Por Marisa Avogadro
Número 32
Hace casi cincuenta
años nacía en Europa el periodismo científico;
luego de realizarse la Primera Conferencia Mundial de Usos Pacíficos
de Energía Atómica en 1955 en Ginebra, Suiza; tras
haberse tirado la primera bomba atómica durante la Segunda
Guerra Mundial.
Hoy, siendo el año
2003, en un conflictivo contexto mundial globalizado, no dejan los
seres humanos de aprender sobre temas científicos, debido
a una situación bélica.
La guerra entre Irak
y los Estados Unidos nos pone al tanto de la bomba electrónica,
los misiles Tomahawk, la telefonía satelital, las transmisiones
vía Internet, el videoteléfono.
Qué tiempos
paradójicos si pensamos que la humanidad se entera de que
Estados Unidos habría fabricado una bomba electrónica,
por ejemplo, a través del directorio Yahoo, en su sección
internacional del 18 de marzo, donde observamos que una agencia
noticiosa internacional informa que "Los analistas militares
pronostican que las fuerzas estadounidenses probarán una
nueva "bomba electrónica" durante la anticipada
invasión de Irak para cegar, ensordecer, enmudecer y paralizar
las fuerzas del presidente iraquí Saddam Hussein.
La bomba, que se mantienen en
secreto, crea un breve pulso de microondas suficientemente poderoso
para corromper computadoras, enceguecer sistemas de radar, silenciar
radios, desencadenar apagones y desactivar los sistemas de encendido
electrónicos de vehículos y aviones.
Serían útiles contra cualquier adversario que dependa
de sistemas electrónicos", observó Loren Thompson,
analista de defensa en el Instituto Lexington, un centro de estudio
en Arlington, Virginia.(AP)
O bien explicar con
gráficos y dibujos que el mencionado misil Tomahawk es de
largo alcance y muy difícil de detectar porque emite muy
poco calor. Que se lanza desde un barco, que desciende a vuelo rasante
y copia el terreno; que puede usar satélites si no tienen
referencias topográficas para llegar al target y que cuesta
aproximadamente 1,2 millones de dólares.
Evidentemente, vuelve
a ser la temática de la guerra, el empleo de armamento, una
nueva cita del impulso del periodismo de la ciencia.
Mas es imposible dejar
de pensar en el nuevo escenario social que ofrecen las nuevas tecnologías
de la información y la comunicación (NTIC) y ahora
un nuevo escenario de trasmisión bélica.
Frente a la Guerra
del Golfo (1991) trasmitida hegemónicamente por la cadena
CNN, hoy la red de redes y las NTIC abren el panorama mediático
a la guerra del "tiempo real".
Sí, estamos
viendo al mismo tiempo en que se producen los acontecimientos bélicos.
Internet nos permite salir al aire por radio, enviar videos, mandar
las noticias por e-mail con archivos. Tiempo y espacio son coordenadas
ahora modificadas. El concepto de inmediatez periodística
traspasó la barrera del "día para el periódico"
y por supuesto para la radio y la televisión.
Los medios de comunicación
no precisan enviar grandes despliegues técnicos para trasmitir.
Basta un o una corresponsal debidamente equipado con NTIC a saber:
una computadora portátil, con conexión inalámbrica
a Internet, vía satélite. O bien dotar al reportero
de radio con teléfonos móviles o al de televisión
con un videoteléfono.
Ya no es un relato
de ciencia ficción. Es la posibilidad de recepcionar la guerra
desde su escenario con tiempo simultáneo al de los hechos.
Imágenes, sonidos, ataques aéreos, muertos, cadáveres,
hospitales, ciudades que van yaciendo sobre columnas de fuego...
La red es "el
medio de comunicación" del Tercer Milenio. Transmiten
la guerra todos los que lo desean: las grandes cadenas televisivas
que han creado sus sitios web; con informes especiales de la guerra.
No son trasmisiones unilaterales, pues todos los países,
desde sus medios de comunicación que tiene sitios web, propalan
las informaciones y dan su versión, incluidos los países
del Medios Oriente y los sitios abocados al tema del terrorismo.
Tenemos los sitios de las cadenas informativas: ABC, CBS, NBC, CNN
y una larga lista. A la que se le agregan los sitios web de instituciones
no gubernamentales; los de directorios y diversos servidores de
la red y también particulares abocados al tema.
Todos los directorios
de Internet tienen sus boletines de la guerra y segundo a segundo
un caudal informativo imposible de acceder en su totalidad, nos
da su versión de la misma. A modo de ejemplo, en algunos
buscadores al ingresar la palabra "Irak", remiten a 2.860.000
entradas en una búsqueda que demanda 0,05 segundos.
Evidentemente las herramientas
telemáticas permiten otro tratamiento del material tanto
informativo como interpretativo y de opinión; ya que desde
los diferentes sitios web, se ofrecen galerías de fotografías,
gráficos animados, gráficos interactivos, galerías
multimedia, foros sobre el conflicto de armas; ventanas que remiten
a la sección multimedia o bien a la sección interactiva.
En algunas versiones on-line de periódicos mundialmente conocidos,
se accede a estos sectores, llenando el formulario de membresía
y en otros, están a disposición de quien realice un
click en el mouse.
Si en sólo fracciones
de segundos podemos acceder a un verdadero bombardeo informativo,
este nuevo escenario social nos depara también varias incertidumbres.
Queda nuevamente flotando la idea de un planteo ético, que
desde el medio del que se trate, permita a las personas ejercer
su juicio crítico en libertad, con la esperanza de que la
humanidad comprenda que somos tan sólo seres humanos y que
frente a la soberbia del poder y la omnipresencia, se encuentren
los caminos de certidumbre que nos conduzcan a la paz.
Mgter.
Marisa Avogadro
Catedrática universitaria. Magister
en Comunicación y Educación |