Por Marisa Avogadro
Número 34
Metodología
y educación en la web
Para preparar materiales educativos para realizar cursos "on
- line" se debe partir de un motivo conductor o motivación,
compartidos tanto por alumnos como profesores, que casi nunca conocerán
sus rostros y que se comunicarán a través de las nuevas
tecnologías de la información y comunicación.
Esto trae aparejado una instancia principal: el proceso de enseñanza
- aprendizaje en un marco de referencia témporo-espacial
diferente al formal.
Diversos objetivos
se deberán cumplir en este proceso: una fluida comunicación
entre docentes y alumnos; entre alumnos entre sí; teniendo
presente como característica distintiva de los grupos de
estudio vía Internet, lo numeroso de ellos y su diversidad
cultural.
En esta tarea es necesario
tener en cuenta dos roles que cambian fundamentalmente al presentado
en la educación formal y son el del docente y el alumno.
Del tradicional docente con su pizarrón; un espacio físico
determinado llamado aula; informaciones; alumnos ubicados en sus
correspondientes pupitres; al docente que se propone en un curso
on-line: no presencial; sin pizarra; sin tiza; a través de
un aula virtual, conectado a través de la página web;
el correo electrónico; los foros, los chats y su contrapartida
del alumnado también.
El rol del docente
se da en tres esferas diferentes: puede ser como parte diseñadora
del material, como consultor pedagógico y como tutor administrativo.
En este caso ya no se plantea un rol docente esquemático,
basado en la mera trasmisión de conocimiento, en una línea
vertical de traspaso de contenidos. Se habla de un docente que no
expone el tema y es el dueño absoluto del saber sino por
el contrario el que administra dicho saber y acompaña este
proceso de aprendizaje - crecimiento. Sin embargo, las diversas
instituciones con sus respectivos programas manejan diferentes términos,
ej: para algunos el rol del tutor es un rol docente y para otros
administrativo y se diferencia del consultor, netamente pedagógico.
Los alumnos también
presentan características distintivas respecto de los tradicionales;
ya que están frente a una pantalla de una PC desde su casa,
lugar de estudio, trabajo. Generalmente están motivados a
realizar cursos "on line" porque no disponen del tiempo
suficiente para asistir a uno totalmente presencial; o porque viven
a grandes distancias de los centros educativos; por motivaciones
económicas; entre otras.
Son alumnos diferentes,
con necesidades y expectativas diferentes, que pueden vivir en países
con idiosincracias opuestas, con religiones distintas y que participarán
virtualmente en las actividades propuestas, conforme al grupo humano
con quien le toque compartir dicho curso, más allá
de la lejanía presencial. A veces son personas que colaboran,
gustan de contestar el correo electrónico, compartir información
o realizar tareas en conjuntos y en otros casos no, por lo tanto
esto también acarrea problemas para el docente que deberá
sortear estos inconvenientes sobre la marcha o desarrollo del mismo.
Otro tema de interés
es el de la bibliografía, donde se deberá constatar
la confiabilidad de las fuentes de información ( no todo
lo que navega en la red es bueno, útil, cierto) y además
el target está disperso en diferentes países del mundo
y a su vez cada uno de ellos puede hacer aportes útiles hasta
en diferentes idiomas. Se planteará que clase de interacción
se va a permitir entre dicho alumnos: si será sólo
a través de foros, de chats, correo electrónico o
todos ellos o algunos de ellos. También cómo se desarrollarán
las actividades prácticas; si se publicarán en la
página web; si las herramientas telemáticas se emplearán
de manera sincrónica para realizar estos trabajos o no y
una larga lista de elementos a tener en cuenta.
Como toda metodología
o camino para llegar a conseguir desarrollar un curso on-line, tiene
sus ventajas y desventajas. Entre las primeras podemos citar, el
acceso a una fuente inagotable de informaciones y de posibilidades
de hipervínculo, con el consiguiente desarrollo de actividades
que ejercitan diferentes procesos cerebrales. Pero a su vez, se
pierde todo el caudal que presupone el contacto y la comunicación
cara a cara, entre otros.
No todas las carreras
son susceptibles de ser cursadas "on line". Algunas admiten
una semipresencialidad; otras pueden ser realizadas íntegramente
vía Internet; otras están a la espera de nuevas posibilidades
tecnológicas de la red en cuanto a peso de materiales a trasmitir
o diferentes maneras de operar con el sonido. Otras pueden combinar
las posibilidades que le ofrecen las herramientas virtuales con
las de los multimedios actuales o bien con un simple video. Por
lo general, las inscripciones en cursos de educación a distancia
para el caso de los posgrados se hace vía correo electrónico
o por página web, pero sin embargo todas las certificaciones
de los títulos universitarios son despachadas mediante el
correo tradicional.
En este proceso, la
evaluación significa una doble tarea: porque se debe evaluar
primero el conocimiento previo que posee el alumno y en otro orden
la evaluación propia que realizará el educando que
en algunos casos puede combinar por ejemplo sistemas de autoevaluación
y una evaluación final.
Finalmente, para concretar la realización
de un curso on-line con éxito, se debería contar con
un equipo interdisciplinario que dispusiera de un diseñador
didáctico, un redactor de contenidos, un especialista en
educación, un diseñador gráfico en el aprendizaje
y un programador.
Mgter.
Marisa Avogadro
Catedrática universitaria. Magister
en Comunicación y Educación |