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LA CAJA DE PANDORA

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN DESDE UNA PERSPECTIVA DIFERENTE


TELEVISORAS Y REDES SOCIALES: LA DIFERENCIA ESTÁ EN EL TRATAMIENTO DEL TEMA

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Por Claudia Benassini F.

 

El viernes 29 de abril a las tres de la mañana, las televisoras iniciaron desde Londres las transmisiones de la llamada “boda del siglo” entre el Príncipe Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton, Princesa Katherine, después del rito religioso. A partir de que el novio entregara a su prometida el anillo de compromiso, la prensa del corazón y las secciones de espectáculos de todos los medios fueron incrementando sus espacios para ofrecer a sus lectores los pormenores de los preparativos. Todos los detalles fueron cuidadosamente seguidos por los informadores, mientras la producción televisiva trabajaba sigilosamente hasta que comenzaron a viajar conductores y reporteros para presentar in situ los espacios en que se llevaría a cabo el acontecimiento. Y fue precisamente a las tres de la mañana que dicho acontecimiento empezó a cerrarse para la televisión, y culminó cuando los festejos adquirieron un carácter privado. A partir de ese momento, los televidentes vieron hasta el cansancio las mismas imágenes que entusiasmaron a quienes las vieron en vivo a las tres de la mañana.

Dos días después el domingo 1º de mayo, también a las tres de la mañana, las televisoras reiniciaron el ritual ahora desde la Basílica de San Pedro para transmitir la beatificación de Juan Pablo II. Un evento que recibió menos espacios por parte de los medios, cuyo énfasis se centró en los preparativos para la ceremonia. De la misma forma, la producción televisiva trabajó sigilosamente hasta que los conductores llegaron a Roma y al Vaticano a realizar la cobertura in situ, mostrando a las audiencias el incremento, nacionalidad y fervor de los peregrinos, así como los espacios en que se llevaría a cabo el acto de beatificación. Asimismo, los conductores de televisión se dieron tiempo para presentar a las audiencias las semblanzas del Papa peregrino; con entrevistas a representantes de la Iglesia y otros grupos que ensalzaron su figura, incluyendo a la religiosa a quien habría curado de la enfermedad de Parkinson unos años atrás. A las seis de la mañana hora local concluyeron las transmisiones para reanudarse a partir de las diez con los eventos conmemorativos desde la Basílica de Guadalupe, que culminaron con la evocación documental de los viajes a México de Juan Pablo II. Y con menos frecuencia que el caso anterior, a través de los avances informativos las imágenes comenzaron a repetirse hacia la tarde-noche, con menos frecuencia, toda vez que la prioridad de la agenda informativa fue la muerte de Osama BinLaden.

Como puede observarse, en ambos eventos, la televisión hizo su aparición a última hora, aunque la producción se había iniciado meses atrás. De aquí su caracterización como eventos mediáticos, a la vez que propician el interés de grandes audiencias televisivas. De acuerdo con las estimaciones, dos mil millones de televidentes ubicados en todo el mundo habrían presenciado uno o los dos acontecimientos en vivo, completando con ello la caracterización de los eventos mediáticos: la simultaneidad. Consideremos, por último, que ambos eventos marcan el debut de las redes sociales, cuyos integrantes estuvieron actualizando los pormenores del acontecimiento que seguían sobre todo por televisión o por Internet.

Adicionalmente, como marcan los cánones televisivos, las señales a las que tuvieron acceso esas enormes audiencias se generaron desde Inglaterra y el Vaticano. Dicho de otra manera, en cualquier punto de ubicación las imágenes eran las mismas. La diferencia estribó en la descripción efectuada por los conductores locales, que durante varios días tuvieron oportunidad de familiarizarse con los detalles arriba descritos a propósito de cada acontecimiento. Una descripción que revistió características similares, siempre centrada en las bondades de ambos eventos; siempre en un tono conservadora y –se argumentará– al gusto de las mayorías. Una descripción, en pocas palabras, cerrada a la crítica y a la opinión contraria a la tradición y al protocolo que caracterizó a ambos eventos.

En este contexto, cabe tener en cuenta la presencia de las redes sociales en los acontecimientos mediáticos. Fue justamente en estos espacios donde se generaron la crítica, el disentimiento y las opiniones diversas. A través de las redes sociales se manejaron los enlaces con artículos, opiniones y caricaturas que cuestionaban ambos acontecimientos desde diversos ángulos, replicando la posición crítica de los medios tradicionales. Con ello los usuarios tuvieron la posibilidad de retransmitirlas a sus seguidores y así sucesivamente. Pero más relevante aún fue la abundancia de opiniones críticas desde diversas perspectivas generadas por los propios usuarios de las redes sociales. En otras palabras, las redes sociales suministraron a sus usuarios la información omitida por la televisión, no sólo en las coberturas simultáneas sino en otros espacios destinados al análisis y al comentario de diversos acontecimientos.

La posibilidad de transmitir información cualitativamente diferente a la de los medios tradicionales confiere a las redes sociales un potencial al que se recurre cada vez con mayor frecuencia. Las características de los eventos mediáticos arriba descritos abrieron la oportunidad de constatar una vez más este potencial de poner en circulación opiniones diferentes a los discursos tradicionales. Una característica que suele ser descalificada por una parte del círculo rojo que se ha acomodado en los medios, haciendo a un lado que una parte de sus colegas está ya en las redes sociales. De la misma forma, voces diversas presentes en los medios tradicionales –las menos– también están ampliando sus opiniones a través de las redes sociales. Se trata, en suma, un espacio de pluralidad susceptible de ser analizado como tal, dadas sus implicaciones en la construcción de la opinión pública.


PANDORAMA: 1.
Aprovechando la famosa boda real, Canal 7 atosigó su programación de viernes con ¡cuatro! películas tipo Cenicienta; cuatro versiones sobre la plebeya que termina casándose con el príncipe. Cuatro versiones de que las televidentes son una Kate Middleton en potencia. 2. En la telenovela Una familia con suerte el personaje principal no es Pancho López, es la compañía Avon que no sólo presta su nombre para el desarrollo de la trama, sino que también se incorpora a los diálogos: los protagonistas mencionan las bondades de sus productos y los muestran como una opción para el 10 de mayo. 3. Paola Rojas anuncia detergentes ¿y la credibilidad informativa?



Síganme en Twitter: @ClaudiaBenassin

 


Claudia Benassini
Profesora de las Universidades Lasalle y Simón Bolívar. Miembro del Consejo Directivo de Razón y Palabra.


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