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Cultura masiva

Tarzan, el primer héroe mítico de la cultura masiva (1a parte)

 

Por Claudia Quintero
Número 27

Fueron varios los súper-hombres y súper-mujeres que nacieron en Norteamérica a raíz de la competencia existente dentro de la gran fuerza industrial del cómic -un juego complejo de organización, oferta y demanda- y a causa de los sistemas económicos y políticos mundiales que caracterizaron al periodo de entre guerras, a la Segunda Guerra Mundial y a la Guerra Fría. Estos héroes mito, objeto de extremo culto dada su alta significación moral (poder simbólico), contribuyeron eficazmente a la emisión de ideología que, en relación a un determinado contexto histórico de enunciación, pudo servir o funcionar socialmente, como explica van Dijk1 , para legitimar al "poderoso", para ocultar o confundir cierta verdad, cierta realidad, ciertas condiciones materiales de existencia o los intereses de ciertas formaciones sociales. Con todo y este posible lado oscuro de la función ideológica alguna vez propagada por los discursos del comic-book de superhéroes, la ideología emitida sirvió al igual para el fortalecimiento de grupos dominados, para crear identificación, para organizar cierta lucha simbólica o para sostener oposición en relación al status quo.

Para dar continuidad al ensayo que introdujo a esta columna en Razón y Palabra, y con la firme convicción de que la mitología no se crea ni se destruye, solo se transforma, Cultura Masiva tratará de definir en una serie de artículos los claroscuros de la función ideológica de los superhéroes del comic-book norteamericano como productos de la cultura popular, sin dejar a un lado la importancia del desarrollo histórico de esta notable industria. El recorrido inicia con el primer héroe moderno hecho concienzudamente para las masas, el longevo pero por siempre joven (como todo buen héroe mitológico), Tarzan de Los Monos.

Un héroe Pulp Fiction
La prensa rotativa surgió como un importante fenómeno social del siglo XIX. Como nueva tecnología se desenvolvió con extremo potencial dado a su capacidad de difusión y acceso, convirtiéndose así en la protagonista de los nuevos cambios que marcaron al naciente siglo.

A la par de una prensa escrita para la elite se impuso una prensa visual para el pueblo2. La gaceta (el diario o periódico), como uno de los formatos de la prensa rotativa, fue el vehículo que difundió las ideas revolucionarias y sociales de la época. Por medio del diario se propagaron cartones políticos que le enseñaban al ciudadano iletrado la crítica y el análisis de una realidad social, económica y política que le hubiese sido lejana entender sin la ayuda de la iconografía. Por otro lado, las revistas periódicas -otro de los formatos de la prensa- se ocuparon del público más amplio al difundir cierto tipo de literatura; una de las artes considerada hasta poco antes de la incursión de la prensa cotidiana como forma de manifestación cultural exclusiva "de" y "para" la elite, un grupo social selecto.

Las revistas pulp3, antecesoras del comic-book, fueron el vínculo perfecto entre el proyecto de inclusión nacional y el entendimiento de un pueblo que empezaba a conformarse a partir de millones de inmigrantes pobres venidos de Europa. Los pulps, además de ser entretenimiento y literatura asequible, sirvieron en Estados Unidos para enseñar el idioma inglés a inmigrantes; mostraban idiosincrasia y satisfacían necesidades. La literatura de sus contenidos y cierta calidad didáctica eran materia de información alcanzable para los pobres y para la clase trabajadora, lo que produjo una sociedad activa y ansiosa de diversión a bajo costo, por tanto, como muchos otros productos para grandes públicos, fue tildada por los pocos como cultura desdeñable; "de" o "para" las masas.

El factor primordial del proceso que sufrió la revista pulp hasta su concretización en estructuras de narración complejas, como lo son el lenguaje del cine, del comic-book o de la radio, recayó inicialmente en una necesidad mercantilista. El mejor argumento para apoyar esta aseveración es el caso de Tarzan como producto de la cultura masiva: El hombre-mono y su fantástica historia nunca se hubieran convertido en un fenómeno del comercio global de habérsele archivado como uno de los tantos personajes-reliquia en la memoria del pulp, en lugar de haber sido comercializado mediante formas variadas de producción serial.

La creación de un héroe en tiempos modernos
Edgar Rice Burroughs creó el personaje de Tarzan a través de la revista pulp All-Story. Ya que era un fanático de la ficción y un relatador innato de historias épicas al estilo Ivanhoe (Sir Walter Scott, 1819), la historia del lord inglés huérfano criado por monos en las profundidades de la selva africana y quien crece para convertirse eventualmente en el rey de la tribu, el mismo que se enamora de la norteamericana siempre bella -y convenientemente abandonada a su suerte en la jungla- Jane Porter, se descargó de la pluma fuente del creador con relativa y sublime facilidad; el problema fue que a Rice Burroughs no le gustaba el nombre de "Zantar", su héroe de la jungla. Después de consideraciones variadas , optó por cambiar el orden de los monosílabos al nombre inicial:

…Y entonces Tublat se dirigió a Kerchak para presionarlo a usar su autoridad con Kala y forzarla a dejar al pequeño Tarzan, que era el nombre que le habían dado al pequeño Lord Greystoke, y que significaba "Piel Blanca". (Rice Burroughs, 1996)5

Burroughs innovó los contenidos del pulp como formato y género no solo por la "originailidad" planteada en la acción de su historia; también acertó al publicar en un solo fascículo todo el planteamiento y la conclusión de su narración épica Tarzan of the Apes ~ A Romance of the Jungle (1912)6 , pues el lector de pulp recibió con beneplácito la historia íntegra y no por entregas, como convencionalmente vendía este formato.
Jane y su no-concretado romance con Tarzan fue el cliff-hanger7 que dejara pendiente Burroughs para continuar con la secuela de las aventuras de este héroe de inicios del siglo XIX. La negativa que Burroughs recibiera de su editor para la publicación de la nueva saga -más la necesidad de mantener a su familia (eso argumenta su biografía oficial)- hizo que el autor ofreciera su obra original (más las subsecuentes) primero a editoriales, que sistemáticamente se negaron a publicar la historia como libro hasta que la prensa cotidiana publicó regularmente el trabajo de Burroughs.

Para 1913 el producto "Tarzan" vendía revistas y periódicos de forma notable. A partir de la primera publicación del libro Tarzan of the Apes (1914), los productores y realizadores de Hollywood realmente se quemaban la cabeza tratando de solucionar cómo llevar la historia a la pantalla gigante sin poner en riesgo al actor que se trasladaría por su reino artificial de liana en liana. La historia del "señor" de la selva indudablemente revolucionó tanto los procesos de producción de la naciente cinematografía como el lenguaje de la historieta al ser de los primeros guiones en proponer escenarios exóticos en donde se llevan a cabo las acciones heroicas -casi inverosímiles? de un personaje con cualidades excelsamente sobrehumanas.

Tarzan y la Edad de Oro del cómic norteamericano
Fue hasta 1929 que el dibujante Harold Foster recreó las novelas de Edgar Rice Burroughs dando vida en dibujo a Tarzan en un daily-strip8. En esos años las tiras cómicas de los diarios norteamericanos ofrecían mayoritariamente en sus contenidos comicidad desarrollada bajo el género del family-strip9 al estilo Mutt and Jeff (Benitín y Eneas, "Bud" Fisher, 1907) o Bringing Up Father (Educando a Papá, "Geo" MacManus, 1913), estructura que hoy en día podríamos comparar con la comedia de situación (sit-come) en televisión. Escasas, como Little Orphan Annie (Anita la Huerfanita, Gray, 1924) desarrollaban relatos parecidos a las series reproducidas en los pulps, en las que existía un cliff-hanger para continuar periódicamente con la historia. Así que, fue otro gran acierto comercial de Burroughs cuando accede a la propuesta de inmortalizar a su personaje por medio de la naciente industria de la historieta.

Gracias a las novedosas técnicas en el trazo de Foster, "El Padre de las Tiras Cómicas de Aventura", Tarzan of the Apes10 incursiona como tira pionera del argumento dramático y verosímil con vistas a la modelización cinematográfica al descartar la utilización del "globo"11 y con tendencias a legitimar el colonialismo como ideología política. En 1937 Harold Foster deja la serie para crear Prince Valiant (El Príncipe Valiente) cediendo el lápiz a Burne Hogarth, llamado "El Miguel Ángel de los Cómics" esencialmente por su fascinación en la anatomía humana12. Hogarth, a la edad de 26 años tiene la oportunidad de debutar en la industria de la historieta con Tarzan haciendo de éste uno de los cómics de acción y aventuras más impresionantes aún hoy en día, ya que las tiras realizadas por Foster y Hogarth, dos dibujantes clásicos del cómic por su vanguardismo, siguen siendo reimpresas con éxito por NBM Publishing, Inc.

Eventualmente los 60 episodios cotidianos de Tarzan of the Apes del dibujante H. Foster son recapitulados por Burroughs para su publicación en un cuadernillo llamado The Illustrated Tarzan Book13 sin duda alguna el antecesor del primer comic-book de héroes de acción. La visión de Burroughs sobre la idea de reimpresión de tiras cómicas en compendios además de la revolución tecnológica de la imprenta generaron la industria del comic-book a partir de publicaciones como Funnies on Parade (1933), Famous Funnies (1934), Carnival of Comics (1934) Tip Top Comics (1936), Comics on Parade (1938) y otras revistas de historietas editadas a finales de los años treinta. En esta década el pulp empezó a tener competencia seria en el mercado de las revistas populares pues el novedoso formato del cómic-book no solo le había arrebatado a uno de sus personajes más exitosos14, también presentaba una forma de narración diferente que hacia de las historias algo vívido y próximo que gustaba sobre todo a la juventud. A finales de los años cuarenta la competencia del pulp venía esencialmente del cómic-book de superhéroes y de los libros de bolsillo. Durante la década de los cincuenta el pulp se desvaneció ante la industria pujante del comic-book.

Tarzan El Invencible
Independientemente del valor estético de su obra literaria, Edgar Rice Burroughs fue uno de los pioneros en la explotación de los medios masivos como industria de entretenimiento. Utilizó con una visión práctica el potencial tecnológico de los nacientes medios de información y comunicación para mostrar y difundir su creatividad artística sin obviarles como una industria próspera que puede generar grandes ganancias al producir diversión de calidad a bajos costos para públicos amplios. Burroughs es también un precursor de la comercialización de productos a gran proporción; fue el primero en comerciar con el personaje Tarzan como marca al ofrecer artículos promocionales de Tarzan, juguetes de Tarzan, tarjetas intercambiables de Tarzan, nieve de Tarzan, zapatos tenis de Tarzan etc. Por último, y tal vez el punto más relevante de Edgar Rice Burroughs, su visión materialista de los medios de comunicación masiva hicieron que medios, formatos y géneros revolucionaran rápidamente y delimitaran así sus características intrínsecas como industrias generadoras de cultura popular y de consumo.

Pero bien, la historia del creador de Tarzan puede ser interpretada también a la vieja usanza de la economía política crítica de los medios: A final de cuentas fue uno de los primeros caciques de la modernidad que echó mano de un sistema de producción para explotar material y mentalmente al individuo masificado para después beneficiarse de ganancias millonarias al grado de comprar su propio rancho en California y con pundonor llamarlo "Tarzana" (incorporada al Estado de California como pueblo a partir de 1928), mientras que inmigrantes en Norteamérica no tenían un lecho donde dormir y trataban de crearse una identidad nacional (leyendo pulps) o mientras miles de soldados morían en las guerras mundiales (cargando un libro de bolsillo o un cómic). Su intención de domino comercial fue tan ampliamente maquiavélica y bien trazada que concluyó un buen día que: "podría gozar de una mejor forma de vida si fundara mi propia compañía" y entonces, a partir de 1923, Burroughs se empleó en la Edgar Rice Burroughs, Inc. publicando sus propios libros y asegurando así el linaje de sus herederos y el que gocen aún de las ganancias de su obra y controlen todas y cada una de las nuevas formas en las que Tarzan es y será reproducido en el mercado.

Cualquiera que sea la postura respecto a Edgar Rice Burroughs, Tarzan es un patrimonio cultural colectivo; sin haber leído Tarzan of the Apes hemos conocido de alguna forma la historia de este héroe moderno (el mismo Burroughs en su biografía oficial afirma que su obra prima tenía altas ventas en la Rusia comunista de Lennin). El poder simbólico en el mito del "héroe-buscador" que reproduce Tarzan en la totalidad de su discurso es también un patrimonio cultural colectivo que es herencia de la cultura popular más amplia de la que se sirve el individuo para la producción de sentido en su existencia cotidiana; lo que en cierta manera James Lull llama "supercultura".


Notas:

1 van Dijk, T. (1998). Ideology. London: SAGE Publications.
2 En el contexto histórico de la Revolución Industrial "el pueblo" (la gente común) está por ser denominado como "masa" bajo la corriente del pesimismo cultural y en los términos negativos del pensamiento de derecha.
3 Las revistas denominadas "pulps" eran cuadernillos impresos en papel barato cuyos contenidos manejaban literatura de ficción escrita mayoritariamente para la clase trabajadora norteamericana entre los años de 1900 a 1950. Por la audiencia meta a la que apuntaban y por ciertos contenidos alarmistas, ganaron su mala reputación en el mercado como literatura barata, lúdica y sensacionalista. Aún así, este formato de producción serial generó el nacimiento de nuevos y diversos géneros literarios que han dado vida a la cultura popular conocida hoy en día.
4 El nombre de "Tublat-Zan", un tanto extravagante pero conveniente para la creación de identidad y sentido de pertenencia, figuró en la lista del autor. El segundo monosílabo de la palabra "Zan" nos remite al sonido de la palabra inglesa "son" -hijo- lo que determina que una de las intenciones de Burroughs era nombrar a Tarzan como "el hijo de Tublat", el esposo de Kala, la primate que cría a "Piel Blanca" aún en contra de los deseos del mismo Tublat y de Kerchak, el líder de este grupo de chimpancés.
5 Rice Burroughs, E. (1996). Chapter V. The White Ape. Tarzan of the Apes. Raleigh, N.C. : Alex Catalogue.
6
7 Una especie de "gancho" narrativo el cual aparenta un "cierre" en espera de concluir. Dado a este atributo, el cliff-hanger en la narración permite originar otra "gran intriga" a partir de una obra aparentemente concluida.
8 La tira o strip cotidiana, tal y cual la conocemos (como una banda de dibujos conformada por la sucesión de tres a cinco viñetas dispuestas horizontalmente) debe mucho al deporte y a los deportistas. Es dentro de las páginas deportivas de los diarios que toma su impulso, y es de la mano de los propios diseñadores especialistas del croquis deportivo que las primeras se realizan.
9 El concepto de family-strips se crea para designar a las series de historietas que describen la vida familiar.
10
11 El globo, conocido también como balloon o filacterio, es el recipiente simbólico de las locuciones de los personajes hablantes en una historieta. Se trata de una especie de nube cuya procedencia se indica con un rabo o delta invertido dirigido al emisor del diálogo inscrito. Como una de sus denominaciones lo indica, son descendientes de las filacterias de la pintura medieval, trascendidas más tarde por la innovación que los dibujantes ingleses hicieron del balón en sus cartones satíricos. Los globos se transformaron en un elemento vital para activar la narratividad de las primeras historietas, ya que las posibilidades narrativas del cómic mudo eran muy limitadas, caso contrario al cine mudo, que tenía soporte en el movimiento de la acción, además de rótulos intercalados.
En su adaptación de Tarzan, Foster tiene la visión de eliminar el balón y en su lugar incluir captions o leyendas. Esta técnica, llamada story-strip, permitió a Foster crear imágenes sorprendentes y llenas de acción en los detalles de la composición, del movimiento y de la narrativa.

12
13
14 Para 1932 Burroughs explora junto con Tarzan el innovador espacio de la radio, y lo hace con bastante éxito pues la producción desarrolla efectos sonoros nunca antes tratados.


Visita en línea:

The pulp page <http://www.columbia.edu/~mfs10/pulp.html>
Online Literature Library <http://www.literature.org/>
Edgar Rice Burroughs creator of Tarzan <http://www.tarzan.org/index.html>
ERBzin-e Weekly Online Fanzine <http://home.westman.wave.ca/~hillmans/erbmg101.html>
The History of ERB Comics <http://www.geocities.com/hillmans10/erbz355.html>
Edgar Rice Burroughs, Master Story Teller <http://www.cswnet.com/~dbruce/tarzan2.html>
Lambiek.Net Comics and Art <http://www.lambiek.net/>
Comic Art & Graffix Gallery <http://www.comic-art.com/>
Zap Cartoons <http://www.zapcartoons.com/>
The Comics Page <http://www.dereksantos.com/comicpage/portal.html>


Mtra. Claudia Quintero
Docente del Departamento de Comunicación del ITESM, Campus Guadalajara, Jal., México

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