Comunicación en la Vida Cotidiana
Número 6, Año 2, febrero-marzo 1997


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Esperanza

por : Eduardo Scheffler

Ojalá que mañana al despertar, al abrir los ojos vuelva a ver la luz.
Que la vea filtrarse a través de mi ventana y dibujar sombras en la alfombra.
Ojalá que me atreva a vivir el nuevo día sin temor,
Con la sabiduría de que el tiempo no es una enfermedad, sino que una realidad,
Que aunque a veces duele, tenemos que aceptar.

Ojalá que hoy no me venza el miedo,
Que al menos por una vez sonría al ver mi reflejo en el espejo,
Que sueñe con caminar descalzo,
Y que mi sueño, por simple que sea, se haga realidad.
Y hablando de sueños,
Ojalá que sueñe al cielo y también al sol,
Que sueñe al mundo tal y como Él lo creó,
Pero ojalá que en mis sueños también me esfuerce por hacer del mundo un sitio mejor.
Ojalá que jamás me olvide de los niños,
Y que nunca me deje de maravillar,
Que no pierda la fe.
Que sonría cuando llueva y cuando suene el despertador.
Ojalá que comprenda que la muerte es parte de la vida,
Y que no significa para siempre separación.

Pero si mañana al abrir los ojos no veo la luz, y siento temor.
Si al mirarme al espejo no veo más que dolor,
Si siento que el tiempo es una enfermedad,
Que nos roba lo que fuimos, lo que somos y lo que alguna vez seremos,
Si no me atrevo a caminar descalzo,
Ni a mejorar en algo el lugar en el que me tocó habitar.
Si me olvido de los niños,
Me dejo de maravillar,
Y pierdo la fe.
Si me enojó cuando llueve y cuando suena el despertador,
Si no veo en la muerte más que una traición.
Entonces... ojalá que tenga amigos.

Todos los derechos resevrados por el autor. 1997.


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