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ReseÑa del libro de Manuel MartÍn Serrano.
TeorÍa de la comunicaciÓn. La comunicaciÓn, la vida y la sociedad.

Por Jesús Galindo Cáceres
Número 59

Manuel Martín Serrano es uno de los pensadores de la comunicación más constantes en Iberoamérica en los últimos treinta años. Su trabajo se identifica sobre todo con la teoría de las mediaciones sociales 1, cuyo impacto a lo largo de los años ha dejado una huella evidente en muchos de sus discípulos y lectores. Pero su obra no es un tema, es un programa, del cual periódicamente hay nuevos resultados, y que esperemos haya aún mucho más por aparecer en el futuro. Es decir, el texto sobre la mediación social fue sólo un momento de la bibliografía de este pensador único, intenso promotor de la vida intelectual desde su nicho en la Universidad Complutense de Madrid en España. El programa abarca diversos temas, en el apunte realizado en la presentación editorial del boletín de información y documentación de Anthropos 2, que en el año 1984 le dedicó un número monográfico, aparece la siguiente referencia.

"La labor científica, pues, se recoge a título de mero índice y presentación con los siguientes apartados: 1) En busca de la teoría del método, pasando por la mediación, hasta integrarse progresivamente en el ámbito de la Teoría Social; 2) La aplicación del método al estudio de objetos sociales concretos: se sintetiza en este apartado los trabajos dedicados a la teoría y a la investigación de la estructura y el cambio social; 3) El paso a la producción teórica original: el tercer paso de su producción intelectual se refiere a la producción teórica más original; comprende su quehacer actual para la construcción de una teoría de la comunicación, que, al mismo tiempo, sirva de referencia a un grupo de investigadores que se ocupa de diversos objetos, pero desde un enfoque común."

Y el programa ha continuado desde entonces moviéndose entre los tres puntos, proceso del cual es producto el presente texto reseñado, su propuesta de Teoría de la comunicación. En principio, y antes de continuar,   es necesaria la referencia a la liga interior profunda entre este texto y otro, publicado en el año 1981, "Teoría de la comunicación. Epistemología y Análisis de la referencia" 3, que conforma entre ambos una cierta unidad complementaria, en la cual el texto anterior es un antecedente que también tiene valor en sí mismo, y el texto actual que aparece como una culminación y cierre momentáneo del tema.

Difícil ser un teórico de la comunicación en el mundo académico actual. El término es de presencia universal, con diversos usos y apropiaciones, pero la comunicación académica tiene una agenda con otras prioridades. Un intelectual que se asume como teórico y epistemólogo de la comunicación asume los riesgos de la soledad, la incomprensión, el rechazo, la animadversión y el aislamiento. La maduración del mundo académico de la comunicación está llegando a un punto en el cual es posible la emergencia de un movimiento por las preguntas básicas, filosóficas, epistemológicas, metodológicas. Pero el escenario aún no es muy claro el día de hoy. Pensar en la situación de un académico que ha mantenido una postura de altos estudios y de reflexión básica a lo largo de varias décadas, es ya motivo suficiente para un reconocimiento y un momento de admiración. Este es el caso de Manuel Martín Serrano.

Después de la producción editorial de los años setenta y los ochenta, la voz del teórico madrileño había bajado en intensidad teórica, en apariencia otras tareas le ocupaban 4, la vocación sobre la construcción sobre lo general estaba esperando su momento, madurando en el interior de la mirada que observa, las notas personales, los cuadernos de trabajo, la intimidad del escritorio y el cuarto de estudio. Y llegó lo esperado, el libro de teoría de la comunicación que aquí nos interesa. El texto está dividido en cuatro partes, los orígenes de la comunicación, la naturaleza de la comunicación, la comunicación humana, y métodos de la teoría de la comunicación. La ambición es enorme, presentar datos y argumentos que legitimen la existencia de una ciencia de la comunicación, que como el autor propone, tiene su propio objeto formal, compartiendo muchos objetos materiales con diversas, múltiples, disciplinas de ordenes distintos, desde las llamadas ciencias básicas hasta las llamadas ciencias humanas y sociales. "La teoría de la Comunicación es el paradigma de los conocimientos relativos a las actividades indicativas" (p. 298)

La primera parte inicia con una pregunta en apariencia muy sencilla, ¿Cuál es el movimiento de la situación de no comunicación a la de Comunicación?, que implica la pregunta de fondo por la existencia de la comunicación en nuestro mundo. El programa en este momento es cercano a una Paleontología del asunto. Audaz, original, ambicioso. La imagen de la evolución toma el centro, la acción heterónoma el sentido, la interacción la evidencia. Desde ahí el movimiento lleva a la construcción de imágenes sobre la información y la organización de la vida. La tesis es que no hay desarrollo de la vida sin intervención de la información, y que la comunicación es un elemento selectivo de las formas que sobreviven y las que no. Aparecen entonces conceptos como el acoplamiento y los sistemas de información cruzada, los esquemas intradeterminados y extradeterminados, las figuras del instinto y la adaptación como formas de la información y la comunicación. Teoría de la comunicación para los biólogos y para no biólogos.

La segunda parte se propone bajo la tesis de la importancia de las interacciones con actividades indicativas, producir, enviar, y recibir información sobre algún objeto de referencia. El nivel de complejidad conceptual aumenta, pero las ayudas de esquemas, ejemplos y subrayados, permiten una lectura fácil cuando atenta y concentrada. Nos movemos de los componentes materiales e inmateriales, naturales y fabricados, animales o humanos, físicos, biológicos o cognitivos, hacia las relaciones posibles entre esos componentes. Aparecen los conceptos de trabajo comunicativo tanto expresivo como receptivo. Para ello es básica la figura de las señales como energías modeladas para el intercambio energético de un organismo con su entorno. La comunicación es un mecanismo evolutivo con un valor adaptativo. Surge la importancia de los sistemas de instrumentos de comunicación, acoplamiento de los órganos expresivos y los expresivos. Y la teoría de los objetos de referencia hace su aparición. Las pautas comunicativas de interacción que tienen éxito evolutivo están organizadas referencialmente. El autor propone un modelo básico del sistema de comunicación, así como un modelo básico de los procesos de comunicación. El lector adquiere un pertinente nivel de conocimiento sobre la teoría matemática de la información y sus relaciones con la cibernética de la vida.

En la tercera parte la clave de la lectura son los procesos de hominización y de humanización. Ambos serán observados y analizados desde una perspectiva de comunicación. Aquí el texto tiene una ruptura, un salto, que es inevitable. Al hacer su aparición lo humano la comunicación adquiere configuraciones inéditas en las dos partes anteriores, el mundo simbólico se complejiza, la interacción también. El principio de todo es la producción de objetos simbólicos y la comunicación de comportamientos humanos. Aparecen conceptos tales como actuaciones coactivas y comunicativas, comportamientos ejecutivos y expresivos. Lo específicamente humano de la comunicación humana es la distancia entre la creatividad de la naturaleza y la creatividad del mundo simbólico. La naturaleza cambia para mantener el equilibrio, la sociedad rompe el equilibrio para cambiar. Hay un juicio que puede sintetizar en parte la intención de esta tercera parte y de todo el texto, la naturaleza es el noventa por ciento del tiempo de emergencia de lo humano. En la relación entre la evolución natural y la historia social el porcentaje en tiempo probablemente es mayor para la naturaleza, y el texto es un ensayo de identificación del peso de lo humano ante tal portento de creación, con otro portento de creación, la comunicación humana.

La cuarta y última parte del libro esta dedicada a un apunte sobre los métodos de la teoría de la comunicación. En este sentido es una ventana a los recursos que el autor invirtió en la construcción de las otras tres partes. Una aproximación al esquema de trabajo, al mapa de percepción del autor. Pero sólo eso, no aparecen todos los dispositivos y todas las operaciones. El autor presenta entonces su inspiración fenomenológica en las preguntas elementales que guían el proceso de trabajo, "¿cómo es (a veces) posible que la comunicación sea posible?, ¿cómo es posible (a veces) que la comunicación no sea posible?"   Apuntando la repuesta, "es (a veces) posible la comunicación cuando las actuaciones se hacen indicativas". Al mismo tiempo incluye un apunte del programa científico sobre los fenómenos de comunicación: los usos de la comunicación, la diversidad de elementos que intervienen en la comunicación, las leyes, la epistemología de la teoría de la comunicación. También apunta la otra gran vertiente constructiva el pensamiento sistémico. Y concluye con las tesis que guían a toda la obra, los niveles de análisis de la comunicación, desde lo natural hasta lo social, nueve niveles. Propone las relaciones sistémicas de la comunicación con otros sistemas, el sistema social y el sistema de referencia. Puntualiza en dos conceptos, las intervenciones y las mediaciones. Y concluye con dos definiciones.-

  "La teoría de la comunicación estudia porqué y cómo las especies humanas y antes muchas especies animales, reproducen sus poblaciones y diversifican a sus individuos, sirviéndose de la información compartida."

"Comunicación: despliegue de la evolución y empeño de la cultura, que oponen, a la entropía que todo lo nivela, la información, que mantiene las diferencias y desarrolla la diversidad."

Manuel Martín Serrano en varios lugares del libro recuerda que este texto termina donde otro inicia, un libro que es considerado como un clásico, "La Producción social de comunicación" 5, y esta referencia es importante, un texto explica al otro. En cierto sentido serían como dos tomos de una misma obra. El que apareciera primero uno y luego el otro tiene alguna explicación. Aquí se propone la siguiente, el movimiento hacia la comunicación social es propio del campo académico en donde el autor se ha movido, pero su ambición era mucho mayor, y sólo hasta ahora cumple con ella en la forma más completa que le es posible por hoy, una teoría general de la comunicación. Y aquí es inevitable regresar al principio de esta nota. El autor ha persistido, ha insistido, y ha logrado lo que se ha propuesto. Y ahora como en toda obra humana, sólo el tiempo, sólo el tiempo nos mostrará lo que los lectores han hecho con tanto tiempo y energía puestos en forma.
Notas

1MARTÍN Serrano, Manuel (1977) La mediación social , Akal, Madrid.

2 Revista Antrhopos, Boletín de información y documentación. No. 41-42, Año 1984, Barcelona.

3MARTÍN Serrano, Manuel (et al.) (1982) Teoría de la comunicación. Epistemología y análisis de la referencia, A. Corazón, Madrid.

4 Las obras mayores de ese periodo se ocupan en temas no teóricos o epistemológicos, como la juventud, las mujeres, la tercera edad, la vida cotidiana en Madrid.

5MARTÍN Serrano, Manuel (1994) La producción social de comunicación , Alianza Universidad, México.


Jesús Galindo Cáceres
Grupo hacia una Comunicología posible, GUCOM. http://www.geocities.com/comunicologiaposible/

 

 

 

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