Género y comunicación
Número 9, Año 2, Noviembre - Enero 1997-98


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La mujer en el hogar tecnológico (*)

por: Rosa Franquet

La tecnología ha producido las transformaciones económicas, sociales y políticas más importantes en el presente siglo. Pero el impacto de las nuevas Tecnologías se ha manifestado de manera virulenta a partir de la década de los setenta, momento en el que la recesión económica genera importantes y masivos cambios en el trabajo asalariado y en cada uno de los niveles de la vida pública-privada. Pero si las máquinas son los instrumentos más visibles del proceso de industrialización, las técnicas administrativas, jurídicas y sociales constituyen un elemento igualmente decisivo en la elaboración del orden mundial tecnológico (Martius, 1985).

La tecnología se inserta en el sistema tradicional de poder donde se plantea una nueva redistribución del mismo por parte de las distintas fracciones de la clase dominante. También se detectan peligros en el progreso hacia la igualdad de los sexos: "Los trabajos más susceptibles de automatizarse son los repetitivos concentrados casi siempre en torno a las mujeres, quienes por esa causa sufren mayor peligro de quedarse sin empleo". (Evans, 1982)

La mujer empieza a acceder en España al trabajo remunerado de manera masiva justo cuando se inicia la recesión económica y por lo tanto sus expectativas quedarán frustradas. El desempleo en 1985 calculado respecto a la población activa daba una tasa del 20.4%, de varones frente a un 25.5% d mujeres; las diferencias serían todavía maores si se hubiera calculado respecto a la población asalariada.

Otros fenómenos detectados en los países industrializados son la deslocalización de los puestos de trabajo, la pérdida de empleo a tiempo completo y en contrapartida el aumento de la actividad laboral a tiempo parcial fuera de control y protección legal. Además, la reestructuración industrial arrastra el conflicto de la desreglamentación del mercado laboral, precisamente cuando se había logrado una legislación en materia de empleo con el objetivo de conseguir la igualdad de oportunidades para la mujer (programa comunitario de los Estados miembros del Consejo de Europa, 1986-1990). Por otra parte es desalentador verificar cómo las mujeres están accediendo a categorías profesionales que van a desaparecer en los próximos cinco o diez años.

Estamos de acuerdo con Mercier, Plassard y Scardigli (1985) cuando plantean que aunque se introduzca el mismo objeto técnico en distintas culturas ello no dará origen a unas prácticas sociales idénticas; de igual manera sucede con las implicaciones que los distintos utensilios tendrán para ambos sexos, según el lugar que ocupen en el mercado de trabajo,el nivel de formación, etc. Las nuevas estrategias de racionalización, computarización y automatización de los procesos de producción y empleo - particularmente en el sector de servicios - constituyen lo que se ha venido a llamar la flexibilización del trabajo, a menudo un eufenismo para los recortes en el salario real, para el incremento de la desigualdad e inseguridad en el trabajo y para reducir la protección social. Las mujeres son las principales perdedoras en este proceso (Gallagher,1986). Algunos estudios han demostrado la inevitable depauperación de las mujeres que constituyen una parte importante de los "nuevos pobres" en Francia, Inglaterra, Alemania o Estados Unidos (Mies, 1986; Scott, 1984)

El hogar tecnológico

Las aplicaciones de la microelectrónica en la vida doméstica han sido múltiples y diversas. Los controles de tiempo de algunos hornos microondas, los circuitos de las lavadoras automáticas, las máquinas de coser, l os microprocesadores, los video-juebos, etc. han incorporado los componentes electrónicos con la mayor naturalidad. Esta entrada gradual de artefactos casi no nos permite percibir la transformación que se genera en la actividad social y privada. El uso cotidiano de las NT no parece preocupar a los más jóvenes que nacieron en la era tecnológica y donde disfrutar de los "computers" es sólo cuestión de habilidad.

Las aplicaciones de los microordenadores no se reserva a la esfera del entretenimiento. El ordenador se vende para regular muchas de las tareas del hogar: apertura automática de puertas, control del alumbrado, autorregulación del sistema de calefacción, conexión del sistema de seguridad, etc. Murray Laver (1980) nos proporciona algunas de las utilizaciones del computer en el entorno hogareño: a) Nivel de ahorro de enegría. El control de la calefacción y agua caliente. b) Nivel de seguridad. Alarmas antifuego con sensores que detectan las altas temperturas y el humo. c) Nivel de protección. Alarmas contra robos con sensores en puertas y ventanas, control de llamadas telefónicas, cerraduras electrónicas, etc.

La informática doméstica permite llevar la contabilidad doméstica, una agenda, archivar la correspondencia o recurrir a un programa de primeros auxilios, de recetas de cocina. Confeccionar una dieta adecuada por cada miembro de la familia. Además el ordenador posibilita otros servicios como el videotex, el correo electrónico, la telecompra, etc.

Las posibilidades, como vemos, son muy extensas. Todos estos avance, susceptibles de ser aplicadaos hoy en cada uno de los hogares, repercuten en las costumbres y las relaciones familiares. Los ritmos y modalidades de aplicación "serán determinados, sobre todo, por la estrategia productiva y comercial de las grandes industrias del sector y por la política de los servicios de las agencias públicas, por los niveles de renta de las distintas clases sociales y por las exigencias que cada uno deberá o querrá satisfacer con estos medios, etc." (Richeri, 1984:54)

El papel de la mujer en el nuevo hogar tecnológico no cuestiona su rol más tradicional, únicamente le pide que ponga sus conocimientos al día para dominar y extraer el máximo rendimiento a las ofertas de las NT. En el mejor de los casos, se plantea que compatibilice "sus labores" con un tele-trabajo a tiempo parcial. "El computer y las máquinas electrónicas son usadas para justificar el porqué las mujeres deben ser cuidadoras de los niños al tiempo que trabajan en casa" (Zimmerman, 1986:28)

Las NT en el hogar se han presentado como la solución a la falta de tiempo. Sin embargo varios estudios (Berk, 1980) han demostrado que la mujer en la actualidad gasta la misma cantidad de tiempo en las tareas domésticas que sus madres. Sólo el contenido del trabajo ha cambiado. Los estándares de bienestar obliban a la mujer a asumir nuevos compromisos.

En este apartado hemos reseñado las posibilidades de la utilización de la microelectrónica en algunas de las parcelas de la economía familiar. El ocio se transforma, también, con celeridad a finales del presente siglo merced a los avances tecnológicos.

La pantalla omnipresente

Como han señalado distintos autores (Gubern, Richeri, Mattelart, etc), en la sociedad postindustral se consumen gran cantidad de productos "massmediáticos" canalizados a través del cine, la televisión, la radio, los discos o las publicaciones. Pero entre todas estas opciones la pantalla del televisor se presenta como una terminal audiovisual plurifuncional que tanto sirve al trabajo como al ocio e incluso esta barrera puede llegar a desdibujarse. "Para cietrtas categorías de trabajadores, el denominado tiempo libre está en realidad saturado de actividades que asumen la forma de trabajo oculto o fantasma, en el sentido de que este trabajo no es reconocido formalmente y, en consecuencia, no es ni medido ni remunerado" (Richeri, 1984:52)

La pantalla de televisión se convierte en un aparato con cable distribuidor de negocios, informaciones y comunicaciones que antiguamente cubrían distintas empresas (Gallagher, 1986).

El monitor se ha convertido en el aparato central del hogar con un sinfín de periféricos, que pueden acoplársele y aumentar sus prestaciones. Sin embargo, el consumo televisivo clásico en Europa Occidental es una de las actividades a las que se dedica mayor tiempo. Según un estudio elaborado por Horizons Media International en 1985, los europeos dedican 15 horas a la semana a ver la televisión con tendendia a aumentar. Así, ver la televisión es la tercera actividad a la que dedican más tiempo tras dormir y trabajar.

Las tecnologías del siglo XX han ido colonizando gran parte del tiempo libre del individuo: el cine, la radio, el tocadiscos, el magnetófono y por supuesto la televisión. Más reciente es la utilización masiva de los video-juegos, los microprocesadores, el videotex o las videograbadoras, etc. Pero hoy por hoy la televisión continúa ocupando el liderazgo como el colonizador más poderoso del tiempo libre.

La televisión aboca al telespectador a un consumo pasivo, poco reflexivo y en gran medida se le presentan modelos sociales muy estereotipados y sexistas. Esta constatación impulsó bastantes investigaciones sobre la mujer y los medios de comunicación en todo el mundo, sobre todo a partir del Año Internacional de la Mujer en 1975. En la década siguiente se potenciaron estudios desde distintos organismos nacionales e internacionales. (Tuchman, Kaplan, Benet, 1978) (Ceulemans, Fauconnier,1980) (Gallagher, 1981).

El informe MacBride reveló los enormes desequilibrios en los flujos de información entre las naciones ricas y las naciones pobres e igualmente se alertó sobre las discriminaciones sexistas en los medios de comunicación social: "Se debe dedicar especial atención a las necesidades de las mujeres en materia de comunicación. Se les debe conceder la igualdad de acceso a los medios de comunicación y la garantía de que su imagen no quedará deformada" (MacBride, 1980:454).

Las distintas recomendaciones lanzadas desde varios forums internacionales generaron medidas de acción positiva en favor de las mujeres en los medios de comunicación públicos de algunos países. Los Estados miembros de la C.E.E. impulsaron dentro de la Dirección General de Empleo, Asuntos Sociales y Educación un plan para detectar las discriminaciones en el seno de los medios de comunicación públicos y contribuir a la creación de una nueva imagen de la mujer y el hombre más acorde con la realidad social.

La comunicación vía satélite, las redes de cable, la tecnología digital han multiplicado las posibilidades del consumo audiovisual. La proliferación de canales de emisión plantea un gran interrogante: qué productos culturales van a salir beneficiados en este proceso. Mattelart ha estudiado los problemas de la internacionalización en el dominio de las comunicaciones. "El porincipio de la libre circulación de la informción a través del mundo que Estados Unidos defendía denodadamante desde hacía más de treinta ños, permitió que los productores de programas americanos inundasen el planeta con su mercancía. Y desde hacen unos quince años, Estados Unidos se ha dotado de ùtiles tecnológicos (notablemente los satélites y las redes de banco de datos) que les permiten asentar más ampliamente su domino (Mattelart, Stourdze, 1984:98).

Los modelos presentes en los telefilms norteamericanos que han inundado desde hace décadas las pantallas europeas no han contribuido excesivamente a reequilibrar el rol de los sexos. Tampoco parece que las ofertas de las televnnovelas de los países latinoamericanos hayan conseguido muchos éxitos en el sentido antes apuntado. Los estudios sobre la información diaria han detectado un escaso protagonismo de la mujer y esa susencia de protagonismo repercute en los procesos de socialización colectiva de "esa realidad". En consecuencia, todo acontecimiento que no se convierta en información encuentra grandes dificultades para ingresar en el imaginario colectivo y por lo tanto no logra ocupar un espacio equivalente a su presencia efectiva en la sociedad (Franquet, 1978).

Las macroaudiencias de la televisión con un público heterogéneo en lo cultural, en el nivel de renta, en la edad, etc., han potenciado habitualmente unos estándares culturales bajos en la programación, en detrimento de otras estrategias programáticas tendentes a priorizar productos culturales más avanzados y progresistas.

La conciencia crítica explicativa en las medidas tendentes a potenciar una mayor presencia de la mujer como sujeto y objeto de la información y en rechazar unos estereotipos femeninos muy encorsetados en las organizaciones televisivas de los países occidentales, queda como una iniciativa muy aislada en el presente contexto audiovisual. Las NT pueden propiciar usos muy diversificados, así, por ejemplo, el cable aplicado a la televisión puede ser un medio masivo de redifusión de señales herzianas o vía satélite , pero pueen potenciar también la comunicación interactiva, la educación, la producción descentralizada, etc.

Una política correctora de la tendencia económica hacia la concentración de los mass-media que posibilite la presencia de mayor número de actores sociales puede ser una de las salidas a los posibles peligros de la colonización cultural de los países ricos sobre los pobres y de un sexo sobre el otro, ya que desgraciadamente la conciencia social de rechazo del público hacia los mensajes audiovisuales discriminatorios parece en la actualidad una vía de control poco posible.

* Artículo publicado en la Revista Telos número 13. Madrid: Fundesco, 1985. Reproducido para "Razón y Palabra" con autorización de la autora.
Regreso

Bibliografía:

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Ceulemans, M. y Fauconnier, G. "Imagen, papel y condición de la mujer en los medios de comunicación social" (París: UNESCO 1980).

Evans, J. "El trabajador y el puesto de trabajo" en Friedrichs y Schaff. Microelectrónica y sociedad para bien o para mal.(Madrid: Alahmbra, 1982)

Franquet, R. "The presence of women in spanish radio and tv" (Ponencia en Third International Interdisciplinary congress on women. Dublin 1987)

Gallagher, M. "Unequal opportunities. The cas of women and the media" (Paris, Unesco, 1981). ... "Redefining the communications revolution" en Baehr, H. y Dyer, G. (eds.) Women On and In Television. (Londres: Routledge & Kegan Paul, en prensa).

Gubern, R. "La mirada opulenta" (Barcelona: Gili, 1987).

King, A. "¿Nueva revolución industrial o simplemente otra tecnología?", en Friedrichs y Schaff Microelectronica y sociedad para bien o para mal. (Madrid: Alhambra, 1982)

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Martius, U. "Les femmes changeront-elles la technologie ou la technologie changera-t-elle les femmes?" (Ottawa ICREF/CRIAW, 1985).

Mattelart, A. y Stourdze, Y. "Tecnología, cultura y comunicación" (Barcelona, Mitre 1984)

MacBride, S. "Un solo mundo voces multiples. Comunicación e información en nuestro tiempo" (Paris: Unesco, F.C.E. 1980)

Mercier, Plassard y Scardigli. "La sociedad digital" (Barcelona: Ariel, 1985)

Mies, M. "Patriarchy and Accumulation on a world Scale: Women in the International Division of Labour" (Londres: Zed Books, Ltd. 1986)

Murray Laver. "Los ordenadores y el cambio social". (Madrid: Fundesco, 1980)

Richeri, G. "El universo telemático" (Barcelona, Mitre 1984)

Robinson, J.P. "How Americans use Time". (New York: Praeger Publishers, 1977)

Sahin, H. y Robinson, J.P. "Más allá del reino de la necesidad: la televisión y la colonización del ocio" en Richeri, G (ed.). La televisión entre el servicio público y negocio (Barcelona: Gili, 1983)

Scott, H. "Working your way to the bottom: feminization of poverty (Londres, Pandora, 1984)

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Tuchman, G. Kaplan, A y Benet, J. "Images of women on the mass media" (New York: Oxford University Press, 1978)

Wajcman, J. y Probet, B. "Bringing it all back home" en Willis, E. (ed). Technology and the labour process: Australian Case Studies. (Allent Unwin, en prensa)

Zimmerman, J. "Once upon the future" (Londres: Pandora, 1986)


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