias para hombres y mujeres
en ese período eran desproporcionadamente
desiguales, pues hasta el año 1978 las
mujeres adúlteras podían ser condenadas
a penas de cárcel de hasta seis años,
si eran denunciadas por sus cónyuges.
En relación
a las uniones civiles, la legislación
recoge cómo durante la II República
se instaura, de nuevo –ya había
sido regulado por ley en 1870–, el matrimonio
civil obligatorio para todos los españoles.
La Ley de 28 de junio de 1932 declara en su artículo
1: “A partir de la vigencia de la presente
Ley sólo se reconoce una forma de matrimonio,
el civil”. Quedaba claramente establecido
un sistema de unión civil obligatorio
que no contemplaba el matrimonio religioso. La
Iglesia Católica consideró estas
uniones como concubinarias. Fue derogada por
Franco por la Ley de 12 de marzo de 1938 (Nueva
Enciclopedia Jurídica, 1978:88-89).
3. Ley 39/1999,
de 5 de noviembre, para promover la conciliación
de la vida familiar y laboral de las personas
trabajadoras.
Tal y como se
recoge en el Boletín General del Estado13:
La incorporación
de la mujer al mundo del trabajo ha propiciado
uno de los cambios sociales más profundos
de este siglo. Este hecho hace necesario configurar
un sistema que contemple las nuevas relaciones
sociales surgidas y un nuevo modo de cooperación
y compromiso entre mujeres y hombres que permita
un reparto equilibrado de responsabilidades
en la vida personal en la privada.
La ley introduce
nuevos cambios legislativos en el ámbito
laboral para que los trabajadores puedan participar
de la vida familiar, estableciendo un nuevo paso
en el camino de la igualdad de hombres y mujeres,
concediendo permisos de paternidad y maternidad
que no perjudiquen a ambos (sobre todo a las
mujeres) en el acceso a puestos de responsabilidad.
Como novedad, se amplían los supuestos
considerados como faltas de asistencia (a efectos
del contrato del trabajo): por absentismo laboral,
que se producirá en caso de riesgo durante
el embarazo, enfermedades causadas por el mismo,
por parto o por lactancia.
En el serial
analizado se refleja cómo, tras el enfrentamiento
civil, se produjo el fortalecimiento de la ideología
patriarcal, debido a los medios de comunicación,
al sistema educativo y a la influencia de la
Iglesia. En ese momento, España era un
país eminentemente rural, poco industrializado
y con alto índice de analfabetismo (con
un porcentaje superior de mujeres analfabetas
que de hombres). En la ficción analizada,
Andrea, la protagonista, perteneciente a la burguesía,
quiere estudiar una carrera universitaria, pero
su familia se lo prohíbe. Aceptan, en
cambio, que acuda a clases de pintura.
En cuanto a
las costumbres sociales, cuando se trataba de
mujeres jóvenes éstas no debían
acudir solas a los espectáculos ni tampoco
ir acompañadas por personas del sexo opuesto,
a no ser que fueran parientes . Todo ello unido
a una intensa práctica religiosa y a un
objetivo claramente hogareño. La socialización
se iniciaba en las familias y se reforzaba en
los colegios, con una educación diferenciada
para niños y niñas, fomentando
en éstas últimas cualidades como
el aseo personal y el cuidado de la familia:
Desde la primera
enseñanza de las niñas hasta el
último de los cursos impartidos por la
Sección Femenina, desde cualquier discurso
religioso o político dirigido a la mujer
hasta las leyes de distinto rango elaboradas
por el Estado, todo, incluyendo los valores
sociales y culturales del franquismo, respondían
a una concepción de la mujer, cuya esencia
era la maternidad. (Gallego, 1983:133-195).
Tal y como expone
la autora citada anteriormente, la educación
religiosa estaba muy presente en la literatura
educativa para las mujeres de la época.
Algunos de los consejos ofrecidos, según
el estado civil de las lectoras, eran los siguientes:
-La soltera:
debía centrar toda su atención
en el matrimonio. En caso de que este objetivo
fuese imposible, debería “mortificarse”
cumpliendo su misión a través de
obras del apostolado, beneficencia… La
soltera que, “por egoísmo”,
prefiriese la soltería por poder mantenerse
por sí misma, se considerará como
“una desequilibrada, exaltada, extravagante
y no requiere ningún tipo de consejo o
atención”. Las mujeres de este tipo
eran aisladas socialmente por no asumir con naturalidad
los deberes de cualquier joven de la época:
casarse y tener hijos. Considerando que, tras
la guerra, el número de mujeres era superior
al de hombres, podrá entenderse lo difícil
que resultaba a cualquier muchacha conseguir
un matrimonio satisfactorio. El mejor consejo
para las “solteronas” –si todos
los intentos resultaban fallidos, como recoge
Martín Gaite (2005)– era el de “meterse
a monja”. Había algunas excepciones,
como aquellas mujeres cuyos maridos fallecieron
en la guerra, que eran respetadas y de las que
se esperaba defendiesen su luto con honradez,
pero se les criticaba si se “echaban”
un nuevo novio. El luto –representado por
algunos personajes de la serie– era de
riguroso negro y, al menos en los pueblos, debían
guardarse durante un año.
-La casada:
era el estado perfecto para que la mujer pudiese
alcanzar su misión más importante
en la vida: la maternidad. Y ello sólo
era posible a través del matrimonio; un
matrimonio que daba por hecho la sumisión
de la mujer al marido. Se consideraba la emancipación
de la mujer –tanto económica, social
o fisiológica– como un terrible
crimen y una libertad antinatural. Se trataba
del modelo de mujer austera y recatada, preconizada
por la Sección Femenina de la Falange:
discreta, madre y esposa ejemplar, siempre servicial
y sonriente, ante todo buena cristiana, educada
para comprender a su marido y perdonar cualquiera
de sus “debilidades” (papel desempeñado
por Loreto en el serial analizado).
Por otro lado,
la lectura de novelas rosa que tanto interesaban
a las jóvenes de posguerra y el hecho
de que algunos soldados se alejasen, una vez
terminada la guerra civil, a combatir en la División
Azul –tal y como se aprecia en la serie,
en la relación entre Consuelo y Rodrigo–,
propició y fomentó las confidencias
epistolares entre desconocidos de sexo contrario
“mediante la institución de las
madrinas de guerra, encargadas de consolar (con
mayor o menor eficacia, de acuerdo con su imaginación
y dotes literarias) a un soldado del que podían
acabar enamorándose sin haberlo visto
nunca” (Martín Gaite, 2005:153).
Esta relación idealizada no tardaría
en causar problemas inevitables tras el regreso
del combatiente y el enlace con su anhelante
prometida.
Sin embargo,
no todos los personajes femeninos representados
en la serie responden al modelo indicado anteriormente:
- Beatriz, que
procede de una familia aristocrática tiene,
por su estatus, considerables ventajas respecto
a las mujeres pertenecientes a clases sociales
inferiores. Representa la emancipación
en el terreno sexual e ideológico. Es
una mujer que no necesita una figura masculina
para conseguir un estado de plenitud. El hecho
de tener una opción sexual diferente y
su apoyo al bando republicano, condicionan y
anticipan su muerte, al ser denunciada por el
marido de su amante.
- Paloma es una mujer hermosa, de unos 40 años,
que no ha cumplido íntegramente los objetivos
de cualquier mujer, como consecuencia de la muerte
de su marido: la maternidad. Representa la emancipación
económica, que le traerá no pocos
problemas y abusos, sobre todo por parte de los
hombres. Finalmente se ve obligada a buscar un
protector que le ayude a salir adelante en su
negocio, algo bastante usual en la época.
- Andrea representa la emancipación ideológica.
Es una mujer con ideas propias y con inquietudes
profesionales, que ve imposibilitadas en el entorno
en el que se mueve y, sobre todo, por la clase
social a la que pertenece. No era aceptable que
una mujer de su posición trabajase y,
más aún, estando casada.
En todo este
proceso de adoctrinamiento social, por el cual
se criticaba y aislaba duramente a todas aquellas
mujeres alejadas de la norma, estuvo presente
la Sección Femenina (Gallego, 1983):
Sus efectos
de socialización para el sometimiento
de las mujeres no se agotan en aquellas que
la recibieron directamente, en los años
de mayor intensidad adoctrinadora, sino que
conformaron, en alguna medida, su influencia
en las generaciones siguientes y en la pervivencia
de valores sociales rígidos y antidemocráticos.
4. Ley Orgánica
1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección
Integral contra la Violencia de Género
y debate social y político en Cataluña
en torno a la prostitución.
Por esta ley,
la violencia de género deja de ser un
tema que afecte únicamente al ámbito
de lo privado, sino que se manifiesta como el
“síntoma más brutal de desigualdad
existente en nuestra sociedad”. Por otro
lado, revisa y establece nuevas consideraciones15:
La Ley establece
medidas de sensibilización e intervención
en el ámbito educativo. Se refuerza,
con referencia concreta al ámbito de
la publicidad, una imagen que respete la igualdad
y la dignidad de las mujeres. Se apoya a las
víctimas a través del reconocimiento
de derechos como el de la información,
la asistencia jurídica gratuita y otros
de protección social y apoyo económico.
Proporciona por tanto una respuesta legal integral
que abarca tanto las normas procesales, creando
nuevas instancias, como normas sustantivas penales
y civiles, incluyendo la debida formación
de los operadores sanitarios, policiales y jurídicos
responsables de la obtención de pruebas
y de la aplicación de la ley.
En relación
a la prostitución en Cataluña,
a lo largo del año 2005 aparecen numerosas
noticias en prensa sobre el debate social y político
en torno a la prostitución. Se fija una
norma para multar a las prostitutas y a sus clientes
con cantidades comprendidas entre los 100 y los
500 euros. Algunas noticias indican cómo
el 70% de las que ejercen en la calle son extranjeras
(dato esencial para analizar cómo ha evolucionado
la prostitución en España desde
1940). La prostitución es uno de los temas
con más presencia en la serie analizada.
Soto, en su proyecto de investigación
sobre el franquismo afirma: “La mujer supo
sobrevivir. Era madre, tenía hijos y éstos
tenían que comer; en muchos casos era
viuda. Así que se prostituyó y
mintió para poder sobrevivir en la posguerra”.
En varias ocasiones se refleja cómo ésta
se produce fundamentalmente por una situación
de necesidad extrema. En palabras de Martín
Gaite (2005:103): “esta prostitución
furtiva o eventual era ejercida, según
se insiste en algunos textos, por jóvenes
desamparadas o sirvientas despedidas”.
Por un lado,
se daban las queridas o entretenidas –como
en el caso de Paloma, en la ficción–,
que buscaban a un hombre influyente y poderoso
que cuidase de ellas, pues las mujeres solteras
o viudas eran las más débiles –aspecto
que se acentuaba aún más si encima
eran republicanas–. También era
frecuente la prostitución en madres solteras,
que eran rechazadas por sus respectivas familias
tras un embarazo imprevisto. Tal y como afirma
una de las prostitutas en la serie, durante la
posguerra la prostitución se convirtió
en un buen negocio, pues la demanda de servicios
sexuales se vio propiciada por la represión
imperante y la separación de los sexos.
Además, socialmente no estaba mal considerado
que un hombre acudiese a una casa de citas de
vez en cuando, aunque estuviese casado.
La represión
sexual de los años de la posguerra provocó
la infelicidad de muchos matrimonios, convirtiendo
a la mujer en un sujeto represivo por parte del
varón, renunciando a su sexualidad y viéndose
obligada a parir con dolor. Hubo algunas iniciativas
para erradicar la prostitución como la
de Mujeres Libres, una organización
anarquista femenina que se encargaba de ayudar
a las jóvenes para que tuviesen una capacitación
profesional, mediante cuidados sanitarios, psicoterapia
y formación, en lo denominados “Liberatorios”
–casas de rehabilitación- (Nash,
1995).
El Decreto del
27 de marzo de 1941 deroga el del 28 de junio
de 1935 (Ministerio de la Gobernación)
y declara lícito el ejercicio de la prostitución.
Ésta estuvo autorizada hasta 1956, estableciéndose
un control para las enfermedades venéreas.
Sin embargo, el deseo del Régimen de proteger
a la familia y la moral pública no llevaron
a la inmediata abolición de la prostitución,
como cabía esperar. A pesar de la preocupación
moralizante, las enfermedades infecciosas y venéreas
alcanzaron índices muy elevados. Las prostitutas
eran las únicas culpables de estas transmisiones17.
En opinión
de Eslava (1991), el burdel era el lugar donde
los hombres hacían tertulia y se desahogaban
de sus problemas –aspecto que se aprecia
en la serie–. Algunos mantenían
relaciones sexuales con las mujeres y otros no.
La relación entre el cliente y la prostituta
podía llegar a durar años.
Otro tema que
aparece en una de las tramas de la serie es la
violencia de género: Rodrigo, miembro
de la Falange, regresa de combatir en el frente
ruso. Las secuelas psicológicas y físicas
que arrastra serán muy difíciles
de borrar. La culpabilidad por el asesinato de
un republicano le torturará constantemente,
sufriendo episodios de esquizofrenia. Se convierte
en un hombre celoso, dominante y agresivo con
su esposa. En algunas ocasiones le agrade e incluso
intenta matarla. Finalmente, es ingresado en
una clínica psiquiátrica y termina
quitándose la vida. A pesar de recibir
malos tratos por parte de su marido y denunciarlos
dentro de la familia, todos los allegados aconsejan
a la esposa su permanencia en la casa conyugal,
quitando importancia al asunto y ocultándolo
en la más absoluta privacidad, llegando
incluso a justificar el comportamiento del agresor.
5. Ley 13/2005,
de 1 de julio, por la que se modifica el Código
Civil en materia de personas del mismo sexo.
La Ley recoge, básicamente, los siguientes
contenidos o principios:
La regulación
del matrimonio en el derecho civil contemporáneo
ha reflejado los modelos y valores dominantes
en las sociedades europeas y occidentales. Su
origen radica en el Código Civil francés
de 1804, del que innegablemente trae causa el
español de 1889. En este contexto, el
matrimonio se ha configurado como una institución,
pero también como una relación
jurídica que tan sólo ha podido
establecerse entre personas de distinto sexo;
de hecho, en tal diferencia de sexo se ha encontrado
tradicionalmente uno de los fundamentos del
reconocimiento de la institución por
el derecho del Estado y por el derecho canónico.
Por ello, los códigos de los dos últimos
siglos, reflejando la mentalidad dominante,
no precisaban prohibir, ni siquiera referirse,
al matrimonio entre personas del mismo sexo,
pues la relación entre ellas en forma
alguna se consideraba que pudiera dar lugar
a una relación jurídica matrimonial18.
Partiendo de
esta base, se permiten los matrimonios civiles
entre personas del mismo sexo, lo que incrementa
en un primer momento este tipo de uniones. Con
ello se equiparan las relaciones entre las personas
homosexuales y heterosexuales, al eludir una
prohibición que se considera discriminatoria.
La homosexualidad,
tanto masculina como femenina, han sido temas
absolutamente silenciados en las representaciones
televisivas hasta hace pocos años, y más
aún aquellas referentes a este período,
con algunas excepciones como Lorca, muerte
de un poeta (1987). En la serie analizada,
ésta se plantea a través de dos
tramas argumentales. La primera, protagonizada
por Sito (el benjamín de la familia),
que descubre su orientación homosexual
en la adolescencia y que, a pesar de ocultar
sus preferencias sexuales a la familia, inicia
relaciones furtivas y secretas con distintos
jóvenes, mientras mantiene una relación
sentimental con una chica de su clase, con la
que contraerá matrimonio posteriormente.
La segunda, protagonizada por Beatriz, personaje
perteneciente a la aristocracia, que mantiene
relaciones con una mujer casada. Al ser descubierta
por el marido de ésta, es denunciada por
motivos políticos y asesinada.
La República
despenalizó la homosexualidad en 1932,
pero, a pesar de todo, seguía considerándose
socialmente como una enfermedad. Las lesbianas
padecen una doble discriminación: por
ser homosexuales y por ser mujeres; de ahí
la dificultad a la hora de encontrar fuentes
que hagan referencia al lesbianismo.
Conclusiones
Según los resultados obtenidos, se puede
afirmar que el tiempo del autor y el tiempo de
la enunciación mantienen una notable similitud
en relación a los temas sociales que se
desarrollan y que siguen estando vigentes en
la actualidad. Se retorna a un pasaje conflictivo
de la historia de España, con el fin de
contar un relato de amor imposible entre una
mujer burguesa y un obrero pero, paralelamente,
se pretende ofrecer un nuevo punto de vista sobre
un pasado que ha permanecido oculto durante mucho
tiempo: en un primer instante no podía
mostrarse como consecuencia de la dictadura y,
más adelante, el espíritu conciliador
de la transición eludió este tipo
de representaciones.
El serial analizado,
a pesar de no formar parte de un proyecto concreto
para la recuperación de la memoria histórica,
surge en el contexto de una serie de medidas
adoptadas por el gobierno español en los
últimos cinco años como: la Ley
contra la violencia de género, el Proyecto
Ley de recuperación de la Memoria Histórica,
la Ley que permite los matrimonios entre personas
del mismo sexo, la reforma del Código
Civil mediante la cual se agilizan los trámites
del divorcio y, por último, la Ley de
Conciliación, que supone un paso adelante
en la igualdad entre hombres y mujeres y además
pretende paliar el alarmante descenso de la natalidad
en España en los últimos años,
en parte estabilizado por la llegada masiva de
inmigrantes.
En definitiva,
al tratarse de un relato narrado con posterioridad
a los hechos históricos acaecidos, conserva
implícitas las huellas del autor y de
su tiempo sobre el enunciado, más aún
cuando la distancia que separa ambos niveles
es de sesenta y siete años. Tiempo suficiente
para reconsiderar los hechos y captar el interés
del público a través de una serie
de acontecimientos que conectan, por su asombrosa
concordancia, con el pensamiento y preocupaciones
actuales en España.
Notas:
1
A pesar de que, con la llegada de las nuevas
tecnologías, la televisión, como
medio de comunicación hegemónico,
irá perdiendo presencia a favor de nuevos
medios como Internet. Por otro lado, como consecuencia
de la llegada de la televisión digital,
se irá orientando hacia un nuevo modelo,
con un tipo de programación más
individualizada y temática.
2 Galán,
E. (2006). “Mujer y posguerra en el serial
Amar en tiempos revueltos”, en el Congreso
Internacional La otra dictadura. El régimen
franquista y las mujeres, 28, 29 y 30 de
Noviembre de 2006. Universidad Carlos III de
Madrid.
3 Disponible
en: (http://miarroba.com/foros/ver.php?foroid=797461&temaid=3660870)
4 Disponible
en: (http://www.formulatv.com/1,20050925,1503,1.html)
5 Considerado
como realidad efectiva, pues se trata de un documental
y no de un relato de ficción, aunque aquí
habría que plantearse si realmente los
relatos del NO-DO describían a la España
de 1940 o sólo aquellos aspectos permitidos
por el Régimen.
6 La ficha
está basada en el análisis realizado
para la siguiente tesis doctoral: Galán,
E. (2005). Construcción social de
la realidad y caracterización de los personajes
en las series profesionales en España
(1998-2003) Universidad de Extremadura,
España.
7 Aparecen
varias noticias en prensa durante la emisión
de la serie: Cia, B. (14, Enero, 2005). “Barcelona
plantea que la mendicidad organizada y los gratitos
sean delito penal”, en El País;
Cia, B. (19, Noviembre, 2005). “Barcelona
multará a las prostitutas y a sus clientes”,
en El País.
8 Ministerio
de la Presidencia. URL:
(http://www.mpr.es/NR/rdonlyres/3834DA97-8D86-4CD0-AE2E-7C8AA123725A/77934/ProyectodeLey.pdf)
9 Se trata,
además, de un tema con una gran presencia
en los medios de comunicación españoles,
pues tras la muerte de Augusto Pinochet vuelven
a surgir debates en torno a la conveniencia o
no de la recuperación de la memoria histórica.
10 Disponible
en:: (http://www.derecho.com/boletin/articulos/articulo0271.htm)
11 En el
antiguo modelo de separación-sanción,
el culpable de la separación quedaba apartado
de sus descendientes. Con la nueva Ley se pretende
conseguir que los hijos puedan continuar disfrutando
de una relación fluida con los dos progenitores.
12 El Decreto
de 2 de marzo de 1938 dejó en suspenso
la Ley de divorcio de 2 de marzo de 1932, que
fue finalmente derogada por la Ley de 23 de septiembre
de 1939. Salvo en el corto período comprendido
entre el 2 de marzo de 1932 y el mismo día
y mes de 1938, la legislación no admitió
el divorcio vincular o pleno.
13Para más
información, consular la Ley 39/1999,
de 5 de Noviembre, para promover la conciliación
de la vida familiar y laboral de las personas
trabajadoras. URL: (http://www.mtas.es/mujer/servicios/centro_documentacion/14.pdf)
14 En Amar
en tiempos revueltos, Pura acude con su
hija a un bar a tomar un café, pero le
advierte seriamente que una mujer decente no
debe entrar sola en esos sitios.
15 Ley Orgánica
1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección
Integral contra la Violencia de Género.
URL: http://www.famma.org/legislacion/leyviolencia.pdf
Cia, B. (18, Noviembre, 2005). “Cerca del
70% de las prostitutas que ejercen en Barcelona
son extranjeras”, en El País.
16 En el
serial, Consuelo es contagiada por su marido,
que acude asiduamente a burdeles. Al querer separarse
de él, éste le amenaza con denunciarla
por abandono de hogar, con lo cual se ve obligada
a seguir viviendo en la casa de su esposo.
17
Para más
información, URL: (http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/l13-2005.html)
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Dra.
Elena Galán Fajardo
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